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UCSS HOMENAJEA AL P. ARMANDO NIETO, SJ, CON PLACA DE HONOR

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LA UCSS RECONOCE AL P. ARMANDO NIETO CON ENTREGA DE PLACA en el solemne marco de la presentación de la obra "Felipe II y el Perú" coordinada por el P. Javier Campos, OSA
Tuvo lugar el pasado martes 26 de mayo, en el Convento San Agustín el Grande de Lima, de manos de Monseñor Lino Panizza, fundador y gran canciller de la UCSS. 

Texto de la placa:
  
AL PADRE ARMANDO NIETO, S.J.,
MAESTRO DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA Y DEL PERÚ, 
AGRADECIDOS POR TANTO BIEN EN 
SUS 50 AÑOS DE VIDA SACERDOTAL
NUESTROS 15 AÑOS DE VIDA INSTITUCIONAL


PADRE AMADOR MARTÍN DEL MOLINO, 88 AÑOS, SIEMPRE EN CAMINO

PADRE AMADOR MARTÍN DEL MOLINO, 88 AÑOS SIEMPRE EN CAMINO
PROGRAMA: "SACERDOTES SIEMPRE" de Radio María, conducido por  José Antonio Benito RADIO MARÍA. Archivo 2011
Entrevista al P. Amador Martín Del Molino (1927-2015) (Gracias a la transcripción de Angélica Carazas)


Nos encontramos con el P. Amador Martín Del Molino, misionero claretiano salmantino que ha estado mucho tiempo en África y mucho más en Perú, que lo lleva en el corazón. Justo hoy en la homilía, en la Capilla de Las Mercedes, en la Feria del Altiplano en Arequipa, nos ha hablado de que los Santos son los más felices ¿podemos decir lo mismo de los sacerdotes?
Sí, sí, evidentemente los sacerdotes no todos son santos ni todos debemos de procurar ser santos si alguna vez no dejamos llevar de la tristeza o de no aceptar un sufrimiento que Dios nos manda es cuando precisamente dejamos de ser felices totalmente. Pero de los que yo conozco, evidentemente la mayoría de ellos los encuentro felices, no digo exteriormente, no me refiero a la risa exterior, es el alma la que se encuentra con alegría por ser de Dios y para Dios, ahora mismo recibí la visita de Antonio Ravina a quien me debe su vocación y ¡qué contento está por lo que hace por lo demás! Me dio mucha alegría por contarme con tanta alegría cosas de su vida sacerdotal.
P. Amador ¿cuánto tiempo lleva como sacerdote?, ¿Cuál fue la trayectoria de su vocación?
La trayectoria de mi vocación es curioso, fue por unos misioneros que llegaron al pueblo. Me quedé mirando admirado siendo monaguillo, y en todas las actividades que ellos estaban, también estaba yo, y cuando preguntaron si alguno quería ir con ellos, en seguida me apunté y me dije "yo quiero ser y tener la vida que llevan como ellos- .
¿Qué edad tenía en esos años?
Yo tenía 9 años, bueno viendo que venían de un pueblo e iban a otro, ese espíritu de aventura que parece que Dios me ha dado, y me decidí, en el momento que un misionero que me dice que iré a Segovia, me puse muy contento, me dio tanta alegría.
¿Dónde estaba?
En un pueblito de Salamanca cerca de Vitigudino, Villasbuenas, salimos con mi padre, era muy curioso pues tuvimos que ir en autobús, después de un tren, llegando a Segovia sonaron tres bombas que caían sobre la ciudad porque estábamos en plena Guerra Civil era el año 1937 y yo había nacido en el 1927.
Nos puede contar el itinerario de su vocación
En el primer seminario en Segovia tuve a padres muy santos, entre uno de ellos un padre que vino de maestro de novicios en Argentina, el P. Tomás Guzmán, después fuimos a otros lugares Valmaseda, Santo Domingo de la Calzada, no olvidar que estábamos en tiempo de la Guerra y por lo tanto España estaba muy deficitaria en cuanto a alimentación y como éramos muchos no había mucho para todos; íbamos en fila al comedor, recuerdo que el Padre nos dice "hoy no hay cena porque no hay ningún alimentos, pero vamos a esperar que pase un mujer que grite ¡Anchoooas! Y vamos a comprarle lo que lleve" y efectivamente pasó y compramos unas anchoas que fue nuestra gran cena.
Han pasado ya 72 años, cómo resumiríamos todos estos años
Yo lo resumiría como la vida en camino, que es el tema que me encanta que somos peregrinos, viene aquello que no se esperaba, unas veces encuentras valles, otras veces llanos, cerros y hay que evitar tropiezos, y puedes tropezar pero allí están los hermanos que te ayudan a levantarte, por eso mismo la vida es una peregrinación. Me ordené en Salamanca y lo más curioso que cuando fui a mi pueblo a celebrar misa, y dentro de la alegría y goza al celebrar en familia, recibí un telegrama que me designaban a África.
Y estaba contento…
Yo contentísimo, había pedido tres veces ir a Estados Unidos para cuidar de los inmigrantes, a Japón, que era una cosas nueva y después para ir a Filipinas. El P. Sevillano Blanco, quien fue metido a un pozo por los musulmanes y salió del pozo –no le siguieron-, pues dijo "¡me dejan libre!", pudo huir, fue un triunfo llamó la atención en todo el mundo y el Papa le recibió.
Desde la misión sacerdotal, y en los años de África también se dedicó a la misión cultural es muy importante como ha conjugado esta doble faceta.
Tuve vocación para misionero dentro de la carrera y entonces había academias, yo entré  la Academia de Misionología pude leer los libros de etnología del África, estando en esta academia me uní al P. Smith-Bingham que había fundado la escuela de Viena, entonces ya estábamos en contacto dos escuelas de etnología, recuerdo que me había escrito una carta preguntándome si donde me encontraba en África había totemismo y le respondí que no, estos eran más primitivos todavía, no hay totemismo.
¿Qué obra escribió en Guinea?
Unas 20 entre libritos de investigación y luego más amplias que son "Los Bubis. Ritos y Creencias", Secuencia Cultural en el Neolítico de Fernando Poo, de gran impacto entre los estudiosos de la arqueología ecuatorial,  y en 1993 La ciudad de Clarence: primeros años de la actual ciudad de Malabo, capital de Guinea Ecuatorial, 1827-1859 Instituto de Cooperación para el Desarrollo, - Malabo (Equatorial Guinea) - 250 pages
Algunos piensan que los misioneros imponen. Desde la visión del antropólogo, del misionero, ¿cómo ha visto como recibían a los misioneros?
La cuestión de la manera de pensar, de la manera de vivir, incluso de la manera de relacionarse con Dios es distinta, ante esto algunos misioneros se ponen a la defensiva y empiezan a predicar a Cristo. Yo, sin embargo,  adopté otra forma -conocer la manera de entender las cosas de este mundo, y de entender las cosas de Dios-, conociendo esto me atreví a decir "la religión que tienen ustedes es magnífica, es buena de verdad pero anunciando la religión de Cristo". Teniendo en cuenta esto; reuní a los pequeños que sí se bautizaban pero los adultos no; conseguí que a base de algunas conferencia recibieron el bautizo unos 60 y se casaron, es decir a base de reconocer el bien que tienen todas las religiones de adorar a Dios y dentro de ellas como van anunciando al que ha de venir, es ciertamente cuando uno está en amistad y se transmite.
¿Para descansar vino al Perú ¿
La razón de venir al Perú fue porque se presentó un presidente comunista, sin saber que significaba el comunismo, era para mí un hombre que estaba trastornado, un pariente mío me contó que este presidente de la nación no se atrevía a dormir en la cama, sino debajo de la cama, porque tenía una manía de persecución, este es contra el cual se levantaron unos jóvenes por la suspensión de becas; entonces se les ocurrió hacer un levantamiento contra Macías, y le comuniqué al Superior, recuerdo que en el aeropuerto fue inmediato, así evitar una muerte segura, por haber estado en contacto con quienes se levantaban contra Macías. Llegué a España, donde fui profesor de etnología en la Universidad Complutense de Madrid, y cuando murió Macías, el Superior recomendó no recordar momentos difíciles y no retornar; entonces me dije iré a África o al Perú. Vine al Perú en el año ochenta.
Ha estado entre Lima y Arequipa ¿Qué recuerda?
Recuerdo Magdalena del Mar, fundamos las Comunidades cristianas misioneras y contentísimo en Magdalena. Precisamente caí enfermo por el agotamiento de tanto trabajo y –medio muerto- regresé a España donde me fui recuperando.
Vino luego a celebrar el Quinto Centenario de la Evangelización, en el 1992, qué nos cuenta de Arequipa
Arequipa para mí ha sido el lugar donde he recuperado la salud; es un lugar de clima seco, no es como Lima, hay sol, tengo que agradecer a Dios porque es el lugar donde he podido continuar trabajando y dándome vida; he podido remover los grupos de las parroquias, para estas comunidades cristianas misioneras, que curiosamente ha sido ahora en la Conferencia Episcopal de Aparecida, donde se le da realce; conviene que las parroquias se dividan en sectores y en cada sector poner una comunidad de laicos asesorados por los Sacerdotes y que hagan evangelización dentro de los sectores que les toca.
Me parece importante esta dimensión sacerdotal de ser animador de los laicos, ¿qué no puede decir de ello?
Fue providencial, porque habiendo una Asociación de hermanos Cristo de la Misericordia, entonces propuse una semana de hablar de este tema y se lo fui a contar al arzobispo que era Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, y me dice muy alegre "No, no te concedo en la Parroquia, sino en toda la Diócesis". Ahí comenzó en el auditorio de la parroquia del Pilar. Vino después el día del laico, la semana del laico y luego fundé la escuela católica especial para laicos, donde se enseñaba en primer lugar  la Doctrina Social de la Iglesia,  luego ellos mismos hablaban de cómo aplicar esa Doctrina Social de la Iglesia al mundo eclesial, se hablaba de la vida pública, la vida de familia, después vinieron otros destinos y trabajos.
Decía el P. José Luis Martín Descalzo que un Centenario o es un camino o es un camelo, me da mucho gusto de ver la cruz del jubileo del 2000 en la Parroquia del Corazón Inmculado de María y veo Comunidades Misioneras. Cómo se ha ido viviendo ese espíritu de jubileo y cómo se ha entroncado con Aparecida.
Fue muy curioso –cuando me encomendaron lo del Jubileo- hacerlo lo mejor posible conforme se hace en Roma, entonces se abrió de una manera solemne una puerta, la puerta santa, la catedral tiene tres puertas,  la de la derecha la tomamos como puerta santa, por done debían entrar todos los peregrinos que iban a ganar el jubileo y delante de la puerta, después de muchos trámites, pusimos al final la cruz del jubileo y allí es donde hicimos el acto previo a la entrada a ganar el jubileo dentro de la Iglesia, continuamente había en la calle un grupo que iba en la calle en procesión y se detenían ante la cruz del jubileo y lo más bonito que se realizó la misión y se prepararon para la misión 120 laicos, que se distribuyeron por todas las parroquias, fue una misión por todo el Departamento, por todo la Diócesis. Fue una gran alegría que estalló en la gran concentración jubilar que reunió a unos 45 000 que llenó el estadio de la UNSA.
Padre para terminar me gustaría que nos hable de esta obra colosal de La historia de los Misioneros Claretianos en el Perú, aprovechando que estuvo en Lima el Superior General.
Pues sí. La definición de un misionero la dio San Antonio María Claret Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad  y que abrasa por donde pasa. Que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todos los hombres en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias; se alegra en los tormentos y dolores que sufre y se gloría en la cruz de Jesucristo. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Cristo en orar, en trabajar, en sufrir, en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de los hombres  por todos los medios posibles. 
De esta manera ha vivido el misionero claretiano, pero no olvidemos va a tener momentos difíciles, momentos de persecución, siempre hay momentos críticos que se van superando precisamente por este amor de la mayoría, hacia la evangelización –yo no puedo marcharme de aquí porque la gente me necesita-, por tanto el tema de la evangelización, el tema de llevar a todos al Padre, al cielo, eso es precisamente  lo que predomina en esta historia. Ejemplos maravillosos de esta manera de evangelizar la tenemos en dos volúmenes que se superan las dos mil páginas de cómo podemos ser nosotros evangelizadores.

Por último, un mensaje para Radio María y un mensaje para quienes nos están escuchando
Bien, Radio María me encanta. La conocí primero en Madrid por un compañero, luego hablé en Lima varias veces y me encanta cómo se ha ido desarrollando por el mundo. Una de las cosas que más me gusta de Radio María es que reza antes de intervenir, les digo, que el Señor nos ha traído aquí a la Tierra porque de Él venimos, para que un día estemos con Él en el Cielo, para salvarnos todos y nos entreguemos a la salvación de  todos. Esto fue San Antonio María Claret, esto queremos que sea principalmente en su Centenario, que todos conozcan a los misioneros claretianos del Perú en sus 100 años que Dios le ha concedido en esta tierra de Santa Rosa, San Martín y Santo Toribio
Muchísimas gracias

Concierto Barroco en la Catedral por el maestro Teodosio Bevilacqua, viernes 5 de junio

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Apreciados amigos
Los esperamos este viernes 5 de junio en "La Catedral abre de noche", horario extendido hasta las 21:30, con un concierto de regalo organizado en conjunto con el conservatorio Nacional de Música.
El maestro Teodosio Bevilacqua ha tocado en el concierto de Navidad 2014 para el papa Francisco, ya verás que no es cualquier cosas. Este es un detalle que servirá para convocar público el viernes 5 por la noche que tenemos "Noche de museo".
Recuerden que la entrada general es S/ 1.00
Rogamos nos ayuden con la difusión
Un abrazo y gracias,

Fernando López Sánchez





Concierto Barroco Catedral de Lima por Maestro Teodosio Bevilacqua

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Estimados Amigos, 

Reciban un cordial saludo. 
Complementando la información enviada hace unos días, hago llegar a ustedes la invitación al concierto de órgano de mañana viernes 5 de junio a las 8:00 p.m. en la Catedral de Lima, así como el programa y una reseña de los autores cuyas obras se interpretarán: Trabaci, Frescobaldi, Pergolesi. El concierto, organizado por el Conservatiorio de Música y el Museo de Arte Religioso de la Catedral de Lima está, como ya sabemos, a cargo del Maestro Teodosio Bevilacqua. 
Agradecemos la atención y difusión que se dé a la presente. 

Luis Villacorta Santamato

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Sono lieto di invitarLa
al
Concierto Barroco
El órgano italiano de las Escuelas Romana y Napolitana
 
organista Maestro Teodosio Bevilacqua
Cattedrale di Lima, Jr. Carabaya cuadra 2 s/n, Lima
 
venerdí 5 giugno 2015 ore 20.00.
 
 
Orchestra Lucania Sinfonietta OLS


HUELLAS DE LA EVANGELIZACIÓN EN EL PERÚ en el II ENCUENTRO DE RESPONSABLES DE BIENES CULTURALES DE LA Conferencia Episcopal

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 HUELLAS

DE LA EVANGELIZACIÓN EN EL PERÚ

José Antonio Benito: joseantoniobenito1@gmail.comhttp://peru-cristiano.blogspot.com/ 26-V-2015

Les comparto mis apuntes en el II Encuentro de Responsables de Bienes Culturales en la Conferencia Episcopal Peruana

La Iglesia del Perú, como la Iglesia entera, es una roca, pero una roca que navega. Firme, resistente, pero no está quieta, camina, navega...Como antaño los cruzados medievales al grito de ¡Dios lo quiere!, o los navegantes misioneros ¡avanti y Dios nos valga!, los fieles cristianos del tercer milenio, todos nosotros, pueblo de Dios en camino, cuerpo de Cristo prolongado, nos sentimos lanzado a la gran misión continental tras la campanada de Aparecida. Dos mil años de rica historia nos sostienen, una realidad presente dramática nos cuestiona, una esperanzadora meta nos estimula con nuevo ardor. Juan Pablo II, al comenzar el Nuevo Milenio, formuló un deseo que les propongo como objetivo prioritario en el presente curso de historia de la Iglesia:

"¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para nosotros y nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8)" (1-1-2001)

El mismo Siervo de Dios, Juan Pablo II en la "Tertio millennio adveniente" (TMA) en sus números 56 y 57 nos sintetiza los dos mil años de evangelización con el sugestivo título de «Jesucristo es el mismo [...] siempre» (Hb 13, 8):"La Iglesia perdura desde hace 2000 años. Como el evangélico grano de mostaza, ella crece hasta llegar a ser un gran árbol, capaz de cubrir con sus ramas la humanidad entera (cf. Mt 13, 31-32)… Por esto, desde los tiempos apostólicos, continúa sin interrupción la misión de la Iglesia dentro de la universal familia humana. La primera evangelización se ocupó especialmente de la región del Mar Mediterráneo. A lo largo del primer milenio los misioneros partiendo de Roma y Constantinopla, llevaron el cristianismo al interior del continente europeo. Al mismo tiempo se dirigieron hacia el corazón de Asia, hasta la India y China. El final del siglo XV, junto con el descubrimiento de América, marcó el comienzo de la evangelización en este gran continente, en el sur y en el norte. Contemporáneamente, mientras las costas sudsaharianas de Afrecha acogían la luz de Cristo, san Francisco Javier, patrón de las misiones, llegó hasta el Japón. A caballo de los siglos XVIII y XIX, un laico, Andrés Kim llevó el cristianismo a Corea; en aquella época el anuncio evangélico alcanzó la Península Indochina, como también Australia y las islas del Pacífico. El siglo XIX registró una gran actividad misionera entre los pueblos de África. Todas estas obras han dado frutos que perduran hasta hoy. El Concilio Vaticano  (10 de noviembre del año 1994).

 

EL PATRIMONIO DE UNA FE MILENARIA

Tratamos de realidades, acontecimientos, no de ideas y menos de ideologías Y está claro que –como muy bien dice el sínodo "Ecclessia in America""el mayor don que América ha recibido del Señor es la fe, que ha ido forjando su identidad cristiana. Hace ya más de quinientos años que el nombre de Cristo comenzó a ser anunciado en el Continente. Fruto de la evangelización, que ha acompañado los movimientos migratorios desde Europa, es la fisonomía religiosa americana, impregnada de los valores morales que, si bien no siempre se han vivido coherentemente y en ocasiones se han puesto en discusión, pueden considerarse en cierto modo patrimonio de todos los habitantes de América, incluso de quienes no se identifican con ellos" (n.14). ¿Qué sucedería si quitásemos todos los referentes culturales cristianos en América? ¿Su arte (arquitectura, escultura, pintura, joyería), música, literatura? Sencillamente que América desaparecería, no sería.

No he encontrado nada más completo y bello para caracterizar esta nueva realidad de la América cristiana, evangelizada que las Palabras del Papa Benedicto XVI en la sesión inaugural de la V Conferencia el pasado mayo del 2007:  ¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente. Ha significado también haber recibido, con las aguas del bautismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus culturas, purificándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semillas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio. En efecto, el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña. Las auténticas culturas no están cerradas en sí mismas ni petrificadas en un determinado punto de la historia, sino que están abiertas, más aún, buscan el encuentro con otras culturas, esperan alcanzar la universalidad en el encuentro y el diálogo con otras formas de vida y con los elementos que puedan llevar a una nueva síntesis en la que se respete siempre la diversidad de las expresiones y de su realización cultural concreta…La utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado. La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos… Todo ello forma el gran mosaico de la religiosidad popular que es el precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina, y que ella debe proteger, promover y, en lo que fuera necesario, también purificar.

 

HUELLAS DE LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN

 

1.   Religión precristiana. Santuarios ceremoniales como Caral, templos en U como Paraíso, Garagay, petroglifos de Toro Muerto (Arequipa), Chavín, Pachacámac, Ampato (vid. Proyecto Santuarios de alturas de la UCSM)... nos hablan de la profunda religiosidad de nuestro pueblo que sorprendió positivamente a los primeros evangelizadores

 

2.   Acta de la fundación de las ciudades. Lima, por ejemplo, es La Ciudad de los Reyes por ser fundada en esa fiesta del 6 de enero.

 

3.   Doctrinas. Lugares específicos de evangelización de los naturales de América.. Hay en el S.XVII más de 300 doctrinas que se convierten en pueblos con parroquias. Se comprueba en la toponimia que ha incorporado nombres evangélicos, marianos, santos...

 

4.   Monasterios y conventos. Pensemos sólo en el Cercado de Lima; son centros selectos de formación y evangelización en los que tan importante como la iglesia es la escuela, la biblioteca y hasta la chacra, como estudió Pablo Macera para las haciendas jesuíticas del Siglo XVIII.

 

5.   Concilios, Juntas, Sínodos. Pensemos en el Tercer Concilio Limense de 1583 cuya luz llega hasta 1899 y del que brotó la legislación canónica para toda América del Sur. Pensemos que los catecismos emanados del concilio son los primeros libros impresos en Perú.

 

6.   Catedral y cabildo catedralicio. Microcosmos celeste, corazón de la Iglesia; arte, liturgia, ilustres canónigos. Basta con acercarse a nuestra Catedral para valorar la riqueza cultural, humana, espiritual que alberga.

 

7.   Misioneros. Desde el protomártir Fray Diego de Ortiz en Vilcabamba hasta los mártires recientes de Chimbote; miles de misioneros acá en las tres regiones. Pensemos en centros de vanguardia que formaban misioneros para la Amazonía como el convento de Ocopa o para los Andes como la Recoleta franciscana de Arequipa.

 

 

8.   Jerarquía: Obispos, Superiores de Órdenes, Nuncios. Recorrer la galería de los obispos de Lima, todos ellos con la idea de imitar al Santo Arzobispo Mogrovejo.

 

9.   Los santos, beatos, siervos de Dios: son el fruto más sazonado de la identidad cristiana del Perú; los seis canonizados, otros tantos en proceso, tantos religiosos ejemplares y laicos comprometidos anónimos.

