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SÍNODOS Y CONCILIOS AMERICANOS (1551-1622) CONTRA LA IDOLATRIA, CON ESPECIAL MENCIÓN A SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO

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SÍNODOS Y CONCILIOS AMERICANOS (1551-1622) CONTRA  LA IDOLATRIA, CON ESPECIAL MENCIÓN A SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO[1]

                                                                               

JOSÉ ANTONIO BENITO RODRÍGUEZ

 

 

I.                   LA IDOLATRÍA EN TIEMPOS DE LOAYZA Y MOGROVEJO TORIBIO

II.      LA BUENA SEMILLA Y LA CIZAÑA EN LOS PRIMEROS TIEMPOS

III.             ACTITUD DE SANTO TORIBIO FRENTE A LA IDOLATRÍA SEGÚN LOS TESTIGOS DEL PROCESO DE BEATIFICACIÓN[2]

IV.             LEGISLACIÓN SINODAL CONTRA LA IDOLATRÍA

 

1.      Quitar los obstáculos destruyendo sus huacas

2.      Predicación especial a los agentes idolátricos

3.      Rodearse de colaboradores eficaces para campañas contrarias

4.      Cortar con ritos supersticiosos paraidolátricos 

5.      Cortar borracheras como origen de la idolatría

6.      Trato privilegiado y favorable

7.      Sustituir costumbres idolátricas por otras cristianas

 

V.                "SORPRESA" DE LOBO GUERRERO Y CAMPAÑAS DE EXTIRPACIÓN

 

La evangelización americana constituye un formidable y complejo acontecimiento que ha permeado la sociedad entera del continente. Como el Papa Benedicto XVI señalase en la apertura del V CELAM, en Aparecida, el 13 de mayo del 2007:

 

"la fe en Dios ha animado la vida y la cultura de estos pueblos durante más de cinco siglos. Del encuentro de esa fe con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de este Continente expresada en el arte, la música, la literatura y, sobre todo, en las tradiciones religiosas y en la idiosincrasia de sus gentes, unidas por una misma historia y un mismo credo, y formando una gran sintonía en la diversidad de culturas y de lenguas".

 

Ésta es la realidad, la identidad cristiana de América. Pero, en el proceso de cristianización, junto a la tarea de predicar el mensaje cristiano como "buena noticia" estuvo presente la misión de custodiar y evaluar su fruto. Como en todo proyecto los objetivos requieren medios y a veces unos y otros se confunden, otras veces, para fines santos como pueden ser lograr la plenitud y felicidad de los fieles se emplean medios no tan santos como puede ser la coacción o forzada persuasión.

 

Desde la misma predicación evangélica Jesús de Nazaret habla de que junto a la siembra de la buena semilla está presente el mal de la cizaña (Mateo 13:24-52).El consejo del Maestro, entonces, fue dejarlos crecer hasta el momento de la siega. En América, y en concreto en el Perú, se arrojó la semilla a manos llenas. Se esperaba fruto abundante pero en ocasiones no se percibía y, buscando los porqués, casi todos parecían deberse a la cizaña de la idolatría, y como la mala yerba había que arrancarla o si se consideraba como un tumor- extirparla.  

 

              La multisecular experiencia mágica religiosa prehispánica indígena -de cuya autenticidad nadie dudaba- planteará graves problemas a los misioneros y pobladores españoles. Hay que anotar de entrada, por ejemplo, la diferente mentalidad occidental, "depuradora" que selecciona lo más destacado prescindiendo de lo demás o concediéndole un valor secundario, y la mentalidad indígena "acumuladora"[3], que yuxtapone mitos y creencias. Tales diferencias culturales pesarán fuertemente a la hora de la evangelización, tema nuclear en los sínodos y concilios, de ahí que se recojan numerosos cánones relacionados con la idolatría -asunto de nuestro estudio- en los primeros sínodos y concilios convocados y celebrados en América especialmente por el Prelado Toribio Alfonso Mogrovejo.

 

Pocos historiadores y teólogos como el recordado Enrique Hurbano –a quienes dedicamos esta publicación- se han dedicado con tanto ahínco para adentrarse en el mundo de los misioneros, en su mentalidad, en sus métodos y técnicas de evangelización, en las políticas misionales de las autoridades políticas y religiosas. Yo solo quiero aportar algunos datos encontrados al hilo de mis estudios sobre Mogrovejo, segundo arzobispo de Lima. Comienzo con la sorpresiva constatación de su sucesor para intentar comprender cómo lo vivió el único de los primeros prelados de América elevado a los altares.

 

VI.             LA IDOLATRÍA EN TIEMPOS DE LOAYZA Y MOGROVEJO TORIBIO

 

            La práctica de la idolatría a ojos de los españoles conllevaba una ofensa continua y pública a Dios, era una transgresión flagrante de la ley natural y exigía en ocasiones cruentos sacrificios que había que evitar por todos los medios. Veamos  al respecto, la consideración que tiene del tema el P. José de Acosta, S.J.,  fiel secretario de Mogrovejo en el Tercer Concilio Limense y el teólogo más representativo del contexto que analizamos. La constata y pondera con amplitud en su popular obra De procuranda indorum salute:

 

"Para empezar, en nada hay que poner más empeño ni trabajar más asiduamente que en desarraigar completamente de los ya cristianos, o de los que van a serlo, todo amor e inclinación a la idolatría. Esa peste es el mayor de todos los males. Como dice el Sabio, es principio y fin de toda maldad; hace la guerra a la verdadera religión de todas las maneras. Es un factor de los más deplorables de la condición humana; no hay ningún otro veneno que, una vez bebido, penetre más íntimamente en las entrañas. No hay amor tan loco que tenga nadie a la ramera a la que ama torpemente, como el de la idolatría, cuando se nos clava en el alma la afición al ídolo" (V, 9.2).

"Para dar a entender cómo están los ánimos de estos desgraciados, no se me ocurren palabras bastantes. Más que imbuidos, están trastornados totalmente por sentimientos idolátricos. Ni en paz ni en guerra, ni en el descanso ni en el trabajo, ni en la vida pública ni en la privada, nada son capaces de hacer sin que vaya por delante el culto supersticioso a sus ídolos. No se regocijan en sus bodas ni lloran en sus entierros, no dan o reciben banquetes, no salen siquiera de casa ni comienzan el trabajo sin celebrar algún sacrilegio pagano. ¡Tan oprimidos tienen el demonio sus sentidos con miserable esclavitud! ¡Con cuánta artimaña ocultan sus idolatrías y las disimulan, cuando ven que no se las dejan hacer en público! ¡Con cuánta desvergüenza pierden el seso en ellas, cuando creen que no se lo impedirán!" (V, 9, 3).

"¿Por qué acusamos la tardanza y dudas de los indios en dejar la idolatría? Más bien deberíamos indignarnos contra nuestra desidia inconmensurable: tumbados panza arriba y bostezando, apestando todavía al vino que bebimos ayer, nos dedicamos a susurrar unas cuantas frivolidades contra las guacas y las supersticiones de los homos, y cantamos victoria al momento, cuando la cosa apenas si ha empezado. Ahí, ahí es donde tiene que clavar sus pies el catequista prudente y centrar todos sus pensamientos, toda su habilidad y todo su trabajo en arrancar las más íntimas raíces de la idolatría del ánimo de los indios" (V, 9, 9).

"De esta peste odiosísima de la idolatría están llenos los montes, llenos los valles, los pueblos, las casas, los caminos, y no hay ningún trozo de tierra peruana que esté libre de este sacrificio" (V, 9, 11).

 "Esforzarse en quitarles por la fuerza la idolatría antes de que espontáneamente reciban el Evangelio, siempre me ha parecido, lo mismo que a otras personas de gran autoridad y prudencia, cerrar a cal y canto la puerta del Evangelio, en lugar de abrirla como es su máxima pretensión. Muchas veces se ha dicho, y muchas veces conviene repetirlo, que la fe no es sino de los que quieren, y que nadie debe hacerse cristiano por la fuerza. Por eso, San Agustín reprende ese proceder y enseña con el mayor énfasis que antes hay que quitar los ídolos del corazón de los paganos que de los altares" (V, 10.2).

"El primer precepto para extirpar la idolatría tiene que ser éste: quitarla, primero, de los corazones; sobre todo de los reyes, curacas y principales, a cuya autoridad ceden los demás prontamente y con gusto" (V, 10, 51)[4]

 

            Larga pero interesantísima cita que nos pone al corriente de la magnitud del problema y la ponderada solución que propone. De hecho, por sugerencia del mismo P. Acosta[5], el Catecismo se convertirá en una fuente de recursos pastorales muy ajustados a las necesidades concretas como por ejemplo la elaboración de una exhortación breve para que el sacerdote ayude "a bien morir". Los doctrineros conocían la práctica indígena de confesarse  cuando estaban enfermos y ofrecer sacrificios para "aplacar a los ídolos y conciliarse su benevolencia". Para contrarrestar tan arraigado hábito, se exhorta a los párrocos de indios que atiendan diligentemente a los enfermos para ayudarles en momentos tan difíciles "para gente nueva en la fe" y tan propicia para caer en la tentación de llamar a sus antiguos hechiceros y confesores.

 

            Otro valioso texto será el Confesionario para los curas de indios trilingüe, en 32 páginas, impreso en 1585. Contiene elementos que el sacerdote debe tener en cuenta para preparar a la confesión: exhortación, examen por los mandamientos, preguntas para curacas o caciques; fiscales, alguaciles y alcaldes de indios, hechiceros; exhortación una vez oída la confesión, reprensión por pecados de idolatría, superstición, embriaguez, amancebamientos y latrocinios. Va dirigido, no solamente a los confesores, sino también a los predicadores y doctrineros. Sigue el orden de los mandamientos, precedido de algunas observaciones como introducción y de una parte final referente a los diferentes estados de las personas. El texto se ve acompañado de otras piezas que ayudan a instruir a los indios sobre la cosmovisión andina, detallando sus creencias y sus prácticas religiosas o pararreligiosas. Le siguen dos exhortaciones trilingües para indios adultos y otra tercera "para los que no están tan al cabo", además de las letanías de los santos. A continuación se ofrecía un elenco, en castellano, de privilegios y facultades pontificias para las Indias. Terminaba, en los tres idiomas, con los impedimentos matrimoniales, junto con una declaración de los motivos de invalidez. Bajo el epígrafe "Instrucción contra sus Ritos" se incluyen tres informes sobre las prácticas idolátricas de los indígenas: Instrucción contra las Ceremonias y Ritos que usan los Indios conforme al tiempo de su infidelidad (idolatráis, sacrificios y ofrendas, difuntos, hechiceros y hechicerías, agüeros y abusiones, errores contra la fe católica), supersticiones de los indios sacadas del Segundo Concilio Provincial de Lima (de los templos o guacas, mayores y menores, adoratorios o apachitas, superstición de deformar la cabeza de los niños, ofrecimientos de cabello, culto a los difuntos, práctica de horadarse las orejas, borracheras, agüeros), los errores y supersticiones de los indios sacados delo Tratado de averiguación que hizo el Licenciado Polo de Ondegardo (guacas e ídolos, alas y difuntos, estatuas de los Incas, agüeros, hechicerías, sortilegios y adivinos, ministros de sacrificios, curas y médicos, sacrificios y cosas que sacrificaban, cómo el Inca dio sus huacas a todos sus reinos). La formulación de las preguntas es sumamente explícita en el "Primer mandamiento": Adoración de ídolos y fuerzas naturales divinizadas (animismo), ofrecimientos y sacrificios y las divinidades, confesiones con hechiceros y práctica del culto a los difuntos, creencias en supersticiones, agüeros y sueños, dudas sobre la fe o negación de alguna verdad de la misma, fomento de los ritos idolátricos… Tal instrumento pastoral tenía un objetivo bien claro:

"Para asentar la doctrina del Evangelio en cualquiera nación donde se predica de nuevo, del todo es necesario quitar  los errores contrarios que los infieles tienen [….] Y en estas provincias del Perú es cosa de admiración ver la muchedumbre y variedad de supersticiones y ceremonias y ritos y agüeros y sacrificios y fiestas que tenían todo estos indios y cuán persuadidos y asentados les tenía el demonio sus disparates y errores. [El Confesionario se sacó] para extirpar los errores y supersticiones que muchos indios, hasta el día de hoy, tienen en diversas partes del Reino"[6]

           

Como tercer elemento, considero el sermón número diecinueve del catecismo del Tercer Concilio Limense que lleva el expreso título "contra la idolatría"[7] y que quiere ser una explicación del primer mandamiento de la ley de Dios: "No tendrás otro Dios fuera de mí" (Ex 20, 2) prohibiéndonos el politeísmo y la idolatría, que diviniza a una criatura, el poder, el dinero, incluso al demonio.[8]  Para el magisterio católico todo hombre tiene el derecho y el deber moral de buscar la verdad, especialmente en lo que se refiere a Dios y a la Iglesia.  Al mismo tiempo, la dignidad de la persona humana requiere que, en materia religiosa, nadie sea forzado a obrar contra su conciencia, ni impedido a actuar de acuerdo con la propia conciencia, tanto pública como privadamente, en forma individual o asociada, dentro de los justo límites del orden público. El título es bien elocuente "En que se reprende a los hechiceros, y a sus supersticiones y ritos vanos.  Y se trata la diferencia que hay en adorar los cristianos las imágenes de los santos, y adorar los infieles sus ídolos o guacas". Los puntos del sermón son los siguientes:

 

a)      Diferencia entre Jesús y sus seguidores los discípulos por un lado y el Diablo y sus seguidores los viejos hechiceros por otro.

 

b)      Amonestación a los indios a no recurrir ni obedecer a los hechiceros por ser mentirosos y peores que los indios.

 

c)      Que los hechiceros en nombre de Dios dejen de hacer lo malo y pide que si alguien sabe de ellos los descubran al sacerdote.

 

d)     Invitación a reconocer, adorarle y pedirle ayuda solo a Dios

e)      Presentación de las supersticiones que los indios deben evitar.

 

f)       Desenmascara las hechicerías haciendo mención que son promovidos por los hechiceros.

 

g)      Prohíbe celebrar la fiesta del Raymi  (fiesta dedicada al sol, la más solemne y principal de todo el calendario inca) y el Intiraymi (fiesta del sol en el Cuzco) ni ofrecer sacrificios sino solo a Dios dador de los frutos de la tierra.

 

h)      Pone como ejemplo a los cristianos que desobedecen estas supersticiones y no les pasa nada porque obedecen al verdadero Dios. Y les invita a la confianza en Dios que los ve y oye.

 

i)        Hace la diferencia entre las imágenes sagradas y las guacas. Los cristianos no adoran las imágenes por lo que son sino por lo que representan al Dios del cielo, en cambio sus antepasados y ustedes consideran a la guaca como su dios.

 

j)        Pide no poner el corazón en las guacas ni adorarlo porque son invención del Diablo y burlería sino más bien en Dios a quien debemos adorar por Dios nuestro, poniendo en él toda nuestra confianza.

 

k)      Dice, aunque no lo explica que Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios eterno y glorioso.

 

 

VII.LA BUENA SEMILLA Y LA CIZAÑA EN LOS PRIMEROS TIEMPOS

 

              ¿Qué pasó con los primeros prelados limenses, Jerónimo de Loayza, Toribio Mogrovejo? Digamos de entrada que el primero casi ni lo trató pues demasiado tuvo con pacificar el territorio y disponer la tierra. A Mogrovejo le tocará sembrar y ni caso hizo de las malas hierbas, de la idolatría. Intentemos aproximarnos al segundo arzobispo, Toribio Mogrovejo, para entender un poco más lo que sucedió.

Fray Jerónimo de Loayza ya en 1545 publicó  Instrucciones o Sumario de los artículos de la fedonde se trataba el problema de las huacas y hechiceros. La decimotercera norma mandaba a los doctrineros que en el lugar de su residencia habitual reuniesen a los hijos de los principales y de otros para instruirlos como catequistas, que a su vez fuesen ambulantes y se detuviesen de seis a ocho días en cada pueblo, con atención de deshacer las "huacas".  La decimocuarta norma encarecía la necesidad de evitar que rebrotase el culto de las "aucas". La decimoquinta encargaba que al fallecer un "curaca" cristiano se le enterrase en la iglesia o junto a la cruz del pueblo con vigilancia para que no sustrajesen el cuerpo del difunto y sobre todo que impidiesen la muerte de mujeres y sirvientes del "cacique", costumbre que aún perduraba.  La decimosexta norma ordenaba buscar a hechiceros o indios en comunicación con el demonio y se esforzasen por disuadirlos de esta ceguedad, amenazándoles con penas y castigos, si persistían. Estas mismas normas vigentes fueron que animaron a Santo Toribio a incluir un sermón para reprender a los hechiceros y a sus supersticiones incluyendo la diferencia entre las imágenes sagradas y las guacas.

 

              En el primer tomo de la colección Monumenta Idolatrica Andina" se inicia el análisis de los prelados con la figura de santo Toribio de Mogrovejo en el que señala la poca importancia concedida al asunto y que pudo deberse a que "contemplase el asunto de la religiosidad andina como parte de un proceso a largo plazo y que ya había sido regulado o casi definido de manera detallada por los dos concilios limenses aprobados, el de 1567 y sobre todo el de 1583[9]". En la reciente edición de La extirpación de la idolatría en el Pirú (1621) de P.J. de Arriaga, eruditamente anotada por Henrique Urbano, se llama la atención de la peculiar manera "cómo Toribio de Mogrovejo encara la idolatría, no tanto para ignorarla sino por no haberla transformado en su único motivo de lanzarse a penosas y agotadoras visitas pastorales [...]. (Para él) la idolatría era, sin duda, causa de preocupación pastoral, pero no era la única"[10], como sucederá posteriormente con Lobo Guerrero o Villagómez.

El propio Pablo José de ArriagaLa extirpación de la idolatría en el Pirú (1621) llama la atención sobre este particular:

Antes ha causado admiración y hecho dudar a muchos hasta que les quitó la experiencia su duda de que hubiese estas idolatrías entre los indios. Habiendo visitado tantas veces su arzobispado por su persona y con tan grande celo de santo prelado el señor don Toribio, que está en gloria, sin dejar pueblo ninguno por pequeño que fuese y apartado que estuviese y que entonces no se descubriese ni se supiese nada de lo que ahora se sabe, tanto ha sido como esto el secreto (C. 8 p.85)

 

Pedro de Villagómez en su Carta pastoral de exhortación e instrucción contra la idolatría de los indios del Arzobispado reconoce implícitamente el papel pionero de Loaysa y Mogrovejo de siembra de la buena verdadera doctrina, reservando a Lobo Guerrero y a él personalmente la misión de "extirpar" las malas hierbas de la idolatría:

 

…fueron los primeros y más principales obreros los señores arzobispos Don Fray Gerónimo de Loaysa y Don Toribio Alfonso Mogrovejo de sancta memoria que con la gracia de Dios y con el auxilio que les dieron los gloriosos progenitores del Rey Nuestro Señor (que Dios guarde) y en su nombre los señores virreyes de aquellos tiempos y esta Real Audiencia de Lima, nos dejaron plantada la fe en esta nueva iglesia y asentada la forma de su gobierno espiritual con tan santas y convenientes leyes como las que hicieron y pusieron en práctica". (Cap.4o., f.4v)

 

Semejante parecer se esgrime en el proceso de canonización del santo prelado y que tuvo como protagonista a su sobrino, precisamente, Pedro de Villagómez[11]. En el artículo 25 se recoge: Que en la Inquisición de Granada se mostró acérrimo defensor de la Fe que profesa la Santa Iglesia Romana y de la jurisdicción eclesiástica y de la autoridad apostólica, enseñando al descubierto y públicamente los preceptos de la Doctrina cristiana y cuidando continuamente con todas sus obras su enseñanza y guarda y desarraigando los contrarios vicios de las herejías y las supersticiones condenadas, sin dejar jamás sus acostumbradas obras de caridad con el prójimo

 

VIII.       ACTITUD DE SANTO TORIBIO FRENTE A LA IDOLATRÍA SEGÚN LOS TESTIGOS DEL PROCESO DE BEATIFICACIÓN[12]

 

El P. Fray Melchor de Monzón, dominico, que conoció a Santo Toribio  desde que entró en Lima en mayo del año 1581  y que  lo trató muy de cerca en muchas ocasiones en su arzobispado, como cura doctrinero destacará que gracias a su celo evangeliza a los indios aportándoles la fe católica y quitándoles la idolatría:

 

"decía la Misa con muy grande devoción que la causaba a todos los que la oían, atento siempre al temor y amor de Dios...predicaba a los indios por su propia persona con grande espíritu y deseo de convertirlos a la fe católica y por su medio fueron convertidos muchos millares de ellos, quitándoles las idolatrías, adoratorios y supersticiones, y este testigo siendo cura en el pueblo de Calango le vio confirmar y en el pueblo de Coayllo desde por la mañana hasta después de las dos o las tres de la tarde, sin desayunarse y habiendo acabado de confirmar en el dicho pueblo de Coayllo saliendo de la iglesia yendo a comer supo que dos indios se habían quedado por confirmar por estar enfermos de viruelas en la cama de, dejó  de comer y fue en su busca y mandó llevar el pontifical para confirmarlos y entró en sus ranchos, donde los consoló y con grande humildad y caridad los confirmó allí y después se vino a comer y encargó (270v) a este testigo los mirase y regalase y era tanto lo que trabajaba el dicho señor arzobispo que no tenía una hora ociosa y pasaba  malas noches y días cuidando de las almas que se le habían encomendado…salvación de las almas y por convertirlos y atraerlos al conocimiento de la fe apostólica en que trabajó con gran valor y con gran servicio a Nuestro Señor en los pueblos y doctrinas extirpando las idolatrías y supersticiones en que los indios estaban con gran cuidado y celo, de manera que quedaron tanta inmensidad de indios como hay en este arzobispado instruidos en la doctrina cristiana y asentada la fe en sus ánimos…y así fue Prelado amado y querido y respetado de todos por su gran llaneza y humildad"(ff.268-273).

 

Es interesante recoger los testimonios acerca de la actitud del prelado Mogrovejo sobre la ortodoxia y su celo por erradicar todo tipo de heterodoxia e idolatría.  Así, el Licenciado Gregorio de Arce de Sevilla, natural de Suances de Nava (Palencia), que en el momento de declarar en el proceso de beatificación del prelado, tenía 54 años, y que era relator de la Real Audiencia de los Reyes, Gobernador, corregidor y justicia mayor de Guancavelica. Le trató por haber sido compañero en el Colegio Mayor de Oviedo, "donde tuvo gran noticia de su virtud, letras y santidad" (f.616).y para ponderar su tarea cita al Rey Felipe II "que fue tan mirado" (f.616v)

 

] "y tan inclinado a que la santa fe católica fuese cada día en mucho aumento y destruidas y extirpadas las herejías e idolatrías como sabía y entendía que las había tantas y tan grandes en este Reino del Pirú, le presentó a Su Santidad por arzobispo metropolitano de él y expresamente le mandó que viniese porque así convenía al servicio de Dios y al suyo como en efecto se vio por la obra, que fue [617]inspiración del cielo llegó a él y trabajó tanto en esta viña del Señor que no se lee ni puede leer fuera de los Santos Apóstoles de Pastor de la Iglesia que haya hecho tanto fruto y con tanto trabajo riesgo de su persona como lo hizo el dicho Sr. don Toribio Mogrovejo, arzobispo".

 

            Por su parte, D. Luis de Córdoba y Figueroa, natural de Córdoba, 45 años (6.III.1632, f.625), vecino de Lima, del Cuerpo del Real Tesoro. Le conoció

 

 "desde niño que andaba a la escuela y por tener mucha comunicación el padre de este testigo en casa del dicho Sr. Arzobispo y amistad muy estrecha con el gobernador  don Francisco de Quiñones, su cuñado, casado con doña Grimanesa Mogrovejo, hermana del dicho Sr. Arzobispo, entraba este testigo muy de ordinario en la dicha su casa y después que fue hombre trató y comunicó al dicho Sr. Arzobispo diversas veces...que fue el dicho Sr. Arzobispo por ser público y notorio, pública voz y fama; hombre noble de sangre ilustre y  limpio y descendiente de linaje muy calificado porque fue inquisidor de Granada (625v) de donde vino proveído por arzobispo de este reino que lo fue solo sin que hubiese otro en todo el mientras vivió y siempre acérrimo defensor de la santa Fe católica y extirpación de herejías e idolatrías. Se conoció en su tiempo ser muy perseguidor de ellas y con esto fue muy humilde, manso y no se le conoció altivez ni soberbia sino mucha mansedumbre y gran llaneza con todo género de personas, sin ostentación ni muchos los criados y en su vestir llano y amigo de los pobrecitos indios a quienes acariciaba como padre con tanta humildad que lo querían y amaban entrañablemente...".

 

También el Maestro P. Fr. Hernando de Quirós, OP, prior del convento Santo Domingo de la Recoleta, 46 a, (16.III.1632)  (647v) f.648 lo conoció

 

"desde que tiene uso de razón hasta que murió porque este testigo fue colegial del Colegio Seminario que su Ilma. fundó en esta ciudad y con esta ocasión le veía muy de ordinario y sabe que fue muy noble de sangre, ilustre, por tener como tuvo y tiene sobrinos con hábitos de las Ordenes Militares y procuraba que todos fuesen muy devotos de Nuestra Señora del Rosario y que trajesen sus rosarios y fundaba en los pueblos de los indios cofradías Nuestra Señora y de las ánimas de purgatorio para moverles a las cosas de devoción y frecuencia de los sacramentos y era celoso de que se extirpasen las idolatrías y que la Santa Fe católica fuese muy aumentada y ensalzada y en esto era gran defensor y acérrimo de las cosas de ellas y que Nuestro Señor fuese servido y que abrazasen estos indios la doctrina cristiana …porque este testigo ha sido cura en algunas doctrinas de indios de este arzobispado y ha visto que los dichos libros son la guía y el maestro de todos los doctrinantes(648-650)

 

El P. Ignacio de Arbieto, 74 a, natural de Madrid, hijo del capitán Pedro Arias de Arbieto y Francisca Mejía de Ávila, prefecto de espíritu de los religiosos, clérigos y sacerdotes, en 24 años lector de Artes y Teología, Catedrático de Prima en San Pablo de Lima, rector en Chuquisaca, del de San Martín. (130) "Y asimismo que procuró el dicho siervo de Dios que los indios saliesen de sus idolatrías y se redujesen a Nuestra Santa Fe Católica

 

Fr. Diego de Córdoba, OFM, Padre perpetuo de la provincia de los Doce Apóstoles del Perú, guardián del convento grande de Jesús de Lima, notario apostólico y cronista general de su religión y en estas provincias. (Cuaderno V, f. 13) Crónica de la religiosísima provincia de los doce apóstoles del Perú del OSF Lima 1651: Con esto era cándido de corazón y sencillo de ánimo; rayo contra la idolatría, alegría del nombre cristiano y regalo de la Santa Sede (Cuaderno V f..14)

 

Don Juan Sánchez de la Madrid, presbítero capellán del monasterio de Santa Clara. Desde el 14 de febrero de 1659. Natural de Jerez de la Frontera, Sevilla, 76 a, hijo de Álvaro Hernández de las Marinas y Toribia González de la Madrid, caudal de 4000 pesos de a 8 r, demás que tiene de renta de la dicha capellanía 550 pesos ...y que asimismo sabe que el dicho siervo de Dios procuró con mucho cuidado que los indios gentiles saliesen de sus idolatrías y que Dios favoreció sus intentos de suerte que se convirtieron muchos a la fe y que los bautizó y confirmó y particularmente con indios de la provincia de Moyobamba que entonces era de este arzobispado y confirmaba como ahora también confina con indios bárbaros e infieles, siendo así que esta es una provincia tan remota, tan áspera y tan de malos caminos que desde entonces acá no ha entrado prelado en ella...

 

IX.             LEGISLACIÓN SINODAL CONTRA LA IDOLATRÍA

 

      Los sínodos diocesanos son reuniones que resultarán una plataforma para informarse del estado de la diócesis, para examinar y juzgar su situación y para aplicar los medios oportunos conducentes a su mejora[13]. De ellos se ha podido decir que "son la Pastoral moderna de Trento aplicada escrupulo­samen­te, como una proyección fiel, a la Iglesia americana en formación. Del análisis de los textos conciliares y sinodales concluimos su plena convicción de que para evangelizar de forma íntegra, había que acometer una paralela tarea de humanización. Ello suponía en primer lugar una labor de "tábula rasa" mediante la supresión de idolatrías, borracheras y hábitos primitivos. A continuación venía una etapa creativa con las reducciones de pueblos, la escolarización, hábitos de formación humana que en lenguaje de la época se denominaba "policía", beneficencia, dignificación de la vida familiar y su promoción social (protagonismo indígena, respeto por su integridad, derechos del indio, trato privilegiado y favorable).

