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Doce arequipeños cristianos ejemplares. Emilio Garreaud

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Por una Sociedad Reconciliada | Testimonios de vida cristiana en Arequipa

POR UNA SOCIEDAD RECONCILIADA | Testimonios de vida cristiana en ArequipaP. EMILIO GARREAUD INDACOCHEA
PÁGINAS: 121
PRECIO: S/. 9.00

Universidad Católica San Pablo, Arequipa

 ¿Para qué sirve la Doctrina Social de la Iglesia? Se interrogan no pocos católicos y muchos que no lo son. Se ha llegado a pensar que un buen recetario de excelentes intenciones pero que nunca dieron frutos. 

Tenía que ser Arequipa, la Roma del Perú, mística y guerrera, la que ofrezca esta selección de 11+1 o de doce apostóles de vanguardia, sabia y espiritualmente perfilados por el doctor y P. Emilio Garreaud.

Como señala en su introducción, el libro busca difundir aspectos de la vida de algunos arequipeños que a lo largo de su existencia fueron modelo de compromiso con la Iglesia y la sociedad. Desde su vocación cristiana, trabajaron por propagar la fe en Arequipa y en los lugares en los que les tocó vivir debido a sus distintas ocupaciones. Se trata de doce personajes que dedicaron su vida al servicio de los demás.

Bien documentado, escrito con sencillez, profundidad, con unción y amenidad, confieso que me ha encantado leerlo y que sería muy feliz de que fuese leído por miles de personas especialmente los líderes y particularmente los jóvenes. 

  1. Hipólito Duhamel
  2. Emilio Lissón
  3. María Nieves y Busamante
  4. Mateo Crawley-Boevey
  5. Mariano Holguín
  6. José Miguel de la Rosa
  7. Francisco Cabré
  8. Juan Gualberto Guevara
  9. Arturo Villegas
  10. José Luis Busamante y Rivero
  11. Víctor Andrés Belaúnde
  12. Juan Vidaurrázaga


EL PÁRROCO DE CANDARAVE, PABLO CUADROS, INFORMA DE LA INSURRECCIÓN DE CATARI Y TÚPAC AMARU

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EL PÁRROCO DE CANDARAVE, PABLO CUADROS, INFORMA DE LA INSURRECCIÓN DE CATARI Y TÚPAC AMARU

José Gabriel Condorcanqui se sublevó en Tinta, el 4 de noviembre de 1780. Del Altiplano descendieron hacia Tarata alrededor de 1.500 insurgentes acaudillados por Juan Buitrón, que se desplazaron por las alturas del departamento sembrando el pánico entre la población fidelista.

Aparecieron en Candarave, después hacia Curibaya, Ilabaya y Locumba, deteniéndose en Sitana para ganar mayores adeptos a la causa. Por entonces, la cacica Catalina Chuquimia y los indígenas principales del cacicazgo de Ilabaya se mantuvieron al margen de la rebelión.

Los jefes insurrectos Alí y Buitrón con sus huestes iniciaron el retorno por los lugares donde habían pasado, cobraron cupos de guerra y sancionaron a cuantos no manifestaron abierta adhesión al movimiento insurreccional. La población de Tarata fue saqueada por las masas exaltadas; Buitrón resolvió encaminarlas hacia el sur, llegando a Codpa, hoy de Chile, donde sacrificaron al cacique Diego Felipe Cañipa por su actitud desafiante y condenatoria a los insurgentes y a todo el movimiento tupacamarista. El cacique fue torturado cruelmente y murió dando vivas al rey de España.

Se sabe que en la región del Desaguadero se identificó a uno de los parientes de los Lupistaca de Ilabaya como fidelista al régimen colonial por lo que fue duramente castigado. Muchos españoles y criollos huyeron de la región de Ilabaya buscando refugio en Moquegua, Sama y Tacna. Otros se replegaron para atrincherarse en algunos sectores del valle en defensa de sus vidas y los bienes que detentaban. Todo esto sucedió entre los meses de enero o marzo de 1781.

S. O ´Phelan da una doble lista de 26 caciques rebeldes y otros tantos leales a la Corona en su obra Un siglo de rebeliones anticoloniales. Perú y Bolivia. 1700-1783 CBC, Cusco, 1988, p.229. En la misma, no incluye ningún cacique de la demarcación territorial que estudiamos.

Gracias a una carta del párroco de Candarave Pablo Cuadros a su obispo Monseñor Abad Illana por el año 1784 (celosamente custodiada en el Archivo del Ministerio de Asuntos Exteriores, TC-3, Caja 405) conocemos sus pormenores. La publiqué en CUSICANQUI LINARES S.-BENITO RODRÍGUEZ, J.A. Candarave: Memoria y pasión de una provincia andina GRACU, Arequipa, 1996

http://jabenito.blogspot.pe/2013/05/candarave-memoria-identidad-y.html

Informe del cura Pablo Cuadros de Candarave sobre sucesos deinsurrección en su jurisdicción

Muy Ilustre Deán y Cabildo:

 El Licenciado Don Pablo Cuadros, cura propio y Vicario de la Doctrina deCandarave, como más haya lugar en derecho, (com)parezco ante V.S. y digo: que en ejecución del superior orden de V. Señoría y deseoso de cumplir conlas obligaciones de mi cargo, tomé la resolución de mi salida y transporte a ladicha mi doctrina y estando ya cerca de ella recibí la noticia por un mozo de micasa de la repentina venida de Catari (monstruo cruel) que acababa de entrar aJuli haciendo destrozos conmoviendo los pueblos y alborotando los lugaresmás retirados y quietos, repartiendo emboscadas de indios por todos loscaminos, términos de mi jurisdicción. Así mismo, comisionados y capitanes atodos los pueblos con orden de exterminar a cuantos españoles o mestizosencontrasen sin excepción de sexos ni edades; igualmente a los caciques eindios que puntualmente no obedeciesen, cuyos mandamientos efectivamentese han cumplido hasta Chucuito, cuya ruina ha sido tan notoria.

Sin embargo de esta noticia, y la antecedente, que tuve de estar ya mis indiosinficionados con el contagio del Rebelde Túpac Amaru, a quien en virtud de sucarta por las Carnestolendas rindieron obediencia y como constituidos yavasallos suyos se convocaron contra el Corregidor y españoles de Tacna.Determinado, aunque con bastante cuidado y susto, proseguía a entrar a midoctrina anticipando aviso de mi llegada, cuando con cautelosa malicia, elAlcalde, por una esquela me respondió recibirme gustoso, y preguntando a lospropios canaris de las novedades del Pueblo no querían darme razón algunahasta que un indiecito, de gran inclinación y amor que me tenía, dijo la mañanade mi entrada, a distancia casi de una legua, que toda la noche estuvieron losindios en el pueblo en un alboroto terrible, alistando gente con ocho capitanesnombrados, que la mitad de la tropa había bajado a Tarata. Las mujeresestaban en un llanto, alaridos y lamentos, y esta misma noche se entraron paraTarata muchos indios de Catari, mataron al cacique y a varios españoles yluego pasaron propios para el Pueblo a alistar gente y que tal vez podía
suceder alguna avería conmigo. Con esta razón, desmayado el ánimo,
retrocedí con extremada carrera padeciendo mil trabajos y penalidades hasta laVilla de Moquegua, librando la vida del peligro nunca imaginado.

Aguardando yo en la dicha Villa noticia favorable de mi Doctrina, siempre conel intento de volver a entrar en ella por varios motivos, adquirí el últimodesengaño de que los ingratos indios me habían esperado con el supliciopreparado para quitarme la vida junto con mis familiares; tan público corrió estedepravado concejo de los bárbaros indios que horrorizados los caballeros deMoquegua me buscaban para maravillarse más del modo cómo escapé de lasgarras de la crueldad. Confirmóse esta verdad de haber fraguado mi muerte lostiranos indios por un mozo feligrés mío nombrado Marcos Aldana, quienhallándose cautivo escribiente de ellos, disertó y declaró entre otros asuntoslos designios e inicuos intentos de dichos indios.

Prescindiendo del levantamiento general de los indios, cuyos efectoslastimosos se experimentan en casi todas las provincias del Reino no se hadado basilisco como Catari y sus secuaces quienes han salido de la tierraarriba como unas fieras destrozando españoles con el fin de robar y aniquilarcuantos bienes encuentran. Profanando los sagrados templos, saqueándolos,ultrajando y matando sacerdotes como la cruel muerte que dieron al cura deSantiago de Machaca, al de Viachi y otros que refieren en Moquegua, cuyovecindario dejé bien afligido y prevenido de armas y gente, aguardando porhoras la invasión de los indios.

 

Finalmente, Señor, a vista de tantas ignominias, que han ejecutado con loscuras y, contemplando la ingratitud de los míos qué podía yo esperar sinosalvar la única vida que tantas veces ha estado expuesta al sacrificio, pues aunen tiempo de quietud trabajé bastante en conservar la paz y concordia enmedio de ellos, conteniendo sus osadías y genios belicosos porque acaso lafiereza de ellos no se deslizase a perder mi respeto y rompiesen los muros dela veneración y honra que debían guardarme.

 

Increíble se hace que llenos de tantos beneficios como han recibido de mi parteasí en lo espiritual como en lo temporal, con una corta insinuación de aquellosenemigos declarados de los españoles hubiesen maquinado mi muerte, siendoconstante entre ellos, que en los cuatro años [desde 1777] que he servidoaquella doctrina mi fin ha sido mirar su bien espiritual, trabajando sólo sin poderconseguir otro sacerdote que me ayude a sostener el peso del ministerio, asípor los pocos operarios como por la renta tan tenue del Curato.

Defecto quedimana tanto por la miseria de los indios cuanto por lo muy corto que quedó porrazón de la división. Y, debiendo de poner en consideración de Vuestra Señoríaque mis indios no se contemplan hoy como ovejas sino como unos lobos carnicerosque persiguen a su Pastor, parece conforme al precepto evangélico debía yohuir y buscar ciudad de refugio.Siendo así, que en la presente estación hayasacerdote que temerariamente quiera entregarse a manos de aquellosbárbaros, demás del requisito necesario de estar instruido en el idioma aymaralo que es muy difícil hallar en esta ciudad. Por tanto.A Vuestra Señoría pido y suplico se sirva su piadosa justificación aprobar mi receso deaquella doctrina protestando cuando sosieguen y conozcan su error buscarmedios proporcionados para introducir sacerdote y reducirlos al camino de susalvación que será justicia. Juro en forma lo contenido y para ello firma.

PabloCuadros".

HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PERÚ. P. Kl

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HISTORIA CONTEMPORÁNEA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PERÚ

Repaso por  el camino recorrido por la Iglesia en el Perú durante el siglo XX.

PUCP, 2016, pp 243

 

Jeffrey Klaiber S.J. (1943-2014) ingresó a la Compañía de Jesús en 1961. Estudió Teología en North Aurora, Illinois, y fue ordenado sacerdote en 1974. Obtuvo la maestría en la Universidad de Loyola (Chicago), y el grado de doctor en Historia en The ­Catholic University of America (Washington, D.C.). Fue director del Departamento de Humanidades y profesor de la especialidad de Historia de la PUCP.

Entre sus principales publicaciones figuran Religión y revolución en el Perú, 1824-1976 (1977), La Iglesia en el Perú (1998), ­Iglesia, dictaduras y democracia en América Latina (1998), Los jesuitas en América Latina, 1549-2000: 450 años de inculturación, defensa de los derechos humanos y testimonio profético (2007) y El Concilio Vaticano II y el Perú (2012).

La Iglesia católica ha tenido un rol protagónico en la historia del Perú desde el siglo XVI hasta nuestros días. Para mantener su vigencia y arraigo, esta institución tuvo que pasar por una renovación que implicó entrar en diálogo con el mundo moderno. Así pues, en su camino «modernizador», y a partir del Concilio Vaticano II (1962-1965), la Iglesia sentó sus nuevas bases en la teología de la liberación y en los diversos movimientos laicales, para complementar la labor hecha por la jerarquía. 

 Asimismo, la Iglesia católica tuvo que adaptarse a las nuevas coyunturas que marcaron al país, como el régimen de Juan Velasco Alvarado y la época de violencia que surgió en los años ochenta; por ello, el último capítulo de este libro repasa las relaciones entre esta institución y el Estado a partir de la segunda mitad del siglo XX. Sin duda, este libro muestra el camino recorrido por la Iglesia durante el siglo pasado, que le ha servido para abrirse paso y consolidarse, con renovado ímpetu, en las nuevas generaciones.

 

Introducción 
Capítulo I. La renovación de la vida religiosa 
Perfil de la Iglesia a comienzos del siglo 
La Iglesia en el campo 
Los colegios seminarios y las antiguas órdenes 
Las nuevas congregaciones docentes 
Las congregaciones de asistencia social y acción pastoral 
Capítulo II. La Acción Católica Peruana 
Grupos precursores 
Fundación, 1935 
El Congreso Eucarístico Nacional, 1935 
Primera etapa: organización (1935-1949)
Segunda etapa: autocrítica (1949-1953) 
Tercera etapa: la cuestión social y el declive (1953- ) 
La Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC) 
El movimiento obrero 
La prensa católica 
Saldo 
Iglesia y política 
El Partido Conservador de Cusco, 1896 
El Partido Católico de Arequipa, 1913 
Las elecciones de 1931 y la Unión Popular
La Unión Popular y el APRA 73
Las provincias: regionalismo y catolicismo
Las elecciones y después
El despertar intelectual del catolicismo
La realidad nacional (1930)
José de la Riva-Agüero y Osma (1885-1944)
Capítulo III. La Iglesia moderna, 1955-1968 
La Democracia Cristiana, 1955-1956 
El Movimiento Sindical Cristiano en el Perú (MOSCICP) 
Landázuri y la Iglesia peruana 
El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), 1955 
La Misión de Lima, 1957
El abate Pierre, Daniel McLellan y el padre Iluminato
El Servicio Nacional de Aprendizaje y Trabajo Industrial (SENATI)
Una nueva mentalidad social y política
El Concilio Vaticano II y las nuevas tendencias pastorales
El clero extranjero
Capítulo IV. La Iglesia durante el régimen militar (1968-1980) 
Del Concilio Vaticano II a Medellín
Los grupos de avanzada
La Iglesia peruana frente a Medellín
La Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS)
La Iglesia ante las reformas 
Tensiones internas 
Tensiones Iglesia-Estado 
Capítulo V. La Iglesia social y pastoral 
La Segunda Fase 
Hacia una Iglesia social y pastoral
La teología de la liberación
Los grupos conservadores
Puebla, 1979
Pos-Puebla: los límites de la tolerancia
Áreas pastorales especiales, laicos y religiosas
Los movimientos de laicos
Capítulo VI. La Iglesia durante la época de la violencia, 1980-2000 
Sendero ataca a la Iglesia 
La Iglesia responde 
Regiones eclesiales especiales 
Capítulo VII. Hacia el nuevo milenio: Vargas Alzamora, educación católica y relaciones con el Estado 
La educación católica 
Las universidades
Relaciones Estado-Iglesia
Conclusiones
Bibliografía

Fwd: Calendario de Fiestas - Junio 2016

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---------- Mensaje reenviado ----------
De: PROMPERU<news@peru.travel>
Fecha: 31 de mayo de 2016, 16:31
Asunto: Calendario de Fiestas - Junio 2016
Para: jbenito@ucss.edu.pe


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195 ANIVERSARIO DEL ENCUENTRO DE PUNCHAUCA, 2 DE JUNIO DEL 2016

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Por vez primera -y en representación del CEPAC-UCSS- he participado en el popular homenaje que la Municipalidad de Carabayllo organiza en el aniversario histórico del encuentro entre el último virrey del Perú, La Serna y el General San Martín. Cientos de escolares de casi todos los colegios ha desfilado y recreado el evento del 2 de junio del 2016. En la tribuna de honor estuvo toda la Municipalidad con su Alcalde, representantes de las autoridades políticas, diplomáticas (Argentina) y militares. Les comparto el texto preparado para mi disertación.  


PUNCHAUCA en vísperas del BICENTENARIO, 2 de junio del 2016, J A Benito

Respetadas autoridades, estimados amigos:

Muchas gracias por la invitación y por su presencia; especialmente a los organizadores de la Municipalidad de Carabayllo, con su alcalde a la cabeza, y a todos los profesores con sus alumnos, y pobladores del entorno.

¡Donde hay una voluntad, hay un camino! Y para tener voluntad hay que querer y luchar por conseguir el objetivo. Aquí lo tenemos todos muy claro. Nos jugamos el ser o no ser del Perú. De nada nos sirve llorar nuevamente por las ruinas del otrora monumento Punchauca si no buscamos poner un remedio.

Hoy, 2 de junio del 2016 puede ser un día histórico. Sí, lo puede ser. Si cada uno de nosotros se decide a empeñar su vida por la restauración y puesta en valor de Punchauca. El por qué no ha hecho hasta la fecha no nos compete

Si hoy hemos dejado nuestra actividad y estamos dedicando tiempo, pensamiento, corazón, vida por este monumento…no debe ser por las puras, ni un saludo vano a la bandera. Debe marcar un antes y un después.

A pesar de su belleza etimológica, Punchauca significa en quechua: "Punchau": "día con sol", "claridad del día, aquí"y  lugar de adoración, hoy nos sobrecoge por sus ruinas (ciertamente muy adecentadas para el día por parte de la Municipalidad) y abandono; otrora, corazón patrio, en 1980 fue declarada Patrimonio Monumental de la Nación, y hoy digno de pena.

Hace casi 2000 años narra el Evangelio que "Pedro dijo: Hombre, no sé lo que dices. Y en seguida, mientras él todavía hablaba, el gallo cantó". (Lc 22, 60). A continuación el Evangelio narra que "Pedro, saliendo fuera, lloró amargamente". Miren aquella cruz del camino, con su canta gallo como recordándonos. ¿Podemos traicionar nuestros principios, nuestros valores? Ojalá la imagen de este gallo como a Pedro nos ayude a despertar y tomar conciencia.

La historia no puede reducirse a mirar atrás y lamentarse. Dijo San Juan Pablo II que es un diálogo para mirar en tres tiempos:

. Pasado: Para agradecer

. Presente: Para valorar y comprometerse con pasión

. Futuro: Para afrontar los retos con esperanzas.

I.       MIREMOS AGRADECIDOS EL PASADO DE PUNCHAUCA:

1.      Una huaca, falta una investigación, pero su mismo nombre del que la profesora Mariana nos ilustrará nos habla del culto solar a Punchau. "la denominación Punchao como el culto solar incaico diferenciándolo de Inti que aludía al astro". Las huacas son centros ceremoniales, lugares sacros, testigos de humanidad y de cultura. En sintonía con la huaca comienzo con una cita de la reciente encíclica LUMEN FIDE del Papa Francisco I:

En el mundo pagano, hambriento de luz, se había desarrollado el culto al Sol, al Sol invictus, invocado a su salida. Pero, aunque renacía cada día, resultaba claro que no podía irradiar su luz sobre toda la existencia del hombre. Pues el sol no ilumina toda la realidad; sus rayos no pueden llegar hasta las sombras de la muerte, allí donde los ojos humanos se cierran a su luz. «No se ve que nadie estuviera dispuesto a morir por su fe en el sol»,1  decía san Justino mártir.

2.      Una hacienda.La haciendaes una forma de organización económica típica del sistema virreinal español, que se mantuvo en Iberoamérica hasta las reformas agrariasde la segunda mitad del siglo XX. El término se utiliza para describir un latifundio de producción mixta agrícola-ganadera. Como modelo de organización agropecuaria y social, procede de la hacienda andaluza, cuyo modelo se empleó en América a partir de mediados del siglo XVII.

Eduardo M. Recoba Martínez escribió en el blog de Juan Luis Orrego: la casa hacienda limeña tiene referente en el antiguo cortijo español y éste encuentra su matriz histórica en las villa romanas coloniales de Hispania, las Galias y Britania. Austera nunca, lujosa siempre, la casa hacienda tuvo en Lima peculiaridades que la identifican como única en el Nuevo Continente. La construcción superpuesta en las huacas y adoratorios pre incas e incas, fue una de ellas: las doctrinas administradas por las órdenes religiosas, proto propietarias del campo limeño les dieron a las haciendas un patrón distinto al resto de América. Ejemplo de esta imposición lo podemos ver en Cueva o Barboncito. Luego están los "miradores" que albergaban las casas, sobre todo las que estaban adyacentes al camino real de La Legua o Callao como Maranga, prueba del espíritu comerciante de los hacendados limeños; muchos de los miradores pues, tenían una razón de ser: servían como atalayas para observar las naves que aproaban al Callao, muchas de ellas fletadas por los hacendados-comerciantes para el comercio de ultramar. Por lo demás, el conjunto arquitectónico era familiar: casa-hacienda de una o dos plantas, patio, salones, capilla familiar, patio de "homenaje", jardines interiores y exteriores (huertas), biblioteca, oficina, solarios, cocina y matadero; periferia con galpones para la cuadra de caballos, ya sea de tiro o de silla (caballar y mular) y ranchería de esclavos con mamparas, cepo y calabozo tratando de que estas rancherías den a contra viento para así evitar el "olor cutáneo" de los guineos o mandingos; galpones de acopio y descarga, así evitaban al hacendado o administrador ensillar e ir al campo en comisión de control; demás instalaciones como el cuarto del administrador, barbería y sangre ría, enfermería, escuelita (en pocos casos) y otras edificaciones (silos, bramadero para enfrenar y domar potros, picaderos, tentaderos de reses bravas, redondel de gallos, corrales de ganado menor y pozo séptico). El conjunto de la casa era pues un terraplén, con arquería que menospreciaba e intimidaba al visitante, peón o esclavo; por estar edificada en desnivel se accedía al recibidor a través de una doble puerta al recibidor, previamente unida por una doble escalera o rampa; este recibidor era un área bien ventilada e iluminada. El camino de acceso era no menos rústico y era por lo común una prolongación del camino real de la hacienda, flanqueado por una avenida de árboles rústicos; y por lo general compuesto por una espadaña, suerte de portal coronado con el escudo de armas de la casa familiar del hacendado, campanas que anunciaban el ángelus y efigies del santo o santa patrona de la hacienda. Del estilo se podría decir que primaba el barroco o neo clásico, el primero sobre todo en las haciendas jesuitas del valle limeño. De los materiales: quincha y barro; y en muy pocos casos el calicanto o ladrillo con argamasa de huevo y guano de patillo.

Algunas haciendas: Carabayllo, Bocanegra, Oquendo, Maranga, Pando, Cueva, Chacra Colorada, Chacra Ríos; por el Sur, Santa Beatriz, Lince, Lobatón, Risso, Barboncito, San Isidro, Orrantia, San Borja, Limatambo, Surquillo, Higuereta, La Calera, San Juan de Villa; por el Este, Camacho, Chacarilla del Estanque, Monterrico Grande, Monterrico Chico, La Molina, Mayorazgo, En la Lima metropolitana tenemos: San Isidro, Cueva, Monterrico Grande, Barboncito, Higuereta, y cerca del Bar Queirolo, en Pueblo Libre,  Orbea…En Lima Norte, hay restos de varias: Oquendo, Chocas, Pro, Infantas, Aznapuquio, Infantas,

Al fundarse Lima, Francisco Pizarro establece las encomiendas coloniales y se inicia la entrega de tierras a los que habían participado en la conquista del Tahuantinsuyo. Posteriormente, el cabildo (Municipalidad) se encargó de entregar las tierras; así, en 1543, el cabildo le entregó tierras en Punchauca a Nicolás de Ribera (apodado El Viejo), quien fue el primer alcalde de Lima en 1535.

Esta huaca se inscribía en el señorío Colli y a la llegada de los españoles estaban bajo la autoridad del curaca Francisco Yauyi. A la muerte de Nicolás de Rivera, en 1593, su esposa Elvira Dávalos confirma la posesión de esta encomienda; sus descendientes la venden a Francisco Donoso, 1599.

1604,   la hacienda es rematada y la adquiere Diego Pérez de Araus.

1634,   muere Diego Pérez de Araus y los bienes pasan a su hija doña Catalina de Arrieta.

1634: Fin y muerte de Diego Pérez de Arauz y su esposa Doña María Magdalena de Velasco, heredan la hacienda sus hijas Doña Francisca de Arauz y Velasco y Doña Catalina de Arrieta. Estas partieron las tierras por mitad igualmente conforme, para Doña Catalina de Arrieta, Santiago Punchauca y para Doña Francisca de Arauz y Velasco, con la otra mitad denominada Huacoy. Punchauca queda reducida a 75 fanegadas.

1639    Se casa Doña Catalina de Arrieta con Don Manuel Ríos Salazar, a quien le otorga carta de dote de la chacra y tierras de Santiago de Punchauca.

1650    Venden la Hacienda a Diego Gonzales Terrones (las dos chacras, Punchauca y Huacoy) 5 de mayo.

Era el año de 1653 cuando la propiedad la adquiere Ana Ternero, Posteriormente su hija Francisca Solórzano la vende en 1693 a Pedro de la Daga y Vargas, quien la vende a Martín Joseph Muñoz Mudarra en 1694.

