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ANTE EL SEÑOR DE LOS MILAGROS CELEBRANDO LOS 25 AÑOS DEL PADRE MORALES

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ANTE EL SEÑOR DE LOS MILAGROS CELEBRANDO LOS 25 AÑOS DEL PADRE MORALES

Fieles a la cita anual ante el Señor de los Milagros, este sábado 19 ha sido el de las "diosidencias", por vez primera no estaba el anda del Señor pues está en su segunda salida por lo que el templo estaba más libre, celebramos los 25 años de la partida para el Cielo de nuestro fundador Venerable P. Tomás Morales y parece que quería tener a toda su familia peruana en esta celebración (cruzados, cruzadas, militantes, amigos), y presidió la celebración el P. Juan Álvarez, misionero de pies a cabeza que hereda el legado de quien fue su director espiritual. Su homilía ha sido un canto de gratitud por haber tratado a un santo que declara la guerra a la mediocridad y al pecado y nos impulsa siempre a la felicidad total, a la santidad pero en el detalle de cada día, y no aislados sino en grupo como iglesia que somos.

Magnífico encuentro para celebrar del modo más peruano los 25 años del Padre Tomás Morales. Su mensaje de movilización de los bautizados, despertando los valores de fieles laicos de Cristo, enamorados de Santa María, fieles a la Iglesia, desde su profesionalidad, llevando el Evangelio a todos los rincones, es más urgente que nunca.

Gracias a la generosidad de las Madres Carmelitas Nazarenas, tras la Misa tuvimos un familiar encuentro en la Sala bajo la capilla de la Reconcilación, donde los cerca de cien asistentes pudimos degustar el turrón de doña Pepa al tiempo que compartimos experiencias apostólicas y cantamos nuestras canciones.

En el corazón de todos –pequeños, medianos y grandes- la gratitud por la oportunidad de dejarnos mirar por el Cristo Moreno, Señor de los Milagros, con su poder de sanación, de perdón, de paz, amor, y la alegría de reencontrarnos como grupo, en esta oportunidad crecido por nuevos amigos de la pastoral de San Marcos, UTEC, colegio Bartolomé Herrera…y dispuestos  a proyectarnos en nuestros Círculos Laicos en Marcha, y ya lanzados a la Campaña de la Inmaculada que culminará en la Vigilia el 7 de diciembre.

Sí, Señor de los Milagros, a Ti venimos con devoción, queremos hacer grande nuestro Perú; unidos todos contigo, con la Madre seremos la luz que el mundo necesita. 


PEPITA NIETO PASCUAL, CARICIA DE DIOS en la vida parroquial y familiar (+ Toledo, 12.09.2019)

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Amigos: Les comparto la entrañable homilía de don Carlos M. García Nieto, en el funeral de su santa madre. La mejor manera de agradecer la deferencia de enviarme el texto es hacerlo llegar al mayor número posible de personas. El Señor sigue estando grande con nosotros, de modo especial en nuestras madres. En la foto, don Carlos Miguel y sus padres. JAB


 FUNERAL EN SUFRAGIO POR EL ALMA DE

MARÍA JOSEFA NIETO PASCUAL –PEPITA

PARROQUIA DE SAN JULIÁN TOLEDO,12DESEPTIEMBREDE2019 (DULCE NOMBRE DEMARÍA)

   

Muy queridos sacerdotes concelebrantes, mi querida familia, queridos hermanos todos en el SeñorJesús.HoynoshemoscongregadoenestetemplonosólopararecordaraPepita,sinosobre todo para orar por ella: hace once días que partió a la Casa del Padre tras casi catorce años de dura enfermedad y contratiempos, los cuales supo sobrellevar procurando conformar su vida a la voluntad de Dios.

Cuando tuvimos que elegir un día para celebrar esta Misa funeral "de los nueve días", consultamoslaagendadelaParroquiaparaverquémomentoseríaelmásidóneo.Elúnicohueco quehabíasinintencióneraprecisamenteestatarde.Mequedégozosamentesorprendidoaldarme cuentadelamemorialitúrgicaquetaldíacomohoysecelebra:DulceNombredeMaría.Entendí que era un regalo más del Cielo, que no ha dejado de cuidarnos un solo instante durante estos días. Por eso he deseado que celebremos, más que de morado por funeral, de blanco por la memoriadelDulceNombre,yaprovecharparadargraciasalSeñorporlaobraqueharealizado en esta buena hija de María que ha sido Pepita.

Desde niña y adolescente perteneció a esos grupos que había en las parroquias de entonces, llamados "hijas de María", y donde aquellas jovencitas consagraban sus corazones limpiosanuestraSeñora.Mimadrequisoquecuandolellegaralahoradedejarestemundo,la vistiéramosconunalba,unatúnicablanca.Nuncalepreguntéporqué,perointuíquebienpodía ser éste el motivo: su devoción a la Virgen María, el hábito blanco con un cordón azul inmaculado que en determinadas ocasiones vestían aquellas jóvenes. Poreso también ceñimos sucinturaconuncínguloazuldelaInmaculada.Ensusmanospusimosunrosarioque,yahace muchos años, me regaló en una audiencia privada el papa magno y santo, Juan PabloII.

En las lecturas que acaban de ser proclamadas he visto reflejada buena parte de la personalidadcristianademimadre,loqueellatratódeviviryloque,cuantostuvimoslasuerte de estar junto a ella, admiramos. La divina Liturgia nos ha regalado un pasaje de la Carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (3, 12), que comienza de esta manera: «Como elegidos de Dios,santosyamados,revestíosdelacompasiónentrañable,bondad,humildad,mansedumbre, paciencia».Sonéstaslasvirtudes"silenciosas"quecaracterizaronaPepitayqueenestetiempo habéis destacado según os acercabais a nosotros o nos llamabais para darnos el pésame. En su silencioyenlasordo-cegueraalaquehabíallegadocomoconsecuenciadeaquellashemorragias cerebrales que padeció, atraía a todos por su dulzura, su cariño, su piedad sencilla, profunda y amable.

Unajovenmadredefamiliamedecíaque,cuandoveníaamisaalaparroquia,legustaba ponersedetrásdePepita,precisamenteporlapiedadqueirradiabaalrecogerseenoración.Todos habéisdestacadolabondadqueigualmentetransmitía.Unapersonacercanamedijo:«Sumadre, don Carlos, ha sido la suave caricia que Dios ha hecho a nuestra parroquia». Considero que es una buena descripción de lo mucho que nos ha dado desde su no poder hacer otra cosa que dejarseatender;ensudebilidadhatriunfadolafuerzadeDios.Recuerdoquecuandohacediez añospubliquémitesisdoctoral,hiceunadoblededicatoria:amihermanomayor,quehacíapoco habíafallecido,yamimadre.Laspalabrasqueaelladediquéfueronlassiguientes:«Amimadre: con su vida me ha enseñado la sencillez, la ternura y la delicadeza de Dios». Creo que eso fue Pepita:unaexpresiónverazdelasencillez,ternuraydelicadezadeDios.Lo quesepercibíaen ellafueradecasaeraidénticoacuantoocurríaenlaintimidaddelhogar:paranosotroshasido una experiencia de Cielo haberla tenido como madre, haberla cuidado durante estos años y aprovecharnos de tanto amor, tantas lecciones como ella nos ha dado con su vida ofrecida a la voluntad de Dios.

No fue una vida fácil la suya. Detrás de esa mujer dulce y bondadosa –en los últimos tiempos tan desvalida–, había una historia de sufrimiento, renuncias, valor y mucha confianza en Dios. Ya desde joven fue una mujer muy probada. Quienes la conocieron en su juventud coincidenendecirquefueunamujermuybella,bendecidaconunainteligenciaclarividente,un gransentidoprácticoyotrasmuchascualidades.UndiamantequeelSeñor,pormediodetantas contrariedades en la vida, tallaría hasta convertirlo en una joya preciosa.

Nopuedorelatarmuchosdetallesquealargaríanendemasíamispalabras.Peromevoy a fijar en un momento en que España atravesó por una grave crisis económica. Me refiero a la producida por el petróleo y la reconversión industrial en la década de los 70 y los 80. Grandes empresascerraron–recordamosaltoshornos,astilleros,etc.–.Seprodujoloqueloseconomistas denominancomounefectodominó:detrásdelasgrandescompañíascayeronotrasmáspequeñas. La crisis llegó también a mi familia: la empresa donde mi padre era el responsable de contabilidad cerró. Tras muchos años de trabajo y estabilidad económica, de repente todo se quedaba sumido en la incertidumbre más inquietante. La música –mi padre era director de orquesta,profesorycompositor–nodabaparaalimentarunafamilianumerosa,conlosdoshijos mayores ya en la Universidad. Mi madre no dudó en coger la aguja y, con miles de puntadas y muchas noches en vela, colaborar en sacar aquella familia adelante. No fue una modista cualquiera:segranjeóungranreconocimiento,quelellevóacoserparaunadelastiendasdealta costuraenelMadriddeentonces,enlacalleArenal,juntoalaPuertadelSol.Duranteaquellos últimosdíasenqueellaagonizaba,yonopodíapormenosdecontemplarsusmanos,acariciarlas con devoción y derramar lágrimas de gratitud por lo mucho que debíamos al sacrificio de esta mujer.

Aquellamadresacrificadaportabaunasencillayprofundaespiritualidad.Nofaltabasu misadiaria,nisurosarioni,incluso,elrezodelbreviariomientrasconservólavista.Estolohe contado alguna otra vez: había ocasiones en las que mi padre tenía alguna actuación lejos de nuestrohogar,amuchoskilómetrosdedistancia.Podíallegara casa alas cuatro olascincode la madrugada. Allí estaba su esposa cosiendo, bordando o terminando cualquier otra tarea. No seibanadescansarhastaquenorezabansurosario–yesoquemipadredebíaestareneltrabajo alas8delamañanayalamismahoramimadrenospreparabaeldesayunoyelbocadillopara el colegio–. Creo que en su vida matrimonial no faltó el rezo del rosario un solo día. Que mi padre falleciera un 13 de mayo, nuestra Señora de Fátima, lo consideramos como una predilección de santa María hacia un hijo fiel.

De ahí se comprende el sufrimiento que llevó clavado en el corazón, como una espina punzante, por el enfriamiento en la fe de algunos de sus hijos. Como otra santa Mónica, rezó hastalaextenuación,derramómuchaslágrimas;y,nocontentaconello,ofreciósuvidaalSeñor con tal de que sus hijos regresaran a la fe de la Iglesia. Una noche, después de aquel primer accidente cerebral –ya en casa tras nueve meses de hospitalización–, mientras le ayudaba a acostarmedijo:«Digoyo,Carlos,queelSeñormehahechocaso».Dadoquesehabíaquedado sorda debido a la potente medicación que le administraron para salvar su vida, le hiceun gesto preguntándoleenquélehabíahechocasoelSeñor:«Sí–merespondió–,porqueunavezledije que no me importaba que me diera una enfermedad grave y dolorosa con tal de que mis hijos volvieranalbuencamino.Élmehadadoesaenfermedadycreoqueellosestánvolviendo».Ya paraentoncesmihermanoGoyohabíafallecido,mientrasPepitaestabaencomaenlaU.C.I.;y mihermanomuriótrashaberrecibidolossacramentos:esdecir,enelsenodelaIglesia.Sinella saberloaún–seenteraríapasadounañodelfallecimientodeGoyo–,yahabíaganadounhijopara el Cielo con la ofrenda de su vida.

En el recordatorio que hemos confeccionado para hacer memoria de estos momentos, hemosqueridoreflejarsuvivenciacristiana.«AlfinmuerohijadelaIglesia»,fueronlaspalabras que santa Teresa pronunció en su lecho de muerte y que hemos reproducido. Al fin Pepita también rendía su alma al Señor en el seno de la Iglesia. Ésta fue su pasión silenciosa, aquello que trató de imprimir en nosotros sus hijos, la causa de una ofrenda de vida que Dios acogió y que, finalmente, le ha llevado, durante duros y largos años de enfermedad, hasta este final de consuelo y, seguro, degloria.

¿Cómo podíamos considerar, mi hermana y yo, el cuidado de nuestra madre como una cargapesada?Puedodecirosqueparamí,comohijoycomosacerdote,hasidoelmayorhonor yprivilegiodemivida:servirladedíaydenoche,seresebáculodondeellaencontraraseguridad en el mayor de los desvalimientos, cuando a la ausencia del oído llegó la pérdida de la vista, añadiendo a esta cruz distintas operaciones y recaídas. Como sacerdote, tenía la gozosa responsabilidaddesosteneramimadreenestaofrendadesuvidaporlavueltadesushijosala fe y a la Iglesia. Y le pedía al Señor que me capacitara para que no faltase a mi madre ningún medio en su preparación para el Cielo.

YaconocenlascircunstanciasenquePepitaentregósualmaalSeñor,mientrasyoestaba celebrandolaEucaristía,enelmomentodelofertorio.Mecomunicaronquemimadreseestaba yendo justo en el instante en que iba a ofrecer el pan y el vino. Aproveché, pues, para –en mi patena–elevarsualmaalCieloyentregarlaalSeñor.Enesemomento,ella,quehabíatenidolos ojoscerradosduranteunalargaagoníadetresdías,losabrió;volviéndolosacerrar,exhalótres veces, como una suave y silenciosa ofrenda al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Y así quedó dormida...Unavezconcluidalamisa,cuandoporfinentréenlahabitación,meencontréconese cuerpoque,traslaofrendadesuvida,reposabayatranquilo,enpaz.Lohabíadadotodo,sevació del todo, lo entregó todo. Después de abrazarme a él, no pude por menos de decir: «Todo está cumplido. Amén». Ojalá, queridos hermanos, que llegando al final de nuestras vidas, pueda decirse de nosotros: «Ahora, Señor, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Todo está cumplido. Amén».

  

Carlos M. GARCÍANIETO

Sacerdote

“Esta niña es un milagro, póngale Milagros” -dijo el Doctor.

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"Esta niña es un milagro, póngale Milagros"

El Señor nos sorprende a cada instante, en el aula y fuera de ella. En este día en que el Señor de los Milagros peregrina por las calles de Lima y nos bendice con su presencia, agradezco a mi alumna por compartir este entrañable testimonio que nos recuerda que en octubre y a diario sigue habiendo milagros.

Hace casi 20 a mis padres se casaron por civil e hicieron los respectivos análisis y datos que pide la municipalidad. Entre esos análisis está un examen de sangre. El tipo de sangre de mi papá es O+ y el de mi mamá es A- o sea, no son compatibles sanguíneamente para tener hijos, pero ellos no sabían eso porque la municipalidad no llegó a hacer el aviso correspondiente. Tiempo después mi mamá quedó embarazada y tuvo una pérdida.

El doctor, al querer saber el motivo de la pérdida los mandó a hacerse análisis de sangre, pero justo cuando lo hicieron, el enfermero tenía muchas muestras en la mano y eso hizo que confundiese los tubos. Al salir los resultados parecía que mi mama tenía el mismo tipo de sangre que mi papá, lo cual haba sido un error, el doctor no podía explicar la razón de la pérdida ni por qué en sus exámenes y en su historial médico tenía dos resultados diferentes de análisis de sangre hasta que mi mama volvió a quedar embarazada y le volvieron a hacer exámenes de sangre donde, esta vez, salió correctamente qué tipo de sangre era. Los doctores, al darse cuenta de eso, tuvieron que hacerle muchos de que sus glóbulos blancos no me atacaban, porque eso era lo que pasaba cuando los padres no tienen sangre compatible. Todo este proceso hizo que mi mamá pasase muy nerviosa y asustada su etapa de embarazo porque en distintos análisis le decían que yo nacería con diferentes enfermedades, taras o enanismo.

A los 6 meses de embarazo mi mama empezó a tener sangrados, así que fueron rápidamente al hospital a ver qué estaba pasando. El doctor le dijo a mi mamá que mis latidos estaban muy débiles y que si no me sacaban en ese momento no habría posibilidad de sobrevivir. El procedimiento tuvo que ser de emergencia y le hicieron firmar una autorización de alto riesgo y sin anestesia en la cesárea por la emergencia del caso. Todo fue tan rápido que cuando terminaron la cesárea y me llevaron a cuidados intensivos el doctor estaba tan sorprendida de que estuviese viva que le dijo a mi mamá que no se había podido percatar del sexo del bebé.

Mis expectativas de vida eran muy bajas y, al mismo tiempo, una sorpresa para el doctor. Esto hizo que después de verificar que no había nacido con ninguna de las enfermedades que los doctores habían pensado, nací con un soplo en el corazón (el cual se cerró por sí solo al cumplir un año) y un problema en él por la posición en la que había estado (a los meses lo corrigieron con una férula). Hasta me hicieron pruebas de genética porque no podían creer que no tenía nada grave. Viendo esto el doctor solo atinó a decir: "Esta niña es un milagro, póngale Milagros" por esa razón me pusieron de segundo nombre Milagros".

Estuve 11 días en cuidados intensivos en una incubadora con aire a flujo libre y me ponían varias agujas en las manos y pies (aún tengo las cicatrices en la manos). A mis padres se les partía el corazón verme así. Un día, una enfermera al ver a mi papá muy preocupado por mí se le acercó y le dijo:" No se preocupe, si su hija está viva no es por todo lo que tiene conectado, es porque ella quiere vivir."

A los días me llevaron a casa y aunque era muy pequeña por ser prematura (cabía en la mano de mi papa) ya había demostrado que me estaba recuperando rápido.

18 años después, sigo siendo para mis padres una guerrera y su mayor bendición.

                                                                                                             - Daniela Milagros Jolly Villanueva

Curso Historia de la Cultura II

Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima

CRISTO VIVE Y AQUÍ 3 JÓVENES LODEMUESTRAN

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CRISTO VIVE Y AQUÍ 3 JÓVENES LO DEMUESTRAN

Se cumplían 46 años de mis primeros Ejercicios. El mejor regalo, poder dirigir otra tanda más, aquí en el Perú, estos mismos días. Fueron miles los llamados, por tierra (volantes), mar (internet), aire (viva voz) y tres los escogidos. Sólo perdí la paz –un poco- cuando uno me contestó: "voy a ver si no tengo mejor plan"…(¡mejor que estar con Dios?). La creatividad de las excusas y las disculpas me da casi para un libro.

A los ejercitantes les regalé la carta del Papa "Cristo vive" deseándoles que en estos días la leyesen e hiciesen suya: "Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él vive y te quiere vivo!

Sólo quiero compartirles la foto y dar las gracias al Señor por este inmerecido don de la que salgo contentísimo. En el último tramo de los Ejercicios se nos unió Éder, como coordinador de los jóvenes, y les compartió una preciosa charla testimonial sobre "Las miradas de Jesús".

De esta experiencia única, les resumo los testimonios de mis "tres valientes": JC, 16 años, 5º de secundaria: Siento que estoy el camino de la conversión; me ha encantado la frase de Lope de Vega: "loco debo ser pues no soy santo" y yo quiero serlo, entregándome a Dios, viviendo el gozo de la religión, de darme a los demás. KR, 20 años, de la UNMSM, 6º ciclo, se prepara para la confirmación: "me ha impactado el silencio; lo sentí como el comienzo de algo nuevo, difícil, pero que merecía la pena y que había que vivirlo para siempre; siento que estoy preparándome para un nuevo Pentecostés con mi próxima confirmación; la confesión ha sido de una alegría plena y la mejor preparación. DG, 32, profesor de secundaria, próximo a casarse: "la práctica del Vía Crucis me ha llevado a concretar mi compromiso en detalles personales; la confesión me ha renovado el deseo de ser santo; siento que la vida es un combate, que debo ser humilde pues Cristo es el que nos lleva siempre hacia la meta.

Al quedarme a solas con Jesús, frente al Sagrario, sentí como propias las palabras de Francisco en "Gaudete et exultate:"«Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada". 

Le pido a Nuestra Madre que sean muchos los que se beneficien con este tesoro de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. ¿Quieren de veras mejorar la sociedad española y peruana? Yo tengo la solución, para España, Perú, Chile, Venezuela…La misma del Papa León XIII: Que el mundo contemporáneo viva el Principio y Fundamento de los Ejercicios, que no es otra cosa que vivir para "alabar al Señor!, ¡laudato si, oh mi Señor! Lo demás vendrá por añadidura. Ya estoy harto de charlas, palabras, reuniones, silencio, santidad, Jesús. 