En la afanosa tarea de erradicar la idolatría[14] se distingue claramente dos etapas. En la primera, se procederá a una destrucción pública, sistemática, irrisoria y solemne; es el método que P. Borges denomina "tábula rasa"[15]. En una segunda fase, la misión consistirá en combatir el rebrote de la herejía en el culto privado para lo que se adoptarán diversas medidas.

 

Una primera medida, prudente, cautelar, era observar, examinar todo tipo de actividad que pudiese encubrir o favorecer la idolatría. En el Sínodo de Lima 1582, con el fin de conservar entre los indios la pureza de la fe y honestidad de las costumbres, se prescribe examinar todo tipo de representaciones teatrales y manifestaciones artísticas, justo para evitar que sirviesen de ellas para fomentar la idolatría:

Establecemos y mandamos a nuestros Vicarios, Beneficiados, Curas, Clérigos, sacristanes, no consientan en las Iglesias ni en las ermitas, ni hospitales hacer representaciones algunas, juegos, ni danzas de ninguna calidad que sean ni fuera de ellas no consientan hacer las dichas comedias ni farsas sin que primero sean examinadas por nos, o por nuestro Provisor, y prohíban y manden a los tales representantes, so las penas que les pareciese, que no hagan las tales comedias sin ser examinadas como dicho es y procedan con ellas como se hallare por Derecho que para ello les damos poder cumplido (cap.12)

 

De igual modo, el Sínodo de 1590, sale al paso de costumbres idolátricas y supersticiosas en las prácticas mortuorias y enterramientos:

           

Porque podría ser ocasión estando abiertas las sepulturas de los indios infieles traerse a la memoria los indios las idolatrías y supersticiones de su gentilidad, procurarán los curas de indios con mucho cuidado mandar cerrar las sepulturas donde están los cuerpos de los infieles en especial estando las dichas sepulturas en los mismos pueblos o junto a ellos, siendo muy observantes acerca de esto (c.9).

 

1.      Quitar los obstáculos destruyendo sus huacas

 

La primera tarea para construir el edificio pedagógico del educando, en este caso el indio, consiste en remover una serie de obstáculos que lo dificultan. Desde los tiempos del primer arzobispo limense, Jerónimo de Loayza, se insiste en averiguar "dónde tienen sus guacas y adoratorios y hacer que los deshagan, poniendo en ellas cruces si los lugares son decentes para ello"[16]. En el C1L (Primer Concilio Limense) del año 1551 se mandó que juntamente con "procurar hacer casas e iglesias donde nuestro Señor sea honrado", pero deshacer las casas que están hechas en honra y culto del demonio [...] todos los ídolos y adoratorios que hubiere en pueblos donde hay indios cristianos, sean quemados y derrocados; y, si fuere lugar decente para ello, se edifique iglesia o a lo menos se ponga una cruz".

Se aboga por la destrucción de la idolatría (C2L, C.96) y se pide colaboración a los organismos civiles para acabar con ella. El C3L ordena la detención de indios hechiceros y que los "juntasen en un lugar...de modo que no pudiesen con su tracto y comunicación infeccionar a los demás indios"(II, c.42).

 

Las extralimitaciones que sin duda se dieron por parte de las autoridades civiles en la aplicación de tales medidas, obligaron a Mogrovejo a dictar un canon en el Sínodo de 1586 en el que advierte a las justicias seculares que no conozcan de idolatrías por considerarlo injerencia en el campo eclesiástico(c.19). La segunda lacra que se pretende abatir será la borrachera[17], denunciada en el Sínodo de 1585 en estos términos:

"...hay entre los indios un abuso común y de gran superstición de sus antepasados en hacer borracheras y taquíes y ofrecer sacrificios en honra del demonio en los tiempos de sembrar y coger y en otros tiempos cuando por ellos se comienza algún negocio que les parece importante"(c.76)

Este mismo sínodo prohíbe el que se haga "azúa con jora y ayuca"(c.46) (la chicha) por ser dañosa para la salud y causar muertes a los indios. Se impondrán fuertes sanciones, se prohíbe su fabricación y se pedirá al cacique su colaboración so pena de perder el cacicazgo (C3L, IV, 7).        

Los párrafos del Segundo Concilio Limense son contundentes y abogan por la destrucción de la idolatría y se pide colaboración a los organismos civiles para acabar con ella:" que los curas aparten a los indios fieles de la compañía de los infieles y sus guacas e ídolos los derriben y amonéstenlos que no perviertan a los fieles"[...] con precepto, que los curas avisen públicamente y con mucho ahínco en tres días de fiesta, ante notario y testigos, a todos los indios que manifiesten las guacas e ídolos públicos y particulares y, después de manifestados, se derriben y disipen totalmente; después de las dichas amonestaciones cualquiera que se hallare a adorar o mochar ofrecer sacrificio u otros ritos o superstición, siendo plebeyo y bajo, primeramente será castigado conforme a su culpa" (c.96).

El C3L ordena la detención de indios hechiceros y que los "juntasen en un lugar...de modo que no pudiesen con su tracto y comunicación infeccionar a los demás indios"(II, c.42).     El Sínodo de Santa Fe de 1576 se hace eco de las prescripciones del sínodo anterior:

 y aunque el Sínodo Antiguo manda que se ponga allí (en los santuarios antiguos de los indios) alguna cruz [...] o se haga en él alguna ermita" [...] (lamenta que) "por la mucha experiencia que se tiene de la malicia de los indios, que debajo de especie de piedad van al mismo lugar a idolatrar nos pareció más conveniente raer de la tierra totalmente la memoria de estos santuarios" (c.14).

 

2.      Predicación especial a los agentes idolátricos

En el Segundo Concilio Limense se expondrá claramente una tarea específica de catequizar en régimen de internado a todos aquellos que se consideraban agentes principales del culto idolátrico:

            "que los hechiceros o confesores y adivinos y los ministros del demonio que tienen de oficio pervertir a los demás indios y apartarlos de la religión cristiana, se pongan y encierren en un lugar apartado de los demás cerca de la iglesia, ora sean infieles ora bautizados, y a los que de éstos tales averiguaren por su información [...] que han delinquido ligeramente, podránlo soltar, habiéndoles amonestado tres veces que se enmienden, y a los que hallaren que han sido perjudiciales para los demás, sin remedio los manden tener encerrados, pero no se les deje de enseñar la doctrina cristiana y proveer lo necesario con particular cuidado, para que sean salvos, mas si cualquiera de los dichos hallare el cura que es relapso y como tal ejercita idolatrías y dogmatiza contra la fe; luego, sin dilación, le haga encarcelar y preso le envíe al diocesano para que le castigue por el rigor del derecho" (II, c.107).

 

      El Tercer Concilio Limense remite al texto anterior y señala que " es la voluntad de este santo sínodo, que luego sin excusa ninguna ni dilatación se ponga en ejecución" (II, c.42). Por su parte, el I Concilio de Asunción, en 1603, insiste en las mismas medidas: "Tengan los curas cuidado de inquirir y castigar los indios hechiceros, porque son pestilencia que inficiona los pueblos "(III, c.6ª). El I Sínodo de Tucumán calca la constitución anterior (III, c.7a).

 

3.      Rodearse de colaboradores eficaces para campañas contrarias

     

Varios concilios y sínodos señalan la necesidad de que el gobernador y otros ministros reales velasen por luchar contra la idolatría   Se aboga por su destrucción de la idolatría (C2L, C.96) y se pide colaboración a los organismos civiles para acabar con ella. El C3L ordena la detención de indios hechiceros y que los "juntasen en un lugar...de modo que no pudiesen con su tracto y comunicación infeccionar a los demás indios"(II, c.42).

 

      Es la misma idea recogida  en el canon del Sínodo de Santa Fe, en 1606:        "Por ser cosa tan cierta que los caciques principales siempre tienen noticia de todos los jeques y santuarios de sus pueblos [...] los curas de los indios amonesten a los indios caciques de nuestra parte que dentro de un mes den noticia de los jeques y santuarios que ellos la tienen" (c.28).

     

Las extralimitaciones que sin duda se dieron por parte de las autoridades civiles en la aplicación de tales medidas, obligaron a Mogrovejo a dictar un canon en el Sínodo de 1586 en el que advierte a las justicias seculares que no conozcan de idolatrías por considerarlo injerencia en el campo eclesiástico(c.19).

 

      El Primer Concilio Limense encomienda a los dos indios que hacen de alguaciles "tengan cuenta [...] de ver los que vuelven a sus ritos y costumbres y dar razón de ello al sacerdote" (c.11ª). El Segundo Concilio Limense señala - entre otras misiones- a estos alguaciles la de avisar al cura de indios de los que "comunican con los hechiceros o van a mochar guacas o hacer otra cosa contra la religión cristiana" (II, C.118). Cabe pensar, sin embargo, que algunas autoridades se extralimitaron pues hay varios cánones que tratan de poner coto a su acción prohibiéndoles que se entrometan en lo que se considera oficio del cura de indios:

Por cuanto está prohibi­do a los Jueces laicos el juzgar en causas de Idolatría, Ceremonias y Supersticio­nes, ordenamos y mandarnos que en lo sucesivo. Nuestros Vicarios y Jueces eclesiásticos no permitan que los Jueces laicos intervengan en este género de causas, puesto que tal cosa les está prohibida con varias censuras. En caso de ser descuidados, procederáse contra ellos con todo rigor. (Sínodo de Yungay, Cap. 11)

 

4. Cortar con ritos supersticiosos paraidolátricos 

 

El Segundo Concilio Limense nos ofrece un exhaustivo catálogo de las formas más diversas de superstición mezcladas con el culto idolátrico:

 

"Ítem, hagan pesquisas contra los sortilegios, adivinos o supersticiosos especial (mente) teniendo resabio de herejía, y así estos como los que consulten sean castigados y si fueren clérigos suspendidos" (I, c.117).  "Que la superstición de amoldar las cabezas a los muchachos de ciertas formas que los indios llaman saitomas o paltaomas del todo se quite" (II, c.100). Se quiten "ciertas maneras de torcer o hacer trenza de los cabellos y trasquilarlos en otras partes con otras diferencias como de crisnejas que los indios usan para sus supersticiones y errores" (II, c.101). "La superstición que usan con los cuerpos que entierra, sepultando juntamente vestidos y comidas y bebidas y también los que procuran sepultarse en las sepulturas de sus antepasados que están fuera de las iglesias" (II, c.102). "El abuso supersticioso que tienen los indios orejones de horadarse las orejas y traer en ellas colgadas aquellas rodajuelas" (II, c.103). . "El abuso común y de tan superstición que tienen casi todos los indios de sus antepasados de hacer borracheras y taquíes y ofrecer sacrificios en honra del diablo a tiempos de sembrar y coger y [...] cuando comienzan algún negocio que tienen por importante" (II, c.104). "Las demás supersticiones y ceremonias y ritos diabólicos que tienen innumerables los indios, mayormente para tomar agüero de negocios que comienzan y en hacer mil ceremonias en los entierros de sus difuntos" (II, c.105).

Una fórmula que aparece prácticamente en todos los sínodos y concilios estudiados es la de "quitar llanos y ritos supersticiosos" (C2L, I, c.117), así como los "juegos y bailes con sospecha de idolatría" (Sínodo de Tucumán, 1597, III, 7.a). En alguno de ellos tal práctica aparece asociada a objetos o animales como el de los pájaros guacamayos (III, c.6ª). Muy extenso y detallado se muestra también el Primer Sínodo de Quito de 1570. Clasifica en primer lugar los agentes del culto idolátrico a quienes denomina "cuatro maneras de ministros del demonio" que son "hechiceros, homos, condebicsas y hambicamayos". A continuación enumera y describe las "hechicerías y supersticiones que se han sabido notables" y se deben erradicar: "que los hombres indios no traigan gargantillas ni zarcillos en las orejas, y se quite el bandul y el embijarse porque su fundamento es supersticioso; que se quite el enroscarse los cabellos los hombres sobre la cabeza y el trasquilar los niños a partes; y las curas que hacen a los indios anteponiendo ayunos, no comiendo sal, mascando coca; y que se prohíba y tenga cuenta con los indios e indias hechiceros que dan yerbas para hacer abortos o bien querer y las que están sembradas se extirpen y arranquen" (IV, c.21):

 

"Estos indios tienen una superstición grande: en la mujer que pare dos la tienen por guaca, y asimismo en la parte donde cayó rayo la hacen guaca, y si es en casa la despueblan, y si entra relámpago se meten en el río y se asperjan con agua por encima, y nadie osa llegara ellos hasta que por muchos tiempos están purificados con ayunos y lavatorios supersticiosos, y en la chacra de quien nace el junquillo, que es llamado catequilla, es superstición muy grande, porque dicen han de ser destruidos y asolados y cuya es la chacra. Y cuando hace eclipse la luna hacen gran clamor, porque si no dicen que la luna está enojada y se caerá sobre ellos".

 

Termina la descripción alertando a los curas trabajen por desarraigar tales prácticas como tarea previa y obligada para plantar el cristianismo: "Y estas y otras muchas supersticiones los prudentes curas procuren saber y desarraigar y quitar [...] porque entre tanto los usaren hacemos cuenta que no se ha comenzado el cristianismo entre los indios, por estar tan arraigados y llenos de supersticiones" (c.22).

 

5.      Cortar borracheras como origen de la idolatría

      Tal medida nacía de la experiencia diaria que ofrece su estrecha relación con la idolatría y por considerarla como raíz y causa de la misma, tal como se denunciaba en el Sínodo de 1585 en estos términos: "...hay entre los indios un abuso común y de gran superstición de sus antepasados en hacer borracheras y taquíes y ofrecer sacrificios en honra del demonio en los tiempos de sembrar y coger y en otros tiempos cuando por ellos se comienza algún negocio que les parece importante"(c.76). Este mismo sínodo prohíbe el que se haga "azúa con jora y ayuca"(c.46) (la chicha) por ser dañosa para la salud y causar muertes a los indios. Se impondrán fuertes sanciones, se prohíbe su fabricación y se pedirá al cacique su colaboración so pena de perder el cacicazgo (C3L, IV, 7)[18]. Así nos lo india el Primer Sínodo de Tucumán, de 1597:

 

" Y asimismo les encargamos que procuren evitar en cuanto pudieren las borracheras, que son origen d idolatrías y horribles incestos, principalmente en el tiempo que cogen algarroba, en el cual suelen matarse y herirse muchos en las borracheras" (III, 7a).

 

      6. Trato privilegiado y favorable

En virtud de su condición de "miserable" y "plantas nuevas en la fe" se le otorgarán privilegios especiales. Así lo manifiesta el C3L: " No hay cosa que en estas provincias de las Indias deban los prelados y los demás ministros(...) tener por más encargada y encomendada(...)que el tener y mostrar un paternal afecto y cuidado al bien y remedio de estas nuevas y tiernas plantas de la Iglesia(...) Y ciertamente la mansedumbre de esta gente, y el perpetuo trabajo con que sirven y su obediencia y sujeción natural podrían con razón mover a cualesquier hombres por ásperos y fieros que fuesen, para que holgasen antes de amparar y defender estos indios"(III,3). El Sínodo de 1586 ordena que "los jueces y notarios no lleven derechos a los indios"(c.2O). El de 1592 que "los curas de indios no lleven derechos a los indios de los bautismos ni casamientos ni de otras cosas tocantes a ellos, ni les hagan fuerza en las ofrendas, ni sobre otros derechos"(c.8). Al referirse a los visitadores y oficiales recuerda que "está ordenado que los jueces ni notarios no lleven ningunos derechos a los indios así de títulos, provisiones, procesos ni otras cosas (...) está proveído que los visitadores no hagan condenación de dineros a los indios, sino que cuando fuere menester castigarlos con penas pecuniarias, lo remitan al Prelado"(c.19). El Sínodo de Piscobamba de 1594 declarará en el Capítulo 40 Que los curas de indios den aviso al prelado de las cosas que convenga para el bien espiritual de sus parroquianos. Debe sumarse un complemento pastoral titulado "De algunos Privilegios y Facultades concedidas a los Indios, por diversos Sumos Pontífices" por el que se hace un elenco de los principales privilegios que los Papas concedieron a los indios en virtud de ser "plantas tiernas en la fe" y a través del Patronato Regio; en particular debe citarse el apartado octavo relativo a los "casos de herejías y reservados" por el que el Papa Gregorio XIII concede  a los prelados de América la facultad de absolver a todos los indios "del crimen de herejía, cisma, idolatría y de todos los casos reservados a la Santa Sede"[19]".

 

7. Sustituir costumbres idolátricas por otras cristianas  

Las costumbres inofensivas o "neutras" deberían encauzarse o enderezarse. Así las danzas y los bailes populares se autorizarán pero con la condición de que se organicen a la luz del día y nunca por la noche. Las procesiones de los indios recién convertidos y que celebraban con motivo de sus fiestas, también les son permitidas pero siempre que estuviese presente un sacerdote (C2M, c.11). Este nuevo sentir es recogido en un canon del Primer Concilio Limense:

"mandamos que todos los ídolos y adoratorios, que hubiere en pueblos donde hay cristianos, sean quemados y derrocados; y si fuere lugar decente para ello se edifique allí iglesia o a lo menos se ponga una cruz. Y si fuere en pueblos de infieles se consulte con el muy ilustre señor virrey de estos reinos en su distrito, y en los demás con los presidentes y gobernadores de ellos, para que manden proveer en ello, por los inconvenientes que de permitirles adoratorios para tornarse cristianos (hay), y por ocasión que es para los ya cristianos de volverse a idolatrar" (c.3ª).

 

X.                "SORPRESA" DE LOBO GUERRERO Y CAMPAÑAS DE EXTIRPACIÓN

 

El 20 de abril de 1611, Bartolomé Lobo Guerrero, tercer arzobispo de Lima y sucesor del prelado Toribio Alfonso Mogrovejo, escribe al Rey lamentando que "que todos estos indios de mi Arzobispado y los de los otros obispados están el día de hoy tan infieles e idólatras como cuando se conquistaron, cosa que me lastima y quiebra el corazón y que la predicación y doctrina que han tenido no les haya aprovechado, no sé si por falta de ellos y quererles Dios dejado de su mano o por la de los ministros, que imagino que esto último es lo más cierto"[20]. Y aduce razones: "Y por andar mi predecesor (que cierto era santo) siempre ausente de su Iglesia, visitando el distrito, que se podía hacer por los Visitadores, la hallé (su Iglesia) muy descuadernada y con mala residencia, poca curiosidad en la celebración del culto, sin ornamentos". El Padre Diego Álvarez de Paz, SJ, en la carta al Obispo de Trujillo, Fr. Francisco Díaz de Cabrera "porque el Sr. Arzobispo pasado de Lima, Don Toribio visitaba continuamente su diócesis, andando en un perpetuo movimiento y nunca sacó por nada a luz y pensó que todo estaba muy sin idolatría y después el tiempo ha descubierto lo contrario"[21]

Podrá parecer un tanto exagerado este juicio del Arzobispo, pero había en él un gran fondo de verdad, no sólo en cuanto a la constatación del mal, sino también en cuanto a la causa que le había dado origen. Era en verdad doloroso que muchos doctrineros no se dedicaran con celo y paciencia a la instrucción de sus ovejas y, fuera de desconocer su lengua, muy poco hacían por instruirlos a fondo en las verdades de la fe, contentándose con que cumplieran en lo exterior con las prácticas religiosas.

              Lobo Guerrero, siguiendo las huellas de su antecesor y, deseando ajustarse a lo que estaba prescrito, escribió el 30 de Abril de 1613 a Su Majestad, indicándole la conveniencia de convocar a Concilio a sus sufragáneos pero el Rey le negó.  Sin embargo, como se hacía necesario urgir el cumplimiento de las constituciones del Tercer Concilio y, además, como lo observaba el Arzobispo en su carta, el descubrimiento de la idolatría entre los indios, exigía pronto remedio, decidió reunir un Sínodo." Según el Tridentino éstos debían celebrarse cada año y el último que convocó Santo Toribio se había realizado en Lima en 1604; hacía pues nueve años que no habían tenido lugar estas asambleas. De acuerdo con el Virrey convocó a su Deán y Cabildo y al clero secular y regular para el 10 de Julio de 1613, día en que se abrió el sínodo con las ceremonias acostumbradas en la Iglesia Mayor, celebrando la santa misa el Arzobispo y predicando el canónigo magistral, D. Carlos Marcelo Come.  La última sesión tuvo lugar el lunes 28 de Octubre, habiéndose leído y promulgado el día antecedente, domingo, en la Iglesia Catedral, las constituciones sinodales. A todo se halló presente el Virrey con la Real Audiencia y el Cabildo secular y el mismo concedió la licencia para que se imprimiesen, como se hizo por el impresor Francisco del Canto, el siguiente año de 1614. Insistió en los dos puntos que ya había señalado el Arzobispo en su convocatoria, esto es el cumplimiento del Concilio de 1583 y la extirpación de la idolatría. Celebró el importante sínodo de 1613, que tuvo como resultado unas constituciones, que ponía énfasis en la instrucción de los Indios en la lengua quechua los domingos y los días festivos y a lo largo del año los miércoles y los viernes; además todos los días a los niños menores de 12 años para que aprendiesen de memoria el catecismo breve. Insiste en la extirpación de la idolatría.

              Con el arzobispo Lobo Guerrero la extirpación adquiere un verdadero rasgo institucional que concita tres fuerzas vivas de la vida colonial: el propio arzobispado, la Compañía de Jesús, representada por el P. Francisco de Ávila, visitador, y el poder civil con el apoyo del virrey Príncipe de Esquilache. El nuevo arzobispo, con la práctica de inquisidor en México y obispo en Nueva Granada, se queja en 1611 al Rey de que "todos estos indios de mi arzobispado...están al día de hoy tan infieles e idólatras como cuando se conquistaron"[22]. Para su programa pastoral convoca el Sínodo Diocesano de 1613[23] en el que tanto como la extirpación pesó la corrección y enmienda de los curas, en definitiva la renovación de los agentes de la evangelización como casi todos los concilios y sínodos buscaron. Al mismo tiempo se sirvió de un medio fundamental que fue el visitador; éste estaba facultado tanto para examinar la idoneidad del cura doctrinero en la lengua como  en la administración de los sacramentos. Papel fundamental desempeñaron los jesuitas que apoyaron al P. Ávila mediante el envío de misioneros en 1609 para realizar inspecciones junto al visitador así como mediante gestiones ante el arzobispo y el virrey.

              El "descubrimiento" acerca de la idolatría sin visitar su territorio, tan sólo por visitadores, será el comienzo de la constatación de una realidad que llevará a su sucesor Villagómez, sobrino de Mogrovejo, a una estrategia prioritaria enfocada a cortar de raíz, extirpar –tal es palabra central- el pus, la infección de la idolatría.

              Un hito cumbre en el proceso de extirpación lo supondrá la dinámica actividad visitadora y cultural del P. Arriaga que escribe "La extirpación de la idolatría en el Perú"[24] en 1621. Seguidor en buena medida de las ideas del P. José de Acosta, cree que la solución del problema idolátrica está en la visita, tanto en su vertiente judicial[25] como y -esto es primordial- la misional. Este último escribirá que para "arrancar la idolatría del corazón de los indios y la visita judicial propiamente dicha, que destruirá las manifestaciones materiales de la idolatría"[26]. Como escribe J.C. García su "proyecto apunta al corazón mismo del problema, a la razón de ser de la presencia de la Iglesia Católica en América. Por lo tanto, superar también la ineficacia de los curas doctrineros, visitadores y aún de los obispos[27]". De ello, -como se ha podido por los apuntes ofrecidos- se hacen eco los cánones sinodales y conciliares. Aunque las visitas de extirpación en el Arzobispado de Lima habían tenido un carácter esporádico y coyuntural: ahora podemos concluir también que las dos grandes campañas del siglo XVII diferían tanto en su concepción como en sus objetivos. La posición de Arriaga, portavoz oficial de los gestores de la campaña de 1610-1622, es clara respecto de los motivos, las causas y la finalidad: en la raíz de todo está la casi absoluta ignorancia de los indios de los rudimentos de la fe cristiana, producto de los importantes defectos del sistema eclesial. Para remediarlo, ese sistema —y su célula fundamental, el cura doctrinero— debían funcionar verdaderamente. Mientras las nuevas medidas —claramente enunciadas en el Sínodo limense de 1613— empezaban a surtir efecto, la mezcla de misión y visita judicial se presentaba como la solución ad hoc para resolver el problema más urgente: eliminar las manifestaciones materiales de las idolatrías que no se habían sabido reconocer como tales y llevar rápidamente a los indios los rudimentos de la fe. La salvación de almas no admitía demoras. Parece, sin embargo, que las visitas de extirpación y el proyecto extirpador tuvieron éxito en lo primero y fracasaron en todo lo demás. Pues si la cantidad de pruebas materiales de la idolatría fue abrumadora y el trabajo de destrucción de objetos e ídolos minucioso, hacia mediados de siglo, según los más diversos testimonios, los indios seguían tan ignorantes de la fe cristiana como antes, la idolatría campaba a sus anchas, los curas doctrineros no cumplían con sus obligaciones y la población autóctona era sometida a una dura explotación. En medio de este ambiente enrarecido y conflictivo, desde luego, para lo que menos quedaba tiempo era para la doctrina. Y la ignorancia era el caldo de cultivo permanente para los errores. Pero no era éste el parecer del arzobispo Villagómez. Acorralado como estaba por las críticas que habían llegado ya a oídos del rey, y sujeto cada vez más a un mayor aislamiento, necesitaba urgentemente demostrar la efectividad del cuerpo al que representaba así como su idoneidad como cabeza de la Iglesia peruana. Si a inicios de siglo el discurso idolátrico había sido utilizado para remozar el sistema, ahora Villagómez utilizaba estas mismas campañas para defenderlo y blindarlo. El baldón de idólatra venía así a sumarse a los otros prejuicios sobre la naturaleza de los indios y a colocar a esta población en la peligrosa situación de maliciosos ante cualquier eventual conflicto. No extraña entonces, que a mediados de siglo, los indios respondiesen con energía por medio de pleitos y querellas a esta embestida, pronto encontraron apoyos entre los más diversos sectores virreinales y las visitas de extirpación derivaron casi por regla en juicios interminables que acabaron ocasionando su parálisis, y dañando indefectiblemente a acusadores y acusados.

             

      En resumen, en los inicios, en tiempos de Loayza y Mogrovejo, se enfatizó en sembrar, en evangelizar, tanto a través de la predicación, la legislación conciliar y sinodal, la visita misionera, incluso el apoyo de agentes evangelizadores como los propios niños. Jerónimo de Mendieta será muy expresivo al hablar de este protagonismo de los niños en la extirpación de la idolatría:

      De la misma manera que el Señor quiso convertir al mundo por medio de unos pescadores sin letras y desprovistos de todo valor humano, así también quiso que se hiciese la conversión de este Nuevo Mundo [...] no por otro instrumento sino de los niños, porque niños fueron los maestros de los evangelizadores, niños fueron también los predicadores y niños los ministros de la destrucción de la idolatría[28].

 

También el celoso misionero jesuita P. Pablo José Arriaga había sido optimista al considerar que los indios dejarían la cizaña idolátrica cuando se les mostrase la buena semilla de la verdad. Sin embargo, con Francisco de Ávila, el prelado Bartolomé Lobo Guerrero, y –sobre todo- Villagómez consideraban que el mal era endémico, endurecieron su práctica pastoral y llegaron a organizar toda una política sistemática con el objetivo de extirpar de raíz la idolatría a través de sesudas campañas.

 

 

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-Carta pastoral de exhortación e instrucción contra las idolatrías de los indios del arzobispado de Lima Lima, Sanmartí, 1919, Colección de Libros y Documentos Referentes a la Historia del Perú.

 

- Sumario y memorial ajustado de las probanzas que por deposiciones de testigos e instrumentos se han hecho por el ISD D. Pedro e Villagómez, arzobispo de los Reye y demás Señores Jueces Apostólicos en la Causa de la Beatificación y Canonización del Siervo de Dios el IS Don Toribio Alfonso Mogrovejo, arzobispo que fue de esta ciudad. Lima, Imprenta de Juan de Quevedo y Zárate. Año de 1662.

 



[1]Extractado y reelaborado de mi  memoria de licenciatura La promoción humana y social del indio en los concilios y sínodos americanos Universidad de Valladolid, 1986.

[2]Los testimonios se han tomado del Primer cuaderno original de la causa de la beatificación del Arzobispo de Lima Don Toribio Alfonso Mogrovejo, 842 ff. Años 1631-1664, Archivo Arzobispal de Lima.

