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SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA, IV CENTENARIO DE SU BEATIFICACIÓN

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El P. Javier Campos, OSA, que tanto y tan bien ha escrito sobre Santo Tomás de Villanueva nos ha convocado para una publicación.

https://www.rcumariacristina.com/wp-content/uploads/2016/01/simposium_18-240x300.jpg

Estamos celebrando el 400 aniversario de la Beatificación de fray Tomás de Villanueva (1486-1555), agustino y arzobispo de Valencia (Paulo V, 7 de octubre de 1618).

El pasado 25 de noviembre del 2017 se conmemoró el 500 aniversario de su profesión religiosa en el convento de San Agustín de Salamanca. Muchos saben que hace poco la Santa Sede ha aceptado la petición del episcopado español, algunos prelados hispanoamericanos y la Federación de Agustinos Españoles, para que se declare a Santo Tomás de Villanueva Doctor de la Iglesia. La Congregación para la Doctrina de la Fe ha comenzado a estudiar los escritos del santo dando curso a la petición.

El Cardenal Antonio Cañizares, valenciano y cardenal-arzobispo en Valencia, no pierde ocasión de ponderar su gran magisterio y santidad, impulsando su doctorado

https://www.aciprensa.com/noticias/cardenal-destaca-importancia-singular-de-santo-tomas-de-villanueva-45663

Para familiarizarnos con el santo que vivió en mi tierra de Salamanca les comparto un resumen del P. Javier Campos, OSA en http://agustinosmadrid.com/conocernos/orden-de-san-agustin/galeria-de-retratos/santo-tomas-de-villanueva-1486-1555/ y por otra, el estupendo libro del también agustino P. Ángel Peña, OAR

Santo Tomás de Villanueva (1486-1555)

Fuenllana (Ciudad Real), 1486-Valencia, 8-IX-1555. Universitario, Agustino y Arzobispo de Valencia.

Familia y formación

Hijo primogénito de Tomás García y Lucía Martínez de Castellanos, hidalgos de Villanueva de los Infantes, partido y vicaría del Campo de Montiel, provincia de La Mancha, en la corona de Castilla, donde la familia tenía una posición económica desahogada, permitiendo a algunos de sus miembros estar vinculados con las Órdenes Militares y dedicarse al gobierno municipal; fueron cinco hermanos. Por una epidemia de peste su madre se marchó a la villa próxima de Fuenllana, de la que procedía, hasta dar a luz y que cesase el peligro y la angustia que ocasionaba ese mal; poco tiempo después regresó a Villanueva, en la que transcurrió su infancia.

De su madre aprendió las virtudes domésticas, a nombrar a la Virgen María y a llevarla en su corazón, como demostrará el resto de su vida; de su padre adquirió la misericordia para con los necesitados. La caridad como justicia, pero también como limosna y como entrega personal al necesitado, fue práctica y dedicación constante. La puerta de su casa solariega siempre estuvo abierta -aún antes de llamar- para socorrer a los necesitados; siendo muy niño volvió a casa varias veces vestido de harapos porque su ropa la había entregado a los pobres; otro día, estando sólo en casa, ante la petición angustiosa de unos necesitados, y no teniendo nada que ofrecerles, fue entregando, uno a uno, los pollos que había en el corral.

Recibió las primeras letras en su pueblo en el recién fundado convento de San Francisco, donde su madre -y posteriormente él mismo siendo arzobispo- creó una obra pía y allí se erigió el panteón familiar; también debió realizar allí los estudios iniciales de latinidad y principios de lógica, hasta que con 15 ó 16 años se trasladó a Alcalá (1501 ó 1502) donde cursó el ciclo de humanidades. En la recién fundada Universidad cisneriana estudió Artes, graduándose de Bachiller en 1508, pocas semanas antes de que se inaugurase el Colegio Mayor de San Ildefonso (1508), en el que pocos días después ingresa para completar su formación curricular: Maestro, en 1509, y Catedrático, en 1512.

Agustino

Refieren muchos testigos y biógrafos que la Universidad de Salamanca le ofreció una cátedra pero, descubriendo que Dios le quería en otros claustros, el 21-XI-1516 tomó el hábito en el convento de San Agustín de la ciudad del Tormes, día de Ntra. Sra. de la Presentación, profesando el día 25-XI-1517, pocos días después de que su hermano Fray Martín Lutero clavara las 95 tesis en la puerta de la capilla de la Universidad de Wittenberg, comenzando una curiosa existencia en paralelo estos dos agustinos, súbditos del César Carlos.

En diciembre de 1518 es ordenado sacerdote, celebrando su primera misa el día de Navidad (Ntra. Sra. del Parto); a partir del año siguiente comenzará su vida pública de servicio a la Iglesia y a la Orden de San Agustín, ostentando los cargos de prior de Salamanca (1519 y 1523), visitador provincial (1525), prior de Burgos (1531), primer superior Provincial de la provincia de Andalucía (1526), y posteriormente de Castilla (1534), revisor nacional de bibliotecas conventuales (1536); parece ser que renunció al arzobispado de Granada y, en virtud de santa obediencia, acepta el de Valencia, el 5-VII-1544 (Ntra. Sra. de las Nieves).

Como religioso destacó por la humildad y la obediencia con las que aceptó las misiones y trabajos que le encargaban los superiores; posteriormente fue ejemplar por su actitud de servicio con la que ejerció la autoridad, recordando el mandato de la Regla de San Agustín de vivir "no como siervos bajo la ley, sino como seres libres dirigidos por la gracia" (cap. VIII, 48). Es conocido por su amor a la Virgen, como demuestran sus escritos, y por la piedad de sus predicaciones; fueron famosos los sermones predicados en la catedral de Salamanca en la cuaresma de 1521. Cuando se autoriza a los agustinos a fundar el convento de Madrid -San Felipe el Real, 1544- es con la condición de que Fray Tomás de Villanueva resida en él o venga a predicar todas las cuaresmas; el propio emperador y la emperatriz acudían en Valladolid a escucharle, aceptando que el santo no les recibiese porque antes era prepararse para exponer con dignidad y con unción la palabra de Dios. Como superior provincial se ocupó porque los religiosos viviesen el precepto máximo de la Regla agustiniana: "Y lo primero para lo que os habéis reunido en comunidad es para vivir unánimes teniendo una sola alma y un sólo corazón en Dios" (cap. I, 3); fomentó con especial interés el espíritu misionero, propiciando el envío de religiosos a los territorios americanos para difundir la luz del Evangelio.

Arzobispo de Valencia

La diócesis de Valencia para la que fue nombrado pastor en 1544 era una sede amplia, compleja y con problemas estructurales: tenía una enorme población morisca, mal integrada, peor convertida y en muchos casos explotada por miembros de la nobleza como trabajadores agrícolas; la reiterada ausencia de los anteriores prelados, había ocasionado un vacío de autoridad, dejando a la comunidad cristiana sin pastor que la guiase, sin padre que la guardase, sin voz que les animase, sin luz que les iluminase; el relajado ambiente moral del clero era un fenómeno habitual y extendido; la falta de un centro donde los jóvenes aspirantes al sacerdocio se formasen humana, cultural y espiritualmente, hacía que los niveles de estos futuros ministros no alcanzasen la cota mínima que cabía esperar para que pudiesen cumplir con dignidad la misión a ellos confiada…

Con humildad, oración y penitencia, cambiará el rostro de aquella comunidad a él encomendada; calladamente, con constancia y dedicación, irá rigiendo, enseñando y santificando. Gritará en sus sermones por la convocatoria de un concilio que reforme a la Iglesia universal, en la cabeza y en los miembros, y verá con gozo la convocatoria de Trento; también anticipándose a la creación de los Seminarios conciliares fundaría el Colegio de la Presentación (1550), donde se recogía el espíritu universitario alcalaíno que había vivido en su juventud añadiéndole el ideal de vida evangélica que debe animar a todo apóstol de Cristo. Para tener un conocimiento real de la archidiócesis valenciana, nada más llegar realizó una minuciosa visita pastoral (1545), y acto seguido convocó un Sínodo provincial (1548), para poner a la Iglesia de Valencia en sintonía con el espíritu de Dios, que llena el corazón de los hombres, insistiendo en la práctica sacramental, que vigoriza a los miembros de la comunidad cristiana, y reafirmando la disciplina eclesiástica que ordena y da cohesión a la diversidad de miembros de la Iglesia militante.

En momentos donde se quería controlar a la jerarquía eclesiástica por la fuerza moral que tenía ante el pueblo defendió la inmunidad de la Iglesia frente a las intromisión del poder civil al que se tuvo que enfrentar en situaciones delicadas; especialmente grave fue el choque con el Gobernador y sus colaboradores, en 1548-1549, al que excomulgó y puso la "cessatio a divinis" en todas las iglesias de Valencia. Con igual justicia corrigió -y castigó- a los clérigos, buscando el arrepentimiento espontáneo que sanaba más eficazmente el miembro enfermo.

Amor a los pobres

Mantuvo una especial predilección por los pobres, las huérfanas y los niños abandonados, especialmente estos últimos, que por su desvalimiento no podían sobrevivir y ser criados con dignidad, llegando a tener habitualmente más de medio centenar, que alimentaba, vestía y educaba; los primeros de mes visitaba las dependencias donde se criaban y a las amas que los cuidaban, interesándose por su desarrollo y salud.

Se consideró administrador de los bienes de ellos, a los que, por justicia, debían volver; esta actitud le llevó a vigilar con especial cuidado los gastos del arzobispado, pensando que todo los que no fuese estrictamente necesario era un robo que se hacía a los pobres. Daba sin humillar, corregía sin ofender, enseñaba sin herir. Anualmente entregaba en limosnas casi las tres cuartas partes de las rentas del arzobispado. La austeridad de costumbres, en su persona y en el palacio arzobispal, la sencillez del vestido, la frugalidad de la mesa, la humildad del ajuar, lo reducido del servicio, la piedad de vida, la mansedumbre en el trato… Son muchas las noticias que nos han llegado de su sobriedad de vida y del ejemplo que daba a los que le conocieron y trataron. Procuró ayudar económicamente a los padres de familia en paro para que ejerciesen el oficio que conocían, estimulándose en salir adelante con su trabajo y no se acostumbrasen a vivir con la limosna que recibiesen. Con su limosnero y dos criados solía salir semanalmente para ver y atender a los enfermos necesitados de las parroquias, pagando un boticario, un cirujano y dos médicos; también entregaba personalmente limosna a los pobres una vez a la semana; las puertas del palacio se abrían todos los días para dar un plato de comida caliente a los necesitados, y una moneda, llegando algunas veces a ser más de cuatrocientos.

Predicador

Oraba y estudiaba; sus sermones han quedado como ejemplo de buena catequesis -por la concisión en el mensaje, la sencillez en la exposición, y la unción religiosa del contenido-, basados en la Sagrada Escritura y en los Santos Padres, especialmente San Agustín, del que siempre se esforzó por ser reflejo de su luz, eco de su voz, discípulo de su pensamiento y heredero de sus ideales. Posteriormente serán también elogiados como piezas de calidad literaria. De intensa vida espiritual y profundo amor mariano, la Virgen María marcó los momentos principales de su vida, y a ella están dedicadas el mayor número de sus "Conciones".

Muerte y canonización

El Cristo de su oratorio fue el amigo íntimo al que confiaba el gobierno de la diócesis y del que sacaba ejemplo y fuerzas para cumplir con su misión; esa imagen será la que le anuncie la inminente muerte para el día de la Natividad de María. Se apresuró a ponerse a bien con los pobres, que era la forma de poder justificarse ante Dios de una correcta administración de los bienes; dejó pagado el sustento de un año y el salario de las amas de cría de los niños abandonados; ordenó al tesorero y al limosnero del arzobispado que entregasen urgentemente a los pobres todo el numerario que hubiese en las arcas del arzobispado, ya que deseaba morir sin poseer nada; después fue repartiendo las pertenencias de su casa y, en un último gesto de desprendimiento, entregó la cama en la que estaba a un criado, pidiéndosela prestada para morir, como ocurrió el día 8 de septiembre de 1555. Fue beatificado por Pablo V, el 7-X-1618, y canonizado por Alejandro VII, el 1-XI-1658, organizándose en muchas ciudades de España e Hispanoamérica importantes celebraciones conmemorativas según el modelo de fiesta barroca.

La figura de Fray Tomás de Villanueva pronto se popularizó y fue aclamado como "Padre de los Pobres"; así lo fijó la iconografía basándose en la imagen que se mostró en Roma en el tapiz de la basílica de San Pedro el día de su canonización: vestido de agustino y con los atributos pontificales de su oficio -capa pluvial, palio, báculo y mitra-, con una bolsa en la mano y entregando unas monedas a los pobres. De esta forma lo encontramos en la serie de lienzos que Murillo pinta para el convento de agustinos y de capuchinos de Sevilla, hoy repartidos por los museos de Sevilla, Munich, Cincinnati, Estrasburgo, Los Ángeles, Londres y Florida. Los grandes maestros del Barroco difundirán esa imagen de Santo Tomás por importantes ciudades del mundo; existen lienzos de Carreño, Cerezo, Juan de Juanes, Maella, Fancelli, Coello, Zurbarán, Ribalta, y lo mismo harán los escultores y grabadores.

La devoción a Santo Tomás de Villanueva arraigó pronto en muchas partes del mundo y bajo su advocación se han puesto muy diversas instituciones: la Congregación de Religiosas de Santo Tomás de Villanueva, de Mons. Le Proust (Francia), cofradías y hermandades de caridad, la parroquia de Castelgandolfo (Italia), el Hospital General de Panamá, la Universidad de La Habana (Cuba), St. Thomas University (Miami, Florida), Villanova University (Pensilvania), alguna de ellas regentada por comunidades de agustinos, quienes proclamaron a Santo Tomás como patrón de los estudios de la Orden, proponiéndolo como modelo: por el estudio se llega a Dios y una vez que se posee a Dios hay que tornar a la sociedad para mostrarlo, en el lugar donde se viva. Y este camino se enriquece y afianza con la oración, la sobriedad de vida y la austeridad de costumbres.

Mensaje para hoy

Hay en la época de Santo Tomás unas situaciones cuyas raíces no son tan ajenas a nosotros, ni sus motivaciones están tan distantes de nuestros problemas, aunque las formas, el espacio y las soluciones sean diferentes.

Sin embargo, cuando nos encontramos con el problema de la pobreza y la solidaridad como respuesta de justicia al desigual reparto de los bienes; cuando experimentamos que la oración es el camino directo para la contemplación de Dios; cuando vemos la preocupación que tuvo por la formación humana, intelectual y moral de los sacerdotes, como vía segura para mejorar su imagen y su misión pastoral; cuando escoge la predicación y la catequesis como formas de evangelizar al pueblo; cuando descubrimos que el servicio a la Iglesia diocesana fue su primera tarea y ocupación de obispo; cuando leemos en sus obras que la vocación a la santidad es una invitación que hace Dios a todos los bautizados; cuando aceptamos que la Iglesia necesita renovarse porque su misión es preparar los caminos del Señor y acercar a las gentes al Dios que salva y libera… Y todo ello, hecho por amor y desde el amor.

Cuando comprobamos esto, y lo vemos vivido por Santo Tomás de Villanueva, en la primera mitad del siglo XVI, comprendemos por qué su figura y su mensaje son actuales.

JAVIER CAMPOS, OSA

 http://www.libroscatolicos.org/index2.htm

Santo Tomás de Villanueva P. ÁNGEL PEÑA O.A.R.

SANTO  TOMÁS  DE  VILLANUEVA

LIMOSNERO  DE  DIOS

INTRODUCCIÓN

Santo Tomás de Villanueva fue un santo agustino del siglo XV-XVI a quien Dios regaló muchos carismas y dones sobrenaturales, pero lo que más lo distinguió fue su amor a los pobres. Ellos eran parte de su familia y, siendo arzobispo de Valencia, todas las rentas del arzobispado, exceptuando una parte para pagar a los empleados o para su sustento, las empleaba principalmente en ayudar a los pobres. Decía que las rentas del arzobispado eran sagradas, porque eran de los pobres. Por eso, al morir, no quiso dejar nada propio y mandó dar a los pobres hasta el último céntimo, y todos los muebles, incluida la cama en que estaba muriendo.

Fue una persona eminente con grandes dotes intelectuales, profesor de la universidad de Alcalá e invitado como       profesor a la universidad de Salamanca.

Como religioso ocupó altos cargos, siendo dos veces Provincial. Era muy estimado del general de la Orden y del emperador Carlos V, de quien era predicador y consejero especial.

Como arzobispo de Valencia, no sólo fue el padre de todos los pobres, sino también de los clérigos, a quienes corregía con amabilidad. Fundó el Colegio de la Presentación para la formación de sacerdotes, salidos de familias humildes. También fundó una especie de Hospicio para los niños abandonados y organizó un Sínodo para la reforma de las costumbres.

Al morir, todos, ricos y pobres, lo lloraron, sintiendo que habían perdido a un verdadero padre, pues para todos tenía palabras de consejo y a todos amaba, preocupado por la salvación de sus almas.

Sus grandes milagros en vida y después de su muerte hicieron de su tumba un lugar de peregrinación y todos lo invocaban como a un santo, incluso antes de ser beatificado. Que él nos conceda amar al Señor con todo nuestro corazón y nos estimule a seguirlo por el camino de la santidad.

 

 

ÍNDICE GENERAL

 

 

INTRODUCCIÓN

 

Situación social.  

Sus biógrafos.

Sus padres. Su infancia.

Alcalá de Henares.

Religioso y sacerdote.

Cargos en la Orden.

Dones extraordinarios

Arzobispo de Valencia.

Padre de los pobres.

Padre de los niños abandonados.

Espíritu de pobreza.

Corrección fraterna.

Dones extraordinarios a) Profecía

b) Bilocación  c) Don de consejo

d) Poder contra los demonios

e) Éxtasis f) Milagros en vida

Última enfermedad y muerte

Apariciones. Milagros después de su muerte

Beatificación y canonización 

Sus obras. Sus restos. Reflexiones

 

CONCLUSIÓN

CONCLUSIÓN

 

Después de haber leído la vida de santo Tomás de Villanueva, podemos decir que fue un santo extraordinario, en cuya vida resplandeció de modo especial el aspecto divino de la caridad. Por eso, le han llamado siempre el limosnero de Dios. Y se le acostumbra a representar dando limosna a los pobres.

 

Pocos santos hay en los que resplandezca de un modo tan brillante este aspecto de la caridad cristiana especialmente con los pobres.

 

Por otra parte, su amor a Jesús Eucaristía le hacía quedarse arrobado muchas veces durante la celebración eucarística. También se distinguió por su amor a María y decía con emoción que las principales fechas de su vida habían tenido lugar en fiestas marianas.

 

Su vida ha iluminado muchas conciencias a los largo de los siglos, ojalá que nosotros también seamos iluminados con su luz para seguir a Cristo con todo el corazón, a tiempo completo y para siempre.

 BIBLIOGRAFÍA

 

 

 

 


Señor Crucificado del Rímac

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Señor Crucificado del Rímac

 

Síntesis: Su historia se remonta al año de 1850, cuando el niño del barrio de Limoncillo, Pedro Salazar Quezada, encontró casualmente a orilla de una acequia de aquel lugar un rollo que resultó ser un lienzo al óleo con la imagen de Cristo Crucificado, asistido por la Virgen de los Dolores y Santa María Magdalena. Se conserva y venera en el altar mayor de la iglesia de Santa Liberata, en la Alameda de los Descalzos, cerca del Paseo de Aguas en el distrito limeño del Rímac. Recorre en solemne procesión las calles del distrito la Víspera del Domingo de Ramos y el Viernes Santo. La Hermandad del Señor Crucificado del Rímac fue reconocida canónicamente el 21 de junio de 1883.

 

¿Cómo nació y se propagó la devoción por el Señor Crucificado del Rímac?

 

Era el 2 de febrero de 1850, cuando en circunstancias que se encontraba un niño del vecindario del Barrio del Limoncillo, tratando de dar caza a una mariposa, vio dentro de un hoyo en las orillas del acequión que por allí corría, un pequeño rollo; su curiosidad lo llevó a tomarlo y cual no sería su sorpresa al extenderlo y ver que era un pequeño lienzo al óleo de la Imagen de Cristo Crucificado, la Santísima Virgen de los Dolores y Santa María Magdalena.

 

Pedro Salazar y Quesada, que así se llamaba el niño, de inmediato llevó el hallazgo a su casa del Solar llamado de Lipe o Lipa, entregándolo a su señora madre, quien caída de rodillas no salía de su admiración por la belleza de las imágenes; enterados los vecinos se sumaron a la contemplación que contagiaba a todos los que se detenían a verlas.  (Con el correr del tiempo, aquel niño fue el primer Mayordomo de la Hermandad del Señor Crucificado del Rímac).