BELLINA SHOLS, Giancarlo Una sola fe… diversascostumbres. Las cartas de San Gregorio Magno y la Evangelización de los anglos”.Traducción,selección y notas de GBS

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BELLINA SHOLS, Giancarlo Una sola fe… diversas costumbres. Las cartas de San Gregorio Magno y la Evangelización de los anglos".Traducción, selección y notas de GBS

(Fondo Editorial UCSS, Lima, 2019, 270)

Felicitamos al autor por su audacia magistral en acometer por vez primera –en castellano- el estudio de la evangelización de los anglos, traduciéndonos del latín las cartas de San Gregorio en confrontación con la obra paralela de Beda el Venerable, y que han sido analizadas desde distintas disciplinas (historia, teología, filosofía, sociología, prospectiva) y profusamente anotadas; la introducción contiene 232 notas, desde la página 65 a la 102, y el texto de las cartas 216, de la página 171 a 244. Por el gran interés de las mismas y por sentido práctico de no tener que volver al final, a mi gusto habrían ido mejor a pie de página.

Una contundente introducción nos presenta en primer lugar la figura del papa y doctor "magno", "siervo de los siervos de Dios, como pastor romano al servicio de la Iglesia universal y en particular de los anglos. A continuación se nos relata la misión en sus dos expediciones. La tercera parte se refiere a la fe de la Iglesia y la evangelización de los pueblos en tres epígrafes: La Iglesia y las culturas; la Iglesia y la inculturación; los perfiles de la misión gregoriana. Las notas nos ayudan a comprender el contexto teológico-eclesial y socio-cultural de san Gregorio, así como su obra evangelizadora en cuestión con el fin de dar con las claves para nuestro tiempo. Como subraya el autor la Iglesia custodia un tesoro de heroísmo que "le demuestran que es posible preservar su identidad en épocas de cambio siendo promotora del encuentro entre culturas y que le hacen repensar su quehacer evangelizador dese la puesta en valor y práctica de una saludable y necesaria diversidad dialogante de pueblos y culturas vivida a varios niveles y al interior de una sola fe" (p.19).

Me sorprende el paralelismo con el actual papa, también llegado del "fin del mundo", en tiempos de Gregorio uno de los extremos del limes romano era Inglaterra; es también el primer papa monje o religioso como Francisco; no destaca tanto por un tratado teológico sino por su servicio pastoral, su regla, el quehacer de la Iglesia (p.64) y el gozo de evangelizar (p.39).

Esta misión de los monjes en las Galias se nos narra en dos expediciones; la primera cuenta con once cartas, la segunda dieciséis. En ellas nos informa del proceso, viaje y evangelización, con el objetivo de aclarare algunos aspectos o para publicitarlas e involucrar a las autoridades civiles y eclesiásticas en ellas.

El profesor Giancarlo Bellina es investigador de la UCSS, Magister en Teología y Ciencias Patrísticas por el Instituto Patrístico Augustinianum de la Pontificia Universidad Lateranense de Roma-ITALIA, y miembro de la Asociación Internacional de Estudios Patrísticos y corresponsal de dicha asociación para el Perú.

Felicito a la UCSS por promover estudios tan serios y tan fundamentales para afianzar el ser, la identidad y el mismo sentido de la Universidad y del ser humano a través de la lectura directa de las obras de los Santos Padres, personajes decisivos en el pensamiento y la trayectoria vital de la humanidad.

Como subsidio para conocer mejor a San Gregorio y su obra, les comparto una antología del magisterio de la Iglesia, en el Papa Juan Pablo II y Benedicto XVI. Por último, considero un texto del P. Acosta y un estudio actual acerca de la cuestión fundamental de la doctrina gregoriana, "La Epistola ad Mellitum, conversión por asimilación" de Leonardo Carrera Airola.

Parto del texto de otro papa magno de nuestro tiempo JUAN PABLO II quien le dedica la  CARTA APÓSTOLICA «PLURIMUM SIGNIFICANS» EN EL XVI CENTENARIO DE LA ELEVACIÓN DE SAN GREGORIO MAGNO AL PONTIFICADO, 1990.

El ya cercano décimo cuarto centenario de la elección de san Gregorio Magno como Obispo de Roma es una circunstancia significativa y digna de ser recordada a todos los fieles de la Iglesia…Su título de honor, que ha transmitido su grandeza a la historia; su intenso sentido pastoral, que en él siempre prevaleció, como criterio primario de referencia y como deber irrenunciable, sobre las ocupaciones y las atribuciones civiles que tuvo que desempeñar; el envío de Agustín y de sus monjes a los Anglos para llevar a cabo una valiente y fecunda misión evangelizadora: son algunos de los aspectos más destacados de su personalidad singular que merecen una especial mención, pues resultan ejemplares aún hoy a pesar de los muchos siglos que han transcurrido desde su tiempo…

Servus servorum Dei: es sabido que este título, escogido por él desde que era diácono y usado en muchas de sus cartas, se convirtió a continuación en un título tradicional y casi una definición de la persona del Obispo de Roma. Y también es cierto que por sincera humildad él lo hizo lema de su ministerio y que, precisamente por razón de su función universal en la Iglesia de Cristo, siempre se consideró y se mostró como el máximo y primer siervo, siervo de los siervos de Dios, siervo de todos a ejemplo de Cristo mismo, quien había afirmado explícitamente que "no vino a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos" (Mt 20, 28). Profundísima fue, por tanto, la conciencia de la dignidad del Papado, que aceptó con gran temor tras haber intentado en vano evitarla permaneciendo escondido; pero, al mismo tiempo, fue clarísima la conciencia de su deber de servir, pues estaba convencido de que toda autoridad, sobre todo en la Iglesia, es esencialmente un servicio; convicción que trató de infundir a los demás.

Esa concepción de su propia función pontificia y, por analogía, de todo ministerio pastoral se resume en la palabra responsabilidad: quien desempeña algún ministerio eclesiástico debe responder de lo que hace no sólo ante los hombres, no sólo ante las almas que le fueron confiadas, sino también y en primer lugar ante Dios y ante su Hijo, en cuyo nombre actúa cada vez que distribuye los tesoros sobrenaturales de la gracia, anuncia las verdades del Evangelio y realiza actividades directivas o de gobierno.

Encontramos una confirmación de esta misma concepción, que es conciencia vigilante de responsabilidad personal, no sólo en el trabajo realizado durante los años de su pontificado, sino también en sus escritos, especialmente en aquel que fue durante siglos y sigue siendo aún hoy un texto incomparable para los pastores de almas, muy recomendado por muchos sínodos y concilios. Algunas afirmaciones de la Regla pastoral de san Gregorio nos resultan familiares, como su definición de la dirección de las almas como "la más elevada de las artes"; y no se han de olvidar las severas palabras de amonestación que la preceden y la siguen…

La misión a la "gens Anglorum" querida con feliz intuición pastoral por Gregorio y realizada por el monje Agustín, me brinda la ocasión de hacer una consideración de carácter ecuménico, que deseo proponer no sólo a los fieles de la Iglesia católica, sino también a los hermanos y a las hermanas de la Comunión anglicana…

Pero hay tres circunstancias que hacen aún más actual el mensaje de este gran Pontífice. Como su ciudadanía romana y su pertenencia a una de las familias más antiguas e ilustres lo hicieron especialmente sensible a las necesidades de la Urbe, así su vocación cristiana y su misión pontificia lo llevaron a obrar incansablemente por el bien de la Iglesia universal. Esa múltiple solicitud constituye una clara indicación con vistas a tres acontecimientos eclesiales próximos, que ya he anunciado: el Sínodo de la diócesis de Roma, ya en fase bastante avanzada; la celebración, aún más cercana del Sínodo de los obispos, en una sesión dedicada a la formación de los sacerdotes en el mundo de hoy; y la especial Asamblea sinodal de los obispos de Europa…

Con vistas a esta triple cita invoco la especial protección de san Gregorio Magno para que, juntamente con el ejército de los santos pastores de la Iglesia de Roma, me ayude a mí mismo, y junto conmigo a todos los que en las demás Iglesias diseminadas por el mundo comparten la responsabilidad del trabajo pastoral, a descubrir las nuevas exigencias y los nuevos problemas, a aprovechar las ocasiones que se presenten para responder a esos problemas, a preparar medios y métodos que encaminen a la Iglesia hacia el tercer milenio cristiano, manteniendo intacto el eterno mensaje de la salvación y ofreciéndolo, como incomparable patrimonio de verdad y de gracia, a las futuras generaciones.

Vaticano, 29 de junio —solemnidad de los santos Pedro y Pablo— del año 1990, duodécimo de mi pontificado.

Les comparto una selección de textos de los magistrales comentarios dedicados por el Papa BENEDICTO XVI en sus catequesis sobre los santos padres y doctores de la Iglesia. A San Gregorio le dedicó dos mensajes de su AUDIENCIA GENERAL, el primero, a su vida, miércoles 28 de mayo de 2008.

"Uno de los Padres más grandes de la historia de la Iglesia, uno de los cuatro doctores de Occidente, el Papa san Gregorio, que fue Obispo de Roma entre los años 590 y 604, y que mereció de parte de la tradición el título Magnus, Grande... Desde el principio puso de manifiesto una visión singularmente lúcida de la realidad que debía afrontar, una extraordinaria capacidad de trabajo para resolver los asuntos tanto eclesiales como civiles, un constante equilibrio en las decisiones, incluso valientes, que su misión le imponía. De su gobierno se conserva una amplia documentación gracias al Registro de sus cartas (aproximadamente 800), en las que se refleja cómo afrontaba diariamente los complejos interrogantes que llegaban a su despacho. Eran cuestiones que procedían de los obispos, de los abades, de los clérigos, y también de las autoridades civiles de todo orden y grado.

…Se preocupó de la conversión de los pueblos jóvenes y de la nueva organización civil de Europa: los visigodos de España, los francos, los sajones, los inmigrantes en Bretaña y los longobardos fueron los destinatarios privilegiados de su misión evangelizadora. Ayer celebramos la memoria litúrgica de san Agustín de Canterbury, jefe de un grupo de monjes a los que san Gregorio encargó dirigirse a Bretaña para evangelizar Inglaterra.

Para obtener una paz efectiva en Roma y en Italia, el Papa se comprometió a fondo —era un verdadero pacificador—, emprendiendo una estrecha negociación con el rey longobardo Agilulfo. Esa negociación llevó a un período de tregua que duró cerca de tres años (598-601), tras los cuales, en el año 603, fue posible estipular un armisticio más estable. Este resultado positivo se logró, ente otras causas, gracias a los contactos paralelos que, entretanto, el Papa mantenía con la reina Teodolinda, que era una princesa bávara y, a diferencia de los jefes de los otros pueblos germanos, era católica, profundamente católica. Se conserva una serie de cartas del Papa san Gregorio a esta reina, en las que manifiesta su estima y su amistad hacia ella. Teodolinda consiguió, poco a poco, orientar al rey hacia el catolicismo, preparando así el camino a la paz…

Junto a la acción meramente espiritual y pastoral, el Papa san Gregorio fue protagonista activo también de una múltiple actividad social. Con las rentas del conspicuo patrimonio que la Sede romana poseía en Italia, especialmente en Sicilia, compró y distribuyó trigo, socorrió a quienes se encontraban en situación de necesidad, ayudó a sacerdotes, monjes y monjas que vivían en la indigencia, pagó rescates de ciudadanos que habían caído prisioneros de los longobardos, compró armisticios y treguas. Además desarrolló, tanto en Roma como en otras partes de Italia, una atenta labor de reforma administrativa, dando instrucciones precisas para que los bienes de la Iglesia, útiles para su subsistencia y su obra evangelizadora en el mundo, se gestionaran con total rectitud y según las reglas de la justicia y de la misericordia. Exigía que los colonos fueran protegidos de los abusos de los concesionarios de las tierras de propiedad de la Iglesia y, en caso de fraude, que se les indemnizara con prontitud, para que el rostro de la Esposa de Cristo no se contaminara con beneficios injustos.

San Gregorio llevó a cabo esta intensa actividad a pesar de sus problemas de salud, que lo obligaban con frecuencia a guardar cama durante largos días...Este hombre de Dios nos muestra dónde están las verdaderas fuentes de la paz y de dónde viene la verdadera esperanza; así se convierte en guía también para nosotros hoy.

El segundo, miércoles 4 de junio de 2008, a su doctrina.

"Tal vez el texto más orgánico de san Gregorio Magno es la Regla pastoral, escrita en los primeros años de su pontificado. En ella san Gregorio se propone presentar la figura del obispo ideal, maestro y guía de su grey…La Regla tuvo tanto éxito que pronto se tradujo al griego y al anglosajón, algo más bien raro. También es significativa otra obra, los Diálogos, en la que al amigo y diácono Pedro, convencido de que las costumbres estaban tan corrompidas que no permitían que surgieran santos como en los tiempos pasados, san Gregorio demuestra lo contrario:  la santidad siempre es posible, incluso en tiempos difíciles. Lo prueba narrando la vida de personas contemporáneas o fallecidas recientemente, a las que con razón se podría definir santas, aunque no estuvieran canonizadas…

En su corazón, san Gregorio fue siempre un monje sencillo; por ello, era firmemente contrario a los grandes títulos. Él quería ser —es expresión suya— servus servorum Dei.

No me detendré en declarar la sentencia de Plutarco sobre la gobernación de la república, que dice ser conveniente volverse a conocer las costumbres de los ciudadanos, y explorar y tratar su ingenio y condición584. Porque empeñarse en cambiar luego al punto las costumbres y manera de ser del pueblo y querer acomodarlas de repente a nuevas leyes, no solamente no es fácil, mas ni seguro, porque es cosa que requiere mucho tiempo y prolongado esfuerzo. Pone Plutarco una buena comparación con el vino, que al principio rige las copas el arbitrio del bebedor, pero después, calentando insensiblemente al hombre, lo muda y trae a sí. Por lo cual muchas cosas hay que disimularlas, otras alabarlas; y las que están más arraigadas y hacen más daño, con maña y destreza hay que sustituirlas, por otras buenas semejantes. De lo cual tenemos la autoridad ilustre de Gregorio Papa, el cual, preguntado por Agustín, obispo de los ingleses, sobre causas semejante, escribe a Melito: «Di a Agustín que he pensado mucho, dentro de mí del caso de los ingleses; y pienso que no conviene de ninguna manera destruir los templos que tienen de sus ídolos, sino sólo los mismos ídolos, para que, viendo esas gentes que se respetan su templos, depongan de su corazón el error, y conociendo al Dios verdadero y adorándolo, concurran a los lugares que les son familiares; y porque suelen matar muchos bueyes en sus sacrificios a los demonios, ha de trocárseles la costumbre en alguna solemnidad como la dedicación del templo, o del nacimiento de los mártires, y que levanten sus tiendas de ramos de árboles junto a las iglesias que antes eran templos gentílicos y celebren la fiesta con banquetes religiosos; y no inmolen más animales al demonio, sino a la honra de Dios los maten para comerlos, y hartos den gracias a Dios, dador de todo bien, a fin de que, dejándoles algunos goces exteriores, aprendan a gozar más fácilmente de los gustos interiores. Porque querer cortar de ingenios duros todos los resabios a la vez es imposible; y también los que quieren subir a lo alto, suben poco a poco, por pasos y no por saltos.» Y trae en confirmación el ejemplo del pueblo de Israel, acostumbrado a los sacrificios de los egipcios, a quien Dios, queriéndolo apartar del culto de los ídolos, mandó que le ofreciesen a él sacrificios de animales585.585Gregor. Registr. Epist. L. 11, epist. 76 ad Mellitum. ML. 77, 1215, 1216.

 

El P. José de Acosta en su obra misional "De procuranda indorum salute"nos rescata el célebre texto de San Gregorio de mantener lo material original de las culturas y arrancar del corazón las idolatrías.

Les comparto un buen artículo acerca de "La Epistola ad Mellitum de Gregorio Magnoconversión por asimilación"Leonardo Carrera Airola en Historias del Orbis TerrarumISSN-e 0718-7246, Nº. Extra 4, 2012 (Ejemplar dedicado a: Anejos de Estudios Clásicos, Medievales y Renacentistas.), págs. 43-52 Texto completo (pdf)

 En lo que concierne a la labor propiamente eclesiástica de San Gregorio Magno (c. 540-604) no se puede pasar por alto su promoción en la expansión del cristianismo y, en particular, de la evangelización de Inglaterra: allí envió en la primavera del año 596 una misión encabezada por Agustín de Canterbury (c. 534- 605), prior del monasterio romano de San Andrés –fundado por el propio Gregorio y regido por la Regla de San Benito– junto a la compañía de otros treinta y nueve monjes, todos del mismo monasterio. Al año siguiente (597) Agustín bautizó al rey de Kent, Etelberto (560-616), quien además era el "Bretwalda", es decir, el "rey de reyes" anglosajones– y junto a él, a más de diez mil de sus súbditos[1], lo que para Pedro Juan Galán "constituyó sin duda el mayor éxito de la acción pastoral de Gregorio"[2].

En el caso de los anglos, como en el de los godos o los francos, las vinculaciones entre el rey tribal y sus dioses ancestrales se daban por supuestas y la relación del pueblo con las divinidades tenía en él un mediador necesario. La temprana conversión de Etelberto (…) habría arrastrado a la nobleza a él vinculada, seguida de sus clientes y de los campesinos dependientes".

Jorge Luis Borges, al referirse a la evangelización de Inglaterra, se muestra bastante crítico: "cabe suponer que, al principio, convertirse al cristianismo no era otra cosa que cambiar un numen por otro, ni siquiera una imagen por otra imagen, sino agregar un nombre, un sonido"[7]. Por ello, no resulta extraño que, frente a esta cristianización superficial, el proceso de conversión de anglos, sajones y jutos se prolongase a lo largo de todo el siglo VII, tiempo durante el cual las apostasías y reconversiones fueron la norma[8]. Este es el contexto que debió atender nuestro pontífice, para quien fue imperioso adoptar un programa de misión que combatiese esta situación. Así es como surgió su Epistola ad Mellitum (601). Melito o Melitón (m. 624) era por entonces obispo de Londres, siendo responsable de dar a conocer esta información a Agustín de Canterbury, el efectivo y último destinatario. En esta carta, Gregorio plantea de manera sencilla y breve técnicas de conversión, haciendo hincapié en la cautela y la moderación[9]. Incluso, se muestra dispuesto a asimilar usos y prácticas paganas, todo con el propósito de inducir a la población anglo-sajona a la fe cristiana.  "Cuando Dios Todopoderoso os lleve hasta nuestro venerado hermano Agustín, obispo, decidle lo que por largo tiempo he estado meditando a causa de los ingleses: esto es, a saber, que los templos de los ídolos de aquellas gentes no deben ser destruidos; sólo los ídolos que en ellas se encuentran; que con agua bendita se rocíen y bendigan los mismos templos, que sean construidos los altares y depositadas las reliquias: porque si los mencionados templos están bien construidos, es necesario que ellos vean cambiado su antiguo culto a los demonios por el culto al verdadero Dios; que mientras el pueblo no vea sus templos destruidos, más fácilmente podrán abandonar el error de su alma y ser movidos con mayor prontitud, al frecuentar sus lugares acostumbrados, al conocimiento y adoración del verdadero Dios. Y, puesto que están habituados a matar muchos bueyes en sacrificio a los demonios, se les puede conceder el celebrar alguna festividad de este género pero bajo otra forma, y de este modo en los días de "dedicación" o natalicio de los Santos Mártires, de quienes poseen las reliquias, hagan "ramadas" alrededor de los templos transformados ahora en iglesias, y que tengan solemnes ceremonias en conjunto, después de cada festividad religiosa; y que no sacrifiquen más animales al demonio, sino que lo hagan a la gloria de Dios, y dar gracias al "Dador" de todas las cosas, por su abundancia: ya que mientras algunos beneficios externos les son conservados, más rápidamente podrán ser llevados a aceptar los beneficios interiores (gracia). Porque es sin duda imposible arrancar a la vez, de almas tan rudas, todos los malos usos; viendo también que aquel que se esfuerza por escalar una cumbre, lo hace paso a paso y no a saltos[11].Así fue como el Señor se reveló al pueblo israelita en Egipto, destinando a su culto los sacrificios que antes ofrecían al diablo y ordenando que le sacrificasen animales, de modo que, cambiando la intención, en parte abandonasen los sacrificios y en parte los retuviesen; pues si bien eran los mismos los animales que acostumbraban a ofrecer, ya no eran los mismos sacrificios, puesto que ahora los ofrecían al Dios verdadero y no a los ídolos[12]."