En el siglo XVIII, en concreto el 26 de febrero del año 1745 Don Martín Joshep Muños Mudarra Marqués de Santa María hace un inventario de todos los dueños, títulos y escrituras de la Casa Hacienda de Punchauca… Con el terremoto que sufrió Lima en 1746, dañó la infraestructura de la hacienda Punchauca. En 1796 se registra el primer dato descriptivo de la casa, donde aparece en 1797 la propiedad es de Tte. Coronel Lucas Vergara, en esa época se registra el primer dato descriptivo de la casa 1796, Lucas de Vergara, dueño de la hacienda, la arrienda a los hermanos Pablo y Carlos Guerra, y en el contrato les específica "la capilla la han de hacer en el sitio que les señalare". (AGN. Protocolo notarial Nº 697).

1808,   Lucas Vergara vendió a Juan Antonio Jimeno, quien era adherente al Virrey La Serna.

 Cabe destacar en este sentido, la comunicación a través del Facebook, de Rafael Flores Jimeno, residente en Santa Rosa , California USA,  descendiente de Francisco de Jimeno Llave que vivió en Trujillo, Peru y fue hermano de Juan Antonio Jimeno y tío de Jacinto Jimeno y Herrán, quien recibió en la hacienda Punchauca a La Serna y San Martin.

1851,   el propietario es Nicolás Olivera, quien la adquiere en remate público debido a que fue embargado a su propietario anterior, don Juan Antonio Jimeno.

Tiempo después, cobró notoriedad durante la guerra con Chile, cuando el presidente Nicolás de Piérola, en su huida al centro del país comunica desde Punchauca al coronel Belisario Suárez, jefe militar de la Plaza se retire de Lima sin oponer resistencia para que la capital sea respetada por los chilenos.

1960,   los dueños fueron las familias Ovando y Nicolini, posteriormente en el gobierno militar del Gral. Juan Velazco Alvarado la propiedad de las haciendas pasa a ser de los trabajadores.

1974,   se constituye la Cooperativa Agrícola y de Servicio Caudivilla-Huacoy- Punchauca Ltda. N°42.

En los 80's los parceleros empiezan a vender la tierra a terceros y gestiona los títulos de propiedad individual para cada agricultor. Así las tierras de Punchauca se van vendiendo paulatinamente y en la actualidad son pequeños predios independientes. El 23 de julio la casa hacienda fue declarada Monumento Histórico Nacional según RM N°0928-80-DE a fines del gobierno militar de Francisco Morales, por ser el lugar del Libertador Don José de San Martín en el preludio de la jura de la independencia.

Ya en el siglo XX, la hacienda tenía como propietario a la familia Nicolini y hacía los años 45 fue embargada para luego ser adquirida por la familia Dibós. Ellos fueron los últimos propietarios de este inmueble hasta que por la famosa Reforma Agraria del general Velasco Alvarado las tierras pasan a manos de los trabajadores que reciben sus títulos en 1974.

Cuenta Julie Freundt: "En 1986, pude comprobar en mis visitas al Monumento Arquitectónico de Punchauca, que el estado físico arquitectónico había sufrido un debilitamiento de sus estructuras y algunos muros y techos se habían venido al suelo, la Casa Capilla había sufrido la sustracción de casi todos sus bienes muebles, solo se conservaba el retablo y la escultura dañada de la imagen del Santo Santiago. Las puertas y ventanas de madera estaban carcomidas y muchas ya habían desaparecido. En la actualidad ¿1999? la situación física, del Monumento es precaria, debido al avanzado estado de deterioro y debilitamiento que presentan sus bases, muros y techos. No existen bienes en la Casa, muchos de ellos están en poder de algunos pobladores del lugar

El Maestro Porras Barrenechea, citando el diccionario de Stiglich, denunciaba ya en ese entonces (1950) su abandono:

"En 1932 realicé con mis alumnos de Historia del Perú del colegio Raimondi una visita a este lugar histórico abandonado. La casa Punchauca está hoy deshabitada, pero a la distancia de los que llegan a ella ofrece una noble prestancia antigua. Restaurada en parte, ha conservado su antañona disposición, sus viejos balaustres torneados y sus puertas amplias y talladas de clásica hidalguía hispana. Todavía la prestigia la escalera doble y acogedora adelantándose como en la mayor parte de las haciendas peruanas sobre el antemural del patio, con un gesto abierto y señorial; las vastas salas penumbrosas por donde pasean sombras ilustres, la capilla recogida y severa con su altar desierto coronado por una imagen del apóstol Santiago - símbolo de la conquista- y un campanario melancólico que en las tardes dialoga con la paz de los campos. La sala principal donde se realizó la Conferencia está ahora ocupada por fardos de algodón y en la parte posterior de la casa hay una amplia galería que mira a un huerto abandonado en el que una para se retuerce con un gesto añoso sobre la impasibilidad del muro destartalado y polvoriento".

3.      CAPILLA:

 

Vimos el sentido cultural y religioso de la huaca. Completo la cita acerca del anhelo de los habitantes por la luz solar con un magistral texto del Papa Benedicto en Aparecida

La fe en Dios ha animado la vida y la cultura de estos pueblos durante más de cinco siglos. Del encuentro de esa fe con las etnias originarias ha nacido la rica cultura cristiana de este Continente... Pero, ¿qué ha significado la aceptación de la fe cristiana para los pueblos de América Latina y del Caribe? Para ellos ha significado conocer y acoger a Cristo, el Dios desconocido que sus antepasados, sin saberlo, buscaban en sus ricas tradiciones religiosas. Cristo era el Salvador que anhelaban silenciosamente. Ha significado también haber recibido, con las aguas del bautismo, la vida divina que los hizo hijos de Dios por adopción; haber recibido, además, el Espíritu Santo que ha venido a fecundar sus culturas, purificándolas y desarrollando los numerosos gérmenes y semillas que el Verbo encarnado había puesto en ellas, orientándolas así por los caminos del Evangelio. En efecto, el anuncio de Jesús y de su Evangelio no supuso, en ningún momento, una alienación de las culturas precolombinas, ni fue una imposición de una cultura extraña. Las auténticas culturas no están cerradas en sí mismas ni petrificadas en un determinado punto de la historia, sino que están abiertas, más aún, buscan el encuentro con otras culturas, esperan alcanzar la universalidad en el encuentro y el diálogo con otras formas de vida y con los elementos que puedan llevar a una nueva síntesis en la que se respete siempre la diversidad de las expresiones y de su realización cultural concreta. (n.1).

Al construir su casa hacienda lo hace sobre la huaca Punchauca, adicionalmente construye una capilla familiar donde el santo patrón será "Santiago", patrón de España, y de ahí que la hacienda se denominó "Santiago de Punchauca", además Ribera, pertenecía a la orden de los Caballeros de Santiago.

 

La religiosidad en la hacienda: En 1620, el propietario Diego Pérez de Araus, cumplidor de las costumbres religiosas de la época se quejaba de que los capellanes de la Orden de San Agustín no llegan a la hacienda para oficiar las misas dominicales. Manifestaba que tenía: "una chacra a cuatro leguas de esta ciudad y en ella una capilla decente donde se ha dicho misa de mucho tiempo de quince años a esta parte por los frailes de la orden de San Agustín y ha sido visitada muchas veces por el Reverendo Juan de Cepeda, presbítero y visitador de todo el valle. ...) y al presente no acuden  (…) a decir la misa todos los domingos, fiestas y pascuas (...) yo tengo mucha gente de servicio así esclavos, como mayordomos españoles, no pueden acudir hasta la ciudad (...)".[1]

 

Para solucionar dicho inconveniente, Diego Pérez de Arauz solicita se le designe al mismo capellán de la hacienda de Sapan, que se hallaba a solo dos leguas de Punchauca. Al capellán, bachiller Francisco de Briones, le ofreció por sus servicios: "(...) cincuenta fanegas de trigo cada año puesto en la ciudad que equivale a ciento cincuenta pesos, además de un pedazo de tierra donde podía sembrar y un rancho con dos esclavos (...)". (Ídem)

 

En el mismo documento, el propio Padre afirma que tiene licencia para dos misas los domingos, una en la chacra de Zapa que es de Cosme de Molina Marrueta y Doña Clara de Arauz, su mujer y otra en la chacra de Punchauca que es de Diego Pérez de Arauz, hermano de la dicha Doña Clara y cuñado de Cosme Molina Barrueta. Esta era una forma extendida en las haciendas, principalmente las que estaban distantes a los pueblos y ciudades. La religión y el aprovechamiento de la tierra eran actividades cotidianas de la época.   

 

El 16 de diciembre de 1816, Juan Antonio Jimeno, español, nuevo propietario de Punchauca, nos da una completa descripción:

"en dicha mi hacienda he fabricado una casa con su respectiva capilla desde los cimientos. En el día se halla referida capilla sumamente  aseada, pues además de ser de arquería y cerchón está pintada del propio modo que su altar a todo gusto y costo; el cual se compone de dos cuerpos con sus columnas esmaltadas, de color aurora y perfiles dorados, en el primero existe Nuestra Señora del Rosario bendita con ochenta días de indulgencias concedidas por la piedad de Vuestra Excelencia Ilustrísima a todos los fieles que devotamente le rezaran una salve y a los lados San Antonio y Santo Domingo en bulto, y en el segundo un señor Santiago igualmente de bulto como Patrón de la indicada Hacienda.

Tiene también su barandilla alrededor del altar para que la gente no pase adelante, su confesonario, piedra de agua bendita, torre con sus dos campanas y por último unos cajones embutidos en la pared a manera de cómoda para que dentro de ellos se guarde con la debida separación y limpieza los ornamentos, albas, cíngulos, amitos, cálices, vinajeras de cristal, Misal y demás conducente a la celebración de la Misa. Concurre a ésta en los días de fiesta, el número de 150 almas a oírla por hallarse inmediata al Camino Real, verse los continuos transeúntes en la necesidad de no poder pasar al Pueblo que está retirado y vivir en la casa entre gente libre para el trabajo de la hacienda y esclavos es de 90 a 100 individuos que ocupan todo el espacio de la capilla, es de un corredor largo y ancho y parte de un cuarto de correspondencia.

El culto que se da a Dios en el tiempo de la celebración de los santos misterios de la Misa y en las noches de los sábados y días de fiesta con toda la gente que se reúne a son de campaña a rezar el Rosario de María Santísima es grande y se cela con el mayor cuidado. No se permite en la capilla ningún desorden ni el uso de otra cera en el altar que la rica de La Habana. Todos se empeñan  en adornarlo con ramos de flores y en cantar a sus horas y alternativamente el sanctus, el sacris solemnis traducidos y el bendito. Esto se halla tan entablado que admira el fervor y devoción con que se practica. No menos la instrucción e inteligencia de mis domésticos y esclavos en la doctrina cristiana y demás principales dogmas de Nuestra Sagrada Religión por el Astete y el Ripalda sin otro fin que el de llenar mis deberes como Padre de familia y el de prop3ender a la mayor gloria, servicio y honra de Dios. Por los dichos objetivos he sacrificado días enteros, soy pronto a sufrir cualesquier incomodidades y dirijo a V.Ex.Y la presente representación para que a consecuencia de todo lo expuesto se digne por un efecto de su acostumbrada integridad elevar esta capilla que corre bajo el título de oratorio a la de verdadera Capilla, encomendándole el que corresponda, previas las debidas facilidades según su altar y superiores facultades y por serlo en realidad de verdad por su construcción, proporción y comodidad, y ya porque con las misas que puedan decirse diariamente no sólo se aumenta y conserva el culto a Dios sino también se auxilia a las benditas almas del Purgatorio con las oraciones de los que los oigan. Jacinto de Ximeno

El 3 de agosto de 1818 se concede celebrar misa pero se le advierte que pida licencia al virrey. El 8 de agosto de 1818, el doctrinero José Muñoz de Ribero informa positivamente. )"[2]La hacienda al estar ubicada al borde del camino real que iba a Pasco, permitía que muchos viajeros, que subían y bajaban por la ruta, se detuvieran a descansar y aprovechaban para escuchar misa los domingos. Ante esta situación Jimeno se dirigió al Arzobispado y le informa de la visita de hasta 150 almas y por ello solicito que su capilla familiar se convirtiera en capilla pública, lo cual fue aceptado.

 

El P. San Cristóbal describió magistralmente su estilo arquitectónico cuando todavía seguía en pie, en la revista Studium de la UCSS (Lima 2001):

Están incorporadas la capilla y su sacristía en el ángulo derecho de la fachada principal, a manera de un cuerpo autónomo, al que se ingresa por el lado derecho del corredor cobijo frontero. Los dos ambientes pertenecen a una sola crujía alargada, en la que se ha introducido un muro transversal para separar la capilla de la sacristía, dejando una puertecilla de comunicación entre ellas. Difieren estos dos espacios consecutivos porque cada uno se cubre con distinto  tipo de cubierta. Destaca esta crujía capilla-sacristía por su mayor anchura respecto de todas las otras crujías de la casa-hacienda.

            En lugar de construir una capilla independiente y separada de la casa-habitación, prefirieron adjuntar adosada a las habitaciones del primer conjunto. Fue acomodada esta nueva crujía sobre una parte del corredor cobijo antepuesto a la fachada principal y el ala lateral derecha. De este modo, el conjunto de capilla-sacristía rompió la unidad continua del corredor cobijo, que ahora aparece fragmentado en dos sectores independientes, distanciados y antepuestos a distintas fachadas.

            Suponemos, pues, que la crujía de capilla-sacristía fue añadida a la casa-hacienda en una época posterior a la construcción del edificio de las habitaciones. Aunque sigue la alineación del eje frontal del corredor, sin embargo, esta crujía tiene mayor anchura que el mismo corredor, lo que se observa porque en el lado de la casa invade un espacio interno de la sala, como una franja longitudinal; y por el lado exterior sobresale fuera de la línea de las columnas sustentantes del corredor. Resulta además que la sacristía se prolonga más adelante del límite externo en el otro sector corto del corredor lateral localizado a la derecha de la casa.

La sacristía recibió la cubierta plana cuartones, tablas torta de barro comúnmente usada en los aposentos de las casas limeñas. La cubierta de la pequeña capilla es sumamente interesante por su originalidad. Consiste en una bóveda de medio cañón con una curvatura regular, pero menor que la de media circunferencia, aunque sin formar arco carpanel propiamente dicho, ni tampoco un arco rebajado. La peculiaridad de esta bovedilla no atañe a su tipología, que es la del medio cañón común a muchas otras bóvedas virreinales del período barroco; sino que radica en su original sistema constructivo. Notemos que solamente se pudo aplicar esta estructura constructiva debido a la reducida longitud de la navecilla en esta capilla.

Los carpinteros virreinales emplearon las cerchas para labrar las bóvedas de medio cañón armadas con madera, cañas y yeso. Consisten las cerchas en unos tablones aserrados que forman segmentos de círculo, con los cuales, amarrados unos con otros firmemente, se completa un arco de medio punto, o en algún caso un arco carpanel como el que presentan las bóvedas en las trinitarias y El Carmen Alto de Lima.

Una vez formadas  las cerchas, se asientan paralelamente sobre muros laterales de la nave a cubrir, dejando cierta distancia de una cercha a otra… El caparazón de la cubierta carga en Punchauca sobre los cuartones rectos tendidos longitudinalmente y en sentido horizontal desde el muro testero al de los pies; Mientras que en las bóvedas comunes limeñas la cobertura pesa sobre las cerchas alineadas transversales a los muros longitudinales paralelos de la nave.

El pequeño retablo de la capilla muestra una estructura muy simple. Por encima la mesa del altar se alza un banco horizontal con una pequeña hornacina en el centro. El cuerpo único del retablo está conformado por pares de columnas jónicas a cada lado, entre las que se abre la gran hornacina central ahora vacía. Se corona el retablito con una especie informal de frontón de dos pilastrillas, unos roleos laterales y un recuadro arqueado central"

Punchauca es un modelo de arquitectura rural del s. XVIII, y fue construida sobre las bases de una huaca. La casona fue bautizada como Santiago de Punchauca, por su devoción al santo apóstol; para su culto se construyó una capilla interior, con una imagen en su honor de madera policromada. También se hallaba en este altar la imagen de Nuestra Señora de la Soledad, aunque algunos hablan de La Merced y de un lienzo con la figura de Cristo.

  1. EL FAMOSO ENCUENTRO

Recordemos los hitos y los protagonistas:

1820 Enero  1 Golpe liberal en España encabezado por el general Rafael de Riego
Agosto 20 La Escuadra Libertadora zarpa de Valparaíso
Setiembre 8 San Martín y la escuadra Libertadora desembarcan en Paracas
24 Conversaciones de Miraflores
Noviembre 10 Desembarco de San Martín en Huacho
26 Primer "Grito de la Libertad" de san Martín en un balcón en Huacho
1821 Enero 29 Motín de Aznapuquio
Mayo-Junio Conversaciones de Punchauca
Julio 6 El virrey La Serna se retira de Lima
12 San Martín ingresa a Lima
15 El Cabildo Abierto en Lima declara la Independencia
28 San Martín proclama la Independencia en la Plaza de Armas
1824 Diciembre 9 Batalla de Ayacucho y Capitulación de Ayacucho

1826Enero22 Capitulación de Rodil e el Real Felipe (Callao)

San Martín llegó al Perú cuando era virrey Joaquín de la Pezuela. Venía desde Valparaíso (Chile) con un ejército formado por unos 4.500 hombres y esperaba levantar aquí otro de 15 mil patriotas. El jefe de su escuadra era el experimentado marino británico lord Thomas Cochrane. Desembarcó en Paracas el 20 de setiembre de 1820 y en Pisco hizo su primer llamado a los peruanos para unirse con él a la causa independentista. Venía como un verdadero libertador, no para conquistar por las armas el Perú sino para ganar una guerra de ideas. Por ello, alguna vez se preguntó: ¿Cuánto puede avanzar la causa de la independencia si me apodero de Lima, o incluso del país entero, militarmente?… Quisiera que todos los hombres pensaran conmigo, y no quisiera avanzar un paso más allá de la marcha gradual de la opinión pública. ¿Estaba en lo cierto? Lamentablemente, el tiempo no le daría la razón.

Por ese entonces, España había caído nuevamente en crisis. Desde Cádiz el general Riego había encabezado un golpe liberal contra Fernando VII que reimplantó la Constitución liberal de 1812. Para la aristocracia criolla, en su mayoría conservadora, esto era una pésima noticia. El liberalismo -con sus postulados de igualdad social, tolerancia de ideas y libertades políticas- era sinónimo de desgobierno y atentaba contra el orden y la estabilidad. España estaba cada vez más lejos y ya no podía garantizar o defender el sistema jerárquico que favorecía a la aristocracia criolla.

Mientras tanto, el virrey Pezuela había recibido órdenes de entrevistarse con San Martín. Se concertó la cita y la reunión se celebró en Miraflores, entonces un pueblo de indios al sur de Lima. Los delegados de ambos no pudieron llegar a ningún acuerdo importante salvo el de suspender temporalmente las hostilidades. Pero la sola presencia de San Martín afectaba el orden interno. La adhesión del marqués de Torre Tagle, intendente de Trujillo, le aseguraba a los patriotas el apoyo de todo el norte peruano. Al mismo tiempo, el general patriota Álvarez de Arenales en una incursión proselitista en la sierra central, que salió de Ica y siguió por Huamanga y Jauja, derrotaba al realista O'Reilly en Cerro de Pasco. Luego de hacer el primer diseño de nuestra bandera en Pisco, San Martín cambió su cuartel general y se trasladó al norte de Lima, Huaura, y desde allí lanzaba algunos decretos y continuaba llamando a los peruanos a su causa.

El 29 de enero de 1821, los militares españoles, cansados de la tolerancia de Pezuela decidieron destituirlo y le hicieron un golpe de estado: en el Motín de Aznapuquio, José de la Serna fue elegido nuevo virrey del Perú. España confirmó a La Serna como virrey y le obligó a negociar con San Martín. La nueva entrevista se realizó en la hacienda de Punchauca, al norte de Lima (hoy Carabayllo). Allí, el Libertador exigió proclamar la independencia instalando una monarquía en el Perú. El virrey no podía acceder a tal petición y se reanudaron las hostilidades

Ascensión Martínez Riaza disertó en la UCSS acerca de "El decisivo e histórico encuentro de Punchauca entre La Serna y San Martín" dejando bien claro que fue una iniciativa del gobierno español del Trienio Liberal, que dio a Laserna instrucciones concretas para negociar y cómo San Martín estaba dispuesto a ello. Se pensó primero en la hacienda Torreblanca pero el Virrey temió a los espías y lo pasó a la Casa Hacienda Santiago de Punchauca Entre los cabecillas del golpe de estado estaban los oficiales José de La Serna, José de Canterac y Jerónimo Valdez, simpatizantes de la reciente Revolución Liberal de Rafael de Riego en España. Pezuela aceptó dimitir y enrumbo a España; como nuevo Virrey del Perú fue proclamado el general José de la Serna Hinojosa, el mismo que fue ratificado pocos meses después por el rey Fernando VII.

Recordemos a uno de los protagonistas habitualmente soslayado pero que es fundamental: Manuel de Abreu y Orta. En 1821, con el grado de capitán de fragata fue enviado a América como comisionado regio por Real Orden del 20 de abril de 1820, con el objeto de acordar los términos de la pacificación con los jefes patriotas. Le acompañaba en la misión el brigadier de la Real Armada José Rodríguez de Arias. El 6 de febrero de 1821, encontrándose aún en Panamá, Abreu entabló correspondencia con el libertador José de San Martín, quien sitiaba Lima. Allí expresa su convencimiento de arribar a un acuerdo y que no se prolonguen "males que por su naturaleza deben desaparecer de las Españas". Para fortalecer el vínculo le informaba que había conocido en Málaga a la madre y a la hermana del general patriota. San Martín respondió el 23 de marzo desde Huara en similares términos, pero haciendo una distinción clara en lo que respecta a la emancipación. En su carta le manifiesta compartir su deseo de encontrar "un medio honroso de transgredir las diferencias entre España y América". En Perú, el 29 de enero de 1821 una sublevación había reemplazado al virrey Pezuela por el general José de La Serna. De la Serna concordaba con la política de iniciar nuevas negociaciones diplomáticas, pero difería en sus alcances. En Panamá murió Arias, por lo que Abreu continuó su misión solo. Desembarcó en Paita y camino a Lima pasó por el campamento patriota en Huaura. Allí fue recibido con honores por el libertador y sus tropas, escoltado por el sargento mayor José Caparrós y una guardia de honor del antiguo batallón Numancia. Tras continuar su viaje entró en Lima a comienzos de abril, alabando la conducta de sus enemigos: "El 25 de marzo llegó por la vía de Panamá al cuartel general de San Martín el capitán de fragata D. Manuel Abreu comisionado especial del Rey de España. El 29 marchó a Lima donde disgustó mucho a los ultra realistas el modo decoroso y respetuoso con que habló de los oficiales del ejército patriota".1En carta del teniente coronel Antonio Plasencia del 8 de diciembre de 1821 desde Lima al brigadier realista José Canterac le criticaba que había sido "el primero que cuando llegó a Aznapuquio el comisionado regio don Manuel Abreu expone su voto sobre que debía ser éste asesinado por manifestación que hizo de que los americanos hacía diez años derramaban su sangre, y que era necesario, si se había de entrar en alguna composición, tener presente su valor para ceder parte de nuestro derecho."

En Lima se formó una "Junta pacificadora" encabezada por La Serna para iniciar las conversaciones. Como ayudantes de Abreu se nombró al mariscal de campo y subinspector de artillería Manuel de Llano y Nájera y al alcalde de 2° voto del cabildo de Lima José María Galdeano. Abreu, Llano y Galdeano se reunieron con los diputados de San Martín (Tomás Guido y García del Río) en Punchauca y sostuvieron veinte días de conferencias. El 23 de mayo se prorrogó el armisticio por otros veinte días y seguidamente por doce más. El 2 de junio San Martín se reunió con De la Serna y Abreu, acompañados por los altos mandos y los comisionados. No obstante el clima de cordialidad, mientras De la Serna mantenía como propuesta la jura de la Constitución, San Martín se mantenía irreductible en sostener la independencia del Perú, concediendo sólo la posibilidad de establecer para el país una monarquía constitucional con un príncipe español y la constitución de un gobierno provisional mixto hasta la llegada del nuevo gobernante formal.

La propuesta de San Martín fue apoyada por Abreu, y acompañada por Llano y Galdeano, a pesar de que contradecía sus instrucciones, las que si bien le daban carta blanca para poner fin al conflicto, le prohibían expresamente hacerlo sobre la base de la independencia. No obstante, La Serna de regreso en Lima rechazó la iniciativa y propuso una división provisoria del país hasta tanto el gobierno español resolviera al respecto, lo que fue rechazado por San Martín.