 

El fervor religioso de estas gentes sencillas consideró un milagro el hallazgo de la imagen por lo cual en acción de gracias acordaron rendirle culto bajo la advocación de "Señor de Lipa", primero; y luego de "Señor de los Milagros" por su similitud con el de las Nazarenas.  También acordaron celebrar anualmente la fecha del hallazgo.

 

El año de 1863, Su Ilustrísima José Sebastián de Goyeneche y Barreda, Arzobispo de Lima, dispone que la Imagen sea conocida como el "Señor Crucificado del Rímac"; se constituya la Asociación Piadosa de su nombre y que la Pequeña Imagen hallada, sea trasladada a la Iglesia de Santa Liberata, ya que hasta aquel entonces era venerada en el Solar de Lipa.  Con el natural alborozo de los vecinos y devotos hizo su triunfal ingreso a Santa Liberata en el mes de octubre del mismo año.  Debe dejarse constancia, en honor a la verdad histórica, que el lienzo original hallado por el niño Pedro Salazar, es el mismo que en estos días se venera en el Altar Mayor de la Iglesia de Santa Liberata.  El 21 de marzo de 1876, el Arzobispo concedió "La debida Licencia para que se saque la Procesión del Señor Crucificado del Rímac, en las fechas de sus Festividades".

 

Al término de la celebración de la Festividad del año 1923; el martes 3 de abril al medio día, una infausta noticia circula por todo Abajo el Puente y sube hacia la Capital.  En horas de la mañana un voraz incendio ha destruido totalmente las Andas e Imágenes del Señor Crucificado y de Nuestra Señora del Carmen pese a los esfuerzos desplegados para salvarlas.  Luego de la natural tribulación que hace presa de la feligresía, se abre paso el ferviente deseo de reparar el daño para que el Culto del Señor sobreviva.

 

El Arzobispo de Lima, Monseñor Lissón, acogiendo el clamor público decretó la formación de una Comisión Pro-Andas y a contratar la nueva pintura de las Saradas Imágenes, que fueron encargadas a artistas de renombre, como el imaginero Epifanio Alvarez, que hizo la reproducción del óleo del Señor.

 

Hace más de 50 años (precisamente el 28 de setiembre de 1923) fueron bendecidas en la Iglesia de Santa Liberata, las nuevas andas de madera e Imágenes de Señor y de Nuestra Señora del Carmen, que desde entonces recorren cada año las calles del Distrito del Rímac.

 

Hay que señalar además, que el Señor Crucificado del Rímac ha sido declarado Patrón del Distrito, el 15 de enero de 1940.  Asimismo, la Guardia Republicana lo declaró su Santo Patrón, al igual que la Compañía de Bomberos "Rímac" N° 8.

 

En la Cervecería Backus y Johnston, principal centro industrial del Distrito, son muchos los miembros de su personal, que no sólo son fervientes devotos, sino también miembros de la Hermandad del Señor Crucificado del Rímac.

 

La Iglesia de Santa Liberata

Pocas Iglesias, sin duda, pueden preciarse de tan rico historial, como la de Santa Liberata del Rímac, levantada por el fervor popular en 1713.

 

La Iglesia de Santa Liberata fue llamada así en devoto homenaje a la Virgen y Mártir del mismo nombre que se venera en España.

 

Su Altar Mayor se levanta precisamente sobre el hoyo en que fueron halladas 150 Sagradas Formas (hostias consagradas) en 1711.

 

El robo sacrílego del Copón de oro que contenía el Cuerpo del Señor, consagrado en las hostias, conmovió hondamente el sentimiento no sólo de Lima sino de todo el Perú virreinal.

 

Cuenta la historia que el 31 de enero de 1711 (hace de esto más de dos siglos y medio) la autoridad eclesiástica dio a conocer en un Decreto, que se había producido el robo sacrílego de la Iglesia del Sagrario.

 

Con el anuncio se dispuso que se cerrasen todas las Iglesias de Lima y Balnearios, quedando suspendida la administración de los Sacramentos, hasta que fueran recuperadas las Santísimas Formas.  Las puertas de la Catedral y el Sagrario fueron cerradas y enlutadas.

 

El malestar del pueblo era tan grande como su fervor religioso.

 

La noticia de que el ladrón sacrílego había sido capturado, cundió por todos los rincones de la ciudad.  Se sabía que había tratado de vender el Copón de oro tras de deformarlo para no llamar la atención.  Sin embargo, temeroso tal vez de la reacción popular, el ladrón no revelaba donde había escondido las hostias consagradas.

 

Finalmente y ante la presión de las autoridades, el ladrón (cuya identidad nunca fue precisada) admitió haber enterrado las hostias cerca de un matorral donde se encuentra la Alameda de los Descalzos.

 

Un niño, Tomás Moya, que presenciaba la búsqueda identificó al ladrón.  "Yo vi a ese señor el otro día -reveló Moya- que estaba escarbando la tierra junto a aquel árbol y para que yo no viese lo que él hacía me arrojó piedras y me hizo huir..."

 

Realizada la excavación junto al árbol indicado fueron halladas las Divinas Hostias en medio del júbilo general.

 

Se comprobó que, milagrosamente, pese a que en el hoyo había agua y barro, las Sagradas Formas aparecían blanquísimas en su envoltorio de papel.  Todos los que presenciaron el acto cayeron de rodillas en adoración al Santísimo.

 

Las autoridades destacaron varios guardias para cuidar el hoyo donde se produjo el hallazgo.

 

Se organizó entonces una imponente procesión encabezada por el Reverendo Padre Fray Alonso Mesías, quien llevaba el Santísimo bajo palio, mientras en fuentes de plata se llevaban la tierra húmeda, yerbas y agua de la zona donde fueron halladas las Santísimas Formas.

 

Las campanas de los templos repicaron durante tres días en señal de júbilo y el Arzobispo de Lima y Obispo de Quito estableció como desagravio, una visita diaria al hoyo donde fueron halladas las Sagradas Formas.

 

Dos años después de aquel memorable suceso, fue levantada en 1713 la Iglesia de Santa Liberata, consagrada Monumento Histórico y que fuera reconstruida a raíz de los daños sufridos en el terremoto de 1940.

 

http://www.hscr.com.pe/pages/senorcrucificado.aspx

8r K!

Historiadora Irma Barriga presentó la figura de San José en la devoción del Perú virreinal

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Historiadora Irma Barriga presentó la figura de San José en la devoción del Perú virreinal

 

Tuvo lugar en el marco de los encuentros CONVICTORIO 2021, el pasado lunes, 19 de marzo, fiesta de San José.

La ponente es magister en Historia por la Pontificia Universidad Católica del Perú, y docente en la Maestría de Historia del Arte y Curaduría de la misma universidad, así como miembro ordinario del Instituto Riva Agüero, así como artículos en diversas revistas y libros. Sus investigaciones tienen que ver con la historia cultural y se centran en el Perú de los siglos XVII y XVIII fundamentalmente, siendo sus más recientes publicaciones "Religiosidad pública en un espacio privado: las devociones de la élite virreinal en tiempos del despotismo ilustrado" (2017) y "De 'Catalina' a 'Rosa': un ensayo de interpretación (2018).

Su ponencia se tituló "San José en el Perú. Apuntes para su historia".  Comenzó agradeciendo al P. Armando Nieto, SJ (+) recordado docente de esta Casa de Estudios, por su ayuda a rescatar la figura de San José en la historia del Virreinato y la República del Perú. La autora del libro Patrocinio, monarquía y poder: el glorioso patriarca san Joseph en el Perú virreinal (2010) se

abocó a una sumaria presentación de la devoción a San José en el Perú virreinal, enfatizándose la variedad del discurso en torno al padre putativo de Cristo y algunos aspectos iconográficos que permiten comprender mejor la difusión de la devoción en una sociedad concreta, y cómo la figura de este santo se irguió en arquetipo que podía adaptarse a las necesidades de todos los sectores sociales y constituirse en el patrón por excelencia. 

Gracias a las excelentes ilustraciones y el animado coloquio el que es tutelar de nuestra Universidad quedó resaltado por el rol tan relevante en la forja de nuestra historia patria. Ello se plasma en la toponimia, cofradías y hermandades que le tienen como patrono, instituciones que llevan su nombre, convirtiéndose en 1828 por iniciativa del Congreso de la República en patrono del Perú; tal declaración fue asumida y confirmada por la jerarquía de la Iglesia Católica en 1957 iniciativa del Cardenal Juan Landázuri y aprobación del Papa  Pío XII.  

En la misma sesión, se presentó el interesante proyecto del Dr. Francisco Bobadilla, (Vicerrector U.C.S.J. autor blog: https://tertuliaabierta.wordpress.com), abogado, comunicador, experto en los campos de la ética y  el derecho, y que tiene como objetivo repensar la obra "La peruanidad" de Víctor Andrés Belaunde, como oportunidad y respuesta al desafío del Bicentenario.

 

http://jabenito.blogspot.pe/2011/03/libro-ilustrado-de-irma-barriga-sobre.html




LO QUE EL PAPA FRANCISCO NOS DEJÓ Y NO PODEMOS OLVIDAR. Monseñor Javier del Río, Arzobispo de Arequipa en sus Tres cartas semanales

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El Papa amazónico

http://www.arzobispadoarequipa.org.pe/index.php/multimedia/mensaje-semanal?start=10

Los discursos del papa Francisco en Madre de Dios pusieron tan de manifiesto que conoce bien los principales problemas que afectan a la región amazónica, que los miembros de los pueblos originarios de esa región coreaban a una sola voz: "el papa es amazónico". Ya en sus primeras palabras a los 3.500 representantes de los pueblos originarios de la Amazonía, Francisco les dijo que había querido comenzar allí su visita a Perú para reafirmar con ellos una opción sincera por la defensa de la vida, la tierra y las culturas. En primer lugar, la defensa de la vida. El Papa invitó a alzar la voz contra la presión de organizaciones internacionales que promueven políticas destinadas a que las mujeres no tengan hijos, llegando incluso a la esterilización. Invitó también a "no mirar para otro lado" ante el terrible problema de la explotación de la mujer con fines laborales o sexuales. En contra de esas visiones igualmente reductivas de la mujer, Francisco destacó su rol como madre y generadora de familia. "Si hay madre, hay hijos, hay familias, hay comunidad", dijo el pontífice, para concluir afirmando que donde hay familia y comunidad se encuentra la fuerza para enfrentar los problemas.

En segundo lugar, la defensa de la tierra, sobre la cual el Papa denunció a aquellos que quieren hacer de la región amazónica "un lugar fácil de comercializar y explotar", hasta el punto que "el consumismo alienante de algunos no logra dimensionar el sufrimiento asfixiante de otros". En esa lógica perversa de aquellos que sólo quieren consumir, "los bosques, ríos y quebradas son usados, utilizados hasta el último recurso, y luego dejados baldíos e inservibles". Pero no sólo ellos, sino también las personas son usadas hasta el cansancio y después dejadas como inservibles, afirmó Francisco en una clara demostración de que, como varios años atrás habían denunciado los papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI, en la raíz del problema medioambiental está una equivocada antropología, es decir una errada concepción del hombre y, por qué no decirlo, también una errada concepción de Dios o, como lo ha llamado Francisco, una verdadera idolatría.

En tercer lugar, la defensa de las culturas. Sobre esto, nuestro Papa hizo un llamado a no dejarse engañar por "colonialismos ideológicos disfrazados de progreso, que poco a poco ingresan dilapidando identidades culturales y estableciendo un pensamiento uniforme, único y débil". Como bien dijo el pontífice, "la desaparición de una cultura puede ser tanto o más grave que la desaparición de una especie animal o vegetal". Ante estos neocolonialismos, que no sólo atentan contra las culturas amazónicas sino contra todas aquellas que no respondan a su "pensamiento único", Francisco hizo un llamado a fortalecer a las familias. Dijo: "La familia es y siempre ha sido la institución social que más ha contribuido a mantener vivas nuestras culturas".

Y así como Francisco demostró conocer los problemas de la Amazonía, demostró conocer también las vías de solución, entre las que destacó dos. La primera es la necesidad de que quienes provienen de otras culturas reconozcan a las culturas amazónicas y entablen con ellas procesos de diálogo, en lugar de políticas de exclusión y discriminación. La segunda es que las comunidades de la Amazonía "no sucumban a los intentos que hay por desarraigar la fe católica de sus pueblos" sino que, a través de una labor conjunta entre los misioneros y los pueblos originarios, se plasme una Iglesia católica con rostro amazónico.

Defender la esperanza

http://www.arzobispadoarequipa.org.pe/index.php/multimedia/mensaje-semanal/920-defender-la-esperanza

La visita del papa Francisco al Perú superó todas las expectativas, no sólo por el número de personas que participaron en los encuentros presididos por él o las multitudes que se volcaron a las calles para verlo pasar, sino también por el impacto de su mensaje. El riesgo, sin embargo, es que con el paso de los días ese mensaje se diluya y nos quede sólo el grato recuerdo de la visita de un papa sencillo y cercano a la gente. Por eso, quisiera aprovechar estas líneas para hacer una primera aproximación, todavía incompleta por cierto, de lo que podría considerarse el núcleo del mensaje de Francisco al Perú, que gira en torno al lema de su visita: "Unidos por la esperanza", que él supo traducir en un llamado a "defender la esperanza".

A lo largo de los días que estuvo entre nosotros, el papa fue destacando algunas razones en las que podemos fundar nuestra esperanza como nación. Comenzó mencionando la belleza de nuestra geografía y la abundancia de nuestros recursos naturales, especialmente la biodiversidad de la Amazonía. Habló también de la riqueza de nuestras costumbres y tradiciones culturales impregnadas por valores humanos como la hospitalidad, la creatividad, el sentido de comunidad, la resiliencia y la solidaridad que se muestran especialmente ante las catástrofes causadas por ciertos fenómenos de la naturaleza. Continuó destacando nuestra fe católica que, para usar sus propias palabras, "tocó" en su contacto con la gente. Acentuó también la juventud de nuestra población, que contrasta con el envejecimiento de aquellos países que se han cerrado a la vida y no quieren tener hijos. Los jóvenes, dijo el papa Francisco, no son sólo el futuro sino el presente del Perú y con su dinamismo y entusiasmo nos invitan a soñar un futuro esperanzador. No por último, nuestro ilustre visitante hizo énfasis en un hecho histórico: el Perú es una tierra "ensantada", nos dijo, haciendo referencia a los grandes santos que ha dado nuestro país y que son testigos imperecederos de la fuerza del amor de Dios.

Sin embargo, en medio de esas y otras razones de esperanza, en sus discursos el Papa no dejó de mencionar algunas amenazas a la misma. Entre ellas hizo referencia a cierto modelo de desarrollo que causa degradación humana, social y ambiental. Se refirió también a la colonización ideológica que destruye las culturas para imponer un pensamiento único que atenta contra la mujer, la familia y la comunidad; e hizo énfasis en el virus de la corrupción que lo destruye todo. Ante esas y otras amenazas, Francisco nos pidió que no nos dejemos robar la esperanza sino que la defendamos promoviendo una ecología integral, no sólo ambiental sino humana y social, así como una mayor transparencia en el sector público, la empresa privada, la sociedad civil e incluso las organizaciones eclesiásticas. A los jóvenes los exhortó a no desarraigarse de la familia y la propia cultura, y a descubrir la sabiduría de los ancianos a través del diálogo con sus abuelos. A todos nos alentó a no dejarnos quitar la fe católica y a "no tener miedo de ser los santos del siglo XXI". Finalmente, al clausurar su visita, el Papa nos dijo que "no hay mejor manera de cuidar la esperanza que permanecer unidos". Unidos por la esperanza, unidos en la defensa de la esperanza, es una bella tarea en la que todos estamos llamados a contribuir.

+ Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa

El Papa y la corrupción

http://www.arzobispadoarequipa.org.pe/index.php/multimedia/mensaje-semanal/928-el-papa-y-la-corrupcion

Con el deseo de evitar que, con el trascurrir de los días, de la visita del Papa sólo nos quede un recuerdo emotivo, al igual que las semanas pasadas dedicaré esta columna a algún tema de sus mensajes. En esta ocasión será la corrupción, sobre la cual el Papa habló directamente en su encuentro con las autoridades, representantes de la sociedad civil y del cuerpo diplomático, realizado el 19 de enero en el Palacio de Gobierno, y mostró su preocupación en el diálogo que tuvo con los obispos el 21 de enero.

Según el Diccionario de la Lengua Española, corromper significa echar a perder, depravar, dañar, sobornar, pervertir, viciar, estragar. A todo eso se refirió Francisco cuando, en su discurso en Palacio de Gobierno, calificó a la corrupción como un virus degradante que, poco a poco y muy sutilmente, contamina el entramado vital e infecta a la sociedad perjudicando sobre todo a los más pobres. Es lo mismo que había sostenido en el año 2007, siendo arzobispo de Buenos Aires, junto con los obispos que participaron en la quinta conferencia general del episcopado latinoamericano y del Caribe, al tildar a la corrupción como un flagelo alarmante que "viene destruyendo el tejido social y económico de regiones enteras" (Aparecida, 70). Para el Papa, la corrupción y el narcotráfico son dos ejes que impiden la consolidación de América Latina como esa "patria grande" que durante largo tiempo se soñó (cfr. Latinoamérica, Lima 2017, p. 110).

A juicio de Francisco, sin embargo, la corrupción no se circunscribe a ciertos funcionarios públicos, políticos o grandes empresarios, sino que puede infectar también a todo tipo de ciudadanos e incluso a miembros de la jerarquía de la Iglesia; porque, como declaró hace un tiempo al periodista Andrea Tornielli, "el corrupto a menudo no se da cuenta de su estado". La corrupción es el pecado elevado a sistema, es una manera hipócrita de vivir que sumerge al hombre y a enteras sociedades en la mentira y el fraude. Dijo el Papa en esa entrevista: "El corrupto es el que se indigna porque le roban la cartera y se lamenta por la poca seguridad que hay en las calles, pero después engaña al Estado evadiendo impuestos y quizá hasta despide a sus empleados cada tres meses para evitar hacerles un contrato indefinido…Es el que quizá va a misa el domingo, pero no tiene ningún problema en aprovecharse de su posición de poder reclamando el pago de sobornos" (El nombre de Dios es misericordia, Lima 2016, p. 94).

A la luz de estas enseñanzas puede cada uno examinar su conciencia; porque, también lo dijo el Papa en Palacio de Gobierno, "la corrupción es evitable y exige el compromiso de todos". Una cosa es ser pecador y otra ser corrupto. Si el pecador reconoce su pecado y se arrepiente, recibe el perdón de Dios. El corrupto, en cambio, vive instalado en el pecado. No sólo no se arrepiente sino que se autojustifica y termina esclavo de su propia mentira. La corrupción mata el alma, la conversión la resucita. Examinemos nuestra conciencia y si alguno descubre que el virus de la corrupción lo ha infectado, no tenga miedo de volver a Dios para que lo cure y experimentará que de su corazón brotará el gozo de la verdad.

+ Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa


Alegría y sentido del humor en la EXHORTACIÓN APOSTÓLICA GAUDETE ET EXSULTATE

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¡Qué gran regalo nos brinda el Papa Francisco con esta exhortación apostólica que firma en la fiesta de San José y nos llega cuando la Iglesia celebra la fiesta de la Anunciación a María! Mi gratitud total y mi oración para que la asimilemos y vivamos en este tiempo tan necesitado de SANTIDAD GOZOSA.

Transcribo comienzo, número dedicado a la alegría y buen humor y el final dedicado a Santa María


http://w2.vatican.va/content/francesco/es/apost_exhortations/documents/papa-francesco_esortazione-ap_20180319_gaudete-et-exsultate.html

EXHORTACIÓN APOSTÓLICA
GAUDETE ET EXSULTATE
DEL SANTO PADRE
FRANCISCO

SOBRE EL LLAMADO A LA SANTIDAD
EN EL MUNDO ACTUAL

 

1. «Alegraos y regocijaos» (Mt 5,12), dice Jesús a los que son perseguidos o humillados por su causa. El Señor lo pide todo, y lo que ofrece es la verdadera vida, la felicidad para la cual fuimos creados. Él nos quiere santos y no espera que nos conformemos con una existencia mediocre, aguada, licuada. En realidad, desde las primeras páginas de la Biblia está presente, de diversas maneras, el llamado a la santidad. Así se lo proponía el Señor a Abraham: «Camina en mi presencia y sé perfecto» (Gn 17,1).

2. No es de esperar aquí un tratado sobre la santidad, con tantas definiciones y distinciones que podrían enriquecer este importante tema, o con análisis que podrían hacerse acerca de los medios de santificación. Mi humilde objetivo es hacer resonar una vez más el llamado a la santidad, procurando encarnarlo en el contexto actual, con sus riesgos, desafíos y oportunidades. Porque a cada uno de nosotros el Señor nos eligió «para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4).

