Quantcast
Channel: José Antonio Benito
Viewing all 1711 articles
Browse latest View live

EXPOSICIÓN VIRTUAL SOBRE LA GUERRA CIVIL Vivir en guerra, vivir la guerra: a ochenta años de 1936: http://www.unav.edu/web/archivo-general/exposicion-guerra-civ

$
0
0

¡Cuánto se puede aprender contemplando esta singular muestra! Da escalofrío leer la carta familiar de un sentenciado a muerte y ayuda a profundizar en el día a día del brutal conflicto pero con tiempo para las canciones, el deporte, la educación...

De todos modos, queda claro que una guerra no la gana nadie como puede contemplarse en las vitrinas 20 y 21 "los desastres de la guerra"

Da gusto ver a un ponente del reciente FORUNIVER al frente de tamaña empresa. ¡Felicitaciones Dr.Francisco Javier Caspistegui!
JAB


 http://www.unav.edu/web/archivo-general/exposicion-guerra-civil/presentacion

Presentación

Una tragedia como la guerra civil española (1936-1939), además de los aspectos más vinculados al conflicto bélico en sí mismo, las consecuencias internacionales de su desarrollo o el enfrentamiento de principios y modos de ver la realidad y al ser humano que implicaba, también tiene un aspecto que se aborda en esta exposición: la vivencia del acontecimiento por las mujeres y los hombres a los que les tocó vivirlo.

Se trata de explicar el día a día de los españoles, insistiendo en lo relativo a la vida cotidiana, a la vivencia de la experiencia de la guerra primordialmente en la retaguardia, es decir, tocando de lleno a los civiles. Esto no significa, en modo alguno, trazar un panorama aislado del impacto de la contienda, más bien al contrario, apreciar cómo la guerra se coló en todos los resquicios y, especialmente, en la vida diaria.

Por ello, pretende esta exposición centrarse en mujeres y niños como protagonistas de lo cotidiano. Y si las primeras aumentaron su protagonismo, como ya había ocurrido en la I Guerra Mundial, los segundos fueron objeto de especial atención, tanto por la necesidad de protegerlos, como por la de incorporarlos a las ideas propias. De hecho, uno de los puntos de interés de esta exposición es lo relativo al tiempo de ocio, destinado a concienciar y a entretener. Uno de los mecanismos que hizo omnipresente la guerra y el conflicto de ideas situado tras él fue la propaganda, apreciable en todos los niveles de la vida cotidiana, con especial atención a la música y su impacto, o al ocio en forma de espectáculos, exposiciones y todas aquellas formas de la cultura de masas cuyo impacto social era ya considerable en ese tiempo.

Además, se aborda la urgencia de subvenir a las necesidades del día a día, la obtención del sustento cotidiano, los desplazamientos y el desarrollo del trabajo, la moneda y los elementos para el intercambio, la salud en una retaguardia que miraba al frente.

En definitiva, un conflicto que implicaba el sufrimiento de una retaguardia que se muestra con los desastres de la guerra en forma de destrucción y caos y que queda reflejada en la correspondencia intercambiada durante esos años. Lo manifiesto de las ruinas y la desolación y lo más íntimo del padecer humano, desgarrador en las cartas escritas a corazón abierto.

 

Francisco Javier Caspistegui


MILAGROS Y PROVIDENCIA EN LA PRIMERA EVANGELIZACIÓN DEL PERÚ según el P. Acosta

$
0
0

Historia natural y moral de las Indias / José de Acosta; estudio preliminar y edición del P. Francisco Mateos

·         LIBRO SÉPTIMO

  

http://www.cervantesvirtual.com/portales/editores_editoriales_iberoamericanos/obra-visor-din/historia-natural-y-moral-de-las-indias--0/html/fee5c626-82b1-11df-acc7-002185ce6064_30.html#I_210_

 

    • Capítulo XXVII De algunos milagros que en las Indias ha obrado Dios en favor de la Fe, sin méritos de los que los obraron


Santa Cruz de la Sierra es una provincia muy apartada y grande en los reinos del Perú, que tiene vecindad con diversas naciones de infieles que aún no tienen luz del evangelio, si de los años acá que han ido padres de nuestra Compañía con ese intento, no se la han dado. Pero la misma provincia es de cristianos, y hay en ella españoles y indios baptizados en mucha cuantidad.

La manera en que entró allá la cristiandad fué ésta: Un soldado de ruín vida y facineroso en la provincia de los Charcas, por temor de la justicia, que por sus delitos le buscaba, entró mucho la tierra adentro y fué acogido de los bárbaros de aquella tierra, a los cuales, viendo el español que pasaban gran necesidad por falta de agua, y que para que lloviese hacían muchas supersticiones, como ellos usan, díjoles que, si ellos hacían lo que él les diría, que luego llovería. Ellos se ofrecieron a hacerlo de buena gana. El soldado con esto hizo una grande cruz, y púsola en lo alto y mandóles que adorasen allí y pidiesen agua, y ellos lo hicieron así. Cosa maravillosa: Cargó luego tan copiosísima lluvia, que los indios cobraron tanta devoción a la santa cruz, que acudían a ella con todas sus necesidades y alcanzaban lo que pedían, tanto, que vinieron a derribar sus ídolos y a traer la cruz por insignia, y pedir predicadores que le enseñasen y baptizasen; y la misma provincia se intitula hasta hoy por eso Santa Cruz de la Sierra.

Mas porque se vea por quién obraba Dios estas maravillas, es bien decir cómo el sobredicho soldado, después de haber algunos años hecho estos milagros de apóstol, no mejorando su vida, salió a la provincia de los Charcas y, haciendo de las suyas, fué en Potosí públicamente puesto en la horca. Polo, que le debía de conocer bien, escribe todo esto como cosa notoria que pasó en su tiempo.

En la peregrinación extraña que escribe Cabeza de Vaca, el que fué después gobernador en el Paraguay, que le sucedió en la Florida con otros dos o tres compañeros que solos quedaron de una armada, en que pasaron diez años en tierras de bárbaros, penetrando hasta el mar del sur, cuenta y es autor fidedigno: Que compeliéndoles los bárbaros a que les curasen de ciertas enfermedades, y que si no lo hacían les quitarían la vida, no sabiendo ellos parte de medicina, ni teniendo aparejo para ella, compelidos de la necesidad se hicieron médicos evangélicos, y diciendo las oraciones de la Iglesia, y haciendo la señal de la cruz, sanaron aquellos enfermos. De cuya fama hubieron de proseguir el mismo oficio por todos los pueblos, que fueron innumerables, concurriendo el Señor maravillosamente, de suerte que ellos se admiraban de sí mismos, siendo hombres de vida común, y el uno de ellos un negro.

Lancero fué en el Perú un soldado, que no se saben de él más méritos que ser soldado, decía sobre las heridas ciertas palabras buenas, haciendo la señal de la cruz, y sanaban luego; de donde vino a decirse como por refrán, el salmo de Lancero. Y examinado por los que tienen en la Iglesia autoridad, fué aprobado su hecho y oficio.

En la ciudad del Cuzco, cuando estuvieron los españoles cercados, y en tanto aprieto que sin ayuda del cielo fuera imposible escapar, cuentan personas fidedignas y yo se lo oí, que echando los indios fuego arrojadizo sobre el techo de la morada de los españoles, que era donde es agora la iglesia mayor, siendo el techo de cierta paja, que allí llaman icho, y siendo los hachos de tea muy grandes, jamás prendió ni quemó cosa, porque una Señora que estaba en lo alto, apagaba el fuego luego, y esto visiblemente lo vieron los indios, y lo dijeron muy admirados.

Por relaciones de muchos y por historias que hay, se sabe de cierto, que en diversas batallas que los españoles tuvieron, así en la Nueva España como en el Perú, vieron los indios contrarios en el aire un caballero con la espada en la mano, en un caballo blanco, peleando por los españoles; de donde ha sido y es tan grande la veneración que en todas las Indias tienen al glorioso Apóstol Santiago. Otras veces vieron en tales conflictos la imagen de nuestra Señora, de quien los cristianos en aquellas partes han recibido incomparables beneficios.

Y si estas obras del cielo se hubiesen de referir por extenso, como han pasado, sería relación muy larga. Baste haber tocado esto, con ocasión de la merced que la Reina de gloria hizo a los nuestros, cuando iban tan apretados y perseguidos de los mejicanos. Lo cual todo se ha dicho para que se entienda, que ha tenido nuestro Señor cuidado de favorecer la fe y religión cristiana, defendiendo a los que la tenían aunque ellos por ventura no mereciesen por sus obras semejantes regalos y favores del cielo.

Junto con esto es bien que no se condenen tan absolutamente todas las cosas de los primeros conquistadores de las Indias, como algunos letrados y religiosos han hecho con buen celo sin duda, pero demasiado. Porque aunque por la mayor parte fueron hombres cudiciosos, ásperos, y muy ignorantes del modo de proceder, que se había de tener entre infieles, que jamás habían ofendido a los cristianos; pero tampoco se puede negar, que de parte de los infieles hubo muchas maldades contra Dios y contra los nuestros, que les obligaron a usar de rigor y castigo. Y lo que es más, el Señor de todos, aunque los fieles fueron pecadores, quiso favorecer su causa y partido para bien de los mismos infieles que habían de convertirse después por esa ocasión al santo evangelio. Porque los caminos de Dios son altos, y sus trazas maravillosas.




Capítulo XXVIII De la disposición que la divina providencia ordenó en Indias para la entrada en la religión cristiana en ellas

Quiero dar fin a esta Historia de Indias, con declarar la admirable traza, con que Dios dispuso y preparó la entrada del evangelio en ellas, que es mucho de considerar, para alabar y engrandecer el saber y bondad del Criador.

Por la relación y discurso que en estos libros he escrito, podrá cualquiera entender, que así en el Perú, como en la Nueva España, al tiempo que entraron los cristianos, habían llegado aquellos Reinos a lo sumo, y estaban en la cumbre de su pujanza, pues los Ingas poseían en el Perú desde el reino de Chile hasta pasado el de Quito, que son mil leguas; y estaban tan servidos y ricos de oro, plata y todas riquezas. Y en Méjico, Motezuma imperaba desde el mar océano del norte, hasta el mar del sur, siendo temido y adorado, no como hombre, sino como dios.

A este tiempo juzgó el Altísimo, que aquella piedra de Daniel,250 que quebrantó los reinos y monarquías del mundo, quebrantase también los de estotro mundo nuevo, y así como la ley de Cristo vino, cuando la monarquía de Roma había llegado a su cumbre, así también fué en las Indias occidentales. Y verdaderamente fué suma providencia del Señor. Porque el haber en el orbe una cabeza, y un señor temporal (como notan los sagrados doctores), hizo que el evangelio se pudiese comunicar con facilidad a tantas gentes y naciones. Y lo mismo sucedió en las Indias, donde el haber llegado la noticia de Cristo a las cabezas de tantos reinos y gentes, hizo que con facilidad pasase por todas ellas.

Y aun aquí hay un particular notable, que como iban los señores de Méjico y del Cuzco conquistando tierras, iban introduciendo también su lengua, porque aunque hubo y hay muy gran diversidad de lenguas particulares y propias; pero la lengua cortesana del Cuzco corrió y corre hoy día más de mil lenguas, y la de Méjico debe correr poco menos. Lo cual para facilitar la predicación en tiempo que los predicadores no reciben el don de lenguas como antiguamente, no ha importado poco, sino muy mucho.

De cuanta ayuda haya sido para la predicación y conversión de las gentes la grandeza de estos dos imperios, que he dicho, mírelo quien quisiere en la suma dificultad que se ha experimentado en reducir a Cristo los indios que no reconocen un señor. Véanlo en la Florida, y en el Brasil, y en los Andes y en otras cien partes, donde no se ha hecho tanto efecto, en cincuenta años, como en el Perú y Nueva España en menos de cinco se hizo.

Si dicen, que el ser rica esa tierra fué la causa, yo no lo niego; pero esa riqueza era imposible habella, ni conservalla, si no hubiera monarquía. Y eso mismo es traza de Dios, en tiempo que los predicadores de el evangelio somos tan fríos y faltos de espíritu, que haya mercaderes y soldados que con el calor de la cudicia y del mando, busquen y hallen nuevas gentes, donde pacemos con nuestra mercadería. Pues como San Agustín dice,251 la profecía de Isaías se cumplió, en dilatarse la Iglesia de Cristo, no sólo a la diestra, sino también a la siniestra, que es como él declara, crecer por medios humanos y terrenos de hombres, que más se buscan a sí, que a Jesucristo.

Fué también gran providencia del Señor, que cuando fueron los primeros españoles, hallaron ayuda en los mismos indios, por haber parcialidades y grandes divisiones. En el Perú está claro que la división entre los dos hermanos Atahualpa y Guáscar, recién muerto el gran rey Guaynacapa su padre, esa dió la entrada al marqués don Francisco Pizarro, y a los españoles, queriéndolos por amigos cada uno de ellos, y estando ocupados en hacerse la guerra el uno al otro. En la Nueva España no es menos averiguado, que el ayuda de los de la provincia de Tlascala, por la perpetua enemistad que tenían con los mejicanos, dió al marqués don Fernando Cortés, y a los suyos la victoria y señorío de Méjico, y sin ellos fuera imposible ganarla, ni aun sustentarse en la tierra.

Quién estima en poco a los indios, y juzga que con la ventaja que tienen los españoles de sus personas y caballos, y armas ofensivas y defensivas, podrán conquistar cualquier tierra y nación de indios, mucho, mucho se engaña. Ahí está Chile, o por mejor decir Arauco y Tucapel, que son dos valles que ha más de veinte y cinco años, que con pelear cada año, y hacer todo su posible, no les han podido ganar nuestros españoles cuasi un pie de tierra, porque perdido una vez el miedo a los caballos y arcabuces, y sabiendo que el español cae también con la pedrada, y con la flecha, atrévense los bárbaros, y éntranse por las picas, y hacen su hecho.

¿Cuántos años ha que en la Nueva España se hace gente, y va contra los Chichimecos, que son unos pocos de indios desnudos con sus arcos y flechas; y hasta el día de hoy no están vencidos, antes cada día más atrevidos y desvergonzados? ¿Pues los Chunchos, Chiriguanas, y Pilcozones y los demás de los Andes? ¿No fué la flor del Perú llevando tan grande aparato de armas y gente como vimos? ¿Qué hizo? ¿Con qué ganancia volvió? Volvió no poco contenta de haber escapado con la vida, perdido el bagaje, y caballos cuasi todos.

No piense nadie, que diciendo indios, ha de entender hombre de tronchos, y si no llegue y pruebe. Atribúyase la gloria a quien se debe, que es principalmente a Dios, y a su admirable disposición, que si Motezuma en Méjico, y el Inga en el Perú se pusieran a resistir a los españoles la entrada, poca parte fuera Cortés, ni Pizarro, aunque fueron excelentes capitanes, para hacer pie en la tierra.

Fué también no pequeña ayuda para recibir los indios bien la ley de Cristo, la gran sujeción que tuvieron a sus reyes y señores. Y la misma servidumbre y sujeción al demonio y a sus tiranías, y yugo tan pesado, fué excelente disposición para la divina Sabiduría, que de los mismos males se aprovecha para bienes y coge el bien suyo del mal ajeno, que él no sembró. Es llano, que ninguna gente de las Indias occidentales ha sido, ni es más apta para el evangelio, que los que han estado más sujetos a sus señores, y mayor carga han llevado, así de tributos y servicios, como de ritos y usos mortíferos. Todo lo que poseyeron los reyes mejicanos y del Perú, es hoy lo más cultivado de cristiandad, y donde menos dificultad hay en gobierno político y eclesiástico. El yugo pesadísimo e incomportable de las leyes de satanás, y sacrificios y ceremonias, ya dijimos arriba, que los mismos indios estaban ya tan cansados de llevarlo, que consultaban entre sí de buscar otra ley y otros dioses a quien servir. Así les pareció, y parece la ley de Cristo justa, suave, limpia, buena, igual, y toda llena de bienes.

Y lo que tiene dificultad en nuestra ley, que es creer misterios tan altos y soberanos, facilitóse mucho entre éstos, con haberles platicado el diablo otras cosas mucho más difíciles; y las mismas cosas que hurtó de nuestra ley evangélica como su modo de comunión y confesión, y adoración de tres en uno, y otras tales, a pesar del enemigo, sirvieron para que las recibiesen bien en la verdad los que en la mentira las habían recibido; en todo es Dios sabio y maravilloso, y con sus mismas armas vence al adversario, y con su lazo le coge, y con su espada le degüella.

Finalmente, quiso nuestro Dios (que había criado estas gentes, y tanto tiempo estaba, al parecer, olvidado de ellas, cuando llegó la dichosa hora) hacer, que los mismos demonios, enemigos de los hombres, tenidos falsamente por dioses, diesen a su pesar testimonio de la venida de la verdadera ley, del poder de Cristo y del triunfo de su cruz, como por los anuncios, y profecías, y señales y prodigios, arriba referidos, y por otros muchos que en el Perú, y en diversas partes pasaron, certísimamente consta. Y los mismos ministros de satanás, indios hechiceros y magos lo han confesado, y no se puede negar, porque es evidente y notorio al mundo, que donde se pone la cruz, y hay iglesias, y se confiesa el nombre de Cristo, no osa chistar el demonio, y han cesado sus pláticas y oráculos y respuestas y apariencias visibles, que tan ordinarias eran en toda su infidelidad. Y si algún maldito ministro suyo participa hoy algo de esto, es allá en las cuevas o simas, y lugares escondidísimos, y del todo remotos del nombre y trato de cristianos; sea el sumo Señor bendito por sus grandes misericordias y por la gloria de su santo nombre.

Cierto, si a esta gente, como Cristo les dió ley, y yugo suave, y carga ligera, así los que les rigen temporal y espiritualmente, no les echasen más peso del que pueden bien llevar, como las cédulas del buen Emperador, de gloriosa memoria, lo disponen y mandan, y con esto hubiese siquiera la mitad del cuidado en ayudarles a su salvación, del que se pone en aprovecharnos de sus pobres sudores y trabajos, sería la cristiandad más apacible y dichosa del mundo; nuestros pecados no dan muchas veces lugar a más bien. Pero con esto digo lo que es verdad, y para mí muy cierta, que aunque la primera entrada del evangelio en muchas partes no fué con la sinceridad y medios cristianos que debiera ser; mas la bondad de Dios sacó bien de ese mal, y hizo que la sujeción de los indios les fuese su entero remedio y salud.

Véase todo lo que en nuestros siglos se ha de nuevo allegado a la cristiandad en oriente y poniente, y véase cuán poca seguridad y firmeza ha habido en la fe y religión cristiana, donde quiera que los nuevamente convertidos han tenido entera libertad para disponer de sí a su albedrío: en los indios sujetos la cristiandad va sin duda creciendo y mejorando, y dando de cada día más fruto, y en otros de otra suerte, de principios más dichosos, va descayendo y amenazando ruina. Y aunque en las Indias occidentales fueron los principios bien trabajosos, no dejó el Señor de enviar luego muy buenos obreros y fieles ministros suyos, varones santos y apostólicos, como fueron fray Martín de Valencia, de San Francisco; fray Domingo de Betanzos, de Santo Domingo; fray Juan de Roa, de San Agustín, con otros siervos del Señor, que vivieron santamente, y obraron cosas sobre humanas. Perlados también sabios y santos y sacerdotes muy dignos de memoria, de los cuales no sólo oímos milagros notables y hechos propios de apóstoles; pero aún en nuestro tiempo los conocimos y tratamos en este grado.

Mas porque el intento mío no ha sido más que tratar lo que toca a la Historia propia de los mismos indios, y llegar hasta el tiempo que el Padre de nuestro Señor Jesucristo tuvo por bien comunicalles la luz de su palabra, no pasaré adelante, dejando para otro tiempo, o para mejor ingenio, el discurso del evangelio en las Indias occidentales, pidiendo al sumo Señor de todos, y rogando a sus siervos supliquen ahincadamente a la Divina Majestad que se digne por su bondad visitar a menudo, y acrecentar con dones del cielo la nueva cristiandad, que en los últimos siglos ha plantado en los términos de la tierra. Sea al Rey de los siglos gloria, y honra y imperio por siempre jamás. Amén.



Todo lo que en estos siete libros desta Historia Natural y Moral de Indias está escripto, sujeto al sentido y corrección de la Santa Iglesia Católica Romana en todo y por todo. En Madrid, 21 de febrero, 1589.

Fué impreso en Sevilla, casa de Juan de León, junto a las Siete Revueltas, 1590.

 

"Este pedazo de mundo, que se llama Perú" P. José de Acosta

$
0
0

Historia natural y moral de las Indias / José de Acosta; estudio preliminar y edición del P. Francisco Mateos


De las propiedades de la tierra del Perú

Por Perú entendemos no toda aquella gran parte del mundo que intitulan la América, pues en ésta se comprende el Brasil y el reino de Chile y el de Granada, y nada de esto es Perú, sino solamente aquella parte que cae a la banda del sur y comienza del reino de Quito, que está debajo de la línea, y corre en largo hasta el reino de Chile, que sale de los trópicos, que serán seiscientas leguas en largo, y en el ancho no más de hasta lo que toman los Andes, que serán cincuenta leguas comúnmente, aunque en algunas partes, como hacia Chachapoyas, hay más.

Este pedazo de mundo, que se llama Perú, es de más notable consideración, por tener propiedades muy extrañas y ser cuasi excepción de la regla general de tierras de Indias. Porque lo primero toda su costa no tiene sino un viento, y ese no es el que suele correr debajo de la tórrida, sino su contrario, que es el sur y sudueste. Lo segundo, con ser de su naturaleza este viento el más tempestuoso y más pesado y enfermo de todos, es allí a maravilla suave, sano y regalado, tanto, que a él se debe la habitación de aquella costa, que sin él fuera inhabitable de caliente y congojosa. Lo tercero, en toda aquella costa nunca llueve, ni truena, ni graniza, ni nieva, que es cosa admirable. Lo cuarto, en muy poca distancia junto a la costa llueve y nieva y truena terriblemente. Lo quinto, corriendo dos cordilleras de montes al parejo, y en una misma altura de polo, en la una hay grandísima arboleda y llueve lo más del año y es muy cálida; la otra todo lo contrario, es toda pelada, muy fría y tiene el año repartido en invierno y verano, en lluvias y serenidad.

Para que todo esto se perciba mejor, hase de considerar que el Perú está dividido en tres como tiras largas y angostas, que son llanos, sierras y andes; los llanos son costa de la mar, la sierra es todo cuestas con algunos valles, los andes son montes espesísimos. Tienen los llanos de ancho como diez leguas, y en algunas partes menos; en otras algo más; la sierra tendrá veinte, los andes otras veinte, en partes más y en partes menos; corren lo largo de norte a sur, lo ancho de oriente a poniente. Es, pues, cosa maravillosa, que en tan poca distancia como son cincuenta leguas, distando igualmente de la línea y polo, haya tan grande diversidad, que en la una parte cuasi siempre llueve, en la otra parte cuasi nunca llueve y en la otra un tiempo llueve y otro no llueve.

En la costa o llanos nunca llueve, aunque a veces cae una agua menudilla, que ellos llaman garúa y en Castilla mollina, y ésta a veces llega a unos goteroncillos de agua que cae; pero, en efecto, no hay tejados ni agua que obligue a ellos. Los tejados son una estera con un poco de tierra encima, y eso les basta. En los Andes cuasi todo el año llueve, aunque un tiempo hay más serenidad que otro. En la sierra que cae en medio de estos extremos llueve a los mismos tiempos que en España, que es desde septiembre a abril. Y esotro tiempo está sereno, que es cuando más desviado anda el sol, y lo contrario cuando más cercano, de lo cual se trató asaz en el libro pasado.

Lo que llaman andes y lo que llaman sierra son dos cordilleras de montes altísimos, y deben de correr más de mil leguas la una a vista de la otra, cuasi como paralelas. En la sierra se crían cuasi innumerables manadas de vicuñas, que son aquéllas como cabras monteses tan ligeras. Críanse también los que llaman guanacos y pacos, que son los carneros, y juntamente los jumentos de aquella tierra, de que se tratará a su tiempo. En los Andes se crían monos y micos muchos y muy graciosos, y papagayos en cuantidad. Dase la hierba o árbol que llaman coca, que tan estimada es de los indios y tanto dinero vale su trato. Lo que llaman sierra, en partes donde se abre, hace valles, que son la mejor habitación del Perú, como el de Jauja, el de Andaguaylas, el de Yucay. En estos valles se da maíz y trigo y frutas, en unas más y en otras menos.

Pasada la ciudad del Cuzco (que era antiguamente la corte de los señores de aquellos reinos), las dos cordilleras que he dicho se apartan más una de otra y dejan en medio una campaña grande o llanadas, que llaman la provincia del Collao. En éstas hay cuantidad de ríos y la gran laguna Titicaca, y tierras grandes y pastos copiosos; pero, aunque es tierra llana, tiene la misma altura y destemplanza de sierra. Tampoco cría arboleda, ni leña, pero suplen la falta de pan con unas raíces que siembran, que llaman papas, las cuales debajo de la tierra se dan, y éstas son comida de los indios, y secándolas y curándolas hacen de ellas lo que llaman chuño, que es el pan y sustento de aquella tierra. También se dan algunas otras raíces y hierbezuelas, que comen. Es tierra sana y la más poblada de Indias y la más rica, por el abundancia de ganados que se crían bien, así de los de Europa, ovejas, vacas, cabras, como de los de la tierra, que llaman guanacos y pacos; hay caza de perdices harta. Tras la provincia de Collao viene la de los Charcas, donde hay valles calientes y de grandísima fertilidad, y hay cerros asperísimos y de gran riqueza de minas, que en ninguna parte del mundo las hay, ni ha habido mayores ni tales.

ArribaAbajoCapítulo XXI

De las causas que dan de no llover en los llanos

Como es cosa tan extraordinaria que haya tierra donde jamás llueve ni truena, naturalmente apetecen los hombres saber la causa de tal novedad. El discurso que hacen algunos que lo han considerado con atención es que por falta de materia no se levantan en aquella costa vahos gruesos y suficientes para engendrar lluvia, sino sólo delgados, que bastan a hacer aquella niebla y garúa. Como vemos que en Europa muchos días por la mañana se levantan vahos, que no paran en lluvia, sino sólo en nieblas, lo cual proviene de la materia por no ser gruesa y suficiente para volverse en lluvia. Y que en la costa del Perú sea eso perpetuo, como en Europa algunas veces, dicen ser la causa que toda aquella región es sequísima y inepta para vapores gruesos.

La sequedad bien se ve por los arenales inmensos que tiene y porque ni fuentes ni pozos no se hallan si no es en grandísima profundidad de quince y más estados, y aun esos han de ser cercanos a ríos, de cuya agua trascolada se hallan pozos, tanto que, por experiencia, se ha visto que, quitando el río de su madre y echándole por otra, se han secado los pozos, hasta que volvió el río a su corriente. De parte de la causa material para no llover dan ésta. De parte de la eficiente dan otra, no de menos consideración, y es que la altura excesiva de la sierra que corre por toda la costa abriga aquellos llanos, de suerte que no deja soplar viento de parte de tierra si no es tan alto que excede aquellas cumbres tan levantadas, y así no corre más del viento de mar, el cual, no teniendo contrario, no aprieta ni exprime los vapores que se levantan para que hagan lluvia. De manera que el abrigo de la sierra estorba el condensarse los vapores y hace que todos se vayan en nieblas esparcidas.

Con este discurso vienen algunas experiencias, como es llover en algunos collados de la costa que están algo menos abrigados, como son los cerros de Ático y Arequipa. Ítem, haber algunos años que han corrido nortes o brisas por todo el espacio que alcanzaron, como acaeció el año de setenta y ocho en los llanos de Trujillo, donde llovió muchísimo, cosa que no habían visto muchos siglos había. Ítem, en la misma costa llueve donde alcanzan de ordinario brisas o nortes, como en Guayaquil, y en donde se alza mucho la tierra y se desvía del abrigo de los cerros, como pasado Arica. De esta manera discurren algunos. Podrá discurrir cada uno como mejor le pareciere. Esto es cierto que, bajando de la sierra a los llanos, se suelen ver dos como cielos, uno claro y sereno en lo alto, otro oscuro y como un velo pardo tendido debajo, que cubre toda la costa.

Mas, aunque no llueve, aquella neblina es a maravilla provechosa para producir hierba la tierra y para que las sementeras tengan sazón; porque, aunque tengan agua de pie cuanta quieran sacada de las acequias, no sé qué virtud se tiene la humedad del cielo, que faltando aquella garúa hay gran falta en las sementeras. Y lo que es más de admirar, que los arenales secos y estériles con la garúa o niebla se visten de hierba y flores, que es cosa deleitosísima de mirar y de gran utilidad para los pastos de los ganados, que engordan con aquella hierba a placer, como se ve en la sierra que llaman del Arena, cerca de la ciudad de los Reyes.



SAN IGNACIO EN PAMPLONA, MEMORIA Y VIDA

$
0
0

Uno de los rinconcitos de sosiego espiritual en la dinámica Pamplona del siglo XXI es la basílica dedicada a San Ignacio, donde se expone y adora el Santísimo las 24 horas del día. Todos los viernes tengo el gozo de acompañar al Señor en la Eucaristía durante una hora. Me da mucho gusto compartiros la foto del bello retablo en honor al santo de Loyola y la lápida que recuerda la herida salvadora en defensa de la ciudadela. Además, el significativo monumento escultórico en memoria del gesto y del comienzo de su conversión.

La batalla de Pamplona 

https://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_de_Pamplona

se produjo el 20 de mayo de 1521 entre las tropas españolas y las navarras que tenían el apoyo de las francesas, tras la Conquista de Navarra realizada por las tropas españolas en 1512. Se sumó una sublevación de la población navarra con una rápida toma del castillo de Pamplona y de toda Navarra con escasas víctimas.

Enrique II consiguió el apoyo de Francisco I para recuperar el reino de Navarraaprovechando la aparente debilidad de la corona de Castilla enfrentada en la guerra de las Comunidades. Pero la reconquista se inició tarde cuando los comuneros ya estaban neutralizados, en mayo de 1521. Entonces tuvo lugar un alzamiento generalizado en toda Navarra, incluyendo las ciudades beaumontesas como era la ciudad de Pamplona, que había sido preparado desde el interior. Al mismo tiempo las tropas mandadas por el general Asparrots (o Lesparrou), André de Foix compuestas por 12.000 infantes en su mayoría gascones y que contaban con artillería pesada, rindieron el 15 de mayo San Juan Pie de Puerto, posteriormente Roncesvalles y Burguete.

La población de Pamplona se alzó y Antonio Manrique de Lara, duque de Nájera y virrey de Navarra, salió de Pamplona hacia Alfaro el 17, siendo asaltado en el camino y saqueado. Los escasos soldados castellanos que se quedaron se encastillaron en la fortaleza de Pamplona. Entre ellos estaba el guipuzcoano oñacino capitán Íñigo López de Loyola (que posteriormente adquirió el nombre de religión de Ignacio por devoción al santo de Antioquía), que fue herido en las piernas en el bombardeo realizado durante seis horas para rendir la plaza. Entre los atacantes se hallaban los dos hermanos de Francisco de Javier, Miguel y Juan, que se quedarían al cuidado de la ciudad.

La recuperación del reino no había sido muy sangrienta. Se produjeron enfrentamientos con unos 1.000 guipuzcoanos oñacinos en el monte Zengarrén, donde hubo unos 17 muertos y otros cuatro muertos en Yesa cuando se cortó el paso a tropas que huían, además de los heridos en la fortaleza de Pamplona. Posteriormente tampoco se produjeron episodios de depuración con la población beaumontesa.1

La rápida reacción del ejército español con el reclutamiento de un ejército de 30.000 hombres bien pertrechados, entre ellos muchos de los comuneros vencidos en su guerra interna para redimir su pena, y los errores del general Aparrots que se dirigió con el grueso de las tropas a sitiar Logroño sin afianzar la recuperación del reino, llevaron a que en labatalla de Noáin se produjera una derrota de los navarro-gascones y por tanto la pérdida de la independencia de Navarra.

 

Basílica de San Ignacio

Donde hoy se encuentra la basílica de San Ignacio estaba el castillo que el rey castellano Fernando el Católico mandó construir poco después de conquistar Navarra (siglo XVI).