 San Gregorio Magno propone que para reorientar la piedad natural de los anglo-sajones y, en consecuencia, optimizar su proceso de conversión, se necesita, en lo sustancial, de dos acciones bien definidas basadas en el principio de la asimilación: reutilizar su espacio sagrado transformando los templos en iglesias cristianas –instruyendo que sólo sean destruidos los ídolos que allí se encuentren, que se construyan altares, se depositen reliquias, y que se rocíen los templos con agua bendita– y resignificar una de sus principales costumbres, como lo era la práctica de los sacrificios. Pero este plan de acción pudo haber resultado muy controversial debido a que el sincretismo religioso, por más que responda a un pragmatismo necesario[13], también plantea el peligro de caer en una idolatría al perpetuar, de alguna manera, la superstición pagana. De acuerdo con esto, creemos que su planteamiento resulta muy particular, tanto por el sentido que le dio a la ocupación de los templos paganos como por el arrojo que demostró al decidir conservar los sacrificios, con su evidente cambio de signo [14]. 

VISITA CULTURAL RELIGIOSA AL TEMPLO DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, EN MAGDALENA

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VISITA CULTURAL RELIGIOSA AL TEMPLO DEL CORAZÓN INMACULADO DE MARÍA, EN MAGDALENA

Como testimonio de la visita del lunes 18 de noviembre del 2019 con mis alumnos de Historia de la Cultura en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, les comparto algunos datos sobre este templo emblemático en el distrito de Magdalena del Mar, cual es el Santuario del Inmaculado Corazón de María, conocida popularmente como La Cúpula, ubicado en la intersección de la avenida Sucre (ex jirón Independencia) y el jirón 28 de Julio.

La obra fue concebida por el padre claretiano Simón Llobet, catalán, quien se inspiró en la célebre cúpula de Brunelleschi en Florencia. Desde 1957, año de su inauguración, se ha convertido en uno de los símbolos religiosos y arquitectónicos más visibles de la ciudad a pesar del gran crecimiento demográfico de ésta. Cabe destacar que es la iglesia más alta de Lima. Las obras fueron financiadas por medio de donativos y actos benéficos. La imagen de la Virgen que se había construido originalmente en 1956 fue ubicada sobre un altar 40 años después, al final de la avenida Brasil.

La iconografía que más sobresale es la del corazón de María, presente en varios cuadros del santo cordimariano Antonio María Claret, la consagración por parte de los papas Pío XII y Pablo VI.

La iglesia luce un acabado arquitectónico de estilo neorrenacentista, que finaliza en una gran cúpula sobre la cual descansa la imagen de la Virgen María con los brazos abiertos, de 10 metros de alto, hecha a base de resina y fibra de vidrio por el artista plástico arequipeño Fredy Luque Sonco. Traída por partes desde Arequipa, ésta fue izada en enero de 2006, durante las obras de recuperación.

Mi querido pisano, doctor en antropología, historiador y misionero, P. Amador Martín del Molino (+), aporta numerosos datos sobre la parroquia, colegio y toda la obra pastoral y social en su obra "Misioneros Claretianos en el Perú. Cien Años al servicio de la Iglesia" (Delegación del Perú-Misioneros Claretianos, Lima 2009, II), describiendo con emoción ese momento.  "Hoy luce la imagen como faro en nuestra vida con el templo iluminado que permite ser vista en las noches de Lima".

Sus característicos colores rosado y verde se han mantenido a través de los años, ganando esplendor gracias a las obras de restauración tanto de la fachada como por dentro del Templo; además del repintado general. La empresa de luz Enel se encargó de darle iluminación exterior.

Por dentro, se pueden contemplar imágenes de los más grandes santos marianos como San Bernardo, Alfonso María de Ligorio, San Leonardo de Puerto Mauricio, Luis María Grignon de Monfort, Juan María Vianney (Cura de Ars), Beato Bernardo Hoyos, Tomás de Villanueva. De igual modo, el templo está decorado con cuadros pintados con escenas de los misterios del Santo Rosario…Se lanzó una campaña –hoy interrumpida- de colocar vitrales como los de dedicados a Nuestra Señora de Montserrat o la Virgen de las Lágrimas de Siracusa.

Por generosidad de su actual párroco P. Enrique Carrión hemos podido visitarlo con detención y llegar hasta la misma base de la imagen que corona el templo. La vista es espectacular, abarcando todo el distrito, toda la costanera hasta Chorrillos, y los distritos de San Miguel, Pueblo Libre y Jesús María. Nos ha servido para identificar conceptos de historia del arte y de la cultura, gracias a la obra misionera de los claretianos. 

LA RELIGIOSIDAD DE TÚPAC AMARU Y MICAELA BASTIDAS

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TÚPAC AMARU II, REBELDE CATÓLICO Y MICAELA

La fecha emblemática de la Independencia del Perú -28 de julio de 1821-podía ser adelantada a la de la tremenda sacudida que supuso la revuelta de Túpac Amaru en 1780. Estudiado casi siempre como líder político, vamos a fijarnos en su dimensión espiritual como hombre de fe, católico.   

José Gabriel Condorcanqui o Quivicanqui (Surimana, 1738 - Cuzco, 1781) descendía por línea materna de la dinastía real de los incas: era tataranieto de Juana Pilco-Huaco, la hija del último soberano incaTúpac Amaru I (bautizado y catequizado por el jesuita Alonso de Barzana a fines del siglo XVI). Más de doscientos años después, en 1780, el vigoroso José Gabriel, carismático, culto y elegante, lideró el más importante de los levantamientos indígenas contra las autoridades virreinales españolas.

 

Tras el fracaso de la revuelta, preludio de las luchas por la independencia, fue ejecutado cruelmente, uniendo su destino al de su ancestro. Las rebeliones indígenas prosiguieron durante dos años en diversas regiones del país, y obligaron a las autoridades a introducir algunas reformas. Pero su nombre se convirtió en símbolo y bandera para posteriores insurrecciones indígenas y criollas. Durante la primera fase del Gobierno Militar, el General Juan Velasco Alvarado utilizó intensamente la imagen de curaca cusqueño,  reproduciéndola  en los eventos oficiales y otros espacios de la esfera pública; todavía en el siglo XX diversos movimientos guerrilleros revolucionarios como el MRTA reivindicaron su figura.

Hijo del cacique Miguel Condorcanqui, nació en Tungasuca hacia 1738, y se educó con los jesuitas en el Colegio de San Bernardo de Cuzco. Durante un tiempo se dedicó al negocio del transporte entre las localidades de Tungasuca, Potosí y Lima, para lo cual contó con un contingente de varios centenares de mulas; hizo también fortuna en negocios de minería y tierras. Hombre educado y carismático, llegó a ser cacique de Tungasuca, Surimana y Pampamarca, y las autoridades reales le concedieron el título de marqués de Oropesa.

Su prestigio entre los indios y mestizos le permitió encabezar la rebelión contra las autoridades españolas del Perú en 1780; dicha rebelión (precedida por otras similares) estalló por el descontento de la población contra los abusos de los corregidores y contra los tributos, el reparto de mercaderías y las prestaciones obligatorias de trabajo que imponían los españoles (mitas y obrajes).

Casi todos los movimientos de reivindicación social cercanos al cristianismo han recurrido al Antiguo Testamento para buscar en el Éxodo la justificación de una lucha santa para conseguir la libertad del pueblo y crear un reino mesiánico en la tierra.

Monseñor Severo Aparicio, en su obra El clero y la rebelión de Túpac Amaru (Amauta, Cuzco 2000) destaca que Túpac Amaru es un hito singular de la forja del Perú. Podemos decir que el Bicentenenario comenzó en 1980, al cumplirse los doscientos años de la rebelión indígena en el siglo XVIII y que fue encabezada por él, en defensa de los derechos de los indios contra los abusos de las autoridades locales hispanas. Ese año se organizaron dos eventos académicos: el «Coloquio Internacional: Túpac Amaru y su tiempo», celebrado en Lima y Cuzco en 1980, promovido por el gobierno del país; y un Simposio sobre la «Iglesia y la Rebelión de Túpac Amaru», por iniciativa de la arquidiócesis de Cuzco. Por estos trabajos, conocemos a los eclesiásticos que se opusieron a Túpac Amaru y que emprendieron iniciativas para su represión; y a los que le apoyaron en su causa; estos últimos fueron doce sacerdotes seculares y cinco regulares: tres dominicos, un franciscano y un agustino; el más significativo fue D. José Maruri, cura de Asillo (Puno), nacido en Huancayo, hijo de Mariano Maruri, coronel del regimiento de Infantería de la ciudad de Cuzco, de la Orden de Santiago, que sería aprisionado en Perú tras la derrota de los sublevados, trasladado a España, donde sería liberado en 1787, pero con la expresa prohibición de pasar a las Indias.

José Gabriel Túpac Amaru fue católico creyente como confiesa en carta al visitador Areche (Tinta, 5 de marzo 1781): "No soy de corazón tan cruel como los tiranos corregidores y sus aliados, sino cristiano muy católico, con aquella firme creencia que nuestra madre la Iglesia y sus sagrados ministros nos predican y enseñan"; estudió teología en el colegio San Bernardo, participaba habitualmente en la misa y comulgaba, se asesoraba espiritualmente con los sacerdotes, llevaba prendida la chilligua o cruz de paja en su sombrero. En el proceso judicial que se le siguió, asombra el dominio de ciertos temas bíblicos y la aplicación práctica a la realidad cotidiana. En una de sus cartas al obispo Del Cuzco, Mons. Juan Manuel Moscoso, compara la suerte de los indios con la del pueblo de Israel: "Un humilde joven con el palo y la honda, y un pastor rústico, por providencia divina, libertaron al infeliz pueblo de Israel del poder de Goliat y Faraón: fue la razón porque las lágrimas de estos pobres cautivos dieron tales voces de compasión, pidiendo justicia al cielo, que en cortos años salieron de su martirio y tormento para la tierra de promisión...Mas nosotros, infelices indios, con más suspiros y lágrimas que ellos, en tantos siglos no hemos podido conseguir algún alivio". Hay también una alusión a Moisés, Saúl y David y una velada comparación de su persona con los caudillos israelitas: "Y así esperando que otro u otros sacudiesen el yugo de este Faraón, no habiendo salido alguno a la voz y defensa de todo el Reyno" (3 de enero de 1781). Presenta la rebelión como una causa justa querida por Dios que vela por los maltratados indios y que desenmascara a los corregidores españoles.  

En la citada carta a Areche le pide que le castigue a él solo "y no paguen tantos inocentes…sólo a fin de que otros queden con vida…pero ahí está Dios, quien con su gran misericordia, me ayudará y remunerará mi buen deseo".  Es interesante la atribución que el caudillo indígena se toma para nombrar a diversos párrocos en los territorios que fue dominando.

Cabe mencionar también la religiosidad de Micaela Bastidas, esposa de TúpacAmaru. El mercedario P. Juan de Dios Pacheco, declara que "convocaba a su gente para rezar el Santo Rosario en su casa y alabar a Dios en la Iglesia"; era devota del Crucificado de Tungasuca, encargó misas por el triunfo de la revuelta y en el célebre Edicto de 13 de diciembre de 1780, se lee: "Que nuestra Santa Fe se guarde con el mayor acatamiento y veneración, la que hemos de llevar adelante, y si es posible fuese morir por ella".

Debe considerarse también la actuación del Obispo de Cuzco, Juan Manuel Moscoso y Peralta, promocionado desde la sede de Córdoba del Tucumán a la sede andina en 1778. Aunque fue acusado de actuar a favor de la revuelta, las acusaciones no se demostraron; de hecho el obispo fue promocionado en 1789 a la diócesis peninsular de Granada, en donde permaneció hasta su fallecimiento en 1811.

 


El vie., 15 nov. 2019 a las 12:25, José Ignacio Alemany (<jiagorcssr@gmail.com>) escribió:
Querido José Antonio:
Jesucristo es el primero en todo.
Esperamos que nos envíes pronto el artículo sobre el Bicentenario.
Un abrazo.

+ José Ignacio

SÁNCHEZROJAS, Gustavo Teología en el tiempo.Palabras, eventos, conmemoraciones

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SÁNCHEZ ROJAS, Gustavo Teología en el tiempo. Palabras, eventos, conmemoraciones (Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, 2019, 346 pp).

 

Celebro la definición sobre el tiempo que nos comparte el autor en la introducción como idea fuerza para entender el libro:

"Para la teología, el tiempo es el ámbito en el que desarrolla su trabajo, pensando críticamente la Revelación y la fe que la Iglesianoshacomunicado.Enelsucedersedevivenciasyacontecimientosqueconelpasodelosañossonmeditados,profundizados y categorizados, la teología va consolidando sus pro- puestas y enseñanzas, y así "descubre" a una nueva luz y con una profundidad novedosa aquello que Dios nos manifestó y que Jesucristo nuestro Señor llevó a plenitud. La Palabra de Dios que revela se dio en la historia, vale decir, en el tiempo, y el trabajo teológico no puede ser ajeno a esta dimensión. Una teología "intemporal" sería una teología desencarnada, además de pura abstracción. En último término, ya no seríateología" (p.XI-XII).

 

El autor -–veterano docente en la FTPCL con 30 años en la institución y actual director de investigación- nos brinda su reflexión teológica a través de "palabras" que ubica en un tiempo y en un lugar tan llenos de desafíos. El subtítulo de la obra nos habla de "eventos" o sucesosocurridos y "conmoraciones" celebradas como ocasiones privilegiadas para rememorar, reflexionar y redescubrir las inagotables riquezas que ofrece la Revelación y que la teología debe continuamente poner a la luz con actitud de reverente asombro" (p.XI).

 

Entre los "eventos" que conmocionan nuestro mundo en estos últimos veinte años y que rescata para la reflexión figuran el descubrimiento de un evangelioapócrifo–el de Judas-,elaniversario de la encíclica Humanae vitae, las "conmemoraciones" de una fecha significativa en la historia del cristianismo como los 10 y 20 años la publicación del Catecismo de la Iglesia Católica, los 500 años de la ruptura luterana ("¿Fue reforma la Reforma?") a la luz de la célebre obra de Yves Congar O.P., los 40 de Puebla, y, por último, la reciente publicación del documento sobre la sinodalidad delaComisiónTeológicaInternacional, en el que participó.

Dos textos corresponden a lecciones magistrales en la FTPCL "Perspectivas de la teología en el siglo XXII", año 2015, y "EllugardelateologíaenlaUniversidad"


 en la Universidad Católica "San Pablo" de Arequipa recordando los 50 años de la obra de Henri de Lubac S.I. Agustinismo y teo- logía moderna .

Agradecemos visibilizar esta fecunda cosecha agavillándonos diez artículos un tanto olvidados si se quedan en sus revistas pero que el autor logra articularnos acerca de temas candentes como son la renovación teológica en la catequesis, la cristología, la reforma y el ecumenismo, el profetismo de la "Humanae vitate", el concepto de cultura en el documento de Puebla, la sinodalidad en el Papa Francisco...

Destaco, por último, lo señalado por el Rector de la FTPCL, P. Pedro Hidalgo, tanto en la presentación en nuestra Casa de Estudios, como en el prólogo, en cuanto a la perspectiva y el enfoque: "la renovación en continuidad…la escucha atenta del Magisterio…el aprecio por la tradición teológica actual, que es patentizada en los estudios sobre Congar y de Lubac" (pp.VIII-IX). Además, es un fruto de la pequeña-gran familia de la Facultad de Teología, pues aquí se han gestado las "palabras"–publicadas en la Revista Teológica Limense- y los "eventos" y las "conmemoraciones", con el fin de dar respuesta viva y con olor "a temporalidad", nada que ver con el de la naftalina, y mucho con "el olor de la Iglesia y el esfuerzo creyente por pensar la fe desde allí donde se vive" (p.IX).

 


ABELARDO DE ARMAS Y EL PERÚ

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ABELARDO DE ARMAS Y EL PERÚ

 

José Antonio Benito

 

NOTA OFICIAL DE SU PARTIDA:

Ha fallecido Abelardo de Armas Añón Cofundador del Instituto Secular CRUZADOS DE SANTA MARÍA

 

Hoy, 22 de noviembre, a las 18 horas, a los 89 años de edad, se ha encontrado con el Padre. Una insuficiencia pulmonar complicó su ya debilitada existencia.

Abelardo de Armas nació en Madrid en 1930. Las dificultades de la posguerra le obligaron a enfrentarse con la vida en plena adolescencia, lo que le hizo madurar prematuramente. A los veintiún años hizo una tanda de ejercicios espirituales con el P. Tomás Morales S.I. y su vida experimentó un giro copernicano: de vivir para sí, puso su vida al servicio de los demás: campamentos de formación juvenil, conferencias a jóvenes trabajadores, clases de orientación profesional y moral a los botones de entidades bancarias. Más de doscientas tandas de ejercicios espirituales internos para jóvenes y adultos, y un largo etc., fueron manifestaciones de la conversión que experimentó en sus primeros ejercicios espirituales.https://www.youtube.com/watch?v=c13iNPRkMmY

Auténtico líder natural por las numerosas cualidades innatas que tenía: sentido del humor, gran memoria, prodigiosa voz para el canto, grandes dotes de orador; fundamentó su fuerte espiritualidad en lo que él llamaba la mística de las miserias: subir bajando, las manos vacías. Pidió para sí ─y para la institución─ la gracia de la infancia espiritual, el vivir y morir pobre y sin méritos, y parece que se le concedió lo que pedía porque, en sus últimos años, el Alzheimer le fue reduciendo a la dependencia total como al más pequeño de los niños.

Marcaron época aquellas intervenciones suyas en las Vigilias de la Inmaculada, enardeciendo a los asistentes con sus vibrantes charlas en defensa de los valores humanos y espirituales, y en el cálido, confiado y audaz amor a la Inmaculada.

Aquella tanda de ejercicios a sus veintiún años le unió de por vida con el P. Tomás Morales, hoy Venerable. Desde su conversión, decidió consagrar su vida totalmente a Dios dentro del mundo, uniendo, así, su destino al del P. Morales en la creación del Instituto Secular CRUZADOS DE SANTA MARÍA, del que fue primer director general durante casi cuarenta años.

https://www.cruzadosdesantamaria.es/

 

SU PRESENCIA EN EL PERÚ

El corazón gigante de Abelardo se multiplicaba con la misión del Perú. Lo vivió impulsando el primer envío de 21 de julio de 1964 en pleno Concilio Vaticano II, cuando partieron los dos primeros cruzados en el mismo avión que el Cardenal Juan Landázuri y en apoyo del obispo misionero Monseñor Antonio Hornedo, connovicio del P. Morales.

 

Lo revivió más a fondo cuando organizó y acompañó el segundo y definitivo envío de 15 de octubre de 1986. Lo acariciaba y forjaba en campamentos, Ejercicios, Jornadas, cuando animaba al Movimiento a diez años de formación y diez de expansión.

 

Siguió paso a paso a los cruzados y militantes que saltamos al Perú. Inolvidables serán sus palabras de despedida a Emilio Iglesias, José María Bellido, Santiago Manso, en 1986, alentándoles a ser fieles al estilo de vida que debía de prender con fuerza en los jóvenes peruanos. Sus consejos a través de la correspondencia y la charla personal con motivo de nuestras visitas serán siempre nuestro mejor aliento en la misión.

 

Aunque nunca pisó tierras peruanas, se ha hecho presente a través de sus libros y especialmente sus charlas que tantas veces hemos compartido en Ejercicios Espirituales, en Retiros, Misiones, Jornadas.