Abreu dejó constancia en su Diario del viaje que realizó al Perú en aquel año y de la amabilidad con que fue tratado por el ejército patriota, así como de la falta de cordialidad con que fue recibido por La Serna y los demás jefes españoles. Aporta también valiosas informaciones con respecto a los trámites realizados con San Martín y los jefes patriotas en Punchauca y Miraflores. Abreu volvió a su país y se dedicó a la actividad agropecuaria en su tierra. En 1835 integraba la "Sociedad Económica de Amigos del País de Tarifa", donde estaba registrado como "Manuel Abreu, capitán de fragata, labrador y hacendado".

Fue a las tres de la tarde del 2 de junio de 1821 cuando la Serna llegó a Punchauca donde lo esperaba el Libertador para exponer su propuesta monárquica. En este momento se decidió el destino del Perú. Tras días de espera finalmente el virrey la Serna después de haber estudiado el pensamiento y las pretensiones del libertador rechazó sus propuestas.

Pero La Serna no podía mantenerse con su ejército en Lima. Lord Cochrane había bloqueado el puerto del Callao y los guerrilleros habían cortado el acceso con la sierra central, una de las despensas de Lima. El Virrey se retiró al Cuzco y empezó a gobernar el Virreinato desde la antigua capital de los Incas. La decisión era pragmática: en la sierra sur se encontraba el grueso del ejército realista. San Martín aprovechó y entró a Lima. Convocó una junta de notables en el Cabildo limeño que juró la independencia el 15 de julio de 1821. Manuel Pérez de Tudela fue el encargado de redactar el Acta. La proclamación quedó para el sábado 28 de julio en la Plaza de Armas de Lima. El objetivo de San Martín era implantar el sentimiento de la independencia, al menos en la población limeña. De hecho os vecinos notables de Lima firmaron en el Cabildo el Acta de la Independencia, el 15 de julio, y 13 días después, el 28 de julio, San Martín en Lima proclamó la independencia del Perú. José Agustín de la Puente Candamo lo ha descrito magistralmente en su artículo "El encuentro de Punchauca y la Independencia del Perú", en la obra Pasado, presente y futuro de Lima Norte: construyendo una identidad Actas del I Congreso de Historia de Lima Norte «Memoria. Identidad. Proyección (UCSS, Lima, 2005).

De igual modo, se puede contemplar en el magnífico óleo del Museo Nacional de Pueblo Libre. En la Revista Mundial, nº 411, Lima 27 de abril de º928 hay un artículo titulado "Cinco telas de Leppiani" en el que se describe el célebre cuadro "La conferencia de Punchauca":

La prestancia de la figura de San Martín, la atenta actitud del Virrey y la forma en que se agrupan por separado los equitos de los grandes personajes centrales se hallan a tono con lo que podríamos llamar la idealización de la famosa entrevista. Desde el punto de mira técnico hay que destacar la factura del Virrey. La plasticidad el indumento, la fijeza y la intención del que escucha a un contrario de gran valía resaltan a primera vista. En San Martín ha puesto el pintor el fuego de los visionarios sublimes que son al mismo tiempo incontenibles conductores de muchedumbres. Leppiani ha sentido en toda su intensidad el soplo dramático de esa página de nuestra emancipación y la ha desarrollado con brío y soltura.

Parece que el General fue muy flexible pero Laserna tenía el plan de ir a Cusco y convertirla en capital; los altos oficiales militares españoles no respaldaban la negociación, eran partidarios de la guerra. San Martín entró en Huaura y Lima y proclama la Independencia. El encuentro fue una posibilidad de paz perdida y Punchauca un icono de esa negociación fallida.

II. MIREMOS ahora el PRESENTE, aquí y ahora, lo que queda del gran monumento. Gracias al convenio de la Municipalidad y el Ministerio de Cultura se cuenta con guardianía permanente; hoy mismo se ha engalanado con las banderas del Perú, Argentina y España, así como con la magnífica réplica del cuadro de Leppiani. Pero en el día a día, amigos, seamos francos, ¿para qué turistas? ¿para qué grabar películas sobre San Martín o la Independencia? ¿Para qué visitas? Seamos realistas, veamos nuestro organismo cadavérico, muerto… ¿Seguiremos como espectadores indiferentes? Compromiso con pasión.

  1. SOÑEMOS con esperanza, pongamos metas altas…Les cuento una anécdota, la de aquel loco que arrojaba piedras para llegar a la luna. Nunca alcanzó su objetivo pero fue medalla de oro de lanzamiento de peso en los juegos deportivos. Cierto que no podemos hacer todo, pero hay algo que a cada uno nos corresponde, que si no lo hacemos quedará por hacer…Hay numerosos ejemplos que nos demuestran que es posible; cito Caral, Sipán, la Huaca Pucllana…y cerca de aquí ya se va logrando con Paraíso y a punto de comenzar Garagay. Hay un proyecto de ley a punto de ser aprobado; conozcamos nuestra historia, no permitamos suciedad en los monumentos, en nuestras calles, apoyemos proyectos serios de investigación, promovamos campaña como la de firmas para restaurar…La unión hace la fuerza. Todos a una lo conseguiremos…

Como Monseñor Lino Panniza, obispo de Carabayllo y fundador de la UCSS, nos ha invitado siempre: Soñemos muy alto pero con los pies en el suelo; con valores de identidad, de solidaridad, para servir al Perú: "Si conocemos la grandeza de nuestra historia, si valoramos nuestro patrimonio respetaremos la identidad cultural abriéndonos a la globalización desde y ahora, Punchauca 2016, para hacer algo digno para el 202".



[1] AAL. Causas civiles. Log XXIX, Exp. 17, año 1624. Autos promovidos por Francisco Ruiz de Ucenda y Francisco de Aguilar pidiendo que se nombre a Francisco de Briones, presbítero, como capellán para que atienda a la población de las chacras de Zapan y Macas en Carabayllo.

 [2]AAL. Capillas y oratorios. Leg 3, Exp. 135, año 1816.

 

Cardenal Cipriani rechaza en RPP manipulación contra el Papa en campaña electoral

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Cardenal rechaza en RPP manipulación contra el Papa en campaña electoral

Transcripción del programa Diálogo de Fe
4 de junio del 2016

Armando Canchanya (AC): ¿Cómo están amigos? Muy buenos días. Aquí estamos con el Cardenal Juan Luis Cirpiani.

Cardenal Juan Luis Cipriani (CJLC): Muy buenos días Armando, muy buenos días a todos. Realmente en el clima maravilloso de dos grandes fiestas.

Ayer fue el Sacratísimo Corazón de Jesús, todo el amor de Jesús. Hoy, el Inmaculado Corazón de María. Una madre tierna buena. Esos dos corazones nos llevan a la gran pregunta. ¿Qué tienes en tu corazón?, ¿Qué amas?,  ¿Qé odias?, ¿qué te mueve para actuar?, ¿Por qué esa cólera? o ¿Por qué ese lenguaje? o ¿Por qué esa situación de resentimiento o de violencia? El corazón, donde está tu tesoro esta tu corazón.

Yo creo que es un buen momento también para de alguna manera hacer unas reflexiones, que no están dentro del campo político porque ya el proceso electoral prácticamente está culminado y como ha sido notorio no he hecho ningún comentario en todo este largo periodo. Pero creo que  a la luz de ese principio de la Iglesia de amar al prójimo, de respetar las honras, del derecho a la verdad, el Perú se merece una pequeña reflexión.

Puedo decir que en el tiempo que he podido vivir procesos electorales, este es de los procesos más sucios y de más enfrentamiento y confrontación. Tenemos que tener presente la necesidad de una cultura política, para que podamos reflexionar en estos días, gane quien gane.

Primero: todos tenemos derecho a opinar, todos: el alcalde, el jugador de fútbol, el político el periodista, el cardenal, la ama de casa, el campesino, el rondero, etc. Todos tenemos derecho a opinar. Pero unos opinamos en la puerta de la casa mientras recogemos el periódico de un vendedor y otros pueden opinar en un medio de comunicación que llega a miles o cientos de miles, o un bloc. O sea, que primer paso de una cultura política es el derecho a opinar.

En segundo lugar, ese derecho a opinar en la conciencia de cada uno se debe ejercer procurando que responda a la verdad porque si no digo la verdad puedo maltratar a ese pueblo que lo engaño, o puedo maltratar a ese persona a la que insulto y me maltrato yo. El primero que se maltrata es el mentiroso. Entonces, hay que opinar y hay que opinar con la verdad.

En tercer lugar la cultura política me dice: apoya y difunde tus ideas. ¿Qué es lo que tú quieres ofrecer a este país? Una ofrece pues la educación, ofrece la seguridad, ofrece la economía, etc.  Y difunde. Pero la cultura política no me dice difunde un ataque contra otra propuesta. Tengo que respetar las propuestas y para eso se hicieron unos debates que dentro de todo creo que ayudo mucho a la cultura política. Pero se acaba el debate y empieza otro debate que ya no es tan democrático porque de alguna manera empieza a verse como hay como un intento de pensamiento único.

O sea, se orienta todo a una opinión, a favor de un lado y en contra de otro. Yo pienso que hay que darnos cuenta que todos tenemos derecho a estar bien informados, todos. ¿Qué cosa hemos visto? Yo he visto como una especie de obsesión por poner un pensamiento único. Es decir, un grupo de personas que le dice a todo el Perú lo que está bien, lo que está mal, donde está la corrupción, quienes son los corruptos. O sea, una especie de moralizadores que dispara a todo el mundo que se oponga al pensamiento único. Entonces creo que eso ya es poco democrático. Por ejemplo, si yo me reúno contigo para conversar, "¿Por qué Canchanya habla con el Cardenal? Seguro que está de acuerdo con él". ¿Por qué tienen que pensar mal del ejercicio de una libertad?, de estar con un amigo y conversar de lo que nos da la gana.

Entonces este pensamiento único ha tenido para mí un rebote muy grande porque se observa una cierta concertación de medios. Se observa, yo no digo que la haya. Pero vas a una radio, vas a un periódico, y dices: oye, todos los entrevistados y todos los temas tienen una cierta similitud. ¿Por qué no se escucha otras alternativas y otros pensamientos?

Entonces, yo soy amante, fuertemente, de la libertad de expresión. Soy apasionado, me rebelo contra todo lo que pueda ser manipulación o amañamiento, me rebelo. Pero que, en nombre de una moralización y de una serie de clases muy bonitas, no me estén metiendo en un corral con los ojos cerrados para que pensemos todos igual, ¡no!

Podemos pensar igual de la corrupción, pero no olvidemos esa categoría moral: que la peor mentira es la que tiene algo de verdad.

Entonces yo veo que cuando hay debate, cambio de ideas, se ve en las caras de las dos personas, se ve en las preguntas y en las respuestas y la gente saca sus consecuencias. Después empieza, un debate anónimo, clandestino, de redes, de blogs, de mentiras, de encuestas, de corrientes de opinión, hasta el día de hoy. Entonces digo: creo yo que el elector merece más respeto.

Por eso, pienso -es una reflexión de cultura política-, que sería bueno que se levante el secreto de las encuestas. Si quiere que sean conocidas por todos, pero, ¿por qué por un grupo de privilegiados?, que tienen un poquito más de dinero o influencia. Entonces están mejor informados. Y esos lo rebotan a través de esta red y empiezan a aparecer todo tipo de encuestas falsas y verdaderas. ¿Esto es honesto y ético?, ¡no! Que se haga como en muchos países del mundo que se admiten las encuestas en un plazo inmediato. Yo creo que es lo más sano que puede haber porque el elector tiene el mismo derecho, no algunos, todos, para estar bien informados.

Y pienso igualmente -es una reflexión de cultura política-, que cuando hay una elección como la que hemos tenido, ¿por qué esperar 60 días para prácticamente empezar otra elección? Si ya hay una elección en la que ha habido una campaña de años. Todos saben, todos se preparan, buscan sus cuadros, sus planes de gobierno, etc. y se cumple la primera vuelta. Cuando no se puede porque faltó la mayoría, bueno vamos a un balotaje a corto plazo. Unos 15 o 20 días, pero no podemos como ahora volver a empezar de cero y entonces ya no está el número uno y el número dos, ahora está el 14 y el 19 y empiezan las bromas de pelona para arriba y pelona para abajo. Bueno es que dos meses se ha hecho que se haga un reacomodo en el cual ya no hay ideas, sino destrucción.

Te cuento una cosa que me llevó a hablar hoy de este tema. ¡Cómo puede ser que en redes haya una fotografía del Santo Padre como si estuviera dando una declaración contra una candidata! ¡Absolutamente falso! Pero hasta ahí hemos llegado, por estar jugando con fuego. Entonces digo, tenemos obligación de respetar. No podemos pensar que los peruanos somos tontos.

¿Cómo puede ser, por casualidad, que una investigación que puede estar realizándose hace años, nunca se sabe bien, que ahora aparece de manera sorpresiva la DEA? ¡Sorpresivamente aparece  una conversación de un señor fuera o no fuera verdad! Pero, ¿es casual que salga ahora?, ¿O que hoy o ayer, no sé qué día, lo han estado sacando, que ha habido una requisa en la cárcel de Montesinos, el hombre más delincuente, sin vergüenza y diabólico que hemos tenido? ¿Que se supone?  ¿Que en estas 24 horas han descubierto la requisa?

No somos tontos, pues. Yo creo que como cultura política esto que ha ocurrido  tiene que llevarnos a decir a la gente: votemos en libertad, sin miedo. Basta de miedos para ingenuos y para tontos. Cada uno tiene su opinión que la manifieste y que sea lo que Dios quiera.

——————————————————–PAUSA———————————————————-

AC: Seguimos aquí en RPP. Estamos hablando con el Cardenal Juan Luis Cipriani. Le estaba comentando como eran sus impresiones, de cómo ve la campaña electoral y ya es momento de que todos tomemos una decisión. Ya escuchamos a los candidatos, ahora la gente tiene que meditar y tomar sus decisiones.

CJLC: Escuchar a los candidatos sí. Lo que no podemos hacer es todo ese ruido de mitad verdad mitad mentira.  No se puede manipular de esa manera a la gente sencilla. Hay que decir la verdad- Aquí leo unas palabras muy bonitas de un cardenal de Roma, el cardenal Muller, un cardenal alemán, que estuvo aquí, que la Universidad Católica le dio un premio. Es el encargado de la Doctrina de la Fe, en la Iglesia Católica.  Dice lo siguiente:

"Pertenece a la cultura política la posibilidad de discutir sobre las diversas opciones en un clima de mutuo respeto. Es legítimo que un político gane las elecciones pero no para suprimir a los contrarios, sino para trabajar por el bien de todos, para construir así una sociedad más justa. Es legítimo que la oposición política continúe manifestando su disenso, pero siempre con los instrumentos legítimos del estado de derecho y ofreciendo su leal colaboración al que gobierna".

Unas palabras, la verdad, muy armónicas y equilibradas. Entonces yo veo que da la impresión que hay un grupo de gente pensante, que son ellos los que van a decir quién es corrupto. Entonces, van a preguntar: "¿fulano? es corrupto". ¿Por qué?, porque el centro de inteligencia del pensamiento único lo ha determinado. "Menganito es demócrata". Y ¿por qué? "Porque nosotros hemos determinado que es demócrata, fulanita es corrupta porque nosotros hemos determinado que es corrupta". Y así van tomando determinaciones inapelables, y sale en las redes, en los diarios, en entrevistas, en mesas de opinión, de manera contudente: ríndete o te cortamos la cabeza.

Yo francamente llevo muchos años sintiendo el golpe de ese pensamiento único y no lo acepto ni me da miedo, no negocio, hablo con la verdad por un amor al Perú muy grande en nombre de la libertad justamente de la gente más pobre, en nombre de la justicia, en nombre de la no corrupción, en nombre de los muertos y heridos de la época del terrorismo, en nombre de los derechos humanos. Sí, tengo derecho a hablar de los derechos humanos. ¿Quién va a ser dueño de no poder hablar de los derechos humanos, de la justicia, de la democracia? Por qué voy a aceptar que un grupo de personas con grandes estudios y con grandes métodos, eso sí, saque en los periódicos un editorial, o saldrá en la obra de no sé cuántos autores una burla. Dirán que el intemperante es otro. Buscarán por ahí un aliado colega, para que diga: sí esas son opiniones personales.

Son personales, son mías, no me aparto de la doctrina social de la Iglesia, no he mencionado hasta este momento ninguna opción preferencial pero sí la verdad en nombre de muchísima gente que siente ese fastidio por una especie de aplanadora que en estos tres cuatro días quiere hacer tabla rasa de todo.  Señores ¿acaso tienen ustedes la verdad, acaso ustedes son los únicos que tienen derecho de expresarse?

Todos tienen el derecho de expresarse.  Lo que estoy discutiendo es que  unos no pueden descalificar a los que piensan diferente. Que digan como yo, no estoy descalificando, lo único que estoy diciendo es defender los derechos humanos. Permítanme a mi decir que soy un demócrata, lo soy.  Permítanme a mí decir que quiero un Perú libre sin corrupción y con crecimiento para los más pobres. ¿Acaso hay dueño de estos temas, todos podemos tener claramente opiniones?

El alcalde de Lima se reunió… y prácticamente se pinta una tragedia. ¿No se puede reunir con nadie porque está en funciones? ¡Todos los ministros, el presidente de la república, la primera dama han estado haciendo todo tipo de comentarios a toda hora! ¿No están en ejercicio? Yo no conozco tanto las leyes, pero ¿los congresistas? No seamos entonces tan puritanos de pretender que para unos está la ley del embudo. Los caminos más angostos para ti, los más anchos para mí. Yo creo que se trata principalmente de que pueblo, el elector, esté bien informado, no asustado. No hay una hecatombe. Vamos a tener una elección para servir al Perú.  Yo creo que tenía la necesidad de hablar personalmente.

Ha estado ausente la familia, el matrimonio entre un hombre y una mujer, el derecho a la vida, lo han dicho de pasadita, ¿por qué?, porque han escondido a gente, a mí que no me cuenten, en cuanto salga el resultado de la elección, volverán las banderas otra vez a levantarse. Entonces, dónde está esa libertad de elección, si uno va escondiendo algunas ideas, sacando otras, levantando de pronto un insulto macabro diciendo pues que esto es prácticamente…

Yo los conozco a los dos candidatos, y soy amigo de los dos, y le pido a Dios para que salga quien salga elegido Dios los ayude, pero debajo de más  de uno, que de la otra, ha habido una campaña muy sucia. No ellos, yo creo que los dos son personas correctas, nobles, con gran amor a su país, no tengo la menor duda.

Pero creo que ese: "todo vale", que se ha impuesto estos últimos días, no me parece correcto. Eso atenta contra la libertad, eso atenta contra la democracia, eso atenta contra los derechos humanos, eso no ayuda a libertad del Perú.  Y vemos personas –candidatos- que han sacado el diez por ciento de los votos, por decir algo, y usan su metodología: a partir de ese momento –el inicio de la segunda vuelta- simplemente se han lanzado al insulto masivo.

Yo le pido a Dios más que nunca que bendiga a nuestro país, es el Perú. Mañana no estaré yo, ni estará ninguno de ellos, pero estarán ustedes hermanos, familia. Voten en libertad por quien te da la gana sin ningún temor, no se vota en contra de, se vota a favor de. Yo quiero esta alternativa y estas personas. Cuando hay tanto odio y tanto rechazo, no se puede hablar de tolerancia ni de democracia. El estado de derecho exige ese respeto por opiniones diferentes. Que Dios los bendiga y que mañana tengamos una fiesta electoral salga quien salga. Que Dios nos bendiga.


ANDRÉS AZIANI: UN FILÓSOFO QUE SUPO ARMONIZAR FE Y RAZÓN PARA ALCANZAR LA SANTIDAD

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UN FILÓSOFO QUE SUPO ARMONIZAR FE Y RAZÓN PARA

ALCANZAR LA SANTIDAD

            Conocí a Andrés Aziani por intermedio del Dr. José Antonio Benito Rodríguez, quien me lo presentó una tarde de Octubre de 1996 en el antiguo local de Miraflores de la Universidad Marcelino Champagnat. Posteriormente, solía encontrarlo en diversas conferencias, fórums, exposiciones, presentaciones de libros, etc. relacionadas con los ambientes universitarios y culturales donde la Iglesia lleva a cabo su misión de evangelización de la cultura. A partir del 2001, empecé a verlo con más frecuencia en la recién creada Universidad Católica Sedes Sapientiae, de la cual Andrés fue uno de los profesores fundadores. Siempre lo consideré un intelectual muy riguroso, apasionado como pocos por la búsqueda de la verdad y del sentido de la existencia, presto a dar razones convincentes de la fe y esperanza que sostenían su entusiasmo misionero.

            Su actividad evangelizadora de la cultura era incesante y contagiante. Al igual que todos los santos, él no perdía el tiempo en ningún momento; incluso, después del almuerzo, en lugar de descansar un rato como lo recomienda la ciencia médica, se le veía preparando los materiales de sus clases, o revisando textos, o fotocopiando separatas. Su ideal fue sin duda descubrir a la juventud la belleza y la pertinencia de la fe a través de la Filosofía y de la Teología, tarea inmensa para la cual estuvo singularmente capacitado por su sólida formación académica y amplios conocimientos de las disciplinas filosóficas en general.

            Pasaron unos años, y una noche de finales de Julio del 2008 ocurrió un acontecimiento extraordinario en la Iglesia de San Pedro de los Padres jesuitas, ubicada a dos cuadras de la Basílica Catedral, en el centro histórico de Lima. Esta iglesia es uno   de los más hermosos e importantes templos coloniales de la capital, por sus impresionantes altares neoclásicos y barrocos, sus bellas imágenes, y por ser el Santuario Arquidiocesano del Corazón de Jesús. Yo acababa de oír misa de 6 p.m. y estaba retirándome, cuando alcancé a ver que en una banca del lado izquierdo de la nave principal, a la mitad más o menos del templo, se encontraba Andrés Aziani arrodillado en una actitud de profunda oración y recogimiento, como nunca antes lo había visto, pues en muchas otras ocasiones habíamos coincidido en misa en la Basílica Nuestra Señora del Pilar de San Isidro, o en la parroquia más próxima al local principal de la UCSS, y en ninguna de ellas lo pude ver tan concentrado en la oración como en ésta.

            La impresión que me llevé fue grande por varias razones. En primer lugar, a juzgar por la hora en que aquello sucedió, casi las 7 p.m., estimo que Andrés llevaba ya orando un buen rato, pues la misa había terminado a las 6.30 p.m. aproximadamente. En segundo lugar, y esto es lo más importante, la forma en que oraba era muy especial: de rodillas y con tal reverencia y sumisión, que parecía estar compareciendo ante alguien de mucho poder y majestad, donde las palabras son innecesarias y únicamente cuenta la presencia. De pronto, tuve la sensación de que el tiempo se había detenido y vi por un momento la iglesia vacía, y a Andrés solo, de rodillas, como presentándose ante ese alguien poderoso.

            Permanecí absorto por varios segundos observando la escena y, temiendo caer en la excesiva curiosidad o indiscreción, salí del templo impresionado por lo que había visto. Camino a casa, iba pensando cuál sería el significado profundo de este hecho tan singular. La conclusión inicial a la que entonces arribé fue que Andrés Aziani tuvo aquella noche una experiencia de oración contemplativa, difícil de darse en intelectuales analíticos y racionales como él, pero no imposible. Fue uno de los pocos filósofos de nuestro medio que, junto a un alto nivel intelectual, alcanzó también un elevado nivel espiritual y de servicio a la Iglesia. Aspirando a la santidad, supo armonizar perfectamente Fe y Razón, el ideal al que debemos apuntar todos los que transitamos por los caminos de la ciencia y de la cultura; sin duda, una gracia  muy especial que Dios le concedió.

            No pasó una semana de aquel sorprendente acontecimiento, cuando el 30 de julio del 2008, recibí una llamada de José Antonio Benito, comunicándome muy apesadumbrado el inesperado fallecimiento de Andrés Aziani. Entonces, acabé de comprender lo que aún no entendía: la muerte no lo había cogido desprevenido, sino preparado para dar el gran paso; su presencia aquella noche en San Pedro era parte de esa preparación. El llamado ya se había producido, y al acudir Andrés al Santuario del Corazón de Jesús, estaba como anticipando su presencia definitiva ante el Absoluto, que se produciría pocos días después.

            Andrés Aziani, con su sapiencia intelectual, probada virtud y empuje misionero, contribuyó notablemente a la movilización del laicado y a la evangelización de la cultura, dos retos cruciales que enfrenta actualmente la Iglesia. Llevó a altas cumbres el desarrollo simultáneo de la Fe y la Razón, esas dos vías maestras que tenemos a nuestra disposición para encontrar la Verdad. Donde la mayoría de los intelectuales ve oposición entre ambas, Andrés, fiel a la gracia y al carisma de su fundador Monseñor Luigi Giussani, no la vio; al contrario, logró con maestría equilibrarlas y complementarlas, alcanzando de este modo la sabiduría.