 

10.        Las cofradías, hermandades, asociaciones y movimientos. Conviene insistir en la repercusión social de la fe en el ordinario ambiente laboral ya que es la fuente principal de la actividad del seglar. Como en octubre de 1998 señalaba el experto uruguayo G. Guzmán Carriquiry, subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, en el Encuentro Mundial de Cofradías celebrado en Sevilla (España) las cofradías tienen cuatro características fundamentales:

- La liturgia y la vida de oración.

- la caridad atenta a los más pobres y necesitados.

- la "cultura de vivir juntos la fraternidad cristiana".

- el aporte de obras de valor artístico e histórico que mantienen viva la religiosidad popular.

 

11.         Santuarios, advocaciones e  imágenes de María

En la reciente carta apostólica "Ecclesia in America" (1999), Juan Pablo II, acogiendo las aportaciones de los padres sinodales, recordará de nuevo el rol protagónico de María en la evangelización del Nuevo Mundo: "En todas partes del continente, gracias a la labor de los misioneros, la presencia de la Madre de Dios ha sido muy intensa desde los días de la primera evangelización. Santuarios, ermitas, grutas, a lo grande en basílicas monumentales o en parques, calles, casas, carros. En su predicación, el Evangelio ha sido anunciado presentando a la Virgen como su realización más alta. Desde los orígenes -en su advocación de Guadalupe- María constituyó el gran signo de rostro maternal y misericordioso de la cercanía del Padre y de Cristo, con quienes ella nos invita a entrar en comunión" (n.11).

12. Cruces y crucificados Devoción a la Cruz y al Señor). Con la llegada del cristianismo a América, la cruz presidirá la fundación de las ciudades y se colocará en todos los lugares visibles, tanto religiosos (templos) como civiles (casas, puentes, caminos, cerros), especialmente si habían sido centros espirituales pre cristianos, bien apachetas, huacas o centros ceremoniales. El Primer Concilio Limense (1552) dispone que en los pueblos de indígenas se haga una iglesia o al menos una ermita con una imagen o una cruz (Const.2); de igual modo, se advierte que los ídolos y adoratorios sean destruidos, y si fuese lugar apropiado, se edifique una iglesia o al menos una cruz. Mons. Severo Aparicio destaca que con "este criterio y para cristianizar lo pagano, allí donde había huacas y apachetas, se colocaron cruces.

13. Constituciones del Gobierno Republicano. La clave de la poderosa personalidad de Perú no puede encontrarse sin prescindir de la fe, sin su identidad católica. En este marco constitucional, el Estado Peruano estableció un Acuerdo con la Santa Sede el 19 de julio de 1980 (Decreto Ley Nº 23211 de 24.VII.1980) por el cual: "La Iglesia Católica en el Perú goza de plena independencia y autonomía. Además, en reconocimiento a la importante función ejercida en la formación histórica, cultural y moral del país, la misma Iglesia recibe del Estado la colaboración conveniente para la mejor realización de su servicio a la comunidad nacional" (Art. 1). La Constitución Política de 1993, vigente en el presente, en su art. 50, reproduce el texto anterior, con una ligerísima modificación al final: "Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, le presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ella".

 

14. Factor de identidad. Casi todos los especialistas coinciden en afirmar que la cristianización del Perú es un acontecimiento decisivo en la formación de la identidad nacional V. A. Belaunde en su obra Peruanidad llegará a decir que la peruanidad es una síntesis viviente creada por el espíritu católico. M. Marzal escribirá en Religión Católica e identidad nacional (Lima 1979, pp.148-9) que tal identidad católica se traduce en el peso de la Iglesia institucional en el Perú y en la religiosidad popular. Por su parte J.A. Arguedas sabe comprender el alma andina y descubrir en ella las raíces profundas de una evangelización que se expresa en las palabras del sacristán en la diminuta iglesia de San Pedro: "Dios es esperanza, Dios alegría, Dios ánimo. Llegó UNPU, enjuermo, agachadito. Salió tieso, juirme, águila. Era mozo no más, Dios hay aquí, en Lahuaymarca. De San Pedro se ha ido, creo, para siempre" (J.M. Arguedas Todas las sangres).

Vale la pena recordar el testimonio de la viuda de César Vallejo, quien en su lecho de muerte, a finales de marzo de 1938,  dijo «Escribe»; y le dictó:«Cualquiera que sea la causa que tenga que defender ante Dios más allá de la muerte, tengo un defensor: Dios».

Un botón de muestra de este hecho fue la consagración del Perú al Corazón de Jesús como expresión de entrega total y comprometida por los lazos más sagrados que son los del amor. Y de ello supieron mucho Diego de Hojeda, Diego Alvarez de Paz, Rosa de Lima, Martín de Porras, Juan de Alloza, Francisco del Castillo, Paula de Jesús Nazareno, Mateo Crawley (alma del monumento en el Cerro de los Ángeles, Madrid), así como los institutos y cofradías, los escritos y las novenas, los santuarios y monumentos, que llenan nuestra geografía

 

15. Historiografía, bibliografía. Archivos y bibliotecas. A lo largo del medio milenio de catolicismo en Perú, sus propios hijos se han encargado de recoger por escrito una suerte de anamnesis como a diario la Iglesia lo vive en la celebración litúrgica. Todo estudio sobre la Iglesia viene a ser un recuerdo de "las intervenciones salvíficas de Dios en la historia", y "hace memoria" de las maravillas de Dios" (CIC 1103). Tan sólo un botón de muestra: El Padre José de Acosta escribe De Procuranda Indorum Salute.  Este libro no sólo pretende describir la realidad indígena sino que como verdadero manual pastoral busca mostrar los caminos y medios para la implantación de la fe en las Nuevas Tierras. Pondrá mucho énfasis en la comprensión y simpatía frente a la persona y para ello considerará de absoluta importancia el aprendizaje y conocimiento de las lenguas vernáculas (La compañía de Jesús exigió a los misioneros el conocimiento del idioma nativo).

CUSTODIOS DE NUESTRO PATRIMONIO http://cepac.com.pe/

 

CEPAC surgió, más que como un proyecto, como una inquietud. El enfoque que el área de Historia de la UCSS pensaba dar a esta disciplina no se centraba únicamente en la enseñanza en el aula, sino que traspasaba los límites del aula para dirigirse al entorno cultural más inmediato. Lima Norte presenta una interesante variedad de vestigios de la historia patria, por lo que el planteamiento del área de Historia buscaba, no sólo la defensa del patrimonio sino en la investigación, estudio y promoción cultural. Esta perspectiva fue compartida por las autoridades de la UCSS, particularmente su Gran Canciller Monseñor Lino Panizza quien, luego de ver los esfuerzos de esta área en la organización de congresos, coloquios, seminarios, cursos y visitas culturales, constató la necesidad de un ente aglutinador como lo es el CEASE para el mundo de la empresa o CESED para el mundo educativo. Así nació la idea del Centro de Estudio y Patrimonio Cultural (CEPAC), del cual Mons. Lino es su principal mentor.

Brinda apoyo en la organización de congresos, simposios, programa Defensores del Patrimonio, publicaciones, campañas de sensibilización, formación de redes como la RCLN (Red Cultural de Lima Norte que agrupa a universidades y municipalidades de LN)…





HUELLAS DE LA EVANGELIZACIÓN EN EL PERÚ en el II ENCUENTRO DE RESPONSABLES DE BIENES CULTURALES DE LA Conferencia Episcopal

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 HUELLAS

DE LA EVANGELIZACIÓN EN EL PERÚ

José Antonio Benito: joseantoniobenito1@gmail.comhttp://peru-cristiano.blogspot.com/ 26-V-2015

Les comparto mis apuntes en el II Encuentro de Responsables de Bienes Culturales en la Conferencia Episcopal Peruana

La Iglesia del Perú, como la Iglesia entera, es una roca, pero una roca que navega. Firme, resistente, pero no está quieta, camina, navega...Como antaño los cruzados medievales al grito de ¡Dios lo quiere!, o los navegantes misioneros ¡avanti y Dios nos valga!, los fieles cristianos del tercer milenio, todos nosotros, pueblo de Dios en camino, cuerpo de Cristo prolongado, nos sentimos lanzado a la gran misión continental tras la campanada de Aparecida. Dos mil años de rica historia nos sostienen, una realidad presente dramática nos cuestiona, una esperanzadora meta nos estimula con nuevo ardor. Juan Pablo II, al comenzar el Nuevo Milenio, formuló un deseo que les propongo como objetivo prioritario en el presente curso de historia de la Iglesia:

"¡Duc in altum! Esta palabra resuena también hoy para nosotros y nos invita a recordar con gratitud el pasado, a vivir con pasión el presente y a abrirnos con confianza al futuro: «Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y siempre» (Hb 13,8)" (1-1-2001)

El mismo Siervo de Dios, Juan Pablo II en la "Tertio millennio adveniente" (TMA) en sus números 56 y 57 nos sintetiza los dos mil años de evangelización con el sugestivo título de «Jesucristo es el mismo [...] siempre» (Hb 13, 8):"La Iglesia perdura desde hace 2000 años. Como el evangélico grano de mostaza, ella crece hasta llegar a ser un gran árbol, capaz de cubrir con sus ramas la humanidad entera (cf. Mt 13, 31-32)… Por esto, desde los tiempos apostólicos, continúa sin interrupción la misión de la Iglesia dentro de la universal familia humana. La primera evangelización se ocupó especialmente de la región del Mar Mediterráneo. A lo largo del primer milenio los misioneros partiendo de Roma y Constantinopla, llevaron el cristianismo al interior del continente europeo. Al mismo tiempo se dirigieron hacia el corazón de Asia, hasta la India y China. El final del siglo XV, junto con el descubrimiento de América, marcó el comienzo de la evangelización en este gran continente, en el sur y en el norte. Contemporáneamente, mientras las costas sudsaharianas de Afrecha acogían la luz de Cristo, san Francisco Javier, patrón de las misiones, llegó hasta el Japón. A caballo de los siglos XVIII y XIX, un laico, Andrés Kim llevó el cristianismo a Corea; en aquella época el anuncio evangélico alcanzó la Península Indochina, como también Australia y las islas del Pacífico. El siglo XIX registró una gran actividad misionera entre los pueblos de África. Todas estas obras han dado frutos que perduran hasta hoy. El Concilio Vaticano  (10 de noviembre del año 1994).

 

EL PATRIMONIO DE UNA FE MILENARIA

Tratamos de realidades, acontecimientos, no de ideas y menos de ideologías Y está claro que –como muy bien dice el sínodo "Ecclessia in America""el mayor don que América ha recibido del Señor es la fe, que ha ido forjando su identidad cristiana. Hace ya más de quinientos años que el nombre de Cristo comenzó a ser anunciado en el Continente. Fruto de la evangelización, que ha acompañado los movimientos migratorios desde Europa, es la fisonomía religiosa americana, impregnada de los valores morales que, si bien no siempre se han vivido coherentemente y en ocasiones se han puesto en discusión, pueden considerarse en cierto modo patrimonio de todos los habitantes de América, incluso de quienes no se identifican con ellos" (n.14). ¿Qué sucedería si quitásemos todos los referentes culturales cristianos en América? ¿Su arte (arquitectura, escultura, pintura, joyería), música, literatura? Sencillamente que América desaparecería, no sería.

No he encontrado nada más completo y bello para caracterizar esta nueva realidad de la América cristiana, evangelizada que las Palabras del Papa Benedicto XVI en la sesión inaugural de la V Conferencia el pasado mayo del 2007:  ¿Qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente. Ha significado también haber recibido, con las aguas del bautismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus culturas, purificándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semillas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio. En efecto, el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña. Las auténticas culturas no están cerradas en sí mismas ni petrificadas en un determinado punto de la historia, sino que están abiertas, más aún, buscan el encuentro con otras culturas, esperan alcanzar la universalidad en el encuentro y el diálogo con otras formas de vida y con los elementos que puedan llevar a una nueva síntesis en la que se respete siempre la diversidad de las expresiones y de su realización cultural concreta…La utopía de volver a dar vida a las religiones precolombinas, separándolas de Cristo y de la Iglesia universal, no sería un progreso, sino un retroceso. En realidad sería una involución hacia un momento histórico anclado en el pasado. La sabiduría de los pueblos originarios les llevó afortunadamente a formar una síntesis entre sus culturas y la fe cristiana que los misioneros les ofrecían. De allí ha nacido la rica y profunda religiosidad popular, en la cual aparece el alma de los pueblos latinoamericanos… Todo ello forma el gran mosaico de la religiosidad popular que es el precioso tesoro de la Iglesia católica en América Latina, y que ella debe proteger, promover y, en lo que fuera necesario, también purificar.

 

HUELLAS DE LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN

 

1.   Religión precristiana. Santuarios ceremoniales como Caral, templos en U como Paraíso, Garagay, petroglifos de Toro Muerto (Arequipa), Chavín, Pachacámac, Ampato (vid. Proyecto Santuarios de alturas de la UCSM)... nos hablan de la profunda religiosidad de nuestro pueblo que sorprendió positivamente a los primeros evangelizadores

 

2.   Acta de la fundación de las ciudades. Lima, por ejemplo, es La Ciudad de los Reyes por ser fundada en esa fiesta del 6 de enero.

 

3.   Doctrinas. Lugares específicos de evangelización de los naturales de América.. Hay en el S.XVII más de 300 doctrinas que se convierten en pueblos con parroquias. Se comprueba en la toponimia que ha incorporado nombres evangélicos, marianos, santos...

 

4.   Monasterios y conventos. Pensemos sólo en el Cercado de Lima; son centros selectos de formación y evangelización en los que tan importante como la iglesia es la escuela, la biblioteca y hasta la chacra, como estudió Pablo Macera para las haciendas jesuíticas del Siglo XVIII.

 

5.   Concilios, Juntas, Sínodos. Pensemos en el Tercer Concilio Limense de 1583 cuya luz llega hasta 1899 y del que brotó la legislación canónica para toda América del Sur. Pensemos que los catecismos emanados del concilio son los primeros libros impresos en Perú.

 

6.   Catedral y cabildo catedralicio. Microcosmos celeste, corazón de la Iglesia; arte, liturgia, ilustres canónigos. Basta con acercarse a nuestra Catedral para valorar la riqueza cultural, humana, espiritual que alberga.

 

7.   Misioneros. Desde el protomártir Fray Diego de Ortiz en Vilcabamba hasta los mártires recientes de Chimbote; miles de misioneros acá en las tres regiones. Pensemos en centros de vanguardia que formaban misioneros para la Amazonía como el convento de Ocopa o para los Andes como la Recoleta franciscana de Arequipa.

 

 

8.   Jerarquía: Obispos, Superiores de Órdenes, Nuncios. Recorrer la galería de los obispos de Lima, todos ellos con la idea de imitar al Santo Arzobispo Mogrovejo.

 

9.   Los santos, beatos, siervos de Dios: son el fruto más sazonado de la identidad cristiana del Perú; los seis canonizados, otros tantos en proceso, tantos religiosos ejemplares y laicos comprometidos anónimos.

 

10.        Las cofradías, hermandades, asociaciones y movimientos. Conviene insistir en la repercusión social de la fe en el ordinario ambiente laboral ya que es la fuente principal de la actividad del seglar. Como en octubre de 1998 señalaba el experto uruguayo G. Guzmán Carriquiry, subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, en el Encuentro Mundial de Cofradías celebrado en Sevilla (España) las cofradías tienen cuatro características fundamentales:

- La liturgia y la vida de oración.

- la caridad atenta a los más pobres y necesitados.

- la "cultura de vivir juntos la fraternidad cristiana".

- el aporte de obras de valor artístico e histórico que mantienen viva la religiosidad popular.

 

11.         Santuarios, advocaciones e  imágenes de María

En la reciente carta apostólica "Ecclesia in America" (1999), Juan Pablo II, acogiendo las aportaciones de los padres sinodales, recordará de nuevo el rol protagónico de María en la evangelización del Nuevo Mundo: "En todas partes del continente, gracias a la labor de los misioneros, la presencia de la Madre de Dios ha sido muy intensa desde los días de la primera evangelización. Santuarios, ermitas, grutas, a lo grande en basílicas monumentales o en parques, calles, casas, carros. En su predicación, el Evangelio ha sido anunciado presentando a la Virgen como su realización más alta. Desde los orígenes -en su advocación de Guadalupe- María constituyó el gran signo de rostro maternal y misericordioso de la cercanía del Padre y de Cristo, con quienes ella nos invita a entrar en comunión" (n.11).

12. Cruces y crucificados Devoción a la Cruz y al Señor). Con la llegada del cristianismo a América, la cruz presidirá la fundación de las ciudades y se colocará en todos los lugares visibles, tanto religiosos (templos) como civiles (casas, puentes, caminos, cerros), especialmente si habían sido centros espirituales pre cristianos, bien apachetas, huacas o centros ceremoniales. El Primer Concilio Limense (1552) dispone que en los pueblos de indígenas se haga una iglesia o al menos una ermita con una imagen o una cruz (Const.2); de igual modo, se advierte que los ídolos y adoratorios sean destruidos, y si fuese lugar apropiado, se edifique una iglesia o al menos una cruz. Mons. Severo Aparicio destaca que con "este criterio y para cristianizar lo pagano, allí donde había huacas y apachetas, se colocaron cruces.

13. Constituciones del Gobierno Republicano. La clave de la poderosa personalidad de Perú no puede encontrarse sin prescindir de la fe, sin su identidad católica. En este marco constitucional, el Estado Peruano estableció un Acuerdo con la Santa Sede el 19 de julio de 1980 (Decreto Ley Nº 23211 de 24.VII.1980) por el cual: "La Iglesia Católica en el Perú goza de plena independencia y autonomía. Además, en reconocimiento a la importante función ejercida en la formación histórica, cultural y moral del país, la misma Iglesia recibe del Estado la colaboración conveniente para la mejor realización de su servicio a la comunidad nacional" (Art. 1). La Constitución Política de 1993, vigente en el presente, en su art. 50, reproduce el texto anterior, con una ligerísima modificación al final: "Dentro de un régimen de independencia y autonomía, el Estado reconoce a la Iglesia Católica como elemento importante en la formación histórica, cultural y moral del Perú, le presta su colaboración. El Estado respeta otras confesiones y puede establecer formas de colaboración con ella".

 

14. Factor de identidad. Casi todos los especialistas coinciden en afirmar que la cristianización del Perú es un acontecimiento decisivo en la formación de la identidad nacional V. A. Belaunde en su obra Peruanidad llegará a decir que la peruanidad es una síntesis viviente creada por el espíritu católico. M. Marzal escribirá en Religión Católica e identidad nacional (Lima 1979, pp.148-9) que tal identidad católica se traduce en el peso de la Iglesia institucional en el Perú y en la religiosidad popular. Por su parte J.A. Arguedas sabe comprender el alma andina y descubrir en ella las raíces profundas de una evangelización que se expresa en las palabras del sacristán en la diminuta iglesia de San Pedro: "Dios es esperanza, Dios alegría, Dios ánimo. Llegó UNPU, enjuermo, agachadito. Salió tieso, juirme, águila. Era mozo no más, Dios hay aquí, en Lahuaymarca. De San Pedro se ha ido, creo, para siempre" (J.M. Arguedas Todas las sangres).

Vale la pena recordar el testimonio de la viuda de César Vallejo, quien en su lecho de muerte, a finales de marzo de 1938,  dijo «Escribe»; y le dictó:«Cualquiera que sea la causa que tenga que defender ante Dios más allá de la muerte, tengo un defensor: Dios».

Un botón de muestra de este hecho fue la consagración del Perú al Corazón de Jesús como expresión de entrega total y comprometida por los lazos más sagrados que son los del amor. Y de ello supieron mucho Diego de Hojeda, Diego Alvarez de Paz, Rosa de Lima, Martín de Porras, Juan de Alloza, Francisco del Castillo, Paula de Jesús Nazareno, Mateo Crawley (alma del monumento en el Cerro de los Ángeles, Madrid), así como los institutos y cofradías, los escritos y las novenas, los santuarios y monumentos, que llenan nuestra geografía

 

15. Historiografía, bibliografía. Archivos y bibliotecas. A lo largo del medio milenio de catolicismo en Perú, sus propios hijos se han encargado de recoger por escrito una suerte de anamnesis como a diario la Iglesia lo vive en la celebración litúrgica. Todo estudio sobre la Iglesia viene a ser un recuerdo de "las intervenciones salvíficas de Dios en la historia", y "hace memoria" de las maravillas de Dios" (CIC 1103). Tan sólo un botón de muestra: El Padre José de Acosta escribe De Procuranda Indorum Salute.  Este libro no sólo pretende describir la realidad indígena sino que como verdadero manual pastoral busca mostrar los caminos y medios para la implantación de la fe en las Nuevas Tierras. Pondrá mucho énfasis en la comprensión y simpatía frente a la persona y para ello considerará de absoluta importancia el aprendizaje y conocimiento de las lenguas vernáculas (La compañía de Jesús exigió a los misioneros el conocimiento del idioma nativo).

CUSTODIOS DE NUESTRO PATRIMONIO http://cepac.com.pe/

 

CEPAC surgió, más que como un proyecto, como una inquietud. El enfoque que el área de Historia de la UCSS pensaba dar a esta disciplina no se centraba únicamente en la enseñanza en el aula, sino que traspasaba los límites del aula para dirigirse al entorno cultural más inmediato. Lima Norte presenta una interesante variedad de vestigios de la historia patria, por lo que el planteamiento del área de Historia buscaba, no sólo la defensa del patrimonio sino en la investigación, estudio y promoción cultural. Esta perspectiva fue compartida por las autoridades de la UCSS, particularmente su Gran Canciller Monseñor Lino Panizza quien, luego de ver los esfuerzos de esta área en la organización de congresos, coloquios, seminarios, cursos y visitas culturales, constató la necesidad de un ente aglutinador como lo es el CEASE para el mundo de la empresa o CESED para el mundo educativo. Así nació la idea del Centro de Estudio y Patrimonio Cultural (CEPAC), del cual Mons. Lino es su principal mentor.