 

Quiero rescatar de modo particular la correspondencia mantenida con militantes, representados en Ángel Santa María, quien generosamente me las ha enviado y a quien agradezco su envío.https://ssl.gstatic.com/ui/v1/icons/mail/images/cleardot.gif

 

La primera está dirigida a los militantes de Tacna y tiene como fecha, Madrid 25 Febrero 1998 Miércoles de Ceniza.

 

 Muy queridos Wilson, Mario, Jimmy, Franco, Yuri, Roger, Luigi, César, Eduardo y Edgar. Y todos los militantes de Tacna.

 

 Vuelvo a repetiros el muy queridos, porque pongo todo mi corazón en esta carta. Y quiero haceros constar que es un corazón herido por el amor que me expresáis, no sólo con las líneas que me escribís, sino con la vida que se refleja en esas líneas. Doy muchas gracias a Dios por todo lo que está haciendo con vosotros. Es Él y solamente Él, junto al Corazón de la Virgen, el que en su Trinidad Santa os mantiene al fuego de su amor.

 

 Leer vuestras cartas es como una lanza que se clava en mi alma. De veras que  gozaría inmensamente teniendo vuestras personas ante mis ojos ¿ pero esto es un deseo imposible. Ya ni siquiera me acerco a las distintas provincias de por aquí. Me conformo cada día con salir de casa; irme a un Parque desde el que se divisan las montañas de nuestro Sistema Central, a 50 kilómetros de distancia, donde he subido a todos sus picos rodeado de jóvenes. Y desde allí levanto el corazón y le llevo a todos los rincones del mundo. Ahí estáis vosotros. Y ahí llego en una oración que no tiene límites ni fronteras.

 

 Me alegra el saber que he llegado a vosotros, también por cintas grabadas. Algo es algo. Pero lo que más me alegra y ahí es donde tenéis que poner vuestro corazón, es que vuestras cartas me presentan como si lo viese en una película, que tenéis dentro, muy dentro a Jesús y a vuestro lado, cogiendo vuestras manos, la Madre Santísima, Virgen María, que no se separa del Cristo que habita en vosotros, ni de día, ni de noche.

 

 Por todo ello doy muchas gracias a Dios y a vosotros que ahí le amáis y servís. No desalentaros jamás, por nada ni por nadie. Suceda lo que suceda Dios no puede dejar de amaros. Aunque cerraseis todas las puertas y ventanas de vuestra alma, El seguiría fuera esperando. Y como un rayo de sol que penetra en la casa con su luz, por el más pequeño resquicio que se le abra, así Dios os envuelve, os ama y os amará hasta el último suspiro de vuestras vidas.

 

 No puedo extenderme más. Quedo todo vuestro en los Corazones de Jesús y Santa María. Un abrazo muy fuerte para todos y cada uno con el amor que Ellos ponen en mí para que os quede expresado en letras vivas. Vuestro. Abelardo de Armas.

 

La segunda expresa la gratitud por tanto bien recibido de este formador y padre para con los militantes del Perú. Ángel Santa María, quien pudo conocer, por fin, en vivo y en directo, a Abelardo y nos comparte ese entrañable encuentro:

 

Tenía la ilusión de conocerle y el Señor me lo concedió al participar del Primer Encuentro "Laicos en Marcha". Recuerdo mi encuentro en el Hogar de Madrid, en el comedor, en el momento del desayuno.

Junto a mi gran amigo se encontraba su cuidador, un joven de nombre Víctor, de Bolivia. Aunque su memoria estaba ya en otra dimensión por el Alzheimer, me presenté y le dije: - "Abelardo de Armas", respondiéndome: - ¡Añón!. Me quedé observándolo. Contemplando. Dentro de mí: "Por fin conozco a mi amigo, pero mi amigo no me reconoce". Su mente no hila recuerdos, y si los tiene son puntuales, escasos y antiguos. Aquello no me dejó triste, más al contrario, bastante alegría. Ahora podía darle ese abrazo del que tanto me escribía en las cartas sin esperar a la eternidad.

Y continuaba tomando su desayuno. Me dijo, señalando a un panecillo cortado en trozos:

-Esto es para ti, porque si te llamas Ángel, debes ser bueno.

Comencé a conversar con Víctor, y le decía que mantuvimos correspondencia desde 1992. Y hablamos de las canciones de Abelardo. La canción que siempre me gustó fue la del "Señor te bendigo". Víctor decía que no la conocía, y Abelardo comenzó a cantar… le seguí con mucho agrado… Luego, Víctor decía que le gustaba otra que se llamaba "¡Oh, mi Señor!". Y Abelardo siguió con una estrofa… Víctor le decía que siguiera, porque aquello era un buen ejercicio para su memoria. Pero no continuó. Le di las gracias… me respondió con una sonrisa: "Gracias a ti". Y salí al encuentro con Jesús Amado e Iván Landa, con la alegría en el corazón y dando gracias a Dios y a la Virgen por haber propiciado este encuentro.

Aún sigo saboreando ese encuentro, que se vio colmado cuando en la pasada Navidad puede hacerlo en compañía de mi esposa Ailen y mis tres hijas. Gracias, Abe. Yo también le canté a la Virgen del Hogar por volverte a encontrar: ¡Señor te bendigo por lo que me das!

 

Termino compartiéndoles el enlace creado por ASR a la vida, obra y mensaje de Abelardo http://abelardodearmas.blogspot.com/

El conquistador y fundador de Lima Francisco Pizarro González según el Diccionario de la RAE http://dbe.rah.es/biografias/9825/francisco-pizarro-gonzalez

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Francisco Pizarro González

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Francisco Pizarro González
Biografía

Pizarro González, FranciscoMarqués de los Atabillos (I). Trujillo (Cáceres), c. 1478 – Lima (Perú), 26.VI.1541. Conquistador del Imperio de los Incas, gobernador de la Nueva Castilla, fundador de Lima.

Francisco Pizarro, el futuro conquistador del Incario, nació en la extremeña Trujillo, ciudad con gran abolengo desde el temprano Medioevo. Fue hijo bastardo de Gonzalo Pizarro, apodado El Largo, y también El Romano. La madre de Francisco fue una mujer del pueblo de nombre Francisca González, criada del Monasterio de las Freilas de la Puerta de Coria, en Trujillo. El hidalgo se desentendió muy pronto de esta aventura y Francisca González tuvo que buscar refugio en la casa de su madre, donde nació el futuro conquistador. La niñez de Francisco transcurrió como la de cualquier otro niño modesto de la villa, dentro de una pobreza que, en ningún caso, llegó a la miseria. Es posible que el niño y más tarde muchacho, en algún momento, se hubiera dedicado a cuidar cerdos. Lo cierto es que cansado de esa vida, hacia 1493, Francisco Pizarro se junta con unos caminantes y marcha hacia la ciudad de Sevilla que por entonces vivía el deslumbramiento del éxito del primer viaje colombino, descubridor del Nuevo Mundo.

Nada se sabe sobre el paradero ni las actividades que desarrolló Francisco Pizarro entre 1499 y 1501. Es posible que sobreviviera, con muchos trabajos y penurias, en Sevilla mientras encontraba la ocasión para embarcarse con destino a las Indias. Finalmente logró su deseo y en 1502 zarpó con destino al Nuevo Mundo en la flota que iba al mando de frey Nicolás de Ovando, gobernador de la Isla Española, llegando a la ciudad de Santo Domingo en abril del año antes mencionado.

A partir de ese momento Francisco Pizarro iniciará una larga y laboriosa vida castrense. Pizarro no pasaba de ser un simple soldado que debía ir constantemente en diversas huestes con el propósito de pacificar a indios alzados o también a la tarea de fundar villas y fuertes.

Hacia 1509 Francisco Pizarro, siempre como hombre de infantería, zarpa del puerto de la Beata a órdenes de Alonso de Ojeda, quien iba en pos del descubrimiento y conquista de la Nueva Andalucía. Junto a Ojeda, Pizarro está presente en la fundación del fortín de San Sebastián, el cual será el primero de su género en el continente, quedando al mando de él como lugarteniente de su jefe durante la ausencia definitiva de éste. Acatando sus órdenes reunió a la tropa y la llevó de regreso en dos bergantines, naufragando uno de ellos y salvándose Pizarro y otros castellanos en el otro. En plena navegación Francisco Pizarro se encuentra con Martín Fernández de Enciso, socio de Ojeda, y lo sigue a Cenú y Darién, lugar este último donde Enciso funda la primera ciudad en el continente americano, Santa María de la Antigua, donde Pizarro recibe un solar y queda avecindado en ella. Se puede advertir que ya para 1510 Francisco Pizarro era un "baqueano", es decir, un hombre conocedor y con experiencia de la vida en Indias y, por ello, Ojeda le había nombrado su lugarteniente.

Pizarro, iletrado pero prudente como pocos, logró mantenerse al margen de las querellas políticas aferrándose a su situación de hombre de armas. Por esta razón Núñez de Balboa lo envía al frente de un grupo explorador a las tierras del cacique Careta. Por órdenes de Balboa exploró el río de San Juan y vuelve, ya como lugarteniente de Balboa, a las tierras del cacique Careta que terminó aliándose con los españoles. Pizarro y una tropilla bajo su mando sigue la exploración y arriba a las posesiones del cacique Comagre. Allí, el hijo de éste, llamado Panquiaco, les habla de un lugar donde había abundancia de oro y Pizarro también recaba información de la existencia de un océano austral. Ocupando siempre el cargo de lugarteniente de Vasco Núñez de Balboa, Pizarro es uno de los hombres que estará presente el 25 de septiembre de 1513, cuando se aviste el llamado Mar del Sur (Océano Pacífico), ingresando a sus aguas en pos del pendón de Castilla que enarbolaba Balboa y tomando posesión del inmenso mar el 29 de septiembre del año antes mencionado.

En 1518 el capitán Pedrarias Dávila le encomienda a Pizarro que tome prisionero a Vasco Núñez de Balboa, lo cual cumplirá en el Golfo de San Miguel. Pedrarias nombrará a Pizarro regidor del primer Cabildo que se establece en la ciudad de Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, situada sobre el Mar del Sur, y hasta allí acudieron multitud de hombres, mujeres y comerciantes, lo que produjo un acelerado crecimiento de dicha ciudad (1521). Pizarro es elegido alcalde ordinario de Panamá. Para 1522 Pizarro es capitán de la guardia del gobernador Pedrarias Dávila y lo acompaña a la fundación de la ciudad de Santiago de los Caballeros de Natá, retornando poco después a Panamá. En octubre del año antes mencionado la posición social y económica de Francisco Pizarro recibe un significativo impulso, pues se le destina un reparto de indios tributarios cuyo número ascendía a ciento cincuenta en la Isla de Taboga.

Para el mes de julio de 1523 la ciudad de Panamá experimenta una gran conmoción. Acababa de regresar Pascual de Andagoya de un viaje explorador al Señorío de Virú, Pirú o Perú. Ya por entonces las noticias de la existencia de territorios abundosos en oro y plata eran cada vez más precisas. Pizarro tenía formada una sociedad de bienes con Diego de Almagro, otro baqueano como él. A esta sociedad se agregaría el clérigo Hernando de Luque, quien se desempeñaba como maestrescuela de la Catedral del Darién. Entre los tres socios llegaron a juntar aproximadamente 18.000 pesos de oro. Su objetivo era llegar, por Levante, a esas ricas tierras de oro que Pascual de Andagoya había desistido de explorar. Francisco Pizarro sería el capitán de la hueste, Almagro el encargado de aprovisionarla y Luque se ocuparía de todos los trámites de carácter burocrático y de evitar que otras personas se interpusieran en ese cometido que tantas esperanzas había despertado entre los tres socios. El 14 de noviembre de 1524 levó anclas en Panamá una pequeña carabela llamada Santiago Santiaguillo. Allí iba Pizarro con ciento doce hombres. El piloto, muy importante por su experiencia, era Hernán Pérez Peñate. La singladura prosiguió hasta el Puerto de Piñas, donde apenas se detuvieron para continuar a Puerto Deseado arribando finalmente, cuando ya concluía el año 1524, al que llamaron Puerto del Hambre, como recuerdo de los grandes sufrimientos que tuvieron en una región de manglares absolutamente inhóspita y agresiva. Prosiguiendo su viaje navegaron deteniéndose en puntos a los cuales iban dotando de nombres como las bocas de los ríos de Los Mojones, de Los Saltos, de la Vela, Tunse, etc. En abril estaban en el Fortín del Cacique de Las Piedras, en el llamado río de La Espera. Allí Pizarro y sus hombres tuvieron que rechazar un fuerte ataque de los indios. El propio caudillo de la hueste sufrió siete heridas, por suerte ninguna grave. A estas alturas ya no cabía duda de que la expedición había sido un fracaso y la mayoría de los hombres insistía en volver a Panamá. Pizarro se obstinó en retirarse solo hasta Chochama, en el Golfo de San Miguel, donde esperó a Diego de Almagro, quien llegó a ese punto en julio de 1525.

Durante el tiempo que Almagro salió con otra carabela en busca de Pizarro, descubrió el río San Juan. El piloto de esta embarcación era Bartolomé Ruiz, quien habría de jugar un papel importantísimo en estas navegaciones. Cuando Pedrarias se enteró del fracaso de Pizarro, tomó la decisión de destituirlo. Luque y Almagro tuvieron que actuar con gran habilidad para convencer a Pedrarias que no tomara decisiones apresuradas y le diera a Pizarro otra oportunidad. En este punto Pedrarias cedió a los ruegos con la condición de que Almagro también fuera capitán, al igual que Pizarro, respondiendo ambos de las futuras jornadas que emprendieran.

En el segundo viaje zarpan de Chochama. Esta vez van ambos capitanes: Pizarro y Almagro y llevan dos carabelas, la Santiago y la San Cristóbal. Su primera medida es atacar e incendiar el Fortín del Cacique de Las Piedras, que a partir de ese momento recibirá el nombre de Puerto Quemado. Prosiguen luego hasta desembarcar en el delta del río San Juan donde obtienen un botín cuyo valor es aproximadamente de 15.000 pesos castellanos. Luego de una breve estada en dicho lugar continúan hasta la Isla de la Magdalena y la Costa de Barbacoas, desde donde deciden regresar al estuario del río San Juan. En ese punto Pizarro y Almagro trazan las futuras operaciones y deciden que el piloto Bartolomé Ruiz explore siempre con rumbo al sur. La orden se cumple de inmediato mientras la hueste se queda durante casi seis meses en San Juan.

El viaje de Bartolomé Ruiz fue trascendental, pues tuvo un encuentro con la llamada balsa tumbesina, es decir, una balsa de grandes proporciones tripulada por indios de Tumbes que tenía una vela parecida a la de las carabelas. Allí Ruiz y sus compañeros pudieron recoger las primeras noticias que evidenciaban la existencia, todavía mucho más hacia el sur, del Imperio incaico.

La larga espera de la hueste se alivió en algo gracias a que Almagro fue a Panamá para retornar con alimentos y algunos hombres de refuerzo. Cuando recibieron las noticias de Bartolomé Ruiz decidieron seguir hacia San Mateo, Atacámez y llegaron a la Isla del Gallo. Las desavenencias entre los socios se hacían más constantes. Pizarro y su gente —estamos en mayo de 1527— deciden quedarse en la inhóspita Isla del Gallo, mientras Almagro iba a Panamá en busca de refuerzos, a la par que llevaba consigo a los soldados que ya no deseaban continuar en una expedición desafortunada. La estada de Pizarro y su pequeña hueste en la Isla del Gallo fue una etapa durísima, en la mayoría de esos hombres primaba el deseo de regresar a Panamá. Francisco Pizarro seguía firme en su decisión de no volver sin evidencias de un éxito futuro. Utilizando la astucia, uno de los descontentos había enviado con los hombres de Almagro un ovillo de lana, como obsequio a la esposa del gobernador, dentro del cual se escondía un papel con una copla donde se motejaba a Pizarro de carnicero y a Diego de Almagro de recogedor. Gobernaba Panamá Pedro de los Ríos, quien decidió enviar a Juan de Tafur con una carabela con el encargo de recoger a Pizarro y a todos sus hombres. Fue entonces cuando tuvo lugar el famoso episodio que consagraría a los Trece de la Fama. Pizarro, según la historia mezclada con leyenda, trazó con su puñal una raya en la húmeda playa pidiendo que los que quisieran seguir acompañándole la cruzaran. Sólo trece de sus soldados decidieron seguir su suerte.

Pizarro y sus acompañantes, abandonados por Tafur, improvisaron una balsa para dirigirse a la Isla de la Gorgona, donde pudieron ser alcanzados por la carabela de Bartolomé Ruiz. A bordo de ella siguieron navegando hacia el Sur, tocando en el Cabo Santa Elena, en el río de la Concepción y en la Isla de Puná. Pero lo sorprendente lo encontraron los españoles en el pueblo incaico de Tumbes, donde pudieron apreciar de una manera que no dejaba la menor duda que se encontraban en los linderos de un gran reino, cuyas riquezas podrían ser extraordinarias. Llenos de esperanza siguieron explorando, siempre al sur, donde pudieron recoger objetos de oro y plata y primorosos tejidos. Pizarro ya no necesitaría esforzarse para convencer a los incrédulos del éxito que se podía alcanzar. Regresó entonces a Panamá, donde Pedro de los Ríos comenzó a ponerle una serie de trabas, por lo que los socios decidieron que Francisco Pizarro, a quien consideraban el más caracterizado, viajara a España para obtener una Capitulación directamente con la Corona. Pizarro partió con rumbo a España desde el puerto de Nombre de Dios, entre septiembre y diciembre de 1528.

Los primeros días de febrero de 1529, Pizarro viajó a Toledo. Un mes más tarde, en junio, Francisco Pizarro y la Corona pudieron ponerse de acuerdo para que esta última otorgara una Capitulación, que por haber sido concedida en Toledo, el 26 de julio de 1529, llevó el nombre de esta ciudad, que lo autorizaba a conquistar la llamada Nueva Castilla, el nombre burocrático hispano que tendría el Perú.

En ese documento Francisco Pizarro recibía el nombramiento de gobernador, adelantado y alguacil mayor del Perú. Almagro era reconocido hidalgo y nombrado alcalde de la Fortaleza de Tumbes, la ciudad incaica que tanto había impresionado a los conquistadores. Hernando de Luque obtenía el obispado de esa ciudad todavía no fundada y, además, el título de Protector de los Indios. Los Trece de la Isla del Gallo recibieron hidalguías y si ya lo eran, obtuvieron el honor de ser considerados Caballeros de Espuela Dorada. Pizarro viajó a Trujillo, su ciudad natal, donde conoció a sus medio hermanos, Hernando (hijo legítimo), Juan y Gonzalo Pizarro, bastardos como él. Igualmente se enteró de que tenía un hermano materno: Francisco Martín de Alcántara. La nueva que llevaba Francisco Pizarro era deslumbrante y, por esta razón, sus hermanos, otros parientes y buen número de habitantes de Trujillo y extremeños en general decidieron engancharse en su banderín y viajaron a Sevilla para embarcarse, luego de tres meses de aprestos en Sanlúcar de Barrameda. Corrían los últimos días de 1530. En total Pizarro llevaba cuatro navíos. Tocaron en Santa Marta para arribar finalmente a Nombre de Dios. Allí les esperaba ansiosamente Almagro pero las albricias se trocaron muy rápidamente en reproches. Almagro no estaba de acuerdo con el tenor de la Capitulación, en donde los honores e incluso el hábito de la Orden de Santiago eran para Pizarro. Otro elemento de crispación fue la presencia de los hermanos de Francisco Pizarro, sobre todo la de Hernando, quien asumió de facto el papel de vocero de la familia. Para remediar la enemistad entre Pizarro y Almagro fue necesaria la mediación de Hernando de Luque, Gaspar de Espinosa, Nicolás de Ribera y otros castellanos de buena voluntad. La situación se había salvado pero el recelo entre los viejos socios no desaparecería jamás. Decididos a la conquista del Perú se compraron dos navíos grandes, se reclutó más hombres en Panamá, se compró bastimento, algunos caballos y todo lo necesario para la navegación. Luego de bendecir las banderas se procedió al zarpe desde Panamá el 20 de enero de 1531. En este tercer viaje, definitivo y venturoso, Pizarro llevaba ciento ochenta hombres y treinta y siete caballos. Llegan a Atacamez, Cancebí y a Coaque, a finales de febrero, donde la hueste tuvo que vivaquear durante siete meses ya que la mayoría de los hombres fueron acometidos por una epidemia de verrugas que estuvo a punto de conducirlos al fracaso. Ya repuestos siguieron avanzando, de Norte a Sur, y utilizando balsas pasaron a la isla de Puná a fines de noviembre. La estancia en Puná se prolonga algunos meses y a principios de abril Pizarro desembarcó en Tumbes. Corría el mes de mayo de 1532. Desde este punto marcharon a San Miguel de Tangarará, donde el 15 de agosto Francisco Pizarro funda la primera ciudad hispana en el Perú. Los castellanos tenían ya un centro de operaciones que, entre otras cosas, podía servirles como lugar para reagruparse en caso de ser necesaria una retirada. Ahora el gran interés de Pizarro era conocer al monarca indígena y sabía que para ello tendría que internarse en territorio desconocido y obviamente lleno de peligros. En un ámbito totalmente distinto al que habían conocido hasta entonces en Tierra Firme.