            Trayectorias vitales como las de Andrés Aziani son generadoras de mucha Esperanza; por eso, sin temor a equivocarnos, podemos afirmar, junto con la Gaudium et spes, que el porvenir de la humanidad está en manos de quienes como Andrés, sepan dar a las generaciones venideras razones para vivir y razones para esperar.

 

                    Lima, 03 de Junio del 2016 – Solemnidad del Corazón de Jesús

                                        Econ. y CPC.  Álvaro Vera Gastañaduí

                          Diplomado en Doctrina Social de la Iglesia por la UCSS 


(La foto está tomada en el patio central de la UCSS. El autor del artículo se encuentra en el medio, al fondo)

San Antonio de Padua, santo de las causas y cosas perdidas

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"San Antonio de Padua con el niño Jesús" (detalle), de Antonio de Pereda y Salgado, s. XVII.
(Foto: Wkipedia)



El próximo 13 de junio, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Antonio de Padua, uno de los santos franciscanos más populares en todo el mundo, y que fue proclamado en 1946 como doctor de la Iglesia por el papa Pío XII debido a su erudición y sapiencia.

En la basílica de San Francisco de Lima–donde existe un altar dedicado a este santo– se alista un triduo en su honor, para honrar su memoria y difundir su vida y obra. Es considerado protector de los pobres y de los niños desamparados, así como también es patrono de las causas y cosas perdidas, y de las jóvenes casaderas. 

Actualmente la Orden Franciscana conduce en Lima el "Comedor de  pobres de San Antonio y San Diego de Alcalá", en la primera cuadra del Jr. Amazonas, donde se brinda desayuno y almuerzo de forma gratuita de lunes a sábado. Además, los 13 de cada mes se ofrece almuerzo especial y ropa en honor a San Antonio, cuya fiesta es el 13 de junio, y San Diego de Alcalá, cuya fiesta es el 13 de noviembre.

Se cuenta que San Antonio un día distribuyó a los pobres todo el pan del convento, pero las cestas seguían repletas. Por tal motivo, durante la fiesta de San Antonio se bendicen los panecillos colocados en canastillas sobre el altar, que luego se reparten antes de la procesión. A las 12 del mediodía se ofrece un almuerzo a los ancianos que se congregan en el comedor.

PRÉDICA Y MILAGROS
Su verdadero nombre fue  Fernando de Bulhões y se formó como sacerdote agustino. Luego de conocer el martirio de cinco frailes francisanos, decidió hacerse franciscano y adoptar el nombre de Antonio.  En 1221 participó conoció a San Francisco, el fundador de la Orden de los Hermanos Menores. 

El propio papa Gregorio IX, tuvo tal admiración por la fuerza de sus sermones que lo llamó "Arca del testamento". A pesar de sus dolencias, enseñaba, predicaba y confesaba, incluso en ayunas. En 1231 se fue a vivir a una celda construida bajo las ramas de un árbol en el pueblo de Camposampiero, donde se dice que tuvo el privilegio de cargar al niño Jesús en sus brazos. 

Murió el 13 de junio de 1231, cuando tenía alrededor de 35 o 36 años. Su canonización fue el 30 de mayo de 1232 y fue una de las más rápidas de la historia de la Iglesia Católica: es decir 352 días después de su fallecimiento. Treinta años después de su muerte, en 1263 se le dedicó una Basílica en Padua, donde se conservan sus restos mortales. Cuando su sarcófago fue abierto, su lengua todavía estaba incorrupta.

A San Antonio se le atribuyen una serie de milagros, como el haber logrado que una mula se arrodille ante la hostia consagrada, la resurrección de una mujer asesinada, la predicación a los peces, hechos que han sido fuente de inspiración para poetas y pintores.

En el mundo existen innumerables lugares que llevan el nombre de San Antonio, como San Antonio de Texas en Estados Unidos. En el Perú, existen la provincia San Antonio de Putina en Puno, el distrito de San Antonio de Chaclla en Huarochirí y el distrito de San Antonio–que durante el Virreinato fue parte del  Curato de Coayllo– en Cañete. 
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Publicado por Blogger para PRENSA FRANCISCANA DEL PERÚ el 6/07/2016 11:45:00 a. m.
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Fray Abel Pacheco Sánchez, OFM
Prensa Franciscana del Perú
Av. Abancay 162, Oficina 307 B, Cercado de Lima / Telf: 01 - 4260801
Celular: 945280669
 

 



MI CREDO EN LA UCSS porque ella CREE EN TI Y EN MÍ

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Parodiando la canción podría comenzar "tengo el orgullo de ser de la UCSS y soy feliz". Después del encuentro mantenido por parte de todos los jefes de área, autoridades, docentes de tiempo completo, con el Consejo Universitario y el responsable de la empresa "BLOK" Juan Ignacio Infante,  rescato el mensaje inicial de nuestro Rector, P. César Buendía invitándonos a REJUVENECERNOS, a vivir este momento como si fuese el primero, COMPLETAMENTE NUEVO, y lo único que lo envejece todo es el pecado, el personal, y el institucional, estructural. Nos recordó cómo el Dr. G.B. Bolis rezó para solucionar las dificultades de los comienzos, allá por mayor del 98 y cómo en el camino habían podido cometerse pecados que nos hacen viejos. Yo pensé que la única persona del planeta tierra de todos los tiempos que no ha conocido el pecado ha sido MARÍA, SEDES SAPIENTIAE, y por eso es la SIEMPRE JOVEN, SIEMPRE VIRGEN, SIEMPRE MADRE, y que Ella como Madre CREE EN TI –nuevo slogan de la UCSS-, en mí, en todos como Madre que es.

Luego siguió el Dr. G.B. Bolis quien nos presentó imágenes y nos habló del "Recuento de un camino andado" para tomar conciencia de lo que somos y de lo que podemos ser, destacando la NUEVA MIRADA de la UCSS, trabajando juntos en un plan de futuro.

El responsable de la empresa que ha liderado este proceso de evaluación y programación, Juan Infante, se explayó acerca del laborioso empeño realizado. ¡Qué importante constatar nuestra identidad, nuestro ser y parecer proyectado en el tiempo! Me quedo con su mensaje realista, lleno de esperanza, concretado en el slogan, marca, de la nueva UCSS: ¡CREE EN TI!  Un plan a largo plazo (10 años), para cambiar vidas, profesionalizando todos sus miembros y estamentos, comprometiendo a todos, marcando un ritmo de superación ¡ADELANTE!

Como siempre, Monseñor Lino nos estimuló a vivir lo aprendido. Además de mostrar su gratitud a la empresa Blok y a los participantes, demandó ponerlo todo por escrito en un librito para que cada uno lo ponga en su mesa de noche, lo coloque bajo su almohada y se contagie de su espíritu y por el día lo ponga en práctica. "El cambio no viene de los docentes; el cambio lo genera uno; no cambia si yo no cambio. CREE EN TI, QUE SÍ PUEDES.

Yo salí de la reunión con todas las ganas del mundo, agradeciendo la convocatoria (gracias UCSS por creer en mí desde su fundación) y decidido a compartirlo. Aquí va mi granito de arena, MI CREDO UCSS.

1.       Cree en ti que vas a gozar de un estilo de familia, con cercanía en la relación profesor-alumno.

2.       Cree en ti y valora tu espíritu crítico y creativo, libre, soñador, tú mismo.

3.       Cree en ti y te ofrece empleo seguro como ha sucedido con la mayoría de sus egresados.

4.       Cree en ti porque te sabe dispuesto para servir al Perú, tu Patria, en sierra-costa y selva, dentro y fuera del país.

5.       Cree en ti porque apuestas por un mundo abierto a los valores, con la persona como centro, luchando por el desarrollo integral y solidario de todos los hombres.

 

José Antonio Benito

CEPAC 


LAS OBRAS DE MISERICORDIA EN EL PERÚ 10 VESTIR AL DESNUDO

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LAS OBRAS DE MISERICORDIA EN EL PERÚ 10 VESTIR AL DESNUDO

San Martín de Tours es el célebre santo francés que popularize como nadie esta obra de misericorida. Se cuenta que, cabalgando envuelto en su amplio manto de guardia imperial, encontró a un pobre que tiritaba de frío, con gesto generoso cortó su manto y le dio la mitad al pobre. Por la noche, en sueños, vio a Jesús envuelto en la mitad de su manto, sonriéndole agradecido.

El vestido definía al hombre por su situación social y oficio. De esa forma habla la Biblia de la armadura de soldado de Goliat (1 Sam 17, 4-6. 38-39), y de un modo especial de los ornamentos sagrados del Sumo Sacerdote, descritos de manera minuciosa en Ex 28, pues ellos sirven para ensalzar y sacralizar al ministro del culto: «Harás vestiduras sagradas para tu hermano Aarón, que le den gloria y esplendor…, y para consagrarlo, a fin de que me sirva como sacerdote. Las vestiduras que le harán son las siguientes: pectoral, efod, túnica, vestido a cuadros, turbante y cinturón… para él y para sus hijos, a fin de que me sirvan como sacerdotes» (Ex 28, 1-4).

Tales vestiduras de culto marcan una distancia entre los sacerdotes y el resto de los creyentes, jerarquizando a la población. Pues bien, al lado de ellas, el Éxodo puso de relieve el valor sagrado del vestido de los pobres, que nadie puede usurpar a perpetuidad: "Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás a la puesta del sol, pues no tiene vestido para cubrir su cuerpo y para acostarse? Cuando clame a Mí, yo le oiré; porque soy misericordioso (hanun)" (cf. Ex 22, 26).

De este modo, el vestido no es objeto de culto, sino protección para el pobre, afirmando que la religión verdadera (ayuno), consiste en vestir al desnudo, ayudándole a vivir en dignidad (Is 68, 7). Más importante que la armadura del soldado y el adorno clerical es el vestido que cubre y otorga dignidad a los pobres. En ese contexto, los "sin ropa", los desnudos son los excluidos, los más pobres de los pobres. 

Esa palabra de Mt 25 retoma la experiencia de Is 58, 7 Ez 18, 7.16; cf. Job 22, 6 y el desnudo no es sólo quien no tiene ropa, sino el que está humillado, ninguneado, aplastado por otros, sin la dignidad y lugar social que le ofrece el vestido. Por eso, quien tiene ropa sobrante (capa de rey, manto de sacerdote, túnica de labrador) y no viste al desnudo es un ladrón, merecedor del juicio (como supone Juan Bautista: Lc 3, 11).

Esta obra de misericordia se nos facilita con las recolecciones de ropa que se hacen en Parroquias y otros centros de recolección. Recordar que, aunque demos ropa usada, no es dar lo que está ya como para botar o para convertir en trapos de limpieza. En esto también podemos dar de lo que nos sobra o ya no nos sirve, pero también podemos dar de lo que aún es útil. ¡Cuántos contenedores de ropa enviamos desde Villagarcía de Campos (Valladolid) a través de la agencia SELASI! Había prendas usadas y también otras donadas por tiendas y grandes almacenes. 

Vestir al desnudo Karibú es una ONG que atiende a inmigrantes subsaharianos en Madrid. En el Perú son muy populares los Traperos de Emaús, http://www.emaussamaritano.com/, quienes aprovechan "Papel ,cartón ,plástico ,chatarra, metales, escritorios, revistas, equipos de cómputo , maquinarias en desuso , papeles en general ,artefactos en general , muebles, camas , mesas , veladores ,ropa, zapatos , libros , revistas, vajillas,  papel , cartón ,plástico , botellas de vidrio, colchones , juguetes, cuadernos ,etc. En Arequipa son muy conocidas las campañas de CIRCA: "el papel y la ropa que te sobra es el pan y vestido que necesito".

No esperemos a que llegue el frío para nuestros hermanos de la puna ni tampoco los momentos de desastres ni siquiera a la campaña de Navidad, pongamos la mano en el corazón y la vista en nuestro armario y seguro que vamos a descubrir un motivo para llevar a otro la misericordia divina.

TRAS LAS HUELLAS DE NUESTROS SANTOS POR EL CENTRO DE LIMA

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A LA BÚSQUEDA DEL MAYOR TESORO DEL PERÚ

CAMINATA TRAS LAS HUELLAS DE NUESTROS SANTOS

 

Sábado 11 de junio:

 

Ha sido como volver al Hogar y pregustar el Cielo acompañado por amigos cercanos. Los santuarios nos brindan acogida cordial, paz, gozo. Siempre nos dan más de lo que esperamos. El Perú es un camino, se hizo y se hará caminando, peregrinando. Es lo que hemos querido hacer esta mañana desde el CEPAC. Seguir las huellas de nuestros santos en el Centro Histórico de Lima. Más allá de una visita turística, de museos, hemos vivido del modo más sencillo, una peregrinación cultural-espiritual.

 

Comenzamos a las 8 de la mañana con la Santa Misa (algunos con la confesión) en la Parroquia de San Pedro, junto a la Av. Abancay (al costado de la Biblioteca Nacional). Cruzamos la puerta jubilar del Año de la Misericordia, disfrutamos de la didáctica lectura de las 7 estaciones de las obras de misericordia (corporales y espirituales), rezamos ante la imponente y sobrecogedora talla del Cristo de Juan de Mesa y nos sumergimos en la liturgia eucarística. Al final, recorrimos la espectacular iglesia con la providencia de encontrarnos –por ser día 11- de los devotos del Siervo de Dios Francisco del Castillo que rezaron la oración por su beatificación y nos compartieron sus estampas y vivencias. Contemplamos el lienzo del Venerable apóstol de los negros, creador del Sermón de las Tres Horas, celoso misionero en el mercado del Baratillo y veneramos la cruz expuesta en la capilla. Recordamos a los siervos de Dios vinculados a la Compañía de Jesús en este templo y también casa de la Compañía: Antonio Ruiz de Montoya,  Diego Martínez, Juan Sebastián de la Parra y Juan de Alloza. Valoramos el retablo de Matías Maestro, la espléndida colección de arcángeles cuzqueños, las imágenes de los santos jesuitas Ignacio, Javier, Estanislao de Kostka, Pedro Claver y cuadros de santos peruanos como el de Santo Toribio evangelizando a los indígenas, San Martin, .Santa Rosa, las figuras diminutas de santos del púlpito, las reliquias, el corazón del Conde de Lemos, Nuestra Señora de la O…A la salida nos sorprendió la lápida dedicada al General Avelino Cáceres, quien fue atendido por los PP. Jesuitas al ser herido en su campaña bélica de la defensa de Lima en Miraflores. Antes de pasar al Centro Cultural Inca Garcilaso nos detuvimos ante la evocadora imagen de Víctor Andrés Belaunde, intelectual católico, presidente de la ONU, forjador de la tesis de la peruanidad como síntesis viviente.

Nuestro programa iba a ser bien intenso, por lo que enseguida llegamos  al complejo de San Francisco el Grande donde veneramos a San Francisco Solano, nos encontramos con los devotos de San Antonio de Padua en plena novena y también nos  compartieron trípticos y estampas. Nos emocionó saber que en las catacumbas está enterrado el popular cantante mexicano, luego franciscano Padre José Guadalupe Mojica. Fuimos testigos de la gran devoción por San Judas Tadeo, alentada por la Hermandad. Divisamos los claustros en los que estuvo albergado por siglos el Seminario Santo Toribio. Rememoramos la importancia de cofradías como la de Aránzazu y la Inmaculada, la Soledad con templo propio al costado, la iglesia de Nuestra Señora del Milagro y cruzando la Av. Abancay la iglesia y casa de Ejercicios de la Tercera Orden de San Francisco.

Seguimos caminando y nos dimos con la sorpresa de una interesante exposición de la Municipalidad de Lima y el Museo Nacional de Cultura.

En la Casa de la Literatura Peruana, Estación de los Desamparados, recordamos la iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados y al Siervo de Dios Francisco del Castillo.

Dejamos la Casa Bodega y Cuadra, en la esquina de la Plaza de Armas la Casa Aliaga y contemplamos la acogedora Plaza de Armas o Plaza Mayor, auténtico corazón de la Ciudad de los Reyes.

En el Palacio Arzobispal reconfortamos nuestro espíritu con la magnífica serie de cuadros y relieves de María, Madre de Dios y veneramos las reliquias de Santo Toribio (cráneo y huesos principales en una vistos urna). Pasamos a continuación a la Iglesia del Sagrario donde recordamos el milagro de las hostias robadas del templo y aparecidas en Santa Liberata; también vimos una de las imágenes más antiguas sobre Santo Toribio.

Por último, entramos por la puerta santa de la Catedral donde caímos de rodillas ante el Santísimo, expuesto en la Capilla de la Sagrada Familia, contigua al Baptisterio. Minutos después tocaron las 12 campanas  y rezamos agradecidos el Ángelus. Valoramos la Catedral como centro de la diócesis, cátedra del obispo, iglesia del cabildo eclesiástico, cripta donde reposan sus obispos, custodia de reliquias de santos peruanos, también de siervos de Dios como el P. Camacho o Monseñor Emilio Lissón, altar de Nuestra Señora de la Evangelización…

Dejamos para otra jornada el santuario de los santos peruanos dominicos en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, Santa Rosa, San Martin, San Juan Macías. Convento e iglesia  de. San Agustín: Fray Diego de Ortiz; Luis Lopez de Solís.  Basílica de La Merced, basílica; la Asunción con los Apóstoles (siglo XVIII)   Pedro Urraca. Gundisalvo (Fray Gonzalvo) Díaz de Amarante. Iglesia de Jesús, José y María: Siervo de Dios Nicolás Ayllón.  Nazarenas, Señor de los Milagros: Siervos de Dios Sebastián de Antuñano, Madre Lucia del Espíritu Santo. San Sebastián: Iglesia donde fueron bautizados Rosa, Martin. Casa natal de San Martin. Museo etnográfico Pío Aza: Misioneros dominicos. Basílica de Santa Rosa: Casa natal y donde vivió familia Santa Rosa

CARTA PASTORAL POSTSINODAL DEL CARDENAL CIPRIANI "Al encuentro con Cristo"

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Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima. Carta Pastoral "Al encuentro con Cristo" Reflexiones finales y Plan de acción del XX Sínodo Arquidiocesano de Lima. (San Pablo, Lima 2016, 39 pp)

 

24 artículos, 37 páginas, 74 notas a pie de página, 86 parágrafos, 1 objetivo: el encuentro con Cristo de la arquidiócesis de Lima aquí-ahora, como quiere el Papa Francisco y marcó Santo Toribio de Mogrovejo.

Bastaría para saber lo que le urge al Pastor de Lima en su carta pastoral como reflexión final y plan de acción del XX Sínodo Limense.

Ya está en las librerías y en la calle y fue presentada por el propio Monseñor Juan Luis el pasado viernes 10 a diferentes sectores –como religiosas, movimientos, hermandades- de nuestra iglesia.

Les comparto el índice que –dicho sea de paso- espero se coloque en futuras ediciones.

 

1.       El Camino Sinodal de la Iglesia de Lima

2.       Trabajo conjunto de sacerdotes y laicos como una gran familia

3.       Llamado a la conversión pastoral

4.       La urgencia de la renovación dela vida sacerdotal

5.       La atención de la Parroquia al servicio de sus feligreses

6.       La Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia

7.       El ejemplo del Buen Pastor nos impulsa a salir a las periferias

8.       La vida consagrada al Señor: una gran riqueza de la  Arquidiócesis

9.       La familia cristiana al servicio de una sociedad cristiana

10.    Los jóvenes, protagonistas del futuro de la Iglesia

11.    La identidad católica de las instituciones educativas de la Iglesia de Lima

12.    Apostamos por un diálogo enriquecedor entre fe y cultura en la Universidad

13.    Misericordiosos como el Padre

14.    Vamos al encuentro del hermano que sufre

15.    Estamos invitados a practicar las obras de misericordia

16.    El voluntariado, importante expresión de la misericordia cristiana

17.    La participación de los fieles laicos en la Iglesia

18.    La presencia de los fieles cristianos en la vida pública y cultural de la sociedad

19.    Todos estamos llamados a la santidad en nuestros ambientes

20.    La Iglesia acude a las redes sociales para proclamar la verdad

21.    Los santuarios son lugares de fe viva para el encuentro con Cristo

22.    La Piedad Popular de los fieles, camino fundamental para la evangelización

23.    La vida contemplativa en los Monasterios es el corazón de la Iglesia

24.    Somos un Iglesia en proceso de "conversión pastoral"

¡LIBROS DE ORO! o ¡CABODEVILLA ESCRIBE DE MARAVILLA!

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¡LIBROS DE ORO! o ¡CABODEVILLA ESCRIBE DE MARAVILLA!

 

Cuando leo o escribo un libro valoro su belleza literaria, su riqueza de contenido, su aporte ético y espiritual. De otro modo: el deleite, la instrucción, la utilidad, el amor.

Llevo medio año prendido y prendado de los libros de José María Cabodevilla; los últimos han sido "El discurso del padrenuestro", "Señora nuestra", "El padre del hijo pródigo". En todas sus obras campea por doquier la soltura estilístico, su fluidez verbal, su maestría en el dominio del uso de las palabras, la sencillez y la precisión de Azorín.

Uno siente que aprende permanentemente, sin necesidad de buscar para por fin encontrar, el espíritu goza al experimentar que está aprendiendo constantemente; el autor no improvisa, se nota que ha "perdido" mucho tiempo para ganarlo en sus lectores.

Pero lo que sobresale es su hondura de alma, su grandeza de ánimo, su alma sacerdotal que inspira la obra, ejerciendo con su pluma el triple munus profético del que enseña, del que rige desde su espíritu generoso y servicial, del munus santificador como si quisiera infundir vida divina a través de su pluma, y ello, sin atosigar, creando un mundo realista, mágico, transfigurador del vocablo en la creación de un mundo verdadero, bello, bueno (santo).

Al agradecer de corazón al autor, les animo a todos a probar con alimento tan suculento.

 

Les comparto un texto como muestra:

 

"La casa es un cobijo frente a la vastedad del mundo. Saint Exupéry, piloto y pedagogo, que clculaba sus viajes aéreos en millas desde su casa y hasta su casa, solía hablar de dos figuras básicas, fundamentales: la casa y el desierto. Es decir, lo concreto y lo indefinido. Es decir, a nivel emocional, lo seguro y lo inseguro. Suriel (hijo pródigo) lo sabe de sobra. Él se siente ahora perdido en una extensión sin límites y amenzado por fuerzs invisibles. Instintivamente, se ha refugiado en el recuerdo de su cas,a en la evocación pormenorizada de cada uno de sus cuartos y aposentos. Es el alma, sobre todo, la que necesita defenderse de la intemperie.

En el principio era la casa. La casa será, pues, el punto de referencia a partir del cual se han e medir todas las distancias. Es el kilómetro cero. Tras ha erre marcado una señal en el plano de su ciudad, El niño ha comprendido ese plano, y luego comprenderá el mapa de su país y luego la superficie del globo terráqueo. Si no tuvi´weramjos ese punto de apoyo, esa referencia estable, nuestra mente desmayaría a causa del llamado "vértigo horizontgal". En una casa el mundo resultaría no sólo inhabitable, sino también ininteligible. Kilómetro cero. Por eso sabe Suriel que está en un 'país lejano´, porque se halla lejos de su casa. Desde su casa y hasta su casa"p.150J: Cabodevilla. Padre del Hijo pródigo

 

José María Cabodevilla (1928-2003), cuyo nombre completo es José María Cabodevilla Sánchez, fue un sacerdote y teólogo español que se destacó por ser un hombre de letras prolífico, autor de treinta y cinco libros de ensayos, mayormente de temas de espiritualidad.

Fue un hombre poco afecto a los honores. Se negó de forma consuetudinaria a ser propuesto como miembro de la Real Academia Española. Entre los reconocimientos que recibió José María Cabodevilla se cuenta el Premio «Bravo Especial» de 1993, concedido por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social de España.1 Antes fue votado para el Premio Nacional de Literatura de Ensayo Cultural "Menéndez y Pelayo" 1960 por su libro Hombre y mujer.2 Por el manejo de las paradojas y la sutileza de su expresión escrita, se ganó el apelativo de «Chestertonespañol».3

Sus incisor y su formación Pontificia Universidad Gregoriana deRoma, donde José María Cabodevilla estudió Teología.