Brinda apoyo en la organización de congresos, simposios, programa Defensores del Patrimonio, publicaciones, campañas de sensibilización, formación de redes como la RCLN (Red Cultural de Lima Norte que agrupa a universidades y municipalidades de LN)…






LOS 50 AÑOS DEL SEMINARIO NUESTRA SEÑORA DEL VALLE, CARICIA DE DIOS, POR EL P. ESTEBAN PUIG

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PUIG TARRATS, Esteban

50 años Colegio-Seminario Nuestra Señora del Valle. Una caricia de Dios

2ª ed.  (Ausonia, Lima, 2015, 191 pp)

Historia, antropología, espiritualidad y toneladas de cariño se palpan en este entrañable libro escrito con la severa precisión documental de una tesis doctoral y la belleza poética de las "florecillas" de San Francisco. ¡Qué difícil ser protagonista-testigo y escritor-historiador, pero qué bien se han armonizado  estas páginas llenas de verdad, simpatía no exenta de picardía, y siempre buen humor y más, bello amor, sobre todo cuando se refiere a la Madre del Amor Hermoso!.

Agradezco al autor por tan excelente resultado y la bella y simpática dedicatoria al libro que ha tenido la delicadeza de enviarme: "JAB: Con todo mi afecto. Ya ves por cuáles andurriales me he metido. Los jóvenes, son de 80 años cuando viven de recuerdos; y los de 80 años somos jóvenes si vivimos de proyectos".

Se abre con una sintética presentación por parte del actual obispo-prelado de Yauyos, Monseñor Ricardo García quien celebra la publicación y brinda el sentido de la obra escrita y, sobre todo, de la obra jubilar de la institución con nombres propios como el San Josemaría Escrivá, Monseñor Ignacio María de Orbegozo, Monseñor Luis Sánchez Moreno-Lira, los responsables del seminario, destacando el celo apostólico y afán evangelizador que con "alegría, buen humor y confianza en la Divina Providencia" (p. 9) ha sabido recoger el autor.

La obra se articula en tres apartados. El primero, referido a la evangelización fundante en Yauyos y Huarochirí en el marco del proceso evangelizador americano y específicamente peruano. El autor nos presenta con maestría las grandes líneas de acción misionera, ubicándonos en la zona en la que se desenvolverá la nueva prelatura y el Seminario. La segunda parte describe la creación de la prelatura de Yauyos, confiada al Opus Dei, en tiempos del santo fundador y con un prelado rompe moldes como fue Monseñor I.M. de Orbegozo, acompañado por sacerdotes diocesanos de diferentes diócesis españolas  que logran un auténtico clima familiar de comunión y misión. El tercer apartado entra de lleno en la historia del Colegio-Seminario al que presenta como auténtica caricia de Dios y de Santa María y cuyo fruto más sobresaliente son los 81 sacerdotes brotados al calor de su fragua.

Bastaría saber que la obra provocó en el Fundador de la Obra un tierno amor pastoral misionero para valorarla en su medida. No me resisto a transcribir una de sus cartas: " Que Jesús me guarde a esos queridísimos hijos de Yauyos…Y no olvidéis que este pobre pecador que es vuestro Padre, os presenta cada día al Señor y a Nuestra Madre Santísima Santa María como las primicias del trabajo misional, que ahora se continuará en Nairobi y en Osaka. ¡Un mar de amor sin orillas!" (p.80).  De igual modo, hay que resaltar el tesoro de las cartas familiares del primer prelado como la que escribió a su hermana del 29 de mayo de 1961: "Todos mis curicas bien, sanos, contentos y rebuenos de veras. Todos trabajando lo increíble, llenos de optimismo siempre, siempre bromeando de todo y siempre en su tarea. ¡Y el Señor y la Santísima Virgen los guardan fuertes como robles y casi parece un milagro! Pero así es y yo tan feliz!" (p.104). Entre ambos se palpa un cariño que no es de este mundo. Cuando salió Monseñor Orbegozo de Roma para Yauyos escuchó de San Josemaría unas palabras que las convertirá en misión: "Tú sabes cómo gobernar. Pero yo, en tu lugar, me preocuparía sobre todo de tener cuanto antes un seminario" (p.185)

Y el libro nos cuenta precisamente estos afanes con mil y una anécdota, bien documentadas en las 94 citas sustanciosas a pie de página, en las decenas de anécdotas chispeantes  y en las jugosas citas de las cartas.

Con las selectas fotos y la esmerada edición, les auguro una deliciosa lectura como yo he tenido ocasión de hacerlo por primera vez. 

LOS CINCO SANTOS PERUANOS

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(El vitral se encuentra en la iglesia de María Auxliadora, Lima)


1.      SANTO TORIBIO MOGROVEJO

 

Nace en 1538, en el mes de noviembre, en el pueblo de Mayorga (Valladolid-España), encrucijada de caminos, entre las actuales comunidades autónomas de Castilla-León, Asturias, Cantabria y Galicia.  En 1551 inicia sus estudios de Gramática y Humanidades en Valladolid, capital del mundo hispánico. En 1562 acude a Salamanca donde enseña su tío Juan Mogrovejo, catedrático universitario. En 1569 obtiene el título de bachiller en Cánones y en 1571, peregrina a Compostela, y se licencia en Derecho. Cuando cursaba estudios de doctorado en el Colegio San Salvador de Oviedo, en 1574, se le nombra para Granada como Inquisidor Apostólico. En 1580, es propuesto como arzobispo; contaba con 39 años y necesitó una apurada ordenación sacerdotal en Granada como paso indispensable para la consagración episcopal en Sevilla, el mismo año. Llegó al puerto de Paita, Piura, en marzo de 1581 e ingresó en Lima, capital del Perú el 12 de mayo del mismo año.

Durante su trabajo episcopal en Lima convocó y presidió el III Concilio Limense (1582-1583), al cual asistieron prelados de toda Hispanoamérica, y en el que se trataron asuntos relativos a la evangelización de los indios. De esa histórica asamblea se obtuvieron importantes normas de pastoral, así como textos de catecismo en castellano, quechua y aymara (los primeros libros impresos en Sudamérica). Convocó y presidió otros dos concilios, el IV Limense, en 1591, y el V Limense, en 1601.

Santo Toribio visitó innumerables poblados de su amplio territorio, uno de los más extensos y difíciles del mundo. A las visitas pastorales dedicó 17 de sus 25 años de obispo, recorriendo aproximadamente 40.000 kilómetros. Confirió la confirmación a Santa Rosa, San Martin de Porres, a San Juan Macías, y a un millón más de personas. Celebró 13 sínodos y en 1591 acomete una obra decisiva, la creación del Seminario que -dedicado en su día a Santo Toribio de Astorga- hoy lleva su nombre. Se siente, ante todo, pastor dispuesto a dar su vida por sus ovejas. A tal efecto crea  nuevas parroquias. De igual modo, impulsará instituciones destinadas a la formación de líderes espirituales, académicos y sociales, en los monasterios como el de Santa Clara, hospitales como el de San Pedro, la Universidad de San Marcos, la Casa del Divorcio. En 1593 inicia la segunda visita y  en 1605 la tercera, falleciendo en 1606, un 23 de marzo, en Saña. Al año siguiente, 1607, un 27 de abril, es enterrado en Lima.

A los sesenta y ocho años Santo Toribio cayó enfermo en Pacasmayo al norte de Lima, hizo su testamento en el que dejó a sus criados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus propiedades. Murió en Zaña el 23 de marzo de 1606. El "protector de los indígenas" fue un infatigable misionero y gran organizador de la Iglesia sudamericana. Santo Toribio fue beatificado por el Papa Inocencio XI en 1679 y canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983 San Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano. Con motivo de su visita al Perú en 1985, elSanto Padre propuso a Santo Toribio como modelo de obispo para la nueva evangelización por su santidad de vida, por su compromiso en la defensa de los derechos humanos de los indígenas, por su sintonía con la Iglesia de Roma y por su eclesiología de comunión.

Benedicto XVI, con motivo del cuarto centenario de su tránsito a la gloria en el 2006, destacó "su abnegada entrega a la edificación y consolidación de las comunidades eclesiales de su época…El profundo espíritu misionero de santo Toribio se pone de manifiesto en algunos detalles significativos, como su esfuerzo por aprender diversas lenguas, con el fin de predicar personalmente a todos los que estaban encomendados a sus cuidados pastorales. Pero era también una muestra del respeto por la dignidad de toda persona humana, cualquiera que fuere su condición, en la que trataba de suscitar siempre la dicha de sentirse verdadero hijo de Dios".

El actual Papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, en la IV Jornada Foro de Educación, recordó, a Santo Toribio de Mogrovejo, que "apostó mientras fue arzobispo de Lima, a comprender al pueblo yendo a cada rincón del territorio que llegaba hasta la capitanía de Chile".

 

2.       SAN MARTÍN DE PORRES

 

Fray Escoba –nombre popular de San Martín- nació en Lima, en 1579. Hijo 'ilegítimo' del español Juan de Porres y de Ana Velásquez, mujer negra descendiente de esclavos africanos. Al ser mulato y pobre le tocó sufrir en más de una ocasión el menosprecio de la sociedad. Sin embargo, su madre le descubrió el evangelio de Jesús: "El que se humilla será ensalzado".

El santo mulato fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila y por el mismo párroco que había bautizado a Santa Rosa de Lima. Martín vivió con su madre, quien le educó en la solidaridad con los pobres y enfermos; de este modo, siempre que iba a la tienda, empleaba parte de la plata en socorrer al primer necesitado que encontraba. Su padre Juan, al volver de Guayaquil, legaliza su situación reconociendo oficialmente a sus dos hijos, aunque no llega a desposarse. A los dos lleva a Ecuador para ser educados con un preceptor. Martín, a sus trece años, aprende castellano, aritmética y caligrafía. Tras dos años de estancia en la ciudad portuaria de Guayaquil, deja a su hija con su tío Santiago y se lleva a Martín a Lima.

A los quince años es confirmado por Santo Toribio de Mogrovejo. Por esta fecha trabaja en la tienda de Mateo Pastor, negociante en especies y en hierbas medicinales. Posteriormente aprendió el oficio de barbero-sangrador con Marcelo de Ribera, a quien ayuda a sangrar heridas, aliviar dolores, aplicar hierbas y emplastos. A esta edad, ingresó como donado al convento de Santo Domingo de Lima y en 1603 hizo la profesión como hermano lego. Los superiores de San Martín, pronto advirtieron sus cualidad y caridad, por ello le confiaron junto a otros oficios, el de enfermero.

Sus habilidades y el ardor con que cuidaba a los enfermos atrajo incluso a los religiosos de otras comunidades que llegaban a Lima sólo para atenderse con elsanto.  San Martín fue muchas veces despreciado y humillado, por ser mulato, pero nunca se rebeló contra los insultos que le inferían. Su abnegación, su modestia y la paz que irradiaba impresionaban a cuantos conocía. En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo) atendía con acogedora bondad y amor a los pobres y enfermos. Si a todos los dolientes trataba exquisitamente, a sus hermanos religiosos los servía de rodillas.

Su caridad universal le llevará a convertir el convento en hospital. Sabe que el amor es la ley suprema Su caridad con el prójimo nacía de la unión íntima con Jesús y con María. Comentan sus compañeros dominicos que recibía a Jesús Sacramentado "con muchas lágrimas y grandísima devoción", ocultándose de todos para "mejor poder alabar al Señor". Fray Martín rezaba en su celda, en la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento, Virgen de los Santos, en los altares del templo, en las capillas y oratorio del convento. Oraba arrodillado y echado en cruz sobre el suelo (…)

Realizó numerosas curaciones milagrosas Particular fue el aprecio por sus hermanos de raza. Cuando le tocaba acudir a la finca de Limatambo, a las afueras de Lima, se dedicaba a las labores propias de los esclavos negros: arar, sembrar, podar árboles, cuidar de los animales en los establos. Así se ganaba el afecto de los esclavos morenos y de los indios pescadores de Chorrillos y de Surco, pues les servía como enfermero y les catequizaba como misionero. Ellos, por su parte, le daban frutos de sus huertos y estipendios para Misas.

Entrañable fue su amistad con el lego dominico San Juan Macías. Su otro gran amigo místico fue el también lego, aunque franciscano, Fray Juan Gómez, popularizado por Ricardo Palma en una de sus tradiciones en que señala haber convertido un arácnido venenoso en una joya: el alacrán de fray Gómez.

San Martín de Porres, Patrono de la Justicia Social, murió el 3 de noviembre de 1639, dejando a Lima –desde el virrey y arzobispo hasta el último excluido social- consternada. Fue beatificado por el Papa Gregorio XVI en 1837 y canonizado por Juan XXIII el 6 de mayo de 1962, cuando iba a dar comienzo el Concilio Vaticano II, del que fue insigne modelo.

 

 

3.      SANTA ROSA DE LIMA

 

El siglo XVI iba a alcanzar su punto medio, cuando en 1548 Gaspar Flores, para unos nacido en Puerto Rico, para otros en Baños de Montemayor (Cáceres), se avecina en Lima, doce después de que el trujillano Francisco Pizarro, un 18 de enero, funde la Ciudad de los Reyes, Lima. Andrés Hurtado de Mendoza es el virrey, y le hace arcabucero en la guardia de su palacio. Nueve años después, en 1557, Gaspar celebra bodas con una limeña, María de Oliva, con la que tendrá trece hijos. Rosa es la cuarta de los supervivientes. 1586 es el año en que se remata la cúpula de S. Pedro de Roma, y nace en Lima, el 20 de abril, siendo papa Sixto V, la santa de América. "No le podía faltar a la ciudad de los Reyes -dice Clemente X al canonizarla- la estre­lla luminosa que guiará hacia Cristo, Señor y Rey de reyes".

En la parroquia de S. Sebastián la bautizan el 25 de mayo, Domingo de Pentecostés, y el Espíritu Santo se apodera de ella. La gracia bau­tismal que dormita durante mucho tiempo en otros niños, desencadena en Rosa el dinamismo prodigioso que la lleva, como Teresita a los tres años, "a no negar nada a Dios". Isabel es el nom­bre que, en recuerdo de su abuela, le dan al cristianarla, pero no le durará mucho.

Las primeras en llamarla Rosa fueron la india Mariana, que muy joven entró al servicio de María, y dos niñas que frecuentaban la casa. Un día, al contemplarla en la cuna exclamaron: "¡Ay! ¡Qué linda es esta niña! ¡Parece una rosa!"

Atraída por el ejemplo de Santa Catalina de Siena, quiere vivir también su matrimonio espiritual con Jesús cuando le entregó en arras un ani­llo invisible para todos y sólo visible para ella; Rosa quería tener también su anillo que le recor­dase el día de su boda y se lo dijo a Hernando, quien se lo encargó a un platero. El jueves Santo lo llevó a Sto. Domingo pi­diéndole al sacristán lo colocase en la urna en que el Santísimo Sacramento iba a ser expuesto. La santa le veló hasta los Oficios del día siguiente como preparación a su boda el Domingo de Pascua. El 26 de marzo, acabada la Misa solemne, se celebró otra y el sacerdote, sin que nadie lo advirtiese como deseaba ella, puso en sus dedos el anillo, símbolo del matrimonio espiritual que anticipa en la tierra las bodas eternas.

Todavía niña su "juego" preferido era rezar y hacer pequeñas penitencias (dormía sobre piedras y tablas). Aprendió a leer y escribir y todas las labores domésticas (costura, bordado, tejido) que eran una fuente de recursos, como también a cantar; llegó a tocar el arpa, la vihuela y la cítara. Su madre deseaba para su hija un casamiento ventajoso, pero Rosa deseaba el silencio y el recogimiento. Posteriormente piensan en que se haga monja de clausura: ella se resiste y dice que quiere ser laica consagrada como santa Catalina de Siena. El 10 de agosto de 1606 viste el hábito de terciaria dominica, emite votos privados de pobreza, castidad y obediencia y vive como religiosa en el hogar paterno.

En el huerto de su casa construye una pequeña celda donde pasa los días dedicada a la oración, a la lectura y al bordado. Sale de su casa sólo para asistir a Misa y visitar hospitales, a pobres, a esclavos enfermos. Tiene muchas experiencias místicas (Jesucristo se le aparece en forma de niño frecuentemente). En los últimos años sufre una larga enfermedad, en la cual dice a menudo: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor". Antes de morir le pide perdón por todos los pecados a cada uno de los de su casa. Muere exclamando "Jesús, Jesús sea conmigo" el 24 de agosto de 1617 a los 31 años de edad. Canonizada en 1671 por Clemente X y proclamada patrona de América y de Filipinas; su cuerpo descansa en el convento de Santo Domingo de Lima.

El Catecismo de la Iglesia Católica recoge dos momentos de la vida de nuestra santa, tomados de la primera biografía, la del P. Hansen, publicada en Lovaina en 1668. El primero alude a su vida de gozosa cruz: "Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo" (CIC n.618); el segundo, referido a su amor por los pobres: " El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa Rosa de Lima le contestó: 'Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús" (CIC n. 2449). El Santo Padre Benedicto XVI destacó en la audiencia del 20 de agosto de 2008 la figura de Santa Rosa leyendo unas palabras de la misma: "Si los hombres supieran qué es vivir en gracia, no se asustarían de ningún sufrimiento y aguantarían con gusto cualquier pena, porque la gracia es fruto de la paciencia".

 

4.      SAN JUAN MACÍAS

 

Nace en Ribera del Fresno, pueblo de la Alta Extremadura, perteneciente entonces al priorato nullius de San Marcos de León, provisorato de Llerena, de la Orden Militar de Santiago y ahora diócesis de Badajoz. Era el 2 de marzo de 1585. Sus padres, Pedro de Arcas e Inés Sánchez, eran modestos labradores.Al año siguiente nace su única hermana. Sus padres eran fervientes cristianos y transmiten a sus hijos los principios de la vida cristiana, singularmente la devoción a Nuestra Señora del Valle, patrona del pueblo, aparecida en 1428.

Huérfano a temprana edad, fue criado por un tío que lo dedicó al pastoreo. Mientras se dedicaba a esta labor, recibe  la visita  de un niño que le revela ser San Juan Bautista, y le anuncia un futuro viaje a tierras lejanas. Ya mayor, viaja a Cartagena de Indias al servicio de un mercader. Luego se dirigió hacia el sur para llegar finalmente a Lima;  toma los hábitos dominicos en la Recolección de Santa María Magdalena  de esta ciudad (actual Iglesia de la Recoleta) en 1622. Allí se ocupó de la portería hasta su muerte, acaecida más de dos décadas después, en 1645. Ofrendaba a Dios numerosas penitencias, ayunos y oraciones a cambio de la salvación de las ánimas del purgatorio. Como Martín de Porres -de quien era amigo-, el santo se destacaba por su profunda humildad y sencillez.  Fue famoso por sus consejos espirituales, solicitados por los distintos estamentos de la sociedad limeña, desde los mendigos hasta el propio virrey. Juan Macías cultivó además una ardiente caridad, y se dedicaba a repartir diariamente alimentos a los menesterosos. "Al pedir a los ricos para sus pobres, les enseñaba a pensar en los demás; al dar al pobre lo exhortaba a no odiar"- apuntará Pablo VI.

Destaca su filial devoción a la Virgen María. En 1630 se le apareció Nuestra Señora del Rosario en la capilla de su convento con motivo de un temblor de tierra. El mismo Juan contó que Nuestra Señora del Valle, cuya imagen veneraba en el cuadro que tenía en su celda, le había hablado y concedido cuanto le había pedido. Con el rezo del Rosario invocaba a la Trinidad por medio de María. Su contemplación le llevaba a amar a la naturaleza, al prójimo, su vida consagrada. Dios obró por su intercesión varios milagros entre los que sobresalen las constantes multiplicaciones de alimentos.

Juan tenía la costumbre de rezar todas las noches, de rodillas, el Rosario completo. Una parte la ofrecía por las almas del Purgatorio, otra por los religiosos, y la tercera, por sus parientes, amigos y benefactores. A la hora de su muerte, obligado por la obediencia, Juan Masías confesó haber liberado durante su vida a un millón cuatrocientas mil almas. Al finalizar el mes de agosto de 1645 enfermó de disentería. Su celda era visitada por los pobres y los ricos. A su cabecera se hallaba el virrey, marqués de Mancera. Murió el 17 de septiembre de 1645, contaba 6O años. Gregorio XVI le beatificó en 1837 y Pablo VI le canonizó en 1975.

Sus numerosos milagros llevarían a Clemente XIII a declararlo venerable en 1763. Fue beatificado por Gregorio XVI en 1837. Paulo VI lo elevaría  a los altares en 1975.

El 23 de enero de 1949, desde Olivenza (Badajoz), la cocinera Leandra Rebello Vásquez no podía dar crédito a lo que vieron sus ojos. Se encontraba en el Hogar de Nazaret, colegio de niños acogidos a la Protección de Menores, regentado por una institución religiosa fundada por el párroco del pueblo don José Zambrano. Era domingo y, además de la comida para los 5O niños, había de preparar alimentos para los pobres de la población. Los bienhechores designados para ese día no trajeron  los alimentos. La criada encargada de preparar la comida, advirtiendo la exigua cantidad de arroz (unos 750 gramos), la arrojaba para su cocción al tiempo que se abandonó en su paisano beato Juan Macías:"¡Oh Beato, hoy los pobres se quedarán sin comida!"