Fue asediado por los legítimos herederos al trono de Navarra, a los pocos años de su construcción, en un fracasado intento de reconquistar el Reyno. En esta batalla luchó, del lado del ejército castellano, defendiendo el castillo, el soldado guipuzcoano Íñigo de Loyola, quien cayó gravemente herido en la batalla.

Para conmemorar este hecho histórico, en 1601 el virrey Cardona mandó colocar en el lugar exacto en que cayó herido el santo un arco y una lápida conmemorativa (que hoy se encuentra en el patio de la Cámara de Comptos). Más tarde, a finales del siglo XVII, se construyó en ese mismo punto la Basílica de San Ignacio, quedando dicha lápida de piedra en una pared del interior de la Basílica.

La Basílica de San Ignacio fue totalmente reformada en 1927, cuando el arquitecto Serapio Esparza levanto la actual fábrica, dotada de torre y chapitel puntiagudo, ya que la Basílica fue parcialmente derribada, perdiendo un tercio de su longitud, y su fachada retrasada unos metros a fin de construir la actual Avenida de San Ignacio.

Monumento a San Ignacio

Situado en la avenida pamplonesa de su mismo nombre, conmemora el lugar y el momento en que San Ignacio de Loyola cayó herido en la defensa del castillo de Pamplona. Compuesto por cuatro figuras humanas y un perro, centra la composición el joven Iñigo de Loyola tendido en una camilla. Su autor, el artista catalán Joan Flotats, se inscribe dentro de la corriente figurativa realista, patente sobre todo en sus obras de naturaleza religiosa que trabaja en diversos materiales. En los primeros años del siglo XX, Flotats modeló en bronce un grupo escultórico que representaba el momento en el que Iñigo de Loyola, tras ser herido, llegaba a las puertas de su casa conducido por sus servidores. Esta pieza se emplazó a la entrada de la casa natal de San Ignacio en el Santuario de Loyola, en Azpeitia (Guipúzcoa). En 1950, el escultor Áureo Rebolé realizó una copia en argamasa y piedra artificial del bronce original, que se colocó en Pamplona. Y en 2005, la escultura de Rebolé fue sustituida por un grupo en bronce, que sigue fielmente el modelo original en escayola de Joan Flotats localizado en una casa de ejercicios de Manresa.

José Javier Azanza López http://esculturas.pamplona.es/VerPagina.asp?IdPag=247&Idioma=1

 

CÓMO SACARLE LA VUELTA A LA DISTRACCIÓN EN LA ORACIÓN o INFALIBLE REMEDIO PARA ESTAR EN PRESENCIA DE DIOS

$
0
0

Amigos: Desde el oratorio en que mi corazón vuela y aterriza con los amigos, os comparto mi "descubrimiento" en el pozo sin fondo que es mi maestro don José María Cabodevilla en su obra póstuma

Un gran abrazo

JAB


CÓMO SACARLE LA VUELTA A LA DISTRACCIÓN EN LA ORACIÓN


INFALIBLE REMEDIO PARA ESTAR EN PRESENCIA DE DIOS


"En la oración resulta muy frecuente tomar un objeto como punto de partida, pero también se puede invertir el orden. El lema del ´Diccionario ideológico de Casares` era "Desde la idea a la palabra y desde la palabra a la idea". He aquí una posible  traducción para el aprendiz de orante, muy a propósito para mentes errabundas, para cualquier espíritu capaz de caer y levantarse, levantarse y caer de nuevo, una y mil veces: desde la oración a la distracción y desde la distracción a la oración, utilizando el contenido de la distracción como materia de oración. Pero ¿cuál sería el resultado final? No es lo mismo, efectivamente, convertir una madeja en ovillo que convertir un ovillo en la manga de un jersey"

(José María Cabodevilla Orar con las cosas. Voces y acompañamiento. Cap. "El ovillo" BAC, Madrid, 2003, p.151)

SANTA ROSA PINTADA POR Daniel Vázquez Díaz

$
0
0

SANTA ROSA TRANSFIGURADA POR EL PINTOR VÁZQUEZ DÍAZ Y EL POETA ADRIANO DEL VALLE


Se acerca el cuarto centenario de nuestra Rosa de Lima y hay que disponerse para celebrarlo como quien es, la peruana más universal, la primera santa y patrona de América.

De momento quiero compartirles mi reciente "descubrimiento", el artículo del poeta y crítico de arte Adriano del Valle (1895-1957) "La Santa Rosa del pintor Vázquez Díaz" publicado en la "Revista de Indias" (Sevilla, 1946, pp. 115-118). De la contemplación del rostro logrado por el artista, junto con la descripción literaria, nos quedamos con una imagen más real y sublime de la Santa, la joven enamorada de Cristo, en su vía crucis, sí, en su "polvo", pero sublimada por el amor, preludiando la gloria de la resurrección.   

El artista Daniel Vázquez Díaz (Nerva, Huelva, 15 de enero de 1882 – Madrid, 17 de marzo de 1969) fue una de las figuras más representativas del panorama artístico español de la primera mitad del siglo XX, a caballo entre el realismo y el cubismo,  retratista y paisajista sobresaliente, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, considerado como el pintor de la Hispanidad y mundialmente famoso por  las pinturas murales sobre el descubrimiento de América del Monasterio de Santa María de la Rábida, así como numerosos retratos de personajes históricos como el dedicado a  nuestra Santa Rosa de Lima en el año 1945.

Ha querido el pintor transfigurar la penitencia de la santa. De este modo, la corona de espinas aparece "en el otoño de su esqueje, suscitándonos el recuerdo de unas rosas que hubiesen sido descarnadas del olor florentísimo de sus corolas al deshojarse en el viento sobre la humildad de aquella mestiza de alma virgínea que ascendió al cielo por la escala de un santoral católico, más allá de la Cruz del Sur" (p.115)

Rosa aparece esbelta, airosa, encarnando la frase que recoge el Catecismo de la Iglesia Católica: "No conozco otra escalera para subir al Cielo que la cruz". Como describe el poeta, la Santa "se alza transfigurada bajo el halo de una fe que tira de ella hacia el cielo, iluminándola interiormente". Recordando el primitivo cuadro post mortem de Angelino Medoro, valora la proeza del pintor que "ha podido reanimar la efigie que en Medoro no fue más que materia inerte, representación plástica de un tránsito que aspiraba a alcanzar la gloria eterna en ese rompimiento de luz divina que amanece a la diestra de Dios. Daniel Vázquez Díaz ha sido quien, apenas si con sus prodigiosos pinceles y con ese toque de color ascético, frío y soberbio, pudo repetirle plásticamente a la espectral aparición de Santa Rosa, las palabras de la Sagrada Escritura: ´Levántate y anda`. Y así también se pudo cumplir el designio de que Vázquez Díaz recibiese de américa, de las manos de nuestro sabio Padre Getino, la efigie de la Santa, como si se hubiese cumplido el periplo, ahora oceánico, de aquel otro santo que anduvo sobre las aguas haciendo un bajel con su sayal sobre las olas mediterráneas. Y nos imaginamos cómo hizo Santa Rosa su travesía atlántica. Vientos ásperos, alisios dulces y blandos, en viaje de ida y vuelta hacia la Cruz del Sur…Aquí está ofrecida la sangre del joven continente americano en una celeste transfusión para l sangre antigua de nuestros primeros santos, de los que ganaron la palma del martirio en los anfiteatros del tiempo de los Césares romanos…Y en esta transfiguración de una raza autóctona en el cielo ecuménico de la catolicidad, nadie pudo loar a Santa Rosa con la potencia creadora de una paleta universal como lo hizo con la suya Daniel Vázquez Díaz, pintor cuya fama está proyectada hacia el provenir y el destino de la progenie ibérica" (p.118)

 

 José Antonio Benito

Fwd: CENTENARIO DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA

$
0
0

CENTENARIO DE LAS APARICIONES DE FÁTIMA


Desde mediados del 2016 han comenzado en Fátima las celebraciones centenarias del gran acontecimiento de Fátima iniciado por las apariciones del Ángel de la paz y que culminará en el 2017 con la del 13 de mayo.

Desde el lugar de las apariciones, como redactor de CORREO MARIANO les tiene muy presente en sus intenciones y oraciones a toda la gran familia de redactores y lectores. Hace entrega de un ejemplar a la directora del Centro de Comunicación (en la foto con el equipo de LA VOZ DE FÁTIMA),  Carmo Rodeia y recibe el material de prensa elaborado para motivar la celebración del Centenario.

Les compartimos su web www.fatima.pt


Fray Luis de Granada, Santa Teresa, Santa Rosa y Santo Toribio en Mayorga

$
0
0

Fray Luis de Granada, Santa Teresa, Santa Rosa y Santo Toribio en Mayorga

Fray Luis de Granada (1504-1588) es uno de los grandes espirituales
del Siglo de Oro español que sirvió de guía y alimento a santos como
Teresa de Jesús y Rosa de Lima. Coetáneo de Teresa, leído y admirado
por ella, nació en Granada en 1504, de familia humilde, huérfano a
los 5 años y a los 24, dominico en Santa Cruz la Real, de Granada,
donde profesa al año siguiente (15.6.1525). Cursa estudios superiores
en el colegio de San Gregorio de Valladolid a partir de 1529.
En 1534 aparece inscrito en el registro de la Casa de Contratación
(Sevilla), integrando la lista de misioneros que saldrían para Nueva
España (México). Pero su Provincial no le permitió viajar para
encomendarle la restauración de la vida dominicana en el Convento de
Scala Coeli, en la sierra cordobesa y entabla relaciones de amistad
con san Juan de Ávila.
En 1550, al doblar el meridiano o el cabo de la madurez, tuvo que ir a
Lisboa (Portugal), donde fijó su residencia. Misionero en tierra, su
espíritu estuvo abierto de par en par. Lisboa era otra de las ventanas
que en la Península Ibérica se abría al Atlántico, y barra de la que
zarpaban las naves que iban a las Indias, y en la que amarraban,
cargadas de espe¬cias, de fábulas y de noticias. En 1551, el Cardenal
Enrique lo lleva a Évora, de donde pasará a Lisboa, que será su
residencia habitual hasta la muerte, ocurrida el 31.12.1588, tras
publicar numerosas obras de espiritualidad, de catequesis y de
teología.
Fray Luis de Granada entra en el mundo espiritual teresiano por
numerosos motivos: ante todo, Teresa es lectora apasionada de sus
libros probablemente desde los años de su entrenamiento en la oración
meditativa. Su "Libro de la oración y meditación" es seguramente uno
de los preferidos. Editado en 1554, Teresa tendrá que entregarlo a la
hoguera en 1559, al ser incluido en el "Índice" de Valdés. Pero
rehecho y reeditado en 1566, es fácil que de nuevo llegase a manos de
la Santa. Entre los otros libros probablemente leídos por ella, habría
que enumerar al menos el Memorial de la Vida Cristiana (1565), la Guía
de pecadores (1556), y quizás el Manual de diversas oraciones… (1557).
Los recomienda en bloque para cada comunidad carmelita en las
Constituciones (2,7): "Tenga cuenta la priora con que haya buenos
libros, en especial… los del padre Granada". En las Fundaciones
(28,41) recordará que las postulantes de Villanueva de la Jara "por
los libros del padre Granada y de fray Pedro de Alcántara se
gobernaban". El entusiasmo de la Santa por el escritor y hombre
espiritual que es Granada, la lleva a escribirle una carta de elogio y
gratitud, que le hace entregar en propia mano por don Teutonio de
Braganza (sobrino del Cardenal Enrique), en Lisboa (cta 82), ambos, el
cardenal y don Teutonio, íntimos de Granada. La carta es el mejor
testimonio de todo lo dicho: "De las muchas personas que aman en el
Señor a vuestra paternidad por haber escrito tan santa y provechosa
doctrina, y dan gracias a Su Majestad, y por haberla dado a vuestra
paternidad para tan grande y universal bien de las almas, soy yo una.
Y entiendo de mí que por ningún trabajo hubiera dejado de ver a quien
tanto me consuela oír sus palabras, si se sufriera conforme a mi
estado y ser mujer…" (ib 1). "Me he atrevido muchas veces a pedir a
nuestro Señor la vida de vuestra paternidad sea muy larga" (ib 2).
Su vocación misionera será una constante durante toda su vida. ¡Con
qué responsable gozo lee, como Provincial o simplemente como amigo y
admirador, las cartas de los misioneros! ¡Con qué curiosidad se llega
a las naos surtas en el estuario del Tajo, y dialoga con los
marineros, que le cuentan maravillas de aquel lejano mundo! Fray Luis
no se harta de oír, ni ellos quizás de contar noticias, unas curiosas,
otras edificantes. ¡Con qué atención, él que andaba ya mal de la
vista, aguza la mirada para verlos!
Y a estos hermanos suyos misioneros ayudó con su doctrina. La
Introducción del símbolo de la fe (1583) y su Breve tratado en que se
declara de la manera que se podrá proponer la doctrina de nuestra
santa fe y religión cristiana a los nuevos fieles (1584), los redactó
a petición de ellos y para responder a las inquietudes que le
planteaban los desafíos que brotaban de su tarea evangelizadora.
Pero también se hizo presente en América a través del resto de sus
escritos. La gran mayoría fueron copiosamente exportados a las Indias
en sus múltiples ediciones, teniendo una poderosa influencia. Valga de
ejemplo el caso de la dominica seglar Santa Rosa de Lima (1586-1617),
cuya faceta mística es similar a la de Catalina de Siena, Teresa de
Jesús, etc.; entre sus directores espirituales estuvieron los mejores
teólogos y maestros de espíritu de su ciudad natal. Pues bien, ella
además de conocer las obras de Enrique Suso y por lo tanto de la
importante escuela de espiritualidad cuyo fundador fue el también
dominico Maestro Eckhart, leyó y recomendó muy vivamente las obras de
fray Luis.
Igualmente, se percibe su influencia en la Nueva crónica i buen
gobierno, obra escrita en 1615 por Felipe Guamán Poma de Ayala. En
esta carta-libro dirigida a Felipe III, su autor se muestra interesado
en todo lo que atañe a la clerecía, piadoso, admirador de las
instituciones eclesiásticas, muy preocupado por la ortodoxia y
"extirpador" de cuanta idolatría había en los Andes peruanos.
Por una parte se rastrea la presencia de Granada al seguirlo como
modelo clásico de retórica eclesiástica para la presentación adecuada
de los argumentos e inclusive de los contenidos. Por otra, relaciona
algunos de sus postulados teológicos morales con el programa de
reforma propuesto por el Obispo dominico Bartolomé de las Casas, este
último también de tanta influencia en la carta-libro de Guamán Poma.
Relación que para nada es desacertada si tenemos en cuenta los lazos
de amistad y de cercanía ideológica que unieron al granadino con
Bartolomé de Carranza y Juan de la Peña, y a través de ellos -o
directamente también- con el Obispo Las Casas.
Entre los dominicos que la confesaron y asesoraron espiritualmente
figuran Fray Juan de Lorenzana, Leonardo Hanssen, Alonso Velázquez,
Francisco de Madrid, Juan Pérez, Bartolomé de Ayala, fray Luis de
Bilbao y Pedro de Loayza (su primer biógrafo)
Al hablar del Monasterio dominico San Pedro Mártir de Mayorga, sus
autores los Padres Cándido Aniz Iriarte y Rufino Callejo de Paz nos
refieren rico entramado espiritual entre el P. Luis de Granada y los
santos peruanos Rosa de Lima y Santo Toribio:
"En el primer siglo de la evangelización del Perú, la Iglesia y sus
grupos de espiritualidad religiosa y seglar limeños vivían días de
exaltación mística. Se alimentaban principalmente con los libros
"Oración y meditación " y "Guía de pecadores" de Fray Luis de Granada.
Se estimulaban mutuamente en la celebración de la fe y hasta
precisaban de muchas cautelas para no naufragar en ficciones de
santidad. Santo toribio lo experimento. Rosa de Lima, que fue
bautizada por el obispo don Toribio, en la parroquia y pueblo de
Quives en 1597, tenía los libros de Fray Luis como sus consejeros,
junto a confesores y directores.
¡Coincidencias inolvidables! Estos mismos personajes, santo Toribio,
santa Rosa de Lima y fray Luis de Granada son los que están más
presentes en el monasterio de Mayorga, como ejemplares de santidad y
como maestros de espíritu. Fray Luis está con sus libros, objeto de la
lectura conventual; santa Rosa, con su biografía de mujer que, al lado
de santa Catalina, busca la identificación vital con Cristo; santo
Toribio, con la fuerza de su linaje, vocación misionera y reliquias de
su cuerpo La vigencia de fray Luis en América se rastrea también –pero
ésta es mucho más conocida– en relación con la enseñanza académica de
la Retórica en la que desde la publicación de su "Retórica
eclesiástica" fue un recurrente punto de referencia hasta casi
nuestros días, como ocurría en Europa".
¡Cuánto bien nos harán los libros del P. Luis de Granada, que
alimentaron espiritualmente estas dos grandes santas: Teresa de Jesús,
Rosa de Lima! Un buen pie para comenzar a caminar en el cuarto
centenario de la muerte de Santa Rosa.

José Antonio Benito

BIBLIOGRAFÍA:
Cándido Aniz Iriarte y Rufino Callejo de Paz
http://www.dominicos.org/grandes-figuras/personajes/luis-de-granada/america
https://delaruecaalapluma.wordpress.com/2016/08/08/teresa-de-jesus-y-la-orden-de-santo-domingo/
http://www.misas.org/p/convento-de-san-pedro-martir-dominicas-mayorga-de-campos

EXTREMEÑOS: “LOS NIETOS DE LOS MACHOS QUE TRIUNFARON EN AMÉRICA”

$
0
0

"LOS NIETOS DE LOS MACHOS QUE TRIUNFARON EN AMÉRICA"


https://es.wikisource.org/wiki/El_Miaj%C3%B3n_de_los_Cast%C3%BAos

 

Tal fue la definición de los extremeños inserta en el "EL MIAJÓN DE LOS CASTÚOS", de Luis Chamizo (1894-1945),  autor entre otras (RAPSODIAS EXTREMEÑAS)de la entrañable "Nacencia"

 ÍNDICE

Dedicatoria
Prólogo
Compuerta
Consejos del tío Perico
El noviajo
La experencia
El porqué de la cosa
La nacencia
El chiriveje
El desconcierto
Semana Santa en Guareña
Del fandango extremeño
La juerza d'un queré
La viña del tinajero

En esta misma página
En esta misma página
En esta misma página
En esta misma página
El Miajón de los Castúos 1
El Miajón de los Castúos 1
El Miajón de los Castúos 1
El Miajón de los Castúos 1
El Miajón de los Castúos 1
El Miajón de los Castúos 2
El Miajón de los Castúos 2
El Miajón de los Castúos 2
El Miajón de los Castúos 2
El Miajón de los Castúos 2


DEDICATORIA

A la memoria de mi padre:
un hombre honrado
que trabajó mucho y amó
mucho.

el autor


PRÓLOGO

Pocos meses hace que vino a verme un pariente queridísimo e ilustre en quien admiro el entendimiento y la virtud: el jurisperito y notario de Don Benito, D. Victoriano Rosado Munilla. El objeto de esa visita era presentarme a un poeta recién nacido en las artes por espontáneo impulso del propio brío. Este poeta había escrito poesías muy bellas y había tenido un acierto singularísimo: el de hallar en el lenguaje de los extremeños de la provincia de Badajoz palabras, giros, temas de energía y de originalidad asombrosos. No ocultaré que temía encontrarme con una de estas glorias locales que pocas veces fructifican.

Comenzó el joven a recitar, y a los pocos momentos se había apoderado de mi ánimo, porque en verdad os digo que el novel ingenio posee dos cualidades eminentes y dominadoras: la originalidad y la vehemencia expresiva, y aumentaba el interés de estas composiciones el estar escritas en el decir, un tanto bárbaro y fiero, de la gente de Extremadura, el de haberse adueñado el compositor del estilo arrogante y bravo de sus pasiones, el haber inventado, en fin, un nuevo modo de belleza en las letras. Y la emoción fue aumentando según recitaba más y más poesías el poeta. También me dijo canciones a la moderna, en puro estilo castellano, pero yo preferí las otras, las en que nuestro idioma ha sido troceado por una raza que, hallándose entre Castilla y la Bética, participa de ambas modalidades étnicas y dice lo que siente con energía poderosa y siente lo que ha dicho con violencia amenazadora. Esa condición extremeña está prodigiosamente representada en estas poesías de Luis Chamizo, que es el poeta de quien hablo.

Los idiomas van modificándose según los grados geográficos. Apenas viajéis unas horas hallaréis las diferencias. Quien se meta en el tren expreso de Andalucía para ver la primera luz matutina en Despeñaperros, ya encuentra en el modo de vocear el mozo de la estación o los viajeros acentos distintos de los de Castilla la Nueva. Y así va el vocablo cambiando de sonoridad y tal vez de sentido.
Nada tan curioso como este estudio de la palabra a través de los kilómetros de una expedición. Diríase que no es el hombre el que habla, sino la tierra, el medio ambiente. La tradición, las costumbres, el paisaje... Así que el que intentara reducir todas las formas idiomáticas a un solo concepto, erraría gravemente, porque ni el amor, ni el odio, ni el negocio, ni la amistad, ni la polémica, ni la concordia, se expresan de igual suerte en Valladolid que en Sevilla. Y ello no es sino la prueba de que la naturaleza se impone y de ella surge todo, quieran o no quieran los doctos.
En lo que atañe a los extremeños, es evidente que ellos han cambiado el decir buscando dos modalidades diversas; la energía y la delicadeza. Para dar a la palabra fuerza sustituyen unas consonantes por otras. Para darle suavidad mimosa y tierna operan del mismo modo. Y así el vocabulario se enriquece, adquiere matices inesperados y produce la impresión que importaba. Maravilla del ingenio de los pueblos, que de tal manera saben vestir su pensamiento con la indumenta que conviene. Sobran aquí las casacas .bordadas y los vuelillos de encaje, lo que hace falta es la ruda zamarra, el calzón de estezado, la polaina de piel de cabra, la monteruca hirsuta y iodos los demás detalles del labriego, del venador, de los que guardan piaras en la montanera. Haría falta en quien estudiase lo que apenas indico y casi ni esbozo, una competencia lingüística extraordinaria y una agudeza de observación por la que se interese y nos interese a los demás de qué modo se realiza esta mudanza. Es que el hombre troquela nuevamente la palabra, recorta un podadlo de la moneda, imprime en ella una nueva figura para que circule entre la aceptación común de la raza.

El señor Chamizo ha acertado, reconstituyendo la emoción y el parlar del pueblo en que ha nacido, allá en un lugar de la "crasa" Extremadura.

Porque semos asina, semos pardos,
del coló de la tierra,
los nietos de los machos que otros días
trunfaron en América.

Así dice el cantor de la recia Extremadura en un lindo prólogo con que encabeza este libro. Y en verdad que fue afortunado el recuerdo de los trágicos antepasados, los que realizaron en América prodigios que parecen inventados y que aún no han sido descritos sino por el acaso y con intenciones no siempre plausibles ni veraces. Añadiré que las poesías de Chamizo, las palabras que él saca de la conversación del pueblo, el sentir de éste, expresado a maravilla en su tosquedad ruda, nos explica aquellos casos de Hernán Cortes y de los Pizarro, así como de los otros que les acompañaron y siguieron en las epopeyas inmortales. Los que fueron capaces de esas epopeyas habían de hablar con un poder que desgarra los labios, escogiendo las palabras más enérgicas, adobándolas de suerte que aún tuviesen mayor energía... Y esos hombres, que fueron el máximo de la potencialidad luchadora, tuvieron luego en sus amores la dulzura meliflua.
Ved cómo el gran caudillo enamora a doña Marina, ved cómo el mayor de los Pizarro acaricia al fiel pajecillo, el que le lleva la coracina y la espada. Esos diminutivos de ternura que florecen en el hablar extremeño son la fórmula que el contraste pedía con la rudeza violentísima de los otros vocablos.

No cabe en estas páginas sino la indicación de los temas, porque, aparte de no hallarme yo preparado para estudio semejante, he de ser breve y aún tengo algo que decir acerca del autor de este libro.
Sabed que Luis Chamizo es ocasionalmente poeta y fundamentalmente tinajero. Es decir, que su verdadero oficio en la sociedad es construir, allá en sus talleres de Guareña, recipientes para el aceite y para el vino. Es toda una historia familiar que yo quiero que quede aquí apuntada. El padre de Chamizo comenzó su vida pobremente. Era un hombre bueno, era un hombre valeroso. Dios le había concedido una luminosa mentalidad, y sin estudios, sin maestros, entregado a sí mismo, fue levantándose hasta conseguir una fortuna y el respeto de sus convecinos. De él sí que puede decirse que quería romper los moldes. Y trabajó porque la tinaja ventruda se estilizase, podríamos decir si yo me atreviese a emplear esta palabra que me es poco simpática, y se adaptara a las realidades del almacenamiento. ¿Qué razón ha podido haber para que la tinaja ocupe lanío sitio con su panza y tan poco con su pie y con su boca? ¿Es que la runflante calidad de los poetas antiguos había servido de modelo y de inspiración a los que fabrican estos recipientes? Yo he consultado a un maestro de la cerámica y él me ha dicho:
"Es que la orza, el puchero, el jarro, fabricándose sobre el disco giratorio del alfarero, había de seguir el movimiento de las manos, que oprimían abajo, iban abriéndose más arriba y tornaban a juntarse en lo alto."

Claro que éste es un modo de ser poético de la alfarería, y que no se burlen los solemnísimos maestros de la observación que hago. Cuando el poeta Herrera nos asombraba con la majestad de su estilo, hasta los más ignorantes soldados, al marchar por la Rúa, puesta la mano izquierda en el pomo de la espada, iban marcando en su espaciado marchar la rima del vate sevillano. Influye de tal modo el genio sobre las muchedumbres, que hasta el que no sabe leer al maestro recibe de él la inspiración. Así, la gente popular madrileña en los días de la gloria de Lope, enamoraba, reñía, trataba de sus asuntos con el concepto agudo y galano del inquieto y genial Fray Félix.

Bien podemos los académicos esforzarnos en limpiar, fijar y dar esplendor al léxico. En último recurso, no hemos de ser sino los que organicemos lo que el pueblo hace, lo que el pueblo dictamina, y demos forma pragmática a lo que el pueblo resuelve. Quedamos, pues, en que la tinaja oronda fue una fórmula del casticismo antiguo y que Chamizo el padre, el inventor de la tinaja cilíndrica, fue un revolucionario.

Pues ved cómo el autor de este libro, el feliz tinajero de Guareña, mientras sus máquinas laboran, mientras los obreros que él dirige se esfuerzan, allá en un cuartito de su casa escribe. Escribe copiando la manera de hablar de sus operarios. Y viaja el poeta para vender sus tinajas, y anda por las montaneras y por las dehesas, y pernocta a las veces en las chozas pastoriles, y se satura del espíritu racial en la conversación de los mercados. Y luego, de todo este caudal de ideas, de sentimientos y de frases expresivas, él realiza el empeño noble que la Providencia le ha confiado: el de convertir en páginas perdurables lo que de otra suerte quedaría en el olvido. Y además dignifica, ennoblece, cubre de gloría esas maneras de la actividad espiritual de su pueblo, y hoy, cuando los bien entendidos otorguen a Chamizo su aplauso, como yo se lo otorgo/ deberán sentirse alegres y contentos los hombres de la montanera, los labriegos de la Extremadura, los que el poeta ha sacado a la luz del aplauso en sus pasiones y en sus quereres, recios como la encina, luchadores como los que crearon su antiguo linaje:

Y sus dirá tamién cómo palramos
los hijos d'estas tierras,
porqu'icimos asina: jierro, jumo
y la jacha y el jigo y la jiguera.

Y ésta es una cadencia en que Chamizo anuncia su programa.

Cada uno de los poemas que forman este libro significa una modalidad espiritual de las composiciones extremeñas. Chamizo llama al conjunto de sus versos El miajón. de los castúos, esto es, la esencia, el jugo, el tuétano de una raza... ¡El miajón...!

Palabra feliz, prodigiosamente hallada entre tantas, así como es felicísima la otra con que el título se completa... ¡los castúos! Los que constituyen la entraña de un pueblo, los guardadores de ¡o castizo, conservan y defienden la majestad intangible de una estirpe. Y acreditan el valor de ésta en las palabras y en los usos y en los trajes.
En el estío anterior me encontraba yo en Llanes, la ilustre villa asturiana, y asistí a la danza típica de los llaniscos y pensaba: "Ésta es una raza." Y poco antes había estado en Sevilla y había visto bailar a las niñas garridas del Betis la sevillana entre los repiqueteos de las castañuelas, con el honesto y limpio andar de los pies menudos sobre la alfombra de la tienda..., ésta es otra raza. Y así recogiendo las impresiones diversas de una nación tan varia en sus modalidades, es como se comprende la grandeza nacional.

¡El miajón de los castúos!... Véase cómo ahora surge a la consideración de los curiosos una nueva manera del estilo, el que predomina en una dilatada región española.
El poeta Chamizo tiene el secreto de la expresión brava. Tiene también el secreto de la expresión tierna. Los que leáis este libro no quedaréis defraudados. Lo que os afirmo es que no lo podréis leer con tranquilidad, porque salían de aquí para allá las vehemencias, surgen de improviso las audacias expresivas. Todo es grande, fuerte, potentísimo...
El libro de Chamizo no es de los que se dejan dormir en la estantería de la biblioteca. Quien comience la lectura, la continuará y la dará fin y no se olvidará más de ella.

Con esto he dicho todo lo que tenía que decir, porque no cabe elogio mayor para quien traza líneas con su pluma en las cuartillas, que la certeza de que esas líneas van a vivir en muchas memorias y van a excitar muchos ánimos. Así es como una fama nace. Y por eso he querido yo escribir este prólogo.
Porque os advierto que yo he solicitado de Chamizo el iniciar su obra con mis palabras. Quiero añadir a mis antiguos descubrimientos el del tinajero de Guareña, el que ha descubierto una modalidad literaria española, el que no olvida su oficio, el que heredó de su padre. Y así, al padre le dedica este libro con una frase bella:
"A la memoria de mi padre: un hombre honrado que trabajó mucho y amó mucho." Y ésta es la honra de un hombre. Ser heredado por quien le engrandece, por quien le continúa, por quien le bendice y le adora después del tránsito...

JOSÉ ORTEGA MUNILLA.





COMPUERTA

Corre'l tren retumbando por los jierros
de la vía. Retiemblan
los recios arcornoques qu'esparraman
al reor del troncón las hojas secas.
Juyen las yuntas cuando'l bicho negro,
silbando, traquetea.
S'esmorona un terrón, y el jumo riñe
con las ramas d'encinas que l'enrean...

Vusotros qu'ajuís pa no sé onde,
no queändo'n los jierros ni las juellas;
vusotros qu'asomaos a las ventanas
guipáis las foscas y arrogantes jesas
y las jondas colás con sus regachos
y la tierra e labor enjuta y seria
donde rumian su pan unos gañanes
del coló de la tierra.

Vusotros qu'atendéis a las lerturas
y séis tan sabijndos de las cencias
que quizás nus larguéis de carrerilla
y en romances jazañas extremeñas
que los nuestros ejaron sin contaglas
endispués de jaceglas.

Vusotros, los que vais drento del bicho
que juyendo retumba y traquetea,
¿no sentís al pasá junto por junto
al mesmo corazón de nuestras tierras
argo asín com'argún juerte deseo
que s'eschanguen del chisme toas las rueas
pa queäros aquí, junt'a nusotros,
pa endurzá una mijina nuestras penas,
pa rumiá nuestro pan y p'ampaparos
en la sal del süor que nus chorrea?

Vusotros qu'atendéis a las lerturas
sin queär en los jierros ni las juellas,
qu'asina como'l tren vais por la vida,
retumbando y depriesa...

Si n'os podéis pará, meté pal bolso
este cacho e libreta,
y al pasá por aquí mirá pal cielo,
y endispués pa la tierra,
y endispués de miranos con cariño,
prencipiar a leegla;
porqu'ella sus dirá nuestros quereles,
nuestros guapos jorgorios, nuestras penas,
ocurrencias mu juertes y mu jondas
y cosinas mu durces y mu tiernas.

Y sus dirá tamién cómo palramos
los hijos d'estas tierras,
porqu'icimos asina: jierro, jumo
y la jacha y el jigo y la jiguera.