José María Cabodevilla, nació en Tafalla (Navarra) el 18 de marzo de 1928. Estudió en el seminario de Pamplona, ampliando después sus estudios en laUniversidad Pontificia Comillas (España) y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo la licenciatura en Teología. Fue en la Universidad Gregoriana de Roma donde formó parte del grupo que acompañó el lanzamiento de la revista poética «Estría», dirigida por José María Javierre y en la cual colaboraron escritores como Antonio Montero y José Luis Martín Descalzo, el biblista Luis Alonso Schökel, el P. Joaquín Luis Ortega (después director de la Biblioteca de Autores Cristianos), y luego el poeta y ensayistaJosé María Valverde. Ese grupo parecía intuir que los medios de comunicación estaban llamados a sustituir al magisterio de la Iglesia en la formación espiritual de las masas y que, por lo tanto, el periodismo era el sacerdocio de la modernidad.4

Ordenación sacerdotal y su labor como escritor

Cabodevilla fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1952 en Roma, tras lo cual retornó a Navarra para hacerse cargo de la parroquia «Oroz-Betelu». Más tarde se trasladó a Zaragoza, donde fue profesor del Seminario.1

Si bien Cabodevilla fue un recordado profesor, director de grupos matrimoniales y de tandas de ejercicios espirituales, su labor como escritor fue por lejos la más reconocida en el mundo de habla hispana. Joaquín Luis Ortega, director de la Biblioteca de Autores Cristianos, sostuvo que Cabodevilla logró crear «su parroquia de papel, que le era tan fiel como lo es él con sus lectores». Sin dudas, fue uno de los mejores escritores españoles que contribuyó a la literatura cristiana postconciliar. Su obra consta en esencia de treinta y cinco libros. Resulta difícil el recuento exacto de la cantidad de ejemplares vendidos, pero ya en abril de 1970, cuando sólo llevaba 15 años de escritor, consta que su obra sobrepasaba los 300.000 ejemplares (dato suministrado por la editorial BAC en la solapa del libro La Impaciencia de Job).5

Desde 1964 residió en Madrid, nombrado capellán del entonces «Colegio Mayor Paula Montal», conocido hoy como «Colegio La Inmaculada» de las Escolapias (calle Navalperal, 9, en Madrid).

Reconocimientos

Sentía muy poca afición por los honores humanos, y así se negó invariablemente a ser propuesto como académico de la Real Academia Española. Joaquín L. Ortega señaló: «Su pertinaz alejamiento de los circuitos de la notoriedad, su sabio y recatado retiro, la modestia de su vida (tanto que algunos se preguntaban si vivía todavía), su celoso servicio de cuarenta años a las Hermanas Escolapias, le han alejado de ser un escritor de relumbrón, y quizá de ocupar un sillón en la Real Academia de la Lengua que otros –aunque no él– veíamos como el lugar que le correspondía.»6

Entre los reconocimientos que tuvo José María Cabodevilla se encuentra el Premio «Bravo Especial» que le concedió la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social en 1993.1 Además, fue votado para el Premio Nacional de Literatura de Ensayo Cultural "Menéndez y Pelayo" 1960 por su libro Hombre y mujer.2 Por el manejo de las paradojas y la sutileza de su expresión escrita, fue calificado como el «Chesterton español».3

Sus últimos años y su personalidad

Quizá el mejor retrato de su personalidad venga dado por uno de los miembros de la comunidad de escolapias, que así recordó su figura:

«La comunidad tiene que agradecer a Dios el haber tenido tanto tiempo un capellán de lujo. Su trato era tan discreto que, a veces, podía parecer distante y que interpretamos como un celo grande por mantener su intimidad y el deseo de no interferir en la marcha de la comunidad. A pesar de esto, todas nuestras cosas le interesaban, y nos preguntaba con solicitud. [...] Vivía con un horario estricto, le gustaba madrugar; por él, la misa de cada día podía ser cuanto más temprano mejor, pero respetaba nuestros horarios, y en vacaciones accedía a retrasar un poco la Eucaristía. Era austero, sus instrumentos de trabajo consistían en una máquina de escribir, casi del primer modelo, y unos cabitos de lápices difíciles de coger. Se resistía a cambiar las cosas deterioradas por el uso. No era amante de la técnica, nunca quiso ordenador, ni teléfonos móviles. No admitía regalos por ningún motivo. Su vida puede considerarse casi eremítica, sobre todo en sus últimos años. Pasaba gran parte del día en su casa, escribiendo, leyendo o reflexionando. Fue un hombre profundo, como lo demuestran sus libros, de fe arraigada. Con sincera devoción a la Virgen María. Estando ya enfermo, le acompañé en la ambulancia que lo trasladaba. Me preguntó por dónde íbamos, y, al decirle que pasábamos por la catedral de La Almudena, me pidió que rezáramos el tercer misterio glorioso. Cuando mejor hemos conocido a don José María ha sido al enfermar. Los dos o tres últimos años le hemos visto deteriorarse poco a poco. Primero sufrió intensos dolores de huesos, a veces casi insoportables. Tuvo pequeñas mejorías y empeoramientos repentinos. Progresivamente se iba identificando con el proyecto de Dios. Cuando le llevamos por última vez a la clínica del Rosario, dijo: «¡Qué querrá Dios de todo esto! –y también– ¡Que en ningún momento me oponga al designio de Dios!» Estaba en paz y abandonado a la voluntad de Dios, se le veía más distendido, más propicio a exteriorizar sus sentimientos a las personas que le acompañaban. Fueron momentos de intensa emoción.»7

Luego de una prolongada itinerancia hospitalaria, José María Cabodevilla falleció el 17 de febrero de 2003, víctima de una embolia pulmonar,8 en el Hogar Sacerdotal de San Pedro adonde se había mudado hacía apenas unos días. Fue enterrado en la Sacramental de San Justo en la mañana siguiente, tras una misa en su memoria celebrada por un antiguo compañero literario suyo en la revista «Estría» y ahora arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, monseñor Antonio Montero.

Su repercusión como escritor

José María Cabodevilla siempre comentó que, para él, el sacerdocio era el centro y la literatura un medio para alcanzar el fin. Pero el crítico literario y escritor Manuel Iribarren Paternainen señaló de Cabodevilla: «Maestro consumado del lenguaje, con un estilo ágil, lozano y jugoso, irónico a veces, juega con el vocablo un poco a lo transformista, a lo prestidigitador, y prodiga las metáforas y giros nuevos con gracia y eficacia»9

En 2005, la escritora española Mercedes Salisachs, ganadora de los premios Planeta (1975), Ciudad de Barcelona (1976), Ateneo de Sevilla (1983), Fernando Lara (2004) y del Premio Alfonso X El Sabio a la Novela Histórica (2009) dijo: «Actualmente considero que el mejor escritor que ha tenido España en el siglo XX es José María Cabodevilla. Murió hace dos años pero, aunque pocos han saboreado su lectura, a mi juicio ningún escritor actual lo ha superado.»10

Luis Alonso Schökel refirió a Cabodevilla como heredero moderno de los clásicos españoles y caracterizó su estilo.

Cuando recitamos la lista de nuestros clásicos, suenan en primer lugar también estos nombres: Santa Teresa de Jesús, San Juan de la Cruz, san Juan de Ávila, Fray Luis de León, Fray Luis de Granada, Fray Alonso de Cabrera,Fray Gabriel Téllez; en la ronda siguiente tenemos que citar a los presbíteros Calderón de la Barca y Argensola y al jesuita Gracián. [...] Al terminar la lista preguntamos: ¿no han tenido algún heredero moderno? Dos se destacan sin discusión: José Luis Martín Descalzo y José María Cabodevilla. [...] Para el tema de este capítulo, que es el estilo, yo escojo entre los actuales a José María Cabodevilla. Por su prosa levemente gracianesca: de corte conceptista, con tendencia al aforismo, rica de referencias culturales [...]11

Ejemplos de su pensamiento y estilo[editar]

 

José María Cabodevilla publicó más de 30 obras de espiritualidad.

Es notable en todos los escritos de Cabodevilla el manejo de las paradojas, destacando la aquiescencia con que se afirma aquello que parece por demás normal y corriente, sin pensarlo ni meditarlo a fondo. Por ejemplo:

Decimos: las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos de memoria, igual que si dijéramos, los pronombres personales son seis. Las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos con la misma irresponsabilidad con que decimos todo aquello que no podemos comprobar personalmente: los satélites de Saturno son nueve. Las bienaventuranzas son ocho. Pero lo decimos con el mismo desinterés con que solemos referirnos a cuanto nos es indiferente: los afluentes del Mississippi son ochenta.

José María Cabodevilla, Las formas de felicidad son ocho12

Un ejemplo típico de su manejo de la paradoja se registra en su comentario sobre la existencia o no del «cielo»:

Imaginemos que no existe el cielo. Imaginemos que se ha llegado a averiguar, con toda certidumbre, que no hay una vida ultraterrena, que no hay premio ni castigo. ¿Qué ocurriría? Las religiones se convertirían en un curioso tema de arqueología, el estamento eclesiástico pasaría en masa a engrosar las listas del paro, la llamada moral civil quedaría, a la vez que exaltada, reducida a un simple código de circulación. Pero me pregunto sobre todo qué ocurriría en el fondo del corazón humano, en mi propia alma, que pensaría yo, que sentiría yo.

Si en mí hubiese prevalecido hasta ahora el temor, yo experimentaría lógicamente una gran sensación de libertad. Al lado de esta sensación tan gratificante, la decepción que pudiera sentir por haber hecho en vano algún que otro sacrificio, alguna que otra renuncia [...] ¡No hay nada después de la muerte! «Por consiguiente, todo está permitido».

En cambio, si era el amor lo que en mí predominaba, mi reacción sería completamente distinta: la mitad de mi vida perdería su sentido y la otra mitad perdería casi todo su interés.

Ciertamente, aun en la hipótesis de que no hubiera nada al otro lado, cabe decir que siempre habrá un cielo y un infierno, si bien con efectos contrarios a los previstos: el cielo consistiría precisamente en la inexistencia del infierno y el infierno en la inexistencia del cielo.

José María Cabodevilla, El cielo en palabras terrenas13

Entre los muchos ejemplos de la sutileza que caracteriza los escritos de Cabodevilla, puede citarse el siguiente ejemplo tomado de uno de sus ensayos:

Mucho se nos ha repetido que la anarquía no es democracia ni el libertinaje es libertad; pero haría falta también repetir con la misma insistencia que tampoco la legalidad es derecho ni el orden es paz. [...] la paz significa mucho más que la ausencia de guerra. Se trata de un valor positivo; por lo tanto es la guerra la que debe definirse a partir de la paz, y no al revés. Esta inversión lamentable daña también el concepto de no-violencia, expresión que, por negativa, algunos de sus partidarios han abandonado ya. [...] Luther King murió por la justicia renunciando a toda violencia, Camilo Torres murió por el mismo ideal con las armas en la mano; lo que importa no es lo que los distingue, sino lo que los identifica, de la misma manera que Goya y Picasso nos gustan no por lo que tienen de diferente, sino por lo que tienen de parecido, es decir, por lo que ambos tienen de genial. También, cuando se trata de la colaboración de creyentes y no creyentes en la lucha por un mundo nuevo, lo que importa es precisamente lo que unos y otros tienen de común. En «Barjona» cuenta Sartre la huida de Jesús a Egipto, introduciendo en su relato a un bandolero valeroso que muere batiéndose contra los soldados de Herodes para salvar la vida del Niño. Lo que importa es aquello que unifica los comportamientos de Barjona y de José de Nazaret, ya que la lucha armada de aquél no fue menos necesaria que los pacíficos cuidados de éste para conseguir que Jesús sobreviviera. La raya de separación, pues, no hay que establecerla entre creyentes e incrédulos, sino entre explotadores y explotados, raya que pasa por medio de las Iglesias lo mismo que por medio de las naciones.

José María Cabodevilla, Feria de utopías14

En una serie de irónicas alusiones al «Gran Inquisidor» que ejercía su paternal tiranía sobre sus súbditos para conservar la perfección utópica, José Luis Calvo Carilla interpretó que Cabodevilla dejaba deslizar de forma subrepticia algunos guiños a la situación política española de 1974.15

«Los hombres son rebeldes, los hombres son levantiscos», dice el tirano, y aplica al país un régimen duro.
«Los hombres son débiles, los hombres son propensos al desaliento», dice el Gran Inquisidor, y asume él solo la pesada carga de gobernar y decidir.
«Los hombres son felices, los hombres han llegado por fin a la edad adulta», dice quien ordena y manda en el quinto reino de Utopía. Quiere decir que sus súbditos ya sólo pueden elegir bien, sólo pueden elegir lo mejor, necesariamente lo mejor; por tanto, no tendría ningún sentido darles ocasión de ejercer su libertad.
Así dice el tirano, así dice el Inquisidor, así dice el príncipe de la Isla. [...]

José María Cabodevilla, Feria de utopías16

Otro escritor señala también la «agudeza» de José María Cabodevilla.17

 

1.      San Josecho a lápiz: Treinta láminas de una parroquia rural (Barcelona: Juan Flors, 1955)

2.      Señora Nuestra: El misterio del hombre a la luz del misterio de María (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1956, 1963 y 1975)

3.      Domund (Madrid: PPC, 1957 y 1959)

4.      Al pie de la torre (Madrid: Propaganda Popular Católica, 1957, 1960)

5.      Los artículos desarticulados (Barcelona: Juan Flors, 1958 y Madrid: Taurus, 1958, 1959 y 1969)

6.      Ecce Homo (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1960 y 1964)

7.      Hombre y mujer: Estudio sobre el matrimonio y el amor humano (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1960, 1962, 1965, 1968 y 1974)

8.      Sábado: oración de la esperanza (Barcelona: Altés, 1961 y 1964)

9.      Cristo vivo: vida de Cristo y vida cristiana (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1963, 1964, 1965, 1970 y 1977)

10.  El padre del hijo pródigo (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1964, 1966 y 1982; Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1999)

11.  Carta de la caridad. Fechada en Roma, Vaticano II (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1966, 1967 y 1979)

12.  32 de diciembre: la muerte y después de la muerte (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1966, 1969 y 1982)

13.  La impaciencia de Job: Estudio sobre el sufrimiento humano (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1967 y 1970)

14.  Santa María de cada día (Alcoy: Marfil, 1968)

15.  Aún es posible la alegría (Madrid: Taurus, 1969)

16.  El pato apresurado o apología de los hombres (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1970 y 1971)

17.  Discurso del padrenuestro: ruegos y preguntas (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1971 y 1986)

18.  El libro de las manos. Relación de los siete montes de la mano o noticia general de todos sus méritos, trabajos y vanidades (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1973)

19.  Feria de utopías: estudio sobre la felicidad humana ( Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1974)

20.  Carta abierta a un Sr. Obispo ( Madrid: Edic. 99, 1974)

21.  La cucaña de la libertad (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1977)

22.  El demonio retórico (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1978)

23.  Palabras son amores: límites y horizontes del diálogo humano (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1980)

24.  Consolación de la brevedad de la vida (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1982)

25.  Las formas de felicidad son ocho: comentario a las bienaventuranzas (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1984)

26.  Juego de la oca o guía de caminantes (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1986)

27.  La jirafa tiene ideas muy elevadas: para un estudio cristiano sobre el humor (Madrid: Ediciones Paulinas, 1989, 1989 y 1997)

28.  El cielo en las palabras terrenas (Madrid: Ediciones Paulinas, 1990)

29.  En casa: nueva mística del hogar (Madrid, Ediciones Paulinas, 1992)

30.  La memoria es un árbol: raíces, ramas, frutos y pájaros de la memoria cristiana (Madrid: Ediciones Paulinas, 1993)

31.  Hacerse como niños: necesidad para los sabios y escándalo para los justos (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1994)

32.  La letanía del grillo: informe sobre la especie humana que los demás animales presentan ante Dios (Madrid: Espasa-Calpe, 1996)

33.  365 nombres de Cristo (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1997)

34.  La sopa con tenedor (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2001)

35.  Orar con las cosas: voces y acompañamiento (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 2003)

 

Siervo de Dios P. Alonso de Barzana, SJ, misionero políglota en los Andes, discípulo de San Juan de Ávila (Cuenca, 1530-Cusco, 1598)

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Siervo de Dios P. Alonso de Barzana, SJ, misionero políglota en los Andes, discípulo de San Juan de Ávila (Cuenca, 1530-Cusco, 1598)

 

Alonso de Barzana nació en 1530 en Belinchón (Cuenca), España. Hechos sus primeros estudios en Belinchón, los continuó en Baeza, Jaén, a donde se fue a vivir su padre, médico de profesión. En la universidad de Baeza obtuvo los grados de maestro en artes (filosofía) y bachiller en teología. Fue discípulo de Juan de Ávila, famoso predicador rural. Se ordenó sacerdote en 1555 en Baeza. Después de 10 años de ejercicio del ministerio sacerdotal entró a la Compañía el 28 de agosto de 1565 en Sevilla.

En 1568 don Francisco de Toledo fue nombrado virrey del Perú. Apenas nombrado, en carta del 5 de julio de 1568, escribió al P. general Francisco de Borja, amigo de su familia, pidiéndole que destinara al Perú cuatro o más jesuitas. Probablemente por insinuación de Toledo, el rey Felipe II, el 12 de agosto escribió al P. Borja pidiéndole expresamente que fueran destinados los P.P. Martín Gutiérrez y Gonzalo González. Añadía el rey que el P. Gutiérrez fuera nombrado comisario de todos los jesuitas en el virreinato del Perú. Se desestimó esa sugerencia. En carta del 11 de octubre Felipe II pidió al P. Borja que fueran enviados al Perú al menos 20 jesuitas. El P. Borja designó a los padres Bartolomé Hernández, Juan García, Hernán Sánchez, Alonso de Barzana y Rodrigo Álvarez; a los escolares Sebastián Amador, Juan Gómez. Juan de Zúñiga, Diego Ortuño y Antonio Martínez; y a los hermanos Diego Martínez, Juan de Casasola y Juan Hernández [1].

Destinado al virreinato del Perú, debido a las peripecias del viaje llegó bastante maltrecho a Lima en 1569. En Sevilla, en espera de un barco, y luego durante el viaje, estudió quechua en la gramática del dominico fray Domingo de Santo Tomás, publicada en 1560, y ya en Lima continuó asiduamente ese estudio. Muy pronto pudo trabajar entre los indios en las doctrinas de Santiago del Cercado, en las afueras de Lima, y en la de Huarochirí, también dentro de la jurisdicción de Lima.

En los diversos informes, desde 1571 a 1576, se dice de Barzana que es "muy siervo de Dios" y buen predicador, "con caudal para leer una cátedra, pero sin talento para gobernar". Se señala que no está amoldado al instituto de la Compañía de Jesús, aunque más tarde se le reconoce como muy afecto a él. Se destaca que sabe muy bien el quechua y el aymara. Estando en el Cusco en 1572, catequizó a Túpac Amaru, el último inca, condenado a muerte por el virrey Toledo. En 1573 fue uno de los fundadores del colegio de La Paz. En 1574 predicó en Arequipa y Potosí, en quechua, y en 1575 en aymara en la zona del lago Titicaca, en Chucuito y en La Paz.

En la primera congregación provincial (1576) se insistió en dar más importancia que la que se daba, al ministerio pastoral entre los indios. Dice el P. Rubén Vargas Ugarte, S.J.:

"Como se había resuelto en la Congregación Provincial, los jesuitas no descuidaron el ministerio de las misiones rurales, antes bien, se esforzaron en ayudar de esta manera a los indios y, ciertamente, con abundante fruto. En el año 1576, el P. Barzana, en compañía de otro padre y de un hermano, pasó los primeros días del año al repartimiento de San Pedro Mama, donde se detuvo unas cuatro semanas, logrando que se confesasen muchos indios e incluso los caciques, como sucedió en Guanchor. Pasó luego al distrito de Huarochirí, y en estos pueblos se detuvo hasta la Pascua, con grandes concursos (…..) Bajó luego a la quebrada de Lurín, y habiéndose detenido unos dos días en San Francisco de Sisicaya, pasó a Lima, llamado por el P. Visitador" [2] y se decidió la redacción de gramáticas y catecismos en quechua y aymara. En octubre de ese mismo año hubo otra congregación provincial para elegir procurador, y se encomendó a Barzana la tarea de redactar las obras citadas. Dicen las actas que se decidió que "el P. Maestro Barzana acabase de enmendar y corregir el catecismo breve, arte y confesionario en la lengua quichua y aymara con sus dos sumarios para los viejos y que el P. Procurador [3] los lleve e haga imprimir (….), dejados por agora los catecismos y vocabularios más copiosos para otro tiempo, que estén acabados y puestos en perfección" [4].

El 19 de noviembre de 1576 el P.General Everardo Mercuriano, en respuesta a una carta de Barzana, perdida, lo felicita por sus obras en quechua. Le dice, además, que su voto de ir a la China queda conmutado "en esa tierra, donde hay más disposición de predicar el evangelio que en la China". Las obras del P. Barzana nunca se imprimieron. En cambio, es muy probable que hayan servido de base a las traducciones al quechua y aymara del catecismo trilingüe del tercer concilio limense.

También en noviembre de 1576 la Compañía se hizo cargo de la doctrina aymara de Juli, en la región del lago Titicaca, hasta entonces atendida por los dominicos. Barzana fue uno de los cuatro designados para atenderla. Cuando tuvo que partir a Arequipa, para abrir allí una nueva casa, los indios no cesaron de llorar en toda la tarde.

Después de asistir a la tercera congregación provincial de 1578, Barzana fue enviado a Potosí. Probablemente fue uno de los revisores [5] de la traducción al quechua y al aymara del catecismo del tercer concilio limense (1582-1583), redactada principalmente por el P. José de Acosta. Los traductores fueron los jesuitas Bartolomé de Santiago y Blas Valera, y los sacerdotes seculares Juan de Balboa, Alonso Martínez y Francisco Carrasco. En 1583 la audiencia de Charcas nombró al P. Barzana catedrático y examinador diocesano de quechua, aymara y puquina, que debían aprender los párrocos por orden de Felipe II.

En 1585, a petición del obispo de Tucumán, Francisco de Vitoria, O.P., se abrió allí a la Compañía un nuevo campo de trabajo. El provincial Juan de Atienza envió a Francisco de Angulo, que se encontraba en Lima y a Barzana, y a Barzana, que se encontraba en Potosí, a Santiago del Estero, donde se les unieron en 1586 tres padres procedentes del Brasil. Con uno de ellos, Manuel Ortega, Barzana recorrió las tierras de los tobas, mocobíes, diaguitas y chiriguanos. En 1588 acompañó al gobernador de Tucumán, Juan Ramírez de Velasco, en una entrada a la región de los belicosos calchaquíes. Sobre esa su entrada a la región de los calchaquíes escribió el P. Barzana:

"El valle de Calchaquí, tan conocido a costa de tanta sangre en el derramada, corre trescientas leguas o más de norte a sur y catorce leguas de Salta por la parte del oriente. Es todo de riego y muchas comidas por los muchos ríos que lo atraviesan. Está poblado de diversas naciones, todas muy flecheras, que son; pulares, chucuanas, diaguitas, calchaquíes, y de esta última se llama todo el valle por un indio llamado Calchaquí, que lo mandaba todo. Este valle fue antiguamente rendido y conquistado por el inca y hasta ahora vemos caseríos y fortalezas suyas bien grandes. Nunca pudieron ser conquistados por fuerza de los españoles hasta que un capitán llamado Juan Pérez, con amor y buenas obras, redujo al capitán Calchaquí a su buena amistad, y pudo tanto con él, que le trajo a la ciudad de Santiago [6], y lo hizo cristiano. Vuelto este cacique a su tierra, conservaba la paz con los españoles hasta que vio que un fulano de Castañeda, que vino a tomar residencia a Juan Pérez, trató muy mal al residenciado, de lo cual tomó tanta rabia el calchaquí, que se alzó, y con él todo el valle, y ha estado no menos de 27 años alzada esta nación, sin poderla rendir, y era tanto el atrevimiento de los indios, que hasta a la mesma ciudad de Salta venían a pelear con los españoles" [7]. En 1591, después de dar misiones entre los lulas, pasó a la gobernación de Asunción. El P. Rubén Vargas Ugarte transcribe una carta del P. Barzana al P. Juan Jerónimo, sin indicación de fecha:

"Vuestra Reverencia se ría también de que un viejo de sesenta y tres años, al cabo de haber sabido las lenguas del Pirú y de las más principales de la gobernación de Tucumán, ando ahora muy ocupado en saber muchas otras lenguas bárbaras y particularmente la de los chiriguanos, gente feroz y sangrienta y que comen carne humana, y deseo que me tome la muerte predicándoles el evangelio de paz y de la vida. Estoy ya muy viejo y cubierto de canas, del todo sin dientes. He estado solo dos años en tierra de infieles en compañía de un padre tan hijo de mi corazón y tan cortado a la medida de mis deseos, como lo fue en otro tiempo para mí mi padre Juan Jerónimo. Nació en los reinos del Perú y diómelo Dios nuestro Señor, agora 23 o 24 años ha, recién venido yo de España. Ha que está en la Compañía más de 20 años. No sabe tanta teología como mi padre Jerónimo, pero sabe más lenguas de los indios para predicarles que no Vuestra Reverencia, y ha traído muchas almas a su Criador. Llámase el P. Pedro de Añasco, que en mi vejez es todo mi consuelo y alivio" [8]

En febrero de 1594 escribió desde Asunción, al provincial Juan Sebastián, que aunque estudiaba la lengua guaraní cada día, y sabía más preceptos de ella que de ninguna otra de las que estudiaba, no acertaría a pronunciarla en toda su vida.