 

[3]BALLESTEROS GAIBROIS, M: Cultura y religión de la América prehispánica. BAC, Madrid, 1985.

[4] ACOSTA, José de De procuranda indorum salute, II: Educación y evangelización Corpus hispanorum de pace, CSIC, Madrid, 1984/1987.

[5]Ibídem, Libro VI, Cap. XVIII, 1.

[6]"Proemio sobre el Confesionario e Instrucción de las supersticiones y ritos de los indios en que se declara cómo se han de aprovechar de estos los sacerdotes" En DURAN, J.D. Monumenta Catechetica hispanoamericana (S.XVI-XVIII) Facultad de Teología de la UCA, Buenos Aires, 1990, II, pp.528-530

      [7]DURAN, J.D. Monumenta Catechetica hispanoamericana (S.XVI-XVIII) Facultad de Teología de la UCA, Buenos Aires, 1990, II, pp.685-692.

[8] CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, Compendio. Ed. Paulina, Lima 2006, p.143.

[9]GARCÍA CABRERA, Juan Carlos, Ofensas a Dios... 1994... p.20.

[10] ARRIAGA, Pablo Joseph de [1621], La extirpación de la idolatría en el Pirú, ed. H. Urbano, Cuzco, Centro de Estudios Regionales Andinos «Bartolomé de las Casas», 1999.  p.LI

[11]Sumario y memorial ajustado de las probanzas que por deposiciones de testigos e instrumentos se han hecho por el ISD D. Pedro e Villagómez, arzobispo de los Reye y demás Señores Jueces Apostólicos en la Causa de la Beatificación y Canonización del Siervo de Dios el IS Don Toribio Alfonso Mogrovejo, arzobispo que fue de esta ciudad. En Lima, en la Imprenta de Juan de Quevedo y Zárate. Año de 1662. 135 pp. 38v]

[12]Los testimonios se han tomado del Primer cuaderno original de la causa de la beatificación del Arzobispo de Lima Don Toribio Alfonso Mogrovejo, 842 ff. Años 1631-1664, Archivo Arzobispal de Lima.

 

[13] GARCÍA GARCÍA, A. "La promoción humana del indio en los concilios y sínodos del S.XVI" Iglesia, sociedad y derecho. Universidad Pon­tificia, Salamanca, 1985.

[14] DUVIOLS, P.  La destrucción de las religiones andinas (Durante la Conquista y Colonia). U.N.A.M., México, 1977.

Cultura andina y represión. Procesos y visitas de idolatrías y hechicerías. Cajatambo siglo XVII. Centro de Estudios Rurales Andinos "Bartolomé de las Casas", Cusco, 1986.

 

[15] P.BORGES MORAN Los métodos misionales en  cris­tianización de América, S.XVI (Madrid, CSIC, 196O) Misión y civilización en América (Madrid, Alhambra,1987) Histo­ria de la Iglesia en Iberoamérica (Madrid, BAC, 1992) T.I y II

[16]Instrucción sobre la doctrina (1545): E. LISSON La Iglesia de España en el Perú, I/4, 136.

 

 

 

 [18] F.LEJARZA "Las borracheras y el problema de las conversiones en Indias" Archivo Ibero-Americano (1941)111-142, 229-269.

 

[19]En DURAN, J.D. Monumenta Catechetica hispanoamericana (S.XVI-XVIII) Facultad de Teología de la UCA, Buenos Aires, 1990, II, pp.509-510

 

[20] LISSON CHAVES, Emilio La Iglesia de España en el Perú. Colección de documentos para la historia de la Iglesia en el Perú, EHES Sevilla 47, IV, 20 de abril de 1611, Archivo  de Indias, 71-3-9

[21] Carta julio 1618, A. de I, Lima, 70-1-38) Cit. en VARGAS UGARTE, Rubén, Historia de la Iglesia en el Perú, Lima/Burgos, Santa María/Aldecoa, 1953-1962, II p.8

[22]GARCÍA CABRERA, Juan Carlos, Ofensas a Dios, pleitos e injurias. Causas de idolatrías y hechicerías. Cajatambo, siglos XVII-XIX, Cuzco, Centro de Estudios Regionales Andinos «Bartolomé de las Casas», 1994. p.25.

[23]Sínodos de Lima de 1613 y 1636. Madrid, CSIC, 1987. Libro 1º, cap. VI: "Del orden que ha de haber para la extirpación de la idolatría de los indios". pp.38-42.

 [24] En Crónicas peruanas de interés indígena. BAE, Madrid, 1968. pp.192-227. Celebramos la esmerada edición del Centro Bartolomé de las Casas en 1999, tal como indicamos en nota 13.

[25] CORDERO, M. M.  "Naturaleza jurídica de las visitas de idolatrías de la diócesis de Lima. Siglo XVII"Estudios coloniales IV, Universidad Andrés Bello, Santiago de chile, 2006, 211-244

[26]Nota 14, p.36.

[27]J. C. GARCÍA CABRERA: Ofensas a Dios. Pleitos e injurias (Causas de idolatrías y hechicerías. Cajatambo. Siglos XVII-XIX). Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de Las Casas". Cusco, 1994.

p.37.

  [28]Historia Eclesiástica Indiana México, 1870, lib. III, c. XVIII, p.221.


Bicentenario - La celda de Zela (Caretas 2381) por Teodoro Hampe

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El ocaso de Francisco de Zela: sentencia, prisión y muerte en San Lorenzo de Chagres
 
El promotor y jefe del movimiento revolucionario de Tacna (1811), Francisco Antonio de Zela, era limeño de nacimiento y en la época en que pretendió combatir con las armas al poder español, desempeñaba en aquella ciudad el puesto de ensayador y balanzario. «Era ―dice Mendiburu― hombre de instrucción, de probada valentía y abrigaba sentimientos muy nobles y patrióticos, que le indujeron a desear la emancipación del Perú del dominio de España».
 
Cuando Zela se enteró de que La Paz había sido ocupada por el ejército de la junta de Buenos Aires, quiso ayudarle, distrayendo a Goyeneche que se encontraba a orillas del lago Titicaca, preparando su avance militar. Para realizar este propósito se puso al habla con numerosos y prestigiosos vecinos de San Pedro de Tacna, y con ayuda de los milicianos se pronunció contra la madre patria, depuso a las autoridades locales y tomó el mando de las fuerzas que habían coadyuvado a su empresa. El pronunciamiento de Zela tuvo lugar el 20 de junio de 1811, la misma fecha en que por fatal coincidencia Goyeneche derrotaba a las tropas de Castelli en la batalla de Guaqui.
 
Sin enterarse aún de ese desastre, el 23 de junio Zela se dirigió a la pampa de Caramolle para pasar revista a sus tropas. Al llegar fue aclamado estruendosamente y dirigió arengas como Comandante Militar de la Unión Americana, pero de un momento a otro se desvaneció y cayó del caballo. Un ataque cerebral le había hecho perder el sentido; la dolencia no era mortal, pero el movimiento quedó prácticamente acéfalo. El desconcierto y el miedo se apoderaron entonces de los tacneños. Aprovechando la coyuntura, uno de los alcaldes españoles de la localidad dio, de noche, un golpe de mano apoderándose del cuartel en que los patriotas tenían depositadas las armas y aprisionando en seguida a Zela. La captura del valeroso caudillo aumentó el desconcierto de tal suerte que, cuando llegaron desde Arica las tropas realistas, el movimiento de Tacna había sido sofocado.
 
El 31 de julio de 1811 Zela fue enviado al Callao y quedó por algunos días recluido en la fortaleza del Real Felipe. De aquí fue remitido a la cárcel de corte, alojada en la Real Audiencia de Lima, instancia que se encargó de juzgarlo. El proceso contra el criollo limeño duró cuatro años. El 11 de octubre de 1814 la Audiencia dictó la primera sentencia en su contra: destierro perpetuo en el presidio del Morro de La Habana (Cuba), para que sirviera en las obras públicas, a ración y sin sueldo. Pero enseguida se movieron poderosas influencias en su favor, y se obtuvo ―el 19 de abril de 1815― la conmutación de aquella pena por la de diez años de prisión en la fortaleza de San Lorenzo de Chagres, en la costa atlántica de Panamá.
 
El historiador Lizardo Seiner Lizárraga es quien mejor ha investigado esta última etapa de la vida del prócer. Refiere que llegó a la prisión panameña en 1815, «con cuarenta y siete años a cuestas, su salud seriamente quebrantada y en compañía de su sexto hijo José Manuel». En esa locación tropical, a los rigores del clima se sumaron las condiciones insalubres y la alimentación insuficiente. Los dolores del cuerpo fueron acrecentados con las penas del alma, pues su joven hijo, de alrededor de 12 años de edad, sucumbió rápidamente a los embates del sitio.
 
En junio de 2011, al conmemorarse el bicentenario de la gesta emancipadora de Zela, me tocó hacer un viaje de investigación a Panamá, bajo los auspicios del Instituto Panamericano de Geografía e Historia. Tuve en realidad poca suerte en mis pesquisas en los fondos coloniales del Archivo Nacional de Panamá, ya que estos son transcripciones de archivos españoles y solo llegan hasta el año 1700. De cualquier manera, busqué obtener mayor información de parte de los arqueólogos y otros investigadores que han trabajado los restos de la fortaleza de San Lorenzo de Chagres, por encargo del Instituto Nacional de Cultura de Panamá (INAC).
 
Particularmente dos de los investigadores contactados por mí, Carlos Fitzgerald y Eduardo Tejeira, ofrecieron valiosa información de primera mano. Fitzgerald me avisó de que hacía años llegó a ver en el área del celador del monumento una placa conmemorativa que había sido removida de la estructura del castillo, propiamente dicho, durante las obras de restauración de fines de la década de 1970. Pero en años posteriores se desató una «fiebre del hierro» y muchas placas y ornamentos de cementerios históricos, monumentos y otros sitios fueron depredados.
 
El arquitecto Eduardo Tejeira Davis fue más explícito y me señaló que «por informes del ejército de los Estados Unidos se sabe del traslado de algunas placas conmemorativas que una vez estuvieron en el castillo». Una de estas placas de metal apareció en la superficie del patio de la casa contigua al estacionamiento, con una inscripción que indicaba que el peruano Francisco Antonio de Zela había sido confinado en aquella prisión y tras de sus muros habitó hasta «que entregó su alma al Creador», presuntamente en el año 1821 (por romántica coincidencia con la proclamación de nuestra Independencia). Esta placa fue revisada y dio la siguiente medida: 67 cm x 95 cm. Sabemos con certeza que fue colocada en ocasión del sesquicentenario del primer grito de Tacna, el 20 de junio de 1961, y hoy lamentablemente no existe más.
 
En verdad, se desconoce la fecha exacta de la muerte de Zela, aunque ciertos historiadores especulan que ocurrió hacia mediados de 1819. El ensayador y balanzario de San Pedro de Tacna fue, pues, una de las tantas víctimas de los conatos de independencia que se dieron en el Perú antes de la expedición libertadora de San Martín, y los festejos que se han hecho en homenaje a su memoria no pueden sino contar con la adhesión de toda América.
 

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DON GIUSSANI, ALMA INQUIETA, QUE NOS ABRIÓ HORIZONTES BELLOS Y VERDADEROS EN LOS ORÍGENES DE LA UCSS.

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En la Jornada Docente programada por la Facultad de Ciencias de la Educación y Humanidades hemos recibido la gratísima y paternal visita de Monseñor Lino Panizza, fundador y gran canciller de la UCSS. Él fue quien recibió la estimulante y fontal carta fundacional del Siervo de Dios Monseñor Luigi Giussani, fundador del movimiento eclesial Comunión y Liberación, quien en el 2000 acogió la petición cursada por Monseñor Lino para apoyarle en la noble misión de crear una universidad en Lima Norte. A la luz y el calor de la carta, nuestra Decana Giuliana Contini nos ha propuesto reflexionar e intercambiar experiencias sobre la misma y nos ha presentado con el profesor Manuel Vejarano una estupenda muestra sobre el tema: ¡QUÉ CORAJE SE EXIGE PARA SOSTENER LA ESPERANZA DE LOS HOMBRES! Les comparto las palabras que pude copiar de Monseñor Lino; nos ayudará a revivir este familiar encuentro en el marco celebrativo de nuestros 15 años de andadura.

Quiero animarles para que el proyecto llegue a ser obra y para ello debemos estar en proceso de construcción. La vida es algo dinámico, nada estático, y yo les animo a vivir de modo dinámico.

El Señor nos ha llamado a este proyecto a través de una grande obra y el camino no lo hace uno solo, sino en compañía, como en Emaús. Nuestra vida es una peregrinación que hacemos con Jesús. Nos encontramos con gente que desestructurada que no ve sentido a su vida y nosotros tenemos que dárselo, con respeto, ayudándoles a descubrir, experimentar el sentido de la vida.

De Don Giussani destaco que era un ALMA INQUIETA. Nunca se sintió seguro de haber llegado a la meta, estaba en búsqueda permanente, averiguando sobre el último porqué. Y esto es muy actual, porque es el problema del hombre. Cuando se estanca, cuando no busca, se acaba todo.

Esta es nuestra misión: introducir y conducir para hacer esta experiencia de la que nos habla don Giussani.  Los profesores se encuentran frente a los alumnos en un contexto en el que deben ser padre y madre al timos tiempo, sobre todo cuando vemos que la familia está desestructurada y los jóvenes no saben dónde mirar.

Nos llaman a Atalaya, Tarma, Nueva Cajamarca, Huacho, Chulucanas…y la realidad es la misma. Nuestra misión es transformarnos en Cristo que hoy se pone a caminar con los jóvenes, sin asustarlos para que no tengan ningún miedo, sino que poco a poco vayan descubriendo la verdad. Sé que la tareas es difícil y que se necesita una gran identificación con este ideal y un sentido de pertenencia. Del corazón sale lo que hay en él. nadie da lo que no tiene. Hay que vivirlo. Se impone una doble tarea: hacia nosotros mismos y hacia los demás, para vivir como nos hemos propuesto en la diócesis para el 2015:  la corresponsabilidad. Porque la Universidad no es de la diócesis, de Monseñor Lino, del Dr. Bolis, de la Decana…es NUESTRA. La tarea hay que llevarla en la mochila de nuestra vida.

Yo soy hijo del 68, de la revolución universitaria. Llegué al Perú hace 45 años (el 23 de mayo). En ese tiempo eran los años de la reforma, se vivía la ilusión de cambiar el mundo para hacerlo más humano. En el Perú se hicieron todas las reformas (yo vivo la séptima reforma educativa), industrial, comercial, nuevas estructuras…y no cambió nada porque no cambió la persona.

Si queremos ser reformadores debemos comenzar desde dentro. Somos chismosos y curiosos y no ayudamos a crear una gran obra sino que la destruimos.

No te dijes en lo que hacen los demás. Si el otro tira los papeles no te pido –que sería lo máximo- que los recojas, pero por lo menos no los tires.

Gracias por invitarme y mucho ánimo para seguir caminando. 

El Seminario de Santo Toribio en la historia (1590-2015) ). Su trayectoria vital

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El Seminario de Santo Toribio en la historia (1590-2015) ). Su trayectoria vital

Amigos: Cuando el libro está en el horno de la imprenta, les adelanto lo que serán las conclusiones de alrededor de unas 400 páginas. Comencé la obra en 1999 y felizmente será publicada en el presente año, a los 425 de su fundación, en el año de la vida consagrada, V Centenario de Santa Teresa, celebración del XX Sínodo de Lima, inicio del Año de la Misericordia.

Les comparto la foto tomada por Meche Acuña, productora de PAX TV, para nuestro programa "El Puente" "Tras las huellas de Santo Toribio"

JAB

 

CONCLUSIÓN

Al culminar la presente investigación acerca de la institución educativa peruana más longeva, se adueña un sentimiento de respeto y admiración.

1.      En primer lugar, conviene destacar esta permanencia en el tiempo, la estabilidad de la institución lograda a lo largo de casi medio milenio. Como escribiese el filósofo oriental Kwuan-Tzu, hace 2.300 años: «Si planificas por un año, siembra trigo; si planificas por una década, planta árboles; si planificas por una vida, educa personas». Han sido miles de personas las educadas en este plantel. Muchos de ellos han sido obispos y responsables del mundo social y religioso.

2.      En segundo lugar, se debe enfatizar que, más allá de un simple internado de futuros clérigos, durante muchos intervalos de tiempo ha fungido como centro superior de estudios teológicos donde se repetían las lecciones dadas en la Facultad de Teología; en algunos momentos como en el gobierno de Piérola, antiguo seminarista y profesor, el Seminario y la Facultad se convirtieron en almas gemelas de un mismo proceso formativo muy cercano al de los colegios mayores y siempre en el ámbito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

3.      En tercer lugar, es de resaltar la riqueza documental de la institución toribiana que tanto puede enriquecer la historia educativa peruana, la historia de la Iglesia del Perú y la amplísima vida cotidiana de la sociedad peruana. Basta con asomarse a las constituciones, planes de estudio, fichas de profesores y alumnos, su selecta biblioteca, la resonancia de los avatares de la vida nacional en la vida del seminario…

4.      En cuarto lugar, queda patente la estrecha relación del mundo del seminario con la sociedad peruana. Basten algunos datos como su primer rector, Hernando de Guzmán, quien rigió en tres periodos la Universidad de San Marcos sin dejar de dirigir el seminario por más de 40 años; además se proyectó en la Catedral, en las visitas por la dilatada arquidiócesis de Lima. En la aurora de la independencia, entre los próceres que van preparando el clero renovado del Nuevo Régimen tenemos a varios alumnos y profesores toribianos: Baltasar Martínez de Compañón y Bujanda, Toribio Rodríguez de Mendoza, José Baquíjano y Carrillo y Vicente Morales Duárez. Si nos fijamos en la actualidad, la mayoría de los obispos peruanos recibieron su formación en Santo Toribio.

5.      En quinto lugar, cabe destacar la recia espiritualidad marcada por la santidad del fundador, Santo Toribio, y conservada como rico patrimonio a lo largo de los siglos.

6.      En sexto lugar, resulta sorprendente la dinámica actividad de encuentros, tertulias, conversatorios de los seminaristas con grandes personajes del mundo eclesial y civil, a propósito de visitas culturales, institucionales o con motivo de las celebraciones festivas del seminario, de la Iglesia, del Perú, así como nombramientos de obispos de miembros de la comunidad.

7.      En séptimo, se da fórmula al deseo de que alguien se anime a elaborar estudios sistemáticos monográficos acerca de los numerosos personajes, asuntos y circunstancias, que aquí apenas se ha logrado pergeñar.

8.      Octavo, celebro que la publicación coincida con aniversarios trascendentales para el mundo, la iglesia y el Perú. Este año 2015 tendrá lugar el Sínodo de los obispos sobre la familia; el Papa quiere dedicarlo también a la Vida Consagrada; estamos en vísperas del bicentenario del Perú. Como quiso San Juan Pablo II, miremos el pasado con gratitud, el presente con pasión y el futuro con esperanza.

9.      Noveno. Más allá de cifras, actividades, programas, edificios, métodos, el Seminario nos habla de personas que se forjan integralmente para donarse a los demás como otros cristos. El historiador Jorge Basadre lo sintetizó con gran precisión en su discurso en la Asamblea de Clausura de la Cruzada Vocacional en 1951: "el sacerdocio en el Perú contribuyó a fundar la Patria; alentó a loslibvertadors; estuvo íntimamente ligado a la vida pública como a la vida social y privada; trabajó por la cultura; orientó desde el aula y la tribuna; ganó tierras y almas en la selva; defendió los más altos valors espirituales y morales; enseñó un vivir más alto y a bien morir; compartió las grandes festividades y los más luctuosos momentos de la nacionalidad"[1]

10.  Décimo y último. Culmino con el recuerdo personal de uno de ellos, Fernando Valle, que nos dejó el 25 de agosto del 2011. Eran las 3 de la tarde del último domingo de agosto. Una procesión llena de vida sal del Seminario de Santo Toribio, en Lima, camino del cementerio, para darle el último adiós a este, seminarista, que a los 23 años de edad, por un imperdonable cáncer, descansaba en Dios para siempre. El P. Carlos Rosell, rector del Seminario, que presidió el funeral, nos alentó en su homilía a vivir mirando al cielo, que en fe no hay despedidas. Recordó sus tres años de formador de Fernando y otros tantos como Rector, y nos compartla ilusión que tenía por ser sacerdote y santo sacerdote; tal convicción se avivó, aun con el cáncer, con motivo del rito de  admisión. Yo fui profesor en el curso de Historia de la Iglesia y recuerdo su aplicación, su afán de aprender para luego llevarlo a los demás. Tres autocares con sus formadores y seminaristas, familiares, amigos, fueron a dejar su cuerpo acompañándole con oraciones y cánticos. ¡Descansa en paz, Fernando! Tú eres el último de tantos miles que como el granos de trigo se pudre para dar fruto, hornea en el amor para alimentar al pueblo fiel!

 



[1]Jorge Basadre "La obra civilizadroa del Clero en el Perú Independiente" Revista Renovabis, Año XI, Septiembre—octubre 1951, nn. 129-130, pp. 280-290

TESTIMONIOS. GUÍA METODOLÓGICA VOCACIONAL XVIII

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LES COMPARTO EL TESTIMONIO QUE ME SOLICITÓ LA COMISIÓN Y QUE SE PUBLICA EN EL PRESENTE FOLLETO.


José Antonio Benito Rodríguez

Milicia de Santa María

 

  1. ¿Cuándo y cómo?

Mi vocación comienza desde que tengo uso de razón, al ver el ejemplo de mis padres, mis profesores, mi párroco… Es estupendo y maravilloso ver en los tuyos el gozo de vivir en cristiano. Mi madre, campesina con pocos estudios pero muy rica en fe, solía decirnos a los hijos: "Los que viven bien, como Dios nos pide, tienen dos cielos, el de la otra vida y el de ésta". Efectivamente, un cristiano encuentra su cielo en la tierra cuando durante todos los momentos del día los encuentra adecuados para vivir "como Dios", como en el Cielo, haciendo el mayor bien al mayor número de personas.

Cuando tomé la Primera Comunión, a los cinco años, intuí lo hermoso que sería una vida de entrega total a Dios y a los demás. Luego ves que quieres ser como los que ves más felices y entregados. A los 8 años quería ser "futbolista, maestro o cura" (no conocía otra forma de entregarme totalmente), en ese orden.


2. Alguna persona

Más adelante, en la adolescencia, uno se despista y parece olvidarse. Pero, a los 15 años, en clase de Religión de 5º de Media, el testimonio de un laico consagrado que había estado de misión en el Perú suscitó en mí el deseo de practicar los Ejercicios Espirituales, Retiro de cuatro días, en silencio y soledad.


3.      Lo más determinante

Los Ejercicios de San Ignacio, cuando vi lo mucho que el Señor me ha dado (en el universo, en mi familia, en mi persona, en mis amigos) y lo poco que le había correspondido; en definitiva, mi pecado de omisión frente a su gran amor, su gran misericordia. Sentí que estudiando, jugando al fútbol, trabajando, llevando mi fe a los demás, divirtiéndome –en pleno mundo pero sin ser mundano, sin pactar con el pecado- podía vivir mi cristianismo de forma integral y ahí descubrí mi vocaciòn y mi misiòn.


4. Familia y colegio

Ha sido fundamental ver la coherencia de mis abuelos y mis padres. Siempre sentí que la Iglesia era mi familia, era algo mío, que yo había sido engendrado por ella y tenía que dar todo por ella. Siempre estudié en colegios estatales y conté con excelentes profesores de religión que me ayudaron en la formación doctrinal. Paralelamente participé en grupos deportivos y formativos de los PP. Salesianos.


5.      Lo que más le atrajo

Que Cristo había dado y estaba dando su vida por mí. Me amó y se entregó a la muerte por mí, como expresó san Pablo. Que había recibido mucho gratis y yo debía hacer lo mismo. Que el mundo =especialmente el de los jóvenes= me necesitaba para transparentar a Cristo, su Reino de Paz, su plenitud, la gratuidad, su misericordia, su presencia que te llena de alegría y entusiasmo.

6.      Pruebas

La verdad es que apenas ha habido pruebas. Lo que más me ha ayudado ha sido la dirección espiritual. Seguir haciendo aunque parezca que no se siente. La amistad con los de tu grupo. Y no dejar nunca la oración personal, que es lo más maravilloso que existe. Escuchar en tu interior que Dios, nuestro Padre, te dice "Nadie te ama como Yo" y ver que es verdad en el minuto a minuto.

 

7.      Cultura vocacional

Insistir en todas las etapas que todos tenemos una vocación y una misión, y que para cultivarlas debemos participar de la vida con Cristo a través de los sacramentos –especialmente de la confesión (borrón y cuenta nueva) y la comunión (alimento de vida eterna). El apostolado, llevar tu fe a los demás, es sentir que eres otro Cristo, que Él no tiene otros labios para hablar que los tuyos, otros brazos para ayudar que los tuyos, otro corazón para amar, para servir que los tuyos… El gozo de sentir y comprobar que es así, que la Madre de Dios es mi madre y quiere ser la madre de todos, que al igual que ella yo puedo dar el sí como en la encarnación y seguir constante y perseverante hasta los momentos más difíciles…¡qué ternura! Sobre todo cuando uno ve a tantos jóvenes sin dirección, como ovejas sin pastor, y tú puedes ayudarles en algo, esa paternidad espiritual de la que te sientes indigno pero que Jesús te alcanza es el Cielo.

Aprovechar todos los medios a nuestro alcance: radio, TV, prensa, web. Yo lo hago desde mis programas. Aunque me parece que lo fundamental es que el joven viva intensamente su cristianismo, que participe en Retiros y Ejercicios, que cultive a diario su oración, que se una a un grupo…que dé testimonio a través del voluntariado y campañas apostólicas.

 

8.      Anécdota

Llevo 20 años en el Perú. Podría contar muchas, gracias a Dios. En los primeros seis meses comprobé la exactitud mensaje de Juan Pablo II sobre los Ejercicios de San Ignacio:

"Los Ejercicios Espirituales son un encuentro personal con el Señor, y proponen y favorecen la búsqueda y el descubrimiento de la propia identidad a la luz de Dios. (19-II-1996).

Lo he experimentado como director de dos tandas de  Ejercicios para profesores y universitarios y como ejercitador en la tanda semanal que cada año practicamos los militantes de Santa María. Comienzo por hacerles partífice de las gracias de la primera faceta.

Ha sido, sin duda, la experiencia más gratificante de todas las vividas en América. El hecho de saberse elegido por Dios, que tu nombre "esté escrito en el Cielo", ya es de por sí anonadante; el convertirte en testigo directo de la operación de la gracia, a pesar de tus miserias, ¡alucinante!

Un profesor, con 28 añazos a sus espaldas, no sabía exactamente si le habían bautizado y fue bautizado el día de las confesiones ("me siento un hombre nuevo, me siento feliz, he encontrado el camino del bien; si los santos lo hicieron, con la ayuda de Jesús y María yo también puedo hacerlo"; otro se confesaba tras 18 años de su primera confesión; un antiguo seminarista sentía "remordimiento" por haber dejado su vocación y quería reparar mediante el compromiso de por vida a Jesucristo; un peque de 16 años se trazaba el "jalar más comandos" (invitar a sus compañeros para incrementar los grupos); Juan Carlos, 17 años, entre sollozos, me decía de corazón que notaba que el corazón le ardía de felicidad y que lloraba porque veía que sus compañeros no sentían a Dios de forma tan grande, y que pedía que tuviesen esa misma felicidad; un estudiante de 3° de Pedagogía, que vio como Sendero Luminoso asesinaba salvajemente a sus padres y que fue acogido en un internado de CIRCA, sentía un llamamiento a una vida consagrada en aras del amor y la paz ("hay que luchar, no desanimarse en las caídas, mirar la luz y salir adelante; vuelvo a nacer pero con los instrumentos para vencer". En la mayoría, una actitud de agradecimiento, de entrega y de ilusión por llevar el Evangelio a los demás; de hecho, cada lunes nos reunimos unos 30-40 para orar durante media hora y seguir recordándonos la importancia de vivir los Ejercicios en el día a día; llevamos ya 10 lunes.