...

Alegría y sentido del humor

122. Lo dicho hasta ahora no implica un espíritu apocado, tristón, agriado, melancólico, o un bajo perfil sin energía. El santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado. Ser cristianos es «gozo en el Espíritu Santo» (Rm 14,17), porque «al amor de caridad le sigue necesariamente el gozo, pues todo amante se goza en la unión con el amado […] De ahí que la consecuencia de la caridad sea el gozo»[99]. Hemos recibido la hermosura de su Palabra y la abrazamos «en medio de una gran tribulación, con la alegría del Espíritu Santo» (1Ts 1,6). Si dejamos que el Señor nos saque de nuestro caparazón y nos cambie la vida, entonces podremos hacer realidad lo que pedía san Pablo: «Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos» (Flp 4,4).

123. Los profetas anunciaban el tiempo de Jesús, que nosotros estamos viviendo, como una revelación de la alegría: «Gritad jubilosos» (Is 12,6). «Súbete a un monte elevado, heraldo de Sión; alza fuerte la voz, heraldo de Jerusalén» (Is 40,9). «Romped a cantar, montañas, porque el Señor consuela a su pueblo y se compadece de los desamparados» (Is 49,13). «¡Salta de gozo, Sión; alégrate, Jerusalén! Mira que viene tu rey, justo y triunfador» (Za 9,9). Y no olvidemos la exhortación de Nehemías: «¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza!» (8,10).

124. María, que supo descubrir la novedad que Jesús traía, cantaba: «Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador» (Lc 1,47) y el mismo Jesús «se llenó de alegría en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Cuando él pasaba, «toda la gente se alegraba» (Lc 13,17). Después de su resurrección, donde llegaban los discípulos había una gran alegría (cf. Hch 8,8). A nosotros, Jesús nos da una seguridad: «Estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. […] Volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría» (Jn 16,20.22). «Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud» (Jn 15,11).

125. Hay momentos duros, tiempos de cruz, pero nada puede destruir la alegría sobrenatural, que «se adapta y se transforma, y siempre permanece al menos como un brote de luz que nace de la certeza personal de ser infinitamente amado, más allá de todo»[100]. Es una seguridad interior, una serenidad esperanzada que brinda una satisfacción espiritual incomprensible para los parámetros mundanos.

126. Ordinariamente la alegría cristiana está acompañada del sentido del humor, tan destacado, por ejemplo, en santo Tomás Moro, en san Vicente de Paúl o en san Felipe Neri. El mal humor no es un signo de santidad: «Aparta de tu corazón la tristeza» (Qo11,10). Es tanto lo que recibimos del Señor, «para que lo disfrutemos» (1 Tm 6,17), que a veces la tristeza tiene que ver con la ingratitud, con estar tan encerrado en sí mismo que uno se vuelve incapaz de reconocer los regalos de Dios[101].

127. Su amor paterno nos invita: «Hijo, en cuanto te sea posible, cuida de ti mismo […]. No te prives de pasar un día feliz» (Si14,11.14). Nos quiere positivos, agradecidos y no demasiado complicados: «En tiempo de prosperidad disfruta […]. Dios hizo a los humanos equilibrados, pero ellos se buscaron preocupaciones sin cuento» (Qo 7,14.29). En todo caso, hay que mantener un espíritu flexible, y hacer como san Pablo: «Yo he aprendido a bastarme con lo que tengo» (Flp 4,11). Es lo que vivía san Francisco de Asís, capaz de conmoverse de gratitud ante un pedazo de pan duro, o de alabar feliz a Dios solo por la brisa que acariciaba su rostro.

128. No estoy hablando de la alegría consumista e individualista tan presente en algunas experiencias culturales de hoy. Porque el consumismo solo empacha el corazón; puede brindar placeres ocasionales y pasajeros, pero no gozo. Me refiero más bien a esa alegría que se vive en comunión, que se comparte y se reparte, porque «hay más dicha en dar que en recibir» (Hch 20,35) y «Dios ama al que da con alegría» (2 Co 9,7). El amor fraterno multiplica nuestra capacidad de gozo, ya que nos vuelve capaces de gozar con el bien de los otros: «Alegraos con los que están alegres» (Rm 12,15). «Nos alegramos siendo débiles, con tal de que vosotros seáis fuertes» (2 Co 13,9). En cambio, si «nos concentramos en nuestras propias necesidades, nos condenamos a vivir con poca alegría»[102].

...

176. Quiero que María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. Conversar con ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: «Dios te salve, María…».

177. Espero que estas páginas sean útiles para que toda la Iglesia se dedique a promover el deseo de la santidad. Pidamos que el Espíritu Santo infunda en nosotros un intenso anhelo de ser santos para la mayor gloria de Dios y alentémonos unos a otros en este intento. Así compartiremos una felicidad que el mundo no nos podrá quitar.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el 19 de marzo, Solemnidad de San José, del año 2018, sexto de mi Pontificado.

Francisco



MARIA, SEDES SAPIENTIAE, CORAZÓN MATERNAL DE LA UCSS

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MARIA, SEDES SAPIENTIAE, Y LA UNIVERSIDAD

 

Sedes Sapientiae, Domus sapientiae (Prov 9, 1) "La sabiduría ha construido su casa".

Cristo-Verdad, Sabiduría infinita se ha preparado, construido, una casa (domus, sedes): María. Ella, la Madre de Dios y del hombre, es la Educadora, Madre y Maestra de Jesús y también de cada uno de nosotros. Maria resulta así la encarnación de todos los valores que necesitamos para nuestra vida universitaria.

Sus imágenes, al remitir al prototipo por representación, activan una presencia estimulante como lo recogió el Concilio de Nicea II: "Cuanto más frecuentemente se contemplan las imágenes tanto más se estimula uno al recuerdo, al deseo, al ósculo y a la honra de los seres representados". Cuenta una antigua leyenda de Kiev que el gran príncipe de la Rus –hoy Ucrania- envió a "hombres buenos e inteligentes" para observar la celebración litúrgica de cada religión, regresando a Kiev, tras haber estado en Roma (rito latino), Constantinopla (rito bizantino) y entre los musulmanes (Islam); los viajeros se expresaron así ante Vladymiyr  sobre la liturgia bizantina: "nos sabíamos si estábamos en el cielo o en la tierra, pues no hay aquí un espectáculo ni belleza semejante. No sabemos cómo describirlo. Lo único que podemos afirmar es que allí Dios mora entre los hombres y el servicio divino es mejor que en cualquier otro país. No podemos olvidar lo bello de todo aquello".

 

REPRESENTACIONES

 

Las primeras representaciones, en la Edad Antigua, son muy sencillas: la Virgen con el Niño y la Virgen en oración.  Durante la Edad Media, momento álgido de la devoción mariana, los artistas -pintores y escultores- elaboran diversos temas y modelos que influyen en el arte posterior.

 

. Kyriotissa o Panagia Nicopia. María sentada como trono del Niño, que está sentado sobre sus rodillas de espaldas a ella. Atribuida a San Lucas, pasa a Occidente, donde alcanza su plenitud en el románico con la Virgen Majestad. En estrecha relación con este modelo, está el que la representa de pie, rígida, con el Niño sostenido por ella ante su pecho, en actitud de ofrecerlo. Lleva corona. Es la que inspira al icono Sedes Sapientiae, obra del jesuita ruso, Marco Iván Tupnik.

 

. Hodigitria. Se ofrece sosteniendo al Niño en su brazo izquierdo, señalándole con la derecha que cruza ante el pecho, al tiempo que mira al espectador, es la Virgen que señala el camino de la salvación y de la vida.

 

. Blacherniotissa o Platytera. Virgen de pie, con los brazos levantados, orante, colocándose en su pecho un círculo en el que se representa al Niño. Popular en el cristianismo primitivo, Bizancio y en Europa en el periodo gótico avanzado. Relación con la Virgen de la O, de la Esperanza o de la Expectación. De igual modo, se relaciona con el modelo "Virgen abridera", imagen en cuyo vientre se dispone una portezuela con acceso a un hueco en el que se sitúa al Niño. Relacionada con este modelo está la Virgen Apocalíptica de los Beatos mozárabes, con variantes en cuanto a la parición en su seno del sol o el Niño, que dará origen al tema de la Inmaculada, las estrellas, la luna a los pies y el resplandor son símbolos típicos, como veremos en las guadalupanas.

 

. Eleousa. Madre de Dios, "Glikophilousa", amante dulce. La Virgen tiene al Niño en su brazo izquierdo, al que acerca su rostro y a veces el Niño juega con su Madre, otras veces se crea el "coloquio maternal" y la Virgen mira nostálgicamente al Niño, que juega con un pajarito (tema de los Evangelios apócrifos, que simboliza el poder de dar vida). Surge también el tipo "Virgen de la Humildad" en que se representa a María sentada en el suelo jugando o contemplando al Niño o amamantándolo.

 

. Galaktotrophousa. Virgen lactante, que da vida al Niño. De él deriva la "Virgen del Socorro" en el que la Virgen descubre su pecho y deja caer unas gotas de leche sobre las almas del purgatorio o de los santos. Otra variante será "La Madre desairada" en la que el Niño rechaza el pecho de la Virgen para buscar la cruz. Estos modelos, junto al de la "Virgen abridera" disminuyen notoriamente a partir del Concilio de Trento.

 

. Virgen Dolorosa. Derivación del tema de la Virgen del Calvario. Como variantes están: la Piedad, con el Cristo muerto en su regazo, en su "Quinta Angustia"; la Virgen de los Dolores, al pie de la cruz, de pie o sentada, con los siete cuchillos en su pecho; la Virgen de las Angustias, la Dolorosa, la Soledad (con hábito y toca negros, de pie, manos en oración), Verónica; Virgen de la Vid o del Racimo, en el que la Virgen ofrece al Niño un racimo de uvas, aludiendo a su pasión.

 

. Virgen de la Misericordia. Protectora, acogiendo bajo su manto a sus devotos, a veces -como la Merced- con el hábito propio de una Orden religiosa a sus miembros. Relacionada con este motivo está la Virgen del Socorro en la versión en la que Virgen con el Niño ahuyenta al diablo, representado al pie; otras veces, es la Virgen del Rosario, acogiendo bajo su manto a los devotos a los que da un rosario o también rodeada de rosas o dando un rosario.

 

. Inmaculada. Desde el siglo XVII y vinculada con la Virgen Apocalíptica, vestida de blanco y azul, rodeada de ángeles y los símbolos de la letanía lauretana, tales como la corona de estrellas, la luna o el dragón a sus pies. Relacionada con ella y como precedente del siglo XVI está la "Tota pulchra" en que se representa a la Virgen rodeada de los símbolos de la letanía lauretana.

 

. Guadalupana. Rostro mestizo (delicado, suave) de la Virgen, con la tilma de color verde azulado (color regio de los dioses aztecas) estrellada (la llegada de Cortés estaba prefigurada como una nueva era, nueva constelación), orlada de flores (símbolo de la nueva vida). El  ángel significa que la Virgen no fue traída por españoles, sino enviada por Dios a través de los ángeles o mensajeros celestiales. De hecho la virgen está besando al angelito porque está agarrado y el ángel también besa a la virgen. Mira hacia abajo la realidad dramática como diciéndonos aquí les entrego esto para que lo lean. El ángel está a caballo entre la inocencia del niño macehualt (indiecito) y la madurez del tlatoamini, sabio embajador de María. Representa a Juan Diego, el que lleva el mensaje a todos.

El centro de la imagen es la cruz en la altura de la Virgen que es donde está el corazón del Niño dentro del vientre de la Madre. El cíngulo negro es el símbolo de maternidad que llevaban las indias embarazadas; representa también la ofrenda de su fruto al Nuevo Mundo. El collar indica que es primeriza; lleva la cruz porque va a ser la Madre de Cristo. Oculta al sol (sólo se ven sus rayos, láminas de oro puro como injertados en el ayate, de manera que se puede ver desde atrás) y proyecta sus rayos como símbolo de la brillantez que proyecta la mujer.

En las divinidades aztecas contaba mucho la dualidad de lo masculino y lo femenino, no como contradictorios sino complementarios. El sol es la grandeza que da, la luna es la grandeza que nace de ahí. María está sobre el trono de la media luna (María pisa la luna), para simbolizar que tiene más fuerza que las deidades aztecas. Es Reina y madre de la realidad viviente: "Yo soy la Madre de Aquel pro quien se vive; el Dios con nosotros) .A veces se incluyen las 4 escenas de la aparición y alguna leyenda vinculada con el relato de la aparición de la Virgen al indio Juan Diego. Significa la historia de una posibilidad. Sobre el monte maldito del Tepeyac donde se veneraba a la diosa madre Tonantzin, aparece la bendita madre Santa María (www.virgendeguadalupe.org).

 

            Los modelos expuestos, combinados con las distintas advocaciones, los contextos históricos y geográficos, crearán una variadísima gama de representarla. Hay que tener en cuenta las formas, los gestos y actitudes, la indumentaria y, sobre todo el añadido de elementos iconográficos que le dan su sello propio: advocación de una cofradía o hermandad, Órdenes Religiosas, patronas...:Virgen del Carmen, Virgen del Camino, Virgen Peregrina, Virgen del Pilar...

 

LA VIRGEN MARIA, TRONO DE LA SABIDURÍA en la LITURGIA

 

En las misas de Santa María, que es Madre de la Sabiduría de Dios encarnada ya desde el siglo X se leen con frecuencia las «epístolas sapienciales» ‑tomadas principalmente del Eclesiástico y del libro de los Proverbios‑, en las cuales la Iglesia, al escuchar ante todo la voz de la Sabiduría eterna, percibe también las palabras de la Santísima Virgen, ya que en estos textos, según la opinión corriente en los escritores de la Edad Media, la Sabiduría de Dios habla en cierto modo como «personalización» de la Virgen. Desde el siglo XII, en las Laudes y Letanías marianas, se atribuyen a la Santísima Virgen algunos títulos que ponen de relieve su vinculación con la Sabiduría eterna: Madre de la Sabiduría, Casa de la Sabiduría, Trono de la Sabiduría, entre los que prevaleció sobre todo el de Trono de la Sabiduría. Con este título se venera a la Santísima Virgen, incluso con culto litúrgico, en algunas Iglesias particulares, en universidades, en Institutos religiosos, entre los que destaca la Compañía de María, fundada por San Luis M.° Grignion de Montfort. El formulario de la misa, a excepción del prefacio, proviene del Proprium missarum de la Compañía de María Monfortiana.

 

    Con el título de «Trono de la Sabiduría» se celebra al mismo tiempo la función maternal de Santa María Virgen, su dignidad real y su eximia sabiduría y prudencia en las cosas divinas:

- la función maternal, porque en virtud del misterio de la encarnación reside en el purísimo servo de la Virgen Madre la Sabiduría del Padre;

‑ la dignidad real, porque el Niño que se sienta en las rodillas de la Madre es el Rey mesiánico que «se llamará Hijo del Altísimo», al que «el Señor Dios le dará el trono de David, su padre reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin» (Lc 1,32‑33; cf. Is 9 6‑7); el Rey al que acuden los sabios desde lejanas tierras y que, al encontrarlo con la Madre, lo  adoran ofreciéndole regalos regios (Cf. Mt 2, 1-12). 

‑ la sabiduría y prudencia, porque Santa María aparece en el Evangelio como la « Virgen sabia» que ha escogido la parte mejor (Lc 10,42) y la « Maestra de la verdad» que entrega a la Iglesia los hechos y las palabras de salvación conservados en su corazón (Lc 2, 19.51): «Oh Madre sapientísima, la única digna de un Hijo semejante‑escribe San Bruno de Asti‑, que meditaba todas estas palabras en su corazón y nos las conservaba, guar­dándolas en su memoria, para que después al enseñarlas, narrarlas y anun­ciarlas, fuesen puestas por escrito, proclamadas en todo el mundo y anunciadas a todas las naciones».

 

MARÍA Y LA UNIVERSIDAD

 

La Universidad en la Edad Media fue el resultado de la evolución de las escuelas episcopales, municipales y monacales. Los saberes aprendidos en estos centros abarcaban las siete artes liberales. Por una parte estaba el trivium: Tres artes liberales relativas a la elocuencia: la gramática (saber escribir), la retórica (saber hablar) y la dialéctica (saber pensar). La otra división, cuadrivium, abarcaba las cuatro artes matemáticas: aritmética, música, geometría, astronomía o astrología. La causa fundamental del surgimiento y organización de las Universidades son las circunstancias y condiciones de la época, lugar, ambiente cultural y social.  La enseñanza se imparte en latín y se estructura en grados: bachiller, licenciado, maestro y doctor. Recuerda el corporativismo gremial con el aprendiz, el oficial, el maestro, el jurado. El documento más antiguo que recoge este término va firmado por el Papa Inocencio III en 1208 dirigido al Estudio general de París. Testigo de este proceso y acuñador de una de las definiciones más bellas de Universidad será el rey Alfonso X el Sabio (1221-1284) en sus Partidas (II, tít.3) "ayuntamiento de maestros y de escolares que es hecho en algún lugar con voluntad y con entendimiento de aprender los saberes".

La Universidad de París organizó desde el inicio las cuatro grandes ramas en las cuatro facultades tradicionales: Artes, Teología, Derecho y Medicina; a ellas se unió, como derivación de la primera, la de Filosofía. Por la primera, Artes, debían pasar todos los alumnos como propedéutico o estudios generales, antes de cursar estudios en las demás carreras. Por esta razón, era la más numerosa y con población más joven, dotándola de algunos privilegios como el de que el rector debía ser elegido de entre sus profesores. París, gracias al brillo de los teólogos santo Tomás de Aquino y san Buenaventura, gozará en Teología del mayor predicamento. A finales del siglo XIII se habían creado ya 14 universidades. En el S. XIV se suman 19 más. Si consideramos su carácter de cuerpo organizado como en la actualidad, podemos dar las siguientes fechas (a veces no concuerdan por considerar el año de fundación, aprobación pontificia y civil).

Una de las especialistas en la historia de la universidad hispanoamericana, la Dra. Águeda Rodríguez Cruz, ha publicado varios artículos sobre la devoción mariana universitaria: "La devoción mariana en la Universidad de Salamanca y en las Universidades Hispanoamericanas, con especial referencia a los Colegios Universitarios (siglos XVII-XVIII) Estudios Marianos Salamanca, Sociedad Mariológica Española, XLIX (1984) 345-385, "Nuestra Señora Reina y Madre de las universidades hispanoamericanas"Ximénez de Quesada, 18 (Instituto colombiano de cultura Hispánica, bogota 1974) 33-49, "La Universidad de Salamanca, modelo de piedad mariana y su proyección en las universidades de Hispanoamérica"Estudios Marianos Salamanca, Sociedad Mariológica Española, XLV (1980) 153-68. Pone el énfasis en el papel jugado por la universidad salmantina  en la elaboración del estatuto del juramento de enseñar y defender el misterio de la Inmaculada Concepción y la decisiva colaboración en la definición dogmática. La primera referencia en los libros de claustros salmantinos sobre la Inmaculada data de 1617 cuando el rey Felipe II, el 19 de julio envía una RC rogando a la Universidad escriba al Papa para hacer fuerza para definir dogmáticamente lo que el pueblo sentía. Es así como en el pleno del 17 de abril de 1618, tras un estudio concienzudo de los teólogos, acuerdan redactar un estatuto y juramento de defender la opinión de que la Virgen fue concebida sin mancha de pecado original y que este juramento obligue a todos los que se gradúen en sus claustros. 

Este juramento llevo consigo la preocupación de cumplir con las obligaciones derivadas del mismo y por demostrar el orgullo de hacerlo. Las fiestas de la Inmaculada eran tres, la primera la del ultimo domingo de octubre para conmemorar la fiesta del juramento de 1618, la segunda el 8 de diciembre, fundada por el Dr. Pablo de Maqueda, y la tercera en la octava de la Inmaculada fundada por el Dr. Francisco Ramos del Manzano. En la Universidad se conservan manifestaciones artísticas marianas. Un lienzo de la escuela de Murillo, de L. Latorre, en la Sala de la Columna; en la sala de claustros, lienzo barroco de la Inmaculada, ante el cual se descubrían los doctores al entrar y salir del claustro; y en la antesala de la sala de claustros una Inmaculada guadalupana llamada "Virgen de Ultramar" en cuyos bordes hay figuras alusivas a las invocaciones de la letanía. "Este cuadro encantador es un símbolo cariñoso y elocuente de la simbiosis hispano-indígena que dio origen a los nuevos pueblos hispánicos. Y nadie mejor que María, la Madre por excelencia, fue el alma aglutinante, diríamos, forjadora de este espíritu común, de esta patria espiritual que llamamos hoy Hispanidad. Nadie mejor que esta madre ha sabido darnos vida y unirnos en un lazo estrecho que se anuda en su corazón".