El capitán Juan González de Acebedo, el 8 de abril de 1617 presentó al rey y al real consejo de Indias un memorial sobre "la disminución de los indios del Perú a consecuencia del trabajo en las minas". Yendo más allá del título del memorial, después de dar un informe detallado sobre la situación de los indios en las audiencias de Lima y Charcas (La Plata), donde propiamente se llevaba a cabo el trabajo de los indios en las minas de Potosí, pasa a informar sobre la situación de los indios en las gobernaciones de Tucumán, del Río de la Plata (Buenos Aires), y del Paraguay (Asunción). En uno de sus acápites menciona al P. Barzana. Dice así: "Los matarás eran 8.000, y los convirtió y juntó en pueblo el P. Alonso Bárcena, y en el alzamiento de los frentones y calchaquís contra la Concepción del Bermejo, en cuyas vecindades habitaban, transmigraron al Salado, donde se conservan como unos 300" [9] .

En el memorial de 1646, presentado al real consejo de Indias por el P. Juan Pastor, S.J. sobre "las provincias del Paraguay, Tucumán y Río de la Plata", hay una referencia a la labor del P. Barzana: "El año de 43 salió el P. Justo Mancilla por aquellos mismos montes, de donde los sobredichos infieles [10] habían venido, a reconocer la gente que por allí había. Llegó a un desierto o despoblado donde algunos dellos solían andar como fieras, y no halló a ninguno. Estando en este paraje, vieron de repente venir tres indios para ellos, mas entendiendo que eran españoles, arrancaron a huir metiéndose a toda priesa en el monte. Fueron a su alcance algunos de los nuestros, y todos tres vinieron muy alegres a ver al P. Justo, agradeciéndole hubiese entrado en su tierra, añadiendo que el P. Alonso de Barzana, apóstol de muchas gentes, había andado por aquellas tierras, habían deseado tener algún padre de la Compañía, el día siguiente trajeron sus hijos y mujeres y otras cinco familias con toda su chusma, y de allí avisaron a otros, y éstos a otros, y así fue corriendo la voz, y vinieron muchos, los cuales, en señal de que deseaban y querían tener en sus tierras padres de la Compañía y hacerse cristianos, se cortaron las cabelleras, que es la mayor hazaña que hacen estos indios en su infidelidad" [11].

Estando ya muy enfermo, a principios de 1597, el P. Sebastián lo mandó a Lima para ser mejor atendido. No llegó a Lima. Murió en el Cuzco el 31 de diciembre de 1597. Barzana se destacó por su espíritu apostólico y por su extraordinaria capacidad para el aprendizaje de idiomas. Aprendió quechua, aymara, puquina, chiriguano (variante del guaraní), tonocoté y kakán, sobre los que dejó apuntes manuscritos que fueron usados por los misioneros.

En la crónica anónima, de 1600, publicada por el P. Fernando Mateos, S. J. [12] se encuentra la biografía del P. Alonso de Barzana. La pronta redacción de esa biografía es ya una prueba de la opinión que se tenía de sus virtudes y talentos. Dice la crónica:

"Aunque en los demás colegios donde estuvo este insigne varón, se dirá lo que en ellos le pasó, por haber obrado en todos ellos cosas muy dignas de recordación, particularmente en Lima, Arequipa, Potosí y en las misiones de Tucumán y Paraguay, donde hizo cosas dignas de eterna memoria y de tanta virtud y ejemplo, que con razón fue llamado de todo este reino apóstol del Pirú, en este se dirá lo que le toca por haber muerto y vivido en él en su primera fundación, como arriba se dijo.

Estando el P. Alonso de Barzana en la misión del Paraguay, más de seiscientas leguas de esta ciudad del Cuzco, viendo los superiores ya que estaba muy viejo y cansado con tan largas peregrinaciones y dichosos trabajos, les pareció que se volviese al Pirú antes que llegase el término de su dichosa vida, para que la acabase en el cuerpo de la provincia, con grande consuelo de toda ella, que en una congregación provincial lo pidió con muchas veras, y aunque él reparaba en que su vocación y firme propósito que siempre había tenido era de vivir y morir en misiones, y dar la vida por los naturales, feneciendo en aquella latísima provincia, en la cual Dios nuestro Señor se había dignado de obrar por su medio cosas maravillosas, pero llegándole al fin orden del P. Juan Sebastián, provincial que a la sazón era de esta provincia, que se viniese a la provincia donde era tan deseado, y que para su morada y habitación escogiese el colegio que más gustase de toda ella, bajó la cabeza como verdadero obediente que siempre fue, y señaladísimo en esta virtud, y vino escogiendo este colegio del Cuzco, al cual llegó con mucho trabajo y cansancio por su mucha edad y vejez, en compañía de tres estudiantes que de allá trujo, naturales de aquel reino, pretendientes de la Compañía, criados a la leche de su sancta doctrina. Fue recibido en todos los colegios por donde pasó, con grandísimo consuelo de los nuestros y devoción que recibían de ver un tan apostólico varón, pero en particular pasó esto en este colegio y en toda esta ciudad, asé en españoles como en los naturales, los cuales todos recibieron notable alegría por ver en su ciudad a su común padre y apóstol, y aunque el consuelo y el regocijo fue universal a todos, muy en particular lo fue para los indios, recibiéndole con muchas lágrimas y postrándose a sus pies, llamándole el padre sancto. El los regalaba y consolaba a todos con entrañas de verdadero padre.

El poco tiempo que estuvo en este colegio antes de su muerte, fue lleno de achaques y de enfermedades causadas de sus grandes trabajos y vejez, particularmente de la perlesía, como adelante se dirá. Con todo eso, se animaba a predicar a los indios algunos domingos y hacía algunas pláticas a los de casa con mucho fervor y devoción, y siempre en ellas encargaba este ministerio de los indios, tan agradable a los ojos de Dios. Al cabo de un año poco más, fue nuestro Señor servido de llevalle para sí, dándole el premio de sus trabajos y largas peregrinaciones, las cuales hizo con grande espíritu y fervor por dilatar en estos nuevos reinos la fe de Jesucristo y su santo nombre. Murió víspera de la circuncisión, día para él muy alegre y regocijado por ser festividad a quien tenía gran devoción y reverencia. Levantose aquélla mañana como siempre tenía de costumbre para alabar a su buen Jesús, y visitándole el médico, como otras veces solía, le halló sin pulso. Avisó el médico al Padre Rector cómo estaba mortal. El Padre Rector dijo al buen Padre que se acostase porque estaba muy malo y con peligro de la vida. Aceptó la obediencia de muy buena gana y la dichosa nueva de su breve jornada cum gratiarum actione [13], diciendo: Sea el Señor glorificado. Hágase en mí su santa voluntad. Y esto con los ojos bajos y el bonete quitado en la mano, que era su ordinaria postura cuando hablaba o trataba con los superiores, por el respecto y rendimiento grande que les tenía. Pidió luego el santísimo sacramento de la eucaristía y extremaunción, los cuales recibió con extraordinaria devoción y ternura, y acabados de recibir y rezando, y adorando muchas veces con la mesma ternura y devoción una imagen pequeña de Nuestra Señora y cruz de reliquias que siempre traía, invocando también muchas veces de la misma manera el dulcísimo nombre de Jesús, dio el alma a su Creador y Señor, quedando todo el colegio ternísimo por la falta de tan gran varón, y por otra parte con mucho consuelo por el raro ejemplo que así en vida como en muerte había dado como verdadero hijo de la Compañía, y fue obrero de la viña del Señor incansable, en la cual trabajó cultivándola de día y de noche como buen labrador por espacio de 33 años que en ella estuvo. Varón sin duda perfecto y casa donde habitaba el verdadero Dios de Sión, en quien resplandecieron grandes virtudes acompañadas con muchas letras y doctrina. Fue maravilloso en la virtud de la caridad, porque después que Dios Nuestro Señor con su luz y conocimiento, se ofreció a la divina majestad en sacrificio para emplearse en la conversión de la gentilidad con un fuego encendidísimo del divino amor y de la reducción de las almas al conocimiento de su verdadero Dios, y de aquí procedían centellas muy abrasadas, cuales eran el júbilo y gozo que su alma sentía, cuando consideraba en Europa la copiosa y dichosa mies que Dios le tenía aparejada en las Indias, y el deseo eficaz que tenía de verse ya en ellas, y fue est en tanto grado que desde España comenzó a aprender la lengua general de este reino. Cumpliole Nuestro Señor sus deseos, y así, los superiores, a instancia suya le enviaron a estas partes. En el camino se comenzó a ensayar, porque sin perdonar trabajo ninguno ansí en la mar como en la tierra, hacía mucho fructo en las almas con los ministerios de nuestra Compañía principalmente, confesando y predicando con notable fervor y edificación de los prójimos en los puertos donde llegaba. Cogiose mucho fructo en este viaje por medio de este padre, y resultó dél gran bien para muchas almas.

Luego como llegó a Lima se comenzó a ejercitar en confesar y predicar con más fervor que nunca. Acudía a muchas obras pías y al remedio de almas muy necesitadas. Al cabo de muchos días, por acudir a su vocación, sabiendo que en esta ciudad del Cusco y su contorno había muy copiosa mies de la que él buscaba, y ésta muy necesitada, pidió con muchas veras a los superiores le diesen licencia para emplearse en ella, pues éste era el deseo que de Castilla le había traído. Acudieron los superiores a su gusto y petición por estar cierto que estaba fundada en espíritu del cielo y celo de las almas y honra de Dios, y así le enviaron a esta ciudad. Llegado que fue a ella, puso la proa en perficionarse en la lengua quichua, la más general que en este reino corre, que por ser esta ciudad cabeza destos reinos, asiento y corte, como dicho es, de los reyes ingas, se habla en ella con más pulicía y exacción que en parte ninguna. Y no por esto dejaba de acudir a la gente española desta ciudad, que es mucha y muy lucida. Hizo muchos sermones y de mucha importancia en presencia del virrey don Francisco de Toledo, que había subido a visitar la tierra, y de lo mejor del reino, y así, el virrey, como todo el resto del Perú le reverenciaban y acataban como a varón santo y apostólico. Hallose en la muerte de Amaro Inga [14], heredero por sucesión destos reinos. Baptizole y ayudole para la muerte, y como el fuego del amor de Dios y del prójimo, abrasaba su corazón en vivas llamas, siempre buscaba las cosas más arduas y dificultosas, que no alzaba la mano hasta salir con ellas.

Sería nunca acabar poner aquí por extenso las confesiones generales que hacía de todo género de gentes, el mucho número de almas de todos estados que por su medio y predicación se redujeron a su Criador y Señor, unas que con libertad de la tierra y poco freno con las muchas riquezas, poderío y mando, andaban como ovejas descarriadas, engolfadas en un piélago y abismo de vicios y pecados, sin saber qué cosa era Dios y sacramentos de la Iglesia, otras que con la falta de doctrina y enseñanza, y con el mal ejemplo de muchos, como mal habituadas a la embriaguez, idolatría y falso culto de dioses vanos, dejando el conocimiento de su verdadero Dios y la fe que habían profesado en el baptismo, se volvían a los ritos antiguos de su gentilidad . Visitó los Condesuyos del Cuzco y de Arequipa, que son provincias latísimas y de gran suma de almas muy necesitadas. Desbarató en ellas grandísimo número de guacas y adoratorios del demonio. Puso en toda ellas el verdadero estandarte de Cristo nuestro caudillo y verdadero capitán. Predicaba de ordinario contra los ritos gentílicos. Contra la adoración de cerros y valles, guacas y falsos dioses, y esto con tal fuerza de espíritu y fervor, que ponía admiración. Y con esto, el partido del demonio iba muy de rota, abatida, y el de Cristo en mucho crecimiento. Y en medio de estas ocupaciones y ejercicios tan importantes, compuso en la lengua de los indios un libro de sermones de las materias sobredichas, de gran provecho y trabajo, del cual se han aprovechado mucho los padres obreros de indios. Cuentan los nuestros que le acompañaron en algunas misiones como testigos de vista, el modo que en ellas tenía. Levantábase a medianoche, y hasta la mañana gastaba aquel tiempo en macerar su cuerpo con disciplinas y continua oración. Llegado el día se confesaba y decía misa. Luego predicaba, y después del sermón, que era con el fervor, espíritu y provecho ya dicho, se ponía a confesar hasta que le decían que era hora de comer, y en descansando media hora, rezaba las horas canónicas con mucha atención y devoción, y luego al punto se volvía al confesonario, en el cual se estaba hasta la noche, y muchas veces gastaba en esto dos o tres horas de la noche y más, y en acudir a las necesidades espirituales y corporales de todo género de gente, sin hacer diferencia de personas ningunas. Y antes que saliese de esta ciudad animó a los padres obreros para que llevasen adelante lo comenzado, y para ello dio medios eficaces, y por la misericordia de Dios, hasta hoy día ha ido y va en mucho crecimiento la buena semilla que el padre Alonso de Barzana sembró en esta ciudad y su contorno.

No contentándose con esto, pidió licencia a la santa obediencia para ir a la provincia del Collao, con deseo de aprender más lenguas para más ayudar a los naturales, y en el asiento que la Compañía tiene en Juli aprendió con gran facilidad la lengua aymara y predicó en ella mucho tiempo, e hizo gran provecho en las almas, como en la quichua, en muchas provincias, particularmente en el Collao, Chuquiago y Potosí. Y llamándole el Señor a cosas mayores y para almas más necesitadas, su Majestad le dio deseo de aprender la lengua puquina, que es dificultosísima, y salió de tal suerte con ella, que hizo grande fructo en las almas con nuestros ministerios, y la redijo a arte, cosa nunca vista. Y viendo los superiores lo mucho que la divina bondad obraba por medio deste su siervo, la grande fama y opinión que volaba por todas partes de su virtud y santidad, y del provecho que hacía en las almas por medio de la predicación, y cómo la divina Majestad de nuestro Señor Dios le había dado don de lenguas, le encargaron la misión de Tucumán, tierra muy ancha y remota y de almas muy necesitadas. Preparose aquellos días con oración más continua y prolija y con más fervientes y rigurosas penitencias, pidiendo instantemente a nuestro Señor encaminase aquella misión a mayor honra y gloria suya y exaltación de su sancta fe, y tratándolo con algunos padres de la Compañía, siervos de Dios y de experiencia, que a la sazón estaban en Potosí, a quienes con instancia pidió mirasen con atención negocio tan grave y le ayudasen a encomendarlo a Nuestro Señor. Hiciéronlo así, y al cabo de algunos días, tomando el parecer y consejo de los dichos padres, que le aseguraron ser la voluntad del Señor, se puso en camino con otros dos compañeros y anduvo más de cuatrocientas leguas por arenales, tierras ásperas y despobladas, entrando por provincias de indios infieles y de guerra, y esto andando de pueblo en pueblo y sin abrigo, y a veces por montañas ásperas y ríos caudalosos, y aun por atolladeros y ciénegas de grande riesgo, y durmiendo de ordinario en los campos con poco refrigerio y sujeto a las inclemencias del cielo, y por más regalo, debajo de los árboles y en las chozas de los indios, y sustentándose de sus manjares viles y groseros, y a veces estuvo en pueblos y provincias donde por mucho tiempo se sustentó con yucas silvestres, que son ciertas raíces, y la salsa o sal era carbón molido, que es el pan y carne y ordinario mantenimiento de los habitadores de aquellas partes. Muchas veces se vio en manifiesto riesgo y peligro de perder la vida, pero con todos estos trabajos, estaba como una roca firme a las borrascas y tempestades del mar. Era cosa de admiración a todos los que le veían con cuánta seguridad y firmeza estaba asido de Dios, poniendo en Él toda su confianza. Decía muchas veces: Vos, Señor, me enviastes. Vos me ayudarás y labraréis o haréis lo que más convenga a vuestra gloria y honra y a la salvación de las almas y ayuda de los que redimiste con vuestra preciosa sangre, muerte y pasión.

Determinó para mejor ayudar a aquella pobre gente tan desamparada, de aprender la lengua tonocoté y la guaraní, que son las que corren entre aquellas naciones. Y para decillo en breve suma, y para que se vea el don de lenguas que Nuestro Señor comunicó a este padre, y el celo que tenía de la salvación de las almas y la caridad encendida y abrasada con que las amaba, seis o siete fueron las lenguas que aprendió en estas partes, en las cuales catequizó, confesó y predicó, y de ellas hizo muchos preceptos, y de algunas compuso artes[15]. Y fuera de éstas, compuso con gran trabajo, en preceptos, la lengua de los frentones, que es muy ardua y dificultosa. Y con éstas, son siete las que sabía, en las cuales confesó y predicó más de diez y seis años con gran gozo y alegría espiritual suya y aprovechamiento de muchas y remotísimas naciones. Y fuera de los ministerios principales de confesión y predicación, se ocupaba con grande alegría y fervor, con tener muy lastimadas las piernas y llenas de llagas, cuyas bocas y señales duraron hasta su muerte, en buscar los indios por las punas y cerros, guacas y adoratorios, que allí estaban escondidos, adorando los falsos dioses, a los cuales catequizaba y enseñaba los misterios de nuestra santa fe de mil en mil y más. Provincia hubo en la cual catequizó por su persona pasadas de seis mil almas y las baptizó, y él mesmo dijo algunas veces que pasaban de diez y seis mil las personas que había baptizado en los reinos de Tucumán, después de catequizados y bien instruidos en las cosas de nuestra sancta fe católica. Refería también que la divina bondad de nuestro Criador y Señor milagrosamente le había guardado de mil peligros y dádole salud y conservádole las fuerzas corporales para poder llevar los increíbles trabajos que había padecido en aquellas provincias. Y bien se deja entender lo que trabajaría en catequizar, doctrinar y baptizar tanto número de almas, y más siendo tan corta la capacidad de la gente, por lo cual era necesario repetir infinitas veces una misma cosa, y estar en continuo ejercicio de catecismo de noche y de día, y aunque hartas veces sentía la cabeza muy flaca y fatigada con el mucho trabajo y cansancio, y el cuerpo muy debilitado por ser entonces de edad de sesenta y ocho años, y andar muy de ordinario a pie y casi descalzo, entre infieles y gente idólatra, sin regalo ninguno, con todo eso el fervor del espíritu era tal, que daba cada día nuevo esfuerzo y aliento al cuerpo cansado, y sacaba, como dicen, fuerzas de flaqueza. Fue al reino del Paraguay, en el cual hizo cosas no menos maravillosas, que se referirán en particular en la historia de aquella misión. Al cabo de tan loables trabajos, fue Nuestro Señor servido de ejercitar a su siervo con una grave enfermedad de perlesía.

Fue mucha la perfección que Nuestro Señor le dio en la virtud de la obediencia, y grande la sujeción, rendimiento, reverencia, y obediencia que a los superiores tenía, tanto que su común frasis y manera de hablar, así en cartas como fuera de ellas, era llamarlos su vicedios en la tierra. Fue siempre verbo et opere [16] un vivo retrato y dechado de esta virtud. Nunca jamás replicó a cosa ninguna que se le ordenase de parte de la obediencia, ni proponía, ni se sintió en él contradicción alguna, aun en las cosas mínimas, y mucho menos en las mayores, como cuando se le ordenó que se fuese a Tucumán, Paraguay y Río de la Plata, y otras partes semejantes. En las obediencias grandes y pequeñas, su ordinaria y común respuesta era: Hágase en mí la voluntad del Señor y Vamos donde nos enviaren, que allí hallaremos a Dios. De aquí procedía la grande indiferencia que tenía a los superiores. Dejábase en sus manos para que hiciesen lo que quisiesen y dispusiesen a su gusto y voluntad, como un cordero o una cosa sin juicio y sin sentido, como lo experimentamos todos en cosas bien arduas y difíciles. De aquí nacía la llaneza, verdad y claridad que con los superiores tenía, y por esta causa siempre se confesaba con ellos y no daba un paso que no fuese con su orden y licencia, y con la misma exacción y puntualidad seguía la dirección del superior en las cosas mayores que en las menores, comunicándolas todas con misa, dónde y a qué hora, cuándo había de comer, qué cosas y en qué partes, y otras circunstancias tales, que ponían admiración a los que tratan este lenguaje. Causábanos ternura y devoción ver a un hombre tan cano y venerable, todo calvo y más blanco que una paloma, de las partes y dones que todos sabíamos, estar delante de cualquier mozo, como fuese superior, como un niño de pie y desbonetado y con los ojos en la tierra, esperando su dirección. Y finalmente, para él no era menester expreso mandamiento. Bastaba cualquier señal o significación de la voluntad de su vicediós, como él decía. Y qué maravilla que tuviese tan perfecta obediencia a los superiores que están en lugar de Dios, el que la tenía con tanta puntualidad y exacción a los que estaban en lugar de los dichos superiores, o ellos nombraban y señalaban por sus inmediatos instrumentos, como el sacristán, enfermero, y otros oficiales semejantes. Y aunque pudiera probar esto con mucho número de ejemplos, sólo diré uno por haber sucedido un cuarto de hora antes de su muerte. Había prometido el buen padre a su enfermero, mucho antes, en sus achaques y enfermedades, que le había de obedecer hasta la muerte, y estando ya en aquel artículo, y vuelto hacia la pared, porque acaso no se nos quedase muerto en aquella postura, sin que lo viésemos expirar, le rogamos los circunstantes que nos hallamos presentes, que volviese el rostro hacia nosotros para nuestro alivio y consuelo, pero estábase como una piedra inmoble y sin respondernos cosa alguna, hasta que llegándose el enfermero, con voz alta le dijo: Padre Alonso de Barzana, Vuestra Reverencia se vuelva hacia nosotros porque así conviene. Y como si resucitara o despertara de un sueño pesado, volvió el rostro a la voz del enfermero, que tenía en lugar de su superior y de Dios, y volviéndose con el mayor ímpetu y ligereza que pudo, le dijo: Ea, hermano, que aquí estoy. Vea lo que quiere que haga. Y desta manera murió dentro de un cuarto de hora, obedeciendo hasta la muerte. Y como vir obediens loquetur victorias, como dice el Espíritu Santo [17] . Y este buen padre se señaló tanto en esta virtud, por medio de la cual confesaba y decía muchas veces haber recibido grandes misericordias y mercedes de la mano del Señor. Nacía como de una fuente o manantial la victoria grande que había alcanzado de sus inclinaciones y apetitos, con una paz y tranquilidad grandísima de su hombre interior y exterior, señalándose con gran perfección en la mortificación de sus sentidos. De aquí, una grande modestia y composición, sinceridad y llaneza columbina [18], con la prudencia y discreción necesarias. De aquí, la afabilidad que tenía y buen trato con todos, de suerte que ricos y pobres, grandes y pequeños, quería meter en sus entrañas. Y así, acudía a él todo el mundo con confianza de hijos a padre verdadero. De aquí la misericordia, piedad y compasión que tenía con los afligidos y desconsolados. Y en esta parte le había hecho el Señor tanta merced, que raras veces llegaban a él almas afligidas y desconsoladas, que no saliesen con notable alivio y consuelo. Sucedió a una persona virtuosa, entre otras muchas, que como se hallase turbada y afligida con una inquietud y tentación que la traía muy inquieta y desasosegada, y no aprovechándole varios medios y trazas que había tomado para alcanzar reposo y descanso, determinose descubrir su pecho al P. Alonso de Barzana y manifestalle la borrasca de olas y tempestades que el demonio había levantado en su alma, y los medios que para su remedio había buscado. El padre le oyó con mucha atención y respondió con la risa y la alegría acostumbrada: No se tomen esos medios, señor, que ha puesto, sino éstos que yo le daré. Sosegose luego la mar con ellos y cesó la tempestad, de tal suerte que el demonio nunca jamás le volvió a combatir, lo cual contaba esta persona virtuosa con mucha ternura y devoción.