Y tamién sus dirá que semos güenos,
que nuestra vida es güeña
en la pas d'un viví lleno e trebajos
y al doló d'un viví lleno e miserias:
¡el miajón que llevamos los castúos
por bajo e la corteza!

Porque semos asina, semos pardos,
del coló de la tierra,
los nietos de los machos que otros días
trunfaron en América
.


CONSEJOS DEL TÍO PERICO

No me jimples, no me jimples, mocosina;
no t'enfusques ni me fartes al respeto,
no reguñas, Carnación, ni esparrataques
esos ojos cuando yo te dé un consejo.

Esos ojos qu'otros días me miraban
chiqueninos, entornaos, zalameros
y hora miran rencorosos y asustaos
del sentir que llevas drento
y de l'honra de tu casta que derrumban
ese jambre que tú tienes de dinero
y ese orgullo mardecío, porque sabes
qu'eres guapa, más que toas las del pueblo.

Ya ie ije qu'el noviajo s'ha eschangao,
que no quiero yo jarones, que no quiero
ni las jesas, ni las yuntas, ni los miles
mal ganaos por el padre de Nocencio;
qu'el süor que nuestras frentes esparraman
pa ganar el cacho pan que nos comemos
jiede a sangre corrompía si es que güerve
a nusotros del arcón del usurero.

No me jimples, no reguñas; no te casas
con el hijo del tío Bruno, no consiento
qu'esta cara tan bonita qu'han bruñío
estos labios con la juerza de sus besos
jasta hacegla reluciente como el oro
de la tarde, cuando el sol se va del cielo,
te s'empringue con el vaho de los süores
ya podríos encerraos en el cuerpo
sin que chupen las esponjas del trebajo
la carroña creminal de su veneno.

Semos probes, hija mía, porque icen
que son probes los que no tienen dinero;
semos probes, semos probes, ¡qué sé yo!,
eso icen de nusotros, icen eso.
Quiero un hombre de rïanos, que te quiera,
quiero un hombre con agallas de los nuestros,
d'esos hombres que dispiertan las gallinas
cuando salen con los burros del cabresto,
y en el campo despabilan las alondras
agachás entre los surcos del barbecho,
qu'esparraman sus chilríos d'amor cuando
viene el sol agateändo por los cerros
y s'ajuyen las neblinas y s'apagan
las estrellas y la luna y los luceros.

Quiero un hombre sin fanfarrias que te iga
los sentires que se jinchan mu p'adrento,
jasta cuando que revientan en paliques
que los ojos arrebuscan en el suelo.

Quiero un hombre, quiero un hombre d'estos hombres
ya curtíos por el frío del invierno,
y tostaos por el sol del meyodía,
y bañaos po las aguas de febrero,
y besaos po la luna cuando duermen
en las eras, junt'al trillo, cara'l cielo.
Qu'estos hombres son los machos d'una raza
de castúos labraores extremeños
que inorantes de las cencias de los sabios
las jonduras d'otras cencias descubrieron
cabilando tras las yuntas
en la pas de los barbechos.

Ellos saben que la tierra labrantía,
seria, llana y arrogante'n los recuestos,
es la jembra que mantiene muchos hijos
con la juerza de la savia de sus senos;
y es la madre, y es la novia y es la hermana
del gañán que, con calor de macho en celo,
la colmara de cuidiados,
la regara con süores de su cuerpo,
la labrara con cariño,
derramara por sus surcos el granero
y supiera conformarse cual cristiano
cuando Dios, dende los cielos,
pa probá si eran mu jondas sus querencias,
malograra sus esfuerzos.

Qu'estos hombres qu'al amor de sus terruños
ayuntaron el sentir de sus adrentos,
despreciando la pereza sin descanso
de los hijos poltronaos del dinero,
con la juerte calentura de su gloria
que manó del corazón a sus celebros,
conquistaron pa los reyes de su Patria
los Peruses y los Méjicos,
y llenaron de pinturas sus iglesias,
y parlaron su sentir en los Congresos,
y cantaron la belleza de sus campos,
y elevaron sus plegarias a los cielos,
y murieron orgullosos por la causa
de las santas libertades de su pueblo...

Son asina los cachorros de la raza
de castúos labraores extremeños,
que, inorantes de las cencias d'hoy en día,
cavilando tras las yuntas, descubrieron
que los campos de su Patria
y la madre de sus hijos, son lo mesmo.

 

¡QUÉ SORPRESA, MI CONDESA! Memorias de Mayté Maldonado: de Rollán a Panamá

$
0
0

¡QUÉ SORPRESA, MI CONDESA!

Cuando se vuelve a la patria chica uno se dispone a recordar y vuelve a vivir. Y siempre se abre a la sorpresa de lo nuevo y lo que puede descubrir. Y siempre, la admiración, ahora mayúscula con "mi condesa", que para mayor sorpresa ha encontrado su cielo en la tierra, tras seis matrimonios seis, una vida de película y su encuentro con Cristo, a raíz del cáncer de 1991. ¡Felicidades paisana y natural de Rollán como servidor! Lean, lean, que la cosa se pone interesante,

¿verdad, Mayte? Dios quiera que vuelvas a nuestra Villa, verás cómo te recibirán mucho más que como condesa, como reina.

 

Mayte Maldonado parece que nació el 18 de marzo de 1944, pero ella sabe que su nacimiento fue anterior
Su profesión:, vedette internacional y cantante. Ahora, empresaria


La asombrosa historia de la condesa Mayte

Nació en Rollán (Salamanca) y sus memorias se llaman "La condesa se confiesa". Condesa porque se supone que su padre, al que no conoció, era un conde. Que se confiesa es decir muy poco. Lean, lean un avance de la vida de esta triunfadora que desde hace años centra su existencia en la figura de Jesús de Nazaret.

Perdona, ¿te puedo preguntar cómo me has localizado? Esa es la cuestión más común que se formulan la mayoría de los salmantinos sin fronteras que pasan por estas páginas. Internet y su fantástico buscador Google suelen estar presentes en la respuesta. En el asombroso caso que resumen las siguientes líneas, la pregunta y el propio preguntador son diferentes. ¿Cómo no habré localizado yo antes esta increíble historia? se interroga el propio periodista. Todo comienza más o menos como casi siempre. Frases del tipo "Nacido en Salamanca" en el bendito Google y por allí aparecen muchos viejos conocidos. Hasta ese día en el que, buscando, descubres una historia de esas que has de contar enseguida, una de esas que interesará a mi madre y a mis sobrinos por igual, por mucho que ya se haya contado antes.

Así empieza esta historia: "Me llamo María Teresa Hernández Ballesteros, pero he tenido muchos nombres a lo largo de mi vida. Mi nombre de artista fue Mayté del Mar. Durante mis cuatro matrimonios usé los apellidos de mis maridos..."

María Teresa contó sus memorias a Luis R. González Argüeso en un libro titulado "La condesa se confiesa", editado en España por la editorial sevillana Punto Rojo Libros y presente en algunas librerías de nuestra ciudad. Aconsejo vivamente su lectura; la mayoría del relato que ahora sigue es un mero resumen, casi imposible en este caso, de lo más destacado de más de 300 páginas repletas de interés, del periodístico y del otro, del humano al fin.

Daré casi titulares. No lo tengo nada claro, pero creo que será lo mejor. Allá va el primero: María Teresa Hernández Ballesteros nació en la localidad salmantina de Rollán un 18 de marzo de madrugada. Primera sorpresa: no sabe de qué año. "Nunca se supo la fecha exacta de mi nacimiento, pero me dejo llevar por la que aparece en mi pasaporte, que es el 18 de marzo de 1944, aunque lo más probable es que haya sido antes". Se llamó, nombre y apellidos, igual que su madre. A su padre no le conoció, aunque a lo largo de su vida quedaron más o menos confirmadas las sospechas de su infancia: su padre fue el Conde de Villalbí, del que le viene el apodo de condesa y que debió de tener un triste imprevisto con su madre. "El mío fue un nacimiento no deseado por nadie", asegura. 
María Teresa fue, como su madre, repudiada en el pueblo. Vivió en la más absoluta de las miserias, entre Rollán y Vega de Tirados, y creció ayudando a su madre a dar a luz y a criar a sus nueve, sí, sí, nueve, hermanastros que tuvo con Luis, un albañil demasiado aficionado a la bebida.

Crecía nuestra increíble protagonista y no solo en edad, sino también en belleza. Como prueba, las imágenes que rodean estas líneas. Trabajó en Salamanca como camarera en el Hernán Cortés y en el mítico California, en el callejón de la calle Toro junto a la Plaza y muy pronto dio el salto a Madrid. Allí trabajó en la cafetería que los dueños del California tenían con el mismo nombre en la capital antes de adentrarse en el mundo, muchas veces oscuro y turbio, de la noche. Y aquí, en este punto, parada para los hombres de la historia, que también los ha habido y muchos. María Teresa se ha casado seis veces, tres de ellas con el mismo hombre, y de todos tomó los apellidos. Así ha sido Mayte Sandoval, Mayte Nicolai, Mayte del Castillo y, como se la conoce actualmente, Mayte Maldonado, por su último esposo, el periodista puertorriqueño nacido en Nueva York, Álex W. Maldonado. Fuera de ellos, infinidad de parejas, algunas de ellas muy conocidas. El "tristón" de Alfonso de Borbón, por ejemplo.

¿Cómo pudo una pobre niña repudiada en Rollán acabar siendo la reina de la canción española en Latinoamérica bajo el nombre artístico de Mayté del Mar y la vedette más impactante de su tiempo? Es más, ¿cómo ha podido acabar amasando una impresionante fortuna y siendo una empresaria de primer nivel mundial? Pues, leyendo sus memorias, es posible creer que con mucho esfuerzo y una combinación desbordante de belleza, talento y ambición.

Cuando cumplió 22 años saltó por primera vez el Atlántico para presentarse como vedette en Panamá. Desde aquel día, nunca jamás se cansó de cruzar el océano y, aún ahora, suele regresar a España tres o cuatro veces al año. Panamá fue su primer lugar triunfal y, según cuenta ella misma en sus memorias, allí se hizo amiga de los hermanos Torrijos. Al más famoso de ellos, Omar, solo por seguir intentando sorprender al incauto lector, le dio la idea de dar un golpe de estado en el país del canal. La historia, como bien se sabe, le dio la razón. De la posterior muerte de Torrijos, en accidente de avión, Mayte no duda en defendar la mayoritaria tesis del atentado.

Cuenta Mayte, y lo hace con unos cuantos pelos y bastantes señales, que ha dado varias veces la vuelta al mundo, que ha vivido en espléndidas casas en La Moraleja madrileña y en los mejores barrios de, empiecen a apuntar: Lima, Río de Janeiro, Ciudad de México, Santiago de Chile, Bogotá, Las Vegas, Nueva York y desde hace treinta años en San Juan de Puerto Rico, en una casa a la que ella bautizó "El mausoleo"; imaginen por qué. 
Más datos para seguir pellizcándose. Durante su relación con el panameño Gilberto Arias, Mayte recorrió el mundo y las mansiones del Aga Khan en Cerdeña, de Onassis en la isla griega de Escorpio o el palacio londinense del príncipe Carlos. También asistió al boom de la jet-set marbellí con relación sentimental incluida con el príncipe Alfonso de Hohenlohe.

Toda aquella vida de trabajo, lujo, ambición y desenfreno se frenó el 5 de febrero de 1991, cuando le diagnosticaron cáncer de mamá. Intervenida en la prestigiosa clínica Mayo de Minnesota, le extirparon los dos pechos en una exitosa operación. Ahí es cuando sufre un tremendo procesión de conversión espiritual después de ver la imagen de Jesús de Nazaret. "Mi congoja era extrema y total. Nada ni nadie podía consolarme por haber dejado pasar tantos años sin dedicarle a este Ser tan maravilloso mi vida, mis pensamientos, mi alma, mi trabajo, todo lo que había ganado, y toda mi fortuna", cuenta Mayte, quien desde ese momento decide centrar todos sus esfuerzos, celibato incluido, en seguir la estela de Jesucristo. Y, a través de su fundación Jesús de Nazaret, hasta ahora. 
Lo que han leído es solo un resumen de "La condesa se confiesa". Si se han quedado con ganas de más, que sería lo suyo, no lo duden. Búsquenlo y déjense sorprender. No pararán de hacerlo.

http://www.dgratisdigital.com/salmantinos-por-el-mundo/reportajes/mayte-maldonado/

SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO EN LAS EDADES DEL HOMBRE DE TORO

$
0
0

Inolvidable la primera exposición iconográfica de Valladolid, en 1988, que dio inicio a la arriesgada y profética propuesta de "Las Edades del Hombre". Desde entonces pasan de 20 las exposiciones de arte religioso en diversos puntos de la geografía nacional e internacional, destacando por su interés las celebradas en la propia Castilla y León, territorio que posee el 50 % del patrimonio religioso de España. La catedral de la Almudena en Madrid, Amberes y Nueva York también han acogido tres muestras extraordinarias en este tiempo.

La idea de realizar estas exposiciones se gestó durante un encuentro en la localidad vallisoletana de Alcazarén del escritorJosé Jiménez Lozano y el sacerdote de Valladolid José Velicia, siempre animados por don José Delicado Baeza, arzobispo. Las consideradas primeras Edades del Hombre se realizaron en la iglesia de Santiago Apóstol de Alcazarén, con una pequeña exposición de pinturas sacras. Más adelante, y con el apoyo de entidades importantes, se llevó a cabo la primera exposición conocida entre el público, en Valladolid. Yo pude escribir un significativo artículo titulado "Hasta aquí llegó la cola" ante la multitudinaria asistencia.

Edades del Hombre 2016. AQVA

Se dice que Zamora es tierra de pan y de vino, tierra diferenciada de este a oeste por el río Duero. A la zona norte se le llama "Tierra del Pan", a la situada al sur, "Tierra del Vino". Ambos elementos, pan y vino, definen a Zamora y a los zamoranos. Es el río Duero quien traza de forma natural la referida división. Una línea viva marcada por sus aguas mientras camina decidida, atravesando Toro y Zamora, camino a Portugal. El pan y el vino ya fueron tratados en la exposición Eucharistia, celebrada en Aranda de Duero (Burgos), en 2014.

El agua además de ser un bien natural no exento de contradicción, lo es también cultural y símbolo cargado de religiosidad cuyas manifestaciones se insertan en el patrimonio intangible de nuestro pueblo. Por esta razón, y dada la riqueza antropológica, bíblica, eclesiológica y sacramental que contiene este elemento natural, como es puesto de manifiesto en la Carta Encíclica "Laudato si", del Papa Francisco, Las Edades del Hombre dedican su XXI edición, Toro 2016, al agua: AQVA.

Como en las ediciones anteriores, la muestra se nutre de obras muy selectas pertenecientes al patrimonio histórico-artístico español, fundamentalmente de Castilla y León, con firmas de la categoría de Pedro Berruguete, Francisco de Zurbarán, Juan de Juni, Gregorio Fernández y Luis Salvador Carmona. También hay una presencia significativa de artistas contemporáneos entre los que pueden citarse a Antonio López y Carmen Laffón.

La exposición se articula en seis capítulos. En la Colegiata de Santa María la Mayor los cuatro primeros:

    I. Agua de vida
    El agua es tratada desde las perspectivas natural y antropológica, con su referencia en la mitología clásica, su servicio en la limpieza corporal, los recursos hidrológicos, la ingeniería hidráulica, los recipientes domésticos de barro y cristal para contenerla y beberla, etc.

    II. Preparando caminos
    Se muestra el agua en la creación y en la historia de la salvación, desde los orígenes hasta la figura de Juan Bautista, el Precursor. Siguiendo cronológicamente los textos bíblicos, se van mostrando acontecimientos y personajes del Antiguo Testamento, a través de los cuales Dios fue anunciando de forma progresiva su voluntad salvífica y el significado de la gracia del bautismo.

    III. Los cielos se abrieron
    Se aborda la excelsa figura de San Juan Bautista. Con él se cierra el ciclo profético del Antiguo Testamento, actualizándoselo, y se abren los tiempos mesiánicos, pues el Salvador estaba ya próximo, llegaba tras él.

    IV. Cristo, fuente de agua viva
    Se centra en la relación de Cristo con el agua durante su vida terrena, pasando por su infancia, su ministerio público y su misterio pascual. En él se recogen, entre otros, temas como la vocación de los primeros discípulos junto al mar de Galilea, las bodas de Caná, el encuentro con la samaritana en el pozo de Sicar, la curación de un enfermo en la piscina de Betesda, el lavatorio de los pies, el lavatorio de Pilato, el Calvario, etc.

En la Iglesia del Santo Sepulcro, los otros dos capítulos:

    V. El bautismo que nos salva
    Este capítulo está dedicado al sacramento del bautismo y a los objetos usados en su celebración litúrgica. Por derivación, también a los objetos relacionados con el agua bendita. 

 

    VI. Renacidos por el agua y el espíritu
    Se concluye con los santos, hombres y mujeres que, nacido de nuevo por el agua y el espíritu, han sido un fiel testimonio de su vinculación existencial a Cristo, a quien se unieron íntimamente por el sacramento del bautismo. Y más concretamente aquellos santos cuya biografía o patronazgo están relacionados con el agua

 

SANTO TORIBIO DE MOGROVEJO

Con sorpresa entrañable me encontré con el lienzo atribuido al pintor Senén Vila, del siglo XVII (1649-1707), afincado en Murcia y que proviene de la Ermita del Santo de Mayorga (Valladolid). El motivo iconográfico se refiere al milagro del santo arzobispo en su visita por San Luis de Macate, hoy de la diócesis de Chimbote, y que lo presenta como nuevo Moisés que hace brotar agua para calmar la sed y la sequía de los indios. El lienzo muestra el altar improvisado mediante la cruz de madera sujetado por uno de los fieles; abajo, las rocas de las que brota el agua para llenar las escudillas de los indios. Destacan en el grupo indígena los naturales con exóticos tocados de plumas en sus cabezas. El contenido del cuadro tiene relación directa con la pacificación obrada por el Prelado que dejó a los indios "extasiados, aficionados a los rayos de luz que vieron salir de su rostro"–como cuenta uno de los testigos que depuso en el proceso de canonización, Ambrosio de la Serna. Abajo figura el Catecismo del Tercer Concilio Limense.

 

*Más información en el archivo adjunto y en la web de la Fundación Las Edades del Hombrehttp://aqva.lasedades.es/

 

P.D. Les adjunto la imagen y el texto del formidable CATÁLOGO editado

https://www.youtube.com/watch?v=EH1eem7dMrg PADRE IGNACIO MUGUIRO: TESTIMONIO (año 2001), ENTREVISTA (año 2011)

$
0
0

I.                  TESTIMONIO VITAL DEL  P. IGNACIO MUGUIRO, SJ EN EL 2001

 https://www.youtube.com/watch?v=EH1eem7dMrg


Tuve la gran suerte de conocer al P. Muguiro como "colega" de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima por el año 2000, cuando yo me estrenaba con el curso de "Historia de la Iglesia en el Perú. Recuerdo con entrañable cariño su porte alegre, siempre sonriente, rodeado de alumnos en los intermedios de las clases. Dictaba su cátedra de Derecho Canónico pared por medio de mi aula y siempre nos llegaba el jolgorio de los alumnos por la gracia de sus explicaciones. Desde aquel curso comencé a recoger testimonios y vivencias de "peruanos católicos" y un buen día recibí de su mano este precioso texto que ahora les comparto como gratitud perenne[1]. Campea por doquier su transparencia en el pensar, su donaire en el escribir, su pasión en el afirmar, su gozo sacerdotal.

 

El benjamín de 12 hermanos

Nací en Madrid el día 2 de enero de 1928.  Aquel día llegué acá con lo puesto, tuvieron que darme una ropilla cualquier de la colección que se había salvado de mis diez hermanos anteriores.

Creo que les caí bastante bien a mis padres y hermanos porque no llevo encima ningún trauma que pueda hacer feliz a un sicoanalista; supongo que todos se tuvieron que estrechar.  Uno más en esas casas grandes de mil hermanos, no ocupa lugar.

Conmigo llegó la paz.  Mi padre solía ir de guerra a África de vez en cuando.  Mi madre le seguía con el lote de hijos que había en el stock familiar, en la ciudad más cercana del frente de batalla.

Soy el único de los hermanos que no nací con gusto de pólvora en la boca.

Aprendí a rezar antes de hablar….pues al principio nos juntaban las manos y dábamos un beso al Crucifijo…cuando luego hablé me pareció que era un lujo decirle con palabras que le quería.  Se lo dije muy pronto. No tan pronto como El que parece que venía desde la eternidad diciendo mi nombre por encima de millones de estrellas. A las estrellas Dios no las quería.  Eran sólo juguetes lejanos para que a sus hijos nos hicieran guiños al poner el pie en la tierra, y nos hablaran de El. Me enteré un día que las estrellas no tenían corazón y estaban heladas en su fuego…y me dio un montón de pena.  Mi padre era un militar de mil guerras.  Cuando moría uno de sus compañeros en el desierto de África, se plantaba a sustituirle a la misma semana….y detrás iba la turba de hijos con una esposa que lo adoraba y todos nos metíamos en la refriega menos yo que no había nacido y me quedé para contarlo.

Dicen que entraba en batalla con toda la valentía.  Pero él me dijo un día que era mucho más valiente avanzar delante de todo el ejército en formación, ante la mirada de todos, marcando el paso, para recibir la comunión en un alto de la batalla.  Ahí siempre avanzaba solo pero jamás nadie se atrevió a hacerle una broma.

 

A los 7 años muere su padre, militar, en la Revolución de Asturias

Un día, cuando yo tenía siete años mi padre volvió con su regimiento de una revolución que hubo en Asturias…..Venía enfermo de muerte.  A los 8 años me quedé huérfano de padre.  Con recuerdo en el alma de un hombre bueno, amigo de Dios y con las botas llenas de polvo de no sé qué guerra.

Mi madre con sus 46 años puso orden en el pequeño regimiento que le había dejado mi padre.  Los doce no pudimos tapar la pena que ella llevaba en el alma.  Se adoraban él y ella.  Allí aprendí qué cosa era amor aunque nunca en clase lo pude explicar ni definir. Pero lo respiré a bocanadas durante 8 años en casa.

 

Mi madre no lloró delante de nosotros. Nunca le gustaron las escenas. Estuvo metidita en su cuarto dos días hartándose pienso de llorar y a los días salió a poner un poco de ánimo en el ejército n°12 a poner ánimo y alegría…

-"Yo te ayudaré, María, desde el cielo: mucho mejor". Y soy testigo de que lo cumplió maravillosamente.

A los pocos días yo hacía mi primera comunión…Fue el encuentro con un Dios espléndido cuando acababa de perder un dios terreno que reflejaba muy bien el rostro de Dios menos en las guerras.

Días antes con mi hermana n°12 estuve a punto de irme a un asilo para  niños huérfanos... Mi hermana pequeña y yo éramos bastantes chantajistas. Amenazábamos acusar las palomilladas de todos si no había una congruente coima para comprar nuestros silencios… Pero los dos últimos, ella y yo, teníamos la sana costumbre de bajar a una pastelería y pedir, con frecuencia, los pasteles que se nos antojaban. Nos querían mucho en las pastelerías y nosotros pensábamos que nos regalaban los pasteles… ¡ingenuísima idea de dos bautizados! Un día llegó una cuenta-nota de la pastelería. Una cifra tan alta como una casa anunciaba un consumo de pasteles que superaban las economías más fuertes… Nada más oír que nuestros hermanos leían en la comida la lista de pasteles, asombrados y horrorizados, vieron que los dos pequeños estábamos colorados como tomates y a punto de llorar.  Nos cayeron los diez encima aprovechando que no estaba mi madre…nos llamaron corruptos y todo lo que ahora dicen a Montesinos y que he vuelto a recordar…por su fuerza, sólo Montesinos y nosotros dos podemos saber lo que la chusma puede decir de unos ingenuos estafadores cuando la rabia y la venganza les corroe…Todas nuestras tramas y coimas de ocho años cayeron estrepitosamente… Pero un arrebato de dignidad me envolvió y dije la respuesta fatal: "Ahora comprendo que siempre nos habéis odiado…hemos llegado tarde a esta casa que ya estaba llena…sobramos...queréis que nos marchemos".

 

Nunca fui tan orador…pero la respuesta fue horrenda... los diez, sin faltar uno, los diez aplaudieron nuestra protesta de víctimas incomprendidas y los días aplaudieron la idea de marcharnos de casa. No esperaba esa dura reacción de la chusma…pero sin renunciar a mi dignidad primera dije con toda gallardía…"Ahora mismo, los dos nos marchamos al asilo de niños desamparados"… Volvió la turba a aplaudir la idea… no hubo más remedio que salir. Abrimos la puerta de la casa y empezamos a bajar despacio y llorando las escaleras… Yo le decía por lo bajo... "Oye, ¿tú sabes dónde está el asilo? Porque  estos desgraciados han acabado para nosotros"… Mi hermana pequeña que era la que más pasteles había comido lloraba y lloraba… En esto apareció mi madre que volvía de la calle. ¡Qué hacen los dos en la calle?…Contamos despacio la triste historia adivinada de unos hermanos que nos odiaban porque éramos muchos… Nos callamos la historia de la pastelería… y de la mano de madre entramos en casa, inmensamente aplaudidos, con cierta rechifla del público soez pero sin que nadie hablara de la cuenta y los pasteles. Fueron nobles.  Nunca supe quién pagó esa cuenta pero nunca volvimos a ser acuestes.

 

La primera y decisiva Primera Comunión

He pasado deprisa mi primera comunión. Tuve un grueso altercado con el fotógrafo al que acabé pateando. Desde entonces a todos los fotógrafos y periodistas inoportunos los saqué de mi lista de amigos al menos por las horas de su trabajo.

Me preparó para la Comunión un santo agustino que fue pocos días después asesinado "por ser sacerdote" en los primeros días de la revolución-guerra del 1936… me dijo algo que para mi fue la primera gran noticia... y ninguna la ha superado después…Dios me iba a esperar todos los días en la Eucaristía. Yo en la cola de las personas importantes de casa con 10 jefes mayores encima me enteré que para Dios era alguien bien importante.  Me esperaba todos los días…y además, esa palabra "te espero, vente" era la típica palabra de los grandes amigos…era Dios inmenso, y era amigo como si no tuviera otra cosa que hacer.  Esto me engrandeció y todavía sigo abrumado diciendo a mis 73 años[2] las dos palabras… "Mi Dios y mi amigo". A esto se ha reducido gran parte de mi teología y de mi oración sorprendida todos los días.  Este es el regalo mejor de la vida.  Y cada día es maravilloso porque de entrada a la mañana me vuelvo a sentir asombrado de escucharle repetir la misma frase. No se ha arrepentido y yo sigo embobado presumiendo más que un presidente de la República el día que le ponen la banda presidencial…El me la pone todos los días, la banda de la amistad, delante de los ángeles o en el silencio bonito de mi pequeña capilla… y el alma se derrama en ternura como un mar grande.

 

Asco infinito de todas las guerras

La guerra estalló…pasé más hambre que toda la que he visto publicada en el Perú en todos mis años peruanos…Aquí siempre hay un camote perdido. Allí un pedazo de pan que me dieron después de meses sin verlo lo tuve una hora sin tragar en la boca para que no se acabara…las piernas hinchadas...por la noche en el colegio nos repartían 10 cohetes a cada uno y hacíamos nuestra guerra como verdaderos malditos…¡qué bestias éramos y qué bestias eran nuestros juegos!

Los cuatro hermanos míos estaban en la guerra.  El último de 15 años de edad me dejó solo en el colegio para marcharse al frente. Yo que me quedé en tierra a pasar hambre y a ver los combates aéreos y dormir con fondo de bombas explotando…Y acabó la guerra y tenía dos hermanos menos… ¡Y tuve un asco infinito a todas las guerras!!

Diariamente me encontraba con Cristo en la Eucaristía y esto es lo más grande que me ha pasado en la vida. El hacia el milagro de ser indispensable y lo único serio que hacía un chiquillo de 15 años: encontrarme con Dios todos los días. Ni Él ni yo fallamos. El milagro de que siempre tuve tiempo, y ganas, y n o había distancia, era cosa cotidiana. Allí me di cuenta de que había resuelto lo más importante en la vida. Yo nunca iba a ser un solitario. Siempre, hombro con hombro llevaba a Dios por todos mis caminos…

En el colegio fui un pésimo alumno. Me expulsaron sin causa, como siempre suele hacerse. Cuando sucedía un lío disciplinar y no aparecía el culpable nos echaban a los tres que teníamos peor nota en el colegio. Yo era uno de los tres por acumulación de castigos inevitables en mi edad.

 

Mi vocación a la Compañía de Jesús

Un día fui a hablar con un cura. Y de golpe me dijo: "Tú tienes vocación".  Yo le dije que aunque acababa la secundaria no me había preocupado de mi futuro.  El examen de Reválida o de estado previo a la Universidad nunca lo iba a aprobar. En mitad de secundaria me enseñaron una tabla de logaritmos cuando tenía prisa por ir a jugar un partido de frontón.  Yo al ver esas páginas me rebelé. Hasta ahora los libros tenían letras y leía mucho… pero un libro sólo de números enigmáticos produjo en mi interior náuseas infinitas… Dije y juré como cristiano que jamás abriría ese libro aunque me costase quedarme de peón… Y lo cumplí.  Pero sin saber logaritmos era imposible aprobar… El cura me dijo, si Dios hace el milagro de que apruebes es que quiere que seas jesuita.  Y yo acepté comprendiendo que Dios o podía querer lo imposible: aprobado.  Me puse de todas maneras de acuerdo con un compañero matemático para que me pasara el problema… Yo le pasaría todo lo de letras…Llegó el problema que era de geometría… pero para esas alturas la palabra logaritmos eran para mí "matemáticas"… Mi socio de examen hizo rápido el problema y… primera traición de la vida... se levantó entregó su examen y no me pasó el problema… Vino a recoger su lápiz y mi indignación y rabia fue tan honda que me saqué el alfiler grande de la corbata y se lo clavé en el muslo hasta dentro.  Dio un grito, se alborotó la Universidad y salió con mi alfiler de corbata clavado para eterna memoria.  En vista de que no había nada que hacer… miré por primer vez el problema, lo enfoqué como acertijo o adivinanza que era mi diversión primera en los periódicos y no sé cómo lo resolví y lo resolví bien… aprobé y honradamente entré en la Compañía de Jesús…

Allí me encontré con Jesucristo como yo creía que era imposible encontrarlo en la tierra.  Decidimos que habíamos nacido uno para el otro.  El en Belén y yo en Madrid pero ambos estábamos ahora aquí.  Jesucristo me marcó toda la vida me apasioné por Él como uno se apasiona por un Dios…Y en mi corazón no ha habido espacio ni humor para que nadie entrara.  Necesitaba todo el corazón para Él y era poco el que yo tenía…

Me preguntaron hace unos días si aquel día sentí el peso de renunciar a una mujer, y a unos hijos preciosos, doce pensaba tener, y a la libertad que era mi lema en el colegio y la clase, y a no tener plata… Y tuve que detenerme a pensar… y como un soñado respondí, hace pocos días, te juro que nunca pensé que perdía algo.  Me arrebató Cristo y me alocó de tal manera  -para eso es Dios- que me olvidé de hijos, hogar, boda, libertad, plata. No, nunca renuncié. Sólo pensé en que sin Él era la vida imposible y que ya no podría encontrar nadie como El.  Ahora a los 73 no sé si soy pobre, libre, etc… Pero tengo a Dios y mis dos brazos son pocos brazos para abrazarlo… y mi corazón estalla de cariño. Soy el tipo más orgulloso del mundo no por mí, que me doy pena, sino porque El es mi amigo del alma y pesa demasiado su amistad para este pobre corazón mal trajeado.