En los colegios mayores se celebraba misa y oficio de la Virgen todos los sábados. Algunos recitaban diariamente el oficio de la Virgen. Era frecuente el Ángelus en los tres momentos del día y el rezo del Rosario.

           La Real Universidad de San Marcos de la Ciudad de los Reyes fue creada en mayo de 1551 a imagen de la de Salamanca, concediéndole en 1588 sus mismos privilegios y exenciones. En los 450 años de historia del alma mater sanmarquina brilla con luz propia la Iglesia Católica. Los Dominicos la fundaron, las Órdenes Religiosas dieron sus catedráticos más importantes, y profesionales católicos proyectaron sus mejores energías desde los postulados de una sana armonía fe-razón y compromiso con el Perú. Fue el Rector Francisco de León Garabito quien imprimirá numerosos ejemplares de las constituciones salmantinas para que todos los miembros del claustro sanmarquino de Lima se aficionasen al estudio de las ciencias y valorasen el título concedido. Santo Toribio, sobrino del catedrático salmantino, Juan de Mogrovejo, licenciado por Valladolid y Salamanca; conocedor además del mundo universitario de Coimbra, en Portugal, levantará el Colegio Seminario así como el Colegio Mayor de San Felipe siguiendo el patrón de los Colegios Mayores salmantinos. Junto a la filosofía aristotélica tomista, se fue acrisolando un estilo universitario (académico y administrativo) en que se compartían tareas y responsabilidades, se forjaba una disciplina en el estudio, con ambiente espiritual, festivo y alegre, que forjaron el hombre nuevo universitario, auténtico protagonista de las nuevas nacionalidades.

      Lima refiere haberlo venerado desde sus orígenes. En las reformas de 1624,‑‑‑la constitución séptima de las aña­didas por el virrey Francisco de Borja y Aragón, príncipe de Es­quilache, ordena «que los catedráticos no pierdan ocasión de enseñar cómo la Virgen María Nuestra Señora fue concebida sin pecado original», de modo que cuando <llegaren a tratar, o leer materias en que suele leerse la questión de la limpieza de la Serenísima Virgen María en su Concepción, no la pasen en silencio, sino que expresamente lean, y prueben, cómo fue concebida sin pecada original», bajo pena de perder la cátedra y los estudiantes sus cursos, si no lo acusaban al rector. Y en la octava dispone que «ninguno pueda recibir grado mayor de Licenciado, Maestro, ni Doctor de facultad alguna, ni aun el de Bachiller en Theología sin que primero haga juramento...de que siempre tendrá, creerá y enseñará de palabra, y por escrito haber sido la siempre Virgen María Madre de Dios y Señora Ntra. concebida sin pecado original», bajo pena de serle negado el grado, si rehusare hacerlo, de multa al que se lo dé y de privación de oficio al secretario, esperando, sin embargo, que no sucederá tal cosa, muy fiado «de la devoción de todos para con la Madre de Dios» 14'‑. Estas dos constituciones pasa­ron a formar parte de la Recopilación de Indias, en sus leyes :5 y 44 del tít.22.

 

      Varios de los colegios de América ponen como advocación a María. Don Diego de León Pinelo, hermano del célebre primer biógrafo de Santo Toribio, bachiller por Salamanca,  y luego estudiante, catedrático y rector (1656-8) de San Marcos, escribió un Alegato apologético en defensa de la Universidad limense de San Marcos en 1648 en contra del humanista belga Justo Lipsio que olvido injustamente la pujante vida de las universidades. Exalta a la «piadosísima Academia», que en su capilla, «espléndida siempre por el culto y orden», celebra gran­des fiestas en honor de la Santísima Virgen, sobre todo la de su Inmaculada Concepción, y la advocación de la llamada Nuestra Señora de la Antigua, en su capilla catedralicia que era la de los grados, dónde se conferían con gran solemnidad, y la Universidad pensaba complacida que la Virgen parecía «oír; el vejamen al doctorado. Por eso la limeña resolvió en 1627 contribuir a esta fiesta, el 5 de agosto, con el dinero de los grados. La imagen bellísima y centenaria que allí se conser­va es copia de la que hay en la catedral sevillana. En su último capítulo, al referirse Pinelo a las constitu­ciones, base firme de la vida académica, cita de un modo espe­cial la octava de las añadidas, a la que considera «piadosísima y justísima», por imponer a los graduados la obligación de hacer el juramento de creer, enseñar y defender el misterio de la Inmaculada Concepción. Y aquí se enardece en expresiones cariñosas para la Virgen, que «perfecciona las obras de los doctores... preside la Teología, los sagrados libros, la Jurisprudencia, la Filosofía: ella que presidió aquel divino Colegio de los Apóstoles». Y trata de ter­minar con una palabra lo que no lograría «acabar con palabras», y así exclama en frase lapidaria y amante: «Oh María que doquiera eres María, doquiera piadosa, doquiera misericordio­sa, guárdanos, dirígenos, para que cada día florezca nuestra Academia (Universidad), que más bien es tuya, a la cual proteges como Se­ñora del mundo y de los cielos».


El icono de Santa María Sedes Sapientiae (Trono de la Sabiduría) fue realizado en 2000 por el jesuita esloveno Marko Iván Rupnik, con una estética que busca la simbiosis del cristianismo oriental y occidental de tradición medieval. El Papa Juan Pablo II lo bendijo el 10 de septiembre del mismo año, en la clausura del Jubileo de las Universidades, que se celebraba en Roma, y lo regaló a las Universidades del mundo, con idea de que peregrinara por los centros católicos de enseñanza superior.  

Uno de los centros bendecidos por su presencia en el año 2001 fue precisamente nuestra Universidad. Su nombre y figura se ha convertido en logotipo, santo y seña del alma mater de Los Olivos. De modo especial campea en la fachada del que es el campus definitivo de la UCSS –Av. Gonzalez Prada, junto al Cerro Mulería- gracias a la artista Isabel Vendramini.

 


 


Francisco y el Espíritu Santo por el P. Carlos Rosell

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P. Carlos ROSELL. Francisco y el Espíritu Santo. (Ediciones Paulinas-San Pablo, Lima, 2018, 45 pp)

Mi buen amigo –"el párroco y Rector de todos", podemos decir parodiando a Francisco "el Papa de todos", nos vuelve a regalar un librito para leer en un ratito pero saborear por muchos ratazos y, si es ante el Santísimo, mejor todavía.

Si les gustan los decálogos, tomen nota de las acciones del Espíritu Santo en nuestra vida:

1.      Nos hace hijos de Dios

2.      Nos da confianza

3.      Siempre nos trae novedad

4.      Nos hace memoriosos

5.      Es jorjador de la Unidad en la Iglesia

6.      Nos hace perdonar

7.      Impulsa la misión de la Iglesia

8.      Nos hace sabios

9.      Sembradores de esperanza

10.  ¡Veni Creator!

Como todos sus libros son una  invitación a  "conocer y amar", -en este al Espíritu Santo-, para ser auténticos evangelizadores. Basado en lo que constantemente dice el Papa Francisco sobre la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, se trata de un llamado a no olvidarse de esa Persona que infunde ánimo, esperanza, que acerca a Dios y convierte a los fieles en Sus verdaderos hijos.

A cada enseñanza le sigue una reflexión personal del autor, quien luego invita a leer un texto bíblico, hacer un examen y plantearse un propósito concreto. De esta manera,  el lector se involucra, se compromete, se hace parte importante de la publicación, que bien podría convertirse en libro de cabecera y de bolsillo para el católico que se ha planteado el firme propósito de seguir e imitar a Cristo.

Se trata de una lectura sencilla con significados profundos para ayudarnos a "caminar con alegría, optimismo y ánimo".

El P. Carlos como buen catador de buen vino espiritual, nos selecciona lo mejor de nuestro querido Papa Francisco y nos lo muestra con sencillez y unción, dejando siempre la primera y la última palabra al propio Papa para que éste nos conduzca a Jesús, Nuestro Señor.

¡Qué tal regalo para ir preparando Pentecostés, que ya se acerca!


UNA HISTORIA DE AMOR VIVO HACIA NUESTRA MADRE en MAGDALENA

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UNA HISTORIA DE AMOR VIVO HACIA NUESTRA MADRE en MAGDALENA

Lo constituye el templo votivo iniciado por el claretiano P. Simón Llovet en el distrito de Magdalena del Mar. Siempre que lo miraba –desde que vine a Lima en 1999- pedía que un día fuese coronado por la imagen del Corazón de María. Por fin –en el 2006-se colocó la bella imagen en fibra de vidrio del artista plástico arequipeño Fredy Luque Sonco. Tantas veces lo había visto inconcluso, que me parecía un sueño; realmente gocé y gozo al contemplarla como clavada en el Cielo; y no pude menos que dar gracias a Dios y al P. Amador Martín del Molino (+), que en su obra "Misioneros Claretianos en el Perú. Cien Años al servicio de la Iglesia" (Delegación del Perú-Misioneros Claretianos, Lima 2009, II)la describe con emoción: "Hoy luce la imagen como faro en nuestra vida con el templo iluminado que permite ser vista en las noches de Lima".

Por dentro, se pueden contemplar imágenes de los más grandes santos marianos como la del que les comparto Santo Tomás de Villanueva (1486-1555), agustino, al recordar el IV Centenario de su beatificación.

http://laabeja.pe/opini%C3%B3n/pinceladas-lime%C3%B1as-marco-antonio-caprist%C3%A1n/702-la-iglesia-del-sagrado-coraz%C3%B3n-de-maria.html



LES AGRADEZCO ME ENVÍEN ANÉCDOTAS PERSONALES O SU TESTIMONIO ANTES DEL 1 DE MAYO.

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P. CARLOS S. POZZO, SJ (Génova 1918; Lima 2008)

 El fundador de CIRCA (Círculos Católicos Sociales de Arequipa) nació el 28 de marzo de 1918 en un pueblecito a 10 kms de Génova (Italia), llamado Bogliasco, cerca del mar. Fueron sus padres Luis Ángel Spallarrosa Foppiano (albañil) y María Lía Pozzo. Sus hermanos: José, Armando, Luis, Albina (muerte a los 16 años], Vittorio (párroco del Callao, fallecido en 1999), Carlos y Luisa; otros 5 mueren de pequeños. Su familia, aunque pobre, era muy religiosa, lo que hizo que ingresase en primaria al Seminario. Estudió primaria y secundaria en su localidad natal.

Emigra al Perú en Abril de 1936.  Se desempeña como empleado de 1936 a 1946 en el Callao - Lima. En Perú estuvo trabajando con sus hermanos en varios negocios; estuvo un año trabajando con otro socio en una hacienda y el negocio no salió bien. En medio de un gran desconcierto, acudió a los PP. Jesuitas quienes poco a poco le fueron guiando en su vocación, llegando a ingresar en el Noviciado de San Estanislao de Kostka, Miraflores, el 21 de Abril de 1946.

En Setiembre de 1950 fue destinado a estudiar a España, Filosofía en la Facultad jesuita de Chamartín de la Rosa, Madrid; de 1951 a 1953. Paso a estudiar Teología en Granada de en 1954 a 1956. Fue ordenado sacerdote en Madrid, el 13 de julio de 1956. La Tercera Probación y estudios de Ascética en Salamanca, en 1958. Los últimos votos religiosos los emitió el 15 de agosto de 1959. .

Regresa a Perú, siendo destinada como profesor del Colegio San José de Arequipa en 1959.Será esta ciudad su destino definitivo.  Desde el primer año, 1959,  interviene en la fundación del movimiento de laicos denominado "Acción Social", más adelante CIRCA (Círculos Sociales Católicos) comprometidos en la labor social de pueblos jóvenes de Arequipa. En 1960 funda las primeras Escuelas Parroquiales: una en Gráficos "San Martín de Porres" y otra en Alto Selva Alegre "Santa Rosa de Lima" que ahora son 35 Colegios de la Asociación Educativa Popular "María, Madre y Maestra" CIRCA-MAS, que congrega a 900 profesores y 15.000 alumnos en los niveles de inicial, primaria, secundaria y CEO. Como actividad complementaria CIRCA dispone de ocho albergues o "sumac wasi" que recogen a niños abandonados por orfandad o pobreza. Para atender a la salud cuenta con dos postas médicas en la avenida Kennedy 1750 en Paucarpata y en el Cono Norte

Ese primer grupo de laicos de Acción Social y otros nuevos grupos sigue trabajando hasta ahora en esa misma labor de carácter popular en los pueblos jóvenes o zonas marginales de Arequipa a través de comedores populares, departamentos de madres y círculos de obreros, y casi 5.000 casas construidas. Como contribución espiritual debe anotarse las 33 capillas construidas en pueblos jóvenes, los Grupos Infantiles y Juveniles. Cuenta, además, con una Casa de Retiros, "Hermano Clemente", en la Avenida Kennedy, donde miles de jóvenes y adultos participan en Ejercicios Espirituales y Retiros cada año. En el Centro de Arequipa, calle San Pedro, se ubica la sede de la Federación donde diariamente se mantienen numerosas actividades formativas. Como escribe el P. Armando Nieto, SJ, "fue un trabajo constante, intenso y buscando siempre el bien de los sectores populares".

Cuenta con una popular hoja semanal informativa, El Destape, que ya superó los 2.000 números con una tirada de 5000 a 1000 ejemplares. Su misión tal como señala el propio P. Pozzo es la de "Destapar" (desenmascarar) la mentira, la corrupción, la flojera...y ser altavoces de la justicia, de la verdad, la honradez, la caridad...desde una posición católica y peruanista".

Por razones de salud, debió ir a Lima y estuvo en la Enfermería de los PP. Jesuitas en Miraflores, desde el 2004. Falleció en la paz del Señor el 25 de mayo del 2008. Después del funeral en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, sus restos fueron trasladados a Arequipa y reposan en la cripta de la capilla Nuestra Señora de las Maravillas.

 

(Semblanza preparada por José Antonio Benito. La foto fue tomada en el 2007 en la Enfermería de Fátima, Lima. Más datos: joseantoniobenito1@gmail.com)

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CUESTIONARIO BIOGRAFÍA SOBRE EL P. CARLOS S. POZZO, SJ"

 

Queridos amigos:

Cuando todavía está muy cálido el recuerdo de nuestro querido y llorado P. Carlos S. Pozzo (1918-2008), q.e.p.d, nos complace comunicarle que se ha formado una Comisión por iniciativa de la ASEP "María, Madre y Maestra", de CIRCA, en orden a la recogida de datos y documentos que nos ayuden a hacer memoria de su vida y obra, preparando una biografía lo más completa posible.

Solicitamos su generosa colaboración, aportándonos cuantos datos y materiales tenga. Para este efecto, podría serle útil el siguiente cuestionario.Agradecemos de antemano su decisiva colaboración. Las respuestas puede entregarlas en la Secretaría de CIRCA (San Pedro 217 o Av. Kennedy 1700, Arequipa? a la mayor brevedad o enviar a José Antonio Benito (joseantoniobenito1@gmail.com

JAB

 

1. Datos de quien contesta: (Nombre, apellidos, profesión,...)

 

2. ¿Cómo y cuándo lo conoció?

            

3. Anécdotas y vivencias compartidas o que conoce por otras personas. Sobre todo si ellas reflejan aspectos de la polifacética personalidad humana (carácter, valores...) del P. Pozzo. Señale, si recuerda, fecha, lugar, circunstancia...

 

4. ¿Conserva alguna carta o algún documento escrito, oral, gráfico...?

 

5. Cualquier sugerencia acerca de su persona (vida y misión), amistades, CIRCA, su obra, fuentes informativas (radio, revista, TV…), archivos... (Puede escribir por detrás o entregarlo en el formato preferido)

 


SOR VERÓNICA BERZOSA, TESTIGO DE MUCHOS SÍES. CONFERENCIA, VALENCIA, 19 ABRIL 2018

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Verónica Berzosa, fundadora de Iesu Communio.Verónica Berzosa, fundadora de Iesu Communio. A. SAIZ/AVAN

"Al ser una actividad organizada para sacerdotes y seminaristas, y también porque abrirá un convento en Godella (Valencia) en verano próximo, se explica que haya aceptado la invitación", han manifestado a Religión Confidencial fuentes de la Biblioteca sacerdotal Almudí. En el nuevo convento habrá 80 monjas.

El Aula Magna de la Facultad de Teología valenciana estaba abarrotada. La mayoría de los asistentes eran sacerdotes y seminaristas. Asistieron también 20 monjas de "Iesu Communio" y algunos de sus familiares.

Sor Verónica se centró en narrar cómo fue su conversión, y sobre todo en subrayar la grandeza del don de la fe y de la Eucaristía, proponiendo a los asistentes "hacer de toda nuestra vida una Eucaristía, imitando el amor de Dios, que está por encima de nuestras limitaciones y pecados".

Sobre la vocación sacerdotal, alentó a los asistentes a valorar su belleza. También dedicó parte de los 45 minutos de su intervención a hablar del Papa y de la oración.

"Sor Verónica atrae con fuerza"

Como ha manifestado a RC uno de los asistentes a la conferencia, "Sor Verónica habla con pasión y convicción, es un imán que atrae con fuerza hacia la entrega y el amor a Dios, y su intensa vida espiritual explica el abundante número de vocaciones religiosas que está logrando".

La inauguración corrió a cargo de Fernando Ramón, rector del Seminario Mayor de Valencia "La Inmaculada", que disertó sobre "Vocación al sacerdocio".

Rouco: "Tiene un don especial" 

María-José Berzosa Martínez (Aranda de Duero, Burgos, 1965), conocida como Sor Verónica, ingresó en 1984 en el Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor de Lerma, abandonando sus estudios de Medicina por el convento.

En 1994 fue nombrada maestra de novicias por su notable contribución al aumento de vocaciones de jóvenes que deseaban entrar en el convento. De hecho, cuando ella ingresó diez años antes, no había ingresado ninguna novicia desde hacía 23 años.

Fue nombrada abadesa de las clarisas del monasterio autónomo de la Ascensión de Nuestro Señor de Lerma. En 2010 se creó el instituto religioso de Derecho pontificio "Iesu Communio" y se reconoció a Sor Verónica como fundadora y superiora general, que tiene como casa madre desde 2015 el convento de La Aguilera.

Aumento de vocaciones

En medio de una profunda crisis de vocaciones religiosas, Sor Verónica destaca por el considerable número de vocaciones religiosas que ha fomentado, de manera que ahora el instituto religioso tiene 181 monjas, y de hecho va a abrir un nuevo convento en la ciudad valenciana de Godella, en mayo próximo, con 80 religiosas. Son jóvenes que proceden de todos los ámbitos, de buena posición económica y de condición sencilla.

El cardenal Rouco Varela ha dicho de ella: "Una mujer con un don especial, con un carisma extraordinario para conectar con la juventud actual y tocada por el dedo de Dios". Es Hermana de Raúl Berzosa, obispo de Ciudad Rodrigo.

SOR VERÓNICA BERZOSA, TESTIGO DE MUCHOS SÍES
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Domingo, 29 de abril de 2018
La vigésima edición de los Diálogos de Teología Almudí abordó este año toda la problemática concerniente a los jóvenes y la vocación. El 18 de abril, en el Aula Magna de la Facultad de Teología, la superiora de Iesu Communio, Sor Verónica Berzosa, habló a los presentes de su propia llamada y del impacto de la llamada de Dios en tantas religiosas como han respondido a ella dentro de su comunidad, donde ha sido, según tituló su conferencia, Testigo de muchos síes. Fuente: Mater Mundi TV.


Un gran Amor abrazado en el corazón – Iesu Communio. Conferencia íntegra de Sor Verónica

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Un gran Amor abrazado en el corazón – Iesu Communio

Cuando el P. Javier Vega me invitó a dar un testimonio sobre Vocación y discernimiento, pensé: ¿Qué desearía compartir con mis hermanos sacerdotes y seminaristas? Sencillamente, es imposible sostenerse feliz en el sacerdocio o en la vida consagrada sin tener un gran Amor abrazado en el corazón… ¡un gran Amor abrazado en el corazón! Solo el amor entraña el impulso de la perseverancia hasta el fin.

No le es suficiente al discípulo seguir una causa; desea intimar, adentrarse en la persona del Amado. Si interrogásemos a los discípulos… el impacto de esa voz de fuego: Sígueme, creo que lo explicarían como un enamoramiento. Cristo conquistó su corazón, fueron imantados por la belleza, la verdad y la bondad de su Persona. El enamoramiento no es algo que se decide, es un vuelco del corazón, ¡sucede!, acontece, sin casi decidirlo nosotros: Fueron, vieron y se quedaron con Él aquel día[1].