De aquesta virtud también nacía la rara mansedumbre y humildad de que Dios dotó a este su siervo, procediendo como un manso cordero y sin hiel con todos, particularmente con los indios, que por ser gente humilde y pobre y de poca capacidad, necesariamente ha de tener mil importunidades y niñerías enfadosas, que no lo eran para el buen padre, teniéndose por el hombre más vol y bajo del mundo, y por indigno del pan que comía y del lugar que ocupaba, aunque estas virtudes y otras muchas también procedían del trato frecuente y comunicación que tenía con Dios nuestro Señor, y de la virtud de la oración, en que floreció mucho. Gastaba en ella largo tiempo, y cuando sentía mayores aprietos y necesidades, o en sí o en sus prójimos, vacaba más a ella, como lo hacía en las misiones, o cuando se le ofrecía alguna obediencia o empresa grave. Y en las cosas más grandes y dificultosas se daba con más veras y fervor a la oración, y casi toda su vida era una continua oración y trato con Dios, porque todo el día y en todas las obras que hacía era su ordinario ejercicio hablar con Dios con palabras afectuosas y oraciones jaculatorias. Y así andaba de día y de noche en la presencia de su Criador y Señor. En todos los peligros o negocios grandes o pequeños acudía a la fuente de la oración, y en ella le enseñaba el Señor lo que debía hacer. Contaron muchos que lo vieron por sus propios ojos, que saliendo una vez en Tucumán en compañía de muchos soldados, por indios infieles y de guerra que había por donde habían de pasar, y llegando a cierta sabana, de repente salió a ellos un ejército de indios, los cuales con grande denuedo comenzaron a flechar a los soldados que con el padre iban, y mientras los soldados se defendía varonilmente, él se retiró a una parte, y postrándose de rodillas ante su Dios, le pidió afectuosamente el remedio, y fue así, que con tardar la batalla buen rato, y ser sin comparación más los indios de guerra, los nuestros quedaron vencedores y los indios huyeron, la cual maravilla atribuyeron todos a la fervorosa oración del Padre Barzana. Su ordinaria oración era de los atributos y perfecciones divinas, de la hermosura de los ángeles, de los cielos, de la gloria y bienaventuranza. Y para esto tomaba ocasión de las criaturas. Entrándole a ver un padre en su celda, antes de su muerte, le halló muy embebido y ocupado en la consideración atenta de unos claveles que el enfermero había puesto por orden en su mesa, y preguntándole el padre que qué hacía, él respondió: "Padre, estoy considerando el orden y concierto de los querubines que están en presencia de mi Señor, abrasados y encendidos en su amor. En la ciudad de Guamanga un religioso grave le llevó por recreación a su jardín, que con mucha curiosidad había plantado. El P. Barzana viendo la hermosura y belleza del jardín, comenzó según su costumbre, a entrar en la consideración de las cosas divinas y celestiales, y dijo al religioso: Estas acequias de agua, con su riego, hacen florecer todas las rosas y claveles de este jardín, mas la divina gracia, con su rocío, sustenta las almas puras y las hace que sean un huerto y paraíso agradable a Dios, el cual sea glorificado. Esto contaba el religioso con grande concepto y estima de la santidad del P. Barzana. Y a este talle sacaba de todas las criaturas alabanzas del Señor, como la abeja cuidadosa miel dulce y suave con que obra su panal, de todas las flores del campo". 

[1] De la provincia de Castilla eran: Bartolomé Hernández. Juan García y Juan Hernández; de la provincia de Toledo: Rodrigo Álvarez, Juan de Zúñiga, Diego Ortuño, Juan de Casasola; de la provincia de Andalucía: Hernán Sánchez, Alonso de Barzana, Diego Martínez, Sebastián Amador, Juan Gómez.

[2] Vargas Ugarte, Rubén, S.J. Historia de la Compañía de Jesús en el Perú, I, p. 161, Burgos, 1963.

[3] Baltasar de Piñas.

[4] Arch. Per. Congregaciones Provinciales (1576-1620).

[5] Los revisores fueron Fray Juan de Almaraz, agustino; Fray Alonso Díaz, mercedario, Fray Pedro Bedón y Fray Lorenzo González, dominicos, y el presbítero Martín de Soto.

[6] Santiago del Estero.

[7] Barraza, Jacinto, S.J... Historia de la Provincia del Perú. Manuscrito, p. 637 y siguientes. Carta citada por el P. Rubén Vargas Ugarte. Historia de la Compañía de Jesús en el Perú, T. 1, p.p. 193-194).

[8] C.I. Organización de la Iglesia en el Virreinato del Perú, Vol.I, p. 363, nota. Carta citada por el P. Rubén Vargas Ugarte en: Historia de la Compañía de Jesús en el Perú, T. 11, p.p.383.111111

[9] Pastells Pablo, S.J. Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay. T. 1, p.285.

[10] Guaraníes de Aracayú.

[11] Pastells Pablo, S.J. Historia de la Compañía de Jesús en la Provincia del Paraguay. T. 2, p. 124.

[12] Historia General de la Compañía de Jesús en la provincia del Perú. Crónica anónima de 1600 que trata del establecimiento y misiones de la Compañía de Jesús en los países de habla española en la América Meridional. Edición preparada por F. Mateos, S..J. Madrid, 1944. T. II., pp.56-69).

[13] Cum gratiarum actione (En acción de gracias).

[14] Tupac Amaru (Tupaq Amaru).

[15] Arte (Gramática).

[16] Verbo et opere (De palabra y de obra).

[17] Vir obediens loquetur victorias (El varón obediente contará victorias) (Proverbios 21, 28).

[18] Columbina (De paloma).

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ICHARD DANIEL ALARCÓN URRUTIA, ARZOBISPO METROPOLITANO DEL CUSCO, POR LA GRACIA DE DIOS Y DE LA SEDE APOSTÓLICA.

EDICTO

Causa de Beatificación y Canonización del Siervo de Dios Padre Alonso de Barzana, S. J.

El Siervo de Dios P. Alonso de Barzana, S.J., se ordenó de Presbítero diocesano en 1555 y fue primero enviado a predicar en los pueblos de la Región de Andalucía, España, Luego de 10 años de ministerio presbiteral, ingresó en la Compañía de Jesús y fue enviado al Perú integrando el segundo grupo de misioneros por mandato del entonces Superior General Francisco de Borja en 1569, donde los jesuitas realizaban especialmente un trabajo misionero.

Luego de los primeros años a las afueras de Lima, en la doctrina de Santiago del Cercado y en la de Huarochirí, poco tiempo después es enviado a la ciudad del Cusco para continuar su misión evangelizados y misionera. Se ganó el respeto de todos, españoles e indígenas, y fundó junto con otros dos Padres la Cofradía del Nombre de Jesús, con sede en la Capilla lateral del Templo de la Compañía.

También adoctrinó a los indígenas de la etnia de los Uros en Arequipa y su fama de apóstol ya era conocida por todo el Perú por despertar en aquellos que evangelizaba "la fuerza de la verdad en sus almas" y que provenían de lugares muy remotos para escuchar su predicación y recibir la gracia del sacramento de la reconciliación.

En 1577 fue enviado a la doctrina de Juli donde fue uno de los fundadores de esta importante misión que llevaban los jesuitas y en la que destacó de inmediato en su aprendizaje y manejo de la lengua aymara. Se le encomendó la predicación y confesión de los adultos en los pueblos de Chucuito, Yunguyo, Copacabana y en otros pueblos de la región. Las virtudes del P. Barzana resaltan de manera particular entre los padres de Juli. El Padre Barzana escribió manuales de gramáticas, diccionarios, catecismos, sermonarios y confesionarios en las distintas lenguas aborígenes que trabajó para su labor evangelizadora y para el dictado del curso de lenguas indias en Cusco y Puno.

Luego de un tiempo pasó hasta la actual República de Bolivia hasta que el Obispo de Tucumán, en Argentina, Fray Francisco de Vitoria, solicitó jesuitas para trabajar en su diócesis. En 1585 llegó a la provincia del Tucumán y más tarde al Paraguay. Su trabajo se extendió hacia la región de los Calchaquíes y el Gran Chaco. En el norte argentino y en el Paraguay se le llegó a conocer como "el Padre Santo".

Estando en Asunción del Paraguay escribió una carta al P. Provincial de la Provincia del Perú Juan Sebastián de la Parra, originalmente fechada en 8 de setiembre de 1594, donde da cuenta de todas las regiones por las que debió pasar y que para entonces ya se encontraban constituidas. Dichas regiones corresponden a la actual República de Argentina y son las siguientes: Santiago del Estero, Salta, Guairá, Tucumán, Rio de la Plata, Córdoba, Nueva Rioja, Jujuy, Las Juntas, Santa Fe, Concepción, Buenos Aires, Villa Rica del Espíritu, Santa Cruz de la Sierra, etc. Dicha carta da cuenta del profundo interés acerca de la cultura y lenguas indígenas, por medio de las cuales realizó su gran labor evangelizadora en estos territorios.

Por motivos de salud sus Superiores le ordenaron regresar al Perú para restablecer su salud y recuperar fuerzas y al pasar camino a Lima por la ciudad de Cusco falleció en la mañana del día 1 de enero de 1598, en olor de santidad, en el Colegio de la Compañía de Jesús, con gran paz y serenidad de consciencia a los 70 años de edad y 40 años de vida en la Compañía de Jesús. Su cuerpo fue enterrado en este Colegio. Fue un gran y reconocido apóstol y misionero ejemplar, siguiendo el ejemplo de San Francisco Javier.

Su testimonio fue pues el de un misionero entregado totalmente a su labor evangelizadora y con un alto sentido profesional que lo llevó a ver en el aprendizaje de las variadas lenguas indígenas un requisito fundamental para realizar su labor apostólica. Misionero incansable, abrió las puertas del trabajo de inculturación del evangelio en América del Sur. Entregó su vida de manera radical, predicando el evangelio de Jesucristo, con un notorio desgaste físico, fruto de su labor misionera, asumiendo con espíritu evangélico todas las dificultades que en aquellos tiempos ello significaba.

Destacó por su obediencia y respeto a sus Superiores, tuvo mucha movilidad por diferentes pueblos del Perú como resultado de las distintas "misiones" que aceptó sin reservas. También se destacó por su humildad, modestia y acentuado espíritu de pobreza, material y espiritual y marcado espíritu ignaciano, que se reflejó en el ejercicio de los diversos ministerios apostólicos que le confiaron. Fue hombre de oración y contemplación. Muy probablemente, catequizó y evangelizó a los indios apelando a la belleza del medio ambiente en el que vivían y al mundo creado por Dios. La persuasión de la palabra es un elemento importante a rescatar, como también su cercanía pastoral y su bondad para con los indígenas.

Por tanto, acojo la solicitud del P. Antón Witwer, S.J, Postulador de la Compañía de Jesús, quien me ha manifestado el deseo y voluntad del Papa Francisco de instruir la apertura de la Causa de Canonización del Siervo de Dios P. Alonso de Barzana, quien evangelizó a nuestros pueblos dando testimonio con el ejemplo de su vida y anunciando con alegría el Evangelio de Jesucristo, a imagen de Jesucristo Buen Pastor. Como dice el Papa Francisco: "De nuestra fe en Cristo hecho pobre y siempre cercano a los pobres y excluidos brota la preocupación por el desarrollo integral de los mas abandonados de la sociedad. Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que pueda integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo. Basta recorrer las Escrituras para descubrir cómo el Padre bueno quiere escuchar el clamor del pobre" (EG, 186-187), prestando " atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales" (LS, 146) y cuidando (el mundo y la calidad de vida de los más pobres, con un sentido solidario que es al mismo tiempo conciencia de habitar una casa común que Dios nos ha prestado" (LS, 232).

Invito a todos los fieles a comunicar o hacer llegar al Arzobispado toda noticia o información favorable o contraria que ayuden al proceso de investigación acerca de la vida, virtud y fama de santidad del Siervo de Dios P. Alonso de Barzana.

DECLARO que el presente EDICTO sea publicado en el sitio web de la Arquidiócesis y permanezca durante un mes en los medios informativos de nuestra Arquidiócesis.

Regístrese, comuniqúese y archívese.

Dado en el Arzobispado del Cusco, a los treinta días del mes de diciembre del año del Señor dos mil quince.

http://www.arzobispadodelcusco.org/noticia.php?idnoticia=1727

HISTORIA DEL SEMINARIO DE SANTO TORIBIO. Sugerencias prácticas para la investigación universitaria en humanidades al hilo del libro

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Sugerencias prácticas para la investigación universitaria en humanidades al hilo del libro

 

HISTORIA DEL SEMINARIO DE SANTO TORIBIO

 

Dr. José Antonio Benito Rodríguez (jbenito@ucss.edu.pe;http://jabenito.blogspot.com/

Los Olivos, UCSS, Viernes 17 de junio 2017

 

I. 'GAUDEAMUS IGITUR' EN LA UNIVERSIDAD GLOBALIZADA

Quien tiene un por qué, se busca el cómo". Quien sabe dónde se encuentra la meta, busca el camino. Quien conoce el fin, emplea los medios. Quien estudia el ser y sentido de las más altas instituciones del saber, estará más capacitado para comprender sus realidades y sus retos. Rescato un texto del Papa Benedicto XVI de 9 años atrás, 23 de junio 2007, en el primer encuentro europeo de profesores universitarios celebrado en Roma con ocasión del 50° aniversario del Tratado de Roma, acerca de  "Un nuevo humanismo para Europa. El papel de las Universidades"- donde enfatizó que la "cuestión del hombre", es esencial para una comprensión correcta de los procesos culturales actuales y para proporcionar un sólido punto de partida para el esfuerzo de las universidades por crear una nueva presencia cultural y una actividad al servicio de una Europa más unida".

En Europa, como en América y en todas partes, la sociedad necesita con urgencia el servicio a la sabiduría que la comunidad universitaria proporciona. Este servicio se extiende también a los aspectos prácticos de orientar la investigación y la actividad a la promoción de la dignidad humana y a la ardua tarea de construir la civilización del amor... La universidad, por su parte, jamás debe perder de vista su vocación particular a ser una "universitas", en la que las diversas disciplinas, cada una a su modo, se vean como parte de un unum más grande. ¡Cuán urgente es la necesidad de redescubrir la unidad del saber y oponerse a la tendencia a la fragmentación y a la falta de comunicabilidad que se da con demasiada frecuencia en nuestros centros educativos! El esfuerzo por reconciliar el impulso a la especialización con la necesidad de preservar la unidad del saber puede estimular el crecimiento de la unidad europea y ayudar al continente a redescubrir su "vocación" cultural específica en el mundo de hoy. Sólo una Europa consciente de su propia identidad cultural –con la misma razón se puede decir de América- puede dar una contribución específica a otras culturas, permaneciendo abierta a la contribución de otros pueblos…Desea por último que las universidades se conviertan cada vez más en comunidades comprometidas en la búsqueda incansable de la verdad, en "laboratorios de cultura", donde profesores y alumnos se unan para investigar cuestiones de particular importancia para la sociedad[1].

Detengámonos en este sentido en un aspecto muy concreto de la Universidad, su mismo himno "gaudeamus, igitur" que aporta un mensaje de esperanza y de alegría.

http://jabenito.blogspot.pe/2011/06/la-universidad-americana-en-el-marco-de_3788.html

Éste quiere ser mi primer mensaje: En tiempos de renovación, de cambios, de globalización, nosotros como universitarios, fieles a la tradición e identidad de la universidad y comprometidos con los desafíos del futuro, debemos apostar por vivir con gozo, con alegría.

Gaudeamus igitur (alegrémonos ahora) iuvenes dum sumus (mientras somos jóvenes)

El secreto de no envejecer es aprender. La actitud juvenil y dinámica de los tunos nos recuerda que vivimos una época cuya nota de identidad esencial es el cambio permanente. El desafío de la Universidad es provocar, inculcar en los profesionales una actitud crítica y creativa, el propiciar la formación continua y el perfeccionamiento académico; constituirse en centros del más alto nivel donde se enseñe científicamente y con la mayor calidad, el crear comunidades que investiguen, todo ello con una ética personal y una proyección social comprometida (tanto con su realidad local inmediata como con la aldea global mundial).

 

II. CÓMO ORGANIZAR Y LLEVAR A CABO UNA INVESTIGACIÓN

1. Elección del tema y su justificación. Cada uno de nosotros debe optar por un tema en función a su interés personal, la actualidad del tema, la documentación existente y los recursos humanos y materiales disponibles. Los criterios que pueden orientar la selección de un tema de investigación histórica son de varios tipos:

a) El interés personal por el tema.

b) La relevancia del mismo: los criterios al respecto varían con la  evolución misma de la ciencia histórica.

c) La originalidad: debe evitarse tratar temas ya trabajados por otros  investigadores, salvo si se hace con métodos renovados o para refutar opiniones anteriormente admitidas.

d) La documentación: presencia y disponibilidad de las fuentes necesarias para abordar el tema escogido.

e) Los recursos disponibles: el equipo humano y su formación, el financiamiento, el tiempo, los recursos materiales, etc. Este es un criterio de selección y a la vez de limitación del proyecto de  investigación.       

2. Fuentes: Para empezar, hay que utilizar todos los instrumentos de trabajo disponibles: listas bibliográficas, fichero de bibliotecas y archivos, bibliografía de obras anteriores sobre asuntos relacionados con la investigación, catálogos de documentos elaborados por archivistas, etc.

a) Primarias:

- documentos manuscritos de archivos; por ejemplo, "Viajes de Santo Toribio" en el Archivo de la Catedral de Lima o "Testimonios en el proceso de beatificación de Santo Toribio" en el Archivo Arzobispal de Lima

- fuentes impresas (redactadas en el período mismo que se investiga, aunque a veces publicadas mucho después)

b) Secundarias: documentación bibliográfica: libros o artículos      versando sobre el tema estudiado o asuntos alguna forma relacionadas con él.

Todo documento que trata del tema en forma indirecta o de segunda mano. El ejemplo más representativo sería un viajero del siglo XVIII que escribe sobre la caída del Tahuantinsuyo.

 

3. Fichas: Tanto en el caso de los documentos manuscritos como de los diversos tipos de documentos publicados, conviene elaborar dos tipos de fichas:

a) Bibliográficas o documentación de identificación: datos de base del libro o artículo del autor, título subrayado, lugar de edición, editorial, año de publicación; en el caso de los artículos : nombre del autor, título del artículo entre comillas, título de la revista o periódico subrayado, año, tomo, número, fecha y páginas); en el caso de los manuscritos, contienen los datos que permiten identificar  y hallar el documento en el archivo (nombre del archivo, serie, número de clasificación, folio o folios, etc. AZIANI, A. "La emergencia educativa y los desafíos éticos. La educación de la moralidad", Revista Riesgo de Educar UCSS, Lima, 2008, nº 6, pp. 23-52

b) Analíticas o de contenido, en hojas de carpeta móviles (esto permite manipular fácilmente el material, cambiar si es necesario su disposición, etc.): resumen del libro, artículo o manuscrito, parcial o totalmente.

 

III. ASPECTOS FORMALES CONCRETOS

1- Hazte un calendario desde el momento que recibes su sílabo con el fin de evitar prisas y para que puedas leer y releer tu monográfico. O sea, que debes pasarlo por tu propio control de calidad.

2- Creatividad y originalidad en todo: título, redacción, esquema...

3- Trabajo integral: Portada [Nombre del autor, título, salón, Universidad, Lima, año, no hay que poner nombre del profesor salvo que te indiquen lo contrario],  título, introducción (por qué se elige el asunto, método, objetivos, fuentes y bibliografía usadas, qué te ha reportado), sumario o índice, conclusiones, fuentes y bibliografía, apéndice si lo hubiese, selección de textos. Debes evitar el  presentar  textos "crudos", como yuxtapuestos, sin cocinarlos; hay que sazonarlos con la sal de tu sello personal, la salsa de  tu revisión...

4- Paginar cada folio.

5- Clarificar en su texto lo que dice el autor, un comentarista y lo que es propio.

6- Evitar reiteraciones o redundancias.

7- Cuidado con los espacios: - ,  El. Al final o comienzo de renglón, nunca dejar letras sueltas cuando forman parte de palabras; así a-hora, ah-o-ra, Marí-a:

8- Cuidar la ortografía, particularmente los acentos y los signos de puntuación. Muchas de las faltas se subsanarían con el uso del diccionario, la revisión del trabajo antes de entregarlo. Como norma general de la puntuación, nunca poner coma entre el sujeto-predicado-complemento.

Dentro de las tildes, los errores más comunes se dan en diptongos o hiatos, en palabras que no tienen doble función: ti, esto, fe, fue, vio...

9. Entrecomillar bien. Universidad Católica "Sedes Sapientiae"

10. Evitar cacofonías y frases kilométricas

11. Huir de verbos fáciles: "he hecho", "tuvo"... "El bautizo se hizo" (se administró o se celebró).

12. Adecuar el lenguaje al trabajo científico.

13. Cuidado con los nombres propios. Así, alguien escribe "El Santo Oficio" para referirse a la Santa Misa, cuando significa  "La Inquisición". Mayúsculas. Se inician con mayúsculas sólo los nombres propios, no los comunes como papa, obispo, emperador, concilio, santo...a no ser que sea concreto y preciso. Por ejemplo, si estamos refiriéndonos a Martín de Porras como "el Santo".

14. Usar siglas cuando se use mucho un nombre. Por ejemplo "Ejercicios Espirituales" (EE), "Tercer Concilio Limense" (C3L). Al contrario, no usar abreviaturas en el título: "IDO. CORAZON DE MARIA"

15. No dejar líneas "viudas" (Un título al final de la página)

16. Frases cortas, más o menos -aunque es muy variable- una para cada renglón.

17. Atención a los diálogos:

 Juan Macías fue al convento de Santo Domingo y Martín le dijo:

- Soy Fray Martín, ¿en qué le puedo servir?

Viendo su  aspecto, le trajo agua:

- Gracias Hermano Martín- dijo Juan Macías, complacido.

18. Citas y notas según las normas de edición de publicaciones UCSS

a. El tipo utilizado será Times New Roman, tamaño 12; párrafo justificado, páginas numeradas.

b. Se utilizará siempre el guión largo (¾), y no el doble guión (--), para las explicaciones en el texto.

c. Las citas breves (inferiores a cinco líneas) irán siempre en el cuerpo del texto, entre comillas latinas o españolas (« »). Las comillas inglesas ("") únicamente se emplearán si aparecen dentro de las comillas españolas.

d. Las citas superiores a cinco líneas irán entre dos saltos de línea como párrafo independiente, sin comillas, precedidas por una doble sangría en la parte izquierda y con un punto menos en el tipo de letra. 

e. Cuando se omitan palabras o frases del texto se deberá indicar por medio de tres puntos entre corchetes ([...]).

f. Se seguirá el sistema autor-fecha, referencia parentética, para la citación. Es decir, las referencias bibliográficas se colocarán siempre entre paréntesis a continuación de la cita, especificando autor, año de edición y página (Camps 2000: 88), y deberán incluirse todos los autores citados en la bibliografía final, ordenada por orden alfabético.

g. Las notas irán siempre a pie de página, numeradas consecutivamente. El número de nota a pie de página se colocará siempre detrás (después)  del signo de puntuación correspondiente, si lo hubiera. Se utilizará la nota a pie de página para aclaraciones al texto principal, nunca para referencias bibliográficas.

h. El texto se acompañará siempre de las correspondientes referencias bibliográficas, colocadas al final en orden alfabético. Se seguirán los siguientes ejemplos:

i. Libro: año Apellido (en versales), Nombre. Título del libro en cursivas. Ciudad: editorial.

1998 Brioschi, Franco. Critica della ragion poetica e altri saggi di letteratura e filosofia. Turín: Bollati Boringhieri.

j. Debe especificarse si se trata de autor, editor (ed.), compilador (comp.), etc. Giazotto, Remo (ed.). Clementi, Muzio. Muzio Clementi: epistolario 1781-1831. Milán: Skira.

k. Capítulo de libro: Año. Apellido (en versales), Nombre. «Título del capítulo entre comillas españolas». En (sin subrayado ni seguido de dos puntos) Título del texto en el que está incluido (en cursivas). Ciudad: editorial, páginas. Bell, Ian. «Introduction: the Politics of Place and Writing». En Bell, Ian A. (ed.). Peripherical Visions: Images of Nationhood in Contemporary British Fiction. Cardiff: U. Of Wales P., pp. 1-5.

l. Artículo de revista: Año     Apellido (en versales), Nombre. «Título del artículo entre comillas españolas».  (Sin «En») Nombre de revista o publicación periódica en la que esté incluido (en cursiva), volumen, número, año, páginas. Ashcroft, W.D. «The function of criticism in a pluralistic world». New Literature Review, vol.  3, n. ° 2, pp. 67-85.

m. Citar correctamente al autor, su obra, editorial, lugar, año, página, caso que se cite textualmente; cuando sólo se consigna su concepto, debe anotarse "cfr" o "véase".

n. El número de la nota se pone mejor como exponente[2]; primero la llamada a nota, luego el punto[3].

o. Preferible, sangrar el texto: "El sangrado facilita la visualización…"

p. Usar notas. No dar nada por supuesto. "María Francisca Rubato tuvo una relación muy armoniosa con la Sra. Mariana"¿Quién era? Debe indicarse en nota o en texto.

Al contrario, no incluir notas de "perogrullo" (que a la mano cerrada la llamaba puño). Así se incluye: catecismo (texto con la doctrina básica).

 

IV. INVESTIGACIONES Y PUBLICACIONES PERSONALES: LIBROS Y FOLLETOS:

1.      1992        ROJAS RAMOS A.-BENITO RODRÍGUEZ, J.A. Forjadores del Nuevo Mundo (Valores humanos de los protagonistas de América) Valladolid.