En circunstancias que Pizarro llevaba a cabo su primer intento descubridor, había muerto el inca Huayna Capac, uno de los más poderosos conquistadores del Imperio Andino. Su desaparición trajo consigo la desavenencia entre dos de sus hijos que alegaban derechos para ocupar el Trono. Uno de ellos era Huáscar y el otro Atahualpa. La pugna entre ambos hermanos terminó en una guerra en la cual Huáscar resultó vencido y prisionero.

Además de esta circunstancia política anómala al momento de la conquista hay que tomar en cuenta que muchos pueblos dominadas por los incas desde el Cuzco, como los Huancas o los Chachapoyas, entre otros, vieron en los españoles a los aliados que podrían ayudarlos para romper con la dominación cuzqueña. Pizarro supo aprovechar estas disensiones y conseguiría leales aliados indígenas.

Pizarro partió de San Miguel de Piura en busca de Atahualpa el 24 de septiembre de 1532. La marcha hacia Cajamarca fue una verdadera proeza de valor ante lo desconocido. Entre jinetes y peones Pizarro llevaba ciento sesenta hombres, que había podido reclutar gracias al arribo a territorio peruano de Hernando de Soto y Sebastián de Belalcázar. Desde meses atrás Pizarro y Atahualpa habían iniciado una serie de contactos en donde los hombres del inca trataban de espiar a esas gentes para ellos con costumbres tan distintas a las suyas. Finalmente el 15 de noviembre de 1532 Pizarro y los suyos estaban en Cajamarca donde el inca aguardaba rodeado de un ejército de miles de hombres y de un boato realmente excepcional.

Pizarro distribuyó a sus hombres en dos pelotones de caballería y él se puso al frente de los infantes. Su única posibilidad de triunfo era el factor sorpresa. Atahualpa, por su parte, pecó de excesiva confianza, la cual tenía un asidero real: su inmensa superioridad numérica. Con toda la majestuosidad de un monarca, Atahualpa inició la marcha hacia la plaza de Cajamarca donde lo esperaba la emboscada de los españoles. Pizarro dio la orden, se disparó un pequeño cañoncillo y unos pocos arcabuces y al gritó de "Santiago" los pelotones de caballería, donde los equinos llevaban preteles de cascabeles para hacer mayor ruido, embistieron a los confiados hombres del inca que no atinaron a una defensa eficaz y sólo buscaron defender a su Monarca muriendo muchos de ellos estoicamente a su lado. Atahualpa fue arrancado de las lujosas andas en que era llevado a hombros y con ello el triunfo estaba asegurado para los españoles, pues nadie osaba efectuar ningún movimiento si el inca no lo ordenaba.

Bernard Lavallé, en su biografía de Francisco Pizarro, apunta que antes del ataque de los españoles en Cajamarca el sacerdote dominico fray Vicente de Valverde puso en práctica "el Requerimiento", es decir, conminó al inca para que se sometiera al Monarca hispano y abjurase de su idolatría. Estas palabras, sin duda mal transmitidas por un joven intérprete indio, sólo causaron el desprecio de Atahualpa.

El trato que dispensó Pizarro al inca cautivo fue generoso. Impidió cualquier tipo de vejámenes. Atahualpa ya tenía muy claro que el interés de los españoles estaba centrado en el oro y la plata y por ello, poco a poco, con el correr de las semanas fue urdiendo una propuesta con la que pensaba salvar la vida e incluso obtener la libertad: ofrecer un fabuloso rescate en metales preciosos que colmaría las más exageradas ambiciones de los castellanos. Fue entonces cuando el inca dijo que entregaría a los españoles una habitación llena de oro y otras dos iguales llenas de plata en un plazo de dos meses.

Inicialmente el inca hizo su propuesta porque temía que los españoles pudieran matarlo. Pizarro pudo haberlo hecho, pero es evidente que apreciaba su valor como rehén y no había escatimado esfuerzos para capturarlo vivo. Ahora, a su alivio al ver que los indios seguían obedeciéndolo en su prisión, se sumaba la imaginable alegría al enterarse que además le traerían un rescate totalmente fantástico a su propio campamento. Por estas razones aceptó sin vacilar.

Casi inmediatamente partieron veloces mensajeros enviados por el inca ordenando que se enviara a Cajamarca objetos de oro y plata con la mayor prisa. Mientras tanto Pizarro ordenó a su hermano Hernando que con una tropilla de jinetes bajara a la costa, lo que le permitió llegar hasta el famoso santuario de Pachacamac. En Cajamarca los españoles tomaron conocimiento de la existencia de la ciudad del Cuzco, donde abundaba el oro, pues era la capital del Imperio. De más está decir que ahora el interés de los castellanos estaba centrado en marchar lo antes posible en pos de esa ciudad.

En abril de 1533 llegó a Cajamarca Diego de Almagro con un importante refuerzo de hombres a caballo y peones. La gente de Almagro no podría participar del reparto de los metales preciosos producto del rescate de Atahualpa. Almagro entonces tuvo que soportar la presión de sus hombres que le pedían emprender inmediatamente el camino hacia el Cuzco. Es aquí donde Francisco Pizarro tuvo que hacer prevalecer la fuerza de su carácter para impedir cualquier tipo de amotinamiento. Mientras pasaban los días, sudorosos cargadores indios llegaban con los ricos metales y se iba cumpliendo la entrega del rescate. En esas circunstancias los hombres de Almagro y también algunos de los de Pizarro agrandaron el rumor de que un ejército incaico se aproximaba a Cajamarca con el propósito de salvar al inca. Esta conspiración, cuya veracidad nunca pudo ser probada, fue el motivo para que se iniciara un proceso contra Atahualpa. Pizarro dudó sobre la necesidad de este trámite, pero finalmente cedió a las presiones y se inició el juicio. Atahualpa era acusado de haber ordenado desde su prisión el asesinato de su hermano Huáscar, vencido y prisionero. Se le acusaba también de polígamo, idólatra, de haber usurpado el trono incaico y de incestuoso. Finalmente se produjo la sentencia y el inca fue condenado a morir en la hoguera, salvo que antes de ello aceptara las aguas del bautismo. Atahualpa no tuvo más remedio que optar por esto último y recibió la muerte mediante garrote vil el 26 de julio de 1533.

Ya se había ordenado la fundición de los metales preciosos, y todos los presentes en la captura del inca, de acuerdo a su rango, recibieron ingentes sumas. La parte que le tocó a Francisco Pizarro, a sus hermanos y a Diego de Almagro fue verdaderamente fabulosa. También se apartó el quinto del Rey, o sea, la porción que le correspondía del tesoro y se dispuso que Hernando Pizarro lo condujera a España para entregárselo al Monarca. Los testimonios más cercanos a los hechos indican que Francisco Pizarro no fue partidario de la ejecución del inca, pero tampoco se opuso de una manera férrea a que se llevara a cabo. Muerto Atahualpa los españoles se encontraron ante la necesidad de elegir un inca, para evitar la anarquía entre los indios. El designado fue Túpac Huallpa, hermano de Atahualpa, que por supuesto estaba supeditado a las órdenes de Pizarro. Efectuado el reparto del rescate ya nada los detenía en Cajamarca e iniciaron la marcha hacia el Cuzco. En el camino falleció misteriosamente Túpac Huallpa y los españoles finalmente ingresaron al Cuzco el 14 de noviembre de 1533. Pocos meses más tarde, para ser más precisos el 23 de marzo de 1534, Francisco Pizarro realizó la fundación española del Cuzco. Poco después marchó a Jauja, ciudad fundada meses antes, donde recibió a Rodrigo de Mazuelas, quien le traía documentos de España, siendo el más importante de ellos una Real Cédula que aumentaba su gobernación veinticinco leguas al sur de Chincha. Pizarro hizo de Jauja su centro de operaciones durante los meses siguientes y comenzó a otorgar depósitos de indios a sus soldados. A fines de diciembre Pizarro y su comitiva llegan a Pachacamac. Durante ese año que terminaba había nacido en Jauja una hija del conquistador extremeño, cuya madre era Inés Huaylas Ñusta, hija del inca Huayna Capac. El de 1535 sería un año muy importante en la vida de Pizarro. Desde Pachacamac envió a tres jinetes con el encargo de recorrer el valle del Rimac e informar si era propicio para fundar ahí la capital de su gobernación de la Nueva Castilla, ya que Jauja no había reunido las condiciones necesarias. Los hombres misionados por Pizarro retornaron a Pachacamac con noticias favorables y entonces Pizarro marchó al valle del Rimac donde fundaría el 18 de enero la Ciudad de los Reyes, que muy pronto se conocería con el nombre de Lima, actual capital de la República del Perú.

Antes de continuar debemos retroceder un año en este relato de la vida de Francisco Pizarro. De una manera sorpresiva se supo que Pedro de Alvarado, adelantado de Guatemala, estaba en Quito, que pertenecía a la gobernación de Pizarro. De inmediato se dictaron disposiciones para impedir que Alvarado, cuyo ímpetu era muy conocido, tomara decisiones difíciles de solucionar. Belalcázar partió desde San Miguel, en la costa, y lo propio hizo Almagro, desde el Cuzco, con el propósito de darle alcance y saber cuáles eran sus intenciones. En realidad Alvarado buscaba posesionarse del Cuzco y, si esto no era posible, se hubiera conformado con Quito. Sin embargo, no tenía autorización real para realizar ni una ni otra cosa. Había logrado reunir una importante hueste donde militaban hombres que posteriormente jugarían un rol importante en la conquista y población del Incario. Ante la firme posición de los delegados de Pizarro, Pedro de Alvarado optó por aceptar 100.000 pesos de oro a cambio de entregar a Pizarro la mayor parte de los navíos que lo habían acompañado, y a su hueste.

Luego de la fundación de Lima, del reparto de solares y de la entrega de indios a sus hombres y a diversas órdenes religiosas, se inicia para Francisco Pizarro una etapa de intensa actividad. El 5 de marzo de 1535 funda la ciudad de Trujillo. Por esos días se enteró que Diego de Almagro había recibido de la Corona el título de gobernador de la Nueva Toledo. Los límites de las gobernaciones de la Nueva Castilla y la Nueva Toledo serían, muy poco después, la causa del rompimiento definitivo entre Pizarro y Almagro. Pizarro marchó al Cuzco donde arribaría los primeros días de junio y allí conferenció con Almagro para planear la conquista de Chile, que llevaría adelante el Gobernador de la Nueva Toledo. Aparentemente se había renovado la amistad entre los socios, pero la mutua desconfianza nunca desaparecería. Finalizaba el año de 1535 y Pizarro regresó a Lima. Allí llegó su hermano Hernando, procedente de España, que le trajo excelentes noticias. La Corona le concedía setenta leguas al sur de su gobernación, quedando así anuladas las veinticinco que se le había otorgado anteriormente. Pizarro nombró a su hermano Hernando teniente de gobernador en el Cuzco, y él decidió continuar en Lima. Ese año, no se sabe en qué mes, nació en la futura capital del Perú, Gonzalo Pizarro Yupanqui, segundo hijo de Francisco Pizarro y de Inés Huaylas Ñusta.

Luego de una corta visita a Trujillo, Pizarro retornó a Lima a inicios de mayo de 1536 donde angustiados mensajeros lo esperaban para noticiarlo que Manco Inca había iniciado una gran sublevación en el Cuzco y que los españoles, entre los que se encontraban sus hermanos Hernando, Juan y Gonzalo, corrían gravísimo peligro de perder la vida. Esa sublevación también avanzó sobre Lima, pero le dio tiempo a Pizarro para enviar hasta cinco expediciones de socorro con destino al Cuzco. Todos los españoles fueron muertos en el camino, a excepción de algunos hombres que iban en el último contingente que pudieron retornar a Lima. Pizarro había ya enviado también urgentes mensajes pidiendo auxilio a Panamá, Nicaragua y México. Mientras tanto un gran ejército inca, a principios de agosto de 1536, puso cerco a la flamante capital de la Nueva Castilla. La hueste incaica estaba al mando de Tito Yupanqui. En septiembre llegaron los primeros refuerzos al mando de Alonso de Alvarado y luego de una cruenta lucha los españoles consiguen dar muerte a Tito Yupanqui, con lo cual sus soldados se desconcertaron y emprendieron la retirada hacia el Cuzco.

Inmediatamente después Pizarro dispuso que Alonso de Alvarado marchara al Cuzco con una expedición para socorrer a esa ciudad. La llegada de Almagro de retorno de su fracasada expedición a Chile hizo que el cerco se levantara y Manco Inca y sus hombres más adictos buscaron refugio en la agreste zona de Vilcabamba. El peligro de la gran insurrección india había pasado. Ahora el problema volvía a ser la relación entre los viejos socios convertidos en gobernadores. Almagro pretendía quedarse con la ciudad del Cuzco, cosa que provocó el inmediato rechazo de Pizarro. Lo cierto era que resultaba muy difícil, por la falta de conocimiento real de los territorios, trazar los límites entre ambas gobernaciones. Almagro había conseguido sorprender a la hueste de Alonso de Alvarado y de esa manera se había generado un clima de beligerancia armada entre los dos gobernadores. Almagro bajó con sus hombres hacia la costa y fundó en Chincha una ciudad que Pizarro juzgó quedaba dentro de su gobernación.

Nuevamente se propuso la mediación para evitar un conflicto. Pizarro y Almagro se entrevistaron en Mala, un lugar costeño ubicado entre Lima y Chincha. Esto tuvo lugar el 13 de noviembre de 1537. Lo que pretendía ser una nueva reconciliación estaba fracasada desde sus inicios, pues ambos gobernadores recelaban el uno del otro. Sin embargo, la habilidad de Francisco Pizarro logró que Almagro pusiera en libertad a sus hermanos Hernando y Gonzalo que estaban presos en el Cuzco. El otro hermano, Juan, había muerto intentando asaltar la fortaleza de Sacsahuaman. Para los consejeros de Almagro éste fue un gran error, pues no se equivocaban al pensar que Hernando Pizarro tomaría el manejo de la controversia y sería implacable contra Almagro. Con el respaldo de su hermano Francisco, Hernando Pizarro formó un ejército que marchó hacia el Cuzco en busca de Almagro. Éste se encontraba muy enfermo y dejó el mando de sus hombres a Rodrigo Orgóñez. En esta circunstancia ni Hernando Pizarro ni Almagro pensaban en una solución pacífica sino en un choque de armas, que tuvo lugar en el campo de Las Salinas, en las proximidades del Cuzco, el 26 de abril de 1538. Pizarristas y almagristas lucharon con ferocidad verdaderamente increíble teniendo como mudos espectadores a miles de indios. La victoria se inclinó por el bando pizarrista y Almagro fue apresado, se le inició proceso y, finalmente, se le condenó a muerte. Éste es uno de los temas controvertidos en la biografía de Francisco Pizarro. Permaneció en Lima y "dejó hacer" a su hermano Hernando. A Diego de Almagro se le cortó la cabeza en el Cuzco el 8 de julio de 1538.

Las noticias de la rivalidad entre Pizarro y Almagro habían llegado a la Corte, quien decidió enviar al licenciado Cristóbal Vaca de Castro, quien traía reales provisiones para asumir la gobernación de la Nueva Castilla en el caso de que Pizarro hubiera muerto. Por diversas circunstancias la navegación de Vaca de Castro fue penosa y tardó muchos meses en arribar al Perú. Mientras tanto, Francisco Pizarro marchó nuevamente al Cuzco, donde nació, a inicios de 1539, su hijo Francisco Pizarro Yupanqui, engendrado en la ñusta Angelina Yupanqui, bisnieta de Pachacutec. El 29 de enero de 1539 Pizarro fundó la ciudad de San Juan de la Frontera de Huamanga. Por esos días recibió una Real Cédula del emperador Carlos V concediéndole un marquesado. Francisco Pizarro volvió al Cuzco y desde allí envió una carta al Emperador agradeciéndole el título nobiliario que podría complementarse con el nombre de Atabillos, de tal suerte que fuera el Marquesado de los Atabillos.

En los primeros meses de 1540 ya Pizarro estaba en su capital. Se sentía al margen de empresas guerreras e hizo públicas las Ordenanzas para el Buen Gobierno del Perú y el Bienestar de los Indios. Por este tiempo también se dedicaba a labores de carácter administrativo otorgando "entradas" y repartimientos de indios.

José Antonio del Busto dice que la vida de Pizarro era plácida y de una gran sencillez: "Las tardes las gastaba en visitar a los vecinos, aceptándoles algún dulce o vaso de vino. En tales visitas no admitía que lo llamasen Marqués rogándoles que lo tratasen de Señoría, algo más acorde con su cargo de capitán general".

A finales de 1540 nació en Lima su hijo Juan Pizarro Yupanqui, que tuvo como madre a la ñusta Angelina Yupanqui. El año 1541 se inició con siniestras murmuraciones y una evidente crispación generada por los partidarios de Almagro que vivían en Lima en la mayor pobreza. Se decía que ellos habían proclamado al hijo mestizo de Diego de Almagro, quien tenía el mismo nombre que su padre y el apelativo El Mozo, como su jefe, y que compraban armas, haciendo los mayores sacrificios, con el propósito de dar muerte a Francisco Pizarro. Pizarro desdeñó los rumores de la conspiración y lo único que hizo fue procurar quedarse la mayor parte del tiempo en su casa. Llegó finalmente el domingo 26 de junio de 1541 cuando un grupo de almagristas, aproximadamente veinte o treinta, asaltó la morada de Pizarro a los gritos de "¡Viva el Rey! ¡Mueran tiranos!". Pizarro se hallaba conversando con un nutrido grupo de personas, quienes al escuchar los gritos homicidas escaparon en la mejor forma que pudieron.

Pizarro se había puesto apresuradamente una cota y, según el cronista Pedro Cieza de León, al tomar su espada dijo: "Vení, acá, vos, mi buena espada, compañera de mis trabajos". Y salió con ella a batirse con denuedo indesmayable. Pizarro se defendió con brío juvenil mientras apostrofaba de traidores y felones a los almagristas. Viendo que la lucha se prolongaba, los asesinos empujaron a Diego de Narváez que fue atravesado por la espada de Pizarro. Aprovechando ese instante Martín de Bilbao le dio una estocada en la garganta. Luego se echaron todos sobre él y le dieron estocadas y puñaladas hasta que cayó al suelo, clamando: "¡Confesión!". Entonces Juan Rodríguez Barragán, antiguo criado suyo y hombre de viles pasiones, tomó una alcarraza llena de agua y se la quebrantó en la cabeza diciéndole: "¡Al infierno! ¡Al infierno os iréis a confesar!". Y así rindió la vida el gran capitán, heroicamente como había vivido, "sin desmayo alguno en el corazón, y nombrando a Cristo como buen español". Dadas las circunstancias, el entierro de Pizarro tuvo que hacerse de noche y a escondidas para evitar que se profanara el cadáver. El 26 de junio de 1891, al conmemorarse el 350 aniversario de la muerte de Francisco Pizarro, tuvo lugar en la Catedral de Lima una solemne ceremonia en la cual el Cabildo Eclesiástico entregó al Concejo Provincial de la capital del Perú los restos del capitán extremeño para que reposaran definitivamente en la capilla de los Reyes Magos de la Iglesia Metropolitana limeña.