A continuación, aquella minúscula cantidad de arroz, al cocer, fe vista crecer de tal modo que al instante fue preciso trasladarla a una segunda olla; lo que se hizo una y otra vez. La multiplicación del arroz duró cuatro horas de una a 5 de la tarde cuando el recipiente que rebosaba fue apartado del fuego por mandato del párroco. Del alimento gustaron hasta hartarse los chicos del hogar, como la ingente multitud de pobres y necesitados. Leandra Rebello, protagonista del milagro de este "conquistador espiritual", presente el 28 de septiembre de 1975 en la canonización de Juan Macías, es digna sucesora de espíritus tan sencillamente magnánimos. Lo demuestra su confianza audaz que atrae el milagro del Cielo.

 

5.      SAN FRANCISCO SOLANO

 

Nace en Montilla (Córdoba) en 1549, un año después que el prudente Pedro Lagasca, pacificase Perú tras la victoria sobre Gonzalo Pizarro en Xaquixaguana. Y, aunque no se conoce con exactitud la fecha de su nacimiento, sí se sabe que fue bautizado el día 10 de Marzo de 1549 en la Parroquia de Santiago, donde aún se conserva –aunque agrietada- la antigua pila bautismal del Santo. Francisco fue el tercer hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez, llamada "La Hidalga".

Montilla era un lugar eminentemente religioso, beneficiado recientemente por la prédica de  San Juan de Ávila, quien murió cuando Francisco tenía veinte años. En la localidad había 18 iglesias, 5 conventos y numerosas cofradías. Parece que tuvo varios encuentros con el ilustre peruano el Inca Garcilaso. Pudo también coincidir en Granada con santo Toribio de Mogrovejo, pues éste estuvo en la ciudad moruna hasta 1580 y Solano hasta 1589.

A los 20 años viste el sayal franciscano, haciendo su profesión en 1570, en la familia franciscana de la Regular Observancia. Dos años después se traslada al convento de Nuestra Señora de Loreto (Sevilla) donde alternó el estudio de la teología con la oración y la penitencia. Escoge la celda más pequeña e incómoda del convento, bien próxima al coro donde pasaba buena parte de su tiempo.

Allí recibió la ordenación sacerdotal y, como tenía muy buena voz, le nombran director de coro y predicador. En 1578 desempeña el cargo de maestro de novicios en Arrizafa (Córdoba). Tres años más tarde, 1581, pasa a San Francisco del Monte, la nueva Porciúncula cordobesa, escondido entre los breñales de Sierra Morena dedicándose a la vida contemplativa. No olvida a sus hermanos cuando la peste diezma a la población de Montoro donde acude solícito para ayudar a los enfermos. Se le nombra guardián del convento y a los 3 años se le envía al convento de San Luis de la Zubia (Granada) con merecida fama de santidad.

El 3 de marzo de 1589 partía el barco en el que iba también el nuevo virrey del Perú, don García Hurtado de Mendoza. En Panamá debe esperar varios meses por falta de embarcaciones. Debido al mortífero clima, dos de sus compañeros pierden la vida. Naufraga con su compañero junto a la isla de Gorgona (Colombia). Después de muchos avatares llega, en 1590, a la capital del Perú. Debe ir más al sur pues le reclaman en Tucumán (Argentina). En noviembre de 1590 llega a su destino. Regenta la diócesis Fray Fernando Trejo y Sanabria. Allí permanece 5 años como misionero y doctrinero de Socotonio y la Magdalena. Su caridad y mansedumbre, netamente franciscanas, así como la pobreza de su hábito, la austeridad de su vida y la alegría de su semblante ganaron el corazón de los indios. Se aplicó al estudio de su lengua, especialmente la toconoté, que le enseñara el capitán Andrés García de Valdés. El violín era una ayuda formidable para su labor evangelizadora.

En 1595 vuelve a Lima, convento de San Francisco de la Observancia, donde se fraguaban los criterios y decisiones que regían la vida franciscana en toda Sudamérica. En su celda, tan sólo tenía un camastro, una colcha, una cruz, una silla y mesa, un candil y la Biblia junto con algunos otros libros. Era el primero en todo, y jamás ordenó una cosa que no hiciera él antes. Sus consejos eran prudentes, y cuando tenía que reprender a alguno de los demás frailes, lo hacía con gran celo y caridad. Sus excesivas penitencias y su espíritu de oración no le impedían ser alegre con los demás. Solano era también el santo de la alegría

Desde Lima marcha a Trujillo en calidad de Superior en 1602. Aquí se dedica especialmente a la predicación y a la asistencia de enfermos a quienes atendía personalmente y les llevaba regalos en los mangos de su hábito. También logró reconciliar enemigos hermanos En 1604 regresa a la metrópoli. En 1604, Arequipa se vio afectada por la peste del vómito negro. El 21 de diciembre de 1604, Solano pronunció un sermón que conmovió en gran manera a los habitantes de Lima. En octubre de 1605, Solano pasó a la enfermería del convento. En octubre de 1609, hubo un terremoto en la ciudad de Lima. Como de costumbre, daba grandes voces invitando al arrepentimiento y la conversión. Su vida penitente, sus trabajos y privaciones le fueron restando fuerzas y por ello se le traslada a la enfermería del convento de San Francisco de Lima, donde tras breve enfermedad, muere el 14 de julio de 1610. Su entierro fue apoteósico, asistiendo toda la ciudad, desde el virrey y el arzobispo hasta los más humildes, todos con la misma idea de haber asistido al entierro de un santo.

El mismo año de su muerte comenzaron las informaciones sobre su vida y virtudes, las cuales dieron por resultado que el Papa Clemente X lo beatificara en 1675 y Benedicto XIII lo proclamase santo en 1726.

Es patrono de los terremotos, de la Unión de Misioneros Franciscanos y del folklore argentino. También es patrono de Montilla y de numerosas ciudades americanas como Lima, La Habana, Panamá, Cartagena de Indias, La Plata, Ayacucho y Santiago de Chile, entre otras.


 


EL INDIO MARTÍN, MÁRTIR EN SANTIAGO DE TUNA (Huarochirí)

EL INDIO MARTÍN, MÁRTIR EN SANTIAGO DE TUNA (Huarochirí)


Así lo refiere la documentada obra del misionero jesuita Pablo José de ArriagaLa extirpación de la idolatría en el Perú, publicada en Lima en el año 1621 y cuyo contenido puede consultarse por completo en internet:http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor-din/la-extirpacion-de-la-idolatria-en-el-peru--0/html/ff49f4c0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_17.html#I_7_
Capítulo I Cómo se començó a descubrir la idolatría de este Arçobispado de Lima

Quien començó a descubrir este daño, que tan encubierto estava, y a sacar como dizen por la hebra el ouillo fue el Doctor Francisco de Áuila siendo Cura en la doctrina de S. Damián de la Provincia de Huarochirí. Porque, predicando de ordinario con el buen talento que Ntro. Señor le ha dado, començó a levantar la caza, y no queriendo la Diuina bondad, que verbum suum semper reuertatur vacuum ("su palabra siempre volverá con las manos vacías") , auiendo aueriguado ciertas supersticiones de vnos Indios los castigó públicamente, haziendo después del castigo vna plática detestando la Idolatría, y dándoles a entender con el exemplo de vnos santos Mártyres, como lo eran en testimonio de la fe, y que por   —5→   no auer querido adorar los Ídolos, y Huacas auían padecido muchos tormentos, y perdido en ellos esta vida temporal por alcançar la eterna, de que gozavan aora con grande gloria.
 
Vino después del sermón vn Indio, y le dixo. Padre en tal parte está enterrado debaxo de vna peña vn Indio, que fue Mártir. Porque estando vnos Indios de tal Ayllo, y parcialidad haziendo sacrificio, a vna Huaca, passó este Indio, y combidándole a su fiesta, no solo no condescendió con ellos, antes los reprehendió mucho lo que hazían siendo Christianos, y prosiguió delante su camino. Y los Indios, o con enojo de lo que les auía dicho, o con temor de que no les descubriesse, fueron tras él, y le mataron, y le enterraron donde el Indio dixo, y de donde le sacó al Doctor Áuila, y le enterró en la Iglesia, en Santiago de Tumna[1] al pie del altar mayor pegado al frontal, llamáuase el Indio Martín 



[1]Tumna, debe leerse Tuna, en el corregimiento de Huarochirí, Alcedo.Diccionario Geográfico, t. IV, p. 232. (N. del E.)

El arte de las alfombras de La Orotava (Infraoctava del Corpus Christi)


fraymartindeporres publicó:" Las alfombras, realizadas de manera minuciosa y entusiasta, se destinan a ser holladas por el devoto cortejo que acompaña al Verbo Humanado... bella manifestación de los sentimientos religiosos de los habitantes de la Villa de Orotava. Al atardecer"
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El arte de las alfombras de La Orotava (Infraoctava del Corpus Christi)

by fraymartindeporres

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corpus orotava

Las alfombras, realizadas de manera minuciosa y entusiasta, se destinan a ser holladas por el devoto cortejo que acompaña al Verbo Humanado... bella manifestación de los sentimientos religiosos de los habitantes de la Villa de Orotava.

Al atardecer, entre vuelos de palomas, repiques de campanas, cánticos eucarísticos y nubes de incienso, sale de la Parroquia de la Concepción su Divina Majestad, rodeada de luces y platas, espigas y pámpanos, en el Sol, rutilantes de oros, del Ostensorio. Marcha, a través de las calles, pisando pétalos; las flores del Valle se han deshojado de amor, formando el más rico presente que pueblo alguno ofrenda al Dios del amor.

Unos sentimientos -religiosos, pero a la vez artísticos- que se exteriorizan de manera brillante en la infraoctava del Corpus de La Orotava (jueves siguiente al Domingo de Corpus), dando lugar el compromiso individual a una hermosa creación colectiva como pocos pueblos han logrado: una debida ofrenda al Señor con el fruto de la tierra con que nos bendice. Pero no hay nada eterno en la tierra. Esta escenografía religiosa -la de las alfombras florales orotavenses- es efímera como la vida misma, convirtiéndola aún más cautivadora ("no te empeñes en que permanezca lo que por ser ya perfecto debe morir", escribiría a este respecto la poeta Dulce María Loynaz); donde la creación artística -haciendo uso del lema de la alfombra de los Monteverde de 1851- es un "creo, amo y espero": creo en lo que hago (fe), lo vivo con amor (certeza) y espero con anhelo su culminación (esperanza). Y a partir de ahí un arte consumido en su propia belleza física, pero con un significado que perdura en el amor sublime a la presencia de Jesucristo en la Sagrada Forma.

El sentir de los "villeros" por esta magna celebración se plasma fielmente en el bonito texto -cargado de verdad y sentimiento- que reproducimos a continuación:

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corpus la orotava

El Arte de las Alfombras

La Orotava se ha engalanado, como una novicia, que se dispone a profesar... Se ha puesto sus mejores y más valiosas joyas: desde el magnífico trono refulgente, sobre el que triunfaba la Divinidad entre la orfebrería de la Custodia, hasta los pendientes brilladores de sus nobles damas, ataviadas y endomingadas.
La Villa, coronada de guirnaldas, cubierta con velos de castidad, portando en las manos encendidos pebeteros se ha postrado de hinojos a los pies del Altísimo oculto tras el misterio de las especies sacramentales...
Y yo vi sonreír, cantadora y dichosa, a la Primavera, que volcaba sobre la campiña el tesoro aromado de su canastilla...
La Naturaleza y el Arte se han rendido, a los pies de Cristo en un supremo homenaje de pleitesía.
La Orotava, toda cubierta de joyas, ha celebrado su fiesta eucarística, fiesta exaltada y cantada con solemne clamoreo de campanas.
Cuando el pueblo exterioriza su fe religiosa, cuando tributa su culto externo, la religiosidad toma entonces las apariencias de una bellísima paganía...
He contemplado silencioso y conmovido, el triunfante itinerario de fa Hostia Santa por las ahombradas calles orotavenses calles que ascienden penosamente, con la geometría de un grandioso anfiteatro...
Espectáculo significativo y emocionante es el que nos brindan las multitudes, cuando ardidas de fe, siguen silenciosas y pensativas, a Cristo, que, en el misterio de su silencio, habla calladamente a los corazones, que saben escucharle.

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corpus orotava 1

Los hijos de la Orotava han cubierto de flores sus calles, mejor dicho, han tendido maravillosos, extraños tapices tejidos de la manera más peregrina, y con el material más frágil y exquisito. Los orotavenses, maestros insuperables e indiscutibles en el arte de las alfombras de flores naturales, hacen anualmente prodigios de su arte bellísimo, arte que es un tributo al Señor, a aquel que cuida, en expresión bíblica, de los lirios del campo.
Mis ojos se han maravillado ante esta grandiosa obra artística, arte de Flora de pura e inconfundible factura orotavense.
Son de admirar la perfección de la línea y la combinación del color que resplandecen en estas alfombras, de la manera más peregrina tejidas, y con el material más frágil trabajadas. ¡Manos de artistas, manos acostumbradas a tocar cosas sutiles y bellas, tienen que ser las que ejecutan estas maravillas de dibujo y de colorido!
¡Manos dignas, manos bendecidas por Dios, manos privilegiadas, que honrarían el pincel, la pluma y el buril, los que tantas cosas artísticas y refinadas han legado a los siglos y a las generaciones; causas instrumentales de los prodigios pictóricos de los eterno? poemas ¡y de la estatuaria imperecedera...!
¡Acaso hayan aprendido los orotavenses ese arte sutil del matiz y del color, en el milagro pictórico que les brinda diariamente el sol desde su gran escenario, que es trono, cátedra y altar... En el Valle el sol, cada atardecer se nos entrega, en un nuevo milagro de color y de luz. Nos da su última despedida el gigante, antes de reposar en los brazos de otro gigante…
El arte de las alfombras es una lógica consecuencia de esta Naturaleza privilegiada, donde soñamos el paraíso perdido, que Milton vislumbrara a través de su genio visionario de artista…
La Naturaleza— ¡la madre que nunca nos abandona! ha enseñado también a los orotavenses este supremo arte sin rival.
Cuando contemplamos las alfombras dudamos si son combinaciones de flores, o tapices, donde el pincel de un artista dejó sus ensueños de gloria, ora telas de estupenda policromía en las que manos marfileñas, adorables manos femeninas, dejaron el prodigio de valiosos bordados—que todo esto parecen las alfombra—.
Y el mérito de éstas estriba precisamente en no ser nada de lo anteriormente evocado, pues si así fueran perderían toda la gracia de su originalidad...
Las alfombras de flores naturales son el Arte y la Naturaleza, en un gesto de rivalidad.
Al contemplar estos tapices naturales, he soñado con las maravillosas sedas de los orientales, con los extraños dibujos de la indumentaria de los egipcios.
Algunas alfombras semejan labores finísimas de cáñamo...
Con las flores hacen estos artistas del dibujo y del color, lo que les place: alegorías caprichosas, símbolos eucarísticos, extrañas figuras geométricas.
Tienen un talento peculiar, genuino para la elección del colorido, para la esfumación de los contornos.
Diríanse las alfombras insospechables juegos caleidoscópicos.
Tienen ellas la fantasía de la arquitectura de los árabes.
Los orotavenses, encierran en un cuadrado, toda su alma, que ese es el secreto del artista dejar su emoción rediviva en la arcilla, en el lienzo, en la cuartilla. Y así lo ejecutan a fuer de buenos artistas.
Las alfombras en el día del Corpus, revisten las solemnidades de un rito.
Me evocan estos artífices a los pacientísimos miniaturistas medioevales, que dejaron toda su bella habilidad en los añejos breviarios, en la página, acaso olvidada de un antiguo libro litúrgico, perdido en el rincón de algún viejo convento...
Las alfombras son la manifestación de manos habilidosas, de temperamentos de artistas, y también los efectos de una Naturaleza fecunda y prodigiosa.
¿Cómo no va a brillar este divino arte de Flora, en la frente de los hijos de la Orotava cuando es ésta el bellísimo rincón donde se han dado cita todas las plantas y flores de todas las zonas y de todos los climas?
Si me preguntaran si existe otra BELLA ARTE, además de las ya consagradas, yo diría que sí; y es el arte de las alfombras de los preclaros hijos de la Orotava.

S. Padrón Acosta
Heraldo de Orotava, Junio de 1923

≈ ≈ ≈

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Corpus Orotava 1

La Fiesta de las Flores

Qué bella está mi Orotava
cuando llegan sus lindas fiestas!
¡Qué bella está mi Orotava
desborda de alegría el corazón!

Su arte, poema sencillo,
Perfuma el aire con este son.

Por eso yo quiero cantarle a mi pueblo
Un himno sincero de amor.
Que sea homenaje al Ser más divino
Lo expreso con esta canción:

Alfombras de La Orotava
Orgullo de un pueblo noble,
Que las ofrece en plegaria
Al amor de los amores.

Alfombras de La Orotava
Orgullo de un pueblo noble,
Que las ofrece en plegaria
Al amor de los amores.
Alfombras de La Orotava
Ofrenda de lindas flores,

Olor a brezo y retama
Que son cantos de alegría
Para el Cristo que se ama.

¡Fiesta! ¡Flores!
¡Fiesta de las Flores!

Letra: Jesús Rodríguez Delgado
Música: Santiago Reig

≈ ≈ ≈

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Corpus Christi Villa de La Orotava (2015)

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Alfombras del Corpus Christi - "Una ventana al pasado"

fraymartindeporres | junio 10, 2015 en 09:33 | Etiquetas: La Orotava | Categorías: Tenerife, Todas las categorías, Varios | URL: http://wp.me/p1KO3P-4YG

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Marcha por la Vida de Lima gana premio Effie de Oro – Perú 2015

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FELICITACIONES Y QUE SIRVA COMO ESTÍMULO PARA DAR LA BATALLA POR LA VIDA, AFIANZANDO LO POSITIVO, LO QUE NOS UNE A TODO, LO QUE NO PUEDE SER CUESTIONADO. SIGAMOS HACIENDO EL BIEN, MUY BIEN


Queridos amigos, les comparto una buena noticia. Marcha por la vida Lima 2015 gana Premio Effie de oro.
El premio es gracias al esfuerzo de todos en un mismo Espíritu. 
Lo mas importante es salvar vidas humanas desde la concepción hasta la muerte natural.

No dejen de compartir este gozo de la Iglesia de Lima a sus contactos a través de de sus redes sociales.

Bendiciones y mis oraciones.

P. Luis Gaspar.


Date: Wed, 10 Jun 2015 13:59:52 -0500
Subject: Marcha por la Vida gana premio Effie de Oro – Perú 2015
From: prensa.arzobispadodelima@gmail.com
To: prensa@arzobispadodelima.org

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NOTA DE PRENSA

Marcha por la Vida gana premio

Effie de Oro – Perú 2015

 

El Arzobispado de Lima ganó el premio Effie Perú de Oro en la categoría Marketing Social por la campaña de la Marcha por la Vida – Lima 2015 titulada "La marcha más grande de Hispanoamérica". La premiación de los reconocidos premios Effie se llevó a cabo en el Gran Teatro Nacional el martes 9 de junio.

 

Se trata del primer premio Effie de Oro para una campaña provida a nivel mundial y el primer premio en Sudamérica para Iglesia Católica. Hay que resaltar que este esfuerzo es gracias a todo un equipo multidisciplinario profesional y a jóvenes voluntarios que forman parte del comité central de la Marcha por la Vida.

 

Los premios Effie son la principal distinción profesional que reconoce el aporte de estrategia y creatividad al logro de objetivos y obtención de resultados en campañas de comunicación de cada país. Con una propuesta renovada, la Marcha por la Vida congregó a más de 500 mil personas que se manifestaron públicamente contra del aborto uniendo así a diferentes sectores de la población. El día de la Marcha por la Vida la atención de la prensa y de las redes sociales se concentró en dicho evento.

 

De esta manera, la Iglesia de Lima demuestra una vez más su apertura a las nuevas tecnologías para la difusión de su mensaje pastoral. Esta campaña se autofinanció en su totalidad gracias al esfuerzo generoso de muchas personas que apoyaron con sus contribuciones y donaciones. Gracias a ello la Iglesia de Lima sigue siendo un referente mundial en la lucha por la defensa de la vida desde la concepción hasta su fin natural.

 

El Arzobispado de Lima agradece nuevamente al más de medio millón de personas que marcharon el pasado 21 de marzo y a todos los equipos provida que también se movilizaron en diferentes ciudades del interior del país (Arequipa, Piura, Cusco, Pisco, Huancavelica, Cañete, Huánuco, Huacho, Abancay, Ayacucho, Tacna, Ayaviri y Huancayo).

 

Agradecemos a las parroquias, movimientos, hermandades, colegios, universidades, sacerdotes, religiosas, religiosos, instituciones privadas y a todas las personas de buena voluntad que se sumaron a esta iniciativa. A nuestros hermanos evangélicos un agradecimiento especial ya que su presencia nos hizo sentir lo que significa la hermandad de ser hijos de Dios.

 

Para los organizadores de la Marcha por la Vida el significado de este evento, más que ganar un Premio Effie de Oro, es la contribución para salvar vidas.

-- 

Ver vídeo resumen de la Marcha por la Vida - Lima 2015: https://www.youtube.com/watch?v=rv_UTOMY088 

-- 

Oficina de Comunicaciones y Prensa
Arzobispado de Lima
Jr. Chancay 282. Cercado de Lima. Tlf.: 203-7736


¿SACERDOTE…YO?

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En este año de la Vida Consagrada, en el día de la Fiesta del Corazón de Jesús, recibo este bello poema de un gran amigo, trabajador en Mantenimiento en la UCSS y que lo ha titulado. ¿SACERDOTE…YO? La verdad es que me ha conmovido y al instante se lo comparto para que lo gocen en su reflexión, en su oración.

Sacerdote

¿…Yo?

 

¿Quién es el que me llama?

¡Que lo siga, dice la voz…!

 

¿Dónde escuche esas palabras

que me impulsan a tan gran criterio?

Si he pisado indiferente esos caminos,

que allá en las montañas

se encuentran con el azul del cielo

 

¡Qué batalla tan absurda

a la que se enfrenta mi pensamiento!

 

¿Cura, yo!