No podré olvidar jamás unas palabras del querido y recordado obispo D. Eugenio Romero en mi última conversación con él, pocos días antes de partir al Padre. Le pregunté: "Padre, ¿cómo cuidar nuestra lámpara para que nunca se apague?". Cerró los ojos, como discípulo fiel que no acertara a responder sin entrar en la quietud de su Maestro… y, como en cascada, dejó caer cuatro claves:

  1. Madre, donde hay crisis de vida consagrada, crisis sacerdotal, hay crisis esponsal.
  2. Donde hay Eucaristía, abrazo esponsal, no hay decaimiento.
  3. Déjate hacer, déjate acompañar… obediencia para avanzar en el Camino sin jamás mirar atrás.
  4. Tu vocación y misión se cumple en la comunión con tus hermanas.

Cuatro claves que, por venir de un maestro de vida, son un legado a desentrañar y custodiar a lo largo de toda la vida, y esta es la reflexión que hoy deseo compartir con vosotros.

  1. Donde hay crisis sacerdotal, hay crisis esponsal

Nos llamó para estar con Él. No podemos permitir que se abran heridas en la identidad, en la total pertenencia a Cristo. Al corazón no se le engaña; tiene hambre y sed de un único Amor.

Precisamente recordé estas palabras orando a la luz del pasaje de Jesús y la samaritana[2].

Esta vez no me detuve tanto en el dame de beber, sino en cómo, con gran paciencia, Jesús conduce a la mujer sedienta a realizar una confesión: No tengo marido. Quedé impactada.

Jesús, antes de darle el agua que puede calmar la sed más honda de su corazón, le envía a buscar a su marido: Vete, llama a tu marido y vuelve aquí. Entonces su sed salió a la luz por completo: No tengo marido. Jesús completa su sinceridad: Has dicho la verdad, que no tienes marido, porque has tenido cinco y el que ahora tienes no es marido tuyo. La mujer no se defiende, no busca escapatoria, acepta la luz proyectada sobre su vida.

¡Cuánto nos cuesta a nosotros mismos decir nuestra verdad más última! Pero Aquel que escruta los corazones nos ayuda a ver el abismo entre lo que Él promete y la vida que en el presente llevamos. "¿Dónde sacias tu sed? ¿Dónde está tu corazón?".

Con qué clarividencia expresa Benedicto XVI el decaer de una vocación sacerdotal:

«Cuando, como obispo y como hermano en el sacerdocio, me he puesto a reflexionar sobre las causas que hacen que poco a poco se vaya desmoronando una vocación tan entusiasta y tan esperanzada en sus comienzos, siempre he llegado a la misma conclusión: ha habido un momento en que ha dejado de existir la oración callada y silenciosa, desplazada tal vez por el ruidoso celo por tantas cosas como hay que hacer. Pero ahora es un celo vacío, porque ha perdido su empuje interior. En algún momento también se ha abandonado la confesión y, con ello, la renovación desde dentro en presencia del Señor […]. Es irrenunciable ese "estar con Él", que debe constituir siempre la pieza central del servicio sacerdotal; solo esto permite mantenerse firme en tiempos difíciles»[3].

A la luz de esta clave, deseo compartir con vosotros la carta de un sacerdote que me parece sincera y transparente y quizá podría ser la carta de cualquiera de nosotros, también de una persona consagrada que vive en un convento. Leo la carta del sacerdote:

«Madre, el otro día salí "chamuscado" de vuestra casa con la imagen de los bomberos que acuden afanados a apagar un incendio con las sirenas encendidas y, al llegar al lugar, se dan cuenta de que no tienen ni una gota de agua en los tanques. ¿De qué sirve salir corriendo a socorrer a otros, vacíos de oración, olvidados del Espíritu Santo?

Vuestras palabras fueron fuego directo al corazón: "A veces nos preocupamos tanto de la sed de los otros que nos olvidamos de nuestra propia sed".

Debo enfrentarme a mi verdad. Se me va descolocando todo, ¡hasta la fe! Yo la creía como un torreón fuerte, pero ahora está asediada por un ejército de dudas, y me invade la debilidad.

Hace unos días entré en la iglesia y sentí extrañeza, un gran vacío, ausencia de su Presencia: palpé una gran soledad. La belleza y dulzura de su casa ya no ejercían para mí el mismo atractivo de antes. Una tristeza infinita me hizo gritar: ¿cómo he llegado hasta aquí? Como escribe san Agustín: "Queriendo, he llegado a donde no quería. Apoyado en mí, carezco de estabilidad".

No puedo dudar de la llamada. Me ordené lleno de alegría. La persona de Jesucristo irrumpió en mi vida y me arrebató. El sacerdocio me parecía un don inestimable. Daría lo que fuera por volver a experimentar los días en que mis manos temblaban ante el misterio en la consagración, y sin embargo ahora…

Recién ordenado, comenzaron a darme responsabilidades, a considerarme, desde el inicio tuve el apoyo de mi obispo… y confieso que eso me gustaba, me sentía valorado. Pero rápidamente todo empezó a tragarme. Me enredé en mil ocupaciones y quedé atrapado por el activismo: la parroquia, las familias, los enfermos, los pobres, los jóvenes, las peregrinaciones y campamentos, las diversas actividades pastorales, las interminables reuniones en las vicarías y delegaciones… Hice de la misión el centro de mi vida y quería responder y agradar a todos, demasiado preocupado por dar una talla, comparándome con otros sacerdotes admirados y tratando de imitarlos. Valoré mi vida y la de mis compañeros sacerdotes por los éxitos cosechados. ¿De qué me sirve ser tan buscado y reconocido, si yo siento dentro de mí un gran vacío?

A veces he sido tentado de caer en un victimismo: soy siempre "el que da", aquel del que se esperan soluciones y respuestas. Me descubro huyendo de las dificultades que me plantean, rehuyendo a las señoras de la parroquia para que no me encuentren en el despacho. Unas veces no cojo el móvil bajo excusa de estar atendiendo a alguien y otras veces salgo disparado fingiendo que me llaman al móvil…

Vivo la vida a una velocidad de vértigo. Muchos días celebro la Eucaristía como un autómata, con rutina, con prisa por lo siguiente, por lo que siempre me parece urgente. Rezo precipitado la Liturgia de las Horas, y a destiempo, y mis ratos de oración los convierto en lectura de algún libro de espiritualidad o de teología. Pospongo el Sacramento de la Penitencia y me cuesta estar disponible para la dirección espiritual porque siento mucha inseguridad. Vivo queriendo sanar a otros y soy yo el que necesita sanación.

Me siento solo en medio de una multitud que reclama al pastor, pero yo siento pérdida de vida. Trato de paliar la soledad tantas veces enfrascado en el ordenador, en los correos, en arreglar papeles y, a veces, incluso buscando compensaciones que aún me consumen más.

¿Para esto me hice sacerdote? ¡Yo sé que no! Creo que di por supuesto el amor y lo dejé enfriar. En el fondo, fiel a sus cosas, pero sin estar con Él».

Queridos seminaristas, no os asustéis. ¿Está en crisis este sacerdote? ¿O, al tener el valor de pararse y ponerse frente a la verdad, puede ser este un tiempo de gracia, un tiempo favorable?

En el Evangelio de Mateo se anuncia que el sol se oscurecerá, que la luna ya no dará luz, que las estrellas caerán del cielo… Entonces es la señal de que llega el Hijo del hombre. Cuando comienzan a desplomarse los astros que constituyen nuestros puntos de referencia que parecían irrenunciables, puede ser el despuntar de un nuevo adviento[4], un momento en el cual el Señor pueda por fin traspasarse a nosotros y hacerse realidad ese «vivo yo, mas no soy yo, es Cristo quien vive en mí»[5]. Él quiere que nuestra trampa se rompa y escapemos; porque «quien se prefiere a sí mismo termina por perderse a sí mismo» (Benedicto XVI).

Tantas veces son necesarios años para comprender que mi seguimiento no consiste en conquistar un reino para Cristo, sino en dejar que venga a nosotros su Reino. "No estás lejos del Reino[6]—podría decirnos también hoy Jesús—, ¿pero estás dentro? ¿Me estás siguiendo como siervo o como héroe conquistador?". Su gracia consiste en hacernos salir de nuestro territorio a su reino de servicio y humildad. Es necesario ayudarnos a pasar de una primera respuesta generosa, llena de celo y fuerte, pero tantas veces según los propios criterios, sin dejarme a mí mismo, a la adhesión rendida a Cristo y a su querer. Todo debe ser entregado, también nuestros talentos, capacidades, que podrían llegar a esclavizarnos si no son puestos al servicio de la Iglesia.

Me conmueve, en el capítulo 21 de Juan, contemplar un nuevo encuentro, ahora entre el Resucitado y Pedro, como una segunda etapa de la llamada. Es el Resucitado el que, en la victoria de su amor, ilumina y caldea el corazón herido de Pedro: ¿Me amas?"Tú lo sabes todo… ayer me viste en el patio del sumo sacerdote, pero Tú sabes que te quiero".

Qué bien comprende ahora Pedro quién es Jesús y quién es él. Necesitaba sentirse amado cuando no tenía nada que presentar para ser merecedor del amor. Ha conocido que el amor de Dios es amor totalmente gratuito y no premio por la propia bondad y los esfuerzos de la entrega. Ya no afirmará más:Daré mi vida por Ti[7], sino: "Daré tu Vida en mí".

Volviendo a abrazar al Amor: ¿Me amas?, acoge también el verdadero don del discipulado: Sígueme.

Nunca puede haber lugar para el desánimo o el desaliento, que podría incluso comprometer la maduración de la vocación. Pasemos a la otra orilla[8], a la orilla del Resucitado… Y allí solo una pregunta: ¿Me amas?

 

  1. Donde hay Eucaristía, abrazo esponsal, no hay decaimiento

Fue en esta clave donde D. Eugenio y yo nos detuvimos más. Le conté dos momentos decisivos en mi vida. ¡Él gozaba tanto compartiendo la fe! Y me dijo: "Esta experiencia no es solo para ti, la fe al comunicarla crece". Pues esta es mi ocasión.

Además, creo que el despuntar de mi vocación tiene mucho que ver con Valencia. Aquí por primera vez vi a san Juan Pablo II. Fue en una Misa con ordenaciones sacerdotales —se ordenaba mi hermano mayor—, el 8 de noviembre de 1982 en el Paseo de la Alameda, junto al cauce del río. Me cautivó la belleza y plenitud que vi en Juan Pablo II y pensé: este hombre tiene un gran Amor en el corazón, verdaderamente está desposado y es padre, con una fecundidad única.

San Juan Pablo II no se limitaba a celebrar la Eucaristía, sino que era eucaristía con Jesús. La Eucaristía era su forma, traspasaba su vida y su vivir.

Este testigo de Cristo fue un terremoto de gracia en plena adolescencia. A partir de este encuentro mi corazón quedó tocado: ¡lo que te estás perdiendo…! ¿De qué te sirve ganar el mundo entero si te pierdes a ti misma? Comprendí el gozo incomparable de ser cristiana y que la llamada de Dios, la virginidad, es un precioso don, no es una renuncia al amor… ¡que solo la apertura al Espíritu Santo configura y da plenitud a una vida!

Y el segundo momento es una experiencia vivida en una Eucaristía al inicio de mi vida religiosa. Pero para entender esa gracia de aquel día quiero contaros antes mi rebeldía.

Mi camino de seguimiento a Cristo —para los que no me conocéis— comenzó en un monasterio de clarisas, de clausura, hace 34 años. Cuando se entra en la Orden franciscana, las primeras palabras que se escuchan felizmente y se graban en el corazón son: "La forma de vida es vivir el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, sin glosa". Y me dije: "A por ello". Cuando uno ama, quiere conocer todo de la persona amada. Y comencé a devorar el Evangelio y a leer todo lo que me pudiese dar luz para entender el Evangelio: los Padres de la Iglesia, grandes teólogos, textos de los Papas, la espiritualidad de los santos que encontraba…

Al adentrarme en el Evangelio me fascinaba Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre. Me enamoraba su amor humano-divino, que me hacía exclamar: "¡solo Tú, Señor, solo Tú! ¿A quién voy a seguir?".

También me encontraba a mí misma en el Evangelio, porque en la Humanidad de Cristo iba descubriendo mi identidad, mi vocación, misión y destino.

Pero tengo que confesaros que en cada Eucaristía, al llegar a la súplica: "No soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme…", me causaba rebeldía. Que no era digna de que entrara en mi casa me era evidente, pero que una palabra suya me bastara no me era tan evidente… Y le decía: "Señor, a mí no me basta solo tu palabra para atemperar mi sed de amor, ¡te necesito a Ti como inseparable vivir!".

Me consolaba ver que a otros también les pasaba como a mí. Qué bien expresaba esta sed el P. Orbe, jesuita, con su ternura de "niño del Reino": «Tengo hambre inmensa de tu Persona, de todo lo tuyo, de tu Carne y Sangre. El abrazo me parece poco, Jesús. Yo soy tuyo, Tú eres mío, busco la unidad, busco un mismo querer y no querer, un espíritu en dos cuerpos, ni siquiera dos cuerpos. Busco ser una sola carne contigo, carne sacerdotal»[9].

«La entraña de la criatura, precisamente por ser criatura y absolutamente dependiente de su Creador, tiene entrañas de oblación, de ofrecimiento, de eucaristía», como escribe Juan José Ayán en su libro Para mi gloria los he creado.

En estas peleas, fui a un cursillo de formación con otras hermanas clarisas. Tenía 27 años. El cursillo lo impartía un franciscano, al que le pude comentar en privado:

—Padre, no puedo dudar de la vocación, de que Cristo es el Amor de mi vida, pero desearía vivir más plenamente ese «ser mujer, esposa, madre».

—¿Eres tú la que deseas esto? —me preguntó.

—Claro…

—¿O más bien es Él quien ha puesto en ti ese deseo que solo Él puede llevar a plenitud? Te pregunto: ¿tú vives la Eucaristía?, ¿vives de la Eucaristía?

—Sí, creo que sí…

—Si ahora Jesús estuviese aquí presente, real, en carne, ¿qué harías?

—Pues… padre, ¡me lo comería a besos! Lo abrazaría para no soltarlo jamás.

—Hermana, tu sed esponsal es sed eucarística. Vayamos a la Eucaristía…

Aquel hombre me indicaba la luz: He ahí el Cordero de Dios[10]. Me abría los ojos, que yo tenía retenidos. El Amor estaba ahí delante de mí en cada Eucaristía, y yo tan torpe para reconocerlo… Me invitaba a tender todo mi ser hacia Él y dejarme tomar.

Dios me salió al paso cuando aquel padre, en la homilía, hizo memoria de los gestos de Jesús en la Última Cena: "Jesús tomó el pan en sus manos, levantó los ojos al cielo y lo bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos. Estos cuatro gestos —decía—, tomar, bendecir, partir y repartir, expresan la vida de Jesús".

 

Tomó el pan en sus manos, manos de Rey y Siervo…

 

El sacerdote tomó una forma sin consagrar y dijo: "El Señor nos da su Cuerpo en forma de pan".

Jesús, siendo Dios, se hizo el más Pobre de los pobres. El pan tenía un significado especial en la vida de Jesús. No es casualidad que eligiese esta realidad pobre y simple: solamente granos de trigo y agua le dan consistencia, y llega a ser pan por medio del fuego. El pan es maleable, dócil al trabajo de unas manos; incluye la disposición interna a dejarse romper en pedazos para ser repartido y consumido.

El sacerdote explicaba la similitud del pan con nuestro ser de criatura: la criatura es pobre, indigente, necesitada del don de Dios incluso para existir.

Jamás un pan soñaría que por sus propiedades fuese digno de transformarse en el Cuerpo de Cristo. Tampoco la criatura osaría jamás ni soñar el don que su Creador le reservaba, ser morada de la Trinidad: Vendremos a él y haremos morada en él[11].

Ni nuestra pobreza ni el pecado impiden la sobreabundancia de amor de Dios: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado… Nada ni nadie puede impedir que Dios sea fiel a su designio salvador.

Jesús levantó los ojos al cielo… y lo bendijo

—Muy pronto —prosiguió el sacerdote—, cuando levante con mis manos el pan y el vino, tras la efusión del Espíritu del Resucitado, contemplaréis que el pan y el vino son ahora el Cuerpo y la Sangre de Cristo; y entonces vuestro corazón, también levantado hacia el Señor, exclamará: ¡Este es el misterio de nuestra fe!

—¿Creéis que este pan es Cuerpo de Cristo? —preguntó.

Yo pensé: ¡Sí, qué misterio tener fe! Sí, creo firmemente que este pan es el Cuerpo de Cristo. ¡No puedo mirar sin creer!

—Un paso más… —continuó con tono de gravedad el sacerdote—. ¿Creéis también que en la criatura está presente Cristo?

—Creo, Señor, pero aumenta mi fe… Creo que el pobre pan es portador de la riqueza de Cristo. Y creo también que la criatura, pan-vino, es capaz del don de Dios, portadora de la Vida de Dios. ¡Qué misterio el don de la fe!

Partió el pan…

El sacerdote partió el pan… Cómo se me grabó el chasquido, el ruido de este momento dramático, santo. El dolor del pan partido hace estremecer a toda la Iglesia.

Jesús, rompiendo el pan, se rompía a sí mismo, obedecía hasta la muerte. Se rompe un pan de cruz y obediencia; y se escucha un "sí, Padre, por ellos me consagro".

Ante este gesto sacrificial, de inmolación, el sacerdote nos invitaba a no estar pasivos en la Eucaristía. Porque, como decía san Agustín, «es también nuestro misterio el que se celebra en el altar», Él quiere hacer de nuestra vida eucaristía, ser eucaristía con Él…

«La Eucaristía, instituida antes de la cruz, incorporó anticipadamente también a los discípulos al sacrificio de la cruz. La Iglesia no puede celebrar el sacrificio de la Misa sin ofrecerse a sí misma para ser sacrificada junto con Cristo»[12].

Y el sacerdote nos invitaba a poner, junto con el pan, nuestra vida: «Dentro del yo grande de Cristo está comprendido el pequeño yo del Cuerpo que es la Iglesia. Está incluido también tu pequeñísimo yo que, a su vez, dice a los que tiene delante: "Tomad y comed, este es mi cuerpo que quiero ofrecer en sacrificio por vosotros"»[13]. ¡Qué misterio!

De lo más profundo del corazón nace esta súplica: rómpeme como te rompiste Tú para dar a luz a la Iglesia; quiero ser «pan puro de Cristo», expresaba el corazón ardiente de san Ignacio de Antioquía.

Lo repartió: "Tomad mi Cuerpo entregado, tomad mi Sangre derramada…"

Escribía Von Balthasar: «En la Eucaristía arde nuestro corazón; es como una declaración de amor del corazón ardiente de Dios». ¡Qué incomparable ternura y caridad! La Eucaristía es el sacramento de la comunión nupcial entre Dios y el hombre.

Por la Eucaristía, Él se traspasa a mí; su amor humano-divino está en mí. El Cuerpo de Cristo en mi cuerpo, su Sangre en mi sangre, su Espíritu me configura a Él y me hace un solo cuerpo con mi comunidad eclesial: Que ellos también sean uno en nosotros[14]… Sed esponsal, sed de comunión.

La Eucaristía es el más acabado de los abrazos salvadores que el Creador ha dado a su criatura, ¡beso de resurrección que configura, redime, santifica y salva! Dios salva ungiendo, cristificando en el Espíritu Santo.

«He aquí la mayor de las gestas de la historia: que la carne, en su debilidad, lejos de ser enemiga del Espíritu, sea portadora del mismo. El hombre es llevado a vivir en carne y sangre a la altura del Espíritu, a plenitud insospechada»[15]. Porque «la gloria de Dios es el hombre viviente y la vida del hombre es ver a Dios», decía bellísimamente san Ireneo.

Sí, entonces sí, ciertamente la forma de vida es vivir el Evangelio… ¡Vivir!

Cuando entrañas el Cuerpo de Cristo, cuando la Palabra se hace carne, entonces el Evangelio es tu inseparable vivir, da sentido y respuesta a la vida y al vivir.

Se despierta desde lo más hondo la necesidad de orar, de retirarse a orar, porque el amor quiere tener a la vista al Amado, aplicar todas las energías a ver, escudriñar y contemplar la Humanidad de Cristo encarnado: cómo vivió en la tierra, cómo trataba con cada uno, cómo miraba, cómo escuchaba, cómo sonaba el timbre de su voz, cómo caminaba entre los suyos, cómo se retiraba a orar cuando la multitud lo buscaba… contemplar su Persona en oración en el Cenáculo, en la Pasión… ¡y la presencia radiante del Resucitado en nuestra tierra!

Contemplar su figura humano-divina… ¡Cómo no conmoverse ante Cristo, el Maestro, que se hizo discípulo y que, puesto de rodillas, se sumía en oración!

Nosotros no éramos capaces de aprender a no ser viendo a nuestro Maestro y oyendo con nuestro oído su voz. Se trata de un aprendizaje por comunión con la Humanidad del Hijo[16].