El primer sábado del mes de mayo me fui peregrinando con un grupo de jóvenes al santuario mariano de Chapi, a 60 kms. de la ciudad, por puro desierto pero con un cielo de estrellas de alucine (la Cruz del Sur, las Tres Marías...) polvo, sudor...pernoctar en un cobertizo en medio de la pampa, y nuestro encuentro con la Mamita (así llaman a la Virgen María acá). Yo me quedé allá para hacer mis Ejercicios cara a cara con Ella y en compañía de los PP. del Verbo Encarnado que dirigen el Santuario. El marco no puede ser más austero, como dicen por acá "puritito" (completo) desierto, arena y más arena. Sin quererlo, recordé aquellas espirituales "cartas del desierto" de Carlos Carretto. Hay que estar en Chapi para captar lo que la Virgen María significa en la identidad colectiva del pueblo peruano; hay que ver rostros sonrientes tras cientos de kilómetros de miles y miles de peregrinos que vienen a postrarse ante la Mamita para darle gracias, suplicarle, entregarse. Uno siente que esa fe se le pega, se le comunica por ósmosis y se sumerge en la oración. Todo es gracia, todo es don; esa fue la idea dominante, yo tengo que ser gratuidad viviente, dar todo sin pedir nada a cambio. Con cuánta razón el Papa a los representantes de la ONU les habló de la civilización del dar.

Frente a los problemas sin cuento que amenazan con descuartizar la propia identidad del ser humano, los Ejercicios Espirituales se revelan como la auténtica solución. Merece la pena "perder" unos días para este "encuentro personal con el Señor".

 

9.      Formación

Fundamental. Debe cultivar todas las facetas de la vida, pero aquí nos referimos sobre todo a su formación cristiana. A medida que crece en la profesión, debe acrecentar su formación teológica, espiritual, pero sin caer en lo puramente intelectual; formarse también es dar testimonio, ayudar…

10.  Mensaje

Que Cristo tiene un plan personal para cada uno. Que nos necesita. Que hay que preguntarse cuál es el propio para ser santo. Que lo conversen con un sacerdote, que lo vean en un Retiro. Que no lo reduzcan a si van para el seminario o el convento o para el matrimonio. Lo primero es la santidad; luego, la disponibilidad dónde Dios quiera; por último, acertar de acuerdo con mi actitud y mi aptitud, y el llamado de Dios. Yo estoy contentísimo con mi vocación de laico consagrado. Y le digo al Señor ¡gracias, muchas gracias! Ser laico es ser consecuente con lo que eres. Ser bautizado es ser otro Cristo, camino, verdad y vida. Se gana la vida eterna, el Todo. La misión del laico es ser otro Cristo donde Él te planta. Es hacer lo ordinario de modo extraordinario, es saberse tan amado por Dios y su Madre, que lo único que merece la pena es hacer lo mismo siempre. Soñar con los pies en la tierra, amar sin fronteras pero en el detalle pequeño y sin que se note. Hacer el cielo en la tierra. Como dice un libro de historia de Arequipa: "Convertir el suelo en cielo"

 

Este año 2015, dentro de la providencia Divina, se ve marcado grandemente por la memoria y gratitud del don de Dios a la Iglesia con la Vida consagrada y la Familia, realidades que se entrelazan armónicamente, y que en ellas estamos profundizando tanto en el marco del Año de la Vida Consagrada, como en torno al Sínodo sobre la familia cristiana.

El Santo Padre Francisco, al dirigir su carta a los consagrados, señala como primer objetivo para el Año de la Vida Consagrada, el "mirar el pasado con gratitud" con la finalidad de "mantener viva la propia identidad". Siguiendo esta invitación, nuestra memoria no se remonta solamente al inicio de la propia familia carismática, sino hasta la grata memoria del seno familiar, por ser escuela de fe y semillero de las vocaciones. Como dice el documento de Aparecida: "De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe" en ella "la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios" (Aparecida n. 118). 
Por esta estrecha relación, no es difícil comprender que la crisis de vocaciones hunda sus raíces en la propia crisis familiar de la que se ve amenazada hoy nuestra sociedad. Por ello dentro de una autentica Pastoral Vocacional, se ha de considerar la Pastoral Familiar que busque que los padres tomen nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos, como aconseja el documento anteriormente señalado. 

Teniendo en cuenta esta verdad, la presente Guía Metodológica Vocacional, ofrece entre sus contenidos principales: Testimonios Vocacionales de sacerdotes, religiosos (as) y laicos, que manifiestan el itinerario que siguieron para tomar la valiente decisión de responder al Señor que llama, y cómo la influencia del seno familiar tuvo y tiene que ver en ella. 

Así, revalorando y defendiendo la dignidad e integridad de la vida familiar, a la vez se enarbolan y promueven las vocaciones en su simiente más profunda, ya que es en el hogar donde se cultiva la vocación con el ejemplo de la palabra dada, de la fidelidad hasta las últimas consecuencias, del sacrificio por el bien del otro, del desprendimiento por ideales nobles; de un amor fraterno generoso, dedicado al más frágil; de la reciedumbre ante las adversidades, del valor de lo trascendente y lo caduco de lo fácil, del beneficio de las reglas y de lo provechoso de la obediencia; del valor de la oración, de la veracidad, del santo temor de Dios. 


En resumen - como bien sabemos - es en el hogar donde uno aprende a ver la vida como don, y cómo el donarla en servicio a los demás es la mayor expresión de gratitud. 

Esperando que esta guía sea de gran ayuda en el afán de la Promoción Vocacional sigamos suplicando al Dueño de la mies, más operarios para su campo; a María Santísima, encomendemos la protección de quienes inician el camino y de quienes vamos ya recorriendo esta aventura de la fe. 

Con mi bendición de padre y pastor.

+ Monseñor Marco Antonio Cortez Lara
Obispo de Tacna y Moquegua
Presidente de la Comisión Episcopal de Vocaciones y Ministerios


El regalo de la vocación es la manifestación de un proyecto amoroso de Dios para cada ser humano. Desde la eternidad Dios ha pensado en cada uno de nosotros como una persona única e irrepetible. Esto implica que nadie más que uno mismo puede realizar ese proyecto y encarnar esa idea maestra de Dios. Descubrir nuestra vocación es fundamental para responder la pregunta sobre el sentido de la propia vida. 

En el discernimiento de la vocación nos ayuda la experiencia de quienes han escuchado la voz de Dios y han respondido a su llamado, como el joven Samuel: "Habla, Señor, que tu siervo escucha…" (1 Sam 3,9)

A Samuel le ayudó la experiencia del sacerdote Elí, y a cada uno de nosotros la experiencia de tantos testigos del amor de Dios. Por ello, aunque cada experiencia es única y manifiesta la insondable sabiduría de Dios, siempre podremos encontrar elementos que nos iluminan en la experiencia vocacional de otros hermanos en la fe y también ciertas constantes que nos permiten vislumbrar apoyos, medios, actitudes e itinerarios a desarrollar y recorrer.

En la presente edición de nuestra Guía Metodológica Vocacional queremos brindar una gama de testimonios vocacionales, diversos en varios sentidos: por la procedencia, por la edad, por las condiciones de las personas, por la vocación a la que han sido llamados, etc. Aunque no podremos abarcar todo el espectro de realidades vocacionales, queremos compartir algunas representativas: sacerdotes, religiosas, laicos consagrados, etc.

Estos testimonios han sido recogidos sea por redacción escrita o por entrevista personal y en base a un cuestionario que podemos apreciar en muchos de ellos. 

Agradecemos de corazón a todos los que generosa y alegremente han compartido el tesoro de su vocación en esta Guía Vocacional e imploramos al Señor que les siga bendiciendo y sosteniendo en su camino de entrega e identificación con Cristo.

Pbro. Jaime Horacio Llamas Vega 
Secretario Ejecutivo de la Comisión
Episcopal de Vocaciones y Ministerios .
ORACIÓN POR LAS VOCACIONES

Oh Jesús

Pastor eterno de las almas,
dígnate mirar con ojos de misericordia
a tu pueblo amado.
Señor,
danos vocaciones,
danos sacerdotes, religiosos
y consagrados santos.
Te lo pedimos por la Inmaculada
Virgen María
tu dulce y Santa Madre.
Oh Jesús, danos sacerdotes,
religiosos y consagrados
según tu corazón.
Amén.


"Iglesia pobre y para los pobres" como quiso Jesús y quiere Francisco

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Iglesia pobre y para los pobres

Cardenal Gerhard Muller, Gustavo Gutiérrez, José Sayer

Editorial: CEP, IBC, 2015,  Paginas: 186

 

En tiempos recios que diría Santa Teresa como los que estamos viviendo, me parece una obra fundamental para dejar de lado ideologías, descalificaciones y examinar todo para quedarnos con lo bello, bueno y verdadero.

La verdad es que me fatiga que un asunto como el de la TEOLOGÍA DE LIBERACIÓN siga siendo motivo de discordia y enfrentamiento cuando debería ser un tesoro, un legado para agradecer, para aplicar en este momento y para desafiar el futuro con esperanza.

Tanto el Papa Francisco como el responsable máximo de la custodia de la fe, Cardenal Gerhard Muller nos recuerda que San Juan Pablo II sintetizó en la feliz expresión contenida en su carta a la Conferencia Episcopal de Brasil en 1986: "la TL correctamente entendida ´no solamente es oportuna, sino útil y necesaria" ( pp 21-22)

Les comparto unos textos seleccionados por mí, todo el texto del Papa y el índice de la obra. ¡Y que el Señor nos ayude a vivir en comunión y en misión sin ser más papistas que el Papa!

 

Cardenal Gerhard Müller: "Hoy, como en los tiempos de Bartolomé de las Casas, Dios está de parte de los pobres y actúa para conducirlos a la libertad y para consentirles participar en el cumplimiento de la acción integral de salvación de todos los hombres prometida por Él.

Pero, sobre todo, contrariamente a lo que sostiene el marxismo –y dicho sea de paso, también el actual liberalismo, la teología de la liberación expuesta por GG muestra exactamente cómo el cristianismo no es una ´ideología de consuelo´. Por el contrario: la verdadera, auténtica Teología de la Liberación demuestra que sólo Dios, Jesús y el evangelio pueden tener un papel auténtico y duradero para la humanización del ser humano, sea individual o socialmente. En otras palabras, es lo que Juan Pablo II sintetizó en la feliz expresión contenida en su carta a la Conferencia Episcopal de Brasil en 1986: la TL correctamente entendida ´no solamente es oportuna, sino útil y necesaria"21-22

"TL significa, brevemente, creer en Dios como Dios de la vida y como garante de una salvación entendida en su integridad, resistiendo a dioses e ídolos de muertes prematuras, pobreza y degradación del ser humano" p. 43

"El fundamento de la TL es la fe en que Dios ha creado al ser humano a su imagen y que, en su Hijo Jesucristo, cuida de él hasta el punto de que Jesús acepta la muerte a la que sus adversarios lo habían condenado. El objetivo es el de hacer reconocible a Dios como Dios de la vida y como vencedor de la muerte en todas las dimensiones de la existencia humana. La Tl supera todo dualismo que quiere relegar a Dios en un más allá y reducir la salvación a una simple dimensión interior" p.50

Josep Sayer "Pobreza: El desafío de la fe":  "Gracias a Gutiérrez, ha podido conocer también la vida de Santo Toribio de Mogrovejo, el segundo obispo de Lima. Contra la tradición colonial, este obispo apreció las poblaciones quechuas y su cultura incaica, y las defendió contra todo abuso. Visitó a estas poblaciones durante viajes a través de su inmensa diócesis, reunió en los Concilios que contribuyeron a la inculturación de la fe –como se diría hoy. Su cercanía humana a los campesinos llevó a éstos a acercarse a la fe" p.180

 

Prefacio del Papa Francisco

¿Quién de nosotros no se siente incómodo al confrontarse con la sola palabra "pobreza"? Existen tantas formas de pobreza: físicas, económicas, espirituales, sociales, morales. El mundo occidental identifica prioritariamente la pobreza como la ausencia de poder económico y enfatiza negativamente este status. Su concepción, en efecto, se basa esencialmente en el enorme poder que el dinero ha adquirido hoy, un poder aparentemente superior a otros. Por eso una ausencia de poder económico significa irrelevancia a nivel político, social, y hasta humano. Quien no posee dinero es considerado sólo en la medida en la cual puede servir a otros fines. Existen tantas pobrezas, pero la pobreza económica es aquella que es vista con mayor horror.

En esto hay una gran verdad. El dinero es un instrumento que de cualquier modo -como la propiedad- extiende y acrecienta la capacidad de la libertad humana, consintiéndole obrar en el mundo, accionar y sacar fruto. De por sí es un buen instrumento, como casi todas las cosas de las cuales dispone el hombre: es un medio que ensancha nuestras posibilidades. Sin embargo, este medio puede volverse contra el hombre. El dinero y el poder económico, en efecto, pueden ser un medio que aleja al hombre del hombre, confinándolo a un horizonte egocéntrico y egoísta.

La misma palabra aramea que Jesús utiliza en el Evangelio -mammona, es decir tesoro escondido (cf. Mt 6,24; Lc 16, 13)- nos deja entender que cuando el poder económico es un instrumento que produce tesoros que se reservan sólo para uno mismo, escondiéndolos a los demás, eso produce iniquidad, pierde su valor positivo original. También el término griego, usado por San Pablo, en la Carta a los Filipenses (cf. Fil 2,6) -harpagmos- se refiere a un bien retenido celosamente para sí, o incluso a lo que se ha robado a los demás. Esto acontece cuando los bienes son utilizados por el hombre que conoce la solidaridad sólo para un círculo de conocidos, sea grande o pequeño, o cuando se trata de recibirla, mas no cuando se trata de ofrecerla. Esto sucede, también, cuando el hombre, habiendo perdido la esperanza en un horizonte trascendente, pierde el gusto de la gratuidad, el gusto de hacer el bien simplemente por el placer de hacerlo (cf. Lc 6, 33).

En cambio, cuando el hombre es educado para reconocer la fundamental solidaridad que lo vincula a todos los demás hombres -esto nos recuerda la Doctrina social de la Iglesia-, entonces sabe bien que no puede retener para sí los bienes de que dispone. Cuando vive habitualmente en la solidaridad, el hombre sabe que lo que niega a los demás y retiene para sí, antes o después, se volverá contra él. En el fondo, a esto alude Jesús en el Evangelio, cuando hace mención al moho o a la polilla que destruyen las riquezas poseídas de un modo egoísta (cf. Mt 6,19-20; Lc 12, 33).

En cambio, cuando los bienes de los que se dispone son utilizados no sólo para las propias necesidades, éstos se difunden, se multiplican y producen a menudo un fruto inesperado. En realidad, existe un original vínculo entre beneficio y solidaridad, una circularidad fecunda entre ganancia y don, asunto que el pecado tiende a romper y ofuscar. Deber de los cristianos es redescubrir, vivir y anunciar a todos esta hermosa y original unidad entre beneficio y solidaridad. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo contemporáneo de redescubrir esta hermosa verdad! Cuanto más acepte tener en cuenta esto, tanto más disminuirán incluso las pobrezas económicas que tanto nos afligen.

Sin embargo, no podemos olvidar que no existen únicamente pobrezas vinculadas a la economía. Es el mismo Jesús quien nos lo recuerda amonestándonos para que nuestra vida no dependa solamente "de nuestros bienes" (cf. Lc 12,15). Originariamente el hombre es pobre, necesitado e indigente. Cuando nacemos, para vivir, tenemos necesidad de los cuidados de nuestros padres, y así también en toda época y etapa de la vida cada uno de nosotros no conseguirá liberarse totalmente de la necesidad y de la ayuda que tenemos de los demás; no conseguirá nunca arrancar de sí la limitación de sentirse impotente delante de alguien o algo. Esta es también una condición que caracteriza nuestro ser de "creaturas": no estamos hechos por nosotros mismos y solos no podemos darnos todo aquello que necesitamos. Un leal reconocimiento de esta verdad nos invita a ser humildes y a practicar con coraje la solidaridad, como una virtud indispensable para vivir.

En todo caso, dependemos de alguno o de algo. Esto lo podemos vivir como una debilidad de nuestra existencia o como una posibilidad, como un recurso a tener en cuenta en un mundo en el cual ninguno puede prescindir de los demás, en el cual todos somos útiles y valiosos para todos, cada uno a su modo. No hay como descubrir esto para ser impulsados a vivirlo como una norma responsable y responsabilizante, en vistas de un bien que es entonces, de veras, inseparablemente personal y común. ¡Es evidente que esta norma puede nacer solamente de una nueva mentalidad, de la conversión a un nuevo modo de mirarse unos a otros! ¡Solamente cuando el hombre se concibe no como un mundo cerrado en sí mismo, sino como alguien que por su propia naturaleza está ligado a los otros, sintiéndolos originalmente como hermanos, es posible una norma social en la cual el bien común no aparece como palabra vacía y abstracta!

Cuando el hombre se concibe de esa manera y se educa a vivir así, la originaria pobreza de creatura nunca más es sentida como un hándicap, sino como un recurso, que enriquece a cada uno, y el cual libremente donado, es un bien y un don que recae después como provecho para todos. Esta es la luz positiva con la que también el Evangelio nos invita a considerar la pobreza. Precisamente, esta luz nos ayuda, por lo tanto, a comprender por qué Jesús transforma esta condición en una auténtica "bienaventuranza": "¡Bienaventurados los pobres!" (Lc 6, 20).

Entonces, haciendo realmente todo lo que está en nuestras manos y rehuyendo toda forma de hábito irresponsable a las propias debilidades, no temamos reconocernos necesitados e incapacitados de darnos todo lo que necesitamos, porque solos y con nuestras solas fuerzas no lograremos vencer nuestras limitaciones. No temamos este reconocimiento, porque el mismo Dios, por medio de Jesús, se ha inclinado (cf. Fil 2,8) y se inclina ante nosotros y nuestras pobrezas para ayudarnos y darnos aquellos bienes que solos nunca podríamos tener.

Por eso Jesús elogia a los "pobres en espíritu" (Mt 5,3), vale decir aquellos que considerando sus propias necesidades, necesitados como son, confían en Dios, no temiendo depender de Él (cf. Mt 6,26). De Dios podemos, en efecto, tener aquel Bien ilimitado que ningún límite puede detener, porque Él es más poderoso que cualquier otro límite. ¡Y lo demuestra cuando venció la muerte! demostrándonoslo cuando venció a la muerte! ¡Dios que siendo rico se hizo pobre (cf. 2 Cor 8,9) para enriquecernos con sus dones! Él nos ama, aprecia cada fibra de nuestro ser, a sus ojos cada uno de nosotros es único y tiene un valor inmenso: "Hasta los cabellos de su cabeza están contados... ustedes valen más que muchos pajarillos" (Lc 12,7).

Estoy, pues, agradecido con su Eminencia el Señor Cardenal Gerhard Ludwig Müller, Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que con el presente libro ha querido llamarnos la atención recordándonos todo esto.

Estoy seguro de que cada uno de ustedes al leer estas páginas, de cualquier modo, se dejará tocar el corazón y sentirá brotar dentro de sí la exigencia de una renovación de la vida. Pues bien, Amigos lectores, sepan que en esta exigencia, y en este camino, me encuentran desde ahora con ustedes, como hermano y sincero compañero de camino.

Franciscus

 

Índice

PREFACIO DEL PAPA FRANCISCO

9

I.   LA MISIÓN LIBERADORA DE LA IGLESIA
     
Cardenal Gerhard Müller

  
   15

Palabra de Dios y signos de los tiempos

17

El desarrollo humano entre la creación y la plenitud. 
Notas sobre la encíclica Sollicitudo rei socialis 
de Juan Pablo II

 

    25

     Una aproximación a la Doctrina social de la Iglesia
     Por un verdadero desarrollo humano


   26

     Poner a la luz al hombre en cuanto ser creado, 
     al servicio de su dignidad

 
   28

     "Hagamos al hombre a nuestra imagen, 
     a nuestra semejanza" (Gn 1,26)

 
    31

     Llamados al amor

33

     Criatura y persona: piedras angulares de los 
     derechos humanos

 

34

     Evangelium vitae y Deus caritas est

36

La teología de la liberación hoy

39

      Gustavo Gutiérrez: el hombre, el cristiano, el teólogo

43

      La teología de la liberación como pionera 
       en la misión de la Iglesia


50

"Examínenlo todo y quédense con lo bueno" (I Tes 5,21). 
A 25 años de la Instrucción Libertatis conscientia 
sobre la teología de la liberación

 

    55

     Teología de la liberación ¿"católica"?

56

     El Evangelio: anuncio de libertad y de liberación

57

     "Liberación" sin violencia

58

      La contribución de los cristianos para una 
      sociedad justa

 
   59

      La praxis liberadora de los cristianos: 
      la civilización del amor

 
   60

II.  LA MISIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA
     Cardenal Gerhard Müller


   65

La fe: verdadera riqueza de la Iglesia

65

     Sólo una gran positividad puede atraer 
     nuestra mirada

 
   65

     El mundo como epifanía de Dios

68

     Intellectus quaerens fidem, fides quaerens intellectum

70

     Logos y agape: los fundamentos de lo real 
     a la raíz de la fe, esperanza y caridad

 
   74

     La vida en Cristo como vida en la fe eclesial: 
     "Yo, pero ya no yo"

 
   78

     Una mirada y una acción nuevas: 
     ortodoxia y ortopraxis

 
   81

     Cristo, "estrella de la mañana" y luz de la fe

84

Del dios de los muertos al Dios de los vivientes

85

     Ateísmo y "neo-ateísmo"

86

     "Señor, ¿qué es el hombre para que de él 
     te acuerdes?" (S. 8,5)

 
   90

Desafíos para la teología 
en el horizonte contemporáneo

 
   99

     Mundus reconciliatus, mundum reconcilians

99

     Discernimiento, historia, esperanza

 101

     Sociedad plural, sensus fidei, comunicación del 
     saber, racionalidad ampliada


 106

III.      DE AMÉRICA LATINA 
          A LA IGLESIA UNIVERSAL

 

La opción preferencial por los pobres en Aparecida
     
Gustavo Gutiérrez

 

119

1.  DISCERNIR LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS

122

     a)  Una lectura creyente

122

          En continuidad

123

          Un cometido permanente

124

     b)  La cuestión del método en Aparecida

125

          Ver, juzgar y actuar

126

          Los lugares teológicos

127

     c)  La "ley de la Encarnación"

128

2.  REAFIRMACIÓN DE LA OPCIÓN 
     PREFERENCIAL POR LOS POBRES

 
129

     a)  El fundamento cristológico

130

     b)  Los rostros de los pobres

132

     c)  La preferencia por los pobres

135

          Un kairós: la emergencia de los pobres

135

          Preferencia

138

3.  EVANGELIZACIÓN Y COMPROMISO 
     POR LA JUSTICIA

 
140

     a)  Compartir una experiencia

141

          La alegría del discípulo

141

          Pobrezas ocultas

142

     b)  La Iglesia, abogada de la justicia
      
y de los pobres

143

          Una palabra profética

143

          La mesa de la vida

145

CONCLUSIÓN

147

La espiritualidad del acontecimiento conciliar 
Gustavo Gutiérrez

149

   Tras los pasos de Cristo

151

   La antigua historia del samaritano

157

   Una Iglesia samaritana

163

Pobreza: el desafío de la fe 
Josef Sayer

 
171

 

ENTREVISTA A GUSTAVO SÁNCHEZ PERSPECTIVAS DE LA TEOLOGÍAEN EL SIGLO XXI

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PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS DE LA TEOLOGÍA EN EL SIGLO XXI. Entrevista al teólogo Gustavo Sánchez Rojas
Hoy cruzamos "El Puente" acompañados por el Dr. Gustavo Sánchez, doctor en Teología, miembro de la familia sodálite, con más de 25 años como docente de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. Experto en Teología dogmática y patrística no teme dialogar con literatos de vanguardia como Tolkien o Vargas Llosa. Director de la Revista Teológica Limense, fue nombrado por el Papa Francisco como miembro de la Comisión Teológica Internacional, organismo Vaticano perteneciente a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe que estudia las cuestiones doctrinales de especial importancia en la Iglesia.


Resumen del texto de la "Lectio inauguralis" pronunciada el 11 de marzo de 2015 y que se publicará en la Revista Teológica Limense. El autor hace una rápida revisión de los diversos ambientes en los que se desarrolla la teología actual y propone algunas alternativas para hacer que la teología pueda iluminar las problemáticas presentes con la luz de la Revelación y de la fe.

       Una contextualización

La teología, tal como se estudia y se trabaja hoy, recoge el gran influjo del Concilio Vaticano II (1962-1965), que a través de sus enseñanzas ha ejercido un efecto profundamente renovador sobre la ciencia teológica.. Recordemos algunos nombres importantes: Henri de Lubac S.I; Yves M.J. Congar O.P.; Joseph Ratzinger; Jean Daniélou S.I.; Gerard Philips; Otto Semmelroth S.I. y tantos otros, que han ofrecido sus ideas y esfuerzos para lograr una renovación no sólo teológica, sino también eclesial.

La renovación ofrecida por el Vaticano II a la teología se da en dos niveles, el de la metodología y el de los contenidos.

       Los Papas, desde el Concilio hasta hoy, han profundizado en el magnífico tesoro legado por el Vaticano II, incidiendo en algunos aspectos particulares que confieren una identidad específica al magisterio de cada uno de los Sumos Pontífices desde 1965 hasta hoy.

       Pablo VI hizo del diálogo la herramienta de aplicación del Concilio, proponiendo en su encíclica programática Ecclesiam suam (1964) la misión dialogal de la Iglesia, teniendo en cuenta que el diálogo de la Iglesia con el mundo se llama "evangelización".

Por su parte, San Juan Pablo II resaltó la centralidad del ser humano en la misión de la Iglesia, acudiendo a la perspectiva cristológica conciliar: Con la promulgación delCatecismo de la Iglesia Católicaen 1992, San Juan Pablo II buscaba la concreción y aplicación de la doctrina del Vaticano II, que otro gran Pontífice había denominado "la gran catequesis de los tiempos modernos". No es difícil ver que el magisterio del santo papa polaco es un intento ―muy logrado― de profundizar en la enseñanza del Concilio para hoy.

       Benedicto XVI ha profundizado en el magisterio del Concilio Vaticano II destacando la cuestión de Dios y su importancia para el hombre de hoy, situado en una cultura de relativismo, de posmodernidad y de olvido de lo religioso, cuando no de rechazo cargado de odio. El ser humano se pone ante Dios-Amor en adoración por medio de Cristo-Eucaristía (Sacramentumcaritatis, 2007) y a la escucha de su Palabra en el mundo y en la Iglesia (Verbum Domini, 2010).

Por último, con el Papa Francisco, la Iglesia se ve refrescada por un aire de "novedad" latinoamericana que pone en primer plano la urgencia de evangelizar, inspirándose en las enseñanzas de la Lumen Gentium y de la recepción latinoamericana del documento conciliar, tal como aparece en Puebla y Aparecida, especialmente. La "Iglesia en salida" es Iglesia que anuncia con alegría (Evangeliigaudium, 2013) y ha de caracterizarse por la cercanía, la ternura y la misericordia, actitudes todas ellas muy visibles en los gestos del actual Sucesor de Pedro.

       Los tres ámbitos de trabajo y desarrollo teológico son: la sociedad, la Universidad y la Iglesia. Un ámbito "ad extra" (la sociedad) y un ámbito "ad intra" (la Iglesia) teniendo como eje que se proyecta a uno y otro la Universidad.

       Dos realidades muy puntuales se hallan presente en el panorama social de nuestra época. La primera de ellas es la guerra que, de modo focalizado, asola el Medio Oriente y enarbola como argumento y justificación la defensa de la propia religión.

La segunda realidad arriba mencionada es la pobreza, presente en muchos lugares.

       La Universidad es un campo privilegiadísimo para el diálogo entre fe y razón, y aquí la teología está llamada a desempeñar un gran papel.

       Teología e Iglesia

       Nótese que el Papa pide una reforma desde la conversión misionera que transforme lo que se acepta rutinariamente:

"Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras, que la pastoral ordinaria en todas sus instancias sea más expansiva y abierta, que coloque a los agentes pastorales en constante actitud de salida y favorezca así la respuesta positiva de todos aquellos a quienes Jesús convoca a su amistad".

Es interesante constatar cómo los desafíos que se plantean a la teología son recogidos en la Comisión Teológica Internacional, que por ser una estructura al servicio del Magisterio de la Iglesia y concretamente al servicio de la Congregación para la Doctrina de la Fe, asume la tarea de "estudiar las cuestiones doctrinales de especial importancia, principalmente aquellas que se presentan como nuevas". En el caso mencionado anteriormente, sobre el pedido del Papa Francisco, la Comisión Teológica Internacional se ha propuesto profundizar la temática de la sinodalidad como característica propia de una Iglesia en salida, en orden al cumplimiento de la tarea misionera. Lo mismo se puede decir del otro tema propuesto como materia de estudio, la relación entre fe y sacramentos en la actual experiencia del Pueblo de Dios.