Es remolino que ataca en pelotón.

¡Qué asfixia

que no da tregua a la defensa!

Escuchar esa voz que va llamando,

que va cubriendo de saetas que están a mi acecho

 

¡Quién yo para hacer una propuesta

si mi intención en un arenal ?

Varado creía tenerlo,

sin ver la barca que entre las olas

siempre me estuvo esperando.

 

¿Es que?

 

¿He de seguir errando sin decidir la ruta?

 

¡No!

No, voy a continuar la huida

 

Los árboles, los animales

Toda, toda la naturaleza

Me van gritando

¡Tú eres!

 

¿Quién, yo?

 

¡Oh, no!...

Todo me habla de Dios

 

¡Un "gracias",  Señor!

sale apresurado del alma mía

ante ese fuego

que explota con tanta suavidad

en este pecho que enciende  mi corazón

 

¡Y, no me corro!

Resistiré a la vorágine que el mundo muestra

en placeres

que desbocan mi carrera al precipicio

 

Acepto la prueba,

¡Sí!

¡Señor!

¡Ese es mi reto!

De cabalgar en ese potro bronco

Que es luchar muy cerca de ti

¡Mi Dios!

 

Néstor Matta

Trabajador y colega en la UCSS

Ganador del Primer concurso poético navideño del CEPAC 2014

nestormg36@hotmail.com

Hernán Cortés. Semblanza. La tumba secreta. Exposicion.

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Comienzo por compartirles un excelente artículo sobre el personaje: http://www.enciclopedicohistcultiglesiaal.org/diccionario/index.php/CORT%C3%89S,_Hern%C3%A1n

CORTÉS, Hernán

(Medellín, 1485 – Sevilla, 1547) Conquistador de la Nueva España.¿


SIGRID MARÍA LOUVIER NAVA

Nació en Medellín, en la provincia española de Extremadura, en el año de 1485. Sus padres fueron Martín Cortés de Monroy y Catalina Pizarro Altamirano. Por parte de su madre, Hernán Cortés era primo segundo de Francisco Pizarro, conquistador del imperio Inca. A los catorce años de edad fue enviado por su padre a Salamanca para estudiar leyes, pero abandonó sus estudios dos años después para ir a probar suerte a las tierras recién descubiertas. Esos estudios interrumpidos se vieron reflejados en la calidad de la escritura de sus cartas y en el acierto y claridad de sus reglamentos administrativos.

La primera ocasión de viajar al Nuevo Continente se le presentó con motivo del viaje de Nicolás de Ovando a La Española; sin embargo un lío de faldas le impidió embarcarse en la expedición. Sus padres le consiguieron una segunda oportunidad de viajar a La Española, para lo cual se embarcó en San Lúcar de Barrameda llegando a Las Indias en 1504. En Santo Domingo, el gobernador Ovando le otorgó un repartimiento de indios, la escribanía del recién fundado ayuntamiento de Azúa y le nombró teniente de unas provincias que se habían levantado. Permaneció realizando estas actividades alrededor de cinco años.

Tomó parte en una expedición para sojuzgar salvajes rebeldes en un extremo de La Española, regresando a sus actividades al finalizar ésta. Más tarde intentó alistarse en la expedición que Alonso de Ojeda y Juan de la Cosa organizaron para incursionar en tierra firme, pero una apostema le impidió embarcar, lo cual le salvó la vida porque De la Cosa pereció a manos de los indios, y los demás expedicionarios se perdieron en el mar. En La Española trabó amistad con Diego Velázquez a quien acompañó en 1511 en calidad de tesorero de la expedición de conquista de Cuba, encabezada por el almirante Diego Colón, hijo del descubridor de América. La conquista de esta isla no opuso mayor resistencia; Velázquez se hizo nombrar gobernador y creó nuevas poblaciones: Santiago de Baracoa, San Salvador de Bayamo y Santiago de Cuba. Cortés se avecindó en Baracoa donde se dedicó a la ganadería vacuna y ovina, ensayó el cultivo de la vid y ayudó al gobernador en la construcción de una casa para fundir metales y otra destinada a hospital.

El ascenso de Cortés fue debido a su laboriosidad y talento, pero despertó los celos de Velázquez. Se le acusó de conspirador, fue apresado y conducido a una nave que lo llevaría de regreso a La Española para ser enjuiciado. Sin embargo, escapó y se presentó ante Velázquez, con quien finalmente hizo las paces e incluso obtuvo de él tierras cerca de Santiago, de cuya villa fue nombrado alcalde. Cortés se ocupó de trabajar las minas con los indios de su repartimiento y del cultivo de sus tierras, llevando por primera vez diversas especies de ganado a la isla y estableciendo su cría; al parecer había dejado de lado sus proyectos de conquistar nuevas tierras, pero el descubrimiento de la Nueva España↗ en 1517 despertó nuevamente en Cortés el deseo de realizar estos proyectos.

Respecto a este tema, aunque Diego Velázquez fomentaba las expediciones, explotaba a los aventureros y se hacía pasar ante la Corte como autor de los éxitos que éstos alcanzaban. Cuando Velázquez estaba organizando una nueva expedición a tierra firme, Cortés vio la oportunidad que había estado esperando, así que convenció al contador del rey, Amador Lares, y al secretario de Velázquez, Andrés de Duero, para que actuaran a su favor. Finalmente Cortés obtuvo el nombramiento de capitán de aquella empresa, en la cual invirtió toda su hacienda e incluso el dinero de sus amigos. Tenía treinta y cuatro años.

Su fama fue aumentando mientras preparaba la expedición, lo cual despertó nuevamente los celos en Velázquez, quien comenzó a pensar en deshacerse de él. Envió entonces el gobernador un grupo con órdenes que revocaban el mando a Cortés y lo mandaban apresar. Éste reunió a su tripulación y les comunicó la situación, señalando la injusticia que representaba y las consecuencias que traería el cumplimiento de aquellas órdenes. Como resultado, todos los expedicionarios ratificaron su adhesión a Cortés, e incluso uno de los mandaderos de Velázquez se unió a la empresa.

Sobre el liderazgo de Cortés entre sus tropas escribe Lucas Alamán: "Por su trato afable, por su familiaridad con el soldado; por el ejemplo que daba de ser el primero en las fatigas, el primero en los peligros, se concilió el respeto y la obediencia de una reunión de voluntarios que todos se creían con los mismos derechos y tenían iguales pretensiones(...) le seguían con resolución en las más atrevidas empresas, y sacrificaban su propia vida por salvar la de su capitán (…) Orgullosos con llamarse soldados de Cortés, este nombre los inflamaba y les parecía superior á todo título y á todas las distinciones que ha inventado la ambición para cubrir la mediocridad"[1] .

Inició así Cortés la expedición que culminaría con la Conquista↗ de lo que más adelante sería la Nueva España. Los objetivos que Cortés tuvo para llevar a cabo esta empresa son descritos por José Vasconcelos de la siguiente manera: "Cortés buscaba no sólo territorios y siervos; también almas en donde prolongar lo que era para él la patria, el idioma de Castilla, su religión y su credo. Saquear poblaciones y hacer prisioneros era la ley antigua de toda conquista. Ahora, por primera vez, un capitán iba a hacer también de apóstol"[2] .

Hernán Cortés fue quien bautizó a la Nueva España↗ con este nombre, antes de conquistar la capital del imperio mexica: "Por lo que yo he visto y comprendido acerca de la similitud que toda esta tierra tiene a España, así en la fertilidad como en la grandeza y fríos que en ella hace, y en muchas otras cosas que la equiparan a ella, me paresció que el más conveniente nombre para esta dicha tierra era llamarse la Nueva España del Mar Océano, y así, en nombre de Vuestra Majestad, se le puso aqueste nombre. Humildemente suplico a Vuestra Alteza lo tenga por bien y mande que se nombre así"[3] .

Después de la caída de Tenochtitlán↗, en el mismo lugar que ocupó se inició la edificación de la ciudad de México. Durante estos trabajos estableció su residencia en Coyoacán, desde donde organizó la expedición a Oaxaca. El famoso tormento a Cuauhtémoc quemándole los pies para que confesara la ubicación de un supuesto tesoro, ha sido atribuido a Cortés pero éste, si bien no lo evitó, tampoco lo ordenó.

Desde Cuba Diego Velázquez informó a la Corte en contra de Cortés, consiguiendo que se nombrara a Cristóbal de Tapia como gobernador de Nueva España. Al llegar a México todos honraron a Tapia pero nadie le entregó el mando, por lo que tuvo que conformarse con ser enviado a España con la tarea de informar al emperador acerca de lo que Cortés hacía y lo que necesitaba para continuar con su labor evangelizadora y civilizadora. Como respuesta Carlos V nombró, mediante cédula real, a Hernán Cortés gobernador y capitán general de la Nueva España el 15 de octubre de 1522. Entretanto, Cortés seguía organizando expediciones tanto al norte hacia la Florida como al sur hacia Honduras, buscando el estrecho que saliera al mar y que les permitiera llegar hasta Asia. Sin embargo, no fue sino después de su regreso de su famosa expedición a las Hibueras, cuando se enteró por medio de un náufrago de una embarcación menor que había cruzado el estrecho descubierto por Magallanes –el clérigo Juan de Areizaga- que sí existía un paso al otro océano, pero éste se encontraba hasta el extremo del Continente.

Había enviado a Cristóbal de Olid en 1524 hacia el sur al frente de cinco barcos y un bergantín. No obstante, éste se alió con Velázquez y se rebeló contra la autoridad de Cortés. Por esta razón decidió emprender la citada expedición a las Hibueras con la finalidad de someter al traidor, aunque también estaba impulsado por sus deseos de seguir descubriendo territorios. Pero esta expedición no fue exitosa como las anteriores debido a que se internó en la selva, por sitios que ni siquiera los mismos indígenas querían atravesar. Como resultado, al poco tiempo de iniciado el viaje se vio mermada la gran comitiva que le acompañaba, la cual estaba compuesta por capitanes españoles, señores aztecas –entre los que se encontraba Cuauhtémoc↗- más de cinco mil guerreros indígenas, trescientos soldados españoles, algunos frailes, intérpretes encabezados por la Malinche↗, cocineros, sirvientes, médicos y veterinarios.

Durante su travesía por la selva se supo de una supuesta conspiración de algunos indígenas amigos de Cuauhtémoc↗ para matar a Cortés y a los suyos, y regresar a México para levantar a los indios contra el resto de los españoles. Después de someter a proceso al señor azteca, lo condenó a morir ahorcado junto con otro conspirador. Posteriormente llegó a Honduras, donde encontró que Olid había muerto; su intención era continuar hasta Nicaragua, pero las condiciones de la selva eran terribles y un navío procedente de México le llevó noticias de la capital, donde lo creían muerto. El saldo que obtuvo Cortés de esta expedición fue un gran debilitamiento, tanto físico como político. A su llegada a México tuvo un gran recibimiento, pero las innumerables quejas que en su ausencia fueron llevadas a la Corte le acarrearon un «juicio de residencia». Entonces decidió viajar a España para hablar directamente con Carlos V; viajó acompañado de indígenas tlaxcaltecas y aztecas -muchos de los cuales se quedaron en la Corte y posteriormente formaron parte de la nobleza española- así como de aves raras, oro y piedras semipreciosas. El emperador lo recibió, lo escuchó y dos años de papeleo después, fue nombrado Marqués del Valle de Oaxaca; también le fue devuelto el cargo de capitán general, aunque este título le serviría solamente para explorar y conquistar, no para gobernar ya que era la Audiencia la encargada de hacerlo. Fue enviado como embajador ante S.S. Clemente VII para llevarle noticias del Nuevo Mundo, regalos y presentarle a los primeros indios que llegaban a su presencia. El Papa mandó a celebrar una solemne acción de gracias por los territorios ganados para la fe cristiana y le concedió a Cortés el Patronato Perpetuo del Hospital de la Purísima Concepción.

Regresó a la Nueva España para atender sus bienes y sus encomiendas acompañado de su esposa, hija del conde de Aguilar, a quien desposó mientras se encontraba en Europa después de haber enviudado en México. Se estableció en Cuernavaca donde crió caballos, vacas y ovejas e implantó el cultivo de la caña de azúcar; también fomentó el cultivo de algodón en la costa y fue el primero en emprender la producción de plata a gran escala al mandar explorar Sultepec, Taxco y Zacatecas. Su marquesado le otorgaba jurisdicción legal sobre veinte mil indios, pobladores de esa extensión de tierra; como consecuencia los indios pagaban tributo a Cortés y no a la Audiencia, y éstos preferían depender de él.

Pero su sed de aventuras y su deseo de encontrar un paso corto para Asia le hicieron emplear todos sus bienes para explorar durante tres años la costa del Pacífico hasta California, donde dejó establecida una colonia de treinta españoles. No obstante, las quejas de los deudos que morían en estas expediciones y de aquellos que regresaban sin haber hallado riquezas hicieron que el virrey Antonio de Mendoza↗ suspendiera la empresa. Al regresar de California en 1538 se encontró con el llamamiento que hacía su primo Pizarro, sitiado en Lima, a quien Cortés envió dos navíos al mando de Hernando de Grijalva cargados de hombres, caballos, armas e incluso obsequios, en fin, todo lo que tenía en Cuernavaca.


Después de las exploraciones que lo dejaron arruinado, viajó a España en 1540 con la finalidad de obtener el favor de la Corte, ayuda que estuvo esperando varios años porque el emperador se encontraba de viaje por Flandes y Alemania. Después de estar un tiempo en Argelia pasó dos o tres años más demandando reparaciones por las expediciones que realizó en América, las cuales nunca le fueron hechas. Relata Vasconcelos: "Símbolo de su lucha con la Corte, lo ha dado la leyenda en aquella anécdota que nos pinta al gran Cortés en el estribo del coche del emperador, exigiendo una entrevista que la burocracia le ha estorbado: «¿Quién sois?» Pregunta el monarca. «Uno que os ha dado más provincias que todo lo que heredasteis de vuestros antepasados», responde el intruso del momento"[4] .

Cuando se preparaba para regresar a la Nueva España, cayó enfermo de disentería y murió en Sevilla el 2 de diciembre de 1547 a los sesenta y dos años de edad. En su testamento, después de heredar a sus hijos legítimos y naturales, donó una considerable parte del marquesado de Oaxaca para fundar instituciones de caridad. Durante diecinueve años sus restos yacieron en el monasterio de San Isidoro en Sevilla, hasta que en 1566 fueron trasladados a la Nueva España y sepultados en el templo de San Francisco en Texcoco. En 1794 las autoridades civiles decidieron cumplir el deseo de Cortés de ser sepultado en la iglesia contigua al Hospital de Jesús. Sus restos han permanecido en este lugar hasta la fecha, a pesar de una serie de incidentes ocurridos durante la guerra de independencia, cuando Lucas Alamán↗ decidió esconderlos en un nicho construido en el mismo templo para evitar que fueran quemados. En este escondite descansaron hasta que en 1946 fueron encontrados, autentificados y devueltos al nicho donde actualmente se observa una placa de bronce con el escudo de armas de Cortés y la inscripción Hernán Cortés 1485-1547.

Obra

Cartas de relación.

Notas

  1.  Alamán, Lucas. Hernán Cortés y la Conquista de México. Ed. Jus. México, 1985, pp. 16-17.
  2.  Vasconcelos, José. Hernán Cortés, creador de la nacionalidad. 3ª ed. Tradición, México, 1975, pp. 38-39.
  3.  Vasconcelos, José. Obra citada, p. 113.
  4.  Vasconcelos, José. Obra citada, pp. 184-185

Bibliografía

  • Alamán, Lucas. Hernán Cortés y la Conquista de México. Ed. Jus. México, 1985.
  • López de Gómara, Francisco. Historia de las conquistas de Hernando Cortés. Imprenta de la testamentaria de Ontiveros, México,1826.
  • Vasconcelos, José. Hernán Cortés, creador de la nacionalidad. 3ª ed. Tradición, México, 1975.


 A continuación varios artículos de EL PAÍS

La tumba secreta de Hernán Cortés

Durante 123 años el paradero del los restos del conquistador español fue un misterio, hoy languidecen en el olvido en México



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Restos de Hernán Cortés.


El mayor enigma de Hernán Cortés fue su tumba. Entre el siglo XIX y el XX, se dio por desaparecida y alimentó uno de los grandes misterios históricos de América. Hubo quien pensó que había sido saqueada, otros especularon con el extravío, y algunos convirtieron el caso en una metáfora del destino de España en México. La verdad no andaba ni lejos ni cerca. Pero aún hoy, cuando la tumba del conquistador languidece en el olvido, mantiene su capacidad de sorpresa.

En 1823, tras la Guerra de Independencia y ante la furia antiespañola que barría México, el ministro mexicano Lucas Alamán, como detalla el historiador Salvador Rueda, urdió una plan para evitar que cayera en manos de profanadores y fuera destruida. Al tiempo que hacía creer que los despojos habían sido enviados a Italia, los ocultó primero bajo una tarima del Hospital de Jesús, el lugar donde la leyenda considera que Cortés y Moctezuma se vieron por primera vez, y 13 años después, tras un muro en la contigua Iglesia de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno.

La ubicación del nicho quedó silenciada y durante años permaneció en secreto hasta que en 1843, el propio Alamán, para evitar que su paradero cayera en el olvido, depositó en la embajada de España un acta del enterramiento clandestino. El documento, lejos de ver la luz, recibió tratamiento de secreto. Dio igual que el embajador fuese conservador, liberal o republicano: de un siglo a otro, el papel nunca salió de la caja fuerte diplomática. Hernán Cortés, el hombre que encarna como pocos el esplendor y la barbarie de la Conquista, hacía mucho que había dejado de ser realidad y se había convertido en un tabú en México. Y la buena relación con el país norteamericano pasaba por su olvido. Incluido el de su tumba.

Así fue hasta que en 1946, un alto cargo del Gobierno republicano en el exilio, de quien dependía la embajada, filtró una copia del documento. El 28 de noviembre de aquel año las reliquias fueron plenamente identificadas.

El hallazgo, tras 123 años de misterio, desató antiguos demonios. Hubo quien pidió que los restos fueran arrojados al mar. Otros llegaron más lejos. Ante estos ataques, salió a la palestra el presidente del PSOE y exministro republicano Indalecio Prieto, exiliado en México y conocedor por su cargo del enigma. En un conmovedor artículo publicado en la prensa de la época, reveló la centenaria historia secreta y pidió la reconciliación. "México es el único país de América donde no ha muerto el rencor originado por la conquista y la dominación. Matémoslo, sepultémoslo ahora aprovechando esta magnífica coyuntura"

Sus palabras no tuvieron eco. México prefirió devolver los restos al lugar al que los había arrojado la historia. En 1947 fueron recolocados en un muro de la Iglesia de Jesús Nazareno. A la izquierda del altar. Allí siguen.

- ¿Viene alguien a visitarla?

- No viene nadie. Aquí no hay permiso para sacar fotos ni hacer turismo. Eso nos lo tienen prohibido.

La secretaria de la iglesia ha respondido sin levantarse de la silla. Está apostada a la entrada y mira con displicencia al recién llegado. El templo, enclavado en una concurrida avenida del centro histórico, parece medio abandonado. A un lado se acumulan muebles antiguos; a otro, andamios y sacos. La tumba no se aprecia a simple vista ni está indicada por ningún letrero. Hay que llegar al fondo y mirar a la izquierda del altar. A tres metros del suelo, se encuentra la placa que señala el lugar donde descansa el conquistador. Es de metal anaranjado. Sólo dice: Hernán Cortés 1485 - 1547.

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Un Hernán Cortés global

Una muestra ensalza en Madrid la épica de la conquista del imperio azteca. "No sirve juzgar con nuestra sensibilidad lo que pasó en el XVI", dice el comisario




Hernán Cortés tenía 34 años cuando, al frente de 400 soldados de fortuna, llegó en 1519 a Tenochtitlán, la alucinante capital de pirámides y canales del imperio azteca. Ese encuentro cambió la historia del mundo y convirtió al extremeño en el arquetipo de conquistador. Pese al tamaño de la gesta, nunca hasta ahora, según los organizadores de la exposición Itinerario de Hernán Cortés, inaugurada ayer en Madrid, se le había dedicado una muestra. Ni para denostarlo ni para alabarlo.

De esa extrañeza nace la exhibición, que se podrá ver en el Canal Isabel II hasta mayo, y en la que se han reunido unas 400 piezas de 47 instituciones. "La idea surgió hace cuatro años, tras una exposición sobre Alejandro Magno. Nos preguntamos cómo alguien que lo había superado no tenía ninguna muestra dedicada", cuenta Martín Almagro, uno de los dos comisarios de la muestra, catedrático de Historia de la Universidad Complutense, arqueólogo y miembro de la Real Academia de la Historia. "Creo que la razón es que Cortés es una figura muy controvertida, y para no tener problemas no se había tocado el tema, ni en el siglo XIX ni en el XX", dice mientras avanza a paso ligero entre las oscuras salas del montaje, 2.000 metros cuadrados donde reluce un macizo lingote de oro, los cascos de latón dorado de los españoles y sus arcabuces. Lo importante, sostiene, es que Cortés "es la personificación del inicio de la globalidad", más allá de la "postura indigenista o la que lo ve como un gran conquistador".