 

De casa me marché sin decir nada concreto de fecha y día. Salí por la puerta y no volví más a ser inquilino de aquella tribu maravillosa. No me despedí porque aborrezco todo género de despedida, celebración, agasajo, y funeral. Nunca he acudido a esos momentos estelares de la vida de la humanidad.  Me gusta ser amigo sin alboroto de gente, sin boato ni aspavientos… Luego eso lo derivé a las celebraciones pomposas de la Iglesia con el Obispo enchufado en un gorro persa y vestido rojo  y seda… No recuerdo ceremonia alguna fuera de la de mi ordenación en que era indispensable… A Dios me gusta tratarlo mano a mano en el sencillo silencio de la Eucaristía y de Belén… Me molesta que haya otro protagonista aunque sea Obispo o cura, fuera de El… No sé cómo he logrado defenderme de esa ceremonia sin fin a lo largo de mi vida… Los amigos son fáciles y sencillos y se acaba cuando se quiere.  Las celebraciones e incluyo las litúrgicas son difíciles, huachafas de colorido, rito y coro, y nunca se sabe cuando se acabará…. La Misa de cada día es la excepción. Pero es que allí cierro los ojos y me imagino el mundo entero frente al altar, y Dios en las manos y ya está… Eso tan sublime sólo se puede vivir en el corazón, sin agitación ni colores, ni gritos. Es el silencio de Dios traspasando el alma como coro sólo me gusta que haya un niño pequeño que llore pues es el que más me recuerda a Dios y el que tiene derecho a estar en la presidencia porque es el único con un limpio corazón, Jesús y el pequeño llorón.  Si les molesta el lloriqueo del chiquillo yo lo prefiero al coro de guitarras, maracas, y demás ruidos.

 

Estudié por todo lo que no había estudiando durante 17 años. ¡Ahí pague bien! Dos años de noviciado, no pudieron prepararme mis formadores para nada del mundo cambiante que me esperaba…. Ni lo pretendieron.  No eran profetas ni siquiera hijos de profetas… No me prepararon para  el Vaticano II y la Liberación, y la caída del muro de Berlín ni la computación…  En aquellos maravillosos días sólo nos dieron tiempo para  conocer y habar y querer rabiosamente a Dios y su Cristo…  Sólo nos dieron a Cristo.  Y de ese Cristo he vivido estos agitados 73 años riendo con El mientras dábamos vueltas y vueltas en la verbena  del aggiornamento.  Ni El ni yo lo tomamos nunca en serio.  Cristo, decía Agustín y lo hemos dicho todos con tanta razón como Agustín que nos robó la frase "… Cristo hermosura siempre antigua y siempre nueva…" y tarde siempre conocida. 

 

Vi pasar a tal velocidad vertiginosa que me hice a un lado para que no me arrollaran los nuevos vientos en su turmix y los dejé para quedando sólo un poco de aire de despedida ene l ambiente. Sólo dejé un pie en la tierra… pero el otro lo tenía en el peldaño del cielo para mejor poder comprar lo pasajero y lo eterno.  Porque aunque he querido mucho la vida y la gente que me ha rodeado… yo confieso -mal que le pese a mil sicólogos- que soy más del cielo que de la tierra… Para eso nací y va a durar mucho más que estos 73 años que han sido un susto tras otro.

 

Hice la filosofía después de cuatro años de literatura, humanidades y griego y latín a todos pasto. La filosofía hizo perder la fe a unos cuantos intelectuales que se empeñaron en meter a Dios en el laboratorio de sus silogismos cerebrales. No les cabía Dios en su cabeza… Dios era mucho más grande que esa pobre olla de grillos.  Nunca comprendieron que Dios entra a nivel corazón porque es amor… Ellos lo querían a nivel microscopio como una plaqueta… Se entontecieron en sus pensamientos y se les enfrió para siempre el corazón… Da mucha pena. Ya empezaban en Filosofía a hacer sus números de audacia algunos profesores que cultivaban la duda metódica como signo de inquietud intelectual despierta.

 

Allí perdí mis primeros amigos de vocación. Me arrimé al Sagrario y con la aldeanita de Nazaret hablaba algo de filosofía hasta que los dos rompíamos a reír. Mi madre Santa María sabía de Dios mucho más que mi profesor de Teodicea… pero  además era agua clara y le cantaba riendo.

 

Los viajes en barco al Perú-España-Roma

Vine al Perú en un barco que me revolvió las entrañas de mareas.  Tres años maravillosos en Arequipa.  Prueba pastoral en Colegios… Enseñé todo lo que no sabía.  La obediencia era seria.  No existía aun la objeción de conciencia y así enseñé electricidad aunque tengo horror a enchufar una lámpara.  Enseñé matemáticas sin haber abierto el libro de logaritmos... y anatomía, zoología, botánica, artes manuales 14 cursos distintos... pero conocí y aprendí infinito de aquellos arequipeños nobles, llenos de amistad y de nevadas.

 

Volví en otro barco a España para seguir mi teología… cuatro años  en la Facultad de Granada y luego dos años para el doctorado en Roma en la Gregoriana.  Era tan caro vivir en Roma que decidí acabar pronto la tesis. La Virgen del Camino me dijo cuál podía ser  la tesis en una visita que le hice a punto de perder todas las brújulas…Me orientó muy bien y aquella misma noche me la aprobaron en la Universidad… Desde S. Agustín hasta los escolásticos había un vacío sobre las ideas morales de la Iglesia.  En medio de ese montón de siglos de silencio estaba S. Isidoro de Sevilla haciendo de puente. Fue interesante unir las dos orillas y ver cómo se había trasmitido íntegra la moral a través de los siglos más bestias de Europa y de la Iglesia. La Iglesia en su barco había surcado con todo el cargamento de tesoros hasta la otra orilla y lo depositaba en las buenas manos de Tomás de Aquino… Al año y medio acabé y defendí mi tesis… Esto supuso que sólo pude ir una vez a S. Pedro.  Que no vi el museo de Vaticano ni la capilla Sixtina… Fui retrasando todo lo artístico por acabar mi tesis y no arruinar a mi Provincia del Perú.  Siempre alegué que después de los exámenes y defensa de la tesis visitaría paso a paso todas las maravillas del Renacimiento… El día que defendí con éxito mi tesis recibí un fax de mi provincial peruano (entonces le llamábamos telegrama) diciéndome que me necesitaban de profesor en el Cuzco a la semana siguiente… Di un beso volado a todas las maravillas de Roma que no había visto pero me las imaginaba, di un beso menos volado a mi madre que era una ancianita… y me vine volando al Cuzco donde me instalé y fui feliz.

 

La ordenación sacerdotal

El momento mejor de este tiempo fue -por supuesto- la ordenación sacerdotal.  Nunca pude imaginar que yo lo iba a traer cada mañana a mis manos y que iba a perdonar en su nombre los pecados…

Todo lo que sentí aquel día se queda para Dios pues no eran cosas que pueda yo hablar sino a punta de balbuceos errantes…. Le pagué a mi madre el haberme traído a la vida cuando tenía derecho a descansar llegando yo el 11 a la casa… y la fe que mamé desde chico y se  lo pagué a precio de Dios,….. Dejé a Dios en sus bocas y le dije "sólo Él sabrá darte gracias por la vida y el amor que diste". Y ella me dijo: "Vete con Él, hijo mío, porque Él vale mil veces más que tu madre… pero no le falles, hijo del alma, porque serías mi mayor tristeza".

Aquellos años peleaban hasta el aburrimiento discutiendo "¿cuál era la identidad sacerdotal? Me di cuenta que sólo se lo preguntaban los que ya habían perdido su vacación.  Tengo 73 años y sé bien que nunca podría haber sido feliz fuera del sacerdocio… Nunca tuve tiempo para hacerme preguntas imbéciles.

A la llegada al Cuzco me encargaron del Seminario Regional con seminaristas de 8 Diócesis….  Allí pasé unos maravillosos años y al mismo tiempo nos lanzamos a trabajar en la ciudad en los cursillos de cristiandad. Éramos diocesanos, dominicos, salesianos, franciscanos, mercedarios, jesuitas.  Éramos amigos del alma y de un solo corazón.  La ciudad se volcó, con Cristo porque todos nosotros no sabíamos hablar más que de Él. Éramos sacerdotes recientes….

En aquel tráfago de clases, cursillos, etc… vi que se quebraban algunos entusiasmos y aparecían crisis…"Trabajábamos hasta matarnos por Jesucristo… pero algunos ya no tenían tiempo ni humor para hablar con Él"… y cuando se deja de hablar con El, aburre repetir lo  mismo y se deja de hablar del… Fue cuando decidí, lo vi claro, que si un día no había hablado una hora larga con Él al día siguiente no hablaría de Él... ¡no tenía derecho a inventar!… y que no comería ese día. Si no se muere el cariño por dejar la oración tampoco se moriría el cuerpo por dejar de comer… Eran soluciones-bamba.  Pero Dios valía más que un plato de frejoles… Y los curas siempre comíamos pero no teníamos "tiempo" para hablar con Él… Amar es tener tiempo y siempre tuve tiempo para Él y Él era lo mejor del día.  Ese pequeño Tabor me daba ideas siempre nuevas sobre la inmensa maravilla  que era Jesucristo.  No se, me quedaba en cenizas y recuerdos o notas de libros… Siempre quise hablar del Cristo de cada día… como el pan salido del horno… y si ese día no había habido pan en el horno me callaba para no estropear con mis palabras lo precioso que es Dios…

 

Provincial de los jesuitas del Perú

Cuando estaba en lo mejor de mi sacerdocio estrenado me meten de Provincial del Perú de los jesuitas.  Esta fue una de las peores equivocaciones  de las muchas que han tenido mis superiores en estos años… Pero acepté lleno de ingenuidad.

Tomé tierra en Lima… Y el primer viento que me agarró fue el de la  "liberación" que volvía a meterme en el alma sabor a pólvora, odio, rabia en nombre del evangelio.  Yo había luchado en sacarme al guerrero y luchador que heredé de mi padre y de mis cuatro hermanos de guerra. Me saqué al peleón a pedazos… y ahora me dicen que por el Evangelio tengo que "luchar" por la "liberación".  Dos palabras que dejaron años mi casa vacía, mis amigos despedazados en los frentes y mi patria dividida en dos Españas que todos se ingeniaron para que se odiaran a muerte.

No, yo no iba a luchar porque sabía que para luchar hay que echar un combustible-veneno, el odio. Como cristiano nunca iba a odiar ni a matar en nombre de nada ni de nadie… Y mucho menos en nombre de Dios.

No quise leer el libro de la teología de la liberación que todos "decían" que lo habían leído… Yo quise morirme tonto antes que aprender a tener razones para odiar…

Para colmo estos vientos de lucha remecieron a muchos buenos curas de pies a cabeza.

De los 320, 80 hermanos míos se marcharon de la Compañía de Jesús en el Perú siendo yo provincial. Se contagió un nerviosismo llamado "inseguridad" como un ejército en desbandada… El miedo es contagioso… se marchaban sin saber a dónde ni por qué.  Un solo argumento cerraba todas las razones: "estoy en crisis".

El único que estuvo en crisis es Jesucristo. Se había apagado su cariño, y su voz. Se oían las voces de muchos líderes de moda, y se moría Cristo y sus palabras… "Amen a sus enemigos", den la vida por sus hermanos, perdonen para ser perdonados, uno tiene que morir por todos, y se empeñó en ser Él, sólo Él. No quería que muriese nadie a quien llamaba hermano estuviese en el bando que estuviese.  El nunca creyó en la guerra. El hizo una revolución mucho más profunda y humana. Él creyó más en el amor que en odio. Lo malo no era ser Abel sino ser Caín. Pero sus amigos no le entendieron nunca.  Fueron a mendigar a Marx y sus secuaces la luz que a ellos se les había apagado.

Años malos en que olvidamos el mandato suyo, los que éramos de El.  Y el pueblo se mató en toda América porque la única manera que tenían de arreglar al hombre era matando… como a la peste, como al animal dañino. Cuando un hombre aprende a matar ya nadie estamos seguros. Ahora los enemigos eran los hijos y en un año matábamos en el Perú a 100.000 niños en nombre de nuestro bienestar, matábamos a los propios hijos. Lo malo nuestro no era la justicia hasta sus últimas consecuencias sino la capacidad de odio que podía alojar un corazón.

 

Toda mi vida en el Perú

Me alegro infinito de haber venido al Perú y pasar en el Perú toda mi vida.  No me nacionalicé porque nunca me gustaron los papeles sino los hechos.  No puedo decir que Perú es mi patria porque mi Patria es tan grande como el mundo entero.  Me hice sacerdote para no tener fronteras.  Todo el mundo es mi parroquia, por todo rezo y a todos quiero… pero en el Perú viví lo mejor de mi sacerdocio con la gente más maravillosa del mundo…costa, sierra y montaña.  Parroquia rural en las zonas del Cuzco años de ceja de montaña, Trujillo, Arequipa, Iquitos, Lima.  Todas son distintas pero todas le ganan a uno el alma. Llevo más de cuarenta años de profesor.  Nunca tuve un problema en clase ni con los alumnos ni con el staff.

Sólo un día… me pidieron ir a dar clase a un centro de Teología.  Era mi primera clase allí.  Yo no conocía a nadie pero los alumnos me conocían todos, por lo visto. No había abierto la boca cuando me llovieron preguntas insidiosas, agrias, ofensivas…Oí un rato. Les dije que a un profesor se le echa después de haberle escuchado unos días. Ustedes tienen orden de sus superiores de sacarme hoy mismo porque saben que apoyo mi enseñanza en el magisterio de la Iglesia.  Me parece que es el magisterio que merecemos.  El personal de cualquier profesor es tan pobre como su persona. Yo no he nacido para pelear y tengo mucho que hacer.  ¡Hasta nunca! Y me largué en la primera clase…hasta ahora.  No eran ellos sino sus formadores de la crisis del 70 y ellos sólo tenían la culpa de no ser independientes…

 

Dios me hizo un hombre feliz

Los Ejercicios Espirituales han sido lo mejor de mi sacerdocio. Asistir al encuentro de cada uno con su Dios, mano a mano, cara a cara. He sido un hombre inmensamente feliz porque tengo a Jesucristo.  Ha sido Él mi gran éxito y la felicidad de cada día. No entiendo mi vida sin Él. Él llenó con abundancia todas las renuncias de la vida sacerdotal. Es cada día novedad. Es felicidad. Nunca he encontrado persona alguna que se le pudiera comparar. Nunca tuve que elegir.  Él se imponía al primer vistazo sobre todo lo que yo encontraba de belleza, ternura, asombro, alegría… Él era el único Dios.  Ganó a siempre Él y ganó sobradamente…

Pero al mismo tiempo comprendí que yo sin Dios sería el más miserable de todos los hombres.  Yo acepto la moral que enseño no porque tenga estupendos argumentos, ni porque sea más bonita que otras… Yo sólo acepto la moral porque existe Dios.  Yo necesito mucho Dios para ser bueno.  Parece que hay gente que sin Dios "presume de bueno". Yo eso nunca lo he logrado.  De Dios abajo, ninguno. Soy anarquista de temperamento y sólo me ha domado mi Dios… me domó y me hizo un hombre feliz y me llamó a su amistad…

La gran angustia que tengo en vísperas del encuentro con Dios es no haberlo anunciado bastante… no haber repartido el tesoro que yo recibí entre más hermanos míos… Muchos me dicen que no es hora de anunciar a Dios que primero hay que hacer justicia y luego vendrá Dios… Creen que estos pobres hombre tenemos capacidad de imponer justicia sin Dios…., mucho grande seríamos.  Otros me han dicho que los pobres lo que tienen es hambre. Les digo que los pobres, además de estómago  tienen corazón. Que el evangelio ellos lo comprenden mejor que nuestros teólogos… Y les digo que ya que son pobres en todo al menos no sean pobres en amistad de Dios… Acaso Dios no los quiere, o no ha entendido  sus penas… "Vengan a mí todos los que sufren yo les aliviaré"… La pobrísima idea que tenemos los curas y los líderes sindicales  de Dios y del hombre nos ha dejado en el centro de este mundo difícil como si nosotros fuéramos los dioses mejores para entender el corazón humano… Pobre diablos…

En la moral quise dar Jesucristo.  Creo que un momento clave en estos años de escarceos irresponsables en la moral, fue la llegada de la Veritatis Splendor… No lo han achicado al Papa.  Genial estuvo allí.

 

No entiendo la desunión

Lo que menos entiendo de la Iglesia peruana… lo desunidos que estamos un detalle hable por mil.  Somos el tercer mundo.  Se supone que no tenemos muchos fondos económicos… no tenemos muchos doctores, licenciados y profesores… Ni siquiera alumnos.  Y, ¡oh misterio! Tenemos sólo en Lima: La Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima, Centro de Teología dependiente de la Urbanizan del Callao; el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET); el Centro Franciscano; el centro Ruiz de Montoya SJ; Departamento de Teología de Pontificia Universidad Católica del Perú.

Esto demuestra que aunque somos del tercer mundo podemos gastar y tirar la plata a costa de las ayudas del primer mundo…Esto demuestra que hay una sicología "partidista" con bastante camiseta ideológica que desde los primeros años se inculca con los hechos a los alumnos; ¿no podríamos tener un centro bueno, con profesorado de primera y alumnos a diversos niveles? ¿no podríamos tener una formación según el Magisterio de la Iglesia para unir vidas y corazones en la Iglesia? ¿Hay dos Iglesias? ¿Cuáles? ¿Ambas son verdaderas? ¿Es cuestión de acentos y matices?…Señores ¿y por cuestión de acentos y matices nos dividimos, nos separamos desde los primeros años de la formación para vernos siempre con sospecha los que vamos a trabajar en la Iglesia del Perú? ¿No les preocupa el mar de fondo que hay ahí? Para colmo, ese derroche absurdo de plata: ¡atienden la mitad del presupuesto de esos centros se van en el sueldo de los administrativos! Ni libros, ni profesores… Es el peso de una estructura que resulta carísima…

 

El grupo estupendo de los que vienen detrás

No sé cuánto me queda en esta tierra bendita. Aquí pasaré mis días hasta el final... No tengo ningún miedo a la vejez. Basta que me dejen un Sagrario con el que hablar con mi amigo Dios y esta etapa final será de felicidad infinita. Hasta ahora les he hablado a todos de Jesucristo. Ahora me queda lo más interesante hablarle a Jesucristo de todos los que encontré en el camino.  Es una hilera grande de gente que lo buscaba. Es bonito envejecer con un gran amor al lado.  Quisiera no estorbar; me contento con que me dejen rezar y vivir con más calma esa maravilla de Evangelio que todos los días es novedad y volviera a ser cura mil veces que naciera. Yo nací para quererle a Él a corazón entero y a tiempo completo. Nunca lo oculté, nunca disimulé que Él era lo mejor de la vida.  Donde Él no tenía entrada tampoco entraba yo. El que me aceptaba me tenía que aceptar con Él.

Detrás de nosotros que pasamos viene un grupo estupendo… Podemos dejarles tranquilo nuestra misión: que sean, Padre, otros Cristos, muy parecidos al "primero; sus profesores lo intentamos desgarbadamente, dales a ellos la suerte de que todos que le vean recuerden al primero".

 

P. IGNACIO MUGUIRO, SJ

 

II.            ENTREVISTA AL PADRE IGNACIO MUGUIRO, SJ, año  2011 en el programa de PAX TV "EL PADRE Y EL HABLADOR" conducido por Hardy Montoya (HM) y Padre Rafael Reátegui (PRR) con motivo del Año Sacerdotal[3]

 

TEMA: EL SACERDOCIO

Buenas noches y agradeciendo hoy por la presencia de nuestro querido padre Ignacio Muguino que hoy quiere enmarcar este año sacerdotal que el papa Benedicto XVI ha querido iniciar bajo la mirada del corazón de  Jesús y en esa figura sacerdotal del santo cura de Ars, San Juan María Vianney.

 

H. M.

Gracias, padre Ignacio. Bienvenido y ésta siempre será su casa con el cariño y el calor de siempre para recibirlo y en esta nueva oportunidad para hablar un poco sobre este tema que lo ha mencionado el padre Rafael del sacerdocio y cómo es que usted  ve todo este tema teniendo en cuenta también la carta que ha sido escrita y enviada por Su Santidad a todos los sacerdotes.

 

Padre Ignacio

Cuando leía la carta esperaba alguna noticia nueva o algún aspecto desconocido, aunque todo era más o menos conocido. No he dejado de leerla con cariño y entusiasmo y es que San Juan María Vianney nos da la imagen de un sacerdote que no necesita de ninguna manera una cualidad especial filósofo, teólogo, profundizador, evangelista no. El es un hombre sacerdote al cien por ciento y eso llena a toda su vida. Diríamos que es un sacerdote  sin complicaciones, es la esencia de un sacerdote y vive su sacerdocio con una inteligencia no muy brillante, con un corazón sencillo y una dedicación completa; te hace respirar lo bonito que es el sacerdocio sin adornos.

 

P. R. R

 Padre Ignacio, el santo cura de Ars decía el sacerdocio es el amor del corazón de Jesús y ciertamente en esta fecha de la fiesta del Corazón de Jesús en que se abría este año sacerdotal nos vienen esos sentimientos de Jesús en el corazón de este sacerdote cuando habla que el sacerdocio es el amor  del corazón de Jesús.

 

P. I. M

 Es para todo aquel que ha tratado a Jesús; como digo no hay nada impresionante que te distraiga  y te pone cara a cara con el Jesucristo que ha vuelto y de la simpatía de la palabra sencilla, el del alma buena, el hombre de todos los días; sin embargo, te deja una ilusión, paz y una alegría sencilla que no sabes de dónde nace y quizá nace porque te lo han dejado sin distracciones tal como era Él, el hombre de Dios. Sí, y puedo decir la alegría de encontrar este tipo de sacerdote, tan desnudo de otras glorias y plenamente de Dios y tan sencillamente niño de Dios, le emociona a uno mucho más. Ahora estamos acostumbrados a que lean una lista de valores, estudios para que les atiendas o les entiendas, este  sencillamente se había quedado  con la imagen de Jesús en su rostro en su corazón y te la transmitía; así comprendes que también que se entendieran los dos y es difícil encontrar este tipo de sacerdote porque vamos un poco acomplejados ante la idea de un sacerdocio que cree que la gente no nos abre la puerta. Y, exactamente, el cura de Ars no tiene nada más que Cristo y te das cuenta que Cristo invade todo y sobresale por encima de todo, te quedas encantado que muchos siglos después de Jesucristo puedes acercarte a una persona que te trae el recuerdo, el afecto, el cariño y la simpatía de Jesucristo, es decir, un sacerdote según el corazón de Dios.

 

H. M

Padre Ignacio, dentro de la carta que su santidad ha enviado a los sacerdotes hay un aspecto que toca a la iglesia cuando dice que sufre por la infidelidad de alguno de sus ministros. ¿Cómo toma esto en el contexto de que la iglesia a través de los tiempos ha venido siendo golpeada por diferentes caminos?

 

P. I. M

 Sí, para mí vivir esta situación a final de mi sacerdocio me ha llenado de sentido y de fuerza. Yo decía qué voy  hacer después de los ochenta y dos años y me encuentro en la situación de que tienes menos cabeza, inteligencia, memoria y muchas cosas disminuidas; pero te ha quedado una cosa que se ha salvado siempre a lo largo de los años: un amor apasionado por Jesucristo  que te llena cuando ya no tienes una cualidad humanamente apreciable. Ha llenado todo el corazón y te encuentras feliz, aunque estás en baja con los demás tienes que decir "hable más alto, no le entiendo, no recuerdo, no sé" y tienes que decir tantas dificultades; sin embargo,  son los años más felices de la vida; oye uno menos por fuera pero percibes mucho más por dentro, ya que miras al sagrario y se convierte en ternura, simpatía, cercano, amigo; y cuando has querido mucho al sacerdocio, el ver que lo han roto o que lo hemos roto todos un poco te da una inmensa pena. Para mí el sacerdote es el hombre que recuerda mucho y fácilmente a los demás la figura maravillosa de Jesús y el hombre como San Juan María Vianney que no te pone muchas dificultades para llegar a la conversación sencilla abierta e ingenua es como un amigo más. Tú tienes menos condiciones pero Dios aparece más deslumbrante, porque no te distrae nada, por el contrario vas al corazón y al cariño. Por eso, el que nuestro sacerdocio lo hayamos estropeado entre todos cada uno un poco más o un poco menos da mucha pena. Ahora, muchos sacerdotes dicen a qué me dedicaré; ya no tengo fuerzas. Yo tengo tanta alegría de tener más tiempo para Dios, de pasarme más rato con Él  y lamentar por el tiempo que no estuve con Él ; se hace más interesante porque expone el gasto ahora, ya que cuando éramos mas jóvenes nos decía "trabaja tú, lucha tú por encontrarme"; y ahora, comprendiendo que es pedir mucho, Él  se vuelca y dices "¡Qué maravilla es Jesucristo!" y no le dices grandes discursos, le dices "¡eres una maravilla!" y cómo es posible que en estos tiempos estemos haciendo y buscando una nueva imagen del sacerdocio…; sacerdocio es ese hombre sencilloque entendía muy bien a los niños, a los pobres y a los que no cuentan mucho en la vida, pero que les hace el corazón fácilmente vulnerable al amor y a la amistad, le he querido siempre tambien soñando verle siempre y he soñado con ese encuentro; sin embargo, ahora -cuando la cabeza y la imaginación da menos- lo siento más cerca que nunca. Antes había cosas en medio y por el contrario ahora a la primera entramos los dos como si no hubiéramos distanciado nuestro encuentro ni cinco minutos, parece que está esperando. Y a esta edad tienes en tu vida gente a la que puedes molestar, molestar porque no oigo bien y no cuento cosas novedosas; además, molestar porque soy un viejo que no tiene nada interesante que decir ni ilusiones aquí en la tierra, miro más al cielo que  a la tierra e ilusionado con un encuentro maravilloso, sin embargo nunca  estuve más acompañado que ahora  donde mi compañía es la del sagrario.

 

P. R. R

Padre Ignacio, disculpe, el santo cura de Ars decía -cuando estaba en el sagrario- "Él  me mira y yo le miro, Él  me habla y yo le hablo, Él  me escucha y yo le escucho". De toda esta experiencia, riqueza y este testamento espiritual que Él  nos deja en este momento tan importante de la vida de la iglesia, podría decirnos un aspecto importante de esa primera ilusión y de esa primera llamada, cómo es que nace o cómo es que toca Dios el corazón del padre Ignacio Muguiro.

 

P. I. M

No tengo una fecha ni un día especial donde por primera vez apareciera Dios, me parece que venia conociéndole ya desde las entrañas de mi madre. No recuerdo alguna época en mi vida donde Él  haya sido un ausente, desconocido o ignorado y si algo hecho de menos es no haberlo querido más, siempre pensando que uno tiene tiempo. El primer momento fuerte  fue la primera comunión quizá con un cierto problema que te pone la familia que no es el que hace la primera comunión, pero te viste para la primera comunión, te pone tu cuello que te ahoga y un lazo que te da vergüenza, que parece más para otra persona y luego que no te distraigas, no mires… y, entre otros, se apareció en una forma de hostia blanca y se acabó el resto del mundo y quedo Él  solo dueño de la situación. Hablé con Dios, de eso estoy seguro y hablé como nunca he hablado probablemente, era el primer  encuentro oficial, pero desgraciadamente tuve un altercado con el fotógrafo y me quiso hacer una fotografía, porque me agarró y me torció la cabeza y le pegué un puñete vestido de marino como estaba yo; entonces, mi padre como militar cuando estaba enfadado no nos llamaba por el nombre, sino por el apellido como a los soldados y gritó después que yo le había pegado un puñete recién comulgado al fotógrafo dijo: "Muguiro, al confesionario". Entonces, en el confesionario había un santo varón que lo mataron dos meses después en mitad de la calle; le preguntaron los milicianos comunistas: "¿Tú, quien eres?". "Sacerdote de Cristo", respondió  y le pegaron  dos tiros. Este santo hombre que me preparó no había visto mi "hazaña" con el fotógrafo, desde entonces a los fotógrafos los tengo a distancia, pero yo tenía miedo que me dijera que ya no podía comulgar en castigo de lo que había pasado; había roto toda mi imagen el día del estreno; pero fui a ver cómo estaba el terreno y le digo: "¡Hola, padre!". Y  me dice: "¿Qué te pasa?". Pensé: "Éste no ha visto nada". Y le dije: "Padre, se me olvidó preguntarle alguna cosa". "¿Qué se te olvidó?""¿Cuándo puedo comulgar otra vez?". Y ahí estaba la palabra clave; si se había dado cuenta que al comulgar empecé a pegar a los demás la cosa estaba difícil, gracias a Dios no se había dado cuenta el santo varón y me dijo: "Yo creo que te lo he dicho, pero se te habrá olvidado; mira, Él  va a venir todos los días a encontrarse contigo". "No me lo ha dicho usted". "¿Por qué te extraña?""Porque yo soy el número once de mis hermanos y a mí nadie me espera, por el contrario me dicen ya de prisa ¡fuera! ¿Y a mí me va a venir a ver Dios todos los días?" Entonces me puse ilusionado creo que es el regalo que nunca voy a olvidar y le Dije: "Dígale de mi parte que le voy a esperar todos los días". Era la época en que se guardaba ayuno desde las doce de la  noche y se comulgaba nada más que hasta las doce del medio día, pero no hemos fallado ni Él  ni yo a ese encuentro todos los días; todos los días tendría que ser un milagro de Dios. Cuando en algunos momentos de la vida yo pensaba por qué ha pasado esto y lo otro, digo: "Tendrá sus razones a esos tiempos, a esas edades, necesitar todos los días el encuentro con Él, cómo no va querer uno aunque no fuera la persona que más he visto, a quien más he querido, a quien más he tratado, el mejor amigo del mundo. Conocer o no conocer a Jesucristo es una historia inmensamente grande en la vida de los hombres. De las demás cosas se puede carecer;  pienso en la gente que no ha tenido la suerte de hablar y de oír hablar de Él; me siento responsable porque yo me metí a cura para hablar de Él; pero ahora, a los curas los meten en todo, para arreglar las huelgas, deshacer sembríos, a traer a llevar; que nos dejen hablar de Dios a cuatro curas que queremos hablar de Él  y que no nos digan que somos inhumanos, lo más inhumano es no hablar de Él, no meterlo en el corazón. Al final de la vida me ha impresionado la vida, bueno la verdad es que más o menos y no digo nada exagerado me ha impresionado Jesucristo de la vida, que es el bien, lo mejor, lo inolvidable, donde todos los días valía la pena, el que nunca me dejó plantado, el que me quiso y al que le quise. Me dijeron: "¿Pero usted no se casa?". "No tengo tiempo, tengo a Dios".

 

SEGUNDA PARTE

Padre Rafael Reátegui

 Estamos en este tema tan importante en el año sacerdotal, las meditaciones del santo cura de Ars, la experiencia personal del padre Ignacio que a lo largo de tantos años ha acompañado y sigue acompañando a tantos sacerdotes y hoy es para nosotros una gracia el poder estar con Él  y poder sentir lo que Él  nos está compartiendo.

 

H. M.

Padre Ignacio; al final le interrumpí para terminar con un bloque; usted entraba en un tema sobre una pregunta que le hacían del por qué no te casas y usted le decía que no tenía tiempo para ello. Son los medios de comunicación los que han generado problemas dentro de la iglesia, con informaciones acerca de que los sacerdotes de antes tenían otra mentalidad que los sacerdotes jóvenes. O en verdad  es la sociedad que está transformando todo lo que significa el sacerdocio.