Además de la sinodalidad arriba mencionada, las cuestiones eclesiológicas siempre plantean interrogantes que conviene estudiar. Seguramente las relaciones entre primado y episcopado, planteadas en el Vaticano II desde la perspectiva de la colegialidad episcopal, serán materia de próximas investigaciones. Otros temas que seguramente desarrollará la teología en los años venideros son: la catolicidad o el principio de identidad católica; la contribución específica de la mujer al quehacer teológico―cuestión expresamente pedida por el Papa―; la liturgia como vivencia específicamente católica del misterio celebrado; la devoción mariana y sus alcances ecuménicos, y muchos más.

En su trabajo concreto en los tres ámbitos indicados (la sociedad, la Universidad, la Iglesia), la teología, si quiere mantenerse fiel y estar a la altura de su misión, debe tener presentes algunos elementos:

a) La teología debe ser ella misma, mantener su propia identidad y no convertirse en "otra cosa". b) Como toda otra disciplina, la teología puede y debe recurrir a supropia tradición. c) No hay que olvidar que la teología es una actividad ejercida por un creyente. d) La gloria de la teología es servir. La Santísima Virgen María es modelo e inspiración para la teología y los teólogos. De ella nos dice el Evangelio que "guardaba todas estas cosas y las meditaba en su corazón"[1]La teología que estudiamos y trabajamos, cuyas perspectivas para el siglo XXI hemos revisado de modo muy somero e incompleto, sólo podrá responder a los retos planteados, si hace suya la actitud de María y vive una fe tan grande como la que vivió María, aquella fe que mereció las palabras de Isabel: "¡Dichosa tú que has creído…!".



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LA PARRO EN MI BARRIO o EVANGELIZANDO EN LOS PARQUES DE PUEBLO LIBRE

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LA PARRO EN MI BARRIO o EVANGELIZANDO EN LOS PARQUES DE PUEBLO LIBRE

Lima es una megápolis de diez millones de habitantes que aturde y que espanta. ¿Será posible encontrar algún respiro, un momento de paz, un trocito de cielo? Una tremenda gigantografía en el cruce de las calles San José y Torretagle parecía decirnos que "sí". "Estimados Vecinos;  la Parroquia Santa María Magdalena se traslada al "Parque Rospigliosi";   Si, así es; viene a nuestro parque, donde la Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa te espera a ti también, el domingo 26 de abril desde las 8.30am hasta las 2.00pm. Tendremos: Misa, Rosario, Comunidades Parroquiales, premios, música, confesiones, psicólogos, policlínico, juegos para niños, ricas viandas, y muchas cosas más, ¡TE ESPERAMOS!¡VEN CON TODA TU FAMILIA!"

Como vivo en este Parque me ofrecí a apoyarles y he quedado gratamente satisfecho. Desde las 8 de la mañana comenzó un hormigueo de personas que comenzaron a levantar carpas, colocar sillas, armar estrados con toldos, crear espacios para niños,  y en 30 minutos el Parque se fue llenando de vida. Yo saqué mis bártulos –dos mesas y decenas de buenos libros católicos, sobre todo del P. Ángel Peña y algunos personales y de mi movimiento, Correo Mariano. En unión a otros miembros de movimientos eclesiales motivé el Rosario y participé en la Santa Misa con las moniciones y peticiones. Me sentí gozoso como un nuevo cirineo a quien piden ayuda para ayudar a Cristo y doy gracias. Ha sido para mí una lección de comunión de movimientos (Legión de María, EPJ, Renovación Carismática Católica, Juan XXIII,…), congregaciones religiosas, familias, fieles, aglutinados por la parroquia –comunidad de comunidades- que han celebrado su fe con alegría y dinamismo, como nuevos testigos del Resucitado. Bien organizados por comisiones, iban acogiendo a los asistentes (desde niñitos hasta ancianos y discapacitados en sillas de ruedas), cada uno con su rol, con un equipo de música y audio impecable, animados por el coro, dando espacios para que los diferentes grupos compartiesen sus carismas y actividades, salpicándolo todo con chispa de buen humor, refresco, simpatía y creando un ambiente de auténtica familia. Basta con decir que la Eucaristía centró todo el evento, acompañado de confesores, facilitado con los textos de la liturgia en el día del Buen Pastor. Gracias Parroquia de Santa María Magdalena por volcarse en mi parque, por poner tanto corazón a nuestro barrio en este domingo de sol.

Siempre uno quiere más y a mí me habría encantado de haber visto más jóvenes, se lo encomiendo a Nuestra Madre en este día de las vocaciones.

 


CONSAGRADOS SECULARES, SALGAN A LA CALLE Y HAGAN RUIDO CON ALEGRÍA

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Monseñor José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para la Vida Consagrada, Lima, 28 de abril del 2015

Encuentro gozoso con los miembros de la FENIS (Federación de Institutos Seculares del Peru despues de su ponenciacon motivo del congreso sobre la vida consagrada.

 

 Los consagrados hemos recibido un don muy especial y personal, un carisma y para mí es el MEJOR. Hay que vivir sin complejos, todos somos necesarios, hay espacio para todos, pero los laicos consagrados deben vivir como FERMENTO, de manera humilde, callada, sin hábito ni gorrito rojo como los obispos, sin status, como Jesús en el Evangelio, como Francisco. Así lo definió el Papa Francisco el pasado 2 de febrero del 2013, en MINORIDAD, como si fuésemos NADIE. ¿Y qué es un millón y medio de consagrados en el mundo; qué representamos frente a 10 millones de limeños?

No sean FOTOCOPIA de los religiosos. Los necesitamos como son. Y su sitio no está en la sacristía aunque ahí los necesitamos también. Vayan a las plazas, al sitio de trabajo, de diversión, y hagan ruido. Su vocación es ESTAR SIN SER en los lugares más necesitados como los lugares donde se crea la cultura, de vida y de muerte, ahí tienen que estar.

Y vivan con gozo, con alegría, sin ning´jun complejo ni de superioridad ni de inferioridad. No piensen que son mejores que nadie. Cada uno siga la vocación a la que ha sido llamado y propongan la vocación…No teman quebrantar la libertad, nadie hoy respeta la libertad. Les dejo el lema del gran misionero apóstol de California y que cuenta con una estatua en el Congreso de los Estados Unidos, San Junípero Serra: SIEMPRE ADELANTE, siempre adelante, para conquistar el Perú, el mundo. 

LOS INSTITUTO SECULARES-AQUÍ, AHORA FENIS- PERÚ-2015 en la SEMANA TEOLÓGICA VIDA CONSAGRADA

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LOS INSTITUTO SECULARES-AQUÍ, AHORA

FENIS- PERÚ-2015

 

PARA COMENZAR HABLAR DE LOS INSTITUTOS SECULARES, QUIERO PARTIR DE LA PALABRAS DE JESÚS, ESCRITAS EN EL CAPÍTULO 17 DEL EVANGELISTA Juan: "Padre: Te ruego por los que Tú me has dado, porque te pertenecen, ellos no pertenecen al mundo, como tampoco pertenezco YO. No te pido que los saques del mundo, sino que los defiendas del maligno. Yo los he enviado al mundo, como TÚ me enviaste a MÍ. Por ellos YO me consagro a TI, para que ellos se consagren a Ti, por medio de la Verdad. Pero no te ruego sólo por ellos, sino por los que creerán en MÍ gracias a su palabra".

Estas palabras de Jesús, creo que sintetizan lo que hoy son los Institutos Seculares en la vida de la Iglesia.

Me gusta mucho la expresión de un sacerdote amigo que dijo: "Que la Fantasía del Espíritu Santo, va creando siempre todo aquello que la Iglesia necesita, para ser portadora de la Gracia de la Salvación realizada por Cristo, a través de la historia de la humanidad".

Y la Iglesia en la, por la voz autorizada de su Santidad Paulo VI dice, que: la  Constitución Apostólica "Próvida Mater Ecclesia" dada por Su Santidad Pio XII, el 2 de febrero de 1947, es la "verdadera Carta Magna de los Institutos Seculares", la Partida de Nacimiento de los mismos.

Los Institutos Seculares, pues son "sociedades clericales o laicales, cuyos miembros, para adquirir la Perfección Cristiana y ejercer plenamente el Apostolado, profesan en el siglo Los Consejos Evangélicos de Pobreza, Castidad y Obediencia, permaneciendo en el Mundo, el cual tienen por obligación santificar desde dentro…no es una posición externa, es una posición de entrega Total  de su vida a Dios, profesando los Consejos Evangélicos, viviendo en el mundo, que se convierte en el gran campo apostólico, a fin de que todo el vivir y obrar del hombre, se ordene, según Dios… Su Santidad pablo VI dice : " Si los I.S. permanecen fieles a su vocación, serán como "EL LABORATORIO EXPERIMENTAL, EN QUE LA IGLESIA VERIFICA, LAS MODALIDADES CONCRETAS DE SUS RELACIONES CON EL MUNDO"

En el Documento de Puebla # 776 se dice: "EL ESPÍRITU, HA SUSCITADO EN NUESTRO TIEMPO, ÉSTE NUEVO MODO DE VIDA CONSAGRADA, QUE REPRESENTAN LOS INSTITUTOS SECULARES, PARA AYUDAR, DE ALGUNA MANERA, A TRAVÉS DE ELLOS,A RESOLVER LA TENSIÓN ENTRE APERTURA REAL A L,OS VALORES DEL MUNDO ( AUTÉNTICA SECULARIDAD CRISTIANA) Y LA PLENA Y PROFUNDA ENTREGA DE CORAZÓN A DIOS ( ESPÍRITU DE CONSAGRACIÓN). AL SITUARSE EN PLENO FOCO DEL CONFLICTO, DICHOS INSTITUTOS PUEDEN SIGNIFICAR UN VALIOSO APORTE, PARA EL FUTURO Y AYUDAR A ABRIR CAMINOS NUEVOS DE GENERAL VALIDEZ, PARA EL PUEBLO DE DIOS".

La historia de la Iglesia, desde la vocación de los Apóstoles, nos muestra un mosaico variadísimo de posibilidades, según las épocas. Lo común de ésta diversas posibilidades es el deseo "DE ENTREGA TOTAL A DIOS, PARA HACER PRESENTE SU REINO ENTRE LOS HOMBRES, a esto llamamos "CONSAGRACION". Lo distintivo de los miembros de los Institutos Seculares, es que su CONSAGRACIÓN LA VIVEN EN EL MUNDO" en medio de las realidades  y valores humanos temporales. Fieles al Carisma Específico, que el fundador recibiera del Espíritu Santo, a pesar de que todos los miembros de I.S. son llamados a consagrar su vida "en el mundo", lugar propio de responsabilidad cristiana, a vivir la misma fe, la misma vida seglar, la misma responsabilidad con la Iglesia de hacer presente y anunciar la Salvación. Entendida así la "SECULARIDAD", se distingue perfectamente de la "SECULARIZACIÓN", proceso de enfriamiento de los valores trascendentes. Y del "SECULARISMO", IDEOLOGÍA INSPIRADORA DE UNA RUPTURA ENTRE FE Y CULTURA.

Los miembros de los I.S. viven en el mundo y desarrollan en él su apostolado, en lo cotidiano, en la diversidad de profesiones y actividades, donde tienen la posibilidad de santificarse personalmente y santificar el mundo, en su inquieta y deslumbrante actualidad, en sus virtudes y pasiones, en sus posibilidades de bien y en su inclinación al mal, en sus magníficas realizaciones modernas, en sus secretas deficiencias y constantes sufrimientos. Deben santificar lo profano y lo temporal, santificarse y llevar a Cristo al mundo. Son colaboradores de Dios en el mundo de la ciencia,  del arte, del pensamiento, del progreso de las estructuras sociales, económicas y culturales, políticas (, en los empeños civiles de todo orden: en la casa, en la escuela, en las fábricas, en el campo .

Una campesina, una obstetra y una alcaldesa

Nosotras, Misioneras del Evangelio, tenemos una hermana campesina, que con toda humildad dice:" yo soy una Misionera Campesina, en los hospitales, tenemos una hermana ginecóloga y otra obstetra, que cuando alguna joven, quiere practicarse un aborto, ellas hacen un trabajo de evangelización, tratando de que se tome conciencia del valor de la vida y evitar los abortos, en los cuarteles, en los cargos públicos otra de nuestras hermanas ha sido elegida en tres períodos, como alcaldesa de la provincia de Sóndor, de la ciudad de Piura, una persona, que ha realizado muchas obras y es muy querida en su pueblo; en las obras asistenciales, en todo el inmenso y comprometedor panorama del mundo. Están finalmente llamados a ver y reconocer en sí mismos y en todo cuanto les circunda, un algo de misterioso y divino, que les eleva a Dios a través de los elementos de la naturaleza, como dice la GAUDIEM ES SPES # 38: Son muchos los aspectos del mundo que reciben luz de éste principio.

Los Consagrados seglares dice Pablo VI "CAMINAN POR EL BORDE DE UN PLANO INCLINADO, QUE INTENTA EL PASO A LA FACILIDAD DEL DESCENSO Y ESTIMULA A LA FATIGA DE LA SUBIDA", por ello el Consagrado Seglar, es un "hombre entre los hombres", "un cristiano entre los Cristianos, que tiene la conciencia de "ser uno entre los otros" y a la vez "TIENE LA CERTEZA DE UNA LLAMADA Y UNA CONSAGRACIÓN TOTAL Y ESTABLE A DIOS Y A LAS ALMAS", CONFIRMADA POR LA IGLESIA.

 

El reto de una fe fuerta, clara, inalienable

Termino ya diciendo, que los I:S. hoy tiene gran reto, es necesario, que nuestra fe sea fuerte, clara  inalienable, el mundo en que vivimos, cada vez es más agresivo contra los valores humanos y religiosos, hay un crecimiento vertiginoso hacia la secularización de todo, la marea de los antivalores crece desbordante, como dice el Papa Francisco, #hay que nadar contra corriente", pero es claro que la corriente del mundo es cada vez más torrentosa y oscura, por lo tanto ten tenemos el desafío de "buscar más fuerzas", en la Oración, en el continuo empeño de estar más unidos al Maestro, de buscar como María "La mejor Parte" y estar más tiempo a los pies del Maestro, para combatir al maligno, a la oscuridad, porque "no se puede esconder la luz de la lámpara, que debe brillar en medio de la tinieblas, para que el hombre encuentre a su Señor, el Único que le ofrece Misericordia y perdón , vida eterna… no nos dejemos abrazar por las tinieblas, no seamos sal sosa , es verdad que muchas veces nuestro obrar es silencioso y escondido, pero como las violetas,  que están diseminadas por el campo sin embargo dar buen "aroma" y el "aroma que debemos dar, como dice San Pablo "ES EL BUEN OLOR DE CRISTO", que los demás sí perciben. EL BUEN PERFUME, DICEN LOS ENTENDIDOS, ES PERCIBIDO POR LAS PERSONAS, AJENAS, A QUIEN LO PORTA, ACEPTAN Y LES ES AGRADABLE ESTAR CERCA DE ESA PERSONA, POR EL BUEN OLOR QUE PERCIBEN, Y SE DA CUANDO EN NUESTRA VIDA HAY COHERENCIA DE VIDA, CUANDO NUESTRA CONSAGRACIÓN DA LUZ Y SABOR… PERO TAMBIÉN HAY "El perfume barato", "SU FUERTE OLOR, TAMBIÉN ES PERCIBIDO, POR LAS PERSONAS DE FUERA… PERO ES UN OLOR "EPALAGOSO", LLEGA A PRODUCIR DOLOR DE CABEZA Y LOS QUE ESTÁN CERCA, TRATAN DE ESTAR LEJOS DE ESE OLOR…( ¿Consagración barata?)

Dios nos llama  "A ser luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte. Ni tampoco se enciende una lámpara y la ponen debajo del Celemín, sino sobre el Candelabro, para que alumbre a todos los hombres.

Así brille su luz delante de los hombres, para que vean sus buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos".( Mt.5,13-16).

El Papa Francisco, quiere que salgamos a la calle, a los suburbios del mundo a llevar la Buena Nueva de la Salvación, hagámoslo, con Santa María del Camino, que "presurosa" fue a ver a su Prima Isabel, quien apenas escucho el saludo de María, Juan , que estaba en su vientre "saltó de gozo", porque Jesús la Buena Nueva estaba ya presente en el vientre de María. Vivamos nuestra vocación con gozo con alegría, que contagie a los demás, que los que traten con nosotros "vean y crean", que vale la Pena entregarse, por entero al Señor, que la fuerza del Espíritu Santo nos acompaña, en las más terribles adversidades de la vida y que hemos cimentado nuestra esperanza en las promesas del señor, porque "EL ESTARA CON NOSOTROS HASTA EL FIN DE LOS SIGLOS…"

 

MATILDE VISO TOLEDO

Responsable FENIS-PERU

LIMA NORTE A UNA SOLA VOZ POR LA CULTURA Y EL PATRIMONIO. Universidades y Municipalidades crean RED en Garagay

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El lunes 27 de abril se firmó el acta de creación de la Red Cultural de Lima Norte. Entre los firmantes figuran autoridades municipales y rectores de universidades locales. La alianza se concretó en el Centro Ceremonial Garagay de 3,500 años de antigüedad.

Se contó con la presencia de Adolfo Mattos, alcalde de San Martín de Porres y Pedro del Rosario, alcalde de Los Olivos. Autoridades municipales que destacaron la importancia de promover la cultura entre los pobladores de Lima Norte, así como del cuidado y protección de los centros arqueológicos de dichos distritos.

Entre las autoridades universitarias estuvieron presentes el Dr. Jorge Elías Alva Hurtado, rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), el Dr. Rafael Urrela Guerra, rector de la Universidad Privada San Juan Bautista (UPSJB), el Dr. Gian Battista Bolis, Vicerrector de la UCSS (Universidad Católica Sedes Sapientiae y el Dr. César Ángeles Caballero, rector de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH).

Destacó la presencia de la Dra. Ruth Shady Solís, directora de la Zona Arqueológica Caral y del Ing. Guido del Castillo, quienes también firmaron el acta de creación de la Red Cultural Lima Norte que nace con el fin de promover la preservación del patrimonio y difusión de la cultura, así como coordinar e incentivar cuantas iniciativas favorezcan al desarrollo integral y solidario de las personas que viven en este sector de Lima.

La firma del acta se realizó en un ambiente festivo donde se presentaron tradiciones ancestrales como el Pago a la Tierra (PAGAPU) y se culminó con el baile Walicha El acto contó con la presencia de Monseñor Lino Panizza, obispo de Carabayllo, fundador y gran canciller de la UCSS, quien sin ocultar su escepticismo por la falta de ejecución de anteriores propuestas, manifestó su esperanza por la confianza que le daban las autoridades presentes y personas comprometidas con la cultura; invocó al espíritu de cada uno a defender e impulsar la riqueza de la cultura y del patrimonio, implorando la bendición del Señor para que dé a todos sabiduría para poder cumplir con el compromiso.

Como recuerdo del evento se regaló a todos los asistentes un pin con la iconografía del medallón de Garagay. . Deliciosa chicha y bocaditos

Dio vida al acto, la concurrida compañía de jóvenes sanmarquinos de Ana Mujica, estudiantes de la carrera de patrimonio y turismo así como defensores del patrimonio de la UCSS.

Una jornada histórica que pone en agenda la cultura y el patrimonio por parte de sus universidades y municipalidades. Un desafío que es un compromiso con la cultura y el patrimonio del Perú, especialmente el de Lima Norte. 


Universidad Católica Sedes Sapientiae ha subido el vídeo Nace la RED CULTURAL de LIMA NORTE.


Por primera vez en Lima Norte, alcaldes, rectores y representantes de la sociedad civil se unen por una gran propuesta social y cultural de cara al bicentenario de nuestra Independencia. El día 27 de abril, Día Internacional de los Monumentos y Sitios Arqueológicos, se suscribió el acta de creación de la Red Cultural de Lima Norte por la cual las entidades adherentes coordinarán e impulsarán iniciativas que favorezcan el desarrollo integral y solidario de las personas que viven en este sector de Lima.
 

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Firma RCLN 1

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Escudo RCLN
El acontecimiento tuvo como telón de fondo el Complejo Arqueológico de Garagay cuyo friso "El Medallón" fue adoptado como emblema de la red. Un simbólico "pago a la tierra" aperturó la ceremonia donde participaron las universidades Católica Sedes Sapientiae, Universidad Nacional de Ingeniería, San Juan bautista, Cesar Vallejo y de Ciencias y Humanidades; junto a los sres. alcaldes de los distritos de San Martín de Porres, Ing. Adolfo Matos, y de Los Olivos, Pedro del Rosario, el Obispo de la diócesis de Carabayllo, Monseñor Lino Panizza, y distinguidas personalidades como los representantes del Museo Andrés del Castillo, Ana Mujica y Guido del Castillo, la dra. Mariana Mould de Pease, y la directora de la zona arqueológica de Caral, Dra. Ruth Shady.

Los Red tiene por delante el reto de democratizar y dinamizar la oferta cultural, así como promover desde la ciudadanía la protección del importante patrimonio histórico de lima Norte, fuente de identidad para nuestro desarrollo.


Universidad Católica Sedes Sapientiae ha subido el vídeo Nace la RED CULTURAL de LIMA NORTE. Por iniciativa de Municipal...
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Universidad Católica Sedes Sapientiae ha subido el vídeo Nace la RED CULTURAL de LIMA NORTE.
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Universidad Católica Sedes Sapientiae
Por iniciativa de Municipalidades y Universidades, se constituye la RED CULTURAL de LIMA NORTE con el propósito de articular esfuerzos para fortalecer y difundir las expresiones culturales, y preservar nuestro patrimonio histórico.
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EL DÍA EN QUE SE APLAUDIÓ EN EL VATICANO I AL OBISPO DE AYACUCHO, MONS. EZEQUIEL MORENO

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EL DÍA EN QUE SE APLAUDIÓ EN EL VATICANO I AL OBISPO DE AYACUCHO

Según la web del Arzobispado de Ayacucho el 25° de sus obispos fue el Iltmo. Señor Dr. D. José Francisco Ezequiel Moreyra. El 27 de Marzo de 1865 fue preconizado Obispo de Ayacucho; se consagró en Lima el 6 de Agosto y asistió el año 1869 al Concilio Vaticano Primero. Nació Lima el 9 de Abril de 1826. Fue colegial y Maestro del Seminario de Santo Toribio, cura propio de San Juan de Ica. Medio Racionero y Racionero, Secretario y Examinador Sinodal del Arzobispado de Lima. Director de la casa de Ejercicios de Santa Rosa y Capellán Mayor del Monasterio de Mercedarias.; costeó la colección de los Obispos de la Diócesis que existen en la Catedral. Murió en la ciudad de Huancayo el 23 de Marzo de 1874, después de haber hecho la Visita Pastoral del Departamento de Huancavelica. 1865 a 1874.http://www.arquidiocesisdeayacucho.org/arquidiocesis?layout=edit&id=52

José Carmen Sevilla, el "zuavo pontificio" nos rescata un singular acontecimiento vivido en pleno Concilio Vaticano I, el 23 de noviembre de 1869, de este ilustre toribiano que fue preconizado en 1865 y murió en 1874:

 En cuanto al de Huamanga o Ayacucho, ya que es difunto, referimos un hecho que ni la distancia ni el tiempo han podido borrar de nuestra memoria, como gran parte de aquellos de que testigos fuimos durante nuestra residencia en esa Italia recuerdo palpitante de pasadas glorias, alquerque de todas las dichas e infortunios, cuna de la civilización moderna, patria de las artes, centro de la catolicidad que en Numentum regamos con nuestra sangre en defensa de la más noble de las causas. Reunido el delConcilio Vaticano, cúponos la honra, como Alférez de la 3ª compañía del 4.º batallón del regimiento de Zuavos Pontificios, de montar la guardia en la inauguración de esa Asamblea, la más augusta y numerosa que han contemplado los siglos. En una de sus más notables sesiones, después de haber hablado los eminentísimos Cardenales, Patriarcas, Primados, Metropolitanos, Arzobispos, Obispos, por orden de antigüedad, respectiva, tomó la palabra el alumno del Seminario de Lima, Ilmo. Sr. Moreira y en tan divino fuego inflamado, con tan sólido razonamiento, con tan brillante conmovedora dicción, que roto súbitamente el silencio solemnísimo, la gravedad conveniente a la alteza de su misión, a los cargos que investían y aún a la nieve de los años que sobre sus cabellos llevaban, poniéndose de pie todos los asistentes prorrumpieron en exclamaciones atronadoras que al resonar bajo las bóvedas de la basílica de Miguel Ángel, mostraban a la par que homenaje al brillo de la ciencia, el calor del entusiasmo y el prestigio de la admiración. A consecuencia de esta triunfal ovación a la elocuencia toribiana, S. S. el Pontífice Pío IX, de imperecedera memoria, prohibió en el Concilio toda manifestación ruidosa que recordara los tumultos de los Congresos políticos, más esto no obsta para que abriguemos la satisfacción de que un Obispo peruano y alumno del Seminario limense, hubiese sido el único, entre los muchos y eminentísimos oradores, que antes de él dieron a conocer su ciencia y su literatura, en ser halagado por el aliento de los aplausos entusiastas. Testigos de nuestra narración son, además del actual Papa, Cardenal entonces, los Padres del Concilio, que aún viven.[1]

(Les comparto un texto encontrado en Valparaíso titulado "Obispos ejemplares de América", así como su imagen tomada del libro Actas y decretos del Sacrosanto Ecuménico Concilio Vaticano hasta su suspensión en XII de octubre de MDCCCLXX... 1873



[1]Carmen Sevilla, J.«IV Centenario de Santo Toribio». En VV. AA. Colección Vargas Ugarte  3/3, Lima:Biblioteca P. Felipe MacGregor, S. J., 1906,  p. 1.

EL HERMANO DE SANTA TERESA, AGUSTÍN DE AHUMADA, MUERE EN LIMA en 1591. Testimonio del jesuita P. Luis Valdivia en el proceso de beatificación 1609

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EL HERMANO DE SANTA TERESA, AGUSTÍN DE AHUMADA, MUERE EN LIMA en 1591. Testimonio del jesuita P. Luis Valdivia en el proceso de beatificación 1609

Se trata de un conmovedor testimonio de 1609, vivido en 1591, en Lima –iglesia de san Pedro- donde el P. Luis Valdivia se encuentra con el aventurero hermano de Santa Teresa, Agustín, quien preso de escrúpulos de conciencia se acerca a confesar en la iglesia de San Pedro de Lima por sentir que su santa hermana le avisa que se prepare antes de la muerte, la cual sucedió seguidamente. Destaco el hecho de que en tan poco tiempo la fama de santidad de Teresa estaba bien arraigada, primero en su hermano que llevaba una valiosa reliquia de carne de su propia hermana y del celoso misionero y de los jesuitas que habían leído sus escritos y se encomendaban a ella.

Un destacado misionero jesuita en el Perú y Chile

Luis de Valdivia (Granada, 1562 - Valladolid, 1642) ingresó a la Compañía de Jesús a los 20 años y recién ordenado sacerdote fue trasladado a la Provincia Jesuítica del Perú, donde recibió su formación misionera en Juli, pequeña ciudad a orillas del lago Titicaca, entre 1589-1593. Esta sede todavía estaba marcada por la influencia de su hermano religioso, padre Joseph de Acosta (Medina del Campo 1540 - Valladolid, 1600), quien había vivido allí entre 1572-1586, en particular respecto a la capacidad de los indígenas para entender y apreciar los Evangelios y la importancia de adoctrinarlos en su propia lengua.

Integró el primer grupo de religiosos de esta Orden arribados a Chile en 1593 en la comitiva del nuevo gobernador Martín García Óñaz de Loyola (1549-1598). Su estadía en el país fue en ese entonces por 2 años, compartidos entre visitas a la zona de guerra en el sur y la rectoría de la comunidad santiaguina, regresando a Lima con el cargo de maestro de novicios y profesor de teología. Estaba en esto ya por 3 años cuando en 1600 el nuevo Gobernador designado para Chile, el militar Alonso García Ramón, lo nombró su consejero por su experiencia previa en el país y el preocupante curso de la guerra de Arauco, la cual tenía a su haber las muertes de los gobernadores Pedro de Valdivia (diciembre de 1553) y el propio Martín García Óñez de Loyola (diciembre de 1598). El P. Valdivia permaneció Chile hasta 1606, regresando a Lima a mediados de ese año. Su celo misionero lo llevó a escribir "Arte y gramática general de la lengua que corre en todo el Reyno de Chile con un vocabulario y confessionario", publicada en Lima por entonces.