El punto de partida es Medellín, el pueblo de Badajoz donde nació el conquistador de México. Junto a un paisaje de la dehesa extremeña, se ve un ajuar de una tumba tartésica de la necrópolis local. Esa asociación remite a una de las ideas que revolotea por la exposición: "El hombre es un ser colonizador, la historia humana es la historia de las colonizaciones", explica Almagro. La muestra se sirve de la peripecia vital de Cortés para explicar su época. Una sala acoge un facsímil del mapa de Américo Vespucio, con una China alargada y una incipiente Sudamérica. Así se intuían los bordes del mundo. Era el momento de las grandes expediciones, del astrolabio y la carabela. También del riesgo. En una vitrina, debajo de un libro de legajos, se lee: "Carta de deuda de Hernán Cortés a Luis Fernández de Alfaro, maestre de la nao San Juan Bautista, de 11 pesos de oro por el pasaje…". O sea, su billete de ida para una travesía incierta y peligrosa. El sonido de una tempestad o la calma de un cielo de estrellas que orientan la ruta se recrean en una gigantesca pantalla. En el suelo, el armazón de una nave, sacos, cuerdas. Cruje la madera del barco, la mecánica del avance sobre el océano. Más adelante, un audiovisual reconstruye Tenochtitlán y la fascinación que causó en aquellos españoles. En este tramo del recorrido, se pueden ver las armas aztecas —una honda, flechas, lanzas— y la recreación —con un acabado como de peluche— de un guerrero jaguar.

La muestra destila épica y apenas se detiene en la leyenda negra sobre la conquista o el propio Cortés. Hay un retrato de fray Bartolomé de las Casas, que denunció el genocidio de los indios, y un ejemplar de su Brevísima relación de la destrucción de las Indias, junto a un grabado para ilustrar los males de la conquista, como la viruela, y otro, de 1594, que representa a Núñez de Balboa "aperreando a los indios", dice el título: echándoselos a comer a los perros. La nota explicatoria reza: "Versión deformada de las críticas exageradas de fray Bartolomé de las Casas popularizada por la leyenda negra". La mala fama de Cortés se despacha en un panel: "Italia, Francia, Holanda, Alemania e Inglaterra fomentaron una campaña en contra del imperio español en la que se incluyó la conquista de América. El éxito de esta campaña fue muy significativo y ha tenido y aún tiene repercusiones a ambos lados del Atlántico".

Quizá la parte más impactante sea la dedicada a Tecoaque, "el lugar donde se los comieron", en la que se ven esqueletos humanos. Formaban parte de una caravana de 550 personas que sufrió una emboscada azteca. En la comitiva iban 40 españoles, 10 de ellos mujeres. Fueron apresados y sacrificados en banquetes rituales. Al fondo, una gran vasija para limpiar los cadáveres antes de exponer sus cráneos. La respuesta de Cortés fue mandar "destruir y asolar" el pueblo, como contó él mismo. "La idea es que el hombre moderno no vea con visión anacrónica lo que pasó en el siglo XVI. No podemos juzgar con nuestra sensibilidad a un castellano matando a un indio o a un indio comiéndose a un castellano", explica el comisario.

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CORONACIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE TACNA. FREDY GAMBETTA

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Amigos:

Con sumo gozo les comparto este entrañable correo del querido CGM (César Gutiérrez Muñoz, al que añado otras notas del mismo autor y alguna foto. Mil gracias

JAB

 

Desde Tacna esta interesante nota de Fredy Gambetta, exdirector del Archivo Regional de Tacna y actual Cronista de la Ciudad.

Un cordial abrazo, 

CGM

 

CORONACIÓN DE LA VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE TACNA

 

                                                               FREDY GAMBETTA

 

En la tarde del 13 de mayo de 1963, en el paseo cívico, acondicionado como Campo Mariano, ante una multitud calculada en más de 20 mil almas, fue coronada Nuestra Señora del Rosario, Patrona de Tacna y de la Diócesis de Tacna y Moquegua, a base de una Breve Pontificia, promulgada por S.S. Juan XXIII, hoy santo, quien concedía la Coronación Apostólica a la imagen de la Virgen del Rosario de Tacna leída, en sepulcral silencio, por Monseñor Antonio Pinci, Consejero de la Nunciatura Apostólica, de Lima,  en presencia de Monseñor Rómulo Carboni, Nuncio del Sumo Pontífice; del segundo obispo de la Diócesis, Alfonso Zaplana Belliza y del obispo de Huánuco, Ignacio Arbulú Pineda.

 

La coronación de la imagen Virgen del Rosario estuvo enmarcada en la programación del Primer Congreso Mariano de la Legión de María cuya organización fue encomendada al sacerdote franciscano Vicente Sánchez Arauco que mereció, al final de las ceremonias, una pública felicitación de las autoridades, empezando por las eclesiásticas.

 

Fueron padrinos, del hermoso manto de la Virgen, el diputado por Tacna, Víctor Bacigalupo y doña Paquita Lopera de Cornejo. La corona del Niño Jesús fue apadrinada por el diputado por Moquegua, José Caro Cosío y la dama Natalia de Gnecco.

 

En el momento de la coronación se sintió una salva de 21 cañonazos y se entonó el Himno Nacional. Luego, en una carroza, bellamente adornada, se colocó la imagen de la Virgen del Rosario que estuvo escoltada, en la procesión, por imágenes de Pocollay, Pachía, Sama Grande, Calana, Locumba, Toquepala, Omate, Tarata y Candarave. La multitud subió hasta la parroquia del Espíritu Santo y bajó por la avenida Bolognesi para ingresar a la Catedral por la avenida Arequipa.

 

En primera fila, acompañando a los prelados, marchaban los prefectos de Tacna y de Moquegua, Luis Rodríguez Rengifo y Octavio de la Jara, así como el alcalde de Tacna, el probo abogado e historiador, patriota tacneño, doctor Guillermo Auza Arce;  el comandante de armas Teniente Coronel de Caballería, César Campos Quesada y el comandante de la Benemérita Guardia Civil del Perú  Benjamín Zapata.

 

En el extenso programa,  considerando que el domingo 8 se había celebrado el Día de la Madre, se destinó un espacio para rendir público homenaje a la madre tacneña, doña Irene Quelopana viuda de Céspedes y a doña Cristina Cabello de Kuon, madre que representaba al departamento de Moquegua.

 

Como era costumbre, por aquellos años, se premió a la madre prolífica. Por Tacna fue reconocida la señora María Rosa Rossi de Valente, progenitora de 14 hijos. María Butter de Delgado, madre de 13 vástagos, fue la representante de Moquegua.

 

Esos reconocimientos tuvieron lugar, en el Campo Mariano, el día domingo 15. Los actos culminaron con una romería a la cima del cerro Intiorko en el que se colocó la primera piedra del que sería un enorme monumento que se erigiría, en honor de la Virgen del Rosario, y que podría ser visto desde cualquier arteria de la pequeña Tacna. El Nuncio Apostólico, monseñor Carbone, bendijo el lugar en presencia de los padrinos, Delia de Ferrari y Guido Canepa Monteverde.

 

La historia registra que el entonces general Ramón Castilla inició su camino hacia la presidencia de la república en Tacna hincándose ante la imagen de la Virgen del Rosario. Logrado el objetivo fue él quien le entrega el bastón de Mariscala, apenas sentado en la silla de Pizarro,  dirigiendo su pensamiento y su palabra hacia la heroica ciudad del sur, crisol auténtico de la democracia y la libertad, ciudad mártir que sufriría, años después, los rigores de la epidemia de la fiebre amarilla, de los terremotos, la guerra y el cautiverio.

http://lagransaladenoticias.com/wp/?p=2966

 

 

LA VIRGEN DEL ROSARIO,
 PATRONA DE TACNA Y MARISCALA  DE LAS FUERZAS DE LA LEY
 FREDY GAMBETTA

Cuando se profundiza en el pasado de la Heroica Ciudad de Tacna se descubren hechos, individuales o colectivos, que deslumbran y que, en la mayoría de los casos, ayudan a comprender el espíritu libertario y democrático de los tacneños, siempre dispuestos a abogar por la libertad, tal es el caso de su apoyo a Zela y su Primer Grito de Independencia, en 1811; la decisión unánime de liberarse de la ocupación de las fuerzas bolivianas y el mantenerse altivos, y leales al Perú, frente al opresor que la mantuvo cautiva cerca de medio siglo, entre 1880 a 1929.
Sin embargo poco se ha escrito sobre la reiterada defensa de la Constitución y del gobierno legalmente constituido, que  los tacneños hicieron, a través de la historia, especialmente en el siglo XIX, en los primeros años de la República.
En aquellos años, más precisamente el 17 de Mayo de 1843, el pueblo tacneño se alzó contra el gobierno que presidía el General Manuel Ignacio Vivanco, con el pomposo título de ?Supremo Director?. En aquella gesta heroica los líderes de la revuelta fueron los Generales Domingo Nieto y Pedro Bermúdez.
No se debe ignorar, entre los mentores de la rebelión, al sacerdote español Sebastián Ramón Sors, de gratísima recordación para los tacneños, no solamente por la obra pública que impulsó, allí está el ahora viejo Hospital San Ramón, sino por el rol protagónico que desempeñó durante la atención a los miles de enfermos afectados por la epidemia de Fiebre Amarilla que, entre enero y marzo de  1869, diezmó a Tacna. 

A la revuelta de Tacna se une el pueblo moqueguano quien se levanta en rebeldía, casi un mes después,  el 15 de Junio, proclamando a su paisano, el ileño General Domingo Nieto como Jefe Supremo Político y Militar. La sureña Tarapacá, el 1 del mismo mes, habíase también alzado en armas y proclamado a su ilustre hijo, Ramón Castilla, como Sub Prefecto y Jefe Militar de la Provincia.

El General Ramón Castilla ingresa a Tacna, al frente de catorce jinetes, el  5 de Julio de 1843, "por el florido y polvoriento Callejón de Arica", escribe Luis Cuneo Harrison quien también anota " No se detienen ni siquiera en la pila de la plaza para saciar la sed. Atraviesan presurosos las estrechas callejuelas empedradas hasta llegar a la Iglesia Matriz, donde desmontan e ingresan reverentes al templo.

Al frente de este puñado de hombres venía el General Ramón Castilla, quien avanza para postrarse de rodillas ante la imagen de la Santísima Virgen del Rosario, Patrona de Tacna".

El Párroco Sors echó las campanas al vuelo mientras que, reunido el vecindario, se proclamó, a través de un bando, la Constitución de Huancayo. En los aprestos de los tacneños, para hacerse de armamento, aparece otro personaje muy ligado a la historia de Tacna, don Manuel de Mendiburu. En el ínterin se produce una pequeña escaramuza para develar la rebelión de unos militares ariqueños que eran leales al General Vivanco por aquella eterna rivalidad que existía entre Tacna y Arica. Mientras la primera era democrática, la otra tenía espíritu monárquico, conservador.

Castilla empieza entonces su camino hacia el norte, para derrotar a Vivanco. En Pachía, el 29 de Agosto de 1843, vence a los vivanquistas, encabezados por el Coronel Balta. Dos meses después, en San Antonio, asesta otro duro golpe a las fuerzas de Vivanco, esta vez comandadas por el General Manuel de la Guarda. En esa batalla toma más de dos mil prisioneros, y se apropia de cuatro cañones, con los que toma Moquegua. Después de esta batalla, para burlar a Vivanco, los castillistas se retiran a Puno y después ingresan al Cuzco, el 8 de Diciembre.

La batalla decisiva se libró en Carmen Alto, en Arequipa, el 22 de Julio de 1844. En ese lugar, después de ser derrotado, huyó el General Manuel Ignacio Vivanco. El General Ramón Castilla, el 7 de octubre de 1844, precisamente el día que se celebra a la Virgen del Rosario, entrega el mando supremo al Presidente del Consejo de Estado Manuel Meléndez, que regresó de Chile donde había sido deportado.

Al año siguiente, el 19 de Abril, el General Castilla es proclamado, por el Congreso Nacional, Presidente Constitucional, por un período de seis años. En la entrega del mando, el doctor Meléndez hace alusión a que la lucha, por el imperio de  ley, empezó  con Castilla, secundado por el pueblo tacneño. El primer día de su gobierno lo que primero hace Castilla es Proclamar a la Virgen del Rosario, Patrona de Tacna, MARISCALA DE LAS FUERZAS DE LA LEY.

El flamante Presidente le impone a la Virgen del Rosario el bastón de Mariscala y un estandarte en el que se lucían alegorías, bordadas en oro y plata,  que recordaban las batallas libradas por los castillistas en ese largo y sacrificado periplo por restaurar la legalidad. La valiosa y artística bandera fue confeccionada por artesanos cuzqueños. 

Dichas insignias se impusieron a la Virgen del Rosario, en Tacna, el 22 de Julio de 1845, en medio del júbilo de las autoridades, de la  población y de los ?cívicos tacneños?, soldados lugareños que acompañaron a Castilla y que retornaban sanos y salvos al terruño. Como no podía haber sido de otro modo, la oración sagrada estuvo a cargo del Vicario Coadyutor, Sebastián Ramón Sors quien no negaba su adhesión al régimen y, en especial, al Presidente Ramón Castilla y Marquesado, el grande hijo de Tarapacá.

Hoy la Virgen del Rosario luce su bastón de Mariscala. ¿Qué fue del estandarte? Algunos afirman haber visto sus insignias en un cuadro en la vieja Vicaría, hace cuarenta años. Pero, por sobre todo. es preciso devolver, con gloria y majestad, a la Patrona de Tacna su título de MARISCALA DE LAS FUERZAS DE LA LEY. Y nada mejor que hacerlo en este glorioso día 7 de octubre. Su día en el santoral.

   
 FREDY GAMBETTA

http://www.peruan-ita.org/personaggi/gambetta/gambetta-virgen.htm

Seguir a Cristo. 20 TEMAS DE MORAL FUNDAMENTAL. P. Carlos Rosell

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Seguir a Cristo. 20 TEMAS DE MORAL FUNDAMENTAL, (Lima 2015 48 pp)expuestos con la precisión teológica, exactitud bíblica y la didáctica pastoral a la que nos ha acostumbrado el P. Carlos Rosell. Se recogen sus artículos publicados en la Hoja Dominical de la Comisión Episcopal de Liturgia del Perú.

Basado en el Catecismo, en citas bíblicas, dichos de los santos, su vida pastoral, la vida misma, nos ilumina los temas de siempre con la mirada del teólogo y pastor de hoy: La moral cristiana, el hombre como imagen de Dios, las bienaventuranzas, el pecado, la gracia, la libertad, los actos humanos, las pasiones, la conciencia, las virtudes, dones y frutos del S. Santo, la comunidad humana, la ley, la justificación, el mérito, la santidad cristiana, la iglesia como madre y educadora, los mandamientos, la vida moral y el testimonio, el decálogo.


Siervo de Dios P. Serapio Rivero, OSA (1917-2002) por el P. P. Ángel Ruiz de Loizaga,

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P. Serapio Rivero, OSA (1917-2002)

Padre Serapio Rivero Nicolás (14 de Noviembre de 1917 – 24 de Noviembre de 2002)

P. Serapio Rivero Nicolás. Sacerdote-agustino. Alma eucarística y mariana, Lima 2010

El P. Ángel Ruiz de Loizaga, OSA, rescata de nuestro siervo de Dios su cristocentrismo eucarístico y su devoción mariana, en el más acendrado agustinismo, y su desvivirse por los demás. Lo pueden palpar en esta deliciosa obrita de 120 `pp., bien documentada, ilustrada, para todos los públicos.

Nace el P. Serapio Rivero en Bercianos del Real Camino, León, siendo sus padres, Juan y Victoriana. Ingresa al noviciado en Valladolid en 1933 y realiza su primera profesión en 1934. La guerra civil interrumpe sus estudios eclesiásticos que alternara entre Valladolid y el Real Monasterio de El Escorial donde los culminará en 1941, profesando de votos solemnes el 20 de septiembre de 1941. Es ordenado de sacerdote el 21 de marzo de 1942 en Madrid.

En 1943 el P. Serapio Rivero, "Riverito" para los amigos, que lo éramos todos, había sido destinado a Iquitos, por lo que había recibido el crucifijo de misionero en le Basílica de la Virgen del Pilar, en Zaragoza. Pero al llegar al Perú, es destinado al Seminario que tenían los Agustinos en Chancay

Pasados unos meses le trasladan a la comunidad de Chosica donde vive al servicio de Dios y de su pueblo querido hasta el final de sus días. Su labor pastoral la desarrolla en dos campos: la parroquia y la educación.

Casi treinta años como capellán de las Religiosas Salesianas de Chosica, Vicario Parroquial de nuestras parroquias de San Fernando (Chosica), pero, sobre todo, de Santo Toribio de Mogrovejo, Iglesia principal de la Villa del Sol. A varias generaciones ha bautizado, ha dado la primera comunión, ha casado y ha ayudado a bien morir. Conocía a cada uno de sus parroquianos y se le veía rodeado de personas sencillas. Largos años transcurrió celebrando la misa vespertina, previo rezo del Santo Rosario, confesiones y siempre la homilía diaria: directa, practica y adaptada a tantas gentes humildes que le acompañaban.

Casi toda su vida transcurrió en el aula, patios y capilla del Colegio Santa Rosa de Chosica. Sus fuertes eran los cursor de Religión y Geografía práctica, y sobre todo, la Astronomía. Era un apóstol de la buena Prensa. Las fotocopiadoras y sus operadoras agradecen al P. Rivero por la constancia en difundir el mensaje de Cristo. En los patios repartía revistas, copias de devocionarios y oraciones y estampas.

Siempre rodeado de jóvenes a quienes, mas de una vez, perdonaba el castigo a cambio de una revista "Aguiluchos", "Misión sin Fronteras", etc.

Todos intuían en él al hombre recto, al que no se casaba con la doblez ni la mentira, al hombre que se percataba de todo, se sonreía de mucho y rechazaba con firmeza cuanto veía censurable. En su rostro, preocupado, pero alegre con su suerte siempre, es decir, contento con Cristo que lo llamo de pequeño. Seco en el decir, sin florituras, pero con tan sincero cariño y amor apostólico, que nadie puede enfadarse con el. Enamorado de su sacerdocio, loco por la Señora y por un puñado de santos Agustinos e insistentemente pendiente de los Seminaristas de la Provincia Ntra. Sra. De Gracia de Perú.

En el cementerio le aclamaban a viva voz: "Hasta pronto P. Riverito". Por tres veces se oyó este clamor, y también "el P. Rivero, Santo". Un religioso agustino, ya de edad, y que ha asistido al entierro de muchos religiosos comentaba: "Nunca he sentido, como ahora, la certeza de que los restos que sepultamos, pertenecen a un santo".

En Chosica le conocían todos y ahora se encomiendan a el niños y viejos. Era tan evidente que era un hombre de Dios que le están brotando pedigüeños por doquier, para que interceda por ellos ante el Señor. Y parece que no lo esta haciendo tan mal, porque ya se comenta que tiene vara alta para convencer a Dios Padre.

Desde la serenidad y paz de ver todo claro en la diafanidad de Dios, no te olvides de nosotros, P. Riverito."

P. Senén González Martín", Agustino.

Jaime David Abanto Torres concluye en su blog: "Pequeño tributo a mi maestro de las aulas del Santa Rosa de Chosica. Alguna vez le acompañé a las reuniones de la Legión de María. Alguna vez le ayudé en la Biblioteca del Colegio que cuidaba con gran entusiasmo. Cuántos libros prestados por él me inciaron en el mundo de los versos y de la prosa. Sucriptor voluntario de Aguiluchos, alguna vez me transmitió un interés por el orden sacerdotal.
Señor, resérvame un lugar junto al Padre Serapio. No importa si lo canonizan o no.

Referencias:

·         Folleto "Hacia la beatificación del P. Serapio Nicolás Rivero, Agustino", por P. Senén González Martín", Agustino.

·         Blog "Jaime David Abanto Torres",  "Por la canonización del P. Serapio Rivero Nicolás O.S.A. (15/09/2009)" http://blog.pucp.edu.pe/item/69034

·         Parroquia "Santo Toribio de Mogrovejo (Chosica, Perú). https://sites.google.com/site/santotoribiochosica/

·         Asociación Cultural Padre Serapio. Bercianos del Real Camino. http://asocpadreserapiobercianos.blogspot.com/(1917-2002)


TRAS LAS HUELLAS DEL SANTO JURISTA TORIBIO MOGROVEJO EN LA CATEDRAL Lima 17 junio 2015

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TRAS LAS HUELLAS DEL SANTO JURISTA

TORIBIO MOGROVEJO EN LA CATEDRAL

Lima 17 junio 2015

La Catedral  Si la catedral es la cátedra del obispo, la Catedral de Lima se convierte en la cátedra de verdad, belleza y bondad desde la que irradia con luz propia la santidad de Santo Toribio, patrono de los obispos de América y el auténtico padre de la Iglesia de América. Desde el momento en que Lima salió a la calle para recibirle calurosamente en su ingreso el 12 de mayo de 1581 aquí en la Catedral, entre el Santo y la Iglesia Mayor de la Ciudad de los Reyes se han ido creando lazos indestructibles. Aquí celebró misa a diario y en días solemnes de fiesta, ordenó sacerdotes, consagró obispos, confirmó, participó en concilios y sínodos, honró a Nuestra Señora de Copacabana. A la Catedral llegaron sus restos mortales un 27 de abril de 1607, traídos a hombros por miembros del Cabildo desde la lejana ciudad de Zaña, donde falleció un jueves santo del 23 de marzo de 1606. Aquí se festejó por todo lo alto su beatificación y su canonización. Aquí, año tras año se ha ido recordando su santidad para seguir su ejemplo, en especial por parte de sus sucesores los cuales le han tributado especial devoción.