Cuántas veces le he preguntado a Jesús acerca de sus noches de retiro a solas con el Padre, y también acerca de su respuesta en el evangelio de Lázaro: ¿Acaso no son doce las horas del día?[17]. Doce horas tiene el día, doce horas tiene la noche… noches de oraciones largas. Las acciones de Jesús iban precedidas de largas vigilias.

Es necesario que nuestro hacer esté atravesado por su Presencia, al igual que nuestro descanso. «El que duerme sobre el Evangelio, arranca sus tesoros» (P. Orbe).

El que no gusta al Señor, el que no se entrega a la oración podrá decir mil cosas de Jesús, pero lo hará como quien conoce solo de oídas. Qué dicha también para vosotros el estudio de la teología que os ayuda a interiorizar la fe, a pensar la fe con hondura; una fe enteramente pensada, una fe fielmente vivida[18].

  1. Déjate hacer, déjate acompañar… obediencia para avanzar en el Camino sin jamás mirar atrás

En un discurso, el Papa Francisco dijo: «Cuando te encuentras ante hombres y mujeres consagrados que no saben discernir lo que sucede en su corazón, que no saben discernir una decisión, es una falta de dirección espiritual».

¿Por qué la necesidad de la dirección espiritual? Es bienaventuranza sentirse pobre, necesitado, mendigo. Necesitamos ser acompañados…

Primero para custodiar el Amor y saber discernir qué voces ayudan a configurarnos con Cristo y qué voces y sentimientos enfrían, atenazan o incapacitan para la vocación a la que hemos sido llamados. Ser acompañados para evitar caer en tentaciones que distorsionan la realidad y pueden difuminar el camino verdadero y llevarnos a un estancamiento espiritual, incluso al desánimo o a tomar decisiones precipitadas, no deseadas. En zonas de niebla plomiza, desde dentro de la tormenta, cuando todo se vuelve oscuro en torno, no somos capaces de ver el camino de salida sin ayuda de alguien experimentado en el discernimiento.

Y segundo, para la misión de dirigir a otros… «Es necesario —escribía san Juan Pablo II— que todo sacerdote al servicio de los hermanos tenga él mismo la experiencia de la misericordia de Dios a través de la propia confesión periódica y de la dirección espiritual». Si uno no se deja acompañar, no sabrá para qué acompañar, qué camino seguir, cómo orientar, hacia qué meta guiar.

«Y no es fácil encontrar un padre espiritual —nos dice en tantos discursos el Papa Francisco—, porque la dirección no es una conversación sin ninguna profundidad entre compañeros». Es importante ser muy sinceros en la búsqueda de un director espiritual y no buscar un "cómplice", alguien que me guíe en la línea del menor esfuerzo, que me diga lo que quiero oír, sino buscar a alguien que sepa leer mi vida en verdad incluso por debajo de mis contradicciones, ambigüedades y mentiras.

Déjate hacer, me repetía siempre D. Eugenio; déjate hacer, «Dios hace, el hombre es hecho» (san Ireneo). La docilidad y obediencia a las manos de Dios conllevan tomarse muy en serio nuestra dirección espiritual y querer vivir en la luz, en la verdad, renunciando a nuestro instinto de querer ser los dueños de nuestra propia vida.

– ¿Valoro la dirección espiritual o es el último recurso cuando me veo al límite?

– ¿Qué es lo que verdaderamente abrimos al discernimiento y qué es lo que ocultamos o evitamos presentar?

– ¿Presentamos nuestra vida con camuflajes, manteniendo una fachada, o en verdad y transparencia?

– ¿Acogemos la luz que se nos da o nos defendemos, tratando de que nos den la razón?

– ¿Afronto los acontecimientos como algo personal o trato de justificarme diciendo que he seguido la opinión del director y así no recaigan sobre mí las posibles consecuencias de mis decisiones?

– Cuando me es difícil seguir lo que se me indica, ¿busco otras opiniones?

– Lo visto en el discernimiento ¿lo llevo a la práctica con alegría y prontitud o con victimismo, como esclavo que soporta lo que se le impone?

Son preguntas que nos pueden ayudar a discernir si vivimos la dirección espiritual como un yugo pesado o con inmenso agradecimiento por tener pastores que nos quieren, que se entregan a nosotros con tanta gratuidad y generosidad. Somos gracias a Cristo y a la Iglesia. Qué triste es cuando, en lugar de agradecer, preferimos anclarnos en el lamento: No tengo a nadie[19].

Respecto al discernimiento y acompañamiento espiritual…

El discernimiento me evoca la imagen de Juan en la Última Cena, en un clima eucarístico, recostado en el pecho de Jesús, pegado al latido trinitario. El discípulo amado nos enseña a entrar en el silencio de Jesús, a permanecer en su honda intimidad con el Padre, para que el discernimiento y la palabra nazcan de la escucha: Todo lo que he oído a mi Padre, en mi Espíritu, os lo he dado a conocer[20]. Y el Espíritu os lo enseñará todo[21].

El verdadero discernimiento es don del Espíritu Santo. Hay dones naturales que nos capacitan para un cierto grado de discernimiento, pero estos dones no penetran en lo profundo. En lo más íntimo del hombre, allí penetra solo el Espíritu que todo lo escruta y sondea, hasta las profundidades de Dios[22], como escribía san Pablo.

¿Quién puede entrar dentro de sí y comprenderse a sí mismo? No podemos llegar a conocer al hombre en profundidad sin el Espíritu, porque hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y «el misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado», como cita la Gaudium et spes.

La misión de acompañar me evoca de nuevo la figura de san Juan, que, en todo su Evangelio pronuncia prácticamente una sola palabra: ¡Es el Señor![23]… Reconoce al punto la presencia del Resucitado, que viene a dar sentido y fecundidad a la esterilidad de toda una noche sin pescar nada. Reconoce que Jesús está ahí, e inmediatamente se lo comunica a Pedro. La cualidad más importante del acompañante es la sensibilidad a la presencia del Resucitado que disipa toda duda: ¡Es el Señor! En cierto sentido Juan "desaparece" y quedan Jesús y Pedro.

Permitidme un desahogo… Desde los 28 años, he estado dedicada a la formación y al discernimiento, y sigo en ello… Creo que jamás se aprende a dirigir. Cada vez siento más temor y temblor al tener frente a mí una persona, que es tierra sagrada; cada persona es un misterio.

Cuentan que una persona rica, después de ver cómo Madre Teresa de Calcuta cuidaba y atendía a un leproso, le dijo sin reparo: "Madre, el trabajo que usted hace, yo no lo haría ni por todo el oro del mundo". La respuesta de la santa no se hizo esperar: "Yo tampoco lo haría, hijo, por ese motivo. Lo hacemos únicamente por Jesucristo, con la fuerza que recibimos de la adoración a Jesús sacramentado".

Como me imagino que os ocurre a vosotros… yo tampoco, ni por todo el oro del mundo haría un discernimiento. Ciertamente, cuando se ama realmente a una persona, de inmediato se acepta sacrificarse por ella, y se sufre. Pero también sé que «no hay alegría materna que se pueda comparar con la felicidad de encender la luz de Cristo en la noche de los hijos» (santa Teresa Benedicta de la Cruz).

Había pensado recordar con vosotros unos puntos cruciales del acompañamiento tales como la paciencia de escuchar, acompañar la libertad…

  1. La paciencia de escuchar

Aprender a escuchar, ¡la paciencia de escuchar!, crear un espacio en el que el otro sea libre para expresarse sin miedo, sin aplicar esquemas previos. Y no inquietarse por buscar un resultado inmediato, sino que es preciso tener paciencia, saber orar y esperar.

El sacerdote no es un mero espectador… Es importante ayudar a desvelar lo profundo y decir siempre la verdad: contradecir y corregir sin romper; forjar la persona y ayudarla a madurar sin imponerse; clarificar sin determinar los pasos del otro; guiar y orientar no con autoritarismo, sino con la autoridad que viene del amor.

  1. Acompañar la libertad

Dirección espiritual como un saber acompañar la libertad del caminar de un cristiano en obediencia al Espíritu; avanzar al compás de unos tiempos que no están en nuestra mano, porque no está en nuestra mano ni la libertad del Espíritu que sopla donde, como y cuando quiere, ni la libertad del otro, libertad que Dios mismo respeta y no violenta.

Algunas personas desearían un director espiritual que con una palabra mágica hiciera desvanecer sus problemas e inquietudes; buscan en el director fórmulas milagrosas. Otras veces buscamos en el director tener una certeza casi matemática de los pasos a dar… pero el camino del amor tiene planes mucho más altos que los nuestros.

Nadie puede acompañar a otro más de lo que debe, y nadie puede pedir a otro mayor acompañamiento del que debe darle. Tenemos que ser capaces de generar en el dirigido un deseo personal de vivir, mover desde dentro a la adhesión a Cristo. Que descubran que nadie les arrebata la vida, sino que deseen entregarla libremente.

Como no puedo abarcar todo en esta charla, voy a dar un salto hacia algunos peligros preocupantes que se intuyen al escuchar a jóvenes en discernimiento, jóvenes que incluso llevan una dirección espiritual. Me fijo en cuatro puntos:

  1. El persona-a-persona
  2. La presencia real, no virtual, del sacerdote
  3. La psicología no sustituye la dirección espiritual
  4. Ayudar a olvidar, a cerrar heridas…
  1. El persona-a-persona

Siempre me han ayudado estas palabras de la Madre Teresa de Calcuta: «No estoy de acuerdo con las actuaciones a gran escala, no presto atención a las estadísticas, yo creo en el "persona-a-persona". Para mí cada uno es único en el mundo. Me fijo en una única persona, solo hay uno: Jesús».

Es crucial la atención personal, el cuidado de la vocación de las personas antes que de los grandes proyectos e instituciones, porque solo tienen sentido si sirven al bien de la persona.

Os quiero ahora contar un ejemplo que últimamente me sorprende. Una joven me dice:

—Madre, he estado en una peregrinación con jóvenes cristianos y me ha tocado su alegría, su pasión por vivir, ¡yo no puedo seguir como estoy! Hasta sentí necesidad de confesarme, de hablar con alguien hasta el fondo, pero éramos tantos en la peregrinación que era imposible hablar a solas.

—Pero después habrás buscado ayuda… —le digo.

—Sí, he hablado una vez con un sacerdote. Me dijo que le escribiese mi historia por mail y ya lo he hecho. Le he puesto un whatsApp, otro whatsApp para volver a hablar con él, pero todavía no me ha contestado. ¡Es que el pobre está tan ocupado…! De todas formas, Madre, no te preocupes, mi amiga me ha dicho que ella se dirige por skype. No es lo que más me convence, pero… ¿A ti qué te parece?

  1. Los jóvenes necesitan la presencia real, no virtual, del sacerdote

El contacto virtual no puede ni debe sustituir el contacto personal, que sigue siendo insustituible. Lo propio del cristianismo es el encuentro personal, es encarnación: Jesús los alcanzó y se puso a caminar con ellos[24]

Con qué ternura escribe el Papa Francisco: «Por la fragilidad de los tiempos en que vivimos, necesitamos la presencia del Buen Samaritano, una mano que levanta, un abrazo que perdona y salva, una mirada que inunda de un amor infinito, paciente, indulgente, y vuelve a ponerte en camino. Ayudemos a los jóvenes a que el resplandor de la juventud no se apague en la oscuridad de una habitación cerrada en la que la única ventana para ver el mundo sea el ordenador y el Smartphone»[25].

Tantos jóvenes han perdido el gusto por vivir… El aguijón de la desesperanza se ha clavado en ellos. Se sienten superfluos en el juego de la vida. Vemos jóvenes pasivos que se aíslan en su soledad frente a sus pantallas; se conectan con el mundo virtual, pero desconectados de la realidad y de sí mismos; jóvenes que se encierran dentro de su círculo impenetrable, refugiados en paraísos artificiales… Anestesian incluso los interrogantes más profundos con un bombardeo de información, pero están muy faltos de formación.

Ante la baja autoestima de los jóvenes, con el miedo de fondo de no ser amados, las redes les ofrecen cómodamente la posibilidad de camuflar su identidad, obligados a mostrarse distintos de lo que son en realidad para adecuarse a estándares irreales e inalcanzables. Presentan gran fragilidad psicológica, vacíos afectivos muy sufrientes, y tienden a acurrucarse en la familia como en una "burbuja protectora", sin comprometerse a nada definitivo, esclavos de sus "ganas".

  1. La psicología no sustituye la dirección espiritual

No puedo dejar de sentir cierto temor cuando ponemos demasiada esperanza en los resultados de la psicología. No basta desbrozar el camino. Las heridas que no son curadas por una mano redentora, se arrastran, se reabren y queman; siempre son un grave peligro para la vida espiritual y también para la vida psíquica. El fin del hombre no es solo "aceptarse", sino acoger a Dios en la vida, a uno mismo y a los demás en Dios.

Me sobrecoge este texto de Benedicto XVI por la sabiduría y hondura de su fe:

«La psicoterapia hoy está muy difundida y también es muy necesaria, teniendo en cuenta tantas psiques destruidas o gravemente heridas. Pero las posibilidades de la psicoterapia son muy limitadas. Las almas que están heridas y enfermas, como es la experiencia de todos, no solo necesitan consejos, sino también una auténtica renovación. El sacramento de la penitencia nos brinda la ocasión de renovarnos hasta el fondo con el poder de Dios —ego te absolvo— que es posible porque Cristo tomó sobre sí los pecados. Creo firmemente en el poder curativo de su amor sacrificial —incluso en las situaciones más oscuras y desesperadas— que libera y trae la promesa de un nuevo comienzo»[26].

  1. Ayudar a olvidar, a cerrar heridas…

Qué importante es que el que dirige haga presente el rostro de la esperanza: Dios todo lo puede perdonar, redimir y sanar. Ser rostros de esperanza…

Ayudar a creer en el perdón de los pecados: lo pasado pasado está y lo perdonado perdonado está. Ayudadnos a creer en el sacramento. Que el presente no lo determine quién he sido yo, sino quién es Dios que hoy puede actuar en mí, ¡y es capaz de lo imposible!

Leer y releer la vida como historia de salvación, con una mirada reconciliada. Y que solo quede una memoria agradecida…

Pienso que os tiene que conmover que se os llame "padre". Os ayuda a hacer memoria constante de la Fuente escondida: Abbá, la Fuente de la vitalidad y fecundidad de vuestro ministerio pastoral, que se derrama en caridad para los demás.

Leí hace poco que un anciano sacerdote le decía a un seminarista: "Vendrán a ti personas para confesarse. Cuando las veas, piensa cuánta fe te están testimoniando con el solo hecho de decirte a ti sus fragilidades a veces vergonzantes. No dudes nunca que han sido primero tocados por la gracia antes de venir a la dirección espiritual, a la confesión…". Pienso que no podéis más que vivir en una actitud de asombro por la autoridad que Dios os ha dado.

No puedo pasar por alto, dejar de agradecer la vida de aquellos sacerdotes que, por vivir escondidos en Cristo, están siempre tan presentes para nosotros. Los que, por estar con Él, están siempre para mí.

No llaman la atención sobre sí; sin embargo, la gente acude a ellos porque corre la voz… Amigos del silencio, callan y hacen, sembradores humildes que derraman amor. Su lema es: Conviene que Él crezca y yo disminuya[27]. Escogieron la mejor parte, sencillísima parte, que por inútil nadie disputa y no les será quitada.

Estos sacerdotes de sencillez desarmante hacen realidad las palabras de san Pablo: No somos señores de vuestra fe sino servidores de vuestra alegría[28].

  1. Tu vocación y misión se cumple en la comunión con tus hermanas

En una ocasión D. Eugenio Romero escribió a los sacerdotes: «La comunión es la tierra sin la cual no es posible vivir ni ejercer el ministerio ordenado. Sin la unidad en el presbiterio es imposible afrontar las pruebas; la unidad debe quedar a salvo por encima de todas las dificultades y adversidades. Escribía san Ignacio de Antioquía: Cuando os reunís con frecuencia, las fuerzas de Satanás son destruidas, y su ruina se deshace por la concordia de vuestra fe».

Os necesitáis tanto entre vosotros… No se llega a ser sacerdote solo, tampoco cumplís una misión en solitario. El Espíritu nos mueve desde dentro a la unidad.

Ya casi termino la ponencia, pero antes permitidme que os cuente una florecilla, una genialidad de san Francisco recogida en las Fuentes franciscanas.

Un día, enterado el hermano Francisco de ciertas actitudes de comparación, de envidia entre los hermanos, preguntó: ¿Quién es el verdadero hermano menor? Ante el silencio de todos, Francisco respondió: «La fe del hermano Bernardo. La sencillez y pureza del hermano León. La bondad y afabilidad de Ángel. La conversación elegante y el don de gentes de fray Maseo. La contemplación de fray Gil. La oración continua de fray Rufino. La paciencia, alegría y simplicidad de Junípero. La fortaleza de Juan de Lodi. La caridad siempre activa del hermano Rogelio. La entrega incansable del hermano Lúcido».

¡Imaginaos los rostros de los que le escuchaban…! Pero qué belleza: uno no es sin la suma de todos los hermanos; somos en communio. Francisco no hablaba en abstracto, ni de hermanos lejanos, sino de aquellos con los que vivía, con nombres propios. Quien ama a sus hermanos más que a sí mismo es liberado de la competitividad, de la comparación, de la desconfianza, del juicio, de creerse superior o inferior, de la adulación y del servilismo, de la acepción de personas, de la indiferencia… Quien ama y se sabe amado, lejos de entristecerse por los dones del otro, puede llenarse de gozo por el bien que Dios obra en sus hermanos. El bien de mi hermano es mío, me pertenece, porque somos un solo cuerpo en Cristo Jesús[29], gracias a la Eucaristía; y en comunión, somos enriquecidos en todo[30].

"Mirad cómo se aman", decían al paso de los primeros cristianos, y llenaban las ciudades de alegría. Conocerán que sois mis discípulos por el amor que os tenéis, dijo el Maestro; la comunión es misión.

 

 

¿Es difícil ser hoy sacerdote?

Sin duda, lo es. Pero ¿cuándo ha sido fácil? El verdadero discípulo llega a una identificación tan honda con su Señor que el destino del Siervo se convierte en su propio destino.

Una escena espectacular del Apocalipsis: Estos que van vestidos con vestiduras blancas, ¿quiénes son y de dónde han venido? Son los que vienen de la gran tribulación, han lavado y blanqueado sus vestidos en la Sangre del Cordero y gritan con voz potente: "La victoria es de nuestro Dios"[31].

El Cordero es su Pastor. El seguimiento de Cristo es un cumplimiento de redención y victoria. La prueba, la tribulación, el drama de la vida humana no contradicen el camino con Cristo; es más, ¡lo exigen!, dan consistencia a nuestra maduración y adhesión a Él.

No es fácil ser sacerdote hoy, no lo es. Pero a nosotros nos ha tocado vivir en este tiempo. Los santos se han preocupado de vivir plenamente y hacer fecundo el momento presente con intensidad y belleza. No hay nada más atractivo que vivir apasionadamente la propia vocación para ser un signo visible de la alegría que Dios da a quien escucha su llamada y la sigue. Y será la misma belleza de la vida la que atrae al deseo de abrazar la fe y la vocación.

Termino con las palabras con que san Juan Pablo II concluía en Valencia su homilía: «La Virgen María, que veneráis con el dulce título de Madre de los Desamparados, se incline con amor sobre vosotros. Que en la gracia del sacerdocio, cada uno de vosotros pueda decir también a ella: Totus tuus».

Gracias en nombre de todas mis hermanas de Iesu Communio, os queremos y os acompañamos en oración, a ojos cerrados, para que, permaneciendo en su Amor, vuestra alegría sea completa[32]. Rezad también por nosotras.

Y como nos dice siempre nuestro Cardenal Cañizares: «Ánimo, sin desmayo, rememos mar adentro, duc in altum!».

[1] Jn 1, 39.

[2] Jn 4, 1-42.

[3] J. Ratzinger, Servidor de vuestra alegría.

[4] Cf. M. I. Rupnik, El camino de la vocación cristiana.

[5] Ga 2, 20.

[6] Mc 12, 34.

[7] Jn 13, 37.

[8] Mc 4, 35.

[9] Cf. A. Orbe, Anunciación; Pan de vida.

[10] Jn 1, 29.

[11] Jn 14, 23.

[12] H. U. von Balthasar, Tú coronas el año con tu gracia.

[13] Cf. R. Cantalamessa, Ungidos por el Espíritu.

[14] Jn 17, 21.

[15] Mons. Eugenio Romero.

[16] Cf. San Ireneo.

[17] Jn 11, 9.

[18] Cf. Juan Pablo II.

[19] Jn 5, 7.

[20] Jn 15, 15.