Las dos ideas centrales del P. Valdivia respecto a las causas de la prolongada guerra de Arauco fueron el rechazo de los indígenas a prestar servicios personales obligatorios a los españoles, así como las crueles características de la misma guerra ofensiva practicada por éstos, que también llevaba a la esclavitud a los prisioneros tomados en las acciones militares. Él quería probar la capacidad del indígena en cuanto a asumir el evangelio, por lo cual su proyecto no buscaba imponer por la fuerza o reprimir, sino más bien incitar, convencer e inducir pautas de comportamientos, transformando las costumbres e instaurando una norma común homogénea. Así, su estrategia evangelizadora puede resumirse en vigilar, civilizar y proteger a las poblaciones indígenas dóciles respecto de la influencia o antagonismos de los grupos indios enemigos.

En su segunda época de actividad en Chile (1606-1619), iniciada con su visita a la Corte madrileña en 1607 de la cual pudo regresar a Concepción sólo a mediados de 1611, su actuación pública en defensa de los aborígenes despertó seguidores y detractores, llegando a existir entre él y el franciscano fray Pedro de Sosa, en ese tiempo Padre Guardián de su convento, y con el mismo Gobernador Alonso de Ribera (1560-1617), en su 2º período de gobierno iniciado en 1612, especie de versiones locales de las famosas Polémicas de Indias, las sostenidas entre fray Bartolomé de Las Casas y el jurista Juan Ginés de Sepúlveda ante el Consejo de Indias en Valladolid en 1550-1551, cuyo meollo fue probar si el indígena podía ser convencido pacíficamente de las bondades del cristianismo –por lo tanto la guerra ofensiva en su contra era injusta– o si por su 'duro' entendimiento debía ser dominado militarmente –por lo tanto esta guerra era justa–.

Aceptada por el Rey la guerra defensiva respecto a Arauco fue fijada una frontera estable con ellos y el permiso para el ingreso evangelizador en las zonas de paz definidas previamente con los jefes araucanos interesados. Luego de acuerdos con algunos lonkos, con ocasión del Parlamento de Paicavi el 26 de noviembre de 1612 (donde participaron entre otros personajes el Gobernador Ribera y el P. Valdivia, por los españoles, y el toqui Pelantaro y el lonko Anganamon, por los araucanos),en diciembre siguiente, autorizados por el propio P. Valdivia ingresaron tres religiosos misioneros a Elicura, siendo al día siguiente brutalmente torturados y asesinados por los seguidores de Anganamon, quien estaba enojado porque, pese a sus reclamos, no le habían devuelto a tres de sus mujeres, una de ellas una cautiva española, más dos hijos suyos tenidos con ésta y con una de las dos indias, fugadas pocos días antes de sus dominios con la complicidad de un soldado español (la autoridad militar española y el mismo P. Valdivia rechazaron entregar estas fugitivas a Anganamon aduciendo como excusa que estaban recién cristianizadas, pero también porque suponían que, de regresar, serían asesinadas por su traición). Este atroz crimen afectó los afanes misioneros del P. Valdivia, en tanto que el Gobernador Ribera dispuso el reinicio de las ofensivas militares. La disputa entre los defensores de la guerra defensiva y la ofensiva continuó hasta 1625, en que el rey Felipe IV formalmente derogó la primera y reestableció la esclavitud de los rebeldes. En el intertanto el P. Valdivia, desilusionado de lo poco conseguido en el país pese a tantos esfuerzos, en noviembre de 1619 se regresó a Lima y de allí a España al año siguiente. Sus ideas respecto a guerra defensiva se fueron paulatinamente afianzando desde el Parlamento de Quilín, en enero de 1641, bajo el Gobernador Francisco López de Zúñiga y Meneses, Marqués de Baides (1599-1655), quien fungió al frente de esta Capitanía General entre 1639-1646.

En sus últimos años el P. Valdivia sirvió en el convento de Valladolid como prefecto de estudios y director de la Congregación de Sacerdotes del Colegio de San Ignacio. En este contexto publicó otro afán de sus años misioneros, los "Nueve Sermones en Lengua de Chile" (impreso en Valladolid en 1621).

La política de guerra defensiva de P. Valdivia también influyó en las misiones guaraníes del Paraguay, norte argentino y sur brasileño, y aún en la Nueva España respecto del conflicto chichimeca en el período de los Virreyes Marqués de Villamanrique, Luis de Velasco y el Conde de Monterrey (1585-1600). En el aparente fracaso de su estrategia misionera debe tenerse en cuenta que el Padre General Muzio Vitelleschi (gobernó entre 1615-1645) decidió distanciar a la Compañía de Jesús de injerencias directas en las políticas contingentes de los países conquistados. El regreso del P. Valdivia a España debe ser entendido más como acto de obediencia a este cambio de estrategia pastoral que como derrota suya o de su plan de guerra defensiva.

(Tomado de: http://www.icarito.cl/biografias/articulo/v/2009/12/258-7148-9-valdivia-s-j-luis-de.shtml)

Un buen artículo: Fernando Armas Asín: "Los comienzos de la Compañía de Jesús en el Perú y su contexto político y religioso: La figura de Luis López"Hispania  Sacra, ISSN 0018-215X, Vol. 51, Nº 104, 1999 , págs. 573-612

-          Luis de Valdivia: Primer sermón bilingüe Mapuche-Español (1606)

-          Historia de Chile de Alonso de Ovalle: Jesuitas asesinados por guerreros mapuches en Elicura (1612)

 

El más aventurero de los hermanos de Santa Teresa

 

Agustín de Ahumada. Nacido en 1526, partió para el Perú con la armada de Pedro de La Gasca. Fue el más aventurero de los hermanos. Siguió al capitán Hernán Mejía en campañas de conquista por la Sierra y participó con sus hermanos Lorenzo y Jerónimo en Jaquijahuana. salió también para América en 1546 y el 8 de abril de 1549 estuvo en el Perú en la batalla de Jaquijaguana. Según algunos historiadores era el prototipo de aventurero. En la guerra con Girón partió de Lima para Huamanga con su primo el capitán Luis de Tapia. Vuelto a Lima se halló en Ate, Surco y Pachacamac, logrando vencer en Pucará. Se trasladó a Chile con el Gobernador García Hurtado de Mendoza, luchando contra los araucanos. Participó en la expedición descubridora de Chiloé, sirvió como capitán en el fuerte de Arauco y fue teniente del Gobernador Rodrigo de Quiroga. El Virrey Toledo le responsabilizó del gobierno de los Quijos, Sumaco y la Canela, por considerarle "hombre cuerdo y atinado". Regresa a España en busca de mercedes como la conseguida gobernación de Tucumán y una encomienda de indios que le proporcionaba 1500 pesos de renta.En 1570, en una carta que le escribía Teresa a su hermano Lorenzo, le escribía: Estoy con harto cuidado de Agustín de Ahumada por no saber cómo va en las cosas de Nuestro Señor. Harto se lo ofrezco [1].

 

Doña Orofrisia, sobrina política de la santa, en el Proceso de Madrid declaró: Esta testigo oyó al gobernador Agustín de Ahumada, hermano de la Madre Teresa, que, estando en Chile o en el Perú en un gobierno y hacienda que le importaba más de diez o doce mil ducados cada año, le llegó una carta de la Madre en que decía que se saliese de aquel lugar y dejase aquella hacienda, porque, si no lo hacía, perdería la vida y pondría dolo (engaño) en el alma, y él se partió luego que recibió esta carta y dejó la hacienda y gobierno y, dentro de muy breves días, el que había entrado en su lugar, con todo el lugar fue muerto por los enemigos; por donde se entiende que la Madre tuvo revelación de que fuera lo mismo de él si no le avisara [2].

La Santa tuvo un activo intercambio epistolar. Fue vecino y encomendero en Cañete, pero pronto regresó a Lima, allí vivió pechando y pidiendo cargos de importancia hasta ser nombrado gobernador de los Quijos, en el área de Bolivia actual, conquista que fracasó, aún fue propuesto para el Tucumán. Su hermana estaba al tanto de sus movimientos y atendía a veces sus peticiones, habiendo recibido carta suya le respondía conocer una carta escrita por la marquesa de Villena al virrey, recomendándolo, pero agregaba : "Harto me lastima verle en esas cosas todavía...", más preocupado de títulos y rentas que de salvar su alma.

En 1585 regresa a España en busca de mercedes como la conseguida gobernación de Tucumán y una encomienda de indios que le proporcionaba 1500 pesos de renta.

Agustín de Ahumada en definitiva murió en Lima, en 1591, casi diez años después que su Santa hermana, "quitado de ruidos por haberlos dejado muchos años antes", anota José Toribio Medina, fue confesado por el padre Luis de Valdivia y al tenor de sus palabras asistido por aquella, que se le habría aparecido para acompañarlo en su hora final.

Lo que declaró en el proceso el P. Luis Valdivia:

 

En el proceso de Madrid, el P. Luis Valdivia afirma que es de Granada, tiene 46 años, es hijo de Alonso Núñez de Valdivia y Leonor de Mendoza, ha sido rector y provincial de Chile. Art. 81: Año 1609, 29 de enero: "habrá 21 años, que estando este testigo en la ciudad de los Reyes, en el colegio de la Compañía de Jesús, de San Pablo, ejercitando el oficio de maestros de novicios, llegó de España un caballero llamado fulano de Ahumada, natural de Ávila, que venía proveído por Gobernador del Reino de Tucumán; y luego que llegó le dio una gran calentura, con la cual se movió a confesarse como para morir, y entró a la Compañía a pedir un padre que fuese teólogo, y la obediencia mandó a este testigo fuese a confesarle sin conocerle. Y haciendo este oficio, le contó lo siguiente…: yo, padre, soy hermano indigno de la madre Teresa de Jesús, que Vuestra Paternidad habrá oído decir y he estado muchos años en el Reino de Chile sirviendo a SM con gran cuidado y trabajo; y estando allí, tuve una carta de mi hermana, en la cual, como tan celosa de mi salvación y que se la pedía a Dios muy de veras, porque me quería más que a todos mis hermanos, me escribió estas palabras: Hermano mío, no tome oficio en las Indias, porque me ha revelado Nuestro Señor que si le toma y muere en él, se condenará. Pásame eta carta tanto miedo, que lo más presto que pude salí de aquel Reino de chile y con tener echadas raíces de tantos servicios y prendas de que los gobernadores de Chile me hicieran, me bajé al Perú, donde también la pudiera esperar de los Virreyes si pretendiera; pero di de mano a todo por esta carta de mi hermana y fui a España a pretender allá. Murió mi hermana y al cabo de años, como no me hacían merced en España y los del Consejo me decían que pretendieses para Indias, done era justo remunerar servicios hechos en ellas, la necesidad me obligó a pretender este oficio en Indias contra el dictamen de mi hermana y contra el de mi conciencia, en la que estaba impresa esta carta. Al fin, después de años de pretender, me dio SM el gobierno de Tucumán, que traigo y aunque según la carne me holgué de este oficio y me embarqué con contento, pero toe el camino eh traído en lo íntimo de mi alma grandes remordimientos, mucha inquietud y turbación; y ayer cuando me dio esta calentura, cesaron todos y he sentido una paz grande, y se me asentó que mi buena hermana anda por aquí y que para que me salve, me ha negociado la muerta antes de entrar en oficio, de lo cual tengo grandísimo consuelo, y me parece cosa cierta que me he de morir de esta enfermedad y salvarme; y al contrario, que si fuera al oficio, me condenara, y así aborrezco ahora el oficio como al demonio. Y este testigo se holgó extraordinariamente de topar y conocer prenda tan conjunta de la santa madre Teresa y que se ofreciese ocasión en que él pudiese servirle en algo por haber muchos días que este testigo se encomendaba a ella cada día como a Santa; y por no haber oración propia suya, este testigo le había compuesto una con su antífona y tuvo grande por merced de Dios que se le ofrecieses este caso en que servir a Nuestro Señor y a esta Santa. Consoló este testigo a este caballero al principio, procurando quitarle esta imaginación por los medios más prudentes que se le ofrecieron, pero no pudo y entendió desde luego ser verdad lo que decía no obstante que la enfermedad no parecía que obligaba a eso por ser tan a los principios y por los efectos siguientes que experimentó en el sobredicho caballero, los cuales también experimento el reverendo fray Domingo Blaus, fraile de la Orden de Santo Domingo, que entonces residía en el convento de Lima y ahora es obispo de Chiapa. Lo primero, tenía este caballero una grande alegría sin género de pena de su enfermedad ni de su muerte, lo cual no podía ser cosa natural en persona de mucha edad y que con tantas ansias deseó y alcanzó aquel gobierno que forzosamente le dejaba con la muerte y era menester mucho favor del cielo para no sentirlo.

Lo segundo, porque hablaba con tanta desestima de los oficios del mundo, que aficionaba al desprecio de él oyéndole; lo cual era señal de tener luz superior.

Lo tercero, porque trató luego con grandes veras de hacer una muy buena confesión de lo más de su vida, en la cual le ayudó Dios tanto, que en solos tres días que vivió, se acordaba de las cosas más menudas de muchos años, y pidió el Santísimo Sacramento luego y lo recibió con gran devoción sin aguardar a que lo dijesen medios ni confesores.

Lo cuarto, porque él mismo quitaba a los medios la esperanza de su vida, con lo cual les admiraba.

Lo quinto, porque concluyó muy presto con lo que tocaba a su testamento y a lo temporal empleando el tiempo en oír habar a de Dios y de las cosas de su alma.

Todo esto le asentó a este testigo en el alma ser verdad de lo que decía; murió al tercero día y no ha visto jamás muerte de seglar con tan gran paz y quietud y esperanza de su salvación; no había menester decirle cosas motivas a devoción, porque abundaba su alma de ellas, y este testigo le decía: bien parece, Señor, que su santa hermana y madre Teresa le ayuda a Vuestra Merced; a lo que respondía que así era; y llegando la hora de su muerte, sacó una reliquia que traía al cuello, de su hermana, que era un pedazo de carne, blanco como la leche, de la anchura y longitud de un dedo, poco más o menos y la mostró a este testigo, engastada en plata; la cual veneraron ambos. Y el dicho caballero dijo a este testigo, que en pago de haberle ayudado en esta ocasión y de la devoción que tenía con la santa Madre y su hermana, este testigo le dejaba para después de sus días aquella reliquia y así se la entregaron. Y, sabiendo el virrey don García de Mendoza, virrey del Perú, que estaba la dicha reliquia en poder de este testigo, para consuelo de la virreina, su mujer, que se llamaba doña Teresa de Castro, se lo contó, y ambos enviaron por esta reliquia. Y no queriéndola soltar este testigo, su Provincial le ordenó la enviase, que no quedaría sin ella, y nunca más se la volvieron, entreteniéndole de día en día; lo cual hasta hoy siente y llora este testigo. Y apretando ya el dichoso tránsito de este caballero, tuvo una manera de paroxismo, estando a solas con este testigo como a las once de la noche el cual dudó si aquel paroxismo era cosa sobrenatural, así por las cosas que precedieron a él, como por el modo con que volvió en sí; y con tanta curiosidad preguntó este testigo al dicho caballero qué había sido aquello, si era cosa sobrenatural, que no me lo negase, por el amor grande que este testigo le tenía, que él lo callaría. Y dijo: mercedes son de mi hermana y añadió unas palabras que no se acuerda la forma de ellas, pero la substancia significaban haber tenido revelación de su salvación o grandes prendas de ella por medio de la santa madre Teresa. Y este testigo tuvo para sí por cosa cierta, que en aquella hora le asistió su hermana, la dicha santa madre Teresa, y corrió algo de esta voz en Lima entonces después de muerto. Dejó su muerte a este testigo y a todos notablemente consolados y edificados y aumentó en este testigo mucho este caso la devoción con la dicha santa madre Teresa y desde entonces propuso tenerlo en la memoria teniendo por cierto que vendría tiempo en que se tratase de su Canonización para declararlo como lo declara para honra y gloria de Dios y de su Santa…Y este testigo ha visto el libro que el padre doctor Ribera, cátedra de Escritura, de la SI en Salamanca escribió sobre ella. El cual y otros muchos de la SI grandes letrados y grandes siervos de Dios, se encomendaban a la dicha santa Madre cada día como a Santa y testificaban el gran favor que hallaban en su intercesión. Y este testigo en sermones y pláticas así a seglares como a religiosos, ha traído las palabras y ejemplos de su libro y de su vida, de la dicha madre Teresa para hacer fruto en las almas con ellas" 

 Procesos de Beatificación y canonización de Santa Teresa de Jesús, editados por el padre Silverio de Santa Teresa, Tomo III, Ed. Monte Carmelo, Burgos, 1935.(pp.296-299).

 



[1]  Carta 24 del 17 de enero de 1570.

[2]  Proceso I, p. 400.


ENTREVISTA EN "CORREO MARIANO" de LIMA. "EL CANILLITA DE LA VIRGEN MARÍA"

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ENTREVISTA EN "CORREO MARIANO" de LIMA. "EL CANILLITA DE LA VIRGEN MARÍA" 

Marzo, 205, p. 5, p. 10

 

Les comento que la palabra "canillita" tiene un sentido cariñoso y se le da al joven repartidor y vendedor de periódicos (en el Perú). 

 

1. ¿Cuándo y cómo llegó al Perú?

En 1991 con los G.A.M. (Grupos de  Apoyo Misionero), misioneros y voluntarios universitarios que aprovechábamos nuestras vacaciones de verano (julio-agosto) para apoyar en diferentes lugares, Chachapoyas, Arequipa, Lima, a mí me tocó Tacna, en concreto Candarave.

¿Conocía algo de nuestra cultura'? Estaba justamente terminando la licenciatura de Historia Moderna –en la especialidad de Historia de América- en la Universidad de Valladolid y había llevado cursos de Historia, Arte, Literatura sobre América Prehispánica, virreinal y republicana; de todo ello, siempre me interesaba particularmente el Perú.


2. ¿Qué le parece nuestra gente? . Defectos y virtudes.

Lo mejor del Perú. Siempre digo que a las tres riquezas del escudo le añadiría la humana y, especialmente, la religiosa. Me conmueve la solidaridad andina y amazónica, la religiosidad de Caral, lo espectacular de las construcciones de Sacsahuamán, Pachacámac, Chavín, y sobre todo que ha sido capaz de crear una sociedad nueva a partir del encuentro con España y los nuevos aportes africanos, asiáticos…Perú ha vivido una suerte de globalización anticipada y ha salido adelante gracias a los valores culturales autóctonos y a la fraternidad aportada por el catolicismo.

Defectos y virtudes. La verdad que toda nación o grupo social los tiene. Siempre recuerdo  el libro de "El español y los siete pecados capitales" de Fernando Díaz-Plaja, en el que se enfatiza la envidia…Aunque no me considero preparado para responder a tamaña pregunta, porque considero que hay que estudiarlo bien y que hay gran diversidad…me quedaría con el defecto de la impuntualidad, la baja autoestima, la burocracia (por las colas), el temor a decir "no" o la fidelidad a la palabra dada; con las virtudes: la afectividad, la acogida, la amistad, la religiosidad


3.  ¿Siente ya  "algo" por nuestra patria?.

Desde que en 1991 puede donar sangre en Candarave a la Sra. Fecunda que se moría, sentí que algo muy mío quedaba en el Perú; además nos tocó el Censo…Ahí se fueron creando lazos culturales (me tocó hacer la historia del pueblo, escribir varios artículos para el "Correo" de Tacna, de la misión), humanos (conseguimos que el Grupo Illary de música fuese invitado por mi Universidad de Valladolid y que yo les acompañase en la gira por varias universidades); hasta Monseñor Hugo –obispo de Tacna- me autorizó Como agente pastoral de Tarata…Luego en 1995, al concluir mi tesis doctoral, estoy cinco años en Arequipa, y desde el 1999 llevo en Lima de continuo, por tanto no sólo siento "algo" me siento y me levanto en peruano, ciento por ciento.

¿ La extraña cuando está en España?. La verdad es que voy tan poco a España que casi no tengo tiempo de extrañarla. 
     ¿Se  "siente peruano"? Ya lo dije, total. .¿Es devoto de algún santo peruano? .Diría como Santa Teresita: "Yo escojo a todos"…Basta con leer mi libro "Peruanos ejemplares" (aprovecho para decir que está publicado en Paulinas) para ver que comenzando con San José (patrono del Perú) y terminando con mis grandes amigos el Dr. Andrés Aziani y el P. Carlos Pozzo, tengo muy presentes a los santos, beatos y siervos de Dios…ahorita los mártires próximos en ser beatificados.

 
4. ¿Qué comidas  o lugares le gustan?

Tendría para un libro, pero me "sacrifico": comida: ají de gallina, lugar: Arequipa.

Me gusta pensar que uno de los mejores platos de España –la tortilla española- sería una simple "omelette  o tortilla francesa", pero gracias a la papa =patata = peruana es lo que es. Y el ceviche, tan peruano, no sería tal sin el limón venido de España.Siempre me ha gustado ver lo que nos une, tender puentes, crear lazos. Tanto la hispanidad como  la peruanidad nos hablan de sumar, de hermandad, de vida familiar, corresponsabilidad.


5.¿Qué deportes practica, cuando tiene algo de tiempo? (Lo he visto en bicicleta)

El fútbol; la bici en el entorno de Pueblo Libre donde vivo, para ir a clase, reuniones, difundir "Correo Mariano".

6. ¿Cómo es un día en su vida?. Como escuché la semana pasada en la parroquia de Fática de Tacna del P. Javier, colombiano, "bendecido y para bendecir". Siento que el Señor me regala 24 horas cada día y trato de vivirlas con la ilusión del primer día y con la responsabilidad del último. A las 5 me levanto, una hora de oración, misa, clase, investigación, apoyo en Medios  (PAX, Radio  María, Prensa, Blog, Face), reuniones con jóvenes. A las 10.30 P.m. (si lo consigo) a descansar.


7.¿Cómo hace para estar en todas partes (Universidad, TV.  Radio. dicta charlas, escribe libros, ofrece Correo Mariano Uff.)

Organizarme bien, respetando horarios, y, siempre, intentando no poner a nadie nervioso por posibles "prisas", procurando hacer en cada momento lo que hay que hacer, como decía Goethe "sin prisa y sin pausa, como la estrella".


8.-Ud. es el canillita mayor de la Virgen María, siendo un destacado catedrático, le "honra el título?.¿Qué siente ?    (Doctor nosotras le admiramos mucho, porque sabemos que un peruano con los pergaminos que Ud.  tiene no lo haría, salvo que sea un hombre comprometido con la causa de la salvación ).

No tengo ningún "pergamino" que sepa ni se me caen los anillos pues tampoco los tengo por difundir lo bello, lo bueno, lo verdadero, lo "grande"…y nada tan parecido al "magníficat" como el "Correo Mariano". Cuando uno se encuentra con un amigo o con un conocido, al despedirse le dices: "¡Vaya usted con Dios!", si se lleva "Correo Mariano" es como decirle "¡Vaya usted con María!"…Y la verdad, a mí me llena de alegría.

 

9.¿Es importante difundir la buena prensa?

Justo, necesario, importantísimo, urgente.

 

10. ¿Cuál es su máxima aspiración personal?

Ser coherente, agradecer a Dios lo que me ha dado y me da sirviendo a los demás. 

 

11. La undécima y última. Un mensaje para los lectores de CORREO MARIANO. 

Mi gratitud a la gran acogida que dispensan. Siempre cargo con mi periódico y siempre encuentro ayudantes, en mis alumnos, en mis colegas, en la Universidad (la UCSS me permite dejarlo en la Sala de Profesores), en la Catequesis de Adultos del Arzobispado de Lima, en el obispado de Carabayllo, en mi movimiento, en el Parque, en la Parroquia, en la radio, en la TV...Una anécdota final. El Grupo de Profesionales Católicos de la Parroquia "San Lucas" se ha comprometido con 25 suscripciones anuales y a distribuir 100 cada mes. Dios quiera que gracias al Correo Mariano, la Virgen Nuestra Madre lleve la bendición del Señor a miles y miles de personas. 



MÁS PERUANO QUE … SAN MARTÍN Y SANTA ROSA. EL PATRIMONIO QUE VALE UN PERÚ. LO MÁS IMPORTANTE DE LA VIDA DE NUESTROS SANTOS Y BEATOS del PERÚ

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MÁS PERUANO QUE …

 

NUESTROS SANTOS

 

6 SANTOS Y 6 BEATOS del PERÚ

 

 

1.      SANTO TORIBIO MOGROVEJO

 

Nace en 1538, en el mes de noviembre, en el pueblo de Mayorga (Valladolid-España), encrucijada de caminos, entre las actuales comunidades autónomas de Castilla-León, Asturias, Cantabria y Galicia.  En 1551 inicia sus estudios de Gramática y Humanidades en Valladolid, capital del mundo hispánico. En 1562 acude a Salamanca donde enseña su tío Juan Mogrovejo, catedrático universitario. En 1569 obtiene el título de bachiller en Cánones y en 1571, peregrina a Compostela, y se licencia en Derecho. Cuando cursaba estudios de doctorado en el Colegio San Salvador de Oviedo, en 1574, se le nombra para Granada como Inquisidor Apostólico. En 1580, es propuesto como arzobispo; contaba con 39 años y necesitó una apurada ordenación sacerdotal en Granada como paso indispensable para la consagración episcopal en Sevilla, el mismo año. Llegó al puerto de Paita, Piura, en marzo de 1581 e ingresó en Lima, capital del Perú el 12 de mayo del mismo año.

Durante su trabajo episcopal en Lima convocó y presidió el III Concilio Limense (1582-1583), al cual asistieron prelados de toda Hispanoamérica, y en el que se trataron asuntos relativos a la evangelización de los indios. De esa histórica asamblea se obtuvieron importantes normas de pastoral, así como textos de catecismo en castellano, quechua y aymara (los primeros libros impresos en Sudamérica). Convocó y presidió otros dos concilios, el IV Limense, en 1591, y el V Limense, en 1601.

Santo Toribio visitó innumerables poblados de su amplio territorio, uno de los más extensos y difíciles del mundo. A las visitas pastorales dedicó 17 de sus 25 años de obispo, recorriendo aproximadamente 40.000 kilómetros. Confirió la confirmación a Santa Rosa, San Martin de Porres, a San Juan Macías, y a un millón más de personas. Celebró 13 sínodos y en 1591 acomete una obra decisiva, la creación del Seminario que -dedicado en su día a Santo Toribio de Astorga- hoy lleva su nombre. Se siente, ante todo, pastor dispuesto a dar su vida por sus ovejas. A tal efecto crea  nuevas parroquias. De igual modo, impulsará instituciones destinadas a la formación de líderes espirituales, académicos y sociales, en los monasterios como el de Santa Clara, hospitales como el de San Pedro, la Universidad de San Marcos, la Casa del Divorcio. En 1593 inicia la segunda visita y  en 1605 la tercera, falleciendo en 1606, un 23 de marzo, en Saña. Al año siguiente, 1607, un 27 de abril, es enterrado en Lima.

A los sesenta y ocho años Santo Toribio cayó enfermo en Pacasmayo al norte de Lima, hizo su testamento en el que dejó a sus criados sus efectos personales y a los pobres el resto de sus propiedades. Murió en Zaña el 23 de marzo de 1606. El "protector de los indígenas" fue un infatigable misionero y gran organizador de la Iglesia sudamericana. Santo Toribio fue beatificado por el Papa Inocencio XI en 1679 y canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983 San Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano. Con motivo de su visita al Perú en 1985, elSanto Padre propuso a Santo Toribio como modelo de obispo para la nueva evangelización por su santidad de vida, por su compromiso en la defensa de los derechos humanos de los indígenas, por su sintonía con la Iglesia de Roma y por su eclesiología de comunión.

Benedicto XVI, con motivo del cuarto centenario de su tránsito a la gloria en el 2006, destacó "su abnegada entrega a la edificación y consolidación de las comunidades eclesiales de su época…El profundo espíritu misionero de santo Toribio se pone de manifiesto en algunos detalles significativos, como su esfuerzo por aprender diversas lenguas, con el fin de predicar personalmente a todos los que estaban encomendados a sus cuidados pastorales. Pero era también una muestra del respeto por la dignidad de toda persona humana, cualquiera que fuere su condición, en la que trataba de suscitar siempre la dicha de sentirse verdadero hijo de Dios".

El actual Papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, en la IV Jornada Foro de Educación, recordó, a Santo Toribio de Mogrovejo, que "apostó mientras fue arzobispo de Lima, a comprender al pueblo yendo a cada rincón del territorio que llegaba hasta la capitanía de Chile".