En 1977, en circunstancias que se hacía diversas remodelaciones en la cripta de la Catedral de Lima se encontró accidentalmente, detrás de una pared, una caja de plomo en cuya tapa se leía esta inscripción: "Aquí está la cabeza del señor marqués don Francisco Pizarro que descubrió y ganó los Reynos del Pirú y puso en la Real Corona de Castilla". A partir de ese momento el arqueólogo Hugo Ludeña comenzó una exhaustiva investigación multidisciplinaria, con la colaboración de importantes especialistas nacionales y extranjeros, con el propósito de resolver si eran éstos los verdaderos despojos de Pizarro. Las conclusiones de los trabajos, que duraron varios años, fueron definitivas: ésos, y no los que se guardaban en la urna de cristal desde 1891, eran los vestigios del marqués gobernador. En enero de 1985, durante el gobierno del presidente Fernando Belaunde Terry, los restos auténticos reemplazaron a los apócrifos y fueron colocados en una remodelada y hermosa capilla de la Catedral de Lima. El cronista Pedro Pizarro describe a Francisco Pizarro así: "Era hombre alto, seco, de buen rostro, la barba rala, valiente hombre por su persona y animoso hombre de gran verdad. Tenía por costumbre de cuando algo le pedían decir siempre de no". Según Raúl Porras Barrenechea, Pizarro es el arquetipo del conquistador español: heroico, ambicioso, anárquico. Considera también a Pizarro como la figura más arrogante de la conquista de América pues no hay quien más a tono supiera armonizar la vida con la muerte.

 

Bibl.: P. Cieza de León, "Guerra de Salinas", en Guerras Civiles del Perú, Madrid, Librería de la viuda de Rico, s. f.; R. Porras Barrenechea, Las Relaciones Primitivas de la Conquista del Perú (Los cronistas del descubrimiento. Pedrarias - Andagoya - Candia. Cronistas de la Conquista - Cartas de los Licenciados Gama y Espinosa, 1533; G. Prescott, Historia de la Conquista del Perú, Madrid, Imprenta y Librería Gaspar de Roig, Editores, 1851; Las elaciones de la Conquista del Perú. Francisco de Jerez y Pedro Sancho (1532-1533), Lima, Imprenta y Librería Sanmarti y Cía., 1917; Historia de los Incas y Conquista del Perú. Suma y Narración de los Incas por Juan Diez de Betanzos y Relación de la Conquista del Perú por Miguel de Estete (Crónicas de 1533 a 1552), Lima, Imprenta y Librería Sanmarti y Cía., 1924; R. Porras Barrenechea, El Testamento de Pizarro, París, Imprimeries Les Presses Modernes, 1936; ECapitán Cristóbal de Mena, París, Imprimeries Les Presses Modernes, 1937; P. Pizarro, Relación del descubrimiento y conquista de los reinos del Perú, Buenos Aires, Editorial Futuro, 1944; G. Fernández de Oviedo y Valdez, Historia General y Natural de las Indias, Asunción, Imprenta de la Editorial Guarania, 1944; A. de Zárate, Historia del Descubrimiento y Conquista del Perú, Lima, Imprenta Miranda, 1944; R. Porras Barrenechea, Cedulario del Perú, Lima, Imprenta Torres Aguirre, 1944; A. de Herrera, Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano, Buenos Aires, Imprenta Continental, 1945; D. de Trujillo, Relación del Descubrimiento del Reyno del Perú, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1948; A. de Borregan, Crónica de la Conquista del Perú, Sevilla, Escuela de Estudios Hispano- Americanos, 1948; F. López de Gomara, Historia General de las Indias, Barcelona, Imprenta de Agustín Núñez, 1954; Garcilaso Inca de la Vega, Los Comentarios Reales de los Incas, Lima, Librería Internacional del Perú, 1960; J. Lockhart, Los de Cajamarca, Lima, Editorial Milla Batres, 1972, 2 vols.; E. Guillén, Versión inca de la conquista, Lima, Editorial Milla Batres, 1974; R. Cúneo Vidal, Vida del Conquistador del Perú, Don Francisco Pizarro, Lima, Gráfica Morson, 1978; J. Hemming, La conquista de los incas, México, Fondo de Cultura Económica, 1982; J. A. del Busto Duthurburu, La pacificación del Perú, Lima, Librería Studium, 1984; G. Lohmann Villena, Francisco Pizarro, Testimonios, Documentos Oficiales, Cartas y Escritos Varios, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Departamento de Historia de América "Fernández de Oviedo", 1986; P. Cieza de León, Crónica del Perú, Tercera Parte, Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, Academia Nacional de la Historia, 1989; R. Varón Gavai, La Ilusión del Poder. Apogeo y decadencia de los Pizarro en la conquista del Perú, Lima, Instituto de Estudios Peruanos-Instituto Francés de Estudios Andinos, 1996; J. A. del Busto Duthurburu, Pizarro, Lima, Ediciones COPE, 2000, 2 vols.; B. Lavallé, Francisco Pizarro. Biografía de una conquista, Lima, Instituto de Estudios Peruanos-Embajada de Francia en el Perú-Instituto Riva Agüero, 2005; J. A. del Busto Duthurburu, Marchas y navegaciones en la conquista del Perú, Lima, Instituto Riva Agüero, 2006; J. M.ª González Ochoa, Francisco Pizarro (Trujillo, 1478-Lima, 1541), Trujillo (Cáceres), Palacio de Barrantes Cervantes, 2009; R. Porras Barrenechea, Pizarro, el fundador, Lima, Fondo Editorial de la Universidad Ricardo Palma, 2016; E. Mira Caballos, Francisco Pizarro. Una nueva visión de la conquista del Perú, Barcelona, Crítica, 2018; A. Espino López, Plata y Sangre. La conquista del Imperio Incaico y las Guerras Civiles del Perú, Madrid, Desperta Ferro Ediciones, 2019.

 

Héctor López Martínez

LA MUERTE DE PIZARRO en EL MUSEO DEL PRADO

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La muerte de Francisco Pizarro1877. Óleo sobre lienzo, 151 x 201 cm, en el Museo del Prado (Madrid) del pintor, MANUEL RAMÍREZ IBÁÑEZ

El Museo nos indica que la pintura representa la muerte de Francisco Pizarro, que yace moribundo, a la izquierda de la composición, mientras sus oficiales forman un grupo compacto de altivos caballeros, a la derecha que se pierde por el fondo"

https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/la-muerte-de-francisco-pizarro/13ef52ab-6b14-437d-bb72-392814a7593b

Al hilo del presente episodio, les comparto la página escrita con Antonio Rojas en "Forjadores del Nuevo Mundo" (Valladolid, 1992), complementada con el texto del buen amigo historiador Juan José Pacheco:

 

Rincón de historia peruana26 de junio de 2018 · 

ASESINATO DE FRANCISCO PIZARRO. Los rumores de un atentado al marques Francisco Pizarro eran muy fuertes, después de la muerte de Diego de Almagro, muchos almagristas eran despreciados por su situación de pobreza y marginación. Un gran deseo de venganza los impulsaría a matar a Pizarro.
Era mediodía del 26 de junio de 1541 y se preparaba el almuerzo, cuando un grupo de veintiún almagristas al mando de Juan de Rada asaltaron la casa de Pizarro, ubicada en el actual palacio de gobierno. ¡Viva el rey!, ¡muera el tirano!, desde la plaza la multitud que estaba en misa los observó, nadie intervino.

Pizarro no estaba solo, estaba acompañado de amigos y criados, pero muchos de ellos huyeron cuando escucharon los gritos de los almagristas.
Pizarro al saber que vendrían por él se quedó a luchar. Se defendió con valentía a pesar de sus 65 años de edad. Juan de Rada empujó a Diego Narváez contra Pizarro y el marques lo mató. Debilitando su defensa, esto fue aprovechado por sus atacantes que no dejaron a Pizarro hasta que recibió una estocada en el cuello.
Pizarro fue rematado de un golpe hecho con un pesado jarrón. Se dice que con su sangre dibujó una cruz en el suelo antes de morir.
Durante el ataque estuvo a su lado su medio hermano Martín de Alcántara, quién también murió, junto a sus pajes Gómez de Luna, Tordoya y Vargas.
De esta manera murió el conquistador del Perú, quién había vivido con violencia, murió en su ley.
https://www.facebook.com/rincondehistoriaperuana/posts/asesinato-de-francisco-pizarro-los-rumores-de-un-atentado-al-marques-francisco-p/2183963404977521/

 

Hay que añadir que el antropólogo forense Edwin Greenwich afirma que por las evidencias se puede afirmar que «Pizarro se defendió bravamente» e incluso su rostro quedó desfigurado: recibió una estocada que indica que le vaciaron el ojo izquierdo y otro corte recto en el pómulo derecho.

En el programa "A la vuelta de la esquina" Gonzalo Torres lo recrea así: https://www.youtube.com/watch?v=GJbZNF7s744

Para todos los interesados en una síntesis objetiva de la biografía del conquistador y fundador de Lima, les comparto la del académico Héctor López Martínez

 http://dbe.rah.es/biografias/9825/francisco-pizarro-gonzalez

  

ROSELL DE ALMEIDA, P. Carlos Unratito con los santos - Tomo III (de la N a la Z). La alegría de losamigos de Dios, Paulinas, Lima, 2019

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ROSELL DE ALMEIDA, P. Carlos

Un ratito con los santos - Tomo III (de la N a la  Z). La alegría de los amigos de Dios, Paulinas, Lima, 2019

 

Salió el esperado tercer y último volumen. Podrás saborear las deliciosas páginas de 32 santos de ayer y de hoy, grandes y pequeños, de fuera del Perú y los de dentro entre los que se encuentran nuestros tres santazos Martín de Porres, Rosa de Lima, Toribio Alfonso Mogrovejo; las seis grandes Teresas (Teresa Benedicta de la Cruz, Teresa de Calcuta, Teresa de Jesús, Teresa de Jesús Jornet, Teresa de los Andes, Teresa del Niño Jesús). Y de yapa –la única que no conocía y última- Santa Zita, de familia pobre, amante de los pobres, orante y trabajadora, italiana, patrona de las empleadas de hogar, nació en Italia en 1218 y falleció en 1278.

Te copio por orden alfabético toda la lista ensantada. Un buen regalo de Navidad. Consíguelo antes de que se agote.

 

1.    Nicolás de Bari

2.    Norberto

3.    Óscar Romero

4.    Pablo

5.    Pablo de la Cruz

6.    Pablo VI

7.    Patricio

8.    Pedro

9.    Pedro Nolasco

10.Pío de Pietrelcina

11.Pío X

12.Ramón Nonato

13.Ricardo

14.Rita de Casia

15.Rosa de Lima

16.Santiago el Mayor

17.Sebastián

18.Simón Stock

19.Tarsicio

20.Teresa Benedicta de la Cruz

21.Teresa de Calcuta

22.Teresa de Jesús

23.Teresa de Jesús Jornet

24.Teresa de los Andes

25.Teresa del Niño Jesús

26.Tomás Apóstol

27.Tomás de Aquino

28.Tomás Moro

29.Toribio de Mogrovejo

30.Valentín

31.Vicente de Paúl

32.Zita

En verdad que somos afortunados por este regalo del P. Carlos que conjuga ciencia teológica, unción espiritual, gracia comunicativa y –lo pongo porque sé que no lo va a leer- porque es uno de ellos. El papa y santo padre, Gregorio Magno, junto a sus obras de teología moral y pastoral, escribió vidas de santos como la de san Antonio y San Benito que sirvieron para suscitar santas vidas en los fieles de su tiempo; Teresa de Jesús, la gran reformadora y mística carmelitana, quiso y lo logró "engolosinar" a las almas con la oración y la santidad; Juan Bosco multiplicó la prensa católica con vidas ejemplares para formar buenos cristianos y honrados ciudadanos entre los jóvenes. Gracias, P. Carlos por haberse dado tiempo para seguir tan buenos ejemplos, el del teólogo, el de la mística, el del apóstol de los jóvenes.

 

VIGILIA DE LA INMACULADA EN LIMA, 2019

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VIGILIA DE LA INMACULADA EN LIMA

 

Convocados por el lema ¡Unidos con María, llamados a la misión!, los fieles de Lima, como en tantos lugares del planeta, brindaron un entrañable homenaje a la Inmaculada en el bello templo de Nuestra Señora de la Magdalena en Pueblo Libre. En las palabras de bienvenida el responsable del Movimiento, historiador José A.Benito, encomió el valor histórico de la iglesia donde está enterrado el último El curaca de Lima, don Gonzalo Taulichusco, enterrado en la  iglesia de la Magdalena, que ordenó en su testamento el 29 de agosto de 1562 que tomaba por su "abogada e intercesora a la Virgen Nuestra Señora Santa María, madre de mi Señor Jesucristo, que [lo] creó y redimió con su preciosa sangre y que mandó que (el fruto de sus chacras) sea para acabar de pagar la imagen de Nuestra Señora y que la dicha imagen sea y esté siempre jamás en la iglesia de la Magdalena porque para ese efecto la mando hacer". De igual modo aludió al gran animador de las vigilias, Abelardo de Armas, fallecido recientemente, y motivó para vivir de lleno la presente.

 

El rezo del Rosario fue comentado en sus cinco misterios jóvenes y matrimonios que brindaron su testimonio cristiano en la casa, el trabajo, la calle. Lecturas, canciones marianas y especialmente el frecuentado sacramento de la confesión fueron caldeando el ánimo que se puso a rebosar con el formidable testimonio del ingeniero empresario, padre de tres niños, quien nos compartió su vida de fe gracias a la oración, el perdón mutuo, el tiempo familiar, con la presencia de María, la frecuencia de los sacramentos, el apostolado.

El momento culminante de la Santa Misa contó con la vibrante prédica del P. Héctor Casas que presidió la celebración y quien nos motivó a una vida nueva, valiente, resucitada y resucitadora como la vivió la Mujer Nueva, María, mujer valiente, servicial, alegre.

 

Al final, Éder Falcón, coordinador del grupo juvenil, agradeció a los PP. Agustinos Recoletos por la cordial acogida, a los padres confesores y celebrante, a todos los participantes a quienes animó a seguir lo vivido en el día a día.

Los fieles, provenientes de toda la ciudad, especialmente de ^Pueblo Libre, se sentían gozosos y con ganas de seguir. El Señor estaba siendo grande con ellos y querían prolongar esos momentos inolvidables. Se sentían luces dispuestos a iluminar la noche. María Inmaculada les había unido, les comunicaba la luz y el calor, la vida de Jesús para convertirse en la iglesia que camina sinodalmente (en familia) y en salida (a las periferias) que el Papa Francisco sueña. ¡Que así sea!

 

José Antonio Benito

 

TESTIMONIO DE FE EN LA VIGILIA DE LA INMACULADA, FELIPE PARI, INGENIERO-EMPRESARIO-PADRE

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Buenas noches.

En primer lugar, quisiera agradecer a Dios por esta oportunidad que me ha concedido de poder dirigirles algunas palabras en esta noche tan especial. Dios lo mueve todo, y ha realizado todo lo necesario para que hoy este de vuelta en este lugar, donde hace 7 años y medio contraje matrimonio con mi esposa Melissa, con ella ahora tenemos tres pequeños, Clarisse de 6 años, Jose Francisco de 4 y Catalina de 1 año, aquella noche, el 16 de junio del 2012, día del Inmaculado corazón de María, le consagramos nuestro matrimonio, pidiéndole su intercesión para la nueva etapa que íbamos a empezar y lograr con ella tener un matrimonio santo. Ahora, viendo como nos ha ido, creo que ella siempre ha estado presente, claro, no han faltado los problemas y sufrimientos, pero tampoco ha faltado los gozos, la mano auxiliadora de María y los regalos constantes de Dios, que ella nos consigue.

Otro motivo para que esta noche sea especial, es que me encuentro en estos momentos como aquel representante de nuestro movimiento, don Abelardo de Armas, dirigiendo las palabras en la Vigilia de la Inmaculada, prendiendo luces en esta noche santa, que nos ayuden a tornar nuestra mirada a Maria y comprometernos personalmente con ella y buscar al mismo tiempo su compromiso con nosotros, es decir, reconocerle su lugar de Madre en nuestra vida. Como algunos saben, nuestro querido Abelardo partió a la vida eterna hace pocos días, el 22 de noviembre pasado, por ello quisiera dedicarle este breve testimonio, como uno de los tantísimos frutos de la Cruzada-Milicia de Santa María de la que él fue co-fundador junto con el Padre Tomás Morales.

Contándoles un poco sobre mí, soy Ingeniero Informático, dirijo una empresa de desarrollo de Software que funde hace 10 años, y como mencioné anteriormente también soy esposo y padre de familia, pueden entender que para Melissa y para mí, es un reto constante buscar el equilibrio de la atención que debe tener el trabajo, nuestro matrimonio y los hijos, algo que hemos ido logrando poco a poco y con esfuerzo, pero de manera satisfactoria.

Algo clave en el éxito de este logro ha sido la formación previa que tuvimos antes del matrimonio y que, gracias a Dios, puedo atribuirlo al proceso de conversión que tuvimos Melissa y yo, de manera individual, antes de conocernos, y que continua aun ahora como matrimonio.

Les comento un poco de mi caso, antes de conocer la Milicia de Santa María, si bien es cierto que tenía presenta a Dios, no lo conocía mucho, y por ello no reconocía su accionar en mi vida, y al estar fuera de su gracia sentía esa falta de paz y el vacío interno que sienten los jóvenes cuando piensan tenerlo todo, pero solo en el ámbito material. Fue luego de unos ejercicios espirituales, a los que asistí casi solo por probar algo nuevo, que me di cuenta que el Señor siempre estuvo conmigo cuidándome y guiándome hacia él y también que era él a quien le debía todo, y que él siempre me ha amado a pesar de todos mis defectos y pecados, fue este descubrir el inicio de mi franca conversión.

Luego conocí a la Milicia de Santa María, una comunidad de jóvenes cristianos que me proveyó de medios de crecimiento y perseverancia, tanto en valores humanos como cristianos, ahí conocí a grandes amigos a quienes debo mucho de lo que soy ahora. Es entonces que empiezo a reconocer a Dios en mi vida y mis decisiones, una de ellas en aquel entonces fue la formación de una empresa con unos compañeros, las enseñanzas en liderazgo, la confianza en Dios y su divina providencia que aprendí en la Milicia fueron claves para poder dar esos pasos. Más adelante, conocí a Melissa y lo que me atrajo más de ella fue reconocer virtudes como la generosidad, el amor a Dios y la familia, que antes de mi conversión podían pasar desapercibidos para mí, ella también estaba en la rama femenina de la Milicia de Santa María y por ello también compatibilizamos muy bien desde el inicio.

De esta primera parte de mi testimonio quería resaltar lo importante que es la formación en valores cristianos en los jóvenes, es un deber para todos aquellos que tenemos niños o jóvenes cercanos, enseñarles de Dios de una manera natural, especialmente con el ejemplo de vida, pues los jóvenes buscan la coherencia, los ejemplos de héroes verdaderos  y con la madurez luego de la niñez, buscan el sentido de trascendencia, el querer hacer la diferencia y dejar su propia marca en la vida, ayudémosles a encaminar esos ímpetus juveniles de la mano de María, una jovencita que en su momento supo decir que si a Dios, y vivir una vida sencilla y alegre al cuidado de los demás, y que gracias a esas virtudes ahora es reconocida como la mujer más importante en la historia de la salvación y Madre de toda la Creación, es decir el buscar la humildad, la voluntad de Dios en mi vida y ofrecerlo todo a pesar de mi pequeñez, enternece el corazón de Dios, que nos regala gracias infinitas y nos lleva a lugares que no hubiéramos podido ni soñar.