[21] Jn 14, 26.

[22] 1 Co 2, 10.

[23] Jn 21, 7.

[24] Lc 24, 15.

[25] Cf. Papa Francisco, Visita al Hospital San Francisco de Asís de la Providencia, 24 de julio de 2013; Mensaje para la XXXIII Jornada Mundial de la Juventud 2018.

[26] Benedicto XVI, Discurso a los párrocos, sacerdotes y diáconos de la diócesis de Roma, 7 de febrero de 2008.

[27] Jn 3, 30.

[28] 2 Co 1, 24.

[29] Rm 12, 5.

[30] 1 Co 1, 5.

[31] Ap 7, 13-14.10.

[32] Cf. Jn 15, 9-11.


¡ALÉGRATE Y REGOCÍJATE COMO MARÍA! Mi sencilla peregrinación hasta el Chapi de Lima

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Hoy 1 de enero, fiesta de San José Obrero y de la Virgen de Chapi, he querido acompañar a los hermanos arequipeños en su homenaje a la Mamita de Chapi. Cuando vivía en Arequipa iba siempre caminando, en Lima lo he podido hacer hasta su capillita en el templo de San Francisco, del centro de Lima.

Da gusto caminar a las 5.30 de la mañana por la silenciosa Lima y verla despertar a medida que caminamos y vamos desgranando las avemarías del Rosario por sus calles. Alguno del grupo viene desde Villa El Salvador, otros desde Lima Norte, y todos con la misma ilusión: agradecer, pedir por los enfermos, por las necesidades de los amigos, familiares y conocidos, y para ofrecerse.

Yo sentía el estilo itinerante de los peruanos de milenios atrás, cuando peregrinaban hacia Caral, Toromuerto, Chavín, Pachacámac…o ya con el cristianismo a la Cruz de Motupe, Locumba, Otuzco, Cayma, Chapi…y agradecía por poder vivir en esta tierra ensantada del Perú y le pedía que nos siga ayudando a vivir unidos en esperanza como nos alentó el Papa Francisco.

Anoche tenía dos programas en PAX TV sobre la nueva carta del Papa "Alégrate y regocíjate" y le pedía al Señor que se haga realidad en mi vida y en la de los míos, sobre todo el n. 176, que me encanta:

 Quiero que María corone estas reflexiones, porque ella vivió como nadie las bienaventuranzas de Jesús. Ella es la que se estremecía de gozo en la presencia de Dios, la que conservaba todo en su corazón y se dejó atravesar por la espada. Es la santa entre los santos, la más bendita, la que nos enseña el camino de la santidad y nos acompaña. Ella no acepta que nos quedemos caídos y a veces nos lleva en sus brazos sin juzgarnos. Conversar con ella nos consuela, nos libera y nos santifica. La Madre no necesita de muchas palabras, no le hace falta que nos esforcemos demasiado para explicarle lo que nos pasa. Basta musitar una y otra vez: «Dios te salve, María…».

Esta mañana, en San Francisco, en compañía de la comunidad franciscana y de los cientos de fieles que colmaban el tempo, he podido vivirlo. Gracias, Madre, que sea una realidad para todos los arequipeños, para todos los peruanos.


EXILIO Y TERNURA en San Francisco. Eloi Leclerc

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San Francisco de Asís. Exilio y ternura Eloi Leclerc, Marova, 1994, Madrid, 2ª ed.

Conmovedor libro, continuación del magistral "Sabiduría de un pobre". Delicioso por la profundidad y la sencillez, encantador por la belleza y fuerza formales. Además, si contemplamos nuestro mundo hecho añicos contaminado de violencia y mediocridad, de rabiosa actualidad, por el ejemplo de coherencia, paz, autenticidad, comunión, fraternidad, parresía, amor del bueno, tierno, el primero, el del Maestro, "amaos como Yo".

«En un mundo violento, erizado de muros y excavado con fosos, el universo de Francisco de Asís carecía de torreones y murallas. Pobre de bienes y de poder, estaba en paz con todos, vivía como hermano de los seres, y a todos ellos dirigía una mirada llena de respeto... Sus ojos habían llegado a ser maravillosamente humanos... Su horizonte no era la cristiandad de su tiempo, con sus fronteras que defender, sino Jesucristo, a quien amar, y el ser humano a quien salvar». Pp.10-11

Eso fue lo que llevó a Francisco más allá de las fronteras de la cristiandad. En plena cruzada, partió hacia Oriente para encontrarse con quienes no pensaban como él y mantuvo varias entrevistas con el sultán Melik el-Kamil. Su actitud desinteresada logró tender un puente entre Occidente y Oriente. Ciertamente fue un gran momento en la historia de la humanidad: en pleno conflicto, una mano tendida al enemigo de los cruzados.

Este espíritu atraviesa el libro San Francisco de Asís. Exilio y ternura. En medio de todas las tensiones, Éloi Leclerc sobrepasa el relato de los acontecimientos para revelar la fuerza del Evangelio en la vida de un ser humano y en los conflictos del mundo. Traducido a varias lenguas, San Francisco de Asís. Exilio y ternura es una nueva edición, revisada por el autor. ÉLOI LECLERC, religioso franciscano, figura entre los autores espirituales contemporáneos más importantes. Entre sus publicaciones, esta misma Editorial ha traducido: El reino escondido (20002); El Dios mayor (1997); El sol sale sobre Asís (20052); El pueblo de Dios en la noche (20052) e «Id a Galilea». Al encuentro del Cristo pascual (2006).

Me ha gustado penetrar en el mundo interior de San Francisco quien busca lo que más en sí, en su Orden, hasta con el Sultán…

"¡Es tan sencillo, hermanos! Dicen que el que quiere hacer as obras de Dios no debe tener más rpisa que Dios mismo. Debe caminar al mismo paso que El que es eternamente; El que ha credo las estrellas no mide con nuestra vara las cosas. Cuanto más importante es una cosa para Él, va más despcio. La guarda mucho tiempo muy adentro, como lo más íntimo. Después la prepara dese lejos, de muy lejos, por comienzos humildes. Dios se da prisa así" p. 125

"Señor, hazme pequeño para ver a los otros, cada vez más pequeño, para verlos mejor, sí, simplemente para ver que existen". Después, una pregunta terrible le pesó en el alma y le hizo tambalearse en una meditación teñida de tristeza: "¿Por qué los cristianos piensan y obran siempre como si con la venida de Jesús nda hubiera sucedido ente los hombres? Ellos también quieren dominar. Oh, cruz de mi dulce Señor, ¡qué de crímenes van a cometerse aquí en tu nombre!" p.155

 

Aparentemente fracasa en los tres frentes. Tras la misión con el Sultán, concluye: "Volvemos con las manos vacías, como obreros que no han conseguido contratarse o que han despedido como inútiles. No hemos convertido a nadie. El Señor no ha querido nuestra vida. No hemos sido encontrados dignos de sufrir por su nombre. Como Moisés, no hemos podido entrar en la tierra prometía pp.204-5. Ante las divisiones de su Orden: "En silencio y en secreto, Francisco contemplaba a su Señor crucificado. Él, al menos, creía en el amor. Él era el Amor. Pero el Amor no había sido amado. Ni lo era más en el día presente. Había sido crucificado y seguía estándolo…Se reprochaba su orgullo. Se hacía así pequeñito ante Dios. Y en su alma devastada, la paz buscaba camino de volver a florecer" (p.212).

Como veía que algunos hermanos se le alejaban, "Una luz extraordinaria le penetró: 'Me haré más padre haciéndome más hermano…Se hizo su su amigo, sin condescendencia per sin sombra de rigidez. No escandalizaba a nadie, amaba a todos con paciencia…Era, verdaderamente, su criado. A un superior del convento, que se le quejaba por el comportamiento díscolo de los hermanos y le reclamaba la paz de una ermita a cambio de su cargo, le contestó: Todo lo que ellos te hacen ver y sufrir, aunque sean golpes, acógelos como una gracia. Ámalo sencillamente, como son. Esto te hará más bien que vivir en la ermita" p.220. 

"Francisco perseveró, y un día, de la otra orilla del silencio, la paz, semejante a una paloma blanca, vino a posarse al borde su alma…Había aceptado morir con Cristo, aceptado a Dios a fondo. Ahora le bastaba que Dios fuera Dios. Esta certidumbre por sí sola le llenaba, le purificaba su deseo hasta LA TRANSPARENCIA" P.225

 


MARÍA, EN SALIDA. P. César Buendía

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Amigos, en pleno mes de mayo, mes mariano por excelencia, preparando el día de la Madre, la fiesta de la Virgen de Fátima, María AuxilIadora, Visitación…les comparto el precioso artículo del P. César Buendía, rector de la UCSS y párroco de SMP, Las Palmeras, en la diócesis de Carabayllo

María, en salida. Carta a la comunidad

Impresiona la capacidad del Papa para decir la palabra oportuna y sacar consecuencias del puro evangelio. La fragancia de lo nuevo y de lo antiguo, el perfume fresco de la primavera que brota de una palabra meditada desde la propia experiencia, que comprueba la verdad, es lo que deslumbra en este Papa.

La prioridad pastoral de este Papa es la caridad. Caridad de Cristo hacia el desheredado y el olvidado, el descartado, para decirlo con las palabras frías del mundo. Ahora bien, la mayor caridad es compartir las razones para vivir. Pide el Papa una Iglesia en salida.

Y es que este mundo es un mundo complicado. Los que tenían que ayudar, estorban. Los padres enseñan a sus hijos a mentir, a odiar. Los sacerdotes se desentienden de los demás. Pero hay alguien que nunca lo hace ni lo ha hecho: Dios. Dios ha salido. Es alguien en salida. Dios salió a buscarnos.

Una persona en salida vale más que mil pecados. María salió. Dios salió. Y por ese único acto de luz se disiparon las sombras.

María se puso en salida para atender a su prima Isabel. María es la mujer que no descartó a la anciana que iba a tener un hijo. María es la mujer que no descartó a un hijo incómodo, ¡quién podía creer que ese hijo era fruto del Espíritu Santo! Pero María creyó y un ángel le transmitió a José la realidad. No hizo falta que María explicara. Y el Espíritu se lo dijo a Isabel. No hizo falta que María lo anunciara.

María está permanentemente en salida, porque ha salido de su comodidad para aceptar al totalmente Otro, a Dios. María ha salido de su conveniencia para obedecer. Salió de los propios sueños para soñar los sueños de Dios. Salió, como Abrahán, sin saber lo que le esperaba, pero sabiendo que fiel y bueno es Dios (Dt 7,9; Nm 23,19;1Cor 1,9; 10,13; 2Tes 3,3; Heb 10,23).

Y Dios se hizo hombre. El que era absolutamente superior vino a esta tierra y se hizo uno como nosotros. El Hijo de Dios es hijo de María. Dios ha resultado no el Otro, sino el Hijo. No hay nada más íntimo para una mujer que su hijo. Pero este Hijo es Dios.

Dios sí que está en salida. Salió de su felicidad para venir a la cruz. Salió el Buen Pastor para buscar a la oveja perdida. Salió, y por más pecados que cometamos, nadie nunca puede ocultar la luz de su salida. Porque no podemos tapar el sol con un dedo. Dios salió hacia María y hacia nosotros. Para que salgamos del egoísmo. Para que vayamos a visitar a nuestra propia Isabel, es decir, a la incómoda familia que pide un préstamo, a la persona sola que ha sufrido un infarto… a la persona que no tiene a nadie en Perú y que ha venido huyendo de la situación de hambre de Venezuela…

No se trata de angustiarse, porque Dios sí que está en salida. Ha salido, a buscarme a mí, a la oveja perdida. Ha venido al mundo por María. Ha crecido como hombre hasta que María le ha echado a salvar al hombre: "No ha llegado mi hora""Hagan lo que Él dice".

Dios está en salida por ti. Tú puedes salir. No te angusties. Dios te acompaña. Él ha salido para acompañarte. Y lo está haciendo: "Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" (Mt 28,19).

Pero la salida que hoy te pido es muy sencilla: sal de tu enojo, sal de tu venganza, sal de tu rencor, sal de tu odio, sal al perdón y al olvido. Dios es el único juez. Y él te lo pide porque te ha de juzgar a ti. Sal y confiésate. Sal a ver al que te puede perdonar. Sal que te espera con los brazos abiertos.

Aprende de María. Sal a la intemperie, a la verdad, a la alegría. Corre al encuentro de tu hermano, como Dios corre a tu encuentro cuando vuelves arrepentido a buscar su perdón (Lc 15, 20-22).

César Buendía

Revista parroquial Mayo 2018

BLOG: https://somosnecesarios.wordpress.com/

https://www.facebook.com/ParroquiaSantaMariaDeLaProvidencia/

Anécdota: El loco

 En un pueblo rodeado de cerros habitaba un loco, la gente del pueblo le llamaba así: "EL LOCO", ¿y porqué le llamaban así?, ¿Qué acaso hacía cosas disparatadas, cosas raras, cosas diferentes a lo que hacen la mayoría de las personas, al menos en ese pueblo?.
La gente al verlo pasar se reía y se burlaba de él, humildemente vestido, sin posesiones, sin una casa que se dijera de su propiedad, sin una esposa ni unos hijos; *un desdichado*, pensaba la gente, alguien que no beneficiaba a la sociedad, **un inútil** comentaban otros.

Más he aquí que este viejo ocupaba su vida sembrando árboles en todas partes donde pudiera, sembraba semillas de las cuales nunca vería ni las flores ni el fruto, y nadie le pagaba por ello y nadie se lo agradecía, nadie lo alentaba, por el contrario, era objeto de burla ante los demás.
Y así pasaba su vida, poniendo semillas, plantando arbolitos ante la burla de los demás. Y he aquí que ese ser era un gran Espíritu de Luz, que poniendo la muestra de cómo se deben hacer las cosas, sembrando, siempre sembrando sin esperar a ver el fruto, sin esperar a saborearlo.

Y sucedió que un día cabalgaba por esos rumbos el Rey de aquellos lugares, rodeado de su escolta y observaba lo que sucedía verdaderamente en su reino, para no escucharlo a través de la boca de sus ministros.
Al pasar por aquel lugar y al encontrarse al Loco le preguntó: _ ¿Qué haces, buen hombre?
Y el viejo le respondió: _ Sembrando Señor, sembrando.
Nuevamente inquirió el Rey: _ Pero, ¿cómo es que siembras?. estás viejo y cansado, y seguramente no verás siquiera el árbol cuando crezca. ¿Para qué siembras entonces?
A lo que el viejo contesto: _ Señor, otros sembraron y he comido, es tiempo de que yo siembre para que otros coman.
El Rey quedo admirado de la sabiduría de aquel hombre al que llamaban LOCO, y nuevamente le preguntó:
_ Pero no verás los frutos, y aun sabiendo eso continuas sembrando... Por ello te regalaré una monedas de oro, por esa gran lección que me has dado.
El Rey llamo a uno de sus guardias para que trajese una pequeña bolsa con monedas de oro u las entregó al sembrador.
El sembrador respondió : _Ves, Señor, como ya mi semilla ha dado fruto, aún no la acaba de sembrar y ya me está dando frutos, y aun más, si alguna persona se volviera loca como yo y se dedicara solamente a sembrar sin esperar los frutos sería el más maravilloso de todos los frutos que yo hubiera obtenido, porque siempre esperamos algo a cambio de lo que hacemos, porque siempre queremos que se nos devuelva igual que lo que hacemos. Esto, desde luego, sólo cuando consideramos que hacemos bien, y olvidándonos de lo malo que hacemos.

El Rey le miró asombrado y le dijo : _ ¡Cuánta sabiduría y cuánto amor hay en ti!, ojalá hubiera más como tú en este mundo, con unos cuantos que hubiese, el mundo sería otro; más nuestros ojos tapados con unos velos propios de la humanidad, nos impiden ver la grandeza de seres como tu. Ahora me retiraré porque, si sigo conversando contigo, terminaré por darte todos mis tesoros, aunque sé que los emplearlas bien, tal vez mejor que yo. ¡Qué Dios te Bendiga!.

Y terminado esto, partió el Rey junto con su séquito, y el Loco siguió sembrando y no se supo de su fin, no se supo si terminó muerto y olvidado por ahí en algún cerro, pero él había cumplido su labor, realizó la misión, la misión de un Loco.

Reflexión:
Este cuento sirve para ilustrarnos lo que muchos seres hacen en este mundo, pero callados, sin esperar recompensa y he aquí que se requieren muchos locos en el mundo, seres que repartan la Luz, que den la enseñanza, que sean guías en este mundo tan hambriento de la enseñanza espiritual.


EL "TREN DE CERCANÍAS" DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN JOSÉ en PUEBLO LIBRE, LIMA

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EL "TREN DE CERCANÍAS" DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA SAN JOSÉ

Dedicado a Francisco Bobadilla que tuvo la feliz inspiración (yo acabo de practicarla y me da mucho gusto el compartirla)

El tren de cercanías de la villa y corte de Madrid te lleva a los distritos más importantes y cercanos como El Escorial.

Lima ni tiene tren ni tiene tranvía pero tiene rinconcitos de verdadera alegría. Te ubico en Pueblo Libre, en el cruce de la Av. Marina con Av. Sucre. ¿Ves el Seminario Santo Toribio? Pues entra por el portón de la Av. Sucre y llegarás enseguida a la Universidad Católica San José, la multisecular (con casi cinco siglos) Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.  Te propongo una nueva ruta turística desde mi alma mater por los parques de Pueblo Libre. Me contento con los más cercanos, puesto que tiene unos 150 en total. Quiero invitarte a pasear con paz, tranquilamente. Disfruta de la naturaleza organizada que brinda el parque. De sus plantas, su césped, sus flores. Pero, estamos en mayo, el mes de la Madre, el Mes de María. ¿Qué tal si los recorres como romería? Rosario en mano, su nombre en los labios, su amor en tu corazón. Hazlo tú solo o en compañía de tus amigos o familiares, como veas mejor. En cada parque un misterio y de camino las diez avemarías.

Sal por la calle Carlos Bondy y dirígete por Av. Castilla hacia la Marina. Cruzas hacia la gasolinera y tomas la calle Pedro Tomás Mallarini, donde llegas al Parque Orlando Leite Ribeyro y te encontrarás con la Gruta de Nuestra Señora de la Consolación, advocación netamente de los Padres Agustinos

2. Por la calle Oré te diriges al Parque Colmenares, en cuyo centro se alza majestuosa la capillita de la Medalla Milagrosa.

Desde aquí, puedes salir hasta la calle Acevedo, volteas a la izquierda y te encontrarás con la parroquia de Nuestra Señora de la Caridad, con oratorio con santísimo. Debes saber que su nombre se lo debe a la patrona de Cuba la Virgen de la Caridad del Cobre.

3. Sigues caminando y llegas al Parque de Robert Owen donde está la capilla dedicada a la Virgen del Carmen, bien reconocible por el escapulario carmelitano.

4. Caminando hacia tu izquierda hacia la Calle Antúnez de Mayolo se ubica la capilla de Nuestra Señora de la Caridad en el Parque del mismo nombre.

5. A tu derecha puedes caminar hacia la calle Jaime Herrera, al final de la cual, se levanta la bella Cruz gloriosa denominada Cenáculo Virgen Peregrina.

6. Desde aquí vuelves hacia atrás y te diriges a la calle Santa Isabel, y en el Parque del mismo nombre te encuentras la recoleta gruta de Nuestra Señora de la Evangelización, donde puedes culminar la romería con las letanías a la que es Patrona de la Arquidiócesis.

De regreso puedes venir por el Jirón Daniel Hernández, cruzas la Av. Marina y vuelves por Jr. Castilla, Carlos Bondy y ya estás en el Hogar, dulce Hogar de tu Universidad. Te recuerdo que comenzó su andadura al calor de la visita del Papa Francisco al Perú. Sus últimas palabras tienen mucho que ver con tu caminata, tu peregrinación, tu romería:

Hoy el Señor te invita a caminar con Él la ciudad, te invita a caminar con Él tu ciudad. Te invita a que seas discípulo misionero, y así te vuelvas parte de ese gran susurro que quiere seguir resonando en los distintos rincones de nuestra vida: ¡Alégrate, el Señor está contigo!"

https://www.google.com.pe/maps/@-12.0809746,-77.06916,18z

 




HISTORIADOR EDUARDO CAVIERES EXPONE SOBRE LA GUERRA DEL PACÍFICO, SECULARIZACIÓN Y ROL DE LA UNIVERSIDAD

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HISTORIADOR EDUARDO CAVIERES EXPONE SOBRE LA GUERRA DEL PACÍFICO, SECULARIZACIÓN Y ROL DE LA UNIVERSIDAD

 

Este miércoles 16 de mayo, el premio nacional de historia del 2010, Director del Programa de Estudios Iberoamericanos de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, pronunció tres conferencias en la Universidad Católica San José. A raíz de su presencia en nuestra Casa de Estudios ha propiciado diversos encuentros académicos. En la actualidad es profesor emérito de la Católica de Valparaíso y de  la Universidad de Chile. Es magíster en Historia, Universidad de Madison, USA, y Doctor en Historia, Universidad de Essex, Inglaterra, es también profesor extraordinario de la Universidad Austral de Valdivia y profesor investigador del Instituto Universitario de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá, España

 

La primera conferencia, en el Aula Magna, abordó el tema "La Guerra del Pacífico, ¿hasta cuándo? Claves para comprenderla desde Chile y el Perú" para alumnos y docentes, se orientó a presentar un camino común peruano-chileno de historia conjunta que supere prejuicios, barreras nacionales, conflictos entre Estados y la estudie en términos del presente y, sobre todo, de futuro de paz y progreso para ambos países.