La inauguración de la primitiva iglesia levantada por Francisco Pizarro en el solar de la Catedral actual data del 11 de marzo de 1540. El 14 de mayo de 1541 es erigida en Catedral por bula de Paulo III. El 17 de Septiembre de 1543 firmó el acta de erección canónica de su Iglesia,  que por voluntad del Papa Paulo III la designó como titular al Apóstol y Evangelista San Juan. La primitiva catedral de adobe sucedió al templo edificado por Pizarro y la comenzó el arzobispo Loaysa hacia 1550. Se terminó en 1551, medía 260 pies, era toda ella de adobe, excepto la capilla mayor que era de piedra abovedada y fue costeada por doña Francisca Pizarro, hija del conquistador. El citado Arzobispo emprendió la obra de la segunda catedral, dándole mayor extensión y orientándola de este a occidente y no de norte a sur como la anterior. En 1589 Mogrovejo escribía al Rey diciéndole que "no se ha puesto piedra en ella y los cimientos de media iglesia...están a medio estado de mucho tiempo a esta parte". El 2 de febrero de 1601 pudo celebrarse su dedicación, aunque faltase la mitad (portadas y torres), la primera parte de la tercera catedral. Tan sólo el 2 de febrero de 1604, el Santo Arzobispo inauguró la primera parte de la tercera catedral. Ocupaba la Segunda Catedral de Lima todo el frente longitudi­nal de la Plaza Mayor comprendido entre el edificio del Palacio Episcopal y la calle Judíos, con una anchura que no sería mayor de la primera nave transversal de la Tercera Catedral actual. Se alzaba en una sola nave de planta g6tico-isabelina muy alargada, en la que se incorporaba atravesado un gran arco toral que separaba la capilla mayor de la nave de los fieles; y tenía como cubierta una armadura de par y nudillo a dos aguas labrada con madera; y posiblemente contaría con dos puertas de ingreso abiertas hacia la Plaza .Mayor. Se conservan de la Segunda Catedral de Santo Toribio los cuatro tableros manieristas de media talla tallados por Martín de Oviedo para el retablo de la cofradía de San Joseph de los carpinteros, que se conservan en los muros laterales de la capilla actual de esta misma advocación que –según el P. Antonio San Cristóbal- fueron bendecidos por Santo Toribio; y también perdura el gran recuadro tallado de la Adoración de los Magos colocado ahora en la entrada a la Sacristía y que fueron testigos mudos de las celebraciones litúrgicas de Santo Toribio. Del sector catedralicio construido en tiempos de Santo Toribio Alfonso perdura la gran sacristía del Cabildo de los canónigos donde se revestiría Santo Toribio de los ornamentos litúrgicos para salir a bendecir la nue­va obra catedralicia en 1604 .En 1609 un terremoto dañó las bóvedas de la parte construida. Entre 1614 y 1615 se cambiaron las bóvedas renacentistas de arista por bóvedas góticas de crucería. El 15 de agosto de 1622 se celebró la primera Misa en la tercera Catedral terminada. Por fin, el 19 de octubre de 1625 el arzobispo don Gonzalo de Ocampo consagró la catedral y se pudo inaugurar el nuevo templo. El gran problema que se ha presentado a lo largo de la historia ha sido que los diversos terremotos (1609, 1678, 1687, 1690, 1746, entre otros) hicieron estragos sobre todo en las bóvedas, que sufrieron diversas reconstrucciones. El 6 de enero de 1898 se inauguró la Catedral con el aspecto que hoy la vemos. La planta quedó edificada en base a un espacio rectangular, que se distribuye a manera de un tablero cuadriculado en cinco naves longitudinales que corren desde el muro de los pies al testero, y en nueve transversales tendidas de uno a otro de los dos muros laterales alargados, tal como había sido concebida desde sus inicios. En el 2004 –para recordar el centenario del segundo momento con Santo Toribio- se restauró e iluminó.

 a. Capilla de Santo Toribio. En 1729, tras las fiestas de la canonización que culminaron en el 22 de mayo, se trasladaron .las reliquias del cuerpo del Santo a la capilla del Arcediano don Juan Velázquez y Ovando. Esta capilla es la cuarta del lado de la epístola, entrando por la puerta del Perdón, y  fue propiedad del Arcediano de la Catedral y Subdelegado de Cruzada en Perú, Dr. Juan Velázquez (anteriormente estuvo aquí su retablo-sepulcro). A. San Cristóbal nos informa que su retablo de caoba negra de dos cuerpos y tres calles fue traído desde la antigua iglesia de la Recoleta de Belén de la Orden de la Merced. Corresponde al mejor estilo de los retablos limeños de la primera mitad del S. XVIII; destaca la fuerza ascendente de sus cuerpos por el centro del retablo que hace abrirse y curvarse por el centro los elementos arquitectónicos de sus cuerpos, un contraste muy acentuado frente a la rigurosa horizontalidad de los cuerpos en el retablo de san Juan Bautista de Martínez Montañés. En el nicho se ha colocado la imponente imagen de Santo Toribio como padre y pastor, acompañado de sus símbolos característicos: mitra, báculo, cruz pectoral y capa pluvial. Según el Dr. Rafael Ramos Sosa su autor puede ser Francisco Martínez, quien recibe 180 pesos, según contrato con el Cabildo Catedralicio el 30 de abril de 1686, por "una hechura de bulto de vara y tres cuartos de alto de Santo Toribio Arzobispo para su mismo día, pintado, dorado y encarnado con toda su vestidura, ropaje, grabado y báculo y demás adminículos" en estos términos: Ha sido felizmente restaurada en febrero del 2006 por Jaime Rosán, Director del Taller del Arzobispado.

A ambos lados del retablo, sendas vitrinas que contienen por una parte una casulla encarnada del Santo, decorada con la imagen de una ánfora de la que brotan espigas de trigo y flores, una estola del mismo color. En la otra vitrina se muestran dos cáligas o calzado ceremonial episcopal, así como la valona, cuello grande y vuelto sobre la espalda, pechos y hombros, usado por el arzobispo.

Cuelga en el muro lateral el cuadro que los canónigos compraron a la iglesia de Santa Liberata el 19 de enero de 1897, que representa la fachada principal de La Catedral tal como quedó tras el terremoto de 1746, valioso documento gráfico de la catástrofe. La vista de la Plaza Mayor de Lima (1711-15); es uno de los dos lienzos –el primero- votivos que narra el robo sacrílego padecido por la parroquia del Sagrario en el 1711. El segundo representa el desagravio presidido por el Arzobispo Diego Ladrón de Guevara en procesión hasta el parque de Santa Liberata.

Acerca de las reliquias (cráneo, huesos de la columna y extremidades), debido a tan continuo trasiego, por seguridad se han trasladado al Palacio Arzobispal. Este año jubilar, se ha colocado una en el altar principal (Reliquia astilla de vértebra dorsal)

Debido a la veneración profesada por el Cardenal Landázuri al Santo está enterrado en el nicho que él mismo costeó en esta capilla, tras la delicada carta de solicitud al Cabildo. Una lápida recuerda su deseo de restaurar la capilla: "Esta Capilla de Santo Toribio fue restaurada el año del Señor de 1979 en conmemoración del IV Centenario del nombramiento episcopal del Santo, siendo Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Sr. Cardenal Juan Landázuri Rikkets. Pax et bonum". En la lápida de su sepultura figura esta sencilla leyenda: "Emmo. Señor Cardenal Juan Landázuri Rikkets , O.F.M., XXX Arzobispo de Lima y Primado del Perú, 19-12-1913, 18-01-1997. Paz y Bien".

A la entrada hay diversas lápidas que recuerdan los hitos más importantes. Así, una lápida de 23 de marzo de 1906, está dedicada al tercer centenario de la muerte, dando cuenta del prelado reinante, Dr. Manuel Tovar, la comisión organizadora de las fiestas (Manuel Segundo Ballón, Carlos García Irigoyen, Belisario A. Philipps, Ignacio Escudero, Rector del Seminario, José Toribio Polo y Guillermo Basombrío), así como una larga lista de protectores por sus donativos económicos: Arzobispo Manuel Tovar, Supremo Gobierno, Monasterio de la Concepción, Beaterio de Copacabana, Padres de la Compañía de Jesús, Seminario de Santo Toribio, Religiosas del Sagrado Corazón, Enriqueta Bolívar de Soria, Carlos García Irigoyen, Alejandro Aramburu, Belisario Philipps, amador Sotomayor, Miguel Ortiz y Arnáez, Julio Zárate, Jaime Tovar, José M. Samamé, Religiosas de las Descalzas, Convento de Santa Catalina, Santo Domingo, San Agustín, Unión Católica de Señoras, Unión Católica de Caballeros, Universidad Mayor de San Marcos, Consejo Católico del Apostolado de la Prensa, MM. Terciarias de Santo Tomás, MM. De San José de Cluny, Jesús Beltrán de Elías, Carlos M. Elías, Toribio Elías.

 b. Lápidas y recuerdos. El 16 de marzo de 1979, con motivo del IV Centenario de su nombramiento episcopal se colocó lápida conmemorativa con un texto semblanza de su vida, encabezado por su escudo episcopal. Ese mismo año se colocó en otra lápida un texto del Papa Juan Pablo II, pronunciado el 27 de enero de 1979 en la Basílica de Guadalupe, México, en el marco del la III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano:Otra efemérides notable fue el Concilio Limense. Otra lápida, ilustrada con un medallón de mármol con su efigie recuerda su patronazgo del episcopado latinoamericano. Su Santidad el Papa Juan Pablo II, por iniciativa del Eminentísimo Señor Cardenal Juan Landázuri Ricketts, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, y a pedido unánime de la Conferencia Episcopal Peruana y del Consejo Episcopal Latinoamericano declaró a Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo, II Arzobispo de Lima, PATRON DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO. Roma, 10 de mayo de 1983, Laus Deo.

 c. Ara de Altar en que celebró Misa. La preciada reliquia corresponde al ara de altar sobre la que celebró muchas veces la Santa Misa el segundo arzobispo de Lima, Santo Toribio Alfonso Mogrovejo. d. Capilla de Pizarro. La Primera: capilla recuerda al fundador de la ciudad y la catedral, Pizarro. Aquí estaba enterrada también la hermana de Santo Toribio, Grimanesa. Hay un mosaico del Santo.

 e. Documentos: Actas Capitulares, Consueta, Concilios y Sínodos, Libro de la Visita, Reales Cédulas, documentos sobre su proceso de canonización. 

 f. Sala capitular y sacristía En la sacristía se revestiría Santo Toribio de los ornamentos litúrgicos para salir a bendecir la nueva obra catedralicia en 1604. En la Sala capitular figura su retrato en compañía del retrato de todos los arzobispos; su retrato lleva una hermosa leyenda alrededor que lo dice todo: " Fue muy limosnero, sin reservarse ni aun su camisa, obispo de Lima y padre de pobres".. Su retrato fue hecho por el clérigo pintor Juan Bautista Planeta en 1635, por encargo del Cabildo, y para enviarlo al Papa.

g. En el Museo de Monseñor Alberto Brazzini, cuadro del milagro del agua de Macate, un óleo del S. XIX de Francisco Masías, año 1875, que está siendo reprodu

 h. Capilla del Baptisterio. La primera por la izquierda, justo enfrente de la capilla de Pizarro. En el cuadro Apoteosis de la Iglesia Limeña , imagen de Santo Toribio, junto a Santa Rosa y San Francisco Solano y otros beatos y siervos de Dios peruanos que reciben el homenaje de un ángel que desciende de los cielos y les ofrece una lluvia de rosas. Encima del gran cuadro, en el tímpano de un frontón semicircular se rememora un bautizo y confirmación administrados por el Santo a indios de la sierra y de la selva. El autor del cuadro es el célebre presbítero Matías Maestro.

  i.Vitral en lo alto de la fachada de entrada de la  nave principal. j. Cripta: Están enterrados todos los arzobispos de Lima, excepto Santo Toribio y Monseñor Lissón (que lo está en la capilla de los santos peruanos).José Antonio Benito (ucss.edu.pe; www.arzobispadodelima.org; jbenito@ucss.edu.pe)

Laudato si (Alabado sea, sobre el cuidado de la casa común), nueva encíclica del Papa Francisco sobre

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DEFENSORES  DEL PATRIMONIO NATURAL

Los  puntos clave de «Laudato si'», la encíclica ecológica del Papa

JUAN VICENTE BOO / CORRESPONSAL EN EL VATICANO Día 18/06/2015

 

Reconoce que la sociedad está cambiando y que es momento de controlar la contaminación para cuidar el clima-

La nueva encíclica del Papa, dedicada a la protección del medio ambiente, que ha sido presentada este jueves 18 de junio busca sacudir las conciencias de «todos» e influir en la próxima Cumbre del Clima de París, que se celebra a final de año y persigue cerrar un acuerdo mundial que sustituya al Protocolo de Kioto. La presentación, que ha tenido lugar en el Aula Nueva del Sínodo, en el Vaticano, se produce después de que el documento fuera filtrado el pasado lunes por un semanario italiano. En este documento, que se ha convertido en la primera encíclica sobre ecología en la historia de la Iglesia, el Papa se enfrenta a las empresas petroleras y a los poderosos mercados financieros sin pelos en la legua, y pide a todos los ciudadanos del planeta un cambio de estilo de vida. No se trata solo de mitigar los desastres del cambio climático sino de impedir que «la tierra, nuestra casa, se transforme en un inmenso depósito de inmundicias». Estos son sus puntos clave:

1. Laudato si', mi' Signore » – « Alabado seas, mi Señor », cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos. (…) 2. Esta hermana clama por el daño que le provocamos a causa del uso irresponsable…

8. El Patriarca Bartolomé (…)se ha expresado repetidamente de una manera firme y estimulante, invitándonos a reconocer los pecados contra la creación: « Que los seres humanos destruyan la diversidad biológica en la creación divina; que los seres humanos degraden la integridad de la tierra y contribuyan al cambio climático, desnudando la tierra de sus bosques naturales o destruyendo sus zonas húmedas; que los seres humanos contaminen las aguas, el suelo, el aire. Todos estos son pecados ».

19. Después de un tiempo de confianza irracional en el progreso y en la capacidad humana, una parte de la sociedad está entrando en una etapa de mayor conciencia. (…) Hagamos un recorrido, que será ciertamente incompleto, por aquellas cuestiones que hoy nos provocan inquietud y que ya no podemos esconder debajo de la alfombra.

21. Hay que considerar también la contaminación producida por los residuos, incluyendo los desechos peligrosos presentes en distintos ambientes. Se producen cientos de millones de toneladas de residuos por año, muchos de ellos no biodegradables: residuos domésticos y comerciales, residuos de demolición, residuos clínicos, electrónicos e industriales, residuos altamente tóxicos y radioactivos. La tierra, nuestra casa, parece convertirse cada vez más en un inmenso depósito de porquería.

23. El clima es un bien común, de todos y para todos. A nivel global, es un sistema complejo relacionado con muchas condiciones esenciales para la vida humana. Hay un consenso científico muy consistente que indica que nos encontramos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. (…) Es verdad que hay otros factores (como el vulcanismo, las variaciones de la órbita y del eje de la Tierra o el ciclo solar), pero numerosos estudios científicos señalan que la mayor parte del calentamiento global de las últimas décadas se debe a la gran concentración de gases de efecto invernadero (anhídrido carbónico, metano, óxidos de nitrógeno y otros) emitidos sobre todo a causa de la actividad humana. Al concentrarse en la atmósfera, impiden que el calor de los rayos solares reflejados por la tierra se disperse en el espacio.

26. Muchos de aquellos que tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas (…). Por eso se ha vuelto urgente e imperioso el desarrollo de políticas para que en los próximos años la emisión de anhídrido carbónico y de otros gases altamente contaminantes sea reducida drásticamente, por ejemplo, reemplazando la utilización de combustibles fósiles y desarrollando fuentes de energía renovable.

33. Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana.

54. Llama la atención la debilidad de la reacción política internacional. El sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas se muestra en el fracaso de las Cumbres mundiales sobre medio ambiente. Hay demasiados intereses particulares y muy fácilmente el interés económico llega a prevalecer sobre el bien común y a manipular la información para no ver afectados sus proyectos.

93. Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. (…) El principio de la subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes (Juan Pablo II, Encíclica "Laborem exercens", 1981).

211. Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida. La educación en la responsabilidad ambiental puede alentar diversos comportamientos que tienen una incidencia directa e importante en el cuidado del ambiente, como evitar el uso de material plástico y de papel, reducir el consumo de agua, separar los residuos, cocinar sólo lo que razonablemente se podrá comer, tratar con cuidado a los demás seres vivos, utilizar transporte público o compartir un mismo vehículo entre varias personas, plantar árboles, apagar las luces innecesarias.

225. a. La naturaleza está llena de palabras de amor, pero ¿cómo podremos escucharlas en medio del ruido constante, de la distracción permanente y ansiosa, o del culto a la apariencia? Muchas personas experimentan un profundo desequilibrio que las mueve a hacer las cosas a toda velocidad para sentirse ocupadas, en una prisa constante que a su vez las lleva a atropellar todo lo que tienen a su alrededor. Esto tiene un impacto en el modo como se trata al ambiente.

[Texto completo] http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

TAREA:¿Cómo podemos aplicarlo aquí y ahora en el Perú y en nosotros?

Resumen de la encíclica Laudato Si'

Jueves, 18 de Junio de 2015 12:00 |  

Este texto se ofrece como apoyo para una primera lectura de la Encíclica, ayudando a tener una visión de conjunto y detectar las líneas de fondo. En primer lugar se ofrece una presentación de Laudato si' en conjunto, y luego se realiza un recorrido por cada capítulo. En él se señala su objetivo y reproduce algunos párrafos clave. Los números entre paréntesis remiten a los párrafos de la Encíclica. Al final de este resumen se recoge el índice completo.

Una visión general

«¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?» (n. 160). Esta pregunta está en el centro de Laudato si', la esperada Encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común. Y continúa: «Esta pregunta no afecta sólo al ambiente de manera aislada, porque no se puede plantear la cuestión de modo fragmentario», y nos conduce a interrogarnos sobre el sentido de la existencia y el valor de la vida social: «¿Para qué pasamos por este mundo? ¿para qué vinimos a esta vida? ¿para qué trabajamos y luchamos? ¿para qué nos necesita esta tierra?»: si no nos planteamos estas preguntas de fondo -dice el Pontífice – «no creo que nuestras preocupaciones ecológicas puedan obtener resultados importantes».

La Encíclica toma su nombre de la invocación de san Francisco, «Laudato si', mi' Signore», que en el Cántico de las creaturas recuerda que la tierra, nuestra casa común, «es también como una hermana con la que compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos » (1). Nosotros mismos «somos tierra (cfr Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está formado por elementos del planeta, su aire nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura» (2).

Pero ahora esta tierra maltratada y saqueada clama (2) y sus gemidos se unen a los de todos los abandonados del mundo. El Papa Francisco nos invita a escucharlos, llamando a todos y cada uno –individuos, familias, colectivos locales, nacionales y comunidad internacional– a una "conversión ecológica", según expresión de San Juan Pablo II, es decir, a «cambiar de ruta», asumiendo la urgencia y la hermosura del desafío que se nos presenta ante el «cuidado de la casa común». Al mismo tiempo, el papa Francisco reconoce que «se advierte una creciente sensibilidad con respecto al ambiente y al cuidado de la naturaleza, y crece una sincera y dolorosa preocupación por lo que está ocurriendo con nuestro planeta» (19), permitiendo una mirada de esperanza que atraviesa toda la Encíclica y envía a todos un mensaje claro y esperanzado: «La humanidad tiene aún la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común» (13); «el ser humano es todavía capaz de intervenir positivamente» (58); «no todo está  perdido, porque los seres humanos, capaces de degradarse hasta el extremo, pueden también superarse, volver a elegir el bien y regenerarse » (205).

El Papa Francisco se dirige, claro está, a los fieles católicos, retomando las palabras de San Juan Pablo II: «los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador, forman parte de su fe» (64), pero se propone «especialmente entrar en diálogo con todos sobre nuestra casa común» (3): el diálogo aparece en todo el texto, y en el capítulo 5 se vuelve instrumento para afrontar y resolver los problemas. Desde el principio el papa Francisco recuerda que también «otras Iglesias y Comunidades cristianas –como también otras religiones– han desarrollado una profunda preocupación y una valiosa reflexión» sobre el tema de la ecología (7). Más aún, asume explícitamente su contribución a partir de la del «querido Patriarca Ecuménico Bartolomé» (7), ampliamente citado en los nn. 8-9. En varios momentos, además, el Pontífice agradece a los protagonistas de este esfuerzo –tanto individuos como asociaciones o instituciones–, reconociendo que «la reflexión de innumerables científicos, filósofos, teólogos y organizaciones sociales [ha] enriquecido el pensamiento de la Iglesia sobre estas cuestiones» (7) e invita a todos a reconocer «la riqueza que las religiones pueden ofrecer para una ecología integral y para el desarrollo pleno del género humano» (62).

El recorrido de la Encíclica está trazado en el n. 15 y se desarrolla en seis capítulos. A partir de la escucha de la situación a partir de los mejores conocimientos científicos disponibles hoy (cap. 1), recurre a la luz de la Biblia y la tradición judeo-cristiana (cap. 2), detectando las raíces del problema (cap. 3) en la tecnocracia y el excesivo repliegue autorreferencial del ser humano. La propuesta de la Encíclica (cap. 4) es la de una «ecología integral, que incorpore claramente las dimensiones humanas y sociales» (137), inseparablemente vinculadas con la situación ambiental. En esta perspectiva, el Papa Francisco propone (cap. 5) emprender un diálogo honesto a todos los niveles de la vida social, que facilite procesos de decisión transparentes. Y recuerda (cap. 6) que ningún proyecto puede ser eficaz si no está animado por una conciencia formada y responsable, sugiriendo principios para crecer en esta dirección a nivel educativo, espiritual, eclesial, político y teológico. El texto termina con dos oraciones, una que se ofrece para ser compartida con todos los que creen en «un Dios creador omnipotente» (246), y la otra propuesta a quienes profesan la fe en Jesucristo, rimada con el estribillo «Laudato si'», que abre y cierra la Encíclica.

El texto está atravesado por algunos ejes temáticos, vistos desde variadas perspectivas, que le dan una fuerte coherencia interna: «la íntima relación entre los pobres y la fragilidad del planeta, la convicción de que en el mundo todo está conectado, la crítica al nuevo paradigma y a las formas de poder que derivan de la tecnología, la invitación a buscar otros modos de  entender la economía y el progreso, el valor propio de cada criatura, el sentido humano de la ecología, la necesidad de debates sinceros y honestos, la grave responsabilidad de la política internacional y local, la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida.» (16).