 

2.       SAN MARTÍN DE PORRES

 

Fray Escoba –nombre popular de San Martín- nació en Lima, en 1579. Hijo 'ilegítimo' del español Juan de Porres y de Ana Velásquez, mujer negra descendiente de esclavos africanos. Al ser mulato y pobre le tocó sufrir en más de una ocasión el menosprecio de la sociedad. Sin embargo, su madre le descubrió el evangelio de Jesús: "El que se humilla será ensalzado".

El santo mulato fue bautizado en la iglesia de San Sebastián, en la misma pila y por el mismo párroco que había bautizado a Santa Rosa de Lima. Martín vivió con su madre, quien le educó en la solidaridad con los pobres y enfermos; de este modo, siempre que iba a la tienda, empleaba parte de la plata en socorrer al primer necesitado que encontraba. Su padre Juan, al volver de Guayaquil, legaliza su situación reconociendo oficialmente a sus dos hijos, aunque no llega a desposarse. A los dos lleva a Ecuador para ser educados con un preceptor. Martín, a sus trece años, aprende castellano, aritmética y caligrafía. Tras dos años de estancia en la ciudad portuaria de Guayaquil, deja a su hija con su tío Santiago y se lleva a Martín a Lima.

A los quince años es confirmado por Santo Toribio de Mogrovejo. Por esta fecha trabaja en la tienda de Mateo Pastor, negociante en especies y en hierbas medicinales. Posteriormente aprendió el oficio de barbero-sangrador con Marcelo de Ribera, a quien ayuda a sangrar heridas, aliviar dolores, aplicar hierbas y emplastos. A esta edad, ingresó como donado al convento de Santo Domingo de Lima y en 1603 hizo la profesión como hermano lego. Los superiores de San Martín, pronto advirtieron sus cualidad y caridad, por ello le confiaron junto a otros oficios, el de enfermero.

Sus habilidades y el ardor con que cuidaba a los enfermos atrajo incluso a los religiosos de otras comunidades que llegaban a Lima sólo para atenderse con elsanto.  San Martín fue muchas veces despreciado y humillado, por ser mulato, pero nunca se rebeló contra los insultos que le inferían. Su abnegación, su modestia y la paz que irradiaba impresionaban a cuantos conocía. En la enfermería y en la portería del convento del Rosario (Santo Domingo) atendía con acogedora bondad y amor a los pobres y enfermos. Si a todos los dolientes trataba exquisitamente, a sus hermanos religiosos los servía de rodillas.

Su caridad universal le llevará a convertir el convento en hospital. Sabe que el amor es la ley suprema Su caridad con el prójimo nacía de la unión íntima con Jesús y con María. Comentan sus compañeros dominicos que recibía a Jesús Sacramentado "con muchas lágrimas y grandísima devoción", ocultándose de todos para "mejor poder alabar al Señor". Fray Martín rezaba en su celda, en la Iglesia, ante el Santísimo Sacramento, Virgen de los Santos, en los altares del templo, en las capillas y oratorio del convento. Oraba arrodillado y echado en cruz sobre el suelo (…)

Realizó numerosas curaciones milagrosas Particular fue el aprecio por sus hermanos de raza. Cuando le tocaba acudir a la finca de Limatambo, a las afueras de Lima, se dedicaba a las labores propias de los esclavos negros: arar, sembrar, podar árboles, cuidar de los animales en los establos. Así se ganaba el afecto de los esclavos morenos y de los indios pescadores de Chorrillos y de Surco, pues les servía como enfermero y les catequizaba como misionero. Ellos, por su parte, le daban frutos de sus huertos y estipendios para Misas.

Entrañable fue su amistad con el lego dominico San Juan Macías. Su otro gran amigo místico fue el también lego, aunque franciscano, Fray Juan Gómez, popularizado por Ricardo Palma en una de sus tradiciones en que señala haber convertido un arácnido venenoso en una joya: el alacrán de fray Gómez.

San Martín de Porres, Patrono de la Justicia Social, murió el 3 de noviembre de 1639, dejando a Lima –desde el virrey y arzobispo hasta el último excluido social- consternada. Fue beatificado por el Papa Gregorio XVI en 1837 y canonizado por Juan XXIII el 6 de mayo de 1962, cuando iba a dar comienzo el Concilio Vaticano II, del que fue insigne modelo.

 

 

3.      SANTA ROSA DE LIMA

 

El siglo XVI iba a alcanzar su punto medio, cuando en 1548 Gaspar Flores, para unos nacido en Puerto Rico, para otros en Baños de Montemayor (Cáceres), se avecina en Lima, doce después de que el trujillano Francisco Pizarro, un 18 de enero, funde la Ciudad de los Reyes, Lima. Andrés Hurtado de Mendoza es el virrey, y le hace arcabucero en la guardia de su palacio. Nueve años después, en 1557, Gaspar celebra bodas con una limeña, María de Oliva, con la que tendrá trece hijos. Rosa es la cuarta de los supervivientes. 1586 es el año en que se remata la cúpula de S. Pedro de Roma, y nace en Lima, el 20 de abril, siendo papa Sixto V, la santa de América. "No le podía faltar a la ciudad de los Reyes -dice Clemente X al canonizarla- la estre­lla luminosa que guiará hacia Cristo, Señor y Rey de reyes".

En la parroquia de S. Sebastián la bautizan el 25 de mayo, Domingo de Pentecostés, y el Espíritu Santo se apodera de ella. La gracia bau­tismal que dormita durante mucho tiempo en otros niños, desencadena en Rosa el dinamismo prodigioso que la lleva, como Teresita a los tres años, "a no negar nada a Dios". Isabel es el nom­bre que, en recuerdo de su abuela, le dan al cristianarla, pero no le durará mucho.

Las primeras en llamarla Rosa fueron la india Mariana, que muy joven entró al servicio de María, y dos niñas que frecuentaban la casa. Un día, al contemplarla en la cuna exclamaron: "¡Ay! ¡Qué linda es esta niña! ¡Parece una rosa!"

Atraída por el ejemplo de Santa Catalina de Siena, quiere vivir también su matrimonio espiritual con Jesús cuando le entregó en arras un ani­llo invisible para todos y sólo visible para ella; Rosa quería tener también su anillo que le recor­dase el día de su boda y se lo dijo a Hernando, quien se lo encargó a un platero. El jueves Santo lo llevó a Sto. Domingo pi­diéndole al sacristán lo colocase en la urna en que el Santísimo Sacramento iba a ser expuesto. La santa le veló hasta los Oficios del día siguiente como preparación a su boda el Domingo de Pascua. El 26 de marzo, acabada la Misa solemne, se celebró otra y el sacerdote, sin que nadie lo advirtiese como deseaba ella, puso en sus dedos el anillo, símbolo del matrimonio espiritual que anticipa en la tierra las bodas eternas.

Todavía niña su "juego" preferido era rezar y hacer pequeñas penitencias (dormía sobre piedras y tablas). Aprendió a leer y escribir y todas las labores domésticas (costura, bordado, tejido) que eran una fuente de recursos, como también a cantar; llegó a tocar el arpa, la vihuela y la cítara. Su madre deseaba para su hija un casamiento ventajoso, pero Rosa deseaba el silencio y el recogimiento. Posteriormente piensan en que se haga monja de clausura: ella se resiste y dice que quiere ser laica consagrada como santa Catalina de Siena. El 10 de agosto de 1606 viste el hábito de terciaria dominica, emite votos privados de pobreza, castidad y obediencia y vive como religiosa en el hogar paterno.

En el huerto de su casa construye una pequeña celda donde pasa los días dedicada a la oración, a la lectura y al bordado. Sale de su casa sólo para asistir a Misa y visitar hospitales, a pobres, a esclavos enfermos. Tiene muchas experiencias místicas (Jesucristo se le aparece en forma de niño frecuentemente). En los últimos años sufre una larga enfermedad, en la cual dice a menudo: "Señor, auméntame los sufrimientos, pero auméntame en la misma medida tu amor". Antes de morir le pide perdón por todos los pecados a cada uno de los de su casa. Muere exclamando "Jesús, Jesús sea conmigo" el 24 de agosto de 1617 a los 31 años de edad. Canonizada en 1671 por Clemente X y proclamada patrona de América y de Filipinas; su cuerpo descansa en el convento de Santo Domingo de Lima.

El Catecismo de la Iglesia Católica recoge dos momentos de la vida de nuestra santa, tomados de la primera biografía, la del P. Hansen, publicada en Lovaina en 1668. El primero alude a su vida de gozosa cruz: "Fuera de la Cruz no hay otra escala por donde subir al cielo" (CIC n.618); el segundo, referido a su amor por los pobres: " El día en que su madre le reprendió por atender en la casa a pobres y enfermos, Santa Rosa de Lima le contestó: 'Cuando servimos a los pobres y a los enfermos, servimos a Jesús. No debemos cansarnos de ayudar a nuestro prójimo, porque en ellos servimos a Jesús" (CIC n. 2449). El Santo Padre Benedicto XVI destacó en la audiencia del 20 de agosto de 2008 la figura de Santa Rosa leyendo unas palabras de la misma: "Si los hombres supieran qué es vivir en gracia, no se asustarían de ningún sufrimiento y aguantarían con gusto cualquier pena, porque la gracia es fruto de la paciencia".

 

4.      SAN JUAN MACÍAS

 

Nace en Ribera del Fresno, pueblo de la Alta Extremadura, perteneciente entonces al priorato nullius de San Marcos de León, provisorato de Llerena, de la Orden Militar de Santiago y ahora diócesis de Badajoz. Era el 2 de marzo de 1585. Sus padres, Pedro de Arcas e Inés Sánchez, eran modestos labradores.Al año siguiente nace su única hermana. Sus padres eran fervientes cristianos y transmiten a sus hijos los principios de la vida cristiana, singularmente la devoción a Nuestra Señora del Valle, patrona del pueblo, aparecida en 1428.

Huérfano a temprana edad, fue criado por un tío que lo dedicó al pastoreo. Mientras se dedicaba a esta labor, recibe  la visita  de un niño que le revela ser San Juan Bautista, y le anuncia un futuro viaje a tierras lejanas. Ya mayor, viaja a Cartagena de Indias al servicio de un mercader. Luego se dirigió hacia el sur para llegar finalmente a Lima;  toma los hábitos dominicos en la Recolección de Santa María Magdalena  de esta ciudad (actual Iglesia de la Recoleta) en 1622. Allí se ocupó de la portería hasta su muerte, acaecida más de dos décadas después, en 1645. Ofrendaba a Dios numerosas penitencias, ayunos y oraciones a cambio de la salvación de las ánimas del purgatorio. Como Martín de Porres -de quien era amigo-, el santo se destacaba por su profunda humildad y sencillez.  Fue famoso por sus consejos espirituales, solicitados por los distintos estamentos de la sociedad limeña, desde los mendigos hasta el propio virrey. Juan Macías cultivó además una ardiente caridad, y se dedicaba a repartir diariamente alimentos a los menesterosos. "Al pedir a los ricos para sus pobres, les enseñaba a pensar en los demás; al dar al pobre lo exhortaba a no odiar"- apuntará Pablo VI.

Destaca su filial devoción a la Virgen María. En 1630 se le apareció Nuestra Señora del Rosario en la capilla de su convento con motivo de un temblor de tierra. El mismo Juan contó que Nuestra Señora del Valle, cuya imagen veneraba en el cuadro que tenía en su celda, le había hablado y concedido cuanto le había pedido. Con el rezo del Rosario invocaba a la Trinidad por medio de María. Su contemplación le llevaba a amar a la naturaleza, al prójimo, su vida consagrada. Dios obró por su intercesión varios milagros entre los que sobresalen las constantes multiplicaciones de alimentos.

Juan tenía la costumbre de rezar todas las noches, de rodillas, el Rosario completo. Una parte la ofrecía por las almas del Purgatorio, otra por los religiosos, y la tercera, por sus parientes, amigos y benefactores. A la hora de su muerte, obligado por la obediencia, Juan Masías confesó haber liberado durante su vida a un millón cuatrocientas mil almas. Al finalizar el mes de agosto de 1645 enfermó de disentería. Su celda era visitada por los pobres y los ricos. A su cabecera se hallaba el virrey, marqués de Mancera. Murió el 17 de septiembre de 1645, contaba 6O años. Gregorio XVI le beatificó en 1837 y Pablo VI le canonizó en 1975.

Sus numerosos milagros llevarían a Clemente XIII a declararlo venerable en 1763. Fue beatificado por Gregorio XVI en 1837. Paulo VI lo elevaría  a los altares en 1975.

El 23 de enero de 1949, desde Olivenza (Badajoz), la cocinera Leandra Rebello Vásquez no podía dar crédito a lo que vieron sus ojos. Se encontraba en el Hogar de Nazaret, colegio de niños acogidos a la Protección de Menores, regentado por una institución religiosa fundada por el párroco del pueblo don José Zambrano. Era domingo y, además de la comida para los 5O niños, había de preparar alimentos para los pobres de la población. Los bienhechores designados para ese día no trajeron  los alimentos. La criada encargada de preparar la comida, advirtiendo la exigua cantidad de arroz (unos 750 gramos), la arrojaba para su cocción al tiempo que se abandonó en su paisano beato Juan Macías:"¡Oh Beato, hoy los pobres se quedarán sin comida!"

A continuación, aquella minúscula cantidad de arroz, al cocer, fe vista crecer de tal modo que al instante fue preciso trasladarla a una segunda olla; lo que se hizo una y otra vez. La multiplicación del arroz duró cuatro horas de una a 5 de la tarde cuando el recipiente que rebosaba fue apartado del fuego por mandato del párroco. Del alimento gustaron hasta hartarse los chicos del hogar, como la ingente multitud de pobres y necesitados. Leandra Rebello, protagonista del milagro de este "conquistador espiritual", presente el 28 de septiembre de 1975 en la canonización de Juan Macías, es digna sucesora de espíritus tan sencillamente magnánimos. Lo demuestra su confianza audaz que atrae el milagro del Cielo.

 

5.      SAN FRANCISCO SOLANO

 

Nace en Montilla (Córdoba) en 1549, un año después que el prudente Pedro Lagasca, pacificase Perú tras la victoria sobre Gonzalo Pizarro en Xaquixaguana. Y, aunque no se conoce con exactitud la fecha de su nacimiento, sí se sabe que fue bautizado el día 10 de Marzo de 1549 en la Parroquia de Santiago, donde aún se conserva –aunque agrietada- la antigua pila bautismal del Santo. Francisco fue el tercer hijo de Mateo Sánchez Solano y Ana Jiménez, llamada "La Hidalga".

Montilla era un lugar eminentemente religioso, beneficiado recientemente por la prédica de  San Juan de Ávila, quien murió cuando Francisco tenía veinte años. En la localidad había 18 iglesias, 5 conventos y numerosas cofradías. Parece que tuvo varios encuentros con el ilustre peruano el Inca Garcilaso. Pudo también coincidir en Granada con santo Toribio de Mogrovejo, pues éste estuvo en la ciudad moruna hasta 1580 y Solano hasta 1589.

A los 20 años viste el sayal franciscano, haciendo su profesión en 1570, en la familia franciscana de la Regular Observancia. Dos años después se traslada al convento de Nuestra Señora de Loreto (Sevilla) donde alternó el estudio de la teología con la oración y la penitencia. Escoge la celda más pequeña e incómoda del convento, bien próxima al coro donde pasaba buena parte de su tiempo.

Allí recibió la ordenación sacerdotal y, como tenía muy buena voz, le nombran director de coro y predicador. En 1578 desempeña el cargo de maestro de novicios en Arrizafa (Córdoba). Tres años más tarde, 1581, pasa a San Francisco del Monte, la nueva Porciúncula cordobesa, escondido entre los breñales de Sierra Morena dedicándose a la vida contemplativa. No olvida a sus hermanos cuando la peste diezma a la población de Montoro donde acude solícito para ayudar a los enfermos. Se le nombra guardián del convento y a los 3 años se le envía al convento de San Luis de la Zubia (Granada) con merecida fama de santidad.

El 3 de marzo de 1589 partía el barco en el que iba también el nuevo virrey del Perú, don García Hurtado de Mendoza. En Panamá debe esperar varios meses por falta de embarcaciones. Debido al mortífero clima, dos de sus compañeros pierden la vida. Naufraga con su compañero junto a la isla de Gorgona (Colombia). Después de muchos avatares llega, en 1590, a la capital del Perú. Debe ir más al sur pues le reclaman en Tucumán (Argentina). En noviembre de 1590 llega a su destino. Regenta la diócesis Fray Fernando Trejo y Sanabria. Allí permanece 5 años como misionero y doctrinero de Socotonio y la Magdalena. Su caridad y mansedumbre, netamente franciscanas, así como la pobreza de su hábito, la austeridad de su vida y la alegría de su semblante ganaron el corazón de los indios. Se aplicó al estudio de su lengua, especialmente la toconoté, que le enseñara el capitán Andrés García de Valdés. El violín era una ayuda formidable para su labor evangelizadora.

En 1595 vuelve a Lima, convento de San Francisco de la Observancia, donde se fraguaban los criterios y decisiones que regían la vida franciscana en toda Sudamérica. En su celda, tan sólo tenía un camastro, una colcha, una cruz, una silla y mesa, un candil y la Biblia junto con algunos otros libros. Era el primero en todo, y jamás ordenó una cosa que no hiciera él antes. Sus consejos eran prudentes, y cuando tenía que reprender a alguno de los demás frailes, lo hacía con gran celo y caridad. Sus excesivas penitencias y su espíritu de oración no le impedían ser alegre con los demás. Solano era también el santo de la alegría

Desde Lima marcha a Trujillo en calidad de Superior en 1602. Aquí se dedica especialmente a la predicación y a la asistencia de enfermos a quienes atendía personalmente y les llevaba regalos en los mangos de su hábito. También logró reconciliar enemigos hermanos En 1604 regresa a la metrópoli. En 1604, Arequipa se vio afectada por la peste del vómito negro. El 21 de diciembre de 1604, Solano pronunció un sermón que conmovió en gran manera a los habitantes de Lima. En octubre de 1605, Solano pasó a la enfermería del convento. En octubre de 1609, hubo un terremoto en la ciudad de Lima. Como de costumbre, daba grandes voces invitando al arrepentimiento y la conversión. Su vida penitente, sus trabajos y privaciones le fueron restando fuerzas y por ello se le traslada a la enfermería del convento de San Francisco de Lima, donde tras breve enfermedad, muere el 14 de julio de 1610. Su entierro fue apoteósico, asistiendo toda la ciudad, desde el virrey y el arzobispo hasta los más humildes, todos con la misma idea de haber asistido al entierro de un santo.

El mismo año de su muerte comenzaron las informaciones sobre su vida y virtudes, las cuales dieron por resultado que el Papa Clemente X lo beatificara en 1675 y Benedicto XIII lo proclamase santo en 1726.

Es patrono de los terremotos, de la Unión de Misioneros Franciscanos y del folklore argentino. También es patrono de Montilla y de numerosas ciudades americanas como Lima, La Habana, Panamá, Cartagena de Indias, La Plata, Ayacucho y Santiago de Chile, entre otras.

 

6.      SANTA NARCISA DE JESÚS MARTILLO MORÁN (1833-1869)

 

Nació en Ecuador, en la localidad de Nobol, cerca de Guayaquil, en 1833. Sus padres eran agricultores y fue la sexta de nueve hijos. Su madre murió cuando era pequeña. Era aficionada a la costura, al servicio doméstico, también al canto y la guitarra

Desde sus años de juventud optó radicalmente por la santidad volando con las dos alas que tradicionalmente han puesto en marcha los santos: la oración y la penitencia. En la sencillez de los quehaceres domésticos se fue convirtiendo en una contemplativa enamorada de Dios; le gustaba retirarse a un bosquecillo cerca de su casa. Quiso seguir el ejemplo de la vida de la santa también ecuatoriana Marianita de Jesús (1618 - 1645). Sus biógrafos las consideran como almas gemelas

En Guayaquil tuvo como consejero al gran franciscano Pedro Gual –residente en Lima- , campeón de la defensa de la Inmaculada y de la inefabilidad del Papa. Le orientó decididamente en su vocación religiosa e ingresó como hermana de la Tercera Orden de San Francisco en nuestra Lima, en el convento dominico del Patrocinio, ubicado en la Alameda de los Descalzos.

Aunque residía con las freilas o monjas con votos perpetuos, la Hermana Narcisa nunca  hizo votos, pero se le permitió participar de la vida comunitaria. Tanto los religiosos como los laicos que frecuentaban el beaterio se percataron de la alta espiritualidad de Narcisa.

Practicaba la caridad especialmente con los pobres y enfermos a quienes les preparaba infusiones de yerbas con las que mejoraban Anheló siempre reproducir la pasión de Cristo y realizaba sacrificios con azotes y coronas de espinas Destacó especialmente en el don de profecía pues llegó a precisar el día de su muere que tuvo lugar en una fecha singularmente amada por ella, la fiesta de la Inmaculada de 1869. Murió en el día de la inauguración del Concilio Vaticano I, ofreciendo sus últimos sufrimientos por este importante evento eclesial. Lima se agolpó a dar el último adiós a esta ecuatoriana tan querida por los limeños en virtud de su santidad.

Posteriormente Ecuador reclamó sus restos y fueron trasladados a Guayaquil en 1955; ahora permanecen en Nobol, su pueblo natal. Juan Pablo II la beatificó el 25 de octubre de 1992. Precisamente en ese año tuvo lugar el milagro de la canonización en Edelmira Arellano, niña que había nacido sin órgano genital, y que a la edad de siete años se curó luego de que su madre acudiera al santuario de Narcisa de Jesús y pidiera por la salud de su hija. Ese mismo día la niña acudió al consultorio del médico que la trataba y constató que su condición física era normal. Mons. Juan Larrea, Arzobispo de Guayaquil en ese entonces, ordenó la investigación del caso, en el que se estipuló la consulta a testigos y médicos. La documentación recopilada fue enviada a la Santa Sede. Los cinco médicos que estudiaron el caso concluyeron que Edelmina Arellano recibió en 1992 la "restitución completa del defecto anatómico, congénito, de manera imprevista, completa y duradera, científicamente inexplicable".

Por haberse santificado tanto en el campo como en la ciudad, y en su patria como fuera de ella, muchos emigrantes le tienen especial devoción.

"En Narcisita brillan la humildad y la caridad, practicados en grado heroico así como la penitencia adecuada a la época, la expiación de los pecados de su pueblo, especialmente de los sacerdotes y el irradiar a Cristo en medio del pueblo", aseguró a Zenit monseñor Roberto Pazmiño, vicepostulador para la causa de su canonización.

El 12 de octubre del 2008, ante más de 40.000 peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI la canonizó junto a Gaetano Enrico, María Bernarda Bütler y la primera santa de la India, Alfonsa de la Inmaculada Concepción. "La liturgia nos presenta a los nuevos santos con la imagen evangélica de los enviados que toman parte en el banquete, vestidos con los trajes nupciales", dijo el Pontífice durante la homilía; destacando luego gracias al  Misterio pascual "el superpoder del mal ha sido vencido por la omnipotencia del amor de Dios". Acerca de nuestra santa, se refirió como a la "Niña Narcisa" como la llamaban en Guayaquil, denotando "la espontánea identificación del pueblo sencillo con la joven mujer de la costa ecuatoriana". "El ejemplo de su vida pura y piadosa, trabajadora y apostólica transmite un mensaje muy actual...la joven laica ecuatoriana Narcisa de Jesús Martillo Morán nos ofrece un ejemplo acabado de respuesta pronta y generosa a la invitación que el Señor nos hace a participar de su amor. Ya desde una edad muy temprana, al recibir el sacramento de la Confirmación, sintió clara en su corazón la llamada a vivir una vida de santidad y de entrega a Dios.  Santa Narcisa de Jesús nos muestra un camino de perfección cristiana asequible a todos los fieles y a pesar de las abundantes y extraordinarias gracias recibidas, su existencia transcurrió con gran sencillez, dedicada a su trabajo como costurera y a su apostolado como catequista. En su amor apasionado a Jesús, que la llevó a emprender un camino de intensa oración y mortificación, y a identificarse cada vez más con el misterio de la Cruz, nos ofrece un testimonio atrayente y un ejemplo acabado de una vida totalmente dedicada a Dios y a los hermanos".

 

7.      BEATA  SOR ANA DE LOS ÁNGELES

 

Aunque no se sabe con exactitud la fecha de su nacimiento, estaría comprendida entre los años 1602 y 1606. Fue la cuarta hija de los ocho del matrimonio formado por Sebastián de Monteagudo (natural de Villanueva de la Jara, Cuenca) y Francisca de León (arequipeña, hija del ex-corregidor Juan Ruiz de León). Vivían en unas casas detrás de las huertas y solares del convento de Nuestra Señora de las Mercedes. Su padre era comerciante, agricultor y dueño de una pulpería en el mismo domicilio, y después cerca de la Plaza de Armas, frente al templo de la Compañía. Era familiar del Santo Oficio o Inquisición.

A los tres años fue entregada al Monasterio de Santa Catalina para ser educada por las religiosas. Allí estuvo hasta los 11 años, momento en que se le retiró para desposarla. Como nombre religioso tomó el de "Ángeles" y renunció todos sus derechos a favor de su hermano sacerdote. Tras la profesión pública en 1619-1620 se dedicó por entero a Dios. En 1645 sor Ana formaba parte del Consejo de Madres en tiempos del priorato de Sor Juana de Solís y también le tocó ejercer como maestra de novicias. A fines de 1648 fue elegida priora por un período de tres años; tal evento fue motivo de burla y escarnio por parte de algunas religiosas que la consideraban pobre y sin capacidad para el mando. Sabemos sin embargo por el testimonio de la seglar Francisca de Monteagudo que su discurso de aceptación del cargo maravilló a todas y, posteriormente, será la reformadora del convento. Era tan pobre que ni hábito "decente" ni medias ni zapatos tenía.. Algunos aspectos susceptibles de reforma era el "traje de seculares" como las polleras adornadas con hilos de oro, plata y con seda que llevaban las monjas Marta de Zevallos y Francisca de la Cuadra. La priora recogió tales hábitos y los quemó en el horno del pan.

Como Priora no tuvo temor en reclamar la puntual observancia de la Regla y las Constituciones que las monjas habían profesado vivir. Debido a la austeridad impuesta a mediados de 1650 cayó enferma siendo reemplazada por Ana de Tapia.

Tuvo una devoción especial por las almas del purgatorio que según sor Catalina de Cristo (Butrón) fue motivada por un libro sobre San Nicolás de Tolentino a quien ella procuró imitar. Dejó todo el dinero de sus legítimas. Así contagió a sacerdotes que celebrasen misas. Sus predilectos eran las almas de los indígenas.

Varios prodigios relacionados con el anuncio de casi 70 profecías que testificaron los obispos Pedro de Ortega, Gaspar de Villarroel y Fr. Juan de Almoguera.

Al final de su vida quedó ciega y con fuertes dolores de hígado con abundantes sudores. Cuando la visitaban besaba las manos con gran cariño sintiéndose indigna de tales visitas. La enfermedad llegó a producirles dolores de gargantea, profundos sopores, retención de orina y altibajos de tensión. El 10 de enero de 1686 entregaba su alma a Dios con grandes signos sobrenaturales, entre otros, que pese a haber encalado su cuerpo para acelerar la corrupción, el obispo Antonio de León comprobó que estaba incorrupto.

El milagro definitivo para su beatificación fue el operado en María Vera de Jaurín curada en 1931 de un tumor canceroso. Juan Pablo II, en su visita a Perú, la beatificó el 2 de febrero de 1985, destacando lo siguiente:

"En ella admiramos sobre todo a la cristiana ejemplar, la contemplativa, monja dominica del célebre monasterio de Santa Catalina, monumento de arte y de piedad del que los arequipeños se sienten con razón orgullosos [...] Todos encontraron en ella un verdadero amor. Los pobres y humildes hallaron acogida eficaz; los ricos, comprensión que no escatimaba la exigencia de conversión; los Pastores encontraron oración y consejo; los enfermos, alivio; los tristes, consuelo; los viajeros, hospitalidad; los perseguidos, perdón; los moribundos, la oración ardiente".