Así mismo a los jóvenes darles a conocer a Jesús, que podría pensarse que fue un rebelde en su tiempo, porque vino a transformar lo que estaba firmemente afianzado en tradiciones y costumbres, pero que estaban lejos de Dios. Nuestro Señor con su sacrificio y amor hasta el final nos salvó del pecado y redimió a la humanidad, transformando al mismo tiempo la visión que se tenía de Dios, de un ser lejano a un Padre Misericordioso. Sobre el santo sacrificio de Cristo, aunque no lo quiero banalizar de alguna manera, me hacer recordar la escena final de los Avengers: Endgame de cómo Tony Stark se sacrifica por todos los demás, yo fui a verla, recuerdo en la sala del cine que había personas, en la mayoría jóvenes y niños, que estaban hasta llorando en esa escena. Me pregunto, que sería si estos jóvenes conocen realmente del sacrificio de Jesús, y que él no murió, sino que sigue vivo y sigue pendiente de ellos, que está atento a lo que necesitan, y es mucho más poderoso que todos esos superhéroes juntos, y lo mas importante de todo, él si es absolutamente REAL, y no termina al salir de la sala del cine, sino que te acompaña siempre y si le dejas, actuará en tu vida y la transformará para que cada día seas más feliz, más libre y más santo.

Creo que, si cabe, es necesario tener también ese tipo de apostolado con los jóvenes para que sientan cercano a Jesús y sepan que la santidad no es de religiosos o de personas de otro siglo, sino de ahora, de los héroes anónimos que podemos encontrar en nuestra vida cotidiana, que dan su vida por amor y nosotros podemos llegar a ser uno de ellos.

Enseñémosle también a la juventud, sobre tanta riqueza que hay en la sabiduría de nuestra Iglesia católica, de como Dios se ha ido revelando a través de la historia de la humanidad, como entiende la naturaleza humana porque la asumió y como aún en estos días nos acompaña y guía con su vicario el Papa Francisco, y de tantos ejemplos de vida en los Santos que hemos tenido, que cada una de sus vidas con milagros algunos más impresionantes que otros, dan suficiente material para una película de Marvel o hasta de un Universo Cinematográfico de Santos.

Nosotros, los padres o adultos, también no dejemos de formarnos, porque no se da de donde no se tiene, la lectura de la palabra de Dios debería ser algo que nos caracterice y el conocimiento creciente de la doctrina de la Iglesia y del catecismo, para que compatibilizando estos conocimientos con las realidades actuales podamos hacer un apostolado cercano y vigente.

Y hablando de heroísmo cotidiano, otro aspecto que me gustaría tocar esta noche, es sobre la responsabilidad de tener un matrimonio cristiano, en mi experiencia, luego de casarnos, a Melissa y a mí, y seguro que ha muchos les ha pasado, nos costó mucho el iniciar nuestra vida en común, más  aún porque el Señor nos encargó a nuestra primera pequeña, Clarisse, a los pocos meses de matrimonio, la cosa se complicó, fue duro al principio tratar de compatibilizar nuestras costumbres, nuestras formas de pensar y sentimientos sobre las situaciones de cada día, no faltaron las discusiones, ni la tristeza de perder la armonía en nuestro hogar.

Pero en estos momentos de oscuridad, descubrimos que el perdón era la clave para poder volver la alegría a nuestro matrimonio, costaba, pero poco a poco con la practica y con el acompañamiento de la comunidad de matrimonios, hemos ido aprendiendo a perdonar y pedir perdón de manera mas natural, es que el perdón es una muestra más del amor, es el vencer el ego propio de la indignación por una ofensa y aceptar la disculpa que se te ofrece por un bien mayor, el retorno de la armonía, si el perdón de practica continuamente en la pareja, no quedará lugar a resentimientos que puedan destruir el matrimonio poco a poco, como suele pasar cuando no se practica.

Así también es necesario practicar la comunicación, la empatía con la pareja al ponerse siempre en su lugar, tener siempre presente los detalles, la amabilidad en el trato y no dejar de enamorarse siempre. Estos aspectos, aunque son muy humanos tienen su raíz en el amor, y por ello en Dios, en mi condición de hombre casado y padre puedo entender mejor ahora el sentido del sacrificio, de la donación hacia la otra persona, en mi caso mi esposa y mis hijos, también en la misericordia, al ponerse uno en el lugar del otro, para perdonar y comprender, en la corrección fraterna, para con la esposa o los hijos, con el objetivo que seamos cada día mejores, o más santos.

En resumen, podría decir que el Hogar Cristiano es una escuela, tanto para los padres como hijos de aprendizaje del amor en muchos aspectos, y por ello le debemos dar la mayor prioridad de nuestra atención, yo personalmente le estoy muy agradecido a Dios por regalarme esta hermosa vocación.

Para terminar quisiera mencionar que también es importante para las familias la búsqueda de espacios que busquen promover los valores que he mencionado, por ello es necesario buscar una comunidad católica que les ayude, que puede ser las parroquias, movimientos católicos o grupos pastorales, de tal manera que tanto padres como hijos estén en un entorno de crecimiento espiritual, apoyados en familias con vivencias similares, y que los preparen para que luego puedan salir y realizar apostolado en otros ámbitos como la escuela o el trabajo, y de esa manera llevar el evangelio, la palabra viva de Dios a quienes lo necesiten. Esta es una tarea a la que todos los cristianos debemos estar avocados, en la actualidad, vemos con mucha desconfianza a nuestros gobernantes y esto no es más que la falta de Dios en una sociedad que no lo quiere tener cerca, pero que lo necesita con urgencia. El cambio inicia por nosotros, la conversión de nuestra sociedad no se logrará si no nos convertimos nosotros primero, y somos luz que contagie e ilumine a quienes están en la oscuridad.

Tenemos todas las de ganar si confiamos en el Señor, pero no esperemos hasta el último momento, sino que actuemos ahora, es la hora de los Laicos, de los católicos de a pie, llevemos el evangelio por nuestras calles y santifiquemos cada espacio donde el Señor nos ha colocado, pidamos esa gracia esta noche a Santa María, ella se ha comprometido desde el inicio con nosotros, no tengamos miedo de decir SI también, y hacer nuestra parte, todo lo demás lo hará el Señor. Gracias.

Parroquia Santa María Magdalena, Pueblo Libre, 7 de diciembre de 2019

 

Felipe Pari Zacarías

 

 

 

¡Sor Nilda que estás en los cielos!

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¡Sor Nilda que estás en los cielos!

 

Querida Hermanas Sor Nilda:

No termino de creérmelo, pero es cierto. Tú, la movida hermanita de la Caridad del Cardenal Sancha, superdinámica, superpilas, ya estás en la presencia del Padre. Acabo de despedirte en el velatorio de la parroquia de San Miguel Arcángel, te he acompañado con tus hermanas de congregación, tus familiares, tu gran familia del colegio, padres, profesores, alumnos…La Virgen de Guadalupe de la que eras tan devota te llamó y te llevó consigo y con su Hijo. Hoy sábado vuelas a Arequipa para descansar en la tierra que te vio nacer.

Parece que fue ayer cuando me invitaste con Leo a dirigir el Retiro a tus jóvenes que culminaban sus estudios y quisiste darles el mejor regalo: dos días de encuentro consigo mismos y con Jesús, su Creador y Redentora.

Después de dos años me avisaron que estabas internada en la Clínica Stella Maris. Seguías siendo el entusiasmo en acción, enamorada del Señor, celosa de tus jóvenes, pero sorprendida por la intempestiva cruz; pocos días después se te dictamina un agudo cáncer; sólo me ha tiempo a conversar por teléfono; hoy recibo la noticia de tu partida. Busco la crónica resumida de aquel fin de semana y lo comparto como gratitud por el bien recibido por tu vida donada a los demás. Ya has comenzado a vivir la Navidad Eterna, que seas muy feliz y que nos encomiendes ante la Madre y el Señor.

 

José Antonio

 

RETIRO ADOLESCENTES LIMA, OCTUBRE 2017

¡TAMBIÉN LOS ADOLESCENTES ARMAN LÍO DESDE EL SILENCIO!

Breve crónica de un Retiro de Fin de Semana en Lima Norte

He pasado un fin de semana de Retiro (Ejercicios Espirituales) con 29 adolescentes de un Colegio "Fe y Alegría" de la zona de Pachacútec-Ventanilla, diócesis del Callao. Hemos intentado que sea en silencio; para ellos ha sido riguroso, para el equipo coordinador (Sor Nilda, religiosa coordinadora de pastoral y su profesora de religión; Leo, militante, y servidor) una aproximación satisfactoria.

 Me siento obligado a dar gracias al Señor por muchos motivos:

Primero, por brindarme la oportunidad de compartir lo más grande para un cristiano, nuestra vida en Cristo.

Segundo, por constatar que hay instituciones en la iglesia como las Hermanas de la Caridad del Cardenal Sancha que viven muy comprometidas con los jóvenes que viven como en este caso en las periferias existenciales (no solo geográficas sino en medio de familias necesitadas), a través de la enseñanza y el programa de confirmación.

Tercero, por trabajar en equipo, el Movimiento Santa María ha colaborado en la dirección del Retiro, a mitad del programa catequético; un militante ha sido el coordinador de la actividad, un sacerdote pudo prepararles para la confesión y confesar a todos, servidor, responsable de las charlas y de hablar personalmente).

Cuarto, por experimentar que los adolescentes no son un problema y no hay que tenerles miedo, son un tesoro por pulir y custodiar.

Quinto, por la oportunidad de dedicar dos días a los jóvenes, la mayor riqueza de la Iglesia en general y del Perú en particular. Esto significa olvidarse de uno mismo y darse por entero, experimentar que la gracia fluye cuando le abrimos paso, que la juventud sigue deseando que se le exija para poder darlo todo. Cuando uno es testigo de tremendas realidades, de situaciones familiares extremas, se da cuenta de que lo mejor es estorbar lo menos posible, amar hasta el extremo, pedir como un pobre de Yahvé, abandonarse en el Señor y decirle a Nuestra Madre: ¡Totus tuus! Ruega por nosotros, tus hijos.

¡Si viesen la reunión final en la que fueron contando sus experiencias! ¡Cuántas vivencias, cuántas gracias, cuántos propósitos! Qué regalo ver a esta muchachada llenarse de la gracia de la confesión y recibir a Jesús en la Eucaristía...

Siempre que pude les conté gestos del Papa Francisco, les compartí sus textos. Me sentí contento por saber que el Papa lo estaría si viese sus semblantes. Él ama a los jóvenes, dialoga con ellos, les desafía a "hacer lío", a comprometerse. Termino con este significativo texto, tomado de su mensaje a los jóvenes de Colombia, del pasado 7 septiembre 2017, y donde les invita a soñar en grande, como nuestros adolescentes del Retiro: 

Queridos hermanos y hermanas: Dios nos ama con corazón de Padre y ese es el principio de esta alegría. El fuego del amor de Jesús hace desbordante ese gozo, y es suficiente para incendiar el mundo entero. ¡Cómo no van a poder cambiar esta sociedad y lo que ustedes se propongan! ¡No le teman al futuro! ¡Atrévanse a soñar a lo grande! A ese sueño grande yo hoy los invito. Por favor no se metan en el chiquitaje, no tengan vuelos rastreros vuelen alto y sueñen grande. Ustedes, los jóvenes, tienen una sensibilidad especial para reconocer el sufrimiento de los otros; ustedes se dan cuenta en seguida. Los voluntariados del mundo entero se nutren de miles de ustedes que son capaces de resignar tiempos propios, comodidades, proyectos centrados en ustedes mismos, para dejarse conmover por las necesidades de los más frágiles y dedicarse a ellos.  Pero también puede suceder que hayan nacido en ambientes donde la muerte, el dolor, la división han calado tan hondo que los hayan dejado medio mareados, como anestesiados: por el dolor, por eso yo quiero decirles, dejen que el sufrimiento de sus hermanos colombianos los abofetee y los movilice. Ayúdennos a nosotros, los mayores, a no acostumbrarnos al dolor y al abandono, los necesitamos. Ayúdennos a esto a no acostumbrarnos al dolor y al abandono.

https://jabenito.blogspot.com/2017/11/fwd-retiro-adolescentes-lima-octubre.html


Santa y feliz Navidad 2019

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Queridos amigos:

Entre Perú y España, a todos cuantos llevo en el corazón de uno y otro lugar, les comparto como felicitación de Navidad el hermoso texto del Papa Francisco sobre el Belén:

El corazón del pesebre comienza a palpitar cuando, en Navidad, colocamos la imagen del Niño Jesús. Dios se presenta así, en un niño, para ser recibido en nuestros brazos. En la debilidad y en la fragilidad esconde su poder que todo lo crea y transforma. Parece imposible, pero es así: en Jesús, Dios ha sido un niño y en esta condición ha querido revelar la grandeza de su amor, que se manifiesta en la sonrisa y en el tender sus manos hacia todos. (Francisco, Greccio, en el Santuario del Pesebre, 1.12.2019)

Cuenten con mis oraciones, me acojo a las suyas, y reciban mis mejores deseos de coherencia, ternura y felicidad en los entrañables días de Navidad.

Muy cordialmente

José Antonio Benito

Blog: https://jabenito.blogspot.com/; washapp 993520965

MANOS VACÍAS DEL PASTORCITO DE BELÉN PARA ACOGER AL NIÑO DIOS POR MEDIO DE SU MADRE

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¡Qué alegría ver los entrañables nacimientos peruanos, belenes, por toda la tierra! Les comparto uno de los que luce en Madrid y que me ha hecho recordar la hermosa leyenda narrada por Francisco el día de Nochebuena. ¡Quién no se identifica con este pastorcito?  

HOMILÍA DEL SANTO PADRE FRANCISCO

Basílica Vaticana
Martes, 24 de diciembre de 2019

«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande» (Is 9,1). Esta profecía de la primera lectura se realizó en el Evangelio. De hecho, mientras los pastores velaban de noche en sus campos, «la gloria del Señor los envolvió de claridad» (Lc 2,9). En la noche de la tierra apareció una luz del cielo. ¿Qué significa esta luz surgida en la oscuridad? Nos lo sugiere el apóstol Pablo, que nos dijo: «Se ha manifestado la gracia de Dios». La gracia de Dios, «que trae la salvación para todos los hombres» (Tt 2,11), ha envuelto al mundo esta noche.

Pero, ¿qué es esta gracia? Es el amor divino, el amor que transforma la vida, renueva la historia, libera del mal, infunde paz y alegría. En esta noche, el amor de Dios se ha mostrado a nosotros: es Jesús. En Jesús, el Altísimo se hizo pequeño para ser amado por nosotros. En Jesús, Dios se hizo Niño, para dejarse abrazar por nosotros. Pero, podemos todavía preguntarnos, ¿por qué san Pablo llama "gracia" a la venida de Dios al mundo? Para decirnos que es completamente gratuita. Mientras que aquí en la tierra todo parece responder a la lógica de dar para tener, Dios llega gratis. Su amor no es negociable: no hemos hecho nada para merecerlo y nunca podremos recompensarlo.

Se ha manifestado la gracia de Dios. En esta noche nos damos cuenta de que, aunque no estábamos a la altura, Él se hizo pequeñez para nosotros; mientras andábamos ocupados en nuestros asuntos, Él vino entre nosotros. La Navidad nos recuerda que Dios sigue amando a cada hombre, incluso al peor. A mí, a ti, a cada uno de nosotros, Él nos dice hoy: "Te amo y siempre te amaré, eres precioso a mis ojos". Dios no te ama porque piensas correctamente y te comportas bien; Él te ama y basta. Su amor es incondicional, no depende de ti. Puede que tengas ideas equivocadas, que hayas hecho de las tuyas; sin embargo, el Señor no deja de amarte. ¿Cuántas veces pensamos que Dios es bueno si nosotros somos buenos, y que nos castiga si somos malos? Pero no es así. Aun en nuestros pecados continúa amándonos. Su amor no cambia, no es quisquilloso; es fiel, es paciente. Este es el regalo que encontramos en Navidad: descubrimos con asombro que el Señor es toda la gratuidad posible, toda la ternura posible. Su gloria no nos deslumbra, su presencia no nos asusta. Nació pobre de todo, para conquistarnos con la riqueza de su amor.

Se ha manifestado la gracia de Dios.Gracia es sinónimo de belleza. En esta noche, redescubrimos en la belleza del amor de Dios, también nuestra belleza, porque somos los amados de Dios. En el bien y en el mal, en la salud y en la enfermedad, felices o tristes, a sus ojos nos vemos hermosos: no por lo que hacemos sino por lo que somos. Hay en nosotros una belleza indeleble, intangible; una belleza irreprimible que es el núcleo de nuestro ser. Dios nos lo recuerda hoy, tomando con amor nuestra humanidad y haciéndola suya, "desposándose con ella" para siempre.

De hecho, la «gran alegría» anunciada a los pastores esta noche es «para todo el pueblo». En aquellos pastores, que ciertamente no eran santos, también estamos nosotros, con nuestras flaquezas y debilidades. Así como los llamó a ellos, Dios también nos llama a nosotros, porque nos ama. Y, en las noches de la vida, a nosotros como a ellos nos dice: «No temáis» (Lc 2,10). ¡Ánimo, no hay que perder la confianza, no hay que perder la esperanza, no hay que pensar que amar es tiempo perdido! En esta noche, el amor venció al miedo, apareció una nueva esperanza, la luz amable de Dios venció la oscuridad de la arrogancia humana. ¡Humanidad, Dios te ama, se hizo hombre por ti, ya no estás sola!

Queridos hermanos y hermanas: ¿Qué hacer ante esta gracia? Una sola cosa: acoger el don. Antes de ir en busca de Dios, dejémonos buscar por Él, porque Él nos busca primero. No partamos de nuestras capacidades, sino de su gracia, porque Él es Jesús, el Salvador. Pongamos nuestra mirada en el Niño y dejémonos envolver por su ternura. Ya no tendremos más excusas para no dejarnos amar por Él: Lo que sale mal en la vida, lo que no funciona en la Iglesia, lo que no va bien en el mundo ya no será una justificación. Pasará a un segundo plano, porque frente al amor excesivo de Jesús, que es todo mansedumbre y cercanía, no hay excusas. La pregunta que surge en Navidad es: "¿Me dejo amar por Dios? ¿Me abandono a su amor que viene a salvarme?".

Un regalo así, tan grande, merece mucha gratitud. Acoger la gracia es saber agradecer. Pero nuestras vidas a menudo transcurren lejos de la gratitud. Hoy es el día adecuado para acercarse al sagrario, al belén, al pesebre, para agradecer. Acojamos el don que es Jesús, para luego transformarnos en don como Jesús. Convertirse en don es dar sentido a la vida y es la mejor manera de cambiar el mundo: cambiamos nosotros, cambia la Iglesia, cambia la historia cuando comenzamos a no querer cambiar a los otros, sino a nosotros mismos, haciendo de nuestra vida un don.

Jesús nos lo manifiesta esta noche. No cambió la historia constriñendo a alguien o a fuerza de palabras, sino con el don de su vida. No esperó a que fuéramos buenos para amarnos, sino que se dio a nosotros gratuitamente. Tampoco nosotros podemos esperar que el prójimo cambie para hacerle el bien, que la Iglesia sea perfecta para amarla, que los demás nos tengan consideración para servirlos. Empecemos nosotros. Así es como se acoge el don de la gracia. Y la santidad no es sino custodiar esta gratuidad.

Una hermosa leyenda cuenta que, cuando Jesús nació, los pastores corrían hacia la gruta llevando muchos regalos. Cada uno llevaba lo que tenía: unos, el fruto de su trabajo, otros, algo de valor. Pero mientras todos los pastores se esforzaban, con generosidad, en llevar lo mejor, había uno que no tenía nada. Era muy pobre, no tenía nada que ofrecer. Y mientras los demás competían en presentar sus regalos, él se mantenía apartado, con vergüenza. En un determinado momento, san José y la Virgen se vieron en dificultad para recibir todos los regalos, muchos, sobre todo María, que debía tener en brazos al Niño. Entonces, viendo a aquel pastor con las manos vacías, le pidió que se acercara. Y le puso a Jesús en sus manos. El pastor, tomándolo, se dio cuenta de que había recibido lo que no se merecía, que tenía entre sus brazos el regalo más grande de la historia. Se miró las manos, y esas manos que le parecían siempre vacías se habían convertido en la cuna de Dios. Se sintió amado y, superando la vergüenza, comenzó a mostrar a Jesús a los otros, porque no podía sólo quedarse para él el regalo de los regalos.