Capítulo 1 – «Lo que le está pasando a nuestra casa»

El capítulo asume los descubrimientos científicos más recientes en materia ambiental como manera de escuchar el clamor de la creación, para «convertir en sufrimiento personal lo que le pasa al mundo, y así reconocer cuál es la contribución que cada uno puede aportar» (19). Se acometen así «varios aspectos de la actual crisis ecológica» (15).

EI cambio climático: «El cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales, sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad» (25). Si «el clima es un bien común, de todos y para todos» (23), el impacto más grave de su alteración recae en los más pobres, pero muchos de los que «tienen más recursos y poder económico o político parecen concentrarse sobre todo en enmascarar los problemas o en ocultar los síntomas» (26): «La falta de reacciones ante estos dramas de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad civil» (25).

La cuestión del agua: El Papa afirma sin ambages que «el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos». Privar a los pobres del acceso al agua significa «negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable» (30).

La pérdida de la biodiversidad: «Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre» (33). No son sólo eventuales "recursos" explotables, sino que tienen un valor en sí mismos. En esta perspectiva «son loables y a veces admirables los esfuerzos de científicos y técnicos que tratan de aportar soluciones a los problemas creados por el ser humano», pero esa intervención humana, cuando se pone al servicio de las finanzas y el consumismo, «hace que la tierra en que vivimos se vuelva menos rica y bella, cada vez más limitada y gris » (34).

La deuda ecológica: en el marco de una ética de las relaciones internacionales, la Encíclica indica que existe «una auténtica deuda ecológica» (51), sobre todo del Norte en relación con el Sur del mundo. Frente al cambio climático hay «responsabilidades diversificadas» (52), y son mayores las de los países desarrollados.

Conociendo las profundas divergencias que existen respecto a estas problemáticas, el Papa Francisco se muestra profundamente impresionado por la «debilidad de las reacciones» frente a los dramas de tantas personas y poblaciones. Aunque no faltan ejemplos positivos (58), señala «un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad» (59). Faltan una cultura  adecuada (53) y la disposición a cambiar de estilo de vida, producción y consumo (59), a la vez que urge «crear un sistema normativo que [...] asegure la protección de los ecosistemas» (53).

Capítulo segundo – El Evangelio de la creación

Para afrontar la problemática ilustrada en el capítulo anterior, el Papa Francisco relee los relatos de la Biblia, ofrece una visión general que proviene de la tradición judeo-cristiana y articula la «tremenda responsabilidad» (90) del ser humano respecto a la creación, el lazo íntimo que existe entre todas las creaturas, y el hecho de que «el ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos» (95).

En la Biblia, «el Dios que libera y salva es el mismo que creó el universo», y «en Él se conjugan el cariño y el vigor» (73). El relato de la creación es central para reflexionar sobre la relación entre el ser humano y las demás criaturas, y sobre cómo el pecado rompe el equilibrio de toda la creación en su conjunto. «Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado» (66).

Por ello, aunque «si es verdad que algunas veces los cristianos hemos interpretado incorrectamente las Escrituras, hoy debemos rechazar con fuerza que, del hecho de ser creados a imagen de Dios y del mandato de dominar la tierra, se deduzca un dominio absoluto sobre las demás criaturas» (67). Al ser humano le corresponde «"labrar y cuidar" el jardín del mundo (cf. Gn 2,15)» (67), sabiendo que «el fin último de las demás criaturas no somos nosotros. Pero todas avanzan, junto con nosotros y a través de nosotros, hacia el término común, que es Dios» (83).

Que el ser humano no sea patrón del universo «no significa igualar a todos los seres vivos y quitarle al ser humano ese valor peculiar» que lo caracteriza ni «tampoco supone una divinización de la tierra que nos privaría del llamado a colaborar con ella y a proteger su fragilidad» (90). En esta perspectiva «todo ensañamiento con cualquier criatura "es contrario a la dignidad humana"» (92), pero «no puede ser real un sentimiento de íntima unión con los demás seres de la naturaleza si al mismo tiempo en el corazón no hay ternura, compasión y preocupación por los seres humanos» (91). Es necesaria la conciencia de una comunión universal: «creados por el mismo Padre, todos los seres del universo estamos unidos por lazos invisibles y conformamos una especie de familia universal, [...] que nos mueve a un respeto sagrado, cariñoso y humilde» (89).

Concluye el capítulo con el corazón de la revelación cristiana: el «Jesús terreno» con su «relación tan concreta y amable con las cosas» está «resucitado y glorioso, presente en toda la creación con su señorío universal» (100).

Capítulo tercero – La raíz humana de la crisis ecológica

Este capítulo presenta un análisis de la situación actual «de manera que no miremos sólo los síntomas sino también las causas más profundas» (15), en un diálogo con la filosofía y las ciencias humanas.

Un primer fundamento del capítulo son las reflexiones sobre la tecnología: se le reconoce con gratitud su contribución al mejoramiento de las condiciones de vida (102-103), aunque también da «a quienes tienen el conocimiento, y sobre todo el poder económico para utilizarlo, un dominio impresionante sobre el conjunto de la humanidad y del mundo entero» (104). Son justamente las lógicas de dominio tecnocrático las que llevan a destruir la naturaleza y a explotar a las personas y las poblaciones más débiles. «El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política» (109), impidiendo reconocer que «el mercado por sí mismo no garantiza el desarrollo humano integral y la inclusión social» (109).

En la raíz de todo ello puede diagnosticarse en la época moderna un exceso de antropocentrismo (116): el ser humano ya no reconoce su posición justa respecto al mundo, y asume una postura autorreferencial, centrada exclusivamente en sí mismo y su poder. De ello deriva una lógica "usa y tira" que justifica todo tipo de descarte, sea éste humano o ambiental, que trata al otro y a la naturaleza como un simple objeto y conduce a una infinidad de formas de dominio. Es la lógica que conduce a la explotación infantil, el abandono de los ancianos, a reducir a otros a la esclavitud, a sobrevalorar las capacidades del mercado para autorregularse, a practicar la trata de seres humanos, el comercio de pieles de animales en vías de extinción, y de "diamantes ensangrentados". Es la misma lógica de muchas mafias, de los traficantes de órganos, del narcotráfico y del descarte de niños que no responde al deseo de sus padres (123).

Desde esta perspectiva, la Encíclica afronta dos problemas cruciales para el mundo de hoy. En primer lugar, el trabajo: «En cualquier planteo sobre una ecología integral, que no excluya al ser humano, es indispensable incorporar el valor del trabajo» (124), pues «Dejar de invertir en las personas para obtener un mayor rédito inmediato es muy mal negocio para la sociedad» (128).

En segundo lugar, los límites del progreso científico, con clara referencia a los Objetivos Generales del Milenio (132-136), que son «una cuestión ambiental de carácter complejo» (135). Si bien «en algunas regiones su utilización ha provocado un crecimiento económico que ayudó a resolver problemas, hay dificultades importantes que no deben ser relativizadas» (134), por ejemplo «una concentración de tierras productivas en manos de pocos» (134). El Papa Francisco piensa en particular en los pequeños productores y en los trabajadores del campo, en la biodiversidad, en la red de ecosistemas. Es por ello necesario asegurar «una discusión científica y social que sea responsable y amplia, capaz de considerar toda la información disponible y de llamar a las cosas por su nombre», a partir de «líneas de investigación libre e interdisciplinaria» (135).

Capítulo cuarto – Una ecología integral

El núcleo de la propuesta de la Encíclica es una ecología integral como nuevo paradigma de justicia, una ecología que «incorpore el lugar peculiar del ser humano en este mundo y sus relaciones con la realidad que lo rodea» (15). De hecho no podemos «entender la naturaleza como algo separado de nosotros o como un mero marco de nuestra vida» (139). Esto vale para todo lo que vivimos en distintos campos: en la economía y en la política, en las distintas culturas, en especial las más amenazadas, e incluso en todo momento de nuestra vida cotidiana.

La perspectiva integral incorpora también una ecología de las instituciones. «Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana: "Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales"» (142).

Con muchos ejemplos concretos el Papa Francisco ilustra su pensamiento: hay un vínculo entre los asuntos ambientales y cuestiones sociales humanas, y ese vínculo no puede romperse. Así pues, «el análisis de los problemas ambientales es inseparable del análisis de los contextos humanos, familiares, laborales, urbanos, y de la relación de cada persona consigo misma» (141), porque «no hay dos crisis separadas, una ambiental y la otra social, sino una única y compleja crisis socio-ambiental» (139).

Esta ecología ambiental «es inseparable de la noción de bien común» (156), que debe comprenderse de manera concreta: en el contexto de hoy en el que «donde hay tantas inequidades y cada vez son más las personas descartables, privadas de derechos humanos básicos», esforzarse por el bien común significa hacer opciones solidarias sobre la base de una «opción preferencial por los más pobres» (158). Este es el mejor modo de dejar un mundo sostenible a las próximas generaciones, no con las palabras, sino por medio de un compromiso de atención hacia los pobres de hoy como había subrayado Benedicto XVI: «además de la leal solidaridad intergeneracional, se ha de reiterar la urgente necesidad moral de una renovada solidaridad intrageneracional» (162).

La ecología integral implica también la vida cotidiana, a la cual la Encíclica dedica una especial atención, en particular en el ambiente urbano. El ser humano tiene una enorme capacidad de adaptación y «es admirable la creatividad y la generosidad de personas y grupos que son capaces de revertir los límites del ambiente, [...] aprendiendo a orientar su vida en medio del desorden y la precariedad» (148). Sin embargo, un desarrollo auténtico presupone un mejoramiento integral en la calidad de la vida humana: espacios públicos, vivienda, transportes, etc. (150-154).

También «nuestro propio cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común; mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio» (155).

Capítulo quinto – Algunas líneas orientativas y de acción

Este capítulo afronta la pregunta sobre qué podemos y debemos hacer. Los análisis no bastan: se requieren propuestas «de diálogo y de acción que involucren tanto a cada uno de nosotros como a la política internacional» (15) y «que nos ayuden a salir de la espiral de autodestrucción en la que nos estamos sumergiendo» (163). Para el Papa Francisco es imprescindible que la construcción de caminos concretos no se afronte de manera ideológica, superficial o reduccionista. Para ello es indispensable el diálogo, término presente en el título de cada sección de este capítulo: «Hay discusiones sobre cuestiones relacionadas con el ambiente, donde es difícil alcanzar consensos. [...] la Iglesia no pretende definir las cuestiones científicas ni sustituir a la política, pero [yo] invito a un debate honesto y transparente, para que las necesidades particulares o las ideologías no afecten al bien común" (188).

Sobre esta base el Papa Francisco no teme formular un juicio severo sobre las dinámicas internacionales recientes: «las Cumbres mundiales sobre el ambiente de los últimos años no respondieron a las expectativas porque, por falta de decisión política, no alcanzaron acuerdos ambientales globales realmente significativos y eficaces» (166). Y se pregunta «¿Para qué se quiere preservar hoy un poder que será recordado por su incapacidad de intervenir cuando era urgente y necesario hacerlo? (57). Son necesarios, como los Pontífices han repetido muchas veces a partir de la Pacem in terris, formas e instrumentos eficaces de gobernanza global (175): «necesitamos un acuerdo sobre los regímenes de gobernanza global para toda la gama de los llamados "bienes comunes globales"» (174), dado que «"la protección ambiental no puede asegurarse sólo en base al cálculo financiero de costos y beneficios. El ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente"» (190, que cita las palabras del Compendio de la doctrina social de la Iglesia).

Igualmente en este capítulo, el Papa Francisco insiste sobre el desarrollo de procesos de decisión honestos y transparentes, para poder "discernir" las políticas e iniciativas empresariales que conducen a un «auténtico desarrollo integral» (185). En particular, el estudio del impacto ambiental de un nuevo proyecto «requiere procesos políticos transparentes y sujetos al diálogo, mientras la corrupción, que esconde el verdadero impacto ambiental de un proyecto a cambio de favores, suele llevar a acuerdos espurios que evitan informar y debatir ampliamente» (182).

La llamada a los que detentan encargos políticos es particularmente incisiva, para que eviten «la lógica eficientista e inmediatista» (181) que hoy predomina. Pero «si se atreve a hacerlo, volverá a reconocer la dignidad que Dios le ha dado como humano y dejará tras su paso por esta historia un testimonio de generosa responsabilidad» (181).

Capítulo sexto – Educación y espiritualidad ecológica

El capítulo final va al núcleo de la conversión ecológica a la que nos invita la Encíclica. La raíz de la crisis cultural es profunda y no es fácil rediseñar hábitos y comportamientos. La educación y la formación siguen siendo desafíos básicos: «todo cambio necesita motivaciones y un camino educativo» (15). Deben involucrarse los ambientes educativos, ante todo «la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis» (213).

El punto de partida es "apostar por otro estilo de vida" (203-208), que abra la posibilidad de «ejercer una sana presión sobre quienes detentan el poder político, económico y social» (206). Es lo que sucede cuando las opciones de los consumidores logran «modificar el comportamiento de las empresas, forzándolas a considerar el impacto ambiental y los patrones de producción» (206).

No se puede minusvalorar la importancia de cursos de educación ambiental capaces de cambiar los gestos y hábitos cotidianos, desde la reducción en el consumo de agua a la separación de residuos o el «apagar las luces innecesarias» (211). «Una ecología integral también está hecha de simples gestos cotidianos donde rompemos la lógica de la violencia, del aprovechamiento, del egoísmo» (230). Todo ello será más sencillo si parte de una mirada contemplativa que viene de la fe. «Para el creyente, el mundo no se contempla desde afuera sino desde adentro, reconociendo los lazos con los que el Padre nos ha unido a todos los seres. Además, haciendo crecer las capacidades peculiares que Dios le ha dado, la conversión ecológica lleva al creyente a desarrollar su creatividad y su entusiasmo» (220).

Vuelve la línea propuesta en la Evangelii Gaudium: «La sobriedad, que se vive con libertad y conciencia, es liberadora» (223), así como «la felicidad requiere saber limitar algunas necesidades que nos atontan, quedando así disponibles para las múltiples posibilidades que ofrece la vida» (223). De este modo se hace posible «sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos» (229).

Los santos nos acompañan en este camino. San Francisco, mencionado muchas veces, es el «ejemplo por excelencia del cuidado por lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría» (10). Pero la Encíclica recuerda también a san Benito, santa Teresa de Lisieux y al beato Charles de Foucauld. Después de laLaudato si', el examen de conciencia –instrumento que la Iglesia ha aconsejado para orientar la propia vida a la luz de la relación con el Señor– deberá incluir una nueva dimensión, considerando no sólo cómo se vive la comunión con Dios, con los otros y con uno mismo, sino también con todas las creaturas y la naturaleza.

ÍNDICE

Laudato si' mi' Signore (1-2)

Nada de este mundo nos es indiferente (3-6)

Unidos por la misma preocupación (7-9)

San Francisco de Asís (10-12)

Mi llamado (13-16)

Capítulo primero Lo que le está pasando a nuestra casa

I. Calentamiento global y contaminación Contaminación, basura y cultura del descarte (20-22) El clima como bien común (23-26)

II. La cuestión del agua (27-31)

III. Pérdida de biodiversidad (32-42)

IV. Deterioro de la calidad de la vida humana y decadencia social (43-47)

V. Inequidad planetaria (48-52)

VI. La debilidad de las reacciones (53-59)

VII. Diversidad de opiniones (60-61)

Capítulo segundo El evangelio de la creación (62)

I. La luz que ofrece la fe (63-64)

II. La sabiduría de los relatos bíblicos (65-75)

III. El misterio del universo (73-83)

IV. El mensaje de cada criatura en la armonía de todo lo creado (84-88)

V. Una comunión universal (89-92)

VI. El destino común de los bienes (93-95)

VII. La mirada de Jesús (96-100)

Capítulo tercero La raíz humana de la crisis ecológica (101)

I. La tecnología: creatividad y poder (102-105)

II. La globalización del paradigma tecnológico (106-114)

III. Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno (115-121)

4.1. El relativismo práctico (122-123)

4.2. La necesidad de preservar el trabajo (124-129)

4.3. La innovación biológica a partir de la investigación (130-136)

Capítulo cuarto Una ecología integral (137)

1. Ecología ambiental, económica y social (138-142)

2. La ecología cultural (143-146)

3. La ecología humana y el espacio de la vida cotidiana (147-155)

4. El principio del bien común (156-158)

5. Una justicia intergeneracional bien entendida (159-162)

Capítulo quinto Algunas líneas de orientación y acción (163)

I. El diálogo sobre el ambiente en la política internacional (164-175)

II. El diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales (176-181)

III. Favorecer debates sinceros y honestos (182-188)

IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana (189-198)

V. Las religiones en el diálogo con las ciencias (199-201)

Capítulo sexto Educación y espiritualidad ecológica (202)

1. Apostar por otro estilo de vida (203-208)

2. Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente (209-215)

3. La conversión ecológica (216-221)

4. Gozo y paz (222-227)

5. El amor civil y político (228-232)

6. Los signos sacramentales y el descanso celebrativo (233-237)

7. La Trinidad y la relación entre las criaturas (238-240)

8. La Reina de todo lo creado (241-242)

9. Más allá del sol (243-246)

 

Oración interreligiosa por nuestra tierra

Oración cristiana con la creación

[Texto completo] http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

UNA JOYA A PUNTO DE BRILLAR. Se organiza el Archivo de la provincia dominica de San Juan Bautista del Perú

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UNA JOYA A PUNTO DE BRILLAR

Se organiza el Archivo de la provincia dominica de San Juan Bautista del  Perú


Bastaría con saber que los dos primeros obispos Vicente Valverde y Jerónimo de Loayza son dominicos o que Santa Rosa y San Martín anduvieron por estos lares y están bien documentados en su vida y procesos de canonización. Pero no está de más recordar que la Universidad Nacional Mayor de San Marcos tiene su cuna aquí y que la también Universidad San Martín nació por obra del dominico Vicente Sánchez Valer y que todo está aquí bien documentado.

Y si consideramos sus conventos, parroquias, colegios, cofradías y hermandades, instituciones, publicaciones, prensa, radio, sermones,…veremos que este archivo es un auténtico tesoro de ciencia, humanidad, santidad, peruanidad.

Mucho sabe de esto el infatigable Padre Angulo o el P. Guillermo Álvarez, pero quien realmente conoce su potencialidad y todo lo que va apareciendo a medida que se va organizando es el infatigable archivero Melecio Tineo Morón, quien, por iniciativa del provincial P. Juan José Salaverry, va dando forma a este riquísimo archivo que, meses atrás era un almacén de trastos y poco a poco va luciendo como un archivo de primera. Deseamos que para el octavo centenario de la Orden, en el 2016, esté organizado, catalogado y pueda dar servicio al público como tienen programado.

Por mi parte, quiero agradecer la invitación a visitarlo y compartirle que la documentación es de primer nivel. Sean bulas, profesiones, testamentos, actas de capítulos, sermones manuscritos, novenas y panegíricos, escritos de religiosos de la Orden, fincas, misiones, procesos de beatificación…y mil y una sorpresa como una carta autógrafa del generalísimo José de San Martín en 1821 y que fue catalogada por el P. Angulo. 

EL PAPA FRANCISCO EN SU ENCÍCLICA "LAUDATO SI" NOS ALIENTA A CUSTODIAR EL PATRIMONIO CULTURAL VIVIENDO UNA "ECOLOGÍA CULTURAL"

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http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

II. Ecología cultural

143. Junto con el patrimonio natural, hay un patrimonio histórico, artístico y cultural, igualmente amenazado. Es parte de la identidad común de un lugar y una base para construir una ciudad habitable. No se trata de destruir y de crear nuevas ciudades supuestamente más ecológicas, donde no siempre se vuelve deseable vivir. Hace falta incorporar la historia, la cultura y la arquitectura de un lugar, manteniendo su identidad original. Por eso, la ecología también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad en su sentido más amplio. De manera más directa, reclama prestar atención a las culturas locales a la hora de analizar cuestiones relacionadas con el medio ambiente, poniendo en diálogo el lenguaje científico-técnico con el lenguaje popular. Es la cultura no sólo en el sentido de los monumentos del pasado, sino especialmente en su sentido vivo, dinámico y participativo, que no puede excluirse a la hora de repensar la relación del ser humano con el ambiente.

144. La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad. Por eso, pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las problemáticas locales, que requieren la intervención activa de los habitantes. Los nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la misma cultura local. Así como la vida y el mundo son dinámicos, el cuidado del mundo debe ser flexible y dinámico. Las soluciones meramente técnicas corren el riesgo de atender a síntomas que no responden a las problemáticas más profundas. Hace falta incorporar la perspectiva de los derechos de los pueblos y las culturas, y así entender que el desarrollo de un grupo social supone un proceso histórico dentro de un contexto cultural y requiere del continuado protagonismo de los actores sociales locales desde su propia cultura. Ni siquiera la noción de calidad de vida puede imponerse, sino que debe entenderse dentro del mundo de símbolos y hábitos propios de cada grupo humano.

145. Muchas formas altamente concentradas de explotación y degradación del medio ambiente no sólo pueden acabar con los recursos de subsistencia locales, sino también con capacidades sociales que han permitido un modo de vida que durante mucho tiempo ha otorgado identidad cultural y un sentido de la existencia y de la convivencia. La desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal. La imposición de un estilo hegemónico de vida ligado a un modo de producción puede ser tan dañina como la alteración de los ecosistemas.

146. En este sentido, es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores. Cuando permanecen en sus territorios, son precisamente ellos quienes mejor los cuidan. Sin embargo, en diversas partes del mundo, son objeto de presiones para que abandonen sus tierras a fin de dejarlas libres para proyectos extractivos y agropecuarios que no prestan atención a la degradación de la naturaleza y de la cultura.

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