 

 

8. BEATO P. LUIS TEZZA

Nació el 1 de noviembre de 1841, en la ciudad de Conegliano Véneto (Treviso), que en esa época formaba parte del imperio austrohúngaro. Su padre Augusto era médico y ejercía la profesión en el hospital veneciano de los Santos Juan y Pablo. Su madre, Caterina Nedwiedt, paduana por nacimiento, se destacaba por su profunda religiosidad. Un año y medio después, el padre gana la plaza médica de Dolo (Venecia), y se traslada allí con la familia. Bastaron 6 años de sacrificado ejercicio médico para ganarse la estima y el cariño de la gente; así lo revelaron cuando falleció el 11 de enero de 1850, con 36 años de edad, y con su niño de apenas 8 años. Caterina, viuda, no se arredra ante esta desgarradora realidad, dedicándose por completo a la educación del hijo, configurándose en ambos un ideal común: consagrarse a Dios por completo. En Padua Luis entra en contacto con los religiosos camilos, capellanes en el hospicio de la ciudad, y aleccionado con el ejemplo visto en su padre de dedicación a los enfermos, decide hacerse religioso camilo en el noviciado de  Santa María del Paradiso un 29 de octubre de 1856. Dos días más tarde, después de haberse despojado de todas sus cosas, regalándolas a los pobres y a los institutos, Caterina entra en el monasterio de la Visitación de Padua para hacerse monja. Tras dos años de noviciado, el 8 de diciembre de 1858, hace su profesión religiosa con el firme propósito de "hacerse santo". En el año siguiente, su madre pronuncia la profesión monástica en presencia del hijo que, jubilosamente, se une a esta donación. El 21 de mayo de 1864, con tan sólo 23 años, es ordenado sacerdote y el 23 de mayo siguiente, en el monasterio de la Visitación de Padua celebra la santa misa y con sus propias manos da la comunión a su madre, quien fallece el 28 de agosto de 1880, a los 65 años de edad.

Por amor de la obediencia, padre Tezza es un "misionero no realizado". En la situación precaria creada por la supresión de los institutos religiosos, se le presenta la oportunidad de unirse al proyecto de una misión en África, del beato P. Daniel Comboni, y del Obispo de Verona, Mons. Canossa. Sin embargo, a la hora de emprender el viaje, se le presenta un caso de conciencia: la alternativa es obedecer al Obispo que ordena partir para obedecer al Rescrito pontificio u obedecer a los superiores que sostienen la nulidad del Rescrito a causa de ambigüedades, inexactitudes e ingerencias ilícitas. Para él es más importante el voto de obediencia profesado en la Orden y decide que no partirá sin la aprobación y la bendición de sus superiores. Sacrifica sus grandes esperanzas de la misión, tras ocho años de espera. En 1869 la obediencia lo llama a Roma como vice-maestro de novicios. Realizando grandes sacrificios y confiando en la Providencia Divina, abre cuatro centros de convalecencia para la asistencia directa de enfermos y ancianos. Es un verdadero precursor de las obras de asistencia sanitaria propias de la Orden.

En el Capítulo General de 1889, a pesar de mostrarse reacio a aceptar el cargo, es elegido Vicario y Apoderado General de la Orden, por lo que debe dejar Francia y establecerse en la comunidad del hospital de San Juan en Letrán, de Roma, para servir a los enfermos. En 1891, la providencia hace que encuentre en el confesionario a la joven Giuditta Vannini de Roma, que está en la búsqueda espiritual de su proyecto de vida. El P. Tezza le expone su idea y la encuentra dispuesta a colaborar humilde y generosamente. Con ella, el 2 de febrero de 1892, da vida a la Congregación de las Hijas de San Camilo. Giuditta Vannini, que toma el nombre de Madre Giuseppina Vannini, fue beatificada el 16 de octubre de 1994 por el Papa Juan Pablo II.

El Capítulo General envía como visitadores a los padres Angelo Ferroni y Luigi Tezza. Llegan a Lima el 19 de junio, después de un viaje largo y fatigoso, y se queda por 23 años, hasta la muerte, contento porque se siente cumpliendo la santa voluntad de Dios. Con ardor de caridad hacia los enfermos realiza un proyecto hospitales, que en pocos años toma el servicio religioso de cinco instituciones (hospitales y hospicios) limeñas. El Arzobispo, los nuncios apostólicos, sacerdotes, seminaristas, monjes e infinidad de personas, lo buscan porque es un confesor y director espiritual inteligente. Permanece en actividad todavía a los 70 años. Y ¿"sus Hijas de San Camilo"? Les escribe cada vez menos y con dificultad. Lleva a cabo plenamente el sacrificio de la separación absoluta.

Tiene 75 años y empieza a perder fuerzas así que debe limitar el ejercicio de su apostolado. Los tres últimos años de su vida los transcurre en la casa. Se muestra sereno, siempre sonriente y con el rosario en la mano.  Recibe los santos sacramentos con gran fe y con la mente lúcida. El 26 de septiembre de 1923, tiene 82 años de edad, se adormece serenamente en la paz del Señor. En 1948 trasladan sus restos a Buenos Aires y los deponen en la capilla de la Casa Provincial de las Hijas de San Camilo. En 1999, acercándose el centenario de su llegada a Perú, sus restos vuelven a Italia y ahora descansan definitivamente en la Capilla de la Casa Generalicia de las "Hijas de San Camilo", en Grottaferrata (Roma), junto a la sepultura de la Beata Giuseppina Vannini.

En Lima vivió más de 20 años prodigando su caridad exquisita por doquier hasta que el Señor le llevó consigo en 1923. Acá se inició el proceso de canonización y aquí –la mañana del 5 de enero de 1994- se dio el milagro que le ha llevado a la gloria de Bernini. Justo enfrente de la Clínica que lleva su nombre y en la persona del albañil Domingo Nieves quien se salvó milagrosamente de perecer entre escombros, cuando laborando en un foso de cinco metros donde se iban a colocar las vigas se le cayeron encima cinco toneladas de piedras; los 4 albañiles y el ingeniero Pastor Chang escucharon su grito: "¡Dios mío, padre Luis Tezza, sálvame!".

 

9.      BEATA ASCENSIÓN GOÑI

 

Madre Ascensión del Corazón de Jesús --Florentina Nicol Goñi, nació el 14 de marzo de 1868 en Tafalla (Navarra, España). Ingresó en las religiosas dominicas de la Tercera Orden de Huesca, a los 17 años,  fue profesora y directora del colegio anexo al monasterio. A los 45 años de edad, misionera en la selva peruana , para ayudar al obispo dominico monseñor Ramón Zubieta, con quien fundará las Hermanas Dominicas del Santísimo Rosario, de las que fue la primera superiora general. El 24 de febrero de 1940 falleció en Pamplona (España).

 Sus padres Juan Nicol Zalduendo y Águeda Goñi Vital ya tenían tres hijas: Concepción que había cumplido los diez años, Luisa que tenía cuatro y Marcelina tres. Y como había hecho con las mayores, en cuanto la pequeña vio la luz del velón o del candil. del 14 de marzo de 1868, decidieron bautizarla al día siguiente. El establecimiento familiar denominado "Alpargatería Nicol" o popularmente "Casa Mencho" estaba muy bien situado en el Camino Real (actual calle de Severino Fernández), pues por él pasaban tanto los arrieros como sus recuas de mulos, los carros y tartanas que atravesaban el pueblo, como los labradores que se dirigían a los campos conduciendo sus yuntas de bueyes. Todos ellos eran los buenos parroquianos del bien surtido almacén de alpargartas, espatos, serones, aperos de garrafas y botas de vino...

La vida transcurrió feliz en el hogar de los Nicol hasta noviembre de 1872, porque el mes de los muertos se llevó uno más: el día 15 fallecía Agueda Goñi. Tenía tan sólo 32 años y llevaba 15 de casada. El lugar vacío de la madre no podía ser reemplazado, pero afortunadamente la hija mayor iba a cumplir los quince años: edad suficiente para poder atender la casa y cuidar de su padre y de sus hermanas lo que en medio del dolor suponía aun alivio para Juan. Pero Concepción era joven y la ley de la vida se impuso y se casó con un sargento isabelino.

Nuevos quebraderos de cabeza para el padre viudo porque los nueve años de Luisa eran muy pocos para convertirla en ama de casa. Los amigos y las comadres le aconsejaron y buscó una esposa que fuera madre de sus hijas y la encontró en María Palacios. Era viuda como él y desde el primer momento supo hacerse querer de todos y llenar el vacío de la madre muerta. Según, declaran todos los que la conocieron fue una santa mujer. Madre Ascensión dirá siempre de ella: "No me hubiese querido más mi propia madre".

En Tafalla todas las niñas iban a "las maestras, para aprender los conocimientos humanos y a la catequesis de la parroquia para que el señor cura les enseñara los divinos. Siempre jugaba un rato en la plaza hasta la hora del rosario familiar, bajo la mirada perdida, cargada de añoranzas, de los ancianos que tomaban el sol bajo los soportales. Flori, apacible y dulce, era el centro del animado grupo, pues sabía proponer en cada momento el juego más divertido.

Un día de 1878 el correo trajo una carta para Juan. La firmaba su prima, Madre Martina Zalduendo, religiosa del convento de las Carmelitas Calzadas de "las Miguelas de Huesca. En ella la tía monja le ofrecía encargarse de completar la educación de sus sobrinas. Luisa y Marcelina se alegraron con la idea. No quería ser menos que las amigas que ya estaban internas en algún colegio de religiosas, como había impuesto la costumbre. Al poco tiempo cumplió los diez años, recibió la primera comunión y al año siguiente nace Juan, el único hermano varón.

Flori ya no jugaba en la plaza, iba siendo mayor y no estaba bien que saltara y corriera como una chicuela. Sus padres comentaban que Flori no podía ser menos que sus hermanas En Huesca cerca de la Miguelas estaba Santa Rosa colegio de media pensión, escuela normal de la Iglesia de la que dependía una pequeña escuela gratuita donde las normalistas realizaban las prácticas de enseñanza escuela Dominical para sirvientas y colegio internado que era el más numeroso . Tantas actividades eran atendidas por las religiosas dominicas que formaban el Beaterio de Santa María Magdalena y Santa Raso fundado a comienzos del siglo XVIII. El 12 de diciembre de 1883, cuando Juan Nicol dejó a su hija pequeña en Huesca a Flori se le cayó encima aquel colegio tan feo" (las Obras de ampliación acaba de comenzar y la parte no sería inaugurada hasta 1886). Tenía 15 años y se encontraba por primera vez encerrada entre cuatro paredes sin poder volver a la casa hasta terminar los estudios, pues las vacaciones no existían. Flori aquí, lo mismo que en Tafalla, era el alma de las clases y de los recreos, porque tenía una inteligencia nada común, era bondadosa, alegre, responsable de su deber, dispuesta siempre a ofrecer su ayuda, con una sonrisa. Tenía una personalidad que arrastraba por su alegría y sus dotes de mando que cuando rogaban en realidad exigía. Un día, cuando las alumnas charlaban en grupos en el patio a la salida de clase, al hilo de la conversación Flori dijo con todo empaque: "Yo seré religiosa". -Todas rieron la ocurrencia y ella afirmó con soberbio desafío: "Aunque no la creáis, ya veréis como seré religiosa".

Al cabo de dos años de internado, en febrero de 1885, sus padres fueron a recogerla. Pues, si bien es cierto que en Santa Rosa funcionaba la Escuela Normal, Flori no se graduó como maestra. Dios la esperaba dentro de la clausura y a Él se entregó con toda la ilusión diecisiete años, toda la generosidad de su juventud, con todo el empeño de su carácter fuerte y tenaz, y con todo el ardor de su corazón apasionado. El noviciado fue para ella un período de fervor sensible. Los años no pasaron en balde. Su vida tranquila y metódica de profesora del colegio continuó sin más cambios que haber trocado la clase de labor por la que hoy llamaríamos de cultura general, pero los impulsos de su juventud habían dejado paso a una actitud reposada y reflexiva y a una serenidad a toda prueba.

Pero su vida interior, aspiraba a más, quería darse a Dios en una entrega , más completa, alcanzar la unión rápidamente por la contemplación y el sacrificio, y por dos veces intentó pasar a la austera Segunda Orden Dominicana En 1907, cuando se acercaba a los 40 años, fue directora de la Media Pensión y desde entonces se llamaría Madre Ascención. Su trabajo semanal se completaba el domingo en la Escuela Dominical para Sirvientas, dando catequesis y dirigiendo al grupo de las antiguas alumnas que dedicaba unas horas a enseñar cultura general y corte y confección a un grupo de muchachas de servicio doméstico. Todos los veranos la comunidad hacía ejercicios espirituales. En uno de ellos Dios le inspiró al padre director una frase que fue una revelación para ella: "sufra mi corazón y sea Dios glorificado".

Cuando llegó el año 1912, de tanta trascendencia para el convento de Santa Rosa, Madre Ascensión destacaba entre las religiosas por su espíritu de mortificación y piedad contagiosa y sobre todo por su exquisita caridad fraterna. Este año, cuando faltaba un mes para el asesinato del presidente de gobierno Canalejas, el ministro de Instrucción Pública hizo desaparecer las Escuelas Normales, entre ellas la regentada por Madre Ascensión. .Ella escribió una carta al mundo entero ofreciendo trabajo. Al año siguiente, se presentó el P. Ramón Zubieta en la portería del colegio. Al poco tiempo el Padre fue nombrado obispo y a los pocos meses zarpaban todos para Perú. Viven por más de un año en el Beaterio de Nuestra Señora del Patrocinio, en el Rímac, y el 16 de junio de 1915 partía la primera expedición misionera de mujeres para la Selva. El Callao-Mollendo-Arequipa-Cuzco-Tirapata-Astillero-Puerto Maldonado.

Allá comienzan a entablar amistad con la gente. Fundan un colegio internado para niñas. Madre Ascensión vivirá feliz: Unas veces tendrá que dejar su celda para una joven machiguenga, otras tendrá que aguantar la pobreza de la casa que con 18 internas y sin ninguna subvención carecía hasta de lo más necesario. Sin embargo, ella escribe: "¡Cuánto bien se hace, Madre mía, en nuestra Misiones y qué cerca del cielo se siente el ama en esas apartadas regiones!"

Al pasar por Lima, el Maestro General de los Dominicos, P. Luis Theissling les aconseja que creen una congregación nueva. Monseñor Zubieta y Madre Ascensión dan forma a las Constituciones el nuevo instituto llamado "Congregación de Hermanas Misioneras Dominicas del Santísimo Rosario". En ese momento, 5 de octubre de 1918, Madre Ascensión contaba con 50 años y será elegida como Priora General por 22 años, hasta su muerte.

En 1920 regresa a España y viene con un nutrido grupo de misioneras. En Lima, el 19 de noviembre de 1921, tiene que sufrir un duro revés, la muerte de Monseñor Zubieta.

A partir de este momento Madre Goñi tiene que actuar en solitario. Dios bendice el Instituto y se expande por España, Centroamérica y, sobre todo, Perú. En 1932 llegarán a China y Portugal.

Ante las graves noticias de España estará presente durante la Guerra Civil de 1936 a 1939. El 24 de febrero de 1940, 20 días antes de cumplir los 72 años de edad, el Señor la llamó a su presencia. Tres meses más tarde, el 21 de mayo, las Constituciones eran aprobadas definitivamente. Hoy están presentes en 12 provincias y cuentan con más de 800 religiosas por los cinco continentes. El 14 de mayo del 2005 fue beatificada por el Papa Benedicto XVI

 

10-11-12 BEATOS MÁRTIRES DE CHIMBOTE: PADRES MICHEL ZBIGNIEWS Y P. SANDRO

a. Miguel Tomaszek, 23-9-1960+ 9-8-1991

b. Zbigniew Strzalkowski:3-7-1958 +9-8-1991

c. P. Sandro Dordi: 1931-1991

 

Miguel Tomaszek

Nació el 23 de septiembre de 1960 en Lekawica (Polonia). Tras los estudios de primaria en su pueblo natal, cursó la secundaria en el seminario Menor de los Franciscanos Conventuales. Emitió sus votos religiosos el 1 de septiembre de 1981 en Legnica. Comienza sus estudios de Filosofía y Teología en Cracovia. Es ordenado sacerdote el 23 de mayo de 1987. Ejerce su primera misión sacerdotal en Pierigle, en el convento franciscano de Cracovia. Llega a Perú para organizar el primer convento en Pariacoto.

 

Zbigniew Adan Strzalkowski,

Nace el 3 de julio de 1958 en Tarnow. Cursa primara en Zawaola y continúa sus estudios técnicos en Tarnow. Ingresa en la orden franciscana conventual en 1979 y los estudios de filosofía y teología en 1980. Fue uno de los iniciadores del movimiento ecológico en el seminario de Cracovia. Fue ordenado sacerdote el 7 de junio de 1986. Su primer destino pastoral fue en el seminario Menor de Legnica. El 28 de noviembre de 1988 viene con el P. Jaroslaw Wysoczanski a Perú para abrir la primera comunidad en nuestra tierra, trabajando en Moro y Pariacoto.

 

Los dos misioneros, en unión del Padre Yarek fueron los fundadores del Convento de Pariacoto el 30 de agosto de 1989, con la misión de atender pastoralmente a cuatro parroquias rurales de la Cordillera Negra: Pariacoto, Yaután, Cochabamba y Pampas Grandes. Los tres soñaban con renovar la Orden, los tres visitaron en Varsovia la tumba del P. Jorge Popieluszko, mártir polaco de nuestro tiempo. La última celebración litúrgica en Polonia la vivieron en el Santuario de la Virgen de Rychwald, y que ellos llamaban "de Fátima" con la presencia de Monseñor Julián Groblicki, quien les entregó las cruces y les bendijo para su viaje misionero.

Una vez concluida la misa de la noche del viernes 9 de agosto de 1991 en Pariacoto, los sacerdotes polacos P. Michel y P. Zbigniew, franciscanos, encargados de la parroquia del distrito se reunieron como habitualmente lo hacían con los animadores y catequistas para intercambiar opiniones y decidir las acciones que acometerían desde la parroquia en beneficio de la comunidad.

Aquella noche un grupo de senderistas armados, con los rostros cubiertos, irrumpieron en la Casa Parroquial preguntando por los carros y solicitando que saliesen los padres. Ataron a los dos, ante la protesta de la Hermana Bertha, a quien contestaron los terroristas:

- No se preocupe, volverán, los necesitamos para una acción, por las dudas los atamos.

Los terroristas inquirieron por más religiosos o padres. Al decirle el P. Zbysek que vivían también tres postulantes, los terroristas los reclamaron, pero el Padre se negó: "No, ellos no. No son sacerdotes". Los terroristas no cejaron en su búsqueda hasta dar con los carros. Encontraron un largavista de la celda del P. Zbyszek. Al regresar ya no encontraron al P. Miguel. La Hermana Bertha comenzó a protestar sin que le hiciesen caso. Ordenaron a todos subir al auto y se dirigieron a la municipalidad donde encontraron el otro carro y al P. Miguel. Después de haberles practicado un "juicio popular" ante la comunidad de Pariacoto, los subieron al mismo auto y les increparon con cinco acusaciones:

-    1. Al repartir víveres "adormecían" la conciencia revolucionaria

-    2. "Frenaba" la revolución con el rezo del Rosario, el culto a los santos, la misa y la Biblia.

-    3. A través del Evangelio y de la Biblia engañaban al pueblo porque toda religión es mentira, "el opio del pueblo".

-    4. Proclaman la paz

-    5. Son imperialistas y por todo deben morir.

Después de una violenta discusión entre los terroristas se dirigieron a Cochabamba. Enseguida obligaron a la Hermana Bertha a salir del auto; luego arrojaron una bomba incendiando el puente de Pariacoto. Hacia las 9 de la noche, camino a Pueblo Viejo, los padres y el alcalde fueron sacados del auto y tendidos en el piso, con rostro en tierra, les dispararon cobardemente en un acampado. El P. Miguel y el alcalde recibieron dos tiros en la nuca y el P. Zbyszek, un tiro cerca de la oreja y otro en la parte central de la columna vertebral. Junto a los cadáveres encontraron dos notas en trozo de cartón escrita de forma nerviosa por los asesinos: "así mueren lo que hablan de la paz y los que lamen el imperialismo". Posteriormente, los terroristas siguieron en dirección a Cochabamba y a la altura de Antamarca sorprendieron al alcalde de Cochabamba. También lo asesinaron, rociaron los autos con gasolina y los incendiaron

 

Las Hermanas Bertha y Lucy con postulantes y un grupo de jóvenes, trataban de rezar y organizar la búsqueda de los Padres. Pasada la medianoche encontraron en el camino a Pueblo Viejo los cadáveres del alcalde Justino Masa y los Padres. Dieron aviso al obispado de chimbote y Monseñor Luis Bambarén se personó a las 6 de la mañana. Llevaron los cadáveres a la iglesia y celebraron la Santa Misa.

 El P. Jaroslaw escuchó de labios del Padre Miguel, al finalizar los Ejercicios Espirituales dirigidos por los Hermanos de Villa El Salvador para los miembros de Catequesis Familiar de Pariacoto: "Me enamoré de Catequesis Familiar". Por su parte una señora del pueblo contó este sueño: "Una noche el Padre Zbyszek entró en mi casa un poco cansado y me vio llorando, enjugó mis lágrimas y me invitó a salir afuera, y, al ver los rosales secos, me dijo: Ves, Dina, cómo están las hojas secas, hay que regarlas para que alegren tu casa. A la mañana siguiente vi claramente la necesidad de compartir con los campesinos lo que me dio la Catequesis Familiar y con el corazón lleno de paz me decidí a salir a los pueblos y caseríos..."

 

P. Alejandro Dordi

Por su parte el P. Alejandro Dordi había nacido en Gromo San Marino (Bérgamo, Italia) el 22 de enero de 1931. Ordenado sacerdote el 12 de octubre de 1954, ingresó a la Comunidad Misionera de El Paradiso, formada por diocesanos. Desde allí fue enviado a trabajar al interior del país, luego a Suiza y a Perú, en 1980. En nuestra tierra se hizo cargo de la parroquia del Señor Crucificado de Santa (Chimbote), acompañando la formación de catequistas y de líderes rurales. Preocupado en formar comunidades, animó a la gente a caminar juntos sorteando todo tipo de dificultades. En 1983 trabajó decididamente al lado de la comunidad en la reconstrucción de los canales de regadío destruidos por las inundaciones de ese año. Promovió varios centros comunales como un centro destinado a la mujer que se convertiría posteriormente en un CEO en el que se dictan cursos de corte y confección, enfermería y secretariado. De igual modo desarrolló una constante labor con los jóvenes de Santa entre los que despertó un claro compromiso por la comunidad, logrando varias vocaciones.

Era un 25 de agosto e 1991, a las 3.30 de la tarde, cuando el Padre Sandro se dirigía a celebrar misa en Vinzos, pueblo de la sierra de Canta, cuando fue interceptado por unos encapuchados que bajaron a sus acompañantes de la camioneta y dispararon a quemarropa al Padre. El pueblo de Santa perdió un sacerdote y ganó un santo mártir.

La causa de beatificación de estos tres mártires, siervos de Dios, se abrió con la petición explícita del Ordinario del lugar, Mons. Luis Bambarén y con el apoyo de la Conferencia Episcopal Peruana. La Congregación para las Causas de los Santos autorizó, con fecha 5 de junio de 1995, la apertura de la Causa de canonización con un año de anticipación sobre el término previsto por la legislación actual (cinco años después de la muerte de los Siervos de Dios).

Poco más tarde, nombrado el Vicepostulador en Chimbote en la persona del P. Estanislao Olbrycht, actual párroco de Pariacoto, se inició la investigación diocesana bajo la responsabilidad del Obispo de Chimbote. Sucesivamente, en 1996, se pidieron y realizaron los procesos rogatorios en Cracovia y Bérgamo, con el fin de recoger testimonios y documentos sobre la infancia, formación y primeros años de apostolado de los Siervos de Dios.

Monseñor Bambarén, obispo de Chimbote, que los recibió y encaminó en los primeros momentos y acompañó siempre, tuvo el dolor de celebrar sus funerales, pero con espíritu de esperanza los recuerda como un padre: "A Zbigniew los enfermos pobres lo llaman actualmente ´nuestro Doctorcito´y cuentan diversas curaciones. A Miguel lo siguen queriendo los niños y los jóvenes, que siempre visitan su tumba y guardan en sus corazones sus enseñanzas…Damos gracias a Dios que les concedió la gracia extraordinaria del martirio y también a nuestros mártires por legarnos el testimonio de su vida hasta derramar su sangre por Cristo y por las almas que Él les confió".

Felizmente, el 5 de diciembre del 2015, serán beatificados. Mons. Ángel Francisco Simón Piorno-obispo de Chimbote- expresa que esta celebración nos obliga a acercarnos a ellos para descubrir el dramatismo de sus últimos momentos, antes de ser asesinados. La experiencia de una muerte cercana, cruenta y cruel, los asemeja a Jesús, calvado de rodillas en el huerto. 

La oración de Jesús, fue sin duda alguna la oración que brotó de su alma desgarrada. El Evangelio nos dice que Jesús cayó, rostro en tierra, y se puso a orar diciendo "Padre mío, si es posible, que se aleje de mi este cáliz. Sin embargo, no se haga lo yo quiero, sino lo que quieres tú.  Cuando Jesús en el huerto se ve abrumado y deshecho, recordó al Padre que le habló en el Jordán y en el Tabor. Ese diálogo de Jesús con el Padre y del Padre con Jesús, es el telón de fondo de toda su vida; pero, en este momento el Padre guarda un silencio absoluto.

A pesar de todo Jesús tuvo el coraje de decirle "Padre mío", aunque le estallen las venas y tenga que sudar sangre. Jesús confió en Dios y aguantó en silencio.  De igual manera lo hicieron nuestros mártires. Rezaron el Padre nuestro y exclamaron: "¡que se haga tu voluntad!". Ese momento fue preparado a lo largo de su vida, como lo han preparado los santos. 

Como fieles sacerdotes sufrieron, experimentaron la contradicción, el fracaso y la sequedad, pasaron muchas horas junto a Jesús en el huerto.

Ellos son beatos, porque a pesar de tener el corazón partido, inundado por el miedo y la oscuridad, se pusieron de rodillas y le dijeron a Dios, Padre aquí estoy, como Jesús, soy tu hijo Sacerdote, haz de mí lo que quieras. 

La Iglesia los ha inscrito en el catálogo de los modelos que tenemos para ser fieles. Esa es la grandeza de la Virgen, que dijo sí a Dios; es la grandeza de Jesús y es sin duda alguna la grandeza de nuestros Sacerdotes martirizados, cuya santidad nos disponemos a celebrar.

MONSEÑOR LINO PANIZZA CELEBRA EN HONOR A LAS MADRES DE LA UCSS

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Con motivo del Día de la Madre, la UCCS convocó a todas las madres para celebrar su día con la Santa Misa presidida por Monseñor Lino Panizza, gran canciller de la UCSS, quien en el momento de la post-comunión felicitó a todas las madres presentes. Retomó las palabras de la homilía del P. Carlos sobre el aspecto celebrativo de las fiestas y señaló que celebrar es hacer presente un acontecimiento, actualizar, en este caso el don de la maternidad, el don de la vida. Y algo tan grande tiene una consecuencia, la gratitud y nuestra entrega acordándonos siempre de la madre y hacernos presentes visitándola y si murió, a través de nuestra oración. Terminó sus palabras invitándonos a agradecer a nuestras madres con la oración que el ángel pronunció en la anunciación a María; y así, todos a una culminamos esta entrañable celebración con el Avemaría. A continuación, la UCSS agasajó a todas las mamás en la cafetería, ¡justo y necesario! Se lo merecen


José Antonio Benito Rodríguez: Bibliografía en http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=532982

José Antonio Benito Rodríguez

FENIS EN PAX TV, EL PUENTE, MIÉRCOLES 13, 8 P.M.

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MIÉRCOLES 13 DE MAYO, 8 p.m. (jueves 12 p.m., sábado 16, 12m)
ESPECIAL PROGRAMA SOBRE LA FENIS
Les recuerdo que estamos en Movistar  en el cn 99este mes de 7:00 am a 1:00 pm
En CABLEPERU salimos en el cn 90 las 24 horas del día
En señal libre salimos en HD en el canal 17.1. Lo pueden ver con una antena UHF y si su televisor es HD
Por la web nos pueden ver en www.paxtv.orgpaxtvmovil.org y en su celular conla aplicación pax movil

ESTAR SIN SER, CONSAGRADOS SECULARES EN EL PERÚ. MISIÓN DE LA  FENIS (Federación Nacional de Institutos Seculares)
Con motivo del año de la vida consagrada, los laicos consagrados del Perú nos comparten su historia, su vocación, su vocación, a través de la presidenta de la FENIS (Federación Nacional de Institutos Seculares), Matilde Viso y otras integrantes, Magda Rodríguez y Perla de la Cruz. Son fermento en la masa, luz del mundo, el ala avanzada de la Iglesia, el laboratorio en el que la Iglesia experimenta sus relaciones con la sociedad. Es como la cuadratura del círculo, pero así es: En el mundo, para el mundo, desde el mundo pero sin ser del mundo. 
Programa EL PUENTE conducido por un miembro también José Antonio Benito, CSM
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