 

La segunda ponencia, en la Sala de Reuniones del Seminario Santo Toribio se tituló "Desde los años 60 al presente: Sociedad, Iglesia y los avances del laicismo" y fue dirigida al clero limeño reunido en su encuentro mensual. Su lúcido diagnóstico del fenómeno suscitó un interesante diálogo con los sacerdotes, concluyendo en la necesidad de una respuesta de coherencia, santidad, pero también de mirada abierta a los crecientes desafíos de un mundo plural, globalizado.

 

La tercera fue pronunciada en el marco del Café cultural Convictorio 2021 y versó sobre "Las grandes reformas universitarias del s. XX y los desafíos de la Universidad actual". Recordó los 50 años del mayo francés de 1968 y la reforma de Córdoba (Argentina) de 1918, y los retos del presente, de acuerdo con los nuevos contextos y las ideologías presentes.

En este encuentro fue acompañado por el Mg. José Chaupis, de la UNMSM, quien es miembro del grupo de profesores que estudia conjuntamente la Guerra del Pacífico. En esta ocasión expuso el tema "Juventud y participación política. Una visión globalizadora del accionar político juvenil (siglo XX-XXI)" acerca de las luchas protagonizadas por los jóvenes en momentos estelares como la Revolución Francesa de 1789 hasta hechos más recientes como la Revolución de los Paraguas en Hong Kong durante el 2014. Al respecto, nos presentó un análisis profundo sobre el comportamiento electoral de la población joven del Perú en los últimos años, para reconocer desde su heterogeneidad y diversidad las manifestaciones de una cultura política juvenil en el Perú.

 

Además de sus lecciones de historia, el Dr. Cavieres nos dejó alguna de su publicaciones como la última "Tensiones entre Estado y ciudadanía. Tepensando espacios, significaciones y tiempos" ( (Universidad de Playa Ancha, Valparaíso, 2018, pp.174). La Universidad Católica San José agradece su lúcido magisterio y su generosa dedicación, que tanto nos sirve para acometer el programa del Bicentenario.


MARÍA AUXILIADORA: MÁS ALLÁ DE LA ESTATUA. P. Alfonso Francia

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MÁS ALLÁ DE LA ESTATUA

Alfonso Francia

Si no fueras tú mi Virgen,

La que meciste mi cuna,

la que enamoró mi infancia,

en tierras de Andalucía,

y en tierras de Salamanca…;

si no fueras tú mi Virgen,

mi querida Auxiliadora,

me iría a  la Virgen Blanca,

de imagen encantadora,

que Toledo luce y ama,

con su semblante y sonrisa,

su cutis de virgen guapa,

y el Niño que le sonríe

con la sonrisa más blanca,

y su tierna manecita

con que acaricia su cara.

 

Me hechizó cuando la vi.

Es la estatua con más gracia.

Pero pronto comprendí

que la gracia de la estatua

no es lo que me mueve a mí.

 

Que mi madre Auxiliadora,

ella en persona me habla,

me sonríe, me acaricia.

¡y me abraza!

¿Desde cuándo una sonrisa,

la sonrisa de una estatua,

vale lo que vale un beso,

un abrazo, una caricia,

una mirada?

 

Madre mía Auxiliadora,

tu sonrisa y tu mirada,

las llevo siempre en mi vida,

en el sudario del alma,

que grabó tu cara en mí:

tu mirada en mi mirada,

tu sonrisa en mi sonrisa,

tu gracia grabó en mi gracia.

 

Madre mía Auxiliadora,

contigo lo tengo todo.

Contigo... ¡no falta nada!

Tu Estatua no me sonríe…

¡Tu sonrisa está en mi alma!


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DOCE CUESTIONES ANTE EL NOMBRAMIENTO DEL NUEVO CARDENAL EN EL PERÚ

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DOCE CUESTIONES ANTE EL NOMBRAMIENTO DEL NUEVO CARDENAL EN EL PERÚ

 

1. ¿Y ahora con dos cardenales quién manda en la Iglesia del Perú?

El que manda en toda la Iglesia Universal es el Papa. En cada Iglesia particular (diócesis, arzobispado, prelatura, etc) es el obispo diocesano o el arzobispo. El título de cardenal no es de jurisdicción es honorífico con algunas prerrogativas como por ejemplo elegir al nuevo Papa y ayudar al Papa cuando lo requiera en el gobierno de la Iglesia Universal.

 

2. ¿Y qué pasará cuándo dejen de ser arzobispos?

Serán arzobispos eméritos y cardenales. Sin jurisdicción de gobierno.

3. ¿El nuevo arzobispo de Lima será cardenal?

No necesariamente. Hasta ahora la costumbre es que el arzobispo de Lima es cardenal. Pero ya ha sucedido en otros países que sedes cardenalicias ya sus obispos no son cardenales. Podría pasar que el nuevo arzobispo con el tiempo fuese cardenal, y que hubiese tres o más cardenales. Pero también puede haber alguno más si el Papa considera que algún eclesiástico -sin ser arzobispo- lo amerite. Por ejemplo, en España hay 15 cardenales y sólo DOS de las sedes tradicionales, como Madrid y Barcelona; los demás han sido nombrados como Mons. Pedro Barreto por su trayectoria, es el caso de Mons. Ricardo Blázquez -de Valladolid- o Mons. Fernando Sebastián -jubilado o emérito. 

 

4. ¿Cuántos cardenales puede tener una nación?

Depende. Del número de católicos, de su tradición católica, de la trayectoria de la personalidad (teólogos, canonistas, pastores, líderes) de los miembros de su iglesia.

5. ¿Por qué se nombra?

Queda a libertad exclusiva del Papa nombrarlos, quien considera sus méritos pastorales, teológicos o personales, y la necesidad del encargo en el gobierno y ministerios en la curia Romana.

 

6. ¿Cuál es su misión?

La fundamental es ayudar en el gobierno de la Curia al Papa y participar en los consistorios (reuniones) y el cónclave para elegir al Papa. Se pueden especificar cinco funciones, ministerios o misiones:

1. Cooperar con el Romano Pontífice

2. Príncipe de la Iglesia

3. Acudir a Roma cuando son convocados personalmente o

colegiadamente, en consistorio

4. Atender un templo romano como patrono de él

5. Elegir al Papa

Según el Código de Derecho Canónico de 1983, "Los cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice, según la norma del derecho peculiar; asimismo, los cardenales asisten al Romano Pontífice, tanto colegialmente, cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia, como personalmente, mediante los distintos oficios que desempeñan, ayudando sobre todo al Papa en su gobierno cotidiano de la Iglesia Universal". (CIC, canon 349).

En el canon 350 se habla de los tres órdenes en que queda dividido en Colegio Cardenalicio: el episcopal, al que pertenecen los Cardenales a quienes el Romano Pontífice asigna como título una Iglesia suburbicaria así como los Patriarcas orientales adscritos al Colegio cardenalicio; el presbiteral; y el diaconal, según el título o diaconía de la Urbe que el Papa les asigne

 

6. ¿Hasta qué edad pueden ser elegidos y elegir PAPA?

Para participar y elegir al nuevo papa deben ser menores de 80 años. Pueden ser designados cardenales sin límite de edad.

7. ¿Cuál es la relación de precedencia en la liturgia? 

En las ceremonias litúrgicas tienen precedencia con respecto a otros obispos. Es primero entre sus iguales. El cardenal necesariamente es obispo.

8. ¿Cuántos cardenales hay?

En 2013 los cardenales electores de Europa representaban 56% del total. En el 2018, los europeos representan 42% de los electores. En su total, ellos son 53 cardenales, de los cuales 22 son italianos. Francisco busca mayor representatividad de los países escogiendo para cardenales personas venidas de África, Asia y Oceanía. Si antes de los consistorios de su Pontificado, eran solo 22, en su quinto consistorio  serán 37.

En total, hoy son 227 cardenales, de los cuales 126 son electores y 101 con 80 años.

9. ¿Perciben algún sueldo?

Ninguno

10. ¿Necesitan obispo auxiliar para cuando van a Roma?

No necesariamente

11. ¿Cuáles son los antecedentes de nombramientos en el Perú?

El cardenalato se convirtió en una institución del máximo prestigio, de ahí que todas las naciones deseasen un cardenal para aproximar su país a la Santa Sede. Fue el Virrey Pezuela el primero que lo intentó proponiendo al entonces arzobispo de Lima, Mons. Bartolomé María de las Heras, para el capelo, en 1816; la situación inestable de la emancipación lo impidió. Nuevamente en 1860, el delegado del Perú ante la Santa Sede Luis Mesones, elevó la propuesta para el entonces arzobispo de Lima, Mons. José Sebastián de Goyeneche y Barreda; ahora fueron las circunstancias italianas las que lo imposibilitaron. Fue en 1873 Pedro Gálvez quien buscó la dignidad para Monseñor Orueta y Castrillón. En 1923, Rey y Bozz, tramitó el cardenalato para Mons. Emilio Lissón.

12. ¿Quiénes han sido los cardenales? Cinco con el recién nombrado:

1- Juan Gualberto Guevara, arequipeño, sacerdote secular. Fue creado cardenal por Pío XII el 18 de febrero de 1946, asignándole el título presbiteral de S. Eusebio y como miembro de la Fábrica de San Pedro y de las SS. Congregaciones de Ritos y de la Iglesia Oriental.

2.Juan Landázuri Ricketts, arquipeño, franciscano. El 19 de marzo de 1962 fue creado Cardenal, con el título presbiteral de Santa María de Aracoeli, desde entonces formó parte del Colegio Cardenalicio participando del Concilio Vaticano II al lado del Papa Juan XXIII.

 

3.Augusto Vargas Alzamora, limeño, jesuita. Fue nombrado Cardenal de la Iglesia Católica por Juan Pablo II en el Consistorio del 26 de noviembre de 1994, con la sede titular de San Roberto Belarmino.

4.Juan Luis Cipriani Thorne, limeño, de la prelatura del Opus Dei. El 21 de febrero del 2001 fue nombrado Cardenal por un Consistorio realizado en Roma, donde además se le otorgó la titularidad de la Basílica de San Camilo de Lellis

5. Pedro Ricardo Barreto Jimeno, limeño, jesuita. El 29 de junio del 2018, por el Papa Francisco.

 


DOS HORAS RESTITUYENDO LA ESPERANZA ¡Si no os hacéis como niños…!

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Amigos: Les comparto la tremenda vivencia del filósofo Carlos Díaz en una cárcel correccional infantil de México. Un testimonio que nos anima a confiar a pesar de todos los pesares...


DOS HORAS RESTITUYENDO LA ESPERANZA

¡Si no os hacéis como niños…!

 

Todavía estoy bajo el shock de los niños de ayer. Eran sesenta de 12 a 21 años que estaban recluidos en el "correccional" (!!) hasta un año por problemas con las drogas, agresión, violencia e intentos de suicidio. Había niños tan tiernos y tan desvalidos como carentes de toda mínima referencia familiar y antropológica, que pese a todo me parecían vírgenes de Israel de vuelta de la enésima prostitución en el cuerpo y en el alma. Incluso estaba ante mí jugueteando un niño completamente subnormal, que ni hablar sabía, y que de vez en cuando me saludaba lleno de babas y chocando la palma de su mano y sus nudillos con los míos, un pobre inocente al que alguien había arrojado allá a paladas al camión de la basura, algo muy en coherencia con la concesión europea al todavía actual presidente de México Enrique Peña Nieto del premio Carlomagno de los Derechos Humanos. Por lo demás, el correccional no alcanza a ser apenas más que un piso pequeño de una sola planta si acaso con capacidad para un par de familias como máximo, donde están guardados con cerrojo y hacinados absolutamente, cual piojos en costura,  sesenta niños y adolescentes, algunos ya de veintiún años. Desde luego si no lo veo no  lo creo, pues no es lo mismo contemplar estos espectáculos en una película, por dura que sea, que verlo in situ. 

         Cuando salí de ese infierno apenas me podía creer que hubiéramos cabido todos, algunos de pie y el resto acuclillados en el suelo maloliente, pues la precariedad bate allí todos los records que uno pueda concebir. Te preguntarás ¿y quién los cuida? Pues no los cuida ningún adulto, ningún guardia, ningún psicólogo, ningún médico, nadie, no hay dinero para esos lujos en este país surrealista. Nadie, excepto tres jóvenes-adultos que antes estuvieron allí encerrados por lo mismo, por problemas de drogas, y que trabajan sin cobrar dinero porque no quieren salir hasta no estar completamente recuperados, auténticos milagros que siempre se dan a pesar de todo; ellos se han convertido en "terapeutas" de los demás (su terapia sobre los nuevos, por desgracia, es la de la humillación y la culpabilización, y eso es todo). Ni que decir tiene que tampoco existen aquí ni sombras de talleres de aprendizaje de ningún oficio (como ya he dicho, no hay apenas lugar para sentarse), así que los encarcelados "corregibles" se hacen la "comida" ellos mismos (el Gobierno les da la generosa cantidad de diez pesos por día -menos de medio euro- para todos sus gastos diarios, ellos pasan su hambre, y así están retenidos un máximo de un año hasta que les abran los cerrojos y sean vomitados de nuevo a la calle para volver a repetir el ciclo. La voluntaria que me invitó a visitarles (una persona muy especial, que recibe terapia de una amiga mía y que ya antes me había invitado también a visitar la cárcel de mujeres y a departir con las reclusas) es la que se encarga -sin cobrar nada ella misma- de llevar a quien pueda para que hablen allí, pongan alguna película, o cositas así muy de cuando en cuando. Lo inevitable es que en ese pórtico del infierno siempre de guardia, las 24 horas, el día entero, no puedan aprender nada bueno, ya que en ese inmundo cochinero la única cosa gratis es soñar con salir de nuevo, idealizar a sus madres (padres parece que no tienen), cuando ellas los aceptan, y cuando además les aman. Todo esto, aunque a duras penas pueda imaginarse, adquiere sin embargo sus reales dimensiones cuando se lo tiene ante la narices, aunque quizá ni siquiera pueda comprenderse estando allí dentro, pues la verdad repugna y traumatiza (yo creo que enloquece) hasta el límite.

         Se me pidió que les hablara de la esperanza, y la verdad es que tengo que hace en estos casos de tripas corazón, pero después de mucho pensarlo se me ocurrió por fin leerles y explicarles durante dos horas el librito "Diez palabras clave para vivir con humanidad",  algo que les gustó tanto que me pedían que no me fuera, que querían estar siempre conmigo, pero a las dos horas en aquel cuchitril maloliente y lleno de piojos, casi sin aire respirable,  ya me había agotado yo, pobre burguesito. Aunque la mayoría de ellos no sabían leer ni escribir, absorbían con su alma cada parábola contenida en aquellas páginas, e incluso varios lloraban compulsivamente: "Quiero irme con mi mamá, me estoy volviendo loco". Aquellas palabras del maestro Figueredo, aquel testimonio del ciego que anima a su compañero, aquella narración del cantor con su guitarra en la cárcel, todo eso era respondido en cada momento con sollozos y solemne silencio. La angustia atenazaba mi garganta. Y al final me atrevía a decirles -porque así, de repente, me salió del alma: "Yo creo en Jesucristo, nunca nadie les va a querer a ustedes más, él es su esperanza, no le defrauden ni se defrauden a sí mismos". Y muchas de aquellas cabecitas agachadas asentían como si de repente sus rostros fueran iluminados por un fulgor desconocido para ellos. Y di también al mismo tiempo yo mismo gracias a Dios por haberme permitido conocerle a través de su Hijo. ¡Es tanto lo que puede hacer un creyente incluso cuando no puede nada y cuando no pasa de ser un burgués de mala muerte!

         A la caída de la tarde, cuando abandoné el lugar, había vuelto a nacer, no al modo de la reencarnación orientalista tan de moda, sino con la simple encarnación de dos tacañas horas. No una sola vez, sino siempre y durante toda mi vida he comprobado lo que ahora trabajo como psicólogo: que da más fuerza sentirse amado que creerse fuerte, que sólo se posee lo que se regala, que hay en todo ser humano más cosas dignas de admiración que de desprecio si se le ama, que los pobres nos evangelizan, y que es verdad que Jesucristo ha resucitado en quienes se dejan resucitar. 

         A cuantos de vosotros me habéis enseñado esto os doy las gracias desde el corazón de este penal-correccional-gehenna en un lugar hediondo de Mazatlán, Sinaloa, México.


Padre Roberto Padrós, Fundador de PAX y Comunidad de Jesús

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http://blogs.paxtv.org/toques/nuestro-fundador

P. Roberto+

El P. Roberto+, sacerdote español, natural de Santa Perpetua, Barcelona, llegó al Perú el 19 de noviembre de 1973. Un sacerdote amigo, el Padre Rodolfo Chenoll Boix que en ese tiempo trabajaba con las víctimas del terremoto que azotara violentamente Huaraz en 1970, lo invitó a visitar el Perú. Su intención era quedarse por 8 días. Los planes de Dios eran otros para él. Entre los preciosos paisajes huarasinos y un grupo de monjes benedictinos con quienes compartió, realizó su esperanza en el servicio sacerdotal. 

Bajo la dirección espiritual de Monseñor Fernando Vargas Ruiz de Somocurcio, entonces obispo de Huaraz y luego Arzobispo de Arequipa, fue ordenado sacerdote el 6 de julio de 1974 en la ciudad de Huaraz. en la parroquia Sagrados Corazones, Centenario. 

Es a partir de entonces, que siente la necesidad de hacer conocer más a Dios entre todos los fieles de la zona e inicia un trabajo de pastoral de imagen en todos los poblados y caseríos cercanos a Huaraz, valiéndose para ello de fotografías, diapositivas y otros elementos para hacer más fácil la comprensión catequética del Evangelio, sobre todo para aquellos que sólo hablaban el quechua.

Consciente de esta afición por los medios de comunicación, Monseñor Fernando Vargas orienta sus pasos hacia Lima en donde podría encontrar un mayor campo para el desarrollo de sus inquietudes. Ya en la capital, fue designado delegado diocesano de Cursillos de Cristiandad en el Callao y como capellán de los hospitales Carrión, San Juan de Dios y finalmente del Larco Herrera, donde realizó durante 17 años una labor pastoral y espiritual con los enfermos de dicha institución.

 Paralelamente, hacía múltiples actividades, trabajaba con personas con problemas de alcohol y drogas, organizaba retiros, asistía a enfermos, incentivaba vocaciones religiosas, dictaba clases, entre otras cosas.

Además formó comunidades de oración y servicio, entre ellas, la Comunidad de Jesús, asociación de laicos católicos que lo acompaña y sigue en todas las iniciativas de servicio a la Iglesia que plantea.

Un canal al servicio de la Iglesia

Su trabajo con drogadictos y alcohólicos, lo hizo sumergirse en lo que él llamó la "videoterapia", la utilización de la imagen como instrumento para recuperar la salud. 

Desde entonces, se origina PAX, un proyecto que nace por su inquietud de ayudar a personas adictas y enfermas. En la actualidad, PAX tiene diferentes áreas de servicio y entre ellas, un canal llamado PAX TV.

Su meta era contar con una estación de televisión cuya señal pudiera llegar a los lugares mas apartados del territorio nacional y toda América Latina para servir de instrumento de evangelización a aquellos sacerdotes que tuvieran la difícil misión del llevar el mensaje de Cristo a lugares alejados. El Señor permitió en 1996 que se plasme en una realidad ese sueño, pero aún falta mucho para llegar siquiera a lo mínimo de lo que él desearía para el servicio de la Iglesia.

El P. Roberto+ continúa trabajando incansablemente, atiende espiritualmente a los miembros de la Comunidad de Jesús, apoya y marca lineamientos en el canal, asiste a muchos enfermos y sobretodo acerca a Dios a cientos de personas que andan en búsqueda y que muchas veces caminan desorientadas sin saber que "Jesús los ama".

Les aconsejo que no se pierdan sus TOQUES, meditaciones "tocadas" por el amor de Dios que nos comparte con verdadera unción pastoral.  http://blogs.paxtv.org/toques/


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