 

P. I. M

No soy sociólogo para saber dónde está el punto clave, pero hay un hecho que sí podemos aceptar en la experiencia cotidiana. Por ejemplo, hemos tenido la suerte en la vida de encontrarnos con un amigo maravilloso con una persona excepcional, con alguien que no se le olvida; ha dejado todo lo demás en silencio o en  tercer plano y él se queda en primer plano y no se marcha. Una situación similar es lo que puedo dar como experiencia personal; ya sé que hay dificultades; esa figura que ha salido de mitad de la gente y se ha acercado, que ha hablado más que ninguna otra persona conmigo y ha llenado mi corazón de alegría y gozo, que he tenido mucho que dar porque le he oído a Él  y que lo que oyes a Él  vale cien veces más de lo que te inventas tú. Él  ha ganado el concurso y me ha dejado quizás en tercer plano los demás asuntos de la vida; para mí la gran tragedia es no haber conocido a Jesucristo, no haberlo amado -y digo ya cuando uno está al final de la vida- que no tenemos por qué decir mentiras ni engañar a la gente; no me costaría nada callarme si esto no fuera verdad es lo que mejor me ha salido en la vida, creo que Él ha traído más alegría y lo he vivido a tiempo completo. La experiencia que he vivido y que me ha hecho feliz es lo que he querido dar a todos y repartir a todos y que nadie se quedara sin Él, pero si he encontrado dificultad no me la ha puesto en mi Orden o Congregación; me han dejado hablar de Él,  por el contrario no hubiera podido aguantar la vida. Me han dejado hablar con Él  todo lo que he querido hablar con Él y hablar de Él y llevarles a todos la alegría; quizás me ha faltado imaginación; gracias a Dios, tengo en este caso para pensar las cosas que valen más y no creo que haya algo que vale más. Un hombre acompañado de Dios lleva al lado suyo toda la riqueza, alegría, felicidad y fiesta que se puede sacar con pequeñas gotas y mucho sudor en el rededor del mundo; y no solamente estoy hablando de fiesta, estoy hablando de arreglo de vida, nunca me ha fallado, he cogido armas de guerra, he pasado mucha hambre, tanta hambre que me dura todavía; y no digo mal hambre al contrario comíamos tan mal que me cuesta comer todavía,  porque había que hacer un esfuerzo doble para comer. Pero, para mí, la guerra, los bombardeos, los hermanos muriendo frente todas esas cosas dolorosas tenían un espacio y una persona; todo era un asunto de casa y de la casa era Jesucristo; las penas mías y las de Él  las conjugábamos muy bien y ser consolado por Aquél era una maravilla de consuelo. No he sido brillante en mis estudios; estudié lo que mandaban e incluso he arreglado las notas con líquidos que compraba para borrar y poner, todavía se lo conté a mi madre cuando ya era sacerdote y me dijo: - "Hijo ¿tú me has hecho eso, me has engañado con las notas?". Y me acuerdo que se lo dije en la comida: "No te lo he dicho para no darte un disgusto; pero no has visto ni una nota mía verdadera". "¿Por qué me lo dices ahora? Ten un poco de remordimiento. ¿Te has confesado?" dijo. – "No". – "Pero, ¿no te parece pecado?". "No, pecado hubiera sido enseñarte una nota mala". "¡Oye, pero tú tienes una conciencia muy especial!". "¿Por qué te iba enseñar yo a ti una nota mala que te iba hacer sufrir?". "Bueno, pues debías estudiar más para no darme ese disgusto". "Ese es otro problema; no he tenido tiempo para estudiar, he tenido mucho que hacer".

Realmente Jesucristo lleno la vida  y yo se que hay mucho dolor en el mundo; pero miren ustedes la gente que trato ahora son gente pobre y muy pobre, viejitos que me llaman al borde de la muerte y siempre les digo: "¡tú sabes que te quiere Dios!". Y me dicen con una sonrisa: "¡Sí!". "Pero, ¿lo sientes?". "Sí, me quiere mucho y me ha perdonado todo y lo quiero recibir". Yo estoy hablando de la gente pobre, de la gente que tenemos que ocuparnos de que coman antes de que recen, ya que esa gente necesita más de Dios de lo que nosotros necesitamos, esa gente ha tenido el único consuelo en Él. Hace pocos días una viejita me dijo que parecía una bendición de Dios: "Padrecito, desde la primera comunión -es decir desde que era pequeña- no he vuelto a comulgar, vivía en el campo, pero no he dejado de quererle nunca desde aquel día, nunca". Le pregunté si había sufrido mucho y no me contestó "sí" o "no", tan sólo me dijo: "Él  me ha querido mucho". "¿Tenía sacerdote allá?". "En el pueblo que yo vivía no había sacerdote". Y lo ha seguido queriendo. "Claro, lo quiero mucho; ahora voy a morir pronto, lo voy a ver a Él". ¿Quién ha hecho de misionero, quién ha mantenido la alegría en ese corazón, quién ha dicho se  me marchó mi marido, me dejó con mis hijos pero se quedó Dios que enseñó el Señor a los siete años? Un sacerdote que iba de paso por aquel pueblo y para las fiestas, fue el último sacerdote que vio, todo lo demás lo puso Dios.  Gracias a Dios. ¿Creen ustedes que se va a quedar la gente sin conocer a Dios porque nosotros los sacerdotes por lo que sea no hemos tenido tiempo o dicen que no tienen el don de hablar de Él? Tenemos don para hablar de todo aquel que nos ama. ¡Pobre viejita! Es el único que le ha acompañado en la vida. Hace ocho días la recuerdo, esa sí se ha acordado de Dios y Dios se ha recordado de ella; así, a lo largo de los años que creo que nos pasa, sinceramente hablando, hermanos, tengo la impresión de que Jesucristo vino una vez en la vida y se comunica; pero no hay segunda oportunidad, el que el primer día en el primer encuentro con Jesucristo a la edad que sea  no reacciona se queda vacunado para el resto de su vida; el  por qué no lo sé, qué ha pasado en su corazón, cómo lo ha retenido, cómo lo ha impedido, cómo no le ha dejado entrar; por qué sé que nos busca y nos busca con mucha fe y dolor; por qué no entró en el corazón. No conozco todavía de un santo con una segunda conversión, no lo conozco; hay una primera conversión a los setenta, ochenta o cualquier edad pero una segunda no. Cuando paso mucho de Dios pienso en Judas; lo tuvo muy cerca, pero se protegió de Dios; pero  se protegió de que no le hiciera Dios una faena, lo conquistara para Él; se protegió bien y ya no tuvo oportunidad. No hay nada que me dé más pena que el alma que rechazó a Cristo porque es muy difícil volverlo a encontrar; vamos por pasos, sí; pero a la segunda vuelta nos coge ya vacunados y porque nos coge vacunados le ponemos una puerta cerrada, violenta, porque sabemos lo que va a pedir, esa puerta cerrada qué difícil es abrirla. Me dicen que hay cosas más importantes que Dios y yo no conozco ninguna, hablo de Él  con toda mi alma, con todo mi corazón; pero confieso que he encontrado puertas terriblemente cerradas para Cristo; ha sido la pena más grande que me he llevado del sacerdocio. Creí que siempre teníamos la entrada directa cuando yo llevaba lo mejor que tiene un ser humano y con una palabra fría me respondían: "Ya conozco esa historia, ya conozco a esa persona de quien hablas, ya conozco y ya lo he superado, ya lo he podido dejar con paz de alma al lado y no me hace daño". Lo he oído, amigos míos, a gente que fue sacerdote y muchos otros. ¡Qué difícil es plantar por segunda vez a Cristo y que brote! Y la reacción que hay ante algo maravilloso es tan violenta que lo suele ahogar para siempre. Es verdad, no estoy diciendo que el pecado pueda acabar con Cristo; a lo que me refiero es que hay posturas tan decididas a rechazar a Cristo que el mismo Cristo por respeto y por miedo a ser rechazado otra vez, por no esperar la situación no se atreve a acercarse a esa puerta y quizás el ejemplo para mí, es el ejemplo un poco obsesivo es la figura de Judas cuando Él  se da cuenta que es un canalla y que ha matado al mejor amigo, no se acordó de la parábola del hijo pródigo, no se acordó si él mismo le había predicado a la gente, no se acordó de la mirada de Cristo, de los perdones de Cristo, del cariño de Cristo. Cristo se convirtió para él en una maldición. Cristo sabía que no había nada que hacer. Ahora, ustedes dirán: "Padre, ¿cómo que no hay nada que hacer? ¿No tiene poder Dios para convertir, para cambiar?". No, señores. Dios nunca pisotea nuestra libertad; por el contrario, tiene un respeto imponente por nuestra libertad y el hombre de libre dice a veces un no tajante que atraviesa años y vidas y alguno que me está oyendo probablemente lo tiene ya cerrado. Hermanos, cuánta gente se me ha acercado, me han avisado que está muriéndose; entonces, voy corriendo porque sé que muchas veces no ha visto o no ha sentido todavía cerca de Dios y cuando llego me encuentro que ya esta en el cajón y pregunto: "¿Cuándo ha muerto?" Y me responden: "Ayer". "Pero ¿por qué no me llamaron ayer?". "Dijo que no necesitaba". Cuántas veces he oído esta palabra "no necesitaba" y yo sabía que necesitaba. Hermanos, hasta un sacerdote me ha dicho: "No te pongas nervioso, no necesito a Dios; he vivido la fiesta de la vida y he hablado de Él; también cuando ejercía como cura; me he divertido como un diablo y ahora sobra todo, sobras tú y tu Dios". Ni me dejó hablar. La misericordia de Dios es muy grande pero Dios nunca lo convierte en un trapo sin libertad para poderle dar un abrazo, respeta al que no le quiere abrazar. Es penoso lo que digo, cuando me agarra este miedo los que le dijeron que no y que me pueden necesitar no pierdo el deseo, me parece que Cristo me dice "¡vuela, vuela!"; pero siempre llego tarde, siempre fue "ayer","no le hemos querido asustar", "dijo que no hacia falta", "le dijimos que iba a morir, dijo que le dejáramos en paz". "¿Está casado?". "No, estaba juntado conmigo, su mujer lo dejo". Y para mí –sacerdote- no es un fracaso, puedo decir tranquilamente es asunto suyo y de Dios; pero también es asunto mío porque el asunto de Dios se ha metido como asunto mío y el perdón a mi hermano es asunto mío. Nos faltan curas con prisa para llevar el nombre de Dios a tiempo, tomamos la vida como un horario fácil, tenemos que salvar a la gente; a la gente no se le salva cuando esta agonizando, se le tiene que gritar y no oye nada, somos muchos y para atender a un moribundo muy pocos. Menciono solo un aspecto del sacerdote, no creo que sea un nervioso creo en la misericordia de Dios inmensamente; por eso estoy hablando así pero creo también en la libertad humana, ya que Dios no nos convierte en un mueble para decir que nos hemos arrepentido, nos deja la libertad con tristeza desgarrada porque es un fracaso para su cruz pero nos deja decirle no y los sacerdotes dicen  que no saben que hacer, que no tienen para vivir. Señores yo que estoy cercano a la muerte pido en nombre de los cercanos a la muerte "déjenles morir con Dios, no les cuiden ni les tapen los oídos a la llamada de Dios, no dejen que fracase, Dios murió por él, Dios ya lo dio todo, sólo falta que nos demos un poco los sacerdotes. Me da una pena inmensa. Se muere mucha gente sin sacramentos en Lima, no hemos sacado los curas ni siquiera un porcentaje de la cantidad de gente que se muere sin sacramentos y la gente que se muere de repente para eso está el cura y para eso me metí cura.

 

 

TERCERA PARTE

 

Marisela

Padre yo quería felicitarle por su valiente testimonio, ya que todo lo que usted dice es verdad y lamentablemente mueren muchas personas sin sacramentos y es realmente preocupante como usted dice todo se deja a la misericordia divina; pero creo que tambien los laicos, los ministros que acompañan a la eucaristía todos los que conformamos la iglesia católica tenemos que  orar para que hayan mas vocaciones sacerdotales porque casi toda la humanidad realmente vive en pecado mortal. Entonces es muy preocupante incluso por todo lo que sale en la televisión y lo que nos rodea entonces el diablo y los espíritus malignos nos contraatacan a todos nosotros.

 

H. M

El comentario de Marisela esta dirigido a que hay que orar por las vocaciones porque hay falta de sacerdotes y lo que usted menciona es correcto de que mucha gente muere sin los sacramentos  y es preocupante, además los medios de comunicación que son los que ponen su grano de arena para llegar justamente a que la gente pueda no tener las facilidades para acercarse a un sacerdote. Padre Ignacio, yo tenía por acá una frase que usted escribió en algún momento, cuando hablaba justamente de los sacerdotes y mencionaba la palabra clásica con la que todo el mundo cree que a veces es una forma despectiva de mencionar a los curas: un cura sin salud, sin plata,  sin coche, sin viajes, sin aplausos, sin juergas, sin amores tapados, etc. Pero estamos viviendo en este momento una situación y un momento en que la iglesia está siendo muy cuestionada por el hecho de que hay sacerdotes tal y como usted lo ha mencionado de repente dejan de pensar y  de tener a Cristo y consideran que hay quizás tareas más importantes que cristo ¿qué nos puede decir al respecto?

 

P. I. M

Siempre uno siente un poco de pena y dolor para tratar este asunto que ha sido un hecho que a mí me ha marcado toda la vida; he estado en cuatro seminarios, cada uno de ellos eran de muchas diócesis, he conocido a muchos sacerdotes y seguido la pista de muchos de ellos con cariño y devoción, también he conocido el fracaso de bastantes de ellos. Yo no sé si hago bien o mal y que Dios me ampare, pero déjenme decir lo que es verdad, la imagen sacerdotal está bastante dañada; yo no le voy a defender porque me tendría que defender yo  también, lo que sí puedo decir -y perdonen- sé que no les va caer bien, son los dirigentes, rectores de los seminarios y algunos obispos; sinceramente, todos sabemos y el pueblo lo sabe, los que están viviendo mal todos hemos hecho burla algún día yo no creo que he tenido valor para eso, del cura borracho, mujeriego, maricón y pesetero… esos son conocidos. La gente es muy buena y dicen la frase que no sé quién se la enseñó o la sacaron de la Biblia: "al hombre lo juzga el hombre, al sacerdote sólo lo juzga Dios"; ese "sólo" me perece no sé de dónde lo cogieron, pero es parte interesada "sólo lo juzga Dios". La gente quiere que los sacerdotes atiendan a sus enfermos, que enseñen a sus hijos, que hagan la primera comunión, bauticen y en lo otro no se meten en su vida. Yo lo siento, hermanos; por el contrario, creo que nos harían un favor  y no estoy diciendo una locura, sino que es un hecho, al que no sólo tenemos derecho sino también obligación; esa frase "del cura se ocupa Dios y no los hombres", no es de Dios; del cura se ocupan todos y por lo general ustedes que lo necesitan y yo que lo necesito. Si yo estoy comprometido con un médico para que me atienda en caso de peligro y Él  se ha comprometido a atenderme, así mismo le han dado un puesto donde tiene que atender a un grupo de gente yo quisiera saber cuántas veces ese médico de almas ha ido a la casa, quisiera saber si conoce los nombres de los hijos, quisiera saber si lo que predica lo vive, quisiera saber qué fe tiene en Dios; hermanos, dejémonos de cosas raras.  Después del Concilio Vaticano II se han marchado a su casa cerca de ochenta mil sacerdotes para casarse y vivir su vida abandonando a las almas y al sacerdocio; algunos ponen cien mil y lo ponen con razón porque se marchan sin avisar, sin arreglar nada sino dando un portazo diciendo "ya  me canso de ser cura", pero muchos se quedan y tampoco se quedan con el alma plenamente. En tierras de Huancayo pronto va a ver más curas falsos viviendo con mujer e hijos que curas con la Iglesia y van a atender a los moribundos, viven de los ministerios y hablan en misa; pero todo te lo cobran doblado y triplicado, no tienen una sola mujer y dicen "¡señores de esto no se habla porque es romper la imagen!";  señores, la imagen está rota y la prueba es que no se marchan y pueden vivir toda su vida sacrílegamente buscando la plata; yo rezo por ellos con toda mi alma y de esto no se habla señores. ¿Qué hacen los Obispos? No lo sé. Yo no tengo autoridad alguna, conozco porque he tenido a muchos de ellos alumnos y conozco su historia, nadie les ha dado la mano; yo les escribo y no me contestan, ahora ustedes me dirán ¿para qué les escribe?,  porque me da pena y lo siento en el alma; pero creemos que lo bueno es decir de eso no se habla, hace daño, lo que hace daño es tener gente en el sacerdocio haciendo negocio económico y el corazón perdido. Nos da pena que eso suceda; de unos lo sabemos y de otros lo sabe la gente que los tiene cerca, pero nadie les brinda ayuda y necesitamos que los cristianos tomen la posta y si no quieren ser sacerdotes porque tienen su familia o por lo que sea, en lugar de hablar bajo que se lo planteen al obispo. ¿Conocen ustedes alguna manifestación ahora que reclamamos todo lo que vale aun lo que no vale? ¿Una manifestación reclamando que les manden un sacerdote porque llevan tanto tiempo sin un sacerdote? Hay regiones del Perú que llevan cincuenta años sin ver a un sacerdote, estamos hablando de la medicina, ya que no llega a todos los rincones y el hombre de Dios el  que puede salvarle la eternidad, ya que perdió la vida; no esta allí. ¿Han oído ustedes quejarse que haya diócesis cerca, unos con siete mil fieles por sacerdote y otros con cuarenta mil fieles por sacerdote?, ¿unos a un kilómetro de la iglesia y otros a ocho días caminando para encontrar un cura? Y de esto no se habla; yo, por lo menos, no he oído hablar; no sé si lo trataran en la Conferencia Episcopal, no sé de qué hablan; quizás hablan de no discutir para estar todos unidos, pero es insólito dejar a la gente sin sacerdote.

 Hay unas monjitas -que da vergüenza decirlo, pero tienen derecho que lo diga- hay monjitas muy duras, resistentes y buenas que les llaman  que son un poco conservadoras "es un pecado"–dicen- pero ¿en qué ponen la "conservación"?,  en que estas van solamente a los lugares donde no hay sacerdote; y allí, en esa diócesis de Huancayo donde hay sacerdotes que no son y aparentan serlo, estas monjitas han cogido una región grande -me refiero a siete mujeres con hábito-, recorren allí casa y choza, una es enfermera y visita a los enfermos, otra lleva la catequesis, otra les enseña a cocinar y todas las noches se reúnen, no hay misa porque no hay sacerdote, pero se han traído de la ciudad  el Santísimo y una riada de gente va a comulgar porque las monjitas traen de Huancayo el Santísimo y lo pueden repartir a la gente. A veces se llena la iglesia en días normales; la gente tiene derecho a Dios, leen la Sagrada Escritura, hacen peticiones, levantan la eucaristía, reparten la eucaristía, hacen antes el acto de contrición. Esas monjitas no piden ser sacerdotes piden que les dejen repartir a Cristo que sobra en las ciudades donde muchos no lo quieren y falta en los pueblos, los sacerdotes que están fuera de la Iglesia haciendo de sacerdotes y cobrando bien les han amenazado a estas monjas porque le están quitando las misas rápidas en los días de fiesta, esto no solo pasa en una diócesis sino en bastantes y pasa en numerosos lugares. Lima tiene muchos sacerdotes pero cuando ustedes van a Carabayllo o a otros rincones no hay dónde están los sacerdotes, los salvadores de almas de eternidad, de Dios; no tienen tiempo y que se las arreglen como puedan.

 

H. M

Padre Ignacio, yo digo más, qué interesante sobre todo aquello que nace del corazón, más que la experiencia vivida y sobre todo el sentimiento que lo tuvo desde muy pequeño, el amor a Cristo, el mismo que le enseñó el camino y que hasta ahora lo mantiene. Esto ha sido una lección para todos, incluido nosotros los laicos, que a veces por comentarios o ejemplos negativos nos formamos conceptos erróneos, equivocados y seguramente muchos de nosotros minimizamos el sacerdocio. Yo quisiera padre Muguiro pedirle una invocación a todos aquellos que están tratando hacer causa general sobre aspectos particulares dentro del sacerdocio para que los laicos seamos los primeros en salir al frente y defender lo que significa la presencia de un sacerdote en cualquiera de estos lugares.

 

P. I. M

Cristo te lo pido con toda el alma. Ya estoy de partida, ya estoy de lejanía de esta tierra, pero se me ha quedado mucho en el corazón de ti, te necesita mucha gente y no lo hemos sabido gritar bien, no lo hemos sabido decir con el corazón, no hemos sabido gritar estos acontecimientos como se grita por el pan, justicia, trabajo y por todo lo demás. Dios es todo para un hombre. Que los laicos reclamen, lo obliguen y que nos saquen de dónde sea y remediaremos un poco la ausencia de tantos sacerdotes y que nos hagan sacerdotes buenos o sino tengamos la nobleza de dejar nuestro fariseísmo y dejar de aparentar lo que no somos, la vergüenza de un sacerdote infiel nos toca a todos en el corazón; pero especialmente a los laicos. Nosotros conocemos muchos otros sacerdotes maravillosos para compensar pero los laicos que han encontrado en un pueblo un sacerdote malo no tiene nada con qué compensarlo, piensa que así son todos. Yo le pido a Cristo sacerdote eterno que nos dé curas buenos y los que no puedan llevar ese peso que se marchen dignamente para ser buenos padres de familia, buenos hombres humildes pero que no sigan envenenando el ambiente, la vocación y la ilusión de los jóvenes que empiezan.

 

H. M

Gracias padre Ignacio. Queridos amigos: Hemos llegado a la parte final del programa; agradecemos su presencia, Padre y le seguimos ofreciendo las puertas abiertas para usted; ésta es su casa y lo recibimos con el cariño, afecto y el aprecio de todo el tiempo. Quisiéramos, Padre, que al final nos dé su bendición a todos los televidentes y a aquellos que laboramos en PAX TV.

 

P. I. M

Que el Señor te bendiga y te guarde, que haga brillar su rostro sobre ti y te conceda su favor; que vuelva su mirada hacia ti y te conceda la paz y la bendición de Dios todo poderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ti y te acompañe siempre. Amén

 

P. R

Gracias nuevamente por todo lo que hoy hemos gustado de esta riqueza que el padre Ignacio nos deja.

 

 

 



[1] Agradezco la transcripción de Giannina Moretti, Secretaria del Rectorado de la FTPCL.

[2] Han pasado 15 años; en el momento de su muerte contaba 88 años.

[3] Agradezco la transcripción de Angélica Carazas, Coordinadora Administrativa del CEPAC-UCSS. 

ESTUDIOS SUPERIORES DEL ESCORIAL “Las dos Ciudades: Relaciones Iglesia-Estado” * * * San Lorenzo del Escorial, 8 / 11 de Septiembre de 2016 SIMPOSIUM (XXIVª Edición)

$
0
0

ESTUDIOS SUPERIORES DEL ESCORIAL

 "Las dos Ciudades: Relaciones Iglesia-Estado"

 * * *

San Lorenzo del Escorial, 8 / 11 de Septiembre de 2016 SIMPOSIUM (XXIVª Edición)

Información: Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. 28200 - San Lorenzo del Escorial (Madrid). Apdo. 53 / Tel. 91 89045 45 / Fax 91 89066 09 / Correo electrónico: jcampos@rcumariacristina.com

http://www.javiercampos.com/novedades.html

P R O G R A M A

 DÍA 8, JUEVES

13,00 hs.: Recogida de material. 14,00 hs.: Comida (Alumnos residentes).

18,00 hs.: Sesión de Apertura (Aula Magna de "María Cristina"): 1) Palabras del Rector de los Estudios Superiores del Escorial. 2) Saludo del P. Javier Campos, OSA, Director del Simposium. 3) Sesión Académica: 18,30 hs.: Manuel VILLEGAS RODRÍGUEZ, y Carmen VILLANUEVA CUEVA: Constructores de dos Ciudades. 18,50 hs.: Santiago MONTOYA BELEÑA: Los "Comentarios a La Ciudad de Dios de San Agustín", de Luis Vives. Un ejemplar procedente de la biblioteca del convento agustino-recoleto de Nª Sª de la Loma en edición príncipe de 1522 censurado por la inquisición. 19,10 hs.: José RODRÍGUEZ DÍEZ, OSA: Duplicidad de Códigos Canónicos con vigencia simultánea en la Iglesia Católica del siglo XX-XXI. Diferencias y semejanzas intercodiciales. 19,30 hs.: Manuel GALIANO MARÍN: Del "Concordato" Iglesia – Estado de 1953 a los "Acuerdos" de 1976 y 1979. 19,50 hs.: Diálogo con los Ponentes 21,10 hs.: Cena (Alumnos residentes)

DÍA 9, VIERNES

09,30 hs.: Desayuno (Alumnos residentes)

10,00 hs.: Jesús GÓMEZ JARA: Controversias, pleitos y concordias entre la Iglesia y las Instituciones civiles durante el régimen señorial. La Torre de Esteban Hambrán (1591), Oropesa (1620) y Leganés (1671). 10,20 hs.: Javier CAMPOS Y FERNÁNDEZ DE SEVILLA, OSA: Choque de jurisdicciones en Valencia a mediados del siglo XVI (Enfrentamiento entre el arzobispo y el gobernador). 10,40 hs.: María José SÁNCHEZ LOZANO: Obispos y señores de vasallos. Enfrentamientos por parcelas de poder en la Villa de Torres (Jaén). 11,00 hs.: Adela TARIFA FERNÁNDEZ: Encuentros y desencuentros Iglesia-Estado en la política municipal del Antiguo Régimen. Algunos ejemplos en Úbeda y Iznatoraf (1681-1754). 11,20 hs.: Descanso 11,50 hs.: María Pepa LARA GARCÍA: Pleitos entre el Cabildo Eclesiástico y Municipal de Málaga a causa de los baños árabes. 12,10 hs.: Antonio Luis GALIANO PÉREZ: Pugna entre las "dos Ciudades" por poner cada mueble en su sitio. 12,30 hs.: Francisco Javier DELICADO MARTÍNEZ: El conflicto Iglesia-Estado en el antiguo Reino de Valencia durante el siglo XVIII: Las fundaciones jesuíticas, su extrañamiento en 1767 y el episodio de los jesuitas expulsados. 12,50 hs.: Rafael SÁNCHEZ DOMINGO: La unción sacral y el juramento del monarca como condictio sine qua non para el ejercicio de reinar. 13.10 hs.: María del Carmen GARCÍA ESTRADÉ: El motín de Esquilache en la historia y en la literatura: el enfrentamiento entre la monarquía española y la Compañía de Jesús. 13,30 hs.: Diálogo con los Ponentes 14,00 hs.: Comida (Alumnos residentes)

17,00 hs.: Mª Dolores TORREBLANCA ROLDÁN: Iglesia y Estado ante la redención de cautivos en la Edad Moderna. El caso de Málaga. 17,20 hs.: Miguel VENTURA GRACIA: Relación Cabildo Municipal - Parroquia en el ámbito rural cordobés: el caso de la villa de Espejo en el Antiguo Régimen. 17,40 hs.: Candelaria ALFÉREZ MOLINA: Relación Iglesia y Estado en Priego de Córdoba durante el antiguo régimen: poder político y realidad social. 3 18,00 hs.: María ARRIOLA JIMÉNEZ: La Ciudad de Dios, Jerusalén celeste, como símbolo de la Iglesia en las pinturas de la ermita de la Vera Cruz de Maderuelo. 18,20 hs.: Descanso 18,50 hs.: Diego SUÁREZ QUEVEDO: Rafael, Julio II y la relación Iglesia-Estado según la estancia vaticana de Heliodoro, 1511-1514. 19,10: Carlos Francisco NOGALES MÁRQUEZ: Antonio de Figueroa y la iglesia de Santa Bárbara de Écija (1775-1790). 19,30 hs.: Pedro Manuel FERNÁNDEZ MUÑOZ: La soberanía celeste y la soberanía terrena. Iconografía y uso del orbe y el cetro como atributos marianos y de la monarquía. 19,50 hs.: Teresa DÍAZ DÍAZ: Las torres como símbolos de poder: del poder eclesiástico de la Edad Media al Skyline símbolo del poder civil actual. 20,10 hs.: Evangelina MUÑOZ SANTOS: Aclamación y alzamiento de pendones al rey Felipe V, por su coronación. Fiesta de la ciudad de Alcalá de Henares, el 5 de diciembre de 1700. 20,30 h.: Diálogo con los Ponentes 21,10 h.: Cena (Alumnos residentes)

DÍA 10, SÁBADO 09,30 h.: Desayuno (Alumnos residentes)

10,00 hs.: María José CALVO RENTERO: Juramentos oficiales en los que participa la Iglesia de Baeza (1790-1840): homenajes, constituciones y autos. 10,20 hs.: Juan Ramón RODRÍGUEZ LLAMOSÍ: Los prisioneros y la fe. El derecho de los presos a creer. 10,40 hs.: Soledad GÓMEZ NAVARRO: Estado e Iglesia también ante las conciencias: el regalismo se impone a las voluntades (Córdoba, 1750-1800). 11, 00 hs.: Diálogo con los Ponentes 11,15 hs.: Visita al Monasterio. 14,00 hs.: Comida (Alumnos residentes)

 

17,00 hs.: María Rosa FERNÁNDEZ PEÑA: Encuentros y desencuentros entre Iglesia y Estado, siglos IV y XI. 4 17,20 hs.: Pedro Luis PÉREZ FRÍAS: "Vanitas vanitatum". Las relaciones entre los Poderes eclesiástico y municipal en Málaga durante la Guerra de la Independencia (1808 -1814). 17,40 hs.: Marion REDER GADOW: La Iglesia en la encrucijada. Los Obispos de Málaga y la Guerra de la Independencia: del patriotismo al afrancesamiento. 18,00 hs.: Miguel Ángel ORCASITAS, OSA: Ideología y práctica en las relaciones Iglesia-Estado en la España del s. XIX. 18,20 hs.: Descanso 18,50 hs.: Ana Ángeles RETAMERO MOLINA: Revolución en el noviciado (1868). 19,10 hs.: Ana María FLORI LÓPEZ: Relaciones entre la Iglesia y la Corporación Municipal de Alicante durante el primer cuarto del siglo XIX. 19,30 hs.: Filo GARRIDO CURIEL: Breves apuntes sobre las relaciones Iglesia- Ayuntamiento. El caso de Baeza en los primeros años del siglo XX. 19,50 hs.: Manuel GARRIDO JIMÉNEZ: San Leandro y San Isidoro obispos de Sevilla contra el arrianismo visigodo. 20,10 hs.: Ángel FERNÁNDEZ DUEÑAS: Miguel Servet, precursor de la libertad de conciencia. 20,30 h.: Diálogo con los ponentes 21,10 h.: Cena (Alumnos residentes)

 

 DÍA 11, DOMINGO 09,30 h.: Desayuno (Alumnos residentes)

10,00 hs.: Aurora MATEO PUIG: "Duque y jesuita". El hombre que pudo ser Papa y renunció al capelo cardenalicio, para ser jesuita. D. Francisco de Borja y Aragón (1510 Gandía – 1572 Roma). 10,20 hs.: Carmen RODRIGO ZARZOSA: San Juan de Ribera, arzobispo, virrey, y capitán general de Valencia (1532-1609). 10,40 hs.: Teodoro MARTÍN MARTÍN: Soliloquios de Isabel de Borbón. 11,00 hs.: Julián RECUENCO PÉREZ: Inquisición y liberalismo: el proceso contra el racionero Antonio Forriol. 11,20 hs.: Descanso 5 11,50 hs.: Antonio Jesús JIMÉNEZ SÁNCHEZ, Pbro.: Don Manuel González García, obispo de Málaga (1915-1935). Un hombre de Dios-Eucaristía y del Pueblo. 12,10 hs.: Antonio LINAGE CONDE: Tres Primados de Toledo en el ojo del huracán (1928-1968). 12,30 hs.: Margarita SÁNCHEZ LATORRE: Úbeda y sus Carmelitas descalzas: ciudad y monasterio entre 1950-1968. 12,50 hs.: Pablo Jesús LORITE CRUZ: La representación de la santidad en la notafilia en los siglos XX y XXI. 13,10 hs.: Antonio CEBALLOS GUERRERO: Huellas ilustradas en algunos dictámenes sobre la fiscalidad de los bienes eclesiásticos en el concordato de 1737. 13,30 hs.: José Carlos VIZUETE MENDOZA: La Corona y la Iglesia en Indias: la cuestión de los diezmos. 13,50 hs.: Diálogo con los Ponentes 14,00 hs.: Comida (Alumnos residentes)

17,00 hs.: José Antonio BENITO RODRÍGUEZ: "Corrigiendo y remediando". Justicia y misericordia en Santo Toribio de Mogrovejo. 17,20 hs.: Margarita E. GENTILE LAFAILLE: La gobernación de Tucumán en el siglo XVI: a propósito de "Las dos Ciudades ...". 17,40 hs.: Félix CARMONA MORENO, OSA: Tensiones y acuerdos entre la Iglesia y el Estado ecuatoriano, siglo XIX. (1824, Desde distrito sur de Gran Colombia a 1875, muerte de García Moreno). 18,00 hs.: Fernando CAMPO DEL POZO, OSA: Convenio de la Santa Sede con el Estado de Venezuela en 1964. 18,20 hs.: Emiliano SÁNCHEZ PÉREZ, OSA: Algunos modelos negativos de intervención del poder civil en el gobierno de algunas provincias agustinianas durante la Colonia americana. 18,40 hs.: Diálogo con los Ponentes 19,00 hs.: CLAUSURA

AMANECERES SIN OCASO EN UN PUEBLO DE LA MESETA CASTELLANOLEONESA

$
0
0

¡Amanecer! ¡Atardecer! Dos extremos de belleza y gratuidad en los que la Vida se renueva, en la memoria de nuestra identidad, en la añoranza de la proyección. Como si Dios Padre, sacerdote universal, nos convidase a comulgar lo mejor de su creación para alabarle y encontrar su noticia en todas las cosas. Grandiosos espectáculos en el cotidiano silencio de mi Castilla, de horizontes ilimitados, sin fronteras, ancho y cercano, latiendo con amor. 