Querido hermano, querida hermana: Si tus manos te parecen vacías, si ves tu corazón pobre en amor, esta noche es para ti. Se ha manifestado la gracia de Dios para resplandecer en tu vida. Acógela y brillará en ti la luz de la Navidad.

 http://www.vatican.va/content/francesco/es/homilies/2019/documents/papa-francesco_20191224_omelia-natale.html


EL RETABLO DEL MILAGRO DE SAN JOSÉ EN SALAMANCA

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Gracias a Juan Ramajo de la parroquia "El Milagro de San José", les comparto estos datos de interés acerca del encantador retablo de su templo. Tuve el honor de escuchar de labios de su inspirador, el P. Basabe, la motivación inicial de ilustrar que fue un auténtico milagro del santo que suscitó la colaboración "ladrillo a ladrillo".

 

Autor:

La verdad es que recién me entero de que su autor es el gran artista que inmerecidamente nos dio clase de dibujo a los juguetones estudiantes del Instituto "Fray Luis de León" allá por 1970. Don José Luis Núñez Solé, zamorano de  nacimiento (10 de diciembre de 1927), pasa casi toda su vida en Salamanca, donde nacerá su vocación artística. Apoyado por Mariano Benlliure, en 1942 ingresa en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid y en 1951, obtiene una beca del Gobierno francés para trabajar en París.  Núñez Solé se dedica el mundo de las bellas artes, siendo el autor de múltiples esculturas de temática religiosa en Salamanca aunque, como otros tantos artistas, debe compaginar su labor artística con otros trabajos "alimenticios", como la docencia en las ciudades de Salamanca y Valladolid. En esta última ciudad fallece el 23 de diciembre de 1973. El retablo se realizó en 1956 en barro cocido policromado y su tema es el Nacimiento, la Adoración de los pastores y la Epifanía, la universalidad de la Salvación de Dios.

 

A LA LUZ DE LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO

1. Composición viendo el lugar)

La forma de tríptico nos recuerdo a la Contemplación de la Encarnación de los Ejercicios Espirituales "Ansí nuevamente encarnado" [E.E., 109] La Natividad, junto con la Encarnación, es una de las contemplaciones centrales de los Ejercicios Espirituales. "Parió su Hijo primogénito y lo envolvió con paños y lo puso en un pesebre. Llegóse una multitud del exército celestial que decía: gloria sea a Dios en los cielos" [E.E., 264].

2. Oración de petición

"Conocimiento interno del Señor, que por mi se ha hecho hombre, para que más le ame y le siga" [E.E., 104]

3. Míralo viendo sus partes: El Nacimiento, Adoración de los Magos, Adoración de los pastores, Anuncio y fiesta de los ángeles, Dones y ofrendas (Ver las personas)

"El primer punto es ver las personas, es a saber, ver a Nuestra Señora y a Joseph y a la ancilla y al niño Jesú, después de ser nascido, haciéndome yo un pobrecito y esclavito indigno, contemplándolos y sirviéndolos en sus necesidades como si presente me hallase" [E.E., 141]

4. Considera lo que hablan

"El segundo, mirar, advertir y contemplar lo que hablan; y refiriendo en mi mismo, sacar algún provecho" [E.E.,115]

5. Mira lo que hacen
"El tercero, mirar y considerar lo que hacen, así como es el caminar y trabajar, para que el Señor sea nascido en summa pobreza," [E.E.,116]

http://www.milagrosj.es/noticias/127-el-retablo

 

EN AMBIENTE DE NAVIDAD

 

Estamos ante la escena de la natividad, y nos pregunta ¿Cómo ver nuestra experiencia de peregrinación a la luz de este retablo?  Todos miran hacia el centro. Cada uno de los personajes nos va a ir contando su experiencia sin olvidar que en el camino lo importante no es lo que dejas, sino hacia donde caminas.

Reyes:

Salí de mi casa, peregrino en busca de Jesús. Salí de mi tierra y me uní a otros de distintos orígenes, pero con una misma tarea. Lejos queda mi  "otra vida". Aquí traemos nuestra ofrenda, incienso, oro, mirra... y nuestra vida.

Pastores:

Mi vida es la de un caminante permanente, en busca del Salvador, del Liberador. He descubierto que mi esperanza se hace realidad  en un humilde e insignificante niño. Le traigo lo poco que tengo: un pan, vino, un cordero,… y mi vida.

Ángeles:

Somos anuncio de la Buena Noticia: Gloria en el Cielo y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad. San José:

Yo no entiendo mucho lo que está pasando, esta situación me desborda, pero estoy dispuesto a servir.

María:

No tengo otra palabra más que decir: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu Palabra. (Lc. 1,38)

Jesús:

Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida; nadie va al Padre, sino por Mí. (Jn. 14,6)

SÁNCHEZ ADALID, J. La tierra sin mal, 2004. Novela sobre las reducciones guaraníes

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SÁNCHEZ ADALID, J.

La tierra sin mal, Ediciones B.S.A, Barcelona 2004, pp.´575

 

Aunque se escribió en el 2003, no he logrado leerla hasta en la presente Navidad 2019-2020

¡Qué gusto te da el ver coincidir el contenido de una novela histórica con lo que has estudiado en la Universidad, investigado en los archivos, vivido en la tierra que te describen y experimentado en alguno de los relatos!

Es la España del Quijote, la de su siglo de oro, la que se expande por América y el mundo entero, consciente de su grandeza pero herida y presa de sus incoherencias…

Es la Salamanca que celebra la creación de la Clerecía (otrora Colegio Real de los Jesuitas, hoy Universidad Pontificia) y que forja un pensamiento filosófico teológico sólido con la denominada Escuela de Salamanca que nos lega una conciencia crítica en la empresa de  conquista, poblamiento y cristianización de América, hasta cohonestar con la utopía de Moro y que cristalizará en las Reducciones guaraníes.

Es la Sevilla bullanguera, capital de una España globalizada donde se embarcan y desembarcan alimentos, ropas, dineros, personas, ideas, misiones…

Es la Compañía de Jesús, juvenil, vigorosa, que aplica Trento y el Barroco, tradición y modernidad, humanismo y espiritualidad.

Es la paradoja y a veces contradicción de cristianos que por codicia desdicen de su Dios y hasta atentan contra sus representantes. ¿Cómo se llegarán a entender un Tomás Llera, hidalgo extremeño que parte a las Indias en busca de fortuna, y Enrique Madrigal, un misionero utópico que viaja para participar en las reducciones jesuíticas de Paraguay? 

El autor logra hilvanar dos historias paralelas, como dos ilusiones enfrentadas, dos ambiciones distintas: el afán desmedido de riquezas y poder en unas Indias vírgenes y prometedoras, el mundo futuro armónico donde los hombres vivan felices, ajenos al egoísmo y el odio: la tierra sin mal. Me parecen magistrales las descripciones de personas así como de la vida social y cultural como los talleres de los imagineros y las procesiones.

De veras que me ha encantado por la investigación histórica que alienta el relato, la credibilidad de sus personajes tan bien construidos, los ambientes logrados, el equilibrio de las ideas que se postulan, lo entretenido de su trama y hasta los ideales que se inoculan. Enumero sus acápites: La España del siglo XVII, la América española  a comienzos del siglo XVIII, , Sevilla y la flota de Indias, la imaginería sevillana, el Madrid de los Austrias, el real y supremo Consejo de Indias, la sociedad española del siglo XVII, autos sacramentales y corrales de comedias, repartimientos-encomiendas y esclavización de los naturales, Iglesia en Indias y lamento misionero, Salamanca y la posición de sus teólogos en la cuestión de la evangelización pacífica, el viaje a las Indias, la Compañía de Jesús y las reducciones (trabajo, arte, música, danza y teatro),  la utopía, los bandeirantes, final de las Reducciones (pp. 549-570); nota del autor acerca del proceso de investigación y redacción de la novela (pp. 571-57)

 

A partir de ahora la recomendaré en la bibliografía de historia de América, tanto civil como religiosa. A mí me ha servido para lograr conocer mejor la vida cotidiana de este período histórico tan fecundo. 

 

https://delpergaminoalaweb.wordpress.com/2016/03/01/la-tierra-sin-mal/

 

La tierra sin malpublicada en el año 2003, es la cuarta novela del escritor extremeño Jesús Sánchez Adalid.

La trama se desarrolla en los comienzos del siglo XVII, una de los épocas más controvertidas de la historia de España, considerada como el período de la decadencia. Sánchez Adalid construye un fiel retrato de la sociedad española en los tiempos de Felipe III, del fascinante mundo de los viajes a las Indias, de la forma de vida en las colonias, y de las reducciones jesuíticas en el Paraguay.

Los protagonistas de la novela son dos personajes extremeños con intereses muy distintos: Tomás Llera, un hidalgo de Zafra, que parte a las Indias en busca de fortuna; y Enrique Madrigal, un jesuita de Trujillo, que viaja hasta las misiones jesuíticas guaraníes, movido por su vocación misionera, para tratar de proteger a los indios de los abusos cometidos por los conquistadores.

   «Las Indias estaban ahí, en la mente de Enrique, como en la de los viejos aventureros que habían sido elocuentes pregoneros de sus gloriosas épicas. Pero para el joven jesuita esa misteriosa atracción que ejercía la Nueva España no era el encandilamiento del oro, ni la pasión por hacerse un nombre que pasara a las crónicas de Indias; sino la extraña llamada a solventar los desmanes de las décadas precedentes en una diferente empresa, más evangelizadora y civilizadora.»

Nos encontramos ante una novela histórica, muy bien escrita, entretenida y fácil de leer. Una novela que se apoya en un gran trabajo previo de investigación y documentación histórica. Una hermosa novela, que rinde homenaje a la labor de aquellos abnegados religiosos misioneros que, como el jesuita Enrique Madrigal, se entregaron incondicionalmente a la defensa de los indios.

misiones_jesuiticas_oleo

    «–Bueno, padre, hemos llegado. Ahí tiene Loreto –dijo el sargento.
   Enrique descabalgó y contempló emocionado la misión desde un altozano. Loreto estaba ubicada en un magnífico lugar de la ribera del río Paranapané, cerca de donde éste confluía con el Pirapó, de menos caudal. Ambos ríos eran muy ricos en pescados. En sus orillas tenían los indios sus sementeras, muy frondosas por la tierra fértil, dejando la isla que se formaba entre los dos caudales para el ganado que pastaba libremente, muy tranquilo y orondo.
   Reinaba una calma especial a esa hora. La iglesia, de aspecto robusto, se alzaba al final de una plaza por donde transitaba la gente: niños, labradores a lomos de pequeños asnos, mujeres de paso sosegado hacia la iglesia, algún perro… Las construcciones que rodeaban la plaza principal tenían soportales sujetos por estructuras de madera muy bien dispuestas. Las casas se alineaban en un clásico plano en damero, con calles rectas que se cruzaban y un orden preciso que casi daba la sensación de pertenecer a un campamento militar. El conjunto era agradable a la vista, con sus árboles en las traseras, cuadras con cerdos, aves de corral subiéndose a los palos de los gallineros para dormir y, delante de las casas, un ir y venir de indios, vestidos de manera semejante, con aperos de labranza en las manos o descansando ya sentados junto a las puertas, conversando amigablemente.»

 SINOPSIS

La tierra sin mal narra las aventuras de dos hombres totalmente opuestos: Tomás Llera, un hidalgo extremeño que parte a las Indias en busca de fortuna, y Enrique Madrigal, un misionero utópico que viaja para participar en las reducciones jesuíticas de Paraguay. Es la historia de dos ilusiones enfrentadas, de dos ambiciones distintas: Llera sintetiza el afán desmedido de riquezas y poder en unas Indias muy prometedoras; Enrique confía en un mundo futuro armónico donde los hombres vivan felices, ajenos al egoísmo y el mal.

Desde la Sevilla de los marineros y los truhanes, de las cofradías de Semana Santa y las imágenes del Barroco, pasando por el Madrid de los Austrias, la Salamanca universitaria, la Castilla eterna y sobria, y los concurridos puertos canarios, el itinerario de ambos protagonistas se adentra en el Atlántico de los grandes viajes de ultramar, con escalas en Bahía, Río de Janeiro y Sâo Paulo hasta alcanzar el Paraguay selvático. Allí, la historia discurre por los agrestes parajes del Guairá, la ciudad colonial de Asunción y las misiones jesuíticas en las que los indios guaraníes buscan refugio de los bandeirantes, traficantes de esclavos portugueses que no desean perder su poder.

Jesús Sánchez Adalid transmite con maestría esa tensión constante de intereses y fuerzas que augura un desenlace fatal. Sin embargo, a lo largo de toda la novela subyace el sueño esperanzado de un mundo mejor expresado en el Yvimaranéÿ, la Tierra sin Mal, mito ancestral de los guaraníes que habla de una nueva y pacífica tierra en la que los hombres alcanzarán por fin sus anhelos.

 

JESÚS SÁNCHEZ ADALID

Jesús Sánchez Adalid (1962) nació en Villanueva de la Serena (Badajoz). Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó los cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Además, es licenciado en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca. Es profesor de Ética en el Centro Universitario Santa Ana de Almendralejo.

Su amplia obra literaria ha conectado con multitud de lectores, gracias a la veracidad de sus argumentos y a la originalidad de sus descripciones, sustentadas en una profunda documentación. El escritor de novelas históricas, ha afirmado Sánchez Adalid, «debe realizar siempre un gran trabajo previo que servirá de marco honesto y real a su obra, a la vez que le facilitará la inspiración.»

En la justificación final de su novela, Félix de Lusitania, ha expresado que «los escritores que hemos optado por la novela histórica no pretendemos hacer Historia; sólo nos mueve un afán literario, pero son la Historia, la Arqueología y las Humanidades en general, nuestra fuente de inspiración. En mi caso desearía, eso sí, servir humildemente al lector para facilitarle un "viaje al pasado" en esta "máquina del tiempo" de tan fácil manejo que es el libro».

Sus novelas constituyen una permanente reflexión acerca de las relaciones humanas, la libertad individual, el amor, el poder y la búsqueda de la verdad.

La obra de Sánchez Adalid se ha convertido en un símbolo de acuerdo y armonía entre los pueblos, religiones y razas, algo especialmente necesario en un mundo desgarrado por la intolerancia y el fanatismo.

El autor extremeño ha afirmado en alguna ocasión que no escribe para escritores ni para críticos. Escribe para que se le lea, por eso procura que sus relatos sean entretenidos. «Escribo lo que a mí me gustaría leer y creo que por eso conecto con muchos lectores. En el fondo no somos tan distintos».

Ha publicado con gran éxito La luz del OrienteEl morázabe, Félix de Lusitania, La tierra sin mal, El cautivo, La Sublime Puerta, El caballero de AlcántaraLos milagros del vinoGaleónEl camino morázabe, Treinta doblones de oroY de repente, Teresa La mediadorauna novela que ha sido la ganadora del Premio Abogados de novela 2015 y en la que Jesús Sánchez Adalid aborda un tema de actualidad. Es también autor de Tras los pasos del abate viajero, una obra de encargo institucional que fue presentada en 2014.

En 2007 ganó el premio Fernando Lara por su novela El alma de la ciudad; en 2012 el premio Alfonso X el Sabio de Novela Histórica por Alcazaba; en 2013 el premio Internacional de Novela Histórica de Zaragoza por el conjunto de sus obra; el premio Diálogo de Culturas y el premio Hispanidad. En 2014 su novela Treinta doblones de oro recibió el premio Troa Libros con Valores.

En Extremadura ha sido distinguido con la Medalla de Extremadura y el premio Extremeños de Hoy.

Sánchez Adalid ha colaborado en Radio Nacional, en el diario Hoy y en revistas Historia National Geografic y Vida nueva. Actualmente colabora con Canal Historia (The History Channel), Volcán Producciones y Zebra Producciones.

FRAGMENTOS DE LA NOVELA 

 «El palacio de los duques de Feria era una sólida fortificación adosada a la muralla de Zafra. A pesar del aspecto exterior, con robustas torres y austeros muros, que le daba el aire de un impenetrable alcázar, el interior de la imponente mole de piedras era un refinadísimo edificio que se disponía alrededor de un elegante patio revestido con mármoles, en cuyo centro resplandecía una hermosa fuente esculpida también en mármol que borboteaba resonando alegre en las galerías. El resto de la residencia estaba dispuesto en terrazas, a las que se accedía por un intrincado sistema de corredores abovedados.»

   «–Es la creencia en la Tierra sin Mal la más hermosa esperanza de estas criaturas –refirió el padre González– . Desde sus más lejanos ancestros, creen ellos que los hombres podrán llegar un día a un lugar, una especie de paraíso; el más deslumbrante de los espacios que el hombre puede soñar. Es ése el sitio de la eterna juventud; donde no se muere y reina la abundancia. El maíz crece sin ser cultivado, las flechas cazan solas y el hombre es liberado allí de la obligación del trabajo.

   –¿Es pues el cielo? –preguntó Enrique–. ¿La gloria de la que hablan las escrituras?

  –No exactamente –respondió el padre González–. Es para el guaraní un lugar concreto, real, que se ubica hacia el este, en la dirección de donde viene el sol, la luz. Por eso la búsqueda de la Tierra sin Mal es para ellos lo principal. Estos indios, antes de la conquista, vagaban por las selvas en un éxodo constante, subyugados por la convicción de encontrar un día sus idílico paraíso. Este afán los hacía recorrer incansablemente la tierra en busca del bien absoluto y les llevaba a seguir ciegamente a quienquiera que invocase conocer a Dios.»

 

 

Marcelino Legido, por Carlos Díaz

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Marcelino Legido Carlos Díaz

 

Colección Sinergia. Serie verde, nº 59, 2018
Fundación E. Mounier, Madrid, pp.85

La confesión del autor –Carlos Díaz- sobre su biografiado –P. Marcelino Legido- no puede ser más clara y contundente: "Marcelino Legido ha significado todo para mí; puedo asegurar sin el menor género de dudas que mis dos maestros en esta tierra han sido E. Mounier y él. Cuando el primero murió yo tenía menos cinco años, y al morir el segundo tenía setenta y dos. Siguen siendo dos influencias capitales, y lo serán hasta mi último aliento. Un niño de 17 años descubre a un ángel que le toma en sus almas, le enseña a leer las primeras letras de filosofía bajo una buhardilla en la Universidad de Salamanca a la sombra de don Miguel de Unamuno, y queda tocado ya en este primer vuelo uncial" (p.35).

Desde este inmenso cariño en menos de cien páginas -85- nos da la quintaesencia de su vida en tres artículos: "Esbozo biográfico" (pp.9-34) en el que se nos da cuenta de los hitos más destacados de su vida, "Traición de los obreros trans-terrados, traición de los campesinos en-terrados y traición de la institución errada" (pp.35-52), penetrando en el hondón del alma de este superdotado filósofo sacerdote comprometido con los emigrantes españoles en Alemania o los labradores de Cubo don Sancho (Salamanca), siempre en comunión con Dios y con sus pobres; por último, la tercera parte "Marcelino Legido y la filosofía española" (pp.53-85) nos brinda el contexto y pone en vitrina su tarea filosófica.  

Como subraya la contraportada del libro "la obra de Marcelino Legido permanece agotada o no adecuadamente reeditada, y desde luego en su mayor parte inédita, pero sobre todo carece de comentarios, algo sorprendente si tenemos en cuenta que Marcelino Legido, recientemente fallecido, ha sido un guía espiritual para la generación más despierta y ávida del seguimiento de Jesucristo en su más honda radicalidad. El presente estudio es tan sólo una de las primeras publicaciones respecto de su emocionante y bella hondura mística, al que ojalá sigan muchos otros, precisamente en estos tiempos oscuros en que la política ha sustituido a la mística".

Gracias, Carlos, por volvernos a obsequiar con lo mejor de ti que aquí es tu maestro, padre y hermano Marcelino. 

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