Archivo Arzobispal de Ayacucho

$
0
0

Archivo Arzobispal de Ayacucho

Con motivo del jubileo de la arquidiócesis de Ayacucho puede conocer y trabajar en su Archivo Arzobispal en junio del 2016. Agradezco la información y facilidades brindadas por quienes de modo directo apoyan a Monseñor Salvador Piñeiro y a su director Padre Percy Quispe Misaico  (canciller del arzobispado de Ayacucho) cuidan de él: Cristian Silvera (antropólogo), Janet  Aquino (Secretaria  arzobispal)  y Pavel Trigos (historiador). 

Ubicado en Jr. 28 de julio, en lo que ahora se conoce  como el Centro cultural San Cristóbal que está a cargo del arzobispado de Ayacucho, cuenta con 2 patios; el primero que tiene fines comerciales – turísticos; el segundo patio  se establecen locales privados. Si consideramos la superficie, espacio y lugar, cuenta con 19 metros con 23 cm largo total del archivo con un ancho de 5 m  con 04 cm; 5 metros con 04 cm ancho, archivo al  interior donde están los documentos; 5 metros  con 45 cm  ancho en lo que corresponde a la puerta en que se ofrece la sala para el servicio de lectura.

El funcionamiento actual del Archivo fue una iniciativa del canciller del arzobispado de Ayacucho, secundado por la encargada de la Secretaría tuvieron esta iniciativa para poder abrir el acceso al archivo a investigadores, especialmente egresados  de  la Escuela de Historia interesados en iniciar sus investigaciones sobre  las relaciones de la iglesia y la sociedad  durante el siglo XVII al s XX.

Del deseo de abrirlo al público cuenta con un libro que detalla el personal inicial responsable en la organización del archivo[1] Sin embargo parece que esta iniciativa se fue paralizando por falta de fondos, que llevo al abandono de este proyecto y terminó en el olvido.

Prácticamente la documentación se tenía amontonada en el patio  e incluso no se establecía un ambiente o local apropiado para guardar  la documentación, por este motivo también la  documentación se ha deteriorado. Existe un cuaderno que registra los ingresos y visitas desde el año 1980. Sin embargo es desde 2010 aproximadamente que por intereses de  estudiantes y egresados de la especialidad de historia de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga y que han recurrido a su base documentaria para poder desarrollar sus trabajos de investigación.

CONTENIDO

La información que contiene el archivo arzobispal comprende desde libros del s XVII, que involucra crónicas de la conquista de México y el Caribe hasta libros teológicos que se llevaban para la formación religiosa del seminario san Cristóbal que era un centro de educación religiosa y noble de  Ayacucho colonial. La documentación de la biblioteca del archivo arzobispal comprende  libros histórico - religiosos sobre la comprensión de la santidad, toda esta producción mayormente es europea, pues la imprenta en lima  no estaba autorizada para la reproducción de libros y la mayoría de estos venían de España para la formación sacerdotal, y en mayor cantidad se cuenta de  libros escritos en latín.

También se cuenta con información de libros franceses del s XIX que fueron traducidos al español,  la mayor cantidad de libros franceses para comprender desde temas de geografía, política y tratados de naturaleza humana. Se cuenta también en el archivo arzobispal con ejemplares de diccionarios de la real academia de la lengua española de 1815 y 1824,  libros de derecho canónico, 

En lo que corresponde a documentos   se tiene información del s XVII - XIX  de cofradías, capellanías, causas criminales, juicios por testamentos, dimisorias, ingresos y egreso de la iglesia, matrimonios, divorcios, etc. Que hacen del archivo arzobispal  muy rica en información para la investigación de la historia   dela iglesia y su relaciones  con la sociedad, Debemos tener en cuenta que  este periodo la sociedad tiene mucha influenciad e la iglesia,  y que incluso los sacerdotes estarán detrás de los controles y censos poblacionales de la población indígena.

El contenido se distribuye en las siguientes secciones:

Secciones

Detalles

Capellanías

Información que va desde el s XVII a mediados del s XIX.

Cofradías

Que también comprende desde s XVII a XIX

Causas criminales

Diversos juicios  por parte de mismos sacerdotes y población civil, por actos de agravios diversos s XVII a XIX.

Causas civiles

Juicios en que hacen referencia a instancias eclesiásticas, en que están involucrados población laica por litigios de bienes muebles, inmuebles u ofensas. s. XVII – s XIX

Monasterios

Juicios eclesiásticos que se establece entre integrantes de los monasterios, ya sea por ofensas o litigios de propiedades, herencias, etc.

Ingresos – egresos

Documentos que dan cuenta de  propiedades de iglesias y compra – venta. S XVII a XIX

Obispado

Documentos varios sobre disposiciones obispales y documentos dirigidos a la autoridad máxima de la iglesia en Ayacucho. S XVII – XIX.

Pliegos matrimoniales

Relación de individuos que se adscriben a la institución matrimonial. S XIX – XX

Dimisorias

Solicitudes e informes de estudiantes y postores para poder ejercer el sacerdocio  en diversos cargos representativos que otorga la iglesia.  S XVII – XIX

Juicios por tierras

Juicios de tierras que se establecen a favor o en contra de la institución de la iglesia, por población civil, eclesiástica u otros. S XVII a XIX

Juicios eclesiásticos

Denuncias y procesos de juicios a sacerdotes que  no se adhieren a las normas y reglas institucionales de la iglesia. ( que pueden ser denunciadas por  mismos sacerdotes y población laica) S XVII – XX

Divorcios

Procesos de divorcios s. XVII – XX

Catedral Ayacucho

Información general sobre la catedral de Ayacucho, desde los siglos XVII a XIX.

Cabildo eclesiástico

Información  de actas de cabildo eclesiástico, sobre sacerdotes y políticas eclesiásticas S XVII

Documentos sobre la universidad  y seminario     s. XVII a s XIX

Documentos  que contienen desde cursos que se matriculaban y encargado de realizar las clases en el seminario, en los años de la apertura de la universidad en Ayacucho 1677. S XVII – XIX

 

Sección que comprende  los libros e información periodística

Libros latín

Libros de diversos contenidos históricos, religiosos. En idioma Latín.

Libros histórico – religiosos  (traducc. Español)

Libros  de contenidos religioso - histórico, la información que contiene es sobre biografías u estudios sobre  temas de santos o hechos históricos que son reinterpretados por religiosos. Libros que fueron escritos o traducidos en idioma español s XVII a XIX.

Libros religiosos  (trad. Español)

Libros  de contenidos religioso - teológico, que fueron escritos o traducidos en idioma español s XVII a XIX

Libros historia (trad español)

Libros  de Historia, de contenidos diversos desde historia de España u de la conquista del Caribe, crónicas y de historia europea. S XVII  a XIX.

Periódicos  de Ayacucho, Lima y extranjeros)

Periódicos diversos: Ayacucho (estandarte Católico, sierra, wari)  Lima.  (Peruano 1900 - 1950, libertad 1832 )

Diccionarios desde s XVII al s XX

Diccionarios diversos, real academia de la lengua española de 1824 y 1816, diccionario religioso s XIX, etc.

Libros de derecho canónico.

Libros de derecho canónico que comprende desde s XVII a S XX.

Libros de actas de bautismo, matrimonios y defunciones

Libros de Actas de bautismo, matrimonios y defunciones de s XVII al s XX. De los barrios de la ciudad de Ayacucho.

Partituras de música sacra  oral (para coro) e instrumental

 Diversas partituras música de iglesias, 20 partituras aproximadamente. Del siglo s XIX al S XX.

Planos

Diversos planos de construcciones diversos, templos y propiedades de la iglesia.  S. XIX – XX. Aprox. 60 planos.

 

Nro.

 

Detalles de los libros

cantidad

 Años aproximados

 

Libros de semana santa- cuaresma-adviento y religiosos

175

 Siglos XVII al s XVIII

 

Libros históricos religioso

 

90

Siglos XIII y XIX

 

Diccionarios

101

Desde el siglo XVIII

 

Teología

129

Siglo XVII - XIX

 

Directorio , místico, moral

33

Siglos XIX - XX

 

Panegíricos

53

Siglos XIX

 

Filosofía

63

Fines del XVIII e inicios del XX

 

Personajes de iglesia y santos

115

S XVIII - XX

 

Libros La suma del predicador

14

Fines del XVIII al XX

 

Colección biblioteca religiosa

24

Siglos XIX

 

Sermones panegíricos

6

Siglo XIX

 

Formación sacerdotal

105

Siglo XVIII – s. XX

 

Referentes  análisis de la biblia

36

Siglo XVIII - XX

 

Biblias

68

Siglos XVI a s XX

 

Libros en Latín de temáticas diversas

2526

Siglos XVI a siglo XVIII

 

Libros en español  religiosos

394

Siglo XVI al XVIII

 

Libro de derecho eclesiástico canónico y parroquial

157

Siglo XVIII al s XX

 

Año de año cristiano parroquial y panegírico

 

184

 

Siglo  XIX

 

Biblioteca de predicadores

204

Siglos XIX

 

Libros deteriorados en estado de Conservación

 

315

 

Siglo XVII - XIX

 

Catecismo

117

Siglo XVIII - XIX

 

Misales

59

Siglo XVIII - XIX

 

Prontuariado

30

 Siglos XIX - XX

 

Tratado de verdadera religión

14

Sigo XVII - XIX

 

Discursos y conferencias

59

Siglo XIX - XX

 

Tesoro del sacerdote

25

Siglo XVIII - XX

 

Cristianismo

123

Siglo XVIII - XX

 

Sermones

158

Siglo XVIII - XIX

 

Temas religiosos (colecciones y otros)

407

Siglos XVIII - XIX

 

Homilías

33

Siglos XIX

 

Platica

26

Siglos XIX

 

Equilibrio entre las dos potestades

19

Siglo XIX

 

Curso de instrucción popular

7

Siglo XX

 

Arte pastoral

13

Siglo XIX - XX

 

Misionero parroquial

25

Siglos XIX

 

Libros de historia peruana

65

Siglo XIX - XX

 

Ciencias y letras (aritmética. Algebra, medicina, gramática)

67

Siglos XIX - XX

 

Olivas escudero

120

Siglo XX

 

Literatura - independencia

72

Siglos XIX - XX

 

Concilio – iglesias de lima

72

Siglos XVII - XX

 

Historia universal

56

XIX

 

Ayacucho

22

 

 

Historia de la iglesia

22

 

 

Teatro e historia

11

 

 

Infancia , mujer y buenas costumbres

12

 

 

Estado del cuerpo, belleza y muerte

16

 

 

Ética - moral

13

 

 

Finanza y economía

6

 

 

Viajes, etnografías

8

 

 

Memorias históricas

40

 

 

Derecho civil

16

 

 

Cuzco Trujillo, Arequipa

22

Siglo XX

 

Iglesias, estado y protestantismo

31

 

 

Derecho natural y otros

21

 

 

Manuscritos

12

Siglo XVIII - XIX

 

Informes, planes, estado s XX

45

 

 

Anuarios – almanaques

15

Inicios del s XX

 

Diarios de debates

12

Siglo  XX

 

Latin american studios

18

Siglo XX

 

Otros. deteriorados

98

S XVIII - XX

 

Los temas de investigación fueron

David Luyoinvestigó acerca de Los primeros protestantes en  Ayacucho, para su  tesis y un artículo en el libro "Entre la región y la nación"[2]

Jhoel Amiquero, Fidel córdoba y Sergio Gamboa, con un grupo de egresados de historia "La semana santa en Ayacucho" un breve recuento a través de su historia[3].

Jhoel Amiquero  ha presentado en sus informes de tesis de bachillerato y en sus avances en la licenciatura sobre el tema de sacerdotes  y su intervención en  los años próximos a la guerra con Ghile, presentado en la Universidad San Cristóbal de Huamanga[4].

Dina Muñoz  que en las conversaciones que hemos llevado a cabo estaba interesado en desarrollar la investigación sobre capellanías y monasterios, que ha revisado documentación exhaustiva en el archivo arzobispal e incluso es parte de la iniciativa de poder  ordenar y catalogar parte de la información documentaria.

Sergio Gamboa que en sus avances iniciales ha tenido como interés la participación de los sacerdotes en la independencia, sus posiciones y conflictos. Inés  Fernández Tucno que también ha presentado  su investigación en temas de culturales en la sociedad Huamanguina  en el s XVIII[5]

Martin Laurente Campos un estudiante del seminario,  para presbítero, que ha presentado  una publicación pequeña sobre la catedral de Ayacucho[6].

 Aleda Dipaz que  fue de las primeras que ha podido tener acceso al archivo arzobispal el año….  Y que ha presentado en su informe de bachiller su trabajo sobre  la organización de "obreros católicos" de  Ayacucho, sus integrantes y su intereses en servicios públicos que  funcionaban en el transcurso de la primera  mitad del siglo XX en la ciudad.

También Ana Gutiérrez ha presentado su trabajo de  bachillerato en historia en la UNSCH sobre esclavos negros  en el s XVIII sus conflictos, la mayor parte de la información ha sido del archivo arzobispal.

Sin embargo además de que se han realizado trabajos  de investigación referentes a temas de la iglesia y la religión en Ayacucho, también ha servido de apoyo a  poder fundamentar  temas  laicos  y  otro tipo de documentación que puede ayudar a comprender el pasado en la  región y sus contextos históricos.

Durante el s XVII al siglo XIX el Arzobispado de Ayacucho  controla parte de lo que ahora son los departamentos de Huancavelica y Apurímac, toda la información denuncias e informes sobre estas zonas llegan a conservarse en el archivo arzobispal

Un buen artículo divulgativo sobre el valor del Archivo lo publicó  Esther Núñez Balbín el 6 http://es.aleteia.org/2016/03/23/descubre-ayacucho-una-de-las-ciudades-mas-antiguas-del-virreinato-espanol/

Como botón de muestra del gran valor de los documentos que se custodian en el Archivo y Biblioteca, anoto los presentes folletos que me fueron  obsequiados  por estar repetidos y que usé  para la ponencia sobre la historia de la evangelización en Ayacucho:

1)      Impresos de  Mons. Otoniel, obispo de Ayacucho

·         Pastoral, 16 septiembre 1942

·         Alocución de 3 de julio 1959

·         Carta pastoral, 24 febrero 1965

·         Carta pastoral, 20 julio 1966

2)      Primer Congreso Mariano de Ayacucho, 1946 (folleto)

3)      Crónica 2° congreso eucarístico diocesano Ayacucho, 1953 (folleto)

Culmino agradeciendo las atenciones dispensadas y les animo a seguir organizando este valiosísimo archivo para que siga sirviendo a los historiadores y el público en general

 

ENLACES EN LA web

https://www.facebook.com/pbropercy.quispemisaico/media_set?set=a.1130098387024231&type=3 Inauguración y apertura del MUSEO y Archivo Arzobispal

https://www.facebook.com/Archivo-Arzobispal-de-Ayacucho-885749038151335/?fref=ts

http://peru-cristiano.blogspot.com.es/2016/06/raices-y-desafios-en-la-celebracion-de.html

José Antonio Benito



[1].Libro de actas de sesiones del personal técnico y administrativo del archivo arzobispal de Ayacucho. 1981 noviembre en una sesión del 06 de noviembre, con un personal de 4 personas Profesor Jesús Armando cavero, paleógrafo enrique Espinoza Salvatierra, paleógrafo Felipe tinoco silva y La secretaria  Gloria Orellana Quispe

[2] David Luyo, ¡alerta a los católicos! llegaron los protestantes a Ayacucho.  En: Roberto Ayala  Huaytalla (compilador) Entre la Región  y la Nación. Nuevas aproximaciones  a la historia ayacuchana y peruana. 1era edición  2013 CEHRA centro de estudios históricos regionales andinos. IEP instituto de estudios peruanos. Lima - Perú.

[3] La semana santa en Ayacucho. Un breve recuento a través de su historia Jhoel Amiquero Prado, Fidel Córdova Vila, Sergio G. Vega. Ayacucho 2012 impreso en Ayacucho - Perú.

[4] Soldados de Dios. El clero Ayacuchano en la guerra con Chile, 1879 – 1883.  Tesis de informe de bachillerato, Historia UNSCH. 2012.

[5] Fernández Tucno, Inés. Valores Morales y jerarquía Social: La ciudad e Huamanga a finales del S XVIII (1750 – 1800). Informe de tesis de bachillerato.  Historia UNSCH. 2012.

[6] La catedral de Ayacucho. Un breve recorrido histórico del principal templo  de nuestro departamento.  Ángel Martín Laurente Campos, Seminario San Cristóbal de Huamanga. 1ra edición 2014.  


CON LA CAPILLA A CUESTAS. VISITA DOMICILIARIA con PAZ Y AMOR

$
0
0

Da gusto encontrarse con costumbres de antaño que siguen vivas en nuestros pueblos. Les cuento una de ellas porque me ha tocado gozarla uno de estos días. Además, por diversos problemas casi que se juntaron en nuestra casa tres de las capillas domiciliarias viajeras: la de Fátima, la del Corazón de Jesús y la de la Sagrada Familia. Tuve la suerte de darle la bienvenida, gozar de su presencia, y –tras la despedida- llevarla a la siguiente casa. Me ha recordado a los célebres cajones de San Marcos o pequeños retablos itinerantes que los misioneros idearon para evangelizar en América. Era algo así como los caracoles, llevar la casa a cuestas, lo que sucedía que en este caso la casa tenía mucho de templo y catecismo ilustrado de los misterios fundamentales del Cristianismo. Podíamos decir que eran los-pre power points o pre whatsapp, y como el amor siempre es ingenioso buscaba hacer lo mismo que Dios al encarnarse, concretar el amor, acercar el cielo a la tierra, tender un puente entre Dios y el hombre, en definitiva brindar paz, amor, felicidad. Así me sentí cuando te tocó llevar la capillita a la casa vecina, como que le llevaba la lotería, el tesoro, un gran regalo. Y pensaba y pienso con qué poquito se puede hacer tanto. Me parecía renovar a diario el misterio de Belén, la Navidad a lo largo del año, el milagro de cada día: amanecer, la vida que se renueva en esperanza, amor, fe.

Les comparto el estupendo artículo publicado en LA MADROÑA (Rollán-Salamanca, nº 20, 2015, pp.10-13 

Las dos ciudades relaciones Iglesia-Estado (Simposium San Lorenzo del Escorial, 8 al 11 de septiembre, XXIV Edición)

$
0
0

Las dos ciudadesrelaciones Iglesia-Estado (Simposium San Lorenzo del Escorial, 8 al 11 de septiembre, XXIV Edición)

Imagen de portada del libro Las dos ciudades

LIMA, LA LLENA DE GRACIA

$
0
0

 

LIMA, LA LLENA DE GRACIA

 

Les comparto esta bellísima descripción de Lima por el gran Rubén Darío. Se debe a una breve escala, cuando tras su residencia en Chile, donde nació el Modernismo a través de "Azul", regresaba en barco a Nicaragua. Este alto en su camino, lo aprovechó para recorrer la ciudad de los virreyes y, sobre todo, para visitar la Biblioteca Nacional, empobrecida tras la guerra del Pacífico, y conocer a su director, Ricardo Palma, el autor de las célebres Tradiciones Peruanas. El artículo que de esa entrevista publicó en El Perú Ilustrado, con fecha de octubre de 1890, es un bello retrato de Palma, y demuestra la penetrante mirada de ese joven —a la sazón Darío tenía 23 años— que en pocos momentos pudo ver tanto, especialmente la grandeza de la Lima eterna.

 

 

¡Lima! Ya lo he dicho en otra parte. Si Santiago es la fuerza, Lima es la gracia. Si queréis gozar ¡oh! los que leáis estas líneas, id a Lima, si tenéis dinero; y si no lo tenéis, id también. Hallaréis un delicioso clima, muchas flores, un cielo azul y radiante. Y sobre todo, allí encontraréis a la andaluza de América, a la mujer limeña, breve de pie y de mano, de boca roja y ojos que hipnotizan, incendian y enloquecen. Id al hermoso paseo de la Exposición, lleno de kioscos, alamedas, jardines y verdores alegres; id en las tardes de paseo, cuando están las mujeres entre los árboles y las rosas, como en una fiesta de hermosura, o en concurso de gracias, dominadoras y gentiles. O pasad por los portales cuando, envueltas en sus mantos negros, pasan las damas que sólo dejan ver algo de blancura rosada del rostro, en el que, incrustados como dos estrellas negras, están, encendidos de amor, los ojos bellos.

 

El pueblo de Lima canta con arpa. La cerveza de Lima es excelente. En la ciudad de Santa Rosa fabricóse un palacio la alegría. Lima gusta de los toros, como buena hija de España. Sus teatros son a menudo visitados por buenas troupes, y el público es inteligente y entusiasta por el arte. Flota aún sobre Lima algo del buen tiempo viejo, de la época colonial. Lima tiene paseos, plazas, estatuas. Sobre una gran columna, que conmemora el célebre 2 de Mayo, se alza líricamente una fama que emboca su sonoro clarín. En otro lugar he visto a Simón Bolívar en su caballo de bronce, con la espada victoriosa en su diestra de héroe.

 

 Lima es católica, pero está llena de masones. En Lima hay familias de noble y purasangre española. En el pueblo de Lima se puede notar ahora la más extraña confusión de razas: chino y negro, blanco y chino, indio y blanco, y las variaciones consiguientes. El cholo es débil, pero canta claro y es añagacero. Lima es pintoresca, franca, hospitalaria, garbosa, complaciente y risueña. El que entra en Lima está en el reino del placer. En Lima no llueve nunca.

 

La tradición -en el sentido que Palma la ha impuesto en el mundo literario- es flor de Lima. La tradición cultivada fuera de Lima y por otra pluma que no sea la de Palma, no se da bien, tiene poco perfume, se ve falta de color. Y es que así como Vicuña Mackenna fue el primer santiaguino de Santiago, Ricardo Palma es el primer limeño de Lima.

 

Rubén DaríoGuatemala, 1890

 

http://www.cervantesvirtual.com/portales/academia_mexicana_de_la_lengua/obra-visor-din/tradiciones-peruanas-primera-serie--0/html/ff170c4a-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

 

PABLO JOSÉ DE ARRIAGA, MISIONERO, ANTROPÓLOGO, extirpador de la idolatría en el Perú

$
0
0

Les presento una buena biografía del gran misionero y antropólogo jesuita de la mano de Carlos A. Romero y P. Manuel Marzal. Como complemento, el agudo y profundo análisis de Juan Carlos García en el que compara la metodología de Arriaga y Villagómez 

http://www.idolatrica.com/wp-content/uploads/2012/04/garcia-concepciones.pdf

El padre Pablo Joseph de Arriaga

Vizcaíno y de noble abolengo, el padre Pablo José de Arriaga, de la Compañía de Jesús, era natural de la ciudad de Vergara, donde vio la luz en 1564, según sus biógrafos antiguos, aunque los padres Backer afirman que ingresó al noviciado de la Compañía en su ciudad natal, Ocaña, en 1679 (fue en 1579 que el padre Arriaga entró al noviciado). Contaba sólo 15 años de edad cuando ingresó al noviciado. Siguió sus estudios en el colegio de Madrid, donde recibió las órdenes y sirvió en los de Ocaña y Vergara. Con licencia otorgada por el Consejo de Indias en 6 de septiembre de 1584, se embarcó para el Perú, y después de una navegación próspera llegó a Lima en junio de 1585 junto con otros cinco padres y catorce hermanos enviados por el general Claudio Aquaviva. Venían éstos veinte religiosos a cargo del padre Andrés López, que había sido enviado por procurador a Roma y que falleció a su regreso, en Panamá. Antes de morir, el padre López hizo encargo de los religiosos y de los documentos que traía de Roma al padre Samaniego, que era uno de los que venían al Perú. Tomamos estos datos del Libro de Ingresos de Religiosos de la Compañía de Jesús, documento   —XII→   original valiosísimo que se conserva en la Sección de Manuscritos de la Biblioteca Nacional, y donde consta que el padre Arriaga procedía de la Provincia Jesuítica de Toledo.

A la llegada de Arriaga a Lima, el provincial Atienza le encomendó la enseñanza de Retórica en las escuelas de la Compañía. En 1588 se le nombró rector del Colegio de San Martín, fundado en 1582, cargo que ejerció durante 24 años, alternándolo con el de rector del Colegio de Arequipa, que desempeñó de 1612 a 1615. Por esa época el provincial padre Juan Sebastián resolvió enviar religiosos de la Compañía para que hiciesen misiones en los pueblos de indios del arzobispado acompañados de visitadores de idolatría nombrados por el Arzobispo, tocándole una de esas misiones al padre Arriaga. El celoso misionero cumplió su cargo de manera admirable, no limitándose a la catequización y predicación a los indios, sino realizando profundas investigaciones acerca de la religión de los naturales y legándonos impreso el fruto de sus investigaciones. Pero los misioneros y visitadores de la idolatría se dieron cuenta de que cuanto se hiciese para la conversión de los indígenas sería en vano si el mal no se extirpaba de raíz, y que el único remedio era la educación cristiana de los niños y el castigo severo de los adultos idólatras. Puestos al habla el virrey Príncipe de Esquilache, el arzobispo Lobo Guerrero y el provincial de la Compañía, quedó acordada la fundación de dos colegios para hijos de caciques, uno en Lima, que se bautizó con el nombre de El Príncipe, no tanto en honor del de Esquilache, Virrey del Perú, sino del príncipe Felipe heredero de la corona de España, y otro en el Cusco, el de San Bernardo, y de la casa de reclusión de Santa Cruz en el pueblo del Cercado, cuyos planos y fábrica encomendó el Virrey al padre Arriaga, según lo declara éste mismo. Ambos   —XIII→   colegios y casa quedaron listos y funcionando en 1619, a cargo de la Compañía de Jesús.

En 1601 Arriaga regresó a Europa junto con el padre Diego de Torres Bollo, con el cargo ambos de procuradores de la orden, y regresó en 1603 con veinte y cuatro religiosos que el padre Torres Bollo había reunido para traer al Perú, con licencia del Consejo de Indias, fechada en 16 de diciembre de 1602.

El padre Arriaga no sólo compartió su tiempo entre la enseñanza de la juventud, las prácticas piadosas y la catequización de los indios, sino que escribió y publicó varias obras importantes que merecieron el honor de ser reimpresas. Una de esas obras, y la que ha dado universal reputación a su autor, fue la Extirpación de la Idolatría en el Pirú, fuente inagotable de noticias acerca de la religión y costumbres de los naturales de este país para el historiador y fruto de sus investigaciones entre los indios durante las llamadas visitas de idolatría, llevadas a cabo en el arzobispado de Lima por el celoso religioso, en compañía del padre Luis de Tiruel y del doctor Avendaño, y por instigaciones del arzobispo don Bartolomé Lobo Guerrero. En la Revista Histórica (tomo VI, entrega II) hemos publicado un interesantísimo papel que permanecía inédito entre los manuscritos de la Biblioteca Nacional, intitulado Misión de los Indios Huachos y Yauyos, y que, evidentemente, es de la pluma del padre Tiruel. Muévenos a suponerlo así el hecho de que el mencionado religioso andaba por entonces en las misiones de aquella provincia, y que trozos de una carta escrita al padre Arriaga, insertos por éste en su libro, coinciden enteramente con las noticias que acerca de los tratos de los indios con el demonio da el autor del manuscrito a que nos referimos.

  —XIV→   

La Extirpación de la Idolatría en el Pirú se imprimió en Lima el año de 1621, en los talleres tipográficos de Jerónimo de Contreras y es de una rareza extraordinaria, pues apenas se conocen unos cuantos ejemplares de este libro en algunas bibliotecas públicas extranjeras, como por ejemplo, las de Londres, París, Santiago de Chile, etc. En Lima no conocemos otro ejemplar que el que posee la Biblioteca de la Universidad de San Marcos, y que fue a enriquecer sus estantes junto con otras joyas bibliográficas que formaban la biblioteca personal del sabio doctor don Leonardo Villar, adquirida por esa institución. El año de 1910 el profesor argentino don Pedro N. Arata hizo en Buenos Aires una reimpresión facsimilar de esta obra, valiéndose de copias fotográficas tomadas del ejemplar existente en la Biblioteca Nacional de París, pero la edición se limitó a 120 ejemplares numerados y fue distribuida entre los amigos del profesor Arata. Uno de esos ejemplares fue dedicado a don Ricardo Palma, quien lo cedió galantemente a la Biblioteca Nacional, que carecía de la edición limeña.

El arzobispo de Lima don Pedro de Villagómez, aprovechó mucho de la obra del padre Arriaga en su Carta Pastoral sobre idolatrías de los Indios, como hidalgamente lo declara. También se han aprovechado del trabajo del ilustre jesuita el padre Calancha y otros muchos.

Durante su permanencia en Roma en los años de 1601 y 1602, el padre Arriaga imprimió en la ciudad eterna un directorio espiritual con el título de Manual de Oraciones y Avisos, libro que tuvo una fuerte demanda. Pocos años más tarde, en el de 1608, se reimprimió en Lima en casa de Francisco del Canto, segundo impresor de la metrópoli peruana. Consta este libro de 3 hojas de preliminares y 28 sin foliar, a dos tintas, y 400 páginas de texto. Ambas ediciones son muy raras. De este Directorio   —XV→   Espiritual se hicieron otras ediciones en Sevilla, una en 1617, en casa de Francisco de Lira, y la otra en 1631. En la primera de estas ediciones se incluyen entre las hojas no foliadas del mencionado volumen, 12 hojas conteniendo un Sumario de las Reglas de las Congregaciones fundadas en el Colegio de San Martín. Existen ejemplares sueltos de este sumario, tal vez de tirada aparte.

El padre Arriaga tradujo del italiano al español, el Tratado de la perfección religiosa y de la obligación que todos los Religiosos tienen de aspirar a ella, del padre Lucas Pinelo, jesuita. Se imprimió esta traducción en Valladolid en 1604 y se reimprimió en Barcelona en 1610, en Madrid en 1611 y en Sevilla en 1751.

Finalmente, en León dio a la estampa el padre Arriaga en 1619, en casa del célebre impresor Horacio Cardón, su Rethoris Christiani dedicada al Real Colegio de San Martín de Lima; consta este librito de 11 hojas de preliminares y 391 páginas de texto y existe un ejemplar en la Biblioteca Nacional.

Inéditas quedaron del padre Arriaga las siguientes obras:

Libro de Ejercicios espirituales y devociones con instrucciones para aquellos que se educan en nuestros seminarios, manuscrito de 260 páginas citado por los padres Backer, que se conservaba autógrafo en la antigua Biblioteca de Lima.

De Beatae Virgine y de Angele Custode, que existieron también en la Biblioteca de Lima antes de su destrucción por el ejército chileno en 1881, y que los hermanos Backer daban por perdidos; y la Vida del V. P. Diego Álvarez de Paz, que el padre Arriaga llevaba para su impresión en España, y que, según el padre Barraza, se perdió por muerte del autor a bordo del buque que le llevaba a la Península.

  —XVI→   

El año de 1622 el provincial de la Compañía, padre Juan de Frías Herrrán, tenía necesidad de comunicar al General de la Orden en Roma, ciertos asuntos de carácter urgente, que no permitían esperar la reunión de la Congregación provincial, que debía tener lugar en 1624, para la elección de procuradores, «y fue la ocasión -dice el padre Nieremberg-, que se ofrecieron a la provincia algunos negocios de alto peso, y de mucha consideración, assí de fundación de nueuos Colegios, como otros en que estaua empeñada no poco su buena reputación; y assí los vnos como los otros pendían del Rey nuestro Señor, y de su Real Consejo de Indias, por lo cual se juzgó ser forçoso despacharse a la Corte Persona de Nuestra Compañía, de prendas y toda satisfacción, para el buen sucesso dellos». El Provincial se fijó para esta misión en el padre Arriaga e interrogado éste si estaba listo para partir, contestó que en el acto. Dos días después se embarcaba el padre Arriaga en el Callao con destino a Panamá, acompañado del padre Claudio Celini, que había obtenido licencia del padre General para regresar a su provincia. El viaje en el Mar del Sur fue enteramente próspero y a pocos días de su salida del Callao llegaba la armada a Panamá.

De esta ciudad pasó nuestro padre a la de Portobello, donde se embarcó para la de La Habana para trasbordarse allí a la flota que salía para la Península. Constaba la Armada de 28 naves y a poco de haber salido de ese puerto fue sorprendida por una violenta tempestad, que causó la pérdida de cuatro galeones, con algunos millones de pesos que llevaban para España. Según Saldamando -Los antiguos Jesuitas del Perú- y Medina -La Imprenta en Lima- fue al aproximarse a La Habana que el temporal sorprendió a la Armada; pero el P. Nieremberg afirma que ocurrió «En saliendo (de La Habana) los galeones y navíos de flota, y a poco trecho que entraron la mar adentro».   —XVII→   El padre Arriaga murió a bordo del buque en que iba durante la tempestad, en la forma que relatan varias cartas de testigos presenciales. Una de estas cartas es del padre fray Pedro del Puerto, religioso jeronimita y grande amigo del padre Arriaga que iba en la misma nave que éste, dirigida al Rector del Colegio de San Martín, y dice así:

«En medio de mi aflicción y trabajos, no eran los menores pensar si había sido la del P. Ioseph alguna de las quatro naos que se perdieron a vista de la mía; llegué a la Habana, y supe le auía cabido la infeliz suerte. Busqué a don Bernardino de Lugo, Cauallero del Ábito de Santiago, y Capitán de la infantería del galeón, que con algunos marineros se auía escapado, y preguntándole por el Padre Ioseph, y por el Padre Celini, su compañero, me respondió lo siguiente:

El Padre Pablo Ioseph, de la Compañía de Iesús1, iva en mi galeón de Santa Margarita en la cámara de popa, con su compañero el Padre Claudio, y otros passajeros vezino de Lima. Quisiera, Padre mío, hazer vna gran relación de esse bendito Padre, pero lo que en breue puedo dezir, que entre sus muchas partes, y grande espíritu, vna fue el don de profecía, porque mediante lo que aquél santo me dixo tengo oy vida. Confesseme con su Paternidad, al tiempo que el galeón estaua perdido y encallado en tierra, y absoluiéndome, me dixo, me confessase después más de espacio; dándome a entender que no me auía de ahogar, y fiado en aquella palabra, hize diligencia para buscar vna tabla en que poder escapar la vida, deparómela el Señor, y escapé, no sabiendo nadar, y fiado como digo en el amparo de aquel santo varón; tuue ventura de que me socorriesse vna nao, que acaso me vio en aquel mar, y me traxo a esta Ciudad. De la muerte del Padre Ioseph sé dezir, q' no se ahogó, porque junto a la chalupa con vn Christo entre sus brazos con el qual   —XVIII→   auía animado toda la gente del galeón, y esforçado a que muriessen como buenos Christianos, después de auerlos confessado, se arrimó, vestido con su sotana, y vn mateo de anascote, a vn camarote, y allí hincado de rodillas, los ojos clavados en el Christo que tenía entre sus brazos, dio su alma a Dios, sin que la aflicción que a los demás atormentaua le tocasse, merced que le hizo nuestro Señor merecida por su mucha santidad y virtud. Todos los demás se ahogaron, fuera de algunos marineros q' les dexó su Magestad para que fuessen testigos deste caso y como a tales les he hablado a todos, y convienen con lo que el Capitán ha dicho, que es lo que tengo escrito».




El provincial de la Compañía de Jesús del Nuevo Reino de Granada daba noticia en otra sentida carta al Provincial de la provincia Peruana de la muerte del padre Arriaga, ocurrida el martes 6 de septiembre de 1622, a las 6 de la mañana, durante la terrible tempestad.

Dice así la carta:

«La triste nueua de la tormenta, y pérdida de los galeones y naos de flota, ha lastimado este Reino, y pienso será lo mismo en esse, pues tanta parte cabe a nosotros, y a essa Prouincia. Nos ha causado muy particular dolor la falta, y muerte de nuestro Padre Ioseph, y su compañero; y esto no solo lo sentimos nosotros, sino q' todos los seglares lloran la muerte de nuestro bueno (y como ellos dizen) santo P. Ioseph, la qual fue después de auer trabajado dos días sin cessar en predicar, y confessar, hincado de rodillas, y abrazándose de vn Crucifixo, antes que el galeón se hundiesse, de manera q' quando llegaron a él lo hallaron auer espirado; y luego q' los pasajeros, y marineros le vieron muerto, dixeron: Pues auía muerto el Padre Ioseph eran perdidos, y luego se fueron a fondo. Huuo cosas particulares, porque al Capitán que entonces corría la misma fortuna que los demás, le profetizó   —XIX→   que no se ahogaría, y auisó se confessase de espacio después, y assí sucedió. Es tan grande el sentimiento que ha auido acá de la muerte de nuestro buen Padre, y es tal la estima de su santidad, que la mayor pérdida que se dize, después de tantos galeones, es la del Padre Ioseph».




En la Habana se realizaron solemnes funerales por todos los religiosos que perecieron durante ese terrible temporal y en la parte del túmulo que correspondía al padre Arriaga se puso un epitafio que decía:

Aqví yaze el siervo de Iesv Christo, y Christianíssimo Padre Ioseph de Arriaga

Firma del Padre Arriaga

Facsímile de la firma del padre Arriaga




Según el padre Nieremberg, el padre Arriaga fue «de pequeña estatura, algo menos que mediana, carirredondo, las mexillas escondidas, la barba poco poblada y entrecano, con aspecto venerable, que espiraua deuoción, y santidad, que sin duda fue muy grande en este santo varón». El mismo biógrafo dice que el padre Arriaga murió a la edad de 60 años, con 45 de religioso en la Compañía de Jesús, y de éstos, 37 en la Provincia del Perú.

No sabemos qué mano bárbara arrancó de la obra inédita del padre Anello Oliva, Historia del Perú y varones insignes en santidad de la Compañía de Iesús que íntegra se conserva en la Biblioteca Nacional de esta ciudad, los cuadernos correspondientes a las biografías, de   —XX→   los padres Arriaga y Menacho. Felizmente el manuscrito anduvo en manos de Felipe Alegambe, quien hizo y publicó un extracto de ella en suBibliotheca Scriptoribus Societatis Jesu impresa en Madrid en 1644, y así se puede remediar en parte el daño causado en el manuscrito original. Hay que dejar constancia de que la Biblioteca adquirió el manuscrito de Oliva con esta desgarradura en sus interesantes hojas.

El padre fray Buenaventura de Salinas y Córdoba hizo un entusiasta elogio del padre Arriaga en su Memorial de las Historias del Nuevo Mundo, impreso en Lima en 1630.

El americanista Clement R. Markham tiene duras frases para el padre Arriaga por la destrucción de los ídolos de los indios, sin tener en cuenta el espíritu de la época y la misión del padre Arriaga dado su carácter religioso. Para nosotros la acusación es injusta. De nada habría servido conservar las piedras y demás objetos del culto de los antiguos peruanos si no existiese una relación minuciosa del valor y significación de esos objetos entre los indios. Por esto la obra del padre Arriaga es imperecedera.

Lima, 1919.

 

Carlos A. Romero

http://www.cervantesvirtual.com/portales/biblioteca_nacional_del_peru/obra-visor-din/la-extirpacion-de-la-idolatria-en-el-peru--0/html/ff49f4c0-82b1-11df-acc7-002185ce6064_16.html#I_0_

 

Revista Textos Antropológicos

versión impresa ISSN 1025-3181

Textos Antropológicos v.15 n.1 La Paz  2005

 

ARTICULO

 

ARRIAGA ¿EXTIRPADOR DE LA IDOLATRÍA O ANTROPÓLOGO DE LA RELIGIÓN ANDINA?

 

ARRIAGA. EXTIRPATOR OFIDOLATRY OR ANTHROPOLOGIST OF THE ANDEAN RELIGION?

 

 

Manuel M. Marzal

Manuel M. Marzal: Sacerdote Jesuita, Antropólogo e Investigador de temas religiosos, Universidad Antonio Ruiz de Montoya, Perú. E-mail: mmarzal@pucp.edu.pe

 

 


El autor explica, en este artículo, que el sacerdote jesuita Pablo José de Arriaga, autor de "La extirpación de la idolatría en el Pirú" (1621), no es un extirpador de idolatrías ni tampoco ideólogo de éstas, sino que se trata de un misionera de las visitas de idolatrías. A partir de esto, rescata la importancia del libro de Arriaga como documento antropológico para la investigación de religión andina. La obra de Arriaga ofrece, en este sentido, una etnografía de las costumbres religiosas, reflexiones sobre el fracaso de la evangelización e incluso una guía de entrevista para conocer la religión de los pueblos visitados.


The author, explains in this article, how Jesuit priest Pablo José de Arriaga, author of "the extirpation of idolatries in Pirú " (1621) is not an extirpator of idolatries or the ideologist of them, but a missionary of the idolatries visits. Starting from that, he rescues the importance of Arriaga 's book as an anthropological document useful for the Andean religion research. The work of Arriaga offers, in this sense, an ethnographic description ofreligious costumes, reflects over the failure of evangelization, and even presents an interviewing guide for approaching the religions ofthe visited towns.


 

 

Sin duda Pablo José de Arriaga es un pensador importante del Virreinato Peruano. Aunque dedicó la mayor parte de su vida a la educación, implantando la nueva y exitosa pedagogía jesuita en los colegios de Lima y Arequipa, es más conocido por su breve actuación en los años finales de su vida en las campañas antiidolátricas del Arzobispo de Lima Lobo y Guerrero y por su libro La extirpación de la idolatría en el Pirú (1621). Por ello, no es raro que se le llame extirpador y aún el ideólogo de las visitas de extirpación, con toda la carga negativa que tienen estas palabras para muchos estudiosos de la cultura andina. Sin embargo, Arriaga no fue extirpador, título que debe reservarse para los visitadores, como Francisco de Avila (1646-1648) o Hernando de Avendaño (1649), sino misionero en las visitas de idolatría; no hay que olvidar la división del trabajo que había en éstas entre los jueces visitadores, responsables de descubrir la persistencia de las religiones andinas por medio del examen de acusados y testigos, y los misioneros, responsables de la recristianización de los indios por medio de una predicación intensiva y de la administración del sacramento de la penitencia. Además, Arriaga tampoco fue el ideólogo de dichas visitas, porque no las inició, ni les dio su forma peculiar, tareas que se deben a Avila, quien fue así el verdadero ideólogo. Sin duda la habitual atribución de este término a Arriaga se debe a haber escrito sobre el tema un libro que fue analizado antes de su publicación por cinco visitadores, y que era un buen manual para la realización de las visitas y se acabó convirtiendo en un clásico.

Esta ponencia, que actualiza otros dos trabajos (Marzal 1981, 1992), defiende que Arriaga debe ser considerado más bien un antropólogo de la religión andina. En efecto, si la antropología religiosa es la rama de la antropología que describe y explica el funcionamiento y significado de los sistemas religiosos, analiza sus cambios en el tiempo y proporciona los métodos y las técnicas adecuadas para recoger tal información, Arriaga, quien pudo estudiar la religión andina persistente en la sierra central a comienzos del siglo XVII, cuando acompañaba como misionero a los jueces visitadores, y escribió un libro sobre la misma, puede ser considerado antropólogo de la religión andina. Dicho libro contiene una cuidadosa síntesis etnográfica de esta religión, un buen análisis etnológico de las razones de su persistencia y de los caminos para promover su transformación, y una exposición sistemática de métodos para investigar que son válidos al margen del contexto judicial y no antropológico en que se aplicaban. Antes de hablar el libro, me refiero brevemente a la vida y personalidad de Arriaga.

Nace en la ciudad de Vergara del país vasco en 1564 y muere trágicamente frente a La Habana (Cuba) el 6 de septiembre de 1622, cuando la nave en que iba a Europa se hundió por una tempestad1. Arriaga ingresa en la Compañía de Jesús en 1579 en Ocaña (Toledo) y, siendo todavía estudiante, es destinado al Perú, llegando en 1585 a Lima, donde completa sus estudios en el colegio de San Pablo y se ordena de sacerdote. Fue profesor de retórica y rector de los colegios criollos de Lima (1588-1612), en tres períodos interrumpidos en 1601 por su viaje como procurador a Roma, y de Arequipa (1613-1615). Estaba dotado de una aguda inteligencia y de gran capacidad de trabajo y era considerado un hombre de consejo. La llamada "Crónica Anónima de 1600" (Mateos 1944) confirma este juicio, si bien no debe olvidarse, al leerlo, el carácter ejemplar que tenían dichas crónicas, en la reseña que hace sobre él:

"Entre ellos el P. Pablo Joseph de Arriaga, el cual sustentó las escuelas menores de latinidad en Lima muchos años, leyendo el siempre Retórica. Fue este padre un hombre que en pequeño cuerpo tenía un corazón en todo grande, y no menor entendimiento, hombre verdaderamente espiritual en lo interior, y en lo exterior hacendoso en gran manera, de suerte que en industria y trabajo hacia por cuatro ordinariamente (...) Nunca sabía estar sin muchas ocupaciones juntas, pues le veían siempre en un mismo tiempo leyendo a los estudiantes, confesando mucha gente, acudiendo al gobierno de los colegiales, atendiendo a la prefectura de los estudiantes y a la congregación, y con todo esto buscaba siempre limosna para los pobres de la cárcel, para lo cual tenía algunas casas conocidas que iban por su rueda haciendo la comida los domingos, la cual el mismo iba a dar a los presos, sirviéndoles por su mano y haciéndoles despuésunaplática...(Mateos 1944:I,332).

Apesar de vivir sobre todo en ciudades españolas y de dedicarse a la formación de los criollos, debía conocer suficientemente el mundo indígena y así estuvo encargado de iniciar el colegio de caciques y de construir la casa de Santa Cruz en el pueblo del Cercado. Por eso, al iniciarse las visitas de extirpación, fue elegido para acompañar a los visitadores, como lo cuenta en su libro: "Aunque S. E. me tenía ocupado en dar principio al colegio de caciques y en la fábrica de la casa de Santa Cruz (...), me mandó salir a la visita, en la que acompañé año y medio al doctor Avendaño y algunos meses al doctor Francisco de Avila, y así lo que dijere será como testigo de vista o informado de persona de tanto más crédito que el mío" (Arriaga 1968 [1621]:299).

No me detengo a hablar en detalle del origen de las campañas de extirpación, ni de sus vicisitudes, ni de sus resultados. Pero es sabido que, a principios del XVII, cuando la mayoría de los indios había recibido el bautismo y parecían haber aceptado el culto católico, el cura cuzqueño Francisco de Avila, párroco en San Damián de Huarochirí, descubrió la persistencia del culto a la diosa Pariacaca y otras muchas formas de religión andina, como lo cuenta detalladamente en el prólogo de su Tratado de los evangelios (Avila 1646-1648). Araíz de ese descubrimiento, el Arzobispo de Lima Lobo y Guerrero organizó campañas para procesar a los indios que practicaban ocultamente su antigua religión. Tales procesos fueron como una Inquisición para indios, que estaban exentos de lajurisdicción del Santo Tribunal, con la diferencia de que los procesos iban precedidos de una misión religiosa para evangelizar a los indios, y de que éstos no podían ser condenados a pena de muerte, sino a otras penas menores. Sin duda estas visitas de extirpación respondían a una concepción de Iglesia y de Estado muy diferente a la actual. Se basaban en el supuesto jurídico que los indios, por haber recibido el bautismo, estaban sometidos como todos los cristianos a las leyes penales de la Iglesia en sus desviaciones, tanto en la doctrina como en el culto, y se iniciaron dentro del clima reinante de defensa de la unidad religiosa, que en España llevó a la expulsión de los moriscos y en muchos países de Europa ensangrentó los campos y ciudades por las guerras religiosas.

Hay que subrayar la importancia que tuvo Arriaga, por su libro La extirpación de la idolatría en el Perú (1621), en si stematizar aquella extraña forma de evangelizar que promovió el Arzobispado de Lima en la segunda y quinta década del siglo XVII, en torno a Francisco de Avila, a quien Arriaga acompañó personalmente unos meses, y al Arzobispo Pedro de Villagómez (1649), autor de las "Exhortaciones e instrucción acerca de las idolatrías de los indios", quien cita a menudo el libro de Arriaga. Este libro ha sido reeditado cuatro veces en el siglo XX: Buenos Aires 1910 en la edición facsimilar de Pedro N. Arata; Lima 1920 en la Colección de libros y documentos referentes a la historia del Perú; Madrid 1968 en la Biblioteca de Autores Españoles por Francisco Esteve Barba en Crónicas peruanas de interés indígena; y Cuzco l999 en el Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas" por Henrique Urbano. Sobre el contenido del libro, Arriaga escribe en el prólogo:

"Aunque no va esta relación dividida en partes se podrá reducir a tres. La primera, que ídolos y huacas tienen los indios, qué sacrificios y fiestas les hacen, que ministros y sacerdotes tienen en su gentilidad e idolatría el día de hoy. La segunda, las causas de no haberse desarraigado entre los indios, pues son cristianos e hijos y aun nietos de cristianos, y los remedios para extirpar las raíces de este mal. La tercera, la práctica muy en particular de cómo se ha de hacer la visita para la extirpación de estas idolatrías" (Arriaga 1968:194).

Este artículo tiene tres puntos, que corresponden a las tres partes del libro, si bien comienza por la tercera, que trata de cómo se hacían las visitas y de que técnicas y métodos de investigación empleaban los visitadores para descubrir la religión andina que querían desarraigar.

 

Realización de la visita y sus métodos de investigación

Como se dijo, el libro de Arriaga es un manual de la visita. En su parte tercera el jesuita describe, paso a paso, el desarrollo de ésta, a base de su experiencia de casi dos años de misionero acompañando a los visitadores. La minuciosa descripción presenta el contenido de los doce sermones de la misión, la distribución del tiempo y horario de la visita, los cuestionarios que debían utilizarse para el interrogatorio de acusados y testigos, los principales actos públicos que debían realizarse durante la visita (entrada solemne, acto central con el auto auto de fe, fiesta de la Cruz), etc. Como ejemplo, resumo la celebración de dicha fiesta de la Cruz. Desde un sitio previamente señalado se emprendía la procesión de todo el pueblo hacia la iglesia, llevando un Cristo crucificado. Los sacerdotes andinos confesos "con su candela en la mano y soga en la garganta y los más culpables con corazas" constituyen una parte importante del cortejo y asisten a la misa que se celebra a continuación en primera fila. Después del sermón, cada uno de los ministros de la "idolatría" se dirige al pueblo para reconocer públicamente que "les han traído engañados y que todo lo que les han dicho es mentira y que, en adelante, no les llamen para ofrecer a las Huacas". Acabada la misa, se realiza una segunda procesión, cantando en quechua la letanía de la cruz y yendo los ministros en la misma forma de penitentes. Así se hacía una solemne adjuración de las idolatrías y, en recuerdo de ésta, se colocaba una cruz en la plaza, y cada año el día litúrgico de la Exaltación de la Cruz (14 de septiembre) debía hacerse una fiesta con misa y procesión (Arriaga 1968:255). En este contexto religioso-judicial, Arriaga expone una peculiar metodología para investigar las religiones indígenas. Esta contiene observaciones útiles para un misionero y para un policía, pero también para un científico social, que llega a una comunidad con su diseño de investigación. Son aprovechables los consejos sobre la exacta anotación de la idolatría que se descubre en tal pueblo y en tal fecha y sobre la anotación en otro cuaderno de la idolatría que, incidentalmente, se descubra en otros pueblos; las observaciones que se hacen para lograr que los caciques, los ministros y los demás miembros de la comunidad se presten a comunicar la información; y hasta el modo de vencer la desconfianza que despierta todo juez puede ser útil, pues es sabido que la antropología se ha hecho, casi exclusivamente, por miembros de la otra sociedad, a la cual la sociedad nativa sigue teniendo recelo. Pero sobre todo son aprovechables las guías de entrevista para descubrir la religión andina, como el siguiente cuestionario de treinta y siete preguntas con el que se examinaba a los "hechiceros" y testigos en la visita. Se pregunta primero si el interrogado es originario del pueblo o foráneo, aunque hayan nacido ya en el pueblo tanto él como sus padres y abuelos, lo cual es clave para determinar el ayllu al que pertenece y que trae como consecuencia que los originarios veneran más a las huacas y los foráneos a los malquis:

"1. (...) se ha de preguntar al indio si es Llacuaz o Huari, y llaman Huari o Llactayoc al que es natural de aquel pueblo y todos sus antepsados lo fueron, sin tener memoria de haber venido de fuera, y Llacuaces llaman a los que, aunque sean nacidos en aquel pueblo ellos y sus padres y sus progenitores, vinieron de otras partes. Y así se conserva en los ayllos esta distinción en muchas partes, y los Llacuaces, como gente advenediza, tienen menos huacas y adoran mucho y veneran sus malquis que (...) son los cuerpos de sus progenitores. Y los Huaris, que son fundadores, como gente cuya fue la tierra y fueron los primeros pobladores tienen muchas huacas, y los unos y los otros cuentan sus fábulas, las cuales dan mucha luz para saber su idolatría (...).

Una vez conocida la situación desde la que habla el interregado, hay que averiguar todo el sistema religioso, que está integrado, como cualquier religión, por creencias, ritos, formas de organización y normas éticas. Las preguntas dos a veinte se refieren a la creencia en las huacas, primera categoría de seres sagrados del panteón. Se trata de averiguar sus nombres, sus mitos de origen, su especialización en la protección que otorgan, la organización del culto en torno a ella y su ubicación para que el visitador pueda examinarla:

2. Cómo se llama la huaca principal de este pueblo que todos adoráis.

3. Esta huaca es algún cerro o peñasco grande o piedra pequeña, y sacalle las más circunstancias y señas que pudiere de ella.

4.   Esta huaca tiene hijo que sea piedra y huaca como ella, o padre, hermano o mujer. (Esta pregunta se les hace porque siempre todas las huacas principales tienen sus fábulas de que tuvieron hijos y fueron hombres que se convirtieron en piedra, etc.).

5.     Quién guarda esta huaca.

6.Quémáshuacaadoranenestepueblo.

7. Qué huaca adoran para las chacras y para el maíz o para papas o qué huacas adoran para el aumento del ganado o de los cuyes.

8.  Si tiene Cocamama o Zaramama.

9. Qué huancas (éstas son otro modo de huacas) adoran en sus chácaras para el aumento de ellas que llaman chacrayoq.

10.  Qué puquios o lagunas adoran.

11.   Cómo se llama su paqarina, porque siempre la suelen adorar.

12.   Cómo se llama el marcayoq o marcachara, que es como el patrón y abogado del pueblo, que suele ser algunas veces piedra, y otros cuerpo de algún progenitor suyo, que suele ser el primero que pobló aquella tierra (...).

13.   Cómo se llama la huaca que adoran para las lluvias, que algunas veces suele ser piedra y otras el rayo, y aunque digan que se llama Lliviac, se les ha de preguntar si es de piedra.

14.   Cómo se llama la huaca que adoran para que las acequias no se quiebren.

15. Quéhuacaadoranparaquenollueva demasiado o para que llueva a su tiempo.

16.   Qué huaca adoran para que el maíz crezca bien y no le coma el gusano, de qué laguna traen cántaros de agua para rociar la chacra y pedir la lluvia; a qué lagunas tiran piedras para que no se sequen y vengan lluvias.

17. Aqué huaca ofrecen los nacidos de un vientre juntos, que llaman Chuchu o Curi, o al que nace de pies, que llaman Chacpa.

18.   Qué huaca es la del cacique, que siempre suele ser muy célebre.

19.  Qué huaca adoran cuando van a la mita de chacras, estancias, obrajes o minas para que vuelvan sanos y presto y los españoles no les maltraten y qué ceremonias usan en todas estas cosas.

20.  Háseles de preguntar diciendo dónde está la huaca y de qué marca, con qué vestido y con qué ornato y todas las demás circunstancias que se pudieren preguntar y saber, porque no den una cosa por otra, y una huaca fingida por esconder y quedarse con la verdadera, como ha acontecido muchas veces, y, si fuera posible, ir luego donde está.

Las dos preguntas siguientes inquieren sobre las otras dos creencias del panteón, los malquis y la conopas, y en las preguntas se indican no sólo los rasgos del culto que se desea conocer, sino también el énfasis que ha de ponerse para llegar a la verdad:

21.    Qué malquis adoran, que son los cuerpos de sus progenitores, y cómo se llama el padre y cuántos hijos tuvo y en qué partes los tienen, en qué cueva o machay y de qué manera.

22.  Qué conopa o chanca tiene, que es su dios Penate, y si es micuy conopa o zara conopa o llama conopa, si es conopa del maíz o del ganado y si todos los demás indios las tienen, lo cual es cosa certísima y en que se ha de instar mucho, porque se ha experimentado que más fácilmente descubre las huacas comunes que las particulares que cada uno tiene.

La pregunta 23 se refiere a las distintas funciones de los "hechiceros", las que se evidencian por el mismo nombre que se da a éstos, mientras que la 34 se refiere a cómo se consultaba a las huacas:

23.  Para examinar al hechicero en su oficio se le ha de preguntar si es villac o huacahuan rimac, que es lo mismo, el que habla con la huaca y le ofrece las ofrendas, o si es humu maxa, que es el más consultado y mingado, o rapyac, o socyyac, o moscoc, o pachacac, o azuac, o yanapac, o brujo, y si habla con el demonio y en qué figura se le aparece (...).

34. Preguntar al hechicero cuando iban a mochar la huaca, qué respuesta daba a los indios y cómo fingía que hablaba la huaca, y si dijere que cuando hablaba a la huaca se tornaba loco (que suelen decir muchas veces) si era por la chicha que bebía o por efecto del demonio.

Las preguntas 24 a 33 tratan de los ritos festivos, en los que siempre confesaban sus pecados a los hechiceros, de los ritos de transición, como el corte de pelo y el entierro, donde se alude al traslado clandestino de los muertos, que estaban enterrados en los templos, a los antiguos sepulcros o machays, y de los ritos de adoración a otros seres del panteón, como el Sol, el Rayo, los nevados, el mar, etc.:

24.   Háseles de preguntar de las fiestas que hacían, a qué tiempos y con qué ceremonias (...), porque suele haber variedad en diversas partes, y muy en particular si se han confesado con sus hechiceros (...).

25.  Qué días bebían y qué bailes bailaban, y qué cantos cantaban en las fiestas de las huacas, y dónde se juntaban a confesarse estos días con sus hechiceros, que suelen tener lugares señalados para este efecto que llaman cayan.

25.  (sic) Si tienen cuerpos muertos chuchus, que son los nacidos de un parto, o chacpa, los que nacen de pies, guardados en sus casas, o saben quién los tiene, y si a estos tales que murieron o están vivos los bautizaron, que suele no hacello.

26. Preguntar quién trasquiló a su hijo los cabellos y quién los tiene guardados (...).

27.   Los cuerpos muertos , que han desenterrado de las iglesias.

28. Averiguar qué lugares hay y dónde están, que llaman Apachita y Tocanca.

29.  Inquirir desde qué lugar y en qué tiempo adoran al Sol y al Rayo (...).

30. Siadoranlasierranevadayalamar cuando van a los llanos tirándose las cejas.

31.     Qué hechiceros tienen a su cargo echar las fiestas y ayunos y mandar hacer la chicha y enseñar a los mozos sus idolatrías y supersticiones.

32.     Si ponen parianas para guarda de las chácaras y quiénes son.

33.  Qué cosa ofrecen a las huacas y si tienen llamas (...) o chácaras, y quién es el mayordomo de las chácaras de las huacas, que llaman Pachacac.

Finalmente, las dos últimas preguntas tratan de averiguar las personas no bautizadas y la base económica del culto las huacas. En cuanto al primer punto, es interesante la formulación de la pregunta ( "con recato y prudencia "), que indica la general aceptación del bautismo, la posible excepción en la zona rural y su manipulación para los propios fines:

35. Inquirir con recato y prudencia si hayalgunaspersonasquenoestánbaptizadas. Porque suelen esconder algunos por no baptizados, especialmente en las estancias y en el campo. Y también ha sucedido, y yo lo he visto, decir a las indias, por descasarse de sus maridos, que no estaban baptizadas (...).

36.  A la postre se ha de preguntar por la hacienda que la huaca tiene; si tiene dinero, que éste suele estar en poder del que la guarda o en el mismo lugar de la huaca, si tiene oro o plata, huasas, chacras hincas, o tincurpas, o aquillas, con que les dan de beber, que casi todas las huacas las tienen" (Arriaga 1968:248-250).

Sin duda estos treintay siete puntos del cuestionario forman una guía de entrevista válida para un antropólogo de la religión andina. En mi larga experiencia docente me he encontrado con no pocos estudiantes que, al preparar su diseño de investigación, se detenían mucho en la presentación del problema, en el marco teórico de análisis, en la formulación de las hipótesis, en la selección de los informantes o en el tamaño de la muestra, etc., para terminar añadiendo que iban a aplicar una guía de entrevista o una encuesta, pero sin presentarlas detalladamente. Sin embargo, cualquiera que se dedique a la investigación social sabe que es básico construir muy bien la herramienta con la que se va a descubrir la realidad; dicha construcción exige, por una parte, conocer suficientemente el hecho social que se investiga, pues en caso contrario no se puede hacer preguntas, para lo cual debe leerse antes la etnografía existente sobre el lugar o sobre lugares parecidos, y por otra, conocer bien la teoría desde la que se quiere investigar, que también es parte de las preguntas que se formulan, pues de lo contrario no puede leerse la realidad con el enfoque elegido. Los cuestionarios de Arriaga tienen ya una base empírica sobre la religión andina persistente y, además, una base teórica sobre las razones de la persistencia, que eran el verdadero objeto de su investigación. Paso a exponer ambos puntos, que son la segunda y tercera parte de la ponencia.

 

La etnografía religiosa andina

En los primeros capítulos de la obra, del segundo al sexto, Arriaga ofrece una apretada síntesis etnográfica del sistema religioso andino, noventa años después de la conquista. En el capítulo segundo describe el panteón andino, donde señala tres categorías de seres sagrados, que son wakas, malquis y conopas. Llama la atención que no haga ninguna referencia al Dios creador, a pesar de que tanto Avendaño (1649) como Avila (1646-1648)hablarán en sus respectivos sermonarios del Dios creador andino. Esto quizás se deba a que Arriaga describe la religión popular andina de la sierra central, y en la religión popular el Dios creador, aunque se acepte, suele tener escasa importancia ritual, como sucede con muchos católicos populares que "creen en Dios y rezan a los santos".

Sobre las wakas, distingue entre wakas fijas y móviles. De las primeras enumera el sol (Inti o Punchao), la luna(Quilla), el trueno (Libiac o Hillapa), el mar (Mamacocha), la tierra (Mamapacha), los manantiales (Puquios), los ríos, los cerros, los nevados (Razu o Ritti) y a los ancestros (Paqarinas): De las wakas móviles dice: "de ordinario son de piedra y las más de las veces sin figura ninguna; otras tienen diversas figuras de hombres o de mujeres, y a algunas de estas wakas dicen que son hijas o mujeres de otras wakas; otras tienen figuras de animales. Todas tienen sus particulares nombres" (Arriaga 1968:202). La segunda categoría son los malquis, "que son los huesos o cuerpos enteros de sus progenitores gentiles, que ellos dicen que son hijos de las wakas, los cuales tienen en los campos en lugares muy apartados, en los machays, que son sus sepulturas antiguas, y algunas veces los tienen adornados con camisetas muy costosas y de plumas de diversos colores o de cumbi" (Arriaga 1968:203). La tercera categoría, las conopas, que son los ídolos familiares para la protección de la casa o de la chacra.

En el capítulo tercero, Arriaga describe los diferentes ministros o funcionarios de la religión andina, a los que da el nombre genérico de Umu o Laica. Se distinguen por las funciones que cumplen, y así hay sacerdotes que pueden hablar con las wakas o malquis y hacerles ofrendas (Wakapvillac o Malquipvillac), curanderos (Macsa),confesores (Aucachic), adivinos, que reciben diferentes nombres según la técnica de adivinación que utilicen (maíz, cuy, araña, sueños) y, finalmente, brujos (Cauchus), que pueden incluso causar la muerte a las personas. En el capítulo cuarto, enumera las principales ofrendas: chicha, llamas, cuyes, maíz, frutillas secas(espingo y aut), plumas de ave, polvos de color, conchas marinas (mullu), sebo de llama (bira), plata, coca, etc.

En el capítulo quinto, Arriaga describe los ritos festivos, que se hacen en honor de las wakas. En ellos se denominan a éstas: "Runapcamac o criador del hombre y otros nombres semejantes debidos a sólo Dios, y le piden que les dé salud y vida y de comer" y se hacen diferentes ofrendas, ayunos y confesiones de los pecados, para terminar bebiendo, bailando, cantando y danzando. Finalmente, en el capítulo sexto, se presentan los ritos de transición con motivo del embarazo, el nacimiento, la imposición del nombre, el corte de pelo, la colocación de huaras o pañetes, el matrimonio previo o tincunucuspa y la muerte. Allí mismo se recogen ritos impetratorios con distintos fines: la maduración de los frutos, conseguir el amor de una mujer, asegurar la maternidad, construcción de una nueva casa, protección durante un largo viaje, las neblinas o los eclipses.

En general, puede decirse que la etnografía que presenta Arriaga es minuciosa y se confirma con ejemplos de la rica experiencia de campo del autor, pero su base judicial, por más que fortalezca la exactitud del dato con las preguntas y respuestas concretas de varios informantes que facilitan la generalización, parece desvalorarla, al privarla de la simpatía y de la aceptación del punto de vista del investigado, que son propias de la buena etnografía. Además, en esta desvaloración influyen también el clima ideológico y teológico de la época; en efecto, a la apertura ante el humanismo propia de la primera época de la conquista americana, cuando el franciscano Bernardino de Sahagún hizo una etnografía religiosa azteca en su "Historia de las cosas de Nueva España" (1585?), sigue cierta intransigencia de la contrarreforma y el endurecimiento de la política religiosa española. Como ya observé, la extirpación de las idolatrías en el Perú se inicia precisamente poco después de la expulsión en España de los moriscos, la población musulmana que se bautizó después de la conquista de Granada para permanecer en el país, y Arriaga lo recuerda con sabor ajustificación: "donde más se echa de ver la dificultad que hay en que errores en la fe, mamados con la leche y heredados de padres a hijos, se olviden y desengañen, es en el ejemplo que tenemos nuevo delante de los ojos, es la expulsión de los moriscos de España", por más que concluya: "no ésta encancerado el mal en nuestros indios: fácil es el remedio al que desea curarse, como ellos lo desean, cuando le descubren su falta" (Arriaga 1968:195). Como ej emplo de la etnografía religiosa de Arriaga recojo su descripción de la confesión indígena, de la que éste habla en los capítulos tres y cinco:

"Aucachic, que en el Cusco llaman Ichuris, es el confesor; este oficio no anda solo, sino que siempre es anexo al Villac o al Macsa sobredicho. Confiesa a todos los de su ayllu, aunque sea su mujer e hijo. Estas confesiones son siempre en las fiestas de la wakas y cuando han de ir camino largo. Y son tan cuidadosos en su oficio que he topado yo algunos muchachos que nunca se habían confesado con sacerdote alguno de Dios Nuestro Señor y se había confesado ya tres o cuatro veces con estos ministros del demonio (...).

Durante el ayuno se confiesan todos, indios e indias, con los que tienen este oficio, sentados en el suelo el que oye y el que se confiesa, en lugares que suelen tener en el campo diputados para este efecto. No confiesan pecados interiores, sino de haber hurtado, de haber maltratado a otros y de tener más que una mujer (porque tener una, aunque sea estando amancebado, no lo tienen por pecado); acúsanse también de los adulterios, pero la simple fornicación de ninguna manera la tierra por pecado; acúsanse de haber acudido a reverenciar al Dios de los españoles y no haber acudido a las wakas. El hechicero les dice que se enmienden, etc. Y ponen sobre una piedra llana de los polvos de las ofrendas y hace que los sople, y con una piedrezuela que llaman Pasca, que quiere decir perdón, que la lleva el indio o la tiene el que confiesa, le refriega la cabeza con maíz blanco molido, y con agua le lavan la cabeza en algún arroyo o donde se juntan los ríos, que llaman Tincuna. Tienen por gran pecado esconder los pecados cuando se confiesan, y hace grandes diligencias para averiguarlo el confesor. Y para esto en diversas partes tienen diversas ceremonias. En unas, en llegando el indio al confesor (...), teniendo una cuentecilla del mullu con dos dedos de la mano derecha, levantando la espina hacia arriba, dice sus pecados y en acabando la da su al confesor, y él la toma, e hincando la espina en la manta, la aprieta hasta que se quiebre la cuenta, y mira en cuántas partes se quebró, y si se quebró en tres ha sido buena la confesión, y si se quiebra en dos no ha sido buena la confesión, y dice que torne a confesar sus pecados. En otras partes para verificar esto mismo toman un manojillo de hicho (...). En otras lo adivinan por la sangre de los cuyes, y en un pueblo cerca, atando las manos atrás al penitente cuando acaba de confesar y apretándoselas con un cordel, le hacía el confesor decir la verdad. Hoy dijo delante de mi un indio al visitador(donde se confirma que Arriaga no interrogaba, sino que era testigo presencial) que, dándole el confesor con un palo, le apretaba a que confesase todos sus pecados y otro, que dándole con una soga. Danles por penitencia los ayunos sobredichos de no comer sal ni ají, ni dormir con sus mujeres, y uno dijo que le habían dado este ayuno por seis meses" (Arriaga 1968:212-213).

 

Etnología religiosa andina

Llamo así a la reflexión sobre el hecho religioso descrito por el etnógrafo, para tratar de comprenderlo dentro de su propia lógica y para descubrir las leyes de funcionamiento. La etnología andina es especialmente útil para analizar la evangelización hecha por los misioneros y los mecanismos de resistencia cultural de los indios. A pesar de la cristianización intensiva de la población indígena, sobre todo después del fin de las guerras civiles y de la reducción general de los indios a pueblos ordenada por Toledo, las religiones nativas seguían vivas. Es cierto que el culto oficial cayó con el imperio, pero quedaban los cultos locales, cuyo desarraigo se trazó la extirpación. Arriaga analiza en su obra por qué había sobrevivido dicha religión nativa local. Su análisis se parece al de un antropólogo moderno que analiza el fracaso de un proceso de aculturación dirigida, y aunque Arriaga no maneja "naturalmente" ciertos conceptos y teorías, que crea la antropología cultural tres siglos después, no por eso su análisis deja de ser una explicación científica de un hecho social.

Arriaga desarrolla las raíces y causas de la idolatría, que hoy en día se halla entre los indios en los capítulos siete y ocho del libro y las amplía en el once, al hablar de los medios para desarraigarla. Para dicho autor, la causa del fracaso está en que no se han presentado de un modo adecuado las creencias y ritos de la nueva religión y, al mismo tiempo, se ha olvidado la capacidad de resistencia de las creencias nativas y de los hombres interesados en mantenerlas, sobre todo los ministros de idolatría y los curacas. Paso a exponer cada punto:

1) Desconocimiento de la doctrina por falta de catequesis. Aunque los muchachos asistan a diario y los adultos los miércoles y los viernes a la catequesis, como está mandado en las ordenanzas y sinodales, cuando la recitan bien, "es como papagayos, sin entender lo que dicen, y si les preguntan, responderán todos juntos, y si le preguntan a cada uno de por sí, de veinte sabe uno la doctrina, digo el texto de la cartilla, y de éste cuando muchachos saben más y cuando más viejos menos". Además, la catequesis a veces "se enseña con muchos errores, trastocando o mudando algunas palabras o letras (...), como en el credo por decir Hucllachacuininta, que es la comunión o junta de los santos, decir Pucllachacuininta, que es la burla o trisca de los santos ". Por otra parte, hay curas que no saben el quechua y hay demasiados pueblos en una sola doctrina. Por eso, Arriaga concluye:: "no hay muchacho, por pequeño que sea, que no sepa el nombre de la huaca de su ayllu, y aunque sólo sea por hacer esta experiencia, lo he preguntado a muchos, no me acuerdo que ninguno, por muchacho que fuese, me haya dejado de decir su huaca, y son bien pocos los que, preguntadosquiénesDiosy quién Jesucristo, lo sepan" (Arriaga 1968:218-219).

2)  Resistencia de la cosmovisión andina, sobre todo en lo referente al origen y fin del hombre. Arriaga constata que los indios "están persuadidos no sólo que los españoles proceden de un principio y los negros de otro, sino que cada ayllu y parcialidad de los indios tiene su principio y Pacarina " (cerro, fuente, etc.), al que rinden culto y del que conocen leyendas o mitos. Luego, aludiendo a las dificultades de la política de reducciones de Toledo, Arriaga observa. "Esta es una de las razones por que los indios están tan pertinaces y tercos en conservarse en sus sitios y pueblos antiguos y en volverse a ellos, cuando los reducen a otros pueblos, porque tienen a aquéllos por su patria y Pacarina ". En cuanto al fin, los indios siguen creyendo que "las almas de los que mueren van a una tierra que llaman Ypamarca (...); dicen que antes de llegar hay un gran río, que han de pasar por un puente de cabellos muy estrecho; otros dicen que los han de pasar unos perros negros, y en algunas partes los criaban y tenían de propósito con esta supersticiosa aprehensión y se mataron todos ". Esta creencia en perros negros que ayudan al muerto a cruzar por el río hasta el más allá se mantiene todavía y es confirmada por la moderna etnografía andina. Además, según Arriaga, en la sierra central no reconocen que en el otro mundo "haya de haber ni pena para los malos ni gloria para los buenos (...), no tienen conocimiento de la resurrección de los muertos" (Arriaga 1968:220).

Pero los indios no sólo conservaron sus creencias sobre el origen y fin, sino que reinterpretaron la predicación católica desde sus categorías politeístas y con el recurso al sincretismo, que es una forma de resistencia. En este sentido Arriaga presenta dos afirmaciones comunes en los indios que él califica de "errores":

"El primero es que entienden y lo dicen así, que todo lo que los padres predican es verdad y que el Dios de los españoles es buen Dios, pero que todo aquello que dicen y enseñan los padres es para viracochas y españoles, y que para ellos son sus huacas y sus malquis y sus fiestas y todas las demás cosas que le han enseñado sus antepasados y enseñan sus viejos y hechiceros; y ésta es (...) cosa muy repetida de sus hechiceros y así dicen que las huacas de los viracochas son las imágenes y que, como ellos tienen las suyas, tenemos nosotros las nuestras (...).

Otro error y más común que el pasado es que pueden hacer a dos manos y acudir a entrambas dos cosas. Y así sé yo donde de la misma tela que habían hecho un manto para que la imagen de Nuestra Señora, hicieron también una camiseta para la huaca, porque sienten y dicen que pueden adorar a sus huacas y tener por Dios al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo y adorar a Jesucristo; que pueden ofrecer lo que suelen a las huacas y hacelles sus fiestas y venir a la iglesia y oír misa y confesar y aun comulgar" (Arriaga 1968:224).

Tal reinterpretación sincrética se ha debido, según Arriaga, a no haber suprimido los misioneros las huacas ni otras ocasiones de "idolatrar" y a no haber comprendido las formas de resistencia religiosa de los indios. Luego enumera las huacas móviles (malquis, conopas, símbolos varios, instrumentos musicales, etc.), que debieron quitarse "de los ojos, que hubiera sido motivo para quitárselas también del corazón" Arriaga cree que donde ha habido "mayor descuido y remisión es en consentir y disimular sus borracheras y las juntas que hacen para ellas, especialmente en las mingas que llaman, para hacer sus chácaras o casas" y que tal disimulo se ha hecho por los intereses creados de las personas metidas en el negocio del vino, "falta que no es de todos, pero de los más". Finalmente, Arriaga se refiere a distintos casos donde los indios han camuflado sus ídolos y ritos bajo imágenes y ritos cristianos, como la fiesta del Corpus, que se celebra en honor de Oncoy, las llamas adornadas, que acompañan la procesión del Corpus y luego son sacrificadas a dos lagunas, las huacas escondidas en las peanas de los santos o debajo del altar, etc. (Arriaga 1968:223). Es sabido que estos camuflajes y ocultamientos eran formas de resistencia que se dieron realmente en la primera época de la evangelización; sin embargo, hay estudiosos que sostienen, sin mayor prueba empírica desde mi punto de vista, que siguen dándose entre los católicos quechuas; personalmente juzgo que, en aquella lucha entre las wakas y los "santos", éstos acabaron ganando, porque los indios fueron tomando conciencia de que los "santos" respondían con "milagros" a las súplicas de sus "devotos", y fueron haciendo suyos muchos rasgos del catolicismo popular español, que habían transplantado tanto los misioneros como los colonos españoles. Puede consultarse al respecto mi reciente trabajo sobre la importancia de los santos (Marzal 2002).

3) Descuido en el culto y en los templos,juntoconlaignoranciaquelosindios tienen sobre el sacramento de la eucaristía. Arriaga parte de la experiencia de que: "no ayuda poco, mayormente a la gente común, a tener estima de las cosas de la cristiandad, el ornato y aparato en el cultivo divino. Y siendo comúnmente los indios inclinados a la veneración y adoración de Dios, bien se deja ver cuán poco ayuda tienen (...), por la negligencia que hay en le ornato exterior de los templos y celebridad de los oficios divinos" (Arriaga 1968:221).

Además, sostiene que hay dinero suficiente, por el que se saca cada año de los tributos para la Iglesia y porque "los indios acuden con facilidad a semejantes gastos, o haciendo algunas chácaras para tal efecto o de otras maneras, si hay quien los alienta a ello" (Arriaga 1968:236). También aquí se trata de un factor que debió darse sobre todo al comienzo, porque la Iglesia, a lo largo del período virreinal, hizo un gran esfuerzo tanto en la construcción de templos, que siguen siendo la admiración de los turistas que llegan a remotos pueblos, lo cual se facilitó con la gran colaboración de los indios que ya observa Arriaga, como en la organización del culto, que se llegó a arraigar profundamente en la vida del pueblo, al punto que Mariátegui (1928), aunque concluya sin mayor prueba que "el paganismo aborigen subsistió bajo el culto católico", llegue a decir enfáticamente que:

"el catolicismo, por su liturgia suntuosa, por su culto patético, estaba dotado de una actitud tal vez única para cautivar unapoblación que no podía elevarse súbitamente a una religiosidad espiritual (...). Los misioneros no impusieron el evangelio; impusieron el culto, la liturgia, adecuándolos sagazmente a las costumbres indígenas" (Mariátegui 1928:149-150).

4) Resistencia de los sacerdotes andinos y curacas. Los primeros, que, según Arriaga, eran al menos el diez por ciento de la población, se oponían por ser afectados en sus intereses:

"Otra causa se puede dar próxima de las idolatrías que se hallan entre los indios, que es los muchos ministros y maestros que tienen de ellas, como se ve en los que han sido descubiertos y penitenciados en todos los pueblos. Y hecha la cuenta de todos, mayores y menores, de ordinario se halla para diez indios, y para menos un ministros y maestro. Cada ayllu y parcialidad tienen sacerdotes particulares y acontece no haber quedado en el ayllu más que tres o cuatro casas, y éstas tienen una huaca y sacerdote particular (...). Bien se deja entender que, teniendo como tienen tantos maestros, que en todas ocasiones y en todas partes les están repitiendo las cosas que aprendieron con la leche y que son conforme a su capacidad e inclinación, y no teniendo quien les enseñe los misterios de nuestra fe, que son tan superiores a su entendimiento, sino como dice el refrán: 'Tarde, mal o nunca', cuánta ignorancia tendrán en las cosas de la religión cristiana y cuán enseñados y actuados estarán en las cosas de su gentilidad" (Arriaga 1968: 221).

Para remediar esto, Arriaga propone tres medios: examinar a los curanderos "(ambicamayos), para que, quitando lo que es supersticioso y malo, se aprovechen de lo que es bueno como es el conocimiento y uso de algunas yerbas y de otros simples "; ayudar con alguna limosna a dichos sacerdotes, porque "los más de ellos son muy pobres y viejos y que no ejercitan el oficio sino para tener que comer "; y a los más peligrosos, recluirlos en la casa de Santa Cruz, "que la temen grandemente ", o en un centro similar en los demás obispados, o repartirlos en los conventos o en hospitales porque "el quedar estos viejos en sus pueblos es el mayor daño y la principal causa de sus errores" (Arriaga 1968:228). En cuanto a los curacas, observa Arriaga:

"Otra causa para conservar la idolatría entre los indios (...) es la libertad de los curacas y caciques en hacer lo que les parece y el cuidado y solicitud en honrar y conservar los hechiceros, esconder sus huacas, hacer sus fiestas, saber las tradiciones y fábulas de sus antepasados y contallas y enseñallas a los demás. Y si ellos fuesen lo que debían ser, sería el único medio para desterrar la idolatría, porque ellos hacen de los indios cuanto quieren y si quieren que sean idólatras, serán idólatras, y si cristianos, cristianos, porque no tienen más voluntad que las de sus caciques y ellos son el modelo de cuanto hacen" (Arriaga 1968:222).

Sin duda, los caciques o curacas, que tenían un gran poder, heredado de la tradición cultural y reforzado por el régimen colonial español, que los había convertido, junto a los alcaldes, en intermediarios indígenas, fomentaban la idolatría, de forma más o menos encubierta, para alimentar la conciencia étnica entre los indios. Para asegurar la mediación de los curacas en la tarea evangelizadora, Arriaga aconseja no abusar nunca de ellos y ganárselos con dones, porque "ganada la puerta de los curacas, no hay dificultad en descubrir todas las huacas e idolatrías, y aconseja, además, educarlos en la policía y la religión cristiana" desde niños, en el colegio de caciques del Cercado de Lima y en otros dos colegios que el rey había ordenado abrir en Cuzco y en Charcas.

En síntesis, puede decirse que, bajo estas causasy ob servaciones que Arriagahace sobre la supervivencia de la religión nativa, hay muchos conceptos y teorías etnológicas y muchas técnicas del cambio dirigido, que la antropología cultural norteamericana va a desarrollar durante el siglo XX; por eso, el análisis de Arriaga para explicar el poco éxito de la cristianización indígena hasta ese momento tiene seriedad científica.

No quiero terminar esta ponencia sin referirme al amplio y bien documentado estudio introductorio de Urbano (1999) en su edición de Arriaga para explicar el nacimiento de las campañas de extirpación promovidas por el arzobispo Lobo y Guerrero y el Sínodo de 1613, y en concreto a su hipótesis de la construcción retórica de la sociedad carcelaria andina (Urbano 1999: CXVI-CXXIV) que, en mi opinión, contiene puntos discutibles. Urbano, recurriendo a los conceptos de "discurso" antiidolátrico y de "invención" de un grupo social, trata de armar el rompecabezas de los hechos para explicar cómo nace la extirpación. Parte de que, a comienzos del XVII, "la construcción de una sociedad virreinal con grupos diferenciados y con fronteras simbólicas bien diseñadas no planteaba inconvenientes, ni tenía que vencer obstáculos mayores. Al contrario, social y políticamente, la administración colonial y la Iglesia viven en armonía" (Urbano 1999: CXX). En efecto, era la construcción de una sociedad culturalmente mestiza y de un reino con dos repúblicas, que tenían una relativa autonomía política y cultural, pues a los indios se les permitía conservar sus costumbres y sus instituciones no contrarias al proyecto político del virreinato, según la real cédula de 1555, así como conservar ciertas prácticas religiosas no contrarias al evangelio, según el planteamiento del De procuranda de Acosta. Luego Urbano se pregunta qué significa la "extirpación de la idolatría" en medio de dos formas sociales armoniosas y complementarias y responde:

"En primer lugar, Avila y el clero secular del arzobispado buscan ser reconocidos en sus funciones de actores sociales y difusores de la doctrina christiana. Esta tendencia se venía poco a poco dibujando desde el Tercer Concilio limense y se consolida a comienzos del XVII con Lobo y Guerreo. Item, la Compañía de Jesús abarca la gran mayoría de los campos hasta ese entonces ocupados y definidos por otras órdenes religiosas. En Lima, la instalación del colegio-cárcel para indios idólatras y la implantación de instituciones educativas para distintos grupos sociales da a los teatinos una responsabilidad social que las otras formaciones religiosas desempeñaron hasta el Tercer Concilio limense en forma improvisada, intuitiva y luego algo relajada en muchos casos. Item, la existencia de idólatras aparece como el último recurso para afirmar la cohesión de la sociedad virreinal. Con los indígenas-idólatras y con el colegio-cárcel, el poder político y religioso virreinal puede atraer la atención de los grupos y personas hacia lo que los unen. En ese sentido, el indígena idólatra y la institución colegial-carcelaria, guardan los residuos de lo que Todorov llama el otro. Entiéndase: la institución antiidolátrica no denuncia al indígena para reconocer al Otro, sino más bien para fortalecer la igualdad o identidad de la sociedad colonial" (Urbano 1999:CXXI).

Personalmente, estoy de acuerdo con las dos primeras respuestas, que reflejan el dinamismo y los conflictos de la naciente Iglesia virreinal y sobre las que hay abundante documentación fácil de interpretar. En cambio, me parece más discutible la tercera respuesta y su interpretación de los hechos. Apoyo mi postura en que las visitas de extirpación fueron un acontecimiento bastante restringido tanto en el espacio, pues se limitaron casi únicamente al arzobispado de Lima, como en el tiempo, pues se realizaron sobre todo en la segunda y quinta década del siglo XVII, y así no se pueden pensar como mecanismo de identidad de toda la sociedad colonial. Por otra parte, el nacimiento de las visitas se debió a los descubrimientos de Avila, que supo canalizar lo que muchos, en el clima de la expulsión de los moriscos a la que se alude Arriaga, pensaban sobre la persistencia de formas religiosas contrarias al bautismo recibido y sobre la ineficacia, para solucionarla, de la política de destrucción violenta de la primera hora por misioneros y conquistadores, así como de la política de tolerancia posterior que esperaba que dichas formas religiosas fueran desapareciendo poco a poco. Por eso, se implementa una política sistemática de desarraigo de las supervivencias religiosas en indios que eran hijos y aun nietos de bautizados. Finalmente, el colegio-cárcel, los mismos colegios de caciques y la importancia de la confesión general que se practicaba a menudo con ocasión de las misiones con que se iniciaban las visitas pueden explicarse perfectamente por razones propias vinculadas a las prácticas ascético-jurídicas y a la pedagogía y espiritualidad jesuitas, sin necesidad de postular un discurso antidolátrico o una invención del indio.

 

Referencias Citadas

Arriaga, P. J. de 1968 [1621] La extirpación de la idolatría en el Pirú. Editado por F. Esteve. Crónicas Peruanas de Interés Indígena. Biblioteca deAutores Españoles, Madrid.        [ Links ]

Avendaño, F. de 1649 Sermones de nuestra santa fe católica en lengua castellana y general el Inca. Jorge López Herrera, Lima.        [ Links ]

Avila, F. 1646-1648 Tratado de los evangelios. 2 Vols., Lima.        [ Links ]

Mariategui, J. C. 1928 Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Lima: Amauta.        [ Links ]

Marzal, M. M. 1981 Pablo José de Arriaga (1564-1622). En Historia de la antropología indigenista. México y Perú,pp.381-392. Pontifi ci a Uni ver si dad C atóli ca del Perú, Lima.        [ Links ]

1992 Pablo José de Arriaga (1564-1622). En La utopía posible. Indios y jesuitas en la América colonial Vol. 1, pp.269-290. Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima.        [ Links ]

2000 Los santos y la transformación religiosa en el Perú colonial. Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas", Cuzco.

Mateos, F. (Editor) 1944 Historia general de la Compañía de Jesús en la provincia del Perú. 2 Vols., Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid.        [ Links ]

Urbano, H. (Editor) 1999 La extirpación de la idolatría en el Pirú, por P. J. de Arriaga (1621). Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de las Casas", Cuzco.        [ Links ]

Villagómez, P.m 1919 [1649] Exhortaciones e instrucción acerca de las idolatrías de los indios. Horacio Urteaga y Carlos A. Romero, Lima.        [ Links ]

 

Nota

1. El religioso de San Jerónimo que iba en el mismo galeón cuenta: "no se ahogó, porque junto a la chalupa, con un Christo entre sus brazos, con el cual había animado toda la gente del galeón, y esforzado a que muriesen como buenos cristianos, después de haberlos confesado, se arrimó, vestido con su sotana y un manteo de anascote, y allí hincado de rodillas, los ojos clavados en el Christo que tenía entre sus brazos, dio su alma a Dios" (citado por Urbano 1999: CXXXIX).

 

 

VICTORIO MACHO, ENTRE PALENCIA Y PERÚ, SU MONUMENTO A GRAU

$
0
0

http://jabenito.blogspot.com.es/2014/03/unamuno-victorio-macho-desde-el-peru.html

Palencia redescubre a Victorio Macho

  • Una exposición abierta en el Centro Cultural Provincial reúne 68 obras que resumen su trayectoria FERNANDO CABALLERO 26 julio 2016  23:05


    Victorio Macho es el escultor de los retratos y de los monumentos. Mostrar una pequeña selección de obras que encajan con este perfil es el objetivo de la exposición que se inauguró este martes en el Centro Cultural Provincial. La muestra reúne 68 piezas procedentes de los fondos de la Diputación (25), el Ayuntamiento (19), la Real Fundación de Toledo (23)y la Fundación Eugenio Fontaneda (1).

La exposición 'Victorio Macho. Cincuenta años después' ofrece un recorrido vital y artístico por la obra del escultor, del que este año se conmemora el quincuagésimo aniversario de su muerte. La muestra se abre con una serie de bustos que representan el entorno familiar de Victorio Macho, «independientemente de las fechas de estas obras», según destacó Rafael Martínez, que ha coordinado el equipo de comisarios, formado también por Luis Alonso y Rafael del Valle. En este grupo de bustos se encuentra el de la primera mujer de Victorio Macho, María Martínez Romarate, una obra poco conocida y que no se había expuesto en Palencia. También se pueden ver varias representaciones de la madre del escultor, entre las que destaca un interesante yeso patinado –propiedad de la Diputación– del busto y del torso, que contiene un medallón que representa al propio escultor. Bustos del padre y de la madre y una máscara del hermano Marcelo completan esta sección, junto a un retrato de la madre realizado al óleo que no está firmado, pero que, según Martínez, pudo haberlo pintado Macho por el parecido que existe en el rostro con sus esculturas. Esta primera parte incluye un buen retrato del escultor pintado por Maroussia Valero propiedad de la Real Fundación de Toledo.

Este arranque de la exposición marca la importancia que adquirió la familia en la obra de Macho, que en 1906 llegó a Madrid, tras una estancia en Santander que cubrió gran parte de su infancia y adolescencia. En esa primera juventud se forja un sólido perfil como pintor y sobre todo como escultor. «En esta primera etapa, Macho resulta un gran pintor realista que triunfa con los retratos de los amigos, pero aún se encuentra muy influido por los tipos populares de la gente del pueblo, un estilo que es común a la generación de pintores de 1898 s finales de los años veinte», explica Rafael Martínez.

Estos personajes son 'La niña vasca', 'Cabeza de Danielillo', 'El marinero vasco'–propiedad de la Fundación Eugenio Fontaneda– o 'Busto de mujer', además de unos excelentes dibujos que representan a un pastor, el campanero, 'El nieto de Sancho', 'La virgencilla morena' o 'Mirentzu'. En estos dibujos ya se percibe la maestría de Victorio Macho en esta técnica.

En 1916 el artista palentino recibe el encargo del sepulcro del doctor Llorente para la sacramental de San Justo de Madrid. La revista 'La esfera' publica una buena crítica de esta obra destacando su calidad. Se inicia así el tercer capítulo de la exposición, titulado 'La consagración', porque a raíz de esa crítica Macho comenzó a recibir encargos de lo que serían sus primeras grandes obras, de las que se exponen el boceto de Victoria del monumento a Juan Sebastián Elcano en Guetaria (Guipuzcoa), los monumentos a Benito Pérez Galdós para el parque del Retiro de Madrid y para Las Palmas de Gran Canaria, el de Ramón y Cajal del Retiro –del que se exhibe un dibujo de la fuente, un boceto de la escultura principal con los puntos que fijaba el autor para esculpir las proporciones y una fotografía–, además de un busto de Ramón y Caja, de Concha Espina y de Miguel de Unamuno. Todos ellos confirman las excelentes relaciones que mantuvo Macho con destacas figuras de la vida cultural, científica y literaria. La potencia del dibujo se evidencia de nuevo en 'Cabeza de adolescente', 'Retrato de caballero', 'Retrato masculino' y otro de Valle-Inclán, todos ellos pertenecientes a esta época de consagración en la que no faltan dos dibujos de un monumento que no se llegó a ejecutar dedicado a Beethoven. «Macho se va consagrando. Participa en la Exposición de Artistas Ibéricos e ingresa en 1936 en la Academia de Bellas Artes de San Fernando», según Martínez.

En 1926, Macho recibe el primer encargo para Latinoamérica, el monumento a Eugenio María de Hostos, en Puerto Rico. En 1936 recibió otro encargo de un monumento a Sebastián Belalcázar para Cali (Colombia), y de este mismo personaje otro para Popayán (también en Colombia). Fue precisamente este el que montó cuando abandonó España tras la Guerra Civil a través de París. Macho, aprovechando estos encargos, inició lo que algunos consideran su etapa de exiliado, en la que ejecutó grandes monumentos, como el de Belisario Porras en Panamá, del que se exponen los modelos de la 'Libertad' y la 'Democracia'; otro del de Sebastián Belalcázar de Popayán; el almirante Grau de Lima, con el modelo de la 'Victoria alada' y un torso con cabeza; el boceto del grupo ecuestre del monumento a Bolívar en Caracas, que no se llegó a ejecutar, y un yeso patinado del sepulcro de los Bolívar, también en Caracas, que sí se realizó.

De esta época son también dibujos de personajes nativos, entre los que se encuentra un excelente desnudo titulado 'La diosa'. «La americana supone una etapa de grandes monumentos que tardaba dos o tres años en ejecutar, además de varias exposiciones que celebró en diferentes ciudades», señala Rafael Martínez.

En 1952, Victorio Macho regresa de este llamado exilio. Mantiene relaciones correctas con el régimen –uno de los bustos que se expone es el de Blas Pérez, ministro de la Gobernación de uno de los gobierno de Francisco Franco–. De esta etapa es el monumento a Menéndez Pelayo de la catedral de Santander, el de Jacinto Benavente en el Retiro, del que se expone la cabeza de la comedia, un busto de Gregorio Marañón y un dibujo de este sentado y un boceto de otro monumento que no llegó a ejecutarse, el de San Juan de Cruz.

El último capítulo está dedicado a la presencia de Victorio Macho en Palencia, con un bronce de Zoila Barrós Conti, la segunda mujer y la que donó una gran cantidad de obras entre dibujos y yesos, que se repartieron el Ayuntamiento y la Diputación y que son la base de esta exposición, además de los de la Real Fundación de Toledo. Un boceto del Cristo del Otero y una fotografía del monumento a Alonso Berruguete, el último que realizó el escultor palentino, completan la muestra, que no olvida una imagen de la capilla del Otero, donde fue enterrado por expreso deseo suyo cuando falleció en 1966.

La exposición incluye un ejemplar de la monografía que Juan del Encina dedicó a Macho en 1926 y que editó el propio escultor a través de la editorial Victoria, y un ejemplar del discurso de ingreso en la Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1936.


Lima la Única


Conferencia: "Victorio Macho, el escultor que perennizó a Grau"

Posted: 27 Sep 2016 09:30 AM PDT

Este viernes 30 de septiembre se realizará la Conferencia "Victorio Macho, el escultor que perennizó a Grau" en el Salón de PROLIMA, ubicado en el Jr. Ancash 231, Centro Histórico de Lima, a partir de las 7 pm. Este evento es organizado por Lima la Única y es auspiciado por PROLIMA – Programa Municipal para la recuperación del Centro Histórico de Lima, y el Ayuntamiento de Palencia, España por medio de su Concejalía de Cultura, y forma parte de una serie de actividades a nivel mundial por los 50 años del fallecimiento del escultor español que dejó un importante legado también en nuestro país.


Viewing all 1711 articles
Browse latest View live


<script src="https://jsc.adskeeper.com/r/s/rssing.com.1596347.js" async> </script>