2.      1995        El castellano-leonés que abrazó todas las razas: Santo Toribio Mogrovejo. Valladolid, Junta de Castilla y León.

3.      1996        CUSICANQUI LINARES S.-BENITO RODRÍGUEZ, J.A. Candarave: Memoria y pasión de una provincia andina GRACU, Arequipa.

4.      1996        La Bula de Cruzada en Indias Universidad de Valladolid, Valladolid pp.537 (En                microfichas)

5.      1997        Listos para la misión. El corazón misionero del P. Morales Encuentro, Madrid.

6.      1997        Vida de Monseñor Abad Illana de Juan Domingo Zamácola (Introducción y edición crítica) UNSA-Centro de Estudios Arequipeños, Arequipa.

7.      1998 Nuestra Señora del Consuelo Provincia Mercedaria del Perú, Lima.

8.      1998 Arequipa Católica, la Roma del Perú. Apuntes históricos Arequipa.

9.      1999 Mater admirabilis (El rostro materno del Perú) Lima 1999

10.  2000. El sentido religioso del Perú Universidad "Sedes Sapientiae" Lima, 165 pp

11.  2000 Historia, ciencia y pasión (Introducción al estudio de la Historia para universitarios) Universidad "Sedes Sapientiae" Lima,  45 pp

12.  2001 Crisol de lazos solidarios: Toribio Alfonso Mogrovejo Universidad Católica "Sedes Sapientiae" y Ministerio de Educación y Cultura de España, Lima, 275 pp En internet:  http://www.ucss.edu.pe/toribio.htm

13.  2002 La Bula de Cruzada en Indias Fundación Universitaria Española, Madrid, 442 pp. Colección Tesis Cum Laude. Serie H (Historia) –2

14.  2005.a Peruanos ejemplares (Valores de los santos, beatos y siervos de Dios en Perú) Oficina Nacional de Catequesis Familiar, Lima

15.  2005.b Santo Toribio Mogrovejo, Misionero y pastor PUCP, DRAI, Lima  42 pp.

16.  2005.c Santo Toribio Mogrovejo, según Sancho Dávila PUCP, DRAI, Lima  42 pp.

17.  2006 Libro de visitas de Santo Toribio  (1593-1605)(Colección Clásicos Peruanos, Pontificia Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial 2006, pp.450+ Introdu. LVI) Introducción, transcripción y notas.

18.  2006 Santo Toribio Mogrovejo. Pasión por Perú. CEP, Lima

19.  2007 Pasado, presente y futuro de Lima Norte: construyendo una identidad, UCSS  -Fondo Editorial UCSS, Coordinador, 290 pp

20.  2007  La sobrina más engreída de América (Teresa de Ahumada, la primera carmelita de América, sobrina de Santa Tersa de Jesús) Colibrí Ediciones, Lima, pp.137

21.  2009 Santo Toribio Mogrovejo para niños Colegio y Parroquia Santiago Apóstol de Surco, Lima, 28 pp

22.  2009 Peruanos ejemplares (Valores de los discípulos y misioneros: santos, beatos y siervos de Dios en el Perú) Paulinas, Lima, 235 pp.

23.  2011 Beato Juan Pablo II: Un pontificado entre dos mileniosPAULINAS y la UCSS-CEPAC, Lima

24.  2011 La Biblia en el corazón de l Historia del Perú Conferencia Episcopal Peruana, Lima

25.  2011 El Señor de los Milagros. Identidad de un pueblo. Historia y espíritu. Paulinas, Lima, 206 pp.

26.  2011 William Morris Christy, Fundador de la Universidad Católica de Santa María, UCSM, Arequipa, 158 pp.

27.  2012 El Concilio Vaticano II, 50 años después. Memoria y desafío. Paulinas, Lima.

28.  2014 Cronología de la Historia de la Iglesia en el Perú con P. Armando Nieto, S.J.  Fondo Editorial de la Universidad Católica Sedes Sapientiae-Academia Peruana de Historia Eclesiástica, Lima.

29.  2014 La devoción al Señor de los Milagros, patrimonio inmaterial del Perú. Álbum fotográfico de la muestra "¡Cómo no creer en Dios!  Con Sara Manjón, CEPAC-UCSS, Lima, 88 pp.

30.  2014 "¡Cómo no creer en Dios!  Introducción histórica del album fotográfico de  Sara Manjón, pp.12-27, CECOSAMI, SA,  Lima, 176  pp.

31.  2016 El Seminario de Santo Toribio en la Historia (1590-1972)(Su trayectoria vital) Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima , Lima, 388 pp

32.  2016 "Biografía de santo Toribio, santa Rosa, san Francisco Solano, san Juan Macías""Cinco santos del Perú"  Ed. Telefónica del Perú, (En prensa)

V. ÍNDICE DE LA OBRA: El Seminario de Santo Toribio en la Historia (1590-1973) (Su trayectoria vital) Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima , Lima, 388 pp

INTRODUCCION: SER Y SENTIDO DEL SEMINARIO

I. EL FUNDADOR Y SUS CIMIENTOS.

1.      El proyecto de Jerónimo de Loaysa, 5

2.      El Cabildo Catedralicio

3.      Fundador, profeta y pastor , 7

4.      Recuerdo vivo,

5.      San Salvador de Oviedo

6.      Conflicto con el Virrey Cañete,

7.      Testigos directos,

8.      Perfil sacerdotal

9.      Hernando de Guzmán, Primer Rector

II. FISONOMIA, 18

  1. El antiguo local, 18
  2. El local actual. Capilla, 26
  3. Administración y gobierno. Constituciones  y reglamentos, 26
  4. Trayectoria académica. Facultad de Teología y Universidad de San Marcos
  5. Espiritualidad
  6. Asociaciones vinculadas al Seminario

7. Economía,

8 Ambiente familiar y festivo

III. PROFESORES Y ALUMNOS DESTACADOS

2. Bernardino de Almansa.

3. Cipriano de Medina.

4. Baltasar Martínez de Compañón y Bujanda

5. Agustín de Gorrichátegui.

6. Juan de Huerta Gutiérrez.

7. Alonso Pérez de los Ríos y Rivero.

8. Francisco de Ávila.

9. Pedro Niño de las Cuentas.

10. Juan Gómez de Loaysa.

11. Luis de Quesada y Quiñones.

12. Juan de Ávila y Montemayor.

13. Juan Fernández Campo.

14. D. Diego Portichuelo de Rivadeneira.

15. D. Antonio de Quiñones y Mogrovejo.

16. D. Bernabé de Villacorta y Salcedo.

17. El P. Martín de Jáuregui.

18. D. Pedro de Loaysa Calderón.

19. D. Luis de Quiñones Mogrovejo,

20. D. José Baquíjano y Carrillo.

21. D. Vicente Morales Duárez.

22. Monseñor Andrés Quintián.

23 Monseñor Pasquel

24. P. Pablo Laurnaga

25. José de Silva y Olave.

26. Ignacio Mier

27. José Ignacio Moreno.

28. Manuel Teodoro del Valle.

29. Dr. Amador Sotomayor.

30. Francisco Solano de los Heros.

31. Manuel Antonio Bandini

32. Juan Ambrosio Huerta.

33. Manuel Tovar.

34. Pedro Manuel García Naranjo. Rector del Seminario y Arzobispo de Lima.

35. Pedro García Sanz.

36. José Antonio Roca y Boloña

37. Monseñor Agustín Obín y Charún, obispo de Trujillo

38. Manuel Antonio de la Lama, jurisconsulto

39. Nicolás de Piérola

40. Sr. D. D. Juan de Dios Cortés 

41. Dr D. Manuel Villarán y Loli,

42. D. Ignacio Roca y Boloña.

43. Ezequiel Moreira,

44 Feliciano de Vega

 

IV. TRAYECTORIA HISTORICA A TRAVES DE SUS RECTORES

1. Siglo XVII. Cimientos

2. Siglo XVIII. Consolidación

3. Siglo XIX. Refundación,

4. Siglo XX, Plenitud

            a. Tránsito. Tercer centenario de la muerte del Santo: 1900-1911

b. Claretianos-Seminario Central , 1911-1922, 91

c. Intermedio, 1923-1940, 101

d. Misioneros del Espíritu Santo.

e. Retorno a las raíces, 1992-2010

CONCLUSIONES

APENDICES



[1]www.zenit.org: 27 de junio del 2007

 

          


PROTAGONISTAS DE NUESTRA IGLESIA. Mons. RENÉ PAREDES (Arequipa 1924-Lima 2008)

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http://www.arzobispadodelima.org/notas/2008/julio/180708a.html
  
 

Iglesia de duelo por fallecimiento de Monseñor René Paredes

El Arzobispado de Lima informa con profundo pesar el tránsito a la Casa del Padre de Monseñor René Paredes a la edad de 84 años, acontecido ayer, jueves 17 de julio de 2008. La Santa Misa de cuerpo presente se realizará hoy viernes 18 de julio en la parroquia Nuestra Señora de Fátima (Miraflores) a las tres de la tarde.

Es preciso recordar la figura de Monseñor Rene Paredes Araya, como un sacerdote dedicado a la labor apostólica. Nació en Arequipa el 07 de agosto de 1923, y desde muy joven descubrió su vocación sacerdotal.

Llegó a Lima siendo niño, ingresando al convento de los padres franciscanos. Cursó estudios en el Seminario Santo Toribio de Mogrovejo de Lima y en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. Recibió la ordenación sacerdotal el 11 de junio de 1949. Fue Secretario particular del Cardenal Juan Gualberto Guevara a quien acompañó hasta su sensible deceso en 1954.

Entre los años 1956 y 1982 fue Capellán de la Benemérita Guardia Civil del Perú. El 03 de abril de 1956 es elegido como Director oficial del Boletín oficial del Arzobispado de Lima, "El amigo del clero".

Asimismo, desde el 06 de marzo de 1961 se desempeñó como párroco de la comunidad de San Francisco de Paula en el Rímac. Monseñor René Paredes también ocupó el cargo de Canciller del Arzobispado de Lima (desde 1958 hasta 2002), trabajando al lado de cuatro Cardenales: Juan Gualberto Guevara; Juan Landázuri Ricketts O.F.M.; Augusto Vargas Alzamora S.J. y Juan Luis Cipriani Thorne.

El 22 de abril de 1984 fue nombrado Capellán del Monasterio del Carmen (Barrios Altos). Ocupó también el cargo de Dean del Cabildo Metropolitano de Lima (Desde abril de 2002 a Diciembre de 2008), Juez del Tribunal Eclesiástico Regional de Lima y Secretario del XVIII Sínodo Arquidiocesano.

Monseñor René Paredes tuvo la providencia de conocer al Santo Padre Juan Pablo II, en mayo de 1988, durante la segunda visita al Perú, desempeñándose como su Capellán de honor, ocasión que recordaba como "una experiencia estupenda" porque "tuve la suerte de celebrar misa con él en su capilla privada. Dios me concedió la Gracia de estar cerca de él", refirió.

  
 



ANCÓN, UN PENAL ¡DE PENA! PERO...DONDE SE ESCONDE LA ESPERANZA

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Hoy domingo 19 de junio, día del padre en el Perú, he acudido nuevamente al penal de Ancón. Como necesitaría bastante tiempo para redactar el sinfín de vivencias, me limito a compartirles el gozo de encontrarme nuevamente con un gran amigo que me ha facilitado un bellísimo poema y que les presento como una flor en medio del gigantesco arenal que es el penal, mis "sellos" en mi piel viva de la mano derecha (en la izquierda m pusieron otro), la web de un estupendo grupo de voluntarios que visitan y apoyan a los presos españoles http://fundacionmas34.org/que-hacemos/

Por ultimo, el misericordioso texto del Papa Francisco en su visita a los presos mexicanos.

¡Cuántas lecciones de la visita! Oremos, visitemos, luchemos por su dignidad…y, sobre todo, para que nadie (especialmente jóvenes) tenga que entrar.

 

http://lopezdoriga.com/nacional/llega-el-papa-francisco-al-penal-de-juarez/

En su discurso, Francisco deploró las limitaciones del modelo penitenciario actual y señaló el "camino urgente" a tomar para "romper los círculos de la violencia y de la delincuencia".

"A veces pareciera que las cárceles se proponen incapacitar a las personas a seguir cometiendo delitos más que promover los procesos de reinserción que permitan atender los problemas sociales, psicológicos y familiares que llevaron a una persona a determinada actitud", lamentó.

"Ya tenemos varias décadas perdidas pensando y creyendo que todo se resuelve aislando, apartando, encarcelando, sacándonos los problemas de encima, creyendo que estas medidas solucionan verdaderamente los problemas", añadió.

Denunció que se ha olvidado concentrarse en lo que realmente debería ser la principal preocupación: la vida de las personas y sus familias, la de aquellos que también han sufrido a causa de este círculo de la violencia.

Estableció que las cárceles son un síntoma de cómo está la sociedad, un síntoma –en muchos casos- de silencios y omisiones que han provocado una "cultura del descarte", un síntoma de una cultura que ha dejado de apostar por la vida, de una sociedad que ha ido abandonando a sus hijos.

Según el obispo de Roma, la reinserción no comienza dentro de las paredes de la cárcel sino que debería comenzar afuera, en las calles de la ciudad, creando un sistema de "salud social" donde existan sanas relaciones en las plazas y en los hogares, donde se prevengan todas las acciones que lastimen a la comunidad.

"La reinserción social comienza insertando a todos nuestros hijos en las escuelas y a sus familias en trabajos dignos, generando espacios públicos de esparcimiento y recreación, habilitando instancias de participación ciudadana, servicios sanitarios, acceso a los servicios básicos, por nombrar sólo algunas", insistió.

Dirigiéndose a los presos les pidió no olvidar que tienen a su alcance "la fuerza de la resurrección" y de la "misericordia divina" para dejar atrás el dolor de la caída y poder rehacer la propia vida después del arrepentimiento por los actos cometidos.

"Ahora les puede tocar la parte más dura, más difícil, pero que posiblemente sea la que más fruto genere, luchen desde acá dentro por revertir las situaciones que generan más exclusión", los animó.

"Hablen con los suyos, cuenten su experiencia, ayuden a frenar el círculo de la violencia y la exclusión. Quien ha sufrido el dolor al máximo, y que podríamos decir 'experimentó el infierno', puede volverse un profeta en la sociedad", abundó.

Finalmente, le pidió a los internos que por favor no se olviden de rezar por él.

Tras su mensaje, el jerarca católico lució alegre y relajado, mientras los prisioneros se agolparon junto a la valla para intentar que los tocara.

Dos reos músicos, llorando, se arrodillaron para besar sus manos, mientras el Papa oró con ellos y los bendijo, en tanto que un hombre tocó su guitarra si cesar.

 


DE LAS BULAS DE ALEJANDRO A LA BULA DE FRANCISCO PASANDO POR LA BULA DE CRUZADA

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DE LAS BULAS DE ALEJANDRO A LA BULA DE FRANCISCO PASANDO POR LA BULA DE CRUZADA

(En homenaje a los doctores y amigos Vicente Ugarte del Pino y Teodoro Hampe Martínez)

José Antonio Benito Rodríguez, UCSS

 

Queridos amigos:

Agradezco al Dr. Víctor Hugo Chanduví, maestro y amigo, organizador de las Jornadas, la invitación a participar. Dado que no puedo estar físicamente presente, les envío este mensaje de recuerdo para nuestros homenajeados y una reflexión al hilo de la ponencia propuesta.

 

1.      MEMORIA Y GRATITUD PARA DOS GRANDES MAESTROS Y AMIGOS

Conocí al Dr. Vicente Ugarte del Pino, justamente aquí en Trujillo, con motivo de las Jornadas de Historia del Derecho del Perú sobre Isabel la Católica. Como todos, quedé fascinado por su erudición, por su profesionalidad, por su espíritu generoso. Le invité a al ciclo "Forjadores de la Peruanidad" en mi Universidad Católica Sedes Sapientiae y fue un honor presentarle ante un nutrido auditorio de jóvenes estudiantes de Educación que escucharon con avidez el verbo fluido y apasionado del Maestro. Rindo mi testimonio de gratitud y le encomiendo ante el Altísimo.

El pasado domingo 7 de febrero del presente 2016, 9 p.m., recibí la triste noticia del fallecimiento de nuestro amigo Teodoro Hampe Martínez gran historiador. Lacónicamente me comunicaba el P. Armando Nieto que acaba de estar rezando un responso con su familia y que el lunes 8, a las 11.30 a.m. sería su entierro... Lo conocí en mi tierra, Salamanca, en 1991, en el II Congreso "Los Dominicos en el Nuevo Mundo". En la UCSS nos habló del Proyecto monárquico de San Martín y Punchauca. Compartí el programa de TV sobre Santa Rosa en PAX y varios eventos en Arequipa y Lima. El sábado 25 de junio –invitado por Monseñor Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho- estaré en aquel lugar que a tantos de nosotros nos marcó por el zarpazo del dolor –recuerdo que al igual que el Dr. Teodoro Hampe salvamos la vida de milagro y salimos a gatas por una de las ventanas del volcado ómnibus. Alguno de ustedes lo recordará muy bien al perder pues sucedió la víspera de nuestras Jornadas de Historia del Derecho.

Me complace compartir su último correo electrónico en el que me felicita el año y comparte un excelente artículo.

"Hola, José Antonio: Agradezco tus mensajes, que están siempre cargados de buena vibración y estímulo. Te cuento que mi dedicación personal al bicentenario de Cuero y Caicedo, con una ceremonia especial en el Hospital de San Andrés y varias notas de prensa, ha llamado la atención del Prof. Carlos Freile, Director de la Academia Ecuatoriana de Historia Eclesiástica. Tal vez tú quieras compartir estas noticias con el P. Armando Nieto. ¡Seguiremos desde luego en contacto!  Una serena Navidad y un venturoso año 2016

Amigos, me gustaría –no un minuto de silencio- sino una oración por el eterno descanso de su alma. Saludos cordiales para todos de su colega y amigo

 Dado que el Dr. Víctor Hugo Chanduví me asignó el tema de las Bulas de Alejandro VI, les comparto esta nota sobre las bulas alejandrinas, una mención de mi tesis doctoral acerca de la Bula de Cruzada y ya que estamos en el Año de la Misericordia, un recuerdo de la Bula del Papa Francisco y el gran abogado Santo Toribio de Mogrovejo.

 

2.      LAS BULAS ALEJANDRINAS Y LA EVANGELIZACIÓN

Los Reyes Católicos, nada más tener conocimiento del descubrimiento de América y de la entrevista de Colón con el rey de Portugal, recurrieron a Roma y obtuvieron de Alejandro VI cinco bulas en 1493 (entre el mes de marzo –regreso del primer viaje- y septiembre –partida del segundo viaje)-. Los términos usados en este documento respecto al acto jurídico que Alejandro VI había querido establecer a través de la bula Inter Caetera (concesión, concedidas), parece no dejar lugar a dudas sobre la interpretación que los destinatarios de las letras apostólicas dieron a las mismas. Los reyes católicos parecen reconocer al Pontífice la capacidad de "conceder" las tierras recientemente descubiertas, y aceptan con total responsabilidad el mandato anejo de evangelizar a sus pobladores[1].Con la bula Inter Caetera de 3 de mayo de 1493 de Alejandro VI se concede a los Reyes las tierras descubiertas y por descubrir hacia occidente, con tal de que no pertenezcan a ningún otro príncipe cristiano. Al día siguiente, 4 de mayo, se concede la Inter. Caetera de partición, porque traza una raya o meridiano a cien leguas al Oeste de las Azores y Cabo Verde. La bula menor Eximiae devotionis sinceritas de 3 de mayo,  es la bula de privilegios y concede a los Reyes españoles los mismos que tenían los de Portugal y que se habían mencionados en la primera Inte .Caetera pero que se habían omitido en la segunda. Por la Piis Fidelium de 26 de junio se concede a Fray Boyl y a los religiosos que le acompañaban facultades canónicas de carácter extraordinario.

En consonancia con la misión iniciada en Canarias, la bula dispensaba a los franciscanos de las normas de ayuno y abstinencia precisas para el estilo de vida y dieta de las nuevas tierras. En estas bulas se establece una separación desde 100 leguas al oeste de las Azores entre la nunciatura de Guinea y la reciente para las islas recién descubiertas. En las instrucciones entregadas el 29 de mayo se insistía en la instrucción en la fe cristiana y el buen trato por ser súbditos libres de los monarcas, y en la creación de establecimientos permanentes para la práctica del comercio. El 7 de junio de 1494, por el Tratado de Tordesillas, la demarcación territorial queda convertida en una línea recta o meridiano de 370 leguas de las Islas de Cabo Verde. Aunque la Santa Sede queda de algún modo marginada delegando en los Reyes la empresa, el Papa impone la condición de evangelizar. a la Corona Española:

Colón –consciente del espíritu misionero de los monarcas- escribirá en su Diario: "Crean Vuestras Altezas (los Reyes) que en el mundo todo no puede aver mejor gente ni más mansa; deben tomar... grande ale­gría porque luego los harán cristianos y los avrán enseñado buenas costumbres de sus reinos, que más mejor gente ni tierra puede ser..." (Diario 24-XII-1492) "...fallé muchas islas pobladas con gentes sin número... A la primera que yo fallé puse nombre Sant Salvador a conmemoración de su Alta Magestat, el cual maravillosamente todo esto a dado... Así que monstruos no he hallado noticia, salvo de una isla que es Carib... poblada de una iente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana." (Carta a Luis de Santángel) 15-II-1493. El mismo Colón en su diario, día 11.11, anota: "Y creo que ligeramente se harían cristianos, que me pareció que ninguna secta tenían". Y al día siguiente: "Tengo por dicho...que sabiendo la lengua dispuesta suya algunas personas devotas religiosas, que luego todos se tornarían cristianos".

Establecida la Corte en la ciudad condal, los reyes don Fernando y doña Isabel, con el príncipe heredero don Juan y todo su séquito, el 3 de abril de 1493 reciben a Colón en Barcelona, bautizando los 6 primeros indios.

Como anota Olaechea, Colón "no dejaría de percatarse de que allí se le ofrecía una oportunidad para plasmar un anhelo de los Reyes Católicos, en especial de la reina Isabel, que se cifraba en la difusión de la fe cristiana en las tierras ultramarinas, que para ello constituía uno de los objetivos fundamentales de la empresa y cuyos primeros frutos tenían ahora la ocasión e comprobar [...]Isabel la Católica acumulaba en este histórico acto y en todo el proceso americano de su vida suficientes méritos para ser considera como una verdadera madre de América"[2]

Los objetivos de los Reyes Católicos quedan claramente formulados en la "Instrucción" para Colón, el día 29 de mayo de 1493: "deseando que nuestra Santa Fe Católica sea aumentada y crecida, mandan y encargan al dicho almirante, visorrey y gobernador, que por todas las vías y maneras que pudiere, procure y trabaje a traer a los moradores de las dichas islas y Tierra Firme a que se conviertan a nuestra Santa Fe Católica"[3] Se insta a Colón a que todos los que vayan con él "traten muy bien y amorosamente a los dichos indios, sin que les hagan enojo alguno y procurando que tengan los unos con los otros mucha conversación y familiaridad". Desde el inicio, la Corona mantuvo la postura de que la empresa de Indias tendría su meta en el campo religioso. Descubrir y colonizar era ganar almas y salvarlas, era dar gloria a Dios y brillo a la Iglesia. "Damos muchas gracias a Nuestro Señor por todo ello, porque e esperamos que con su ayuda este negocio vuestro será causa que nuestra santa fe católica será mucho más acrecentada", escribieron los Reyes a Colón el 16 de agosto de 1494. Y éste era el estribillo de sus pensamientos y deseos: que la presencia misma de los españoles invite a los indios a abrazar el cristianismo, "porque la conversión de ellos podría atraer a los que habita en dicha tierra al conocimiento de Dios Nuestro Señor, e a reducirlos a nuestra fe católica". En la "Instrucción…para la población de las islas y tierra firme descubiertas y por descubrir en las Indias" (23 de abril de 1497) se da al Almirante esta norma: "Que se conviertan a nuestra Santa Fe Católica y que a ellos y a los que han de estar en las dichas Indias sean administrados los sacramentos por los religiosos e clérigos que allá están e fueren".

3.      LA RECONQUISTA O CRUZADA OCCIDENTAL  Y LA CONCESIÓN DE LA BULA

Al leer el artículo deL Dr. Angel David Martín Rubio711-1492: ocho siglos que hicieron a España me suscitó un rápido comentario en su blog fruto de mi vocación americanista y mi presencia en Perú desde hace 20 años: "Don Claudio Sánchez Albornoz identifica tres acciones clave en los cristianos: reconquista (militar), repoblación (social), evangelización (espiritual). Un dato concreto confirma cuanto afirma el historiador CSA y A. Martín Rubio: La concesión de la Bula de Cruzada a los Reyes de España por considerar la empresa de la Reconquista como ´´cruzada´´. Tal concesión se amplió a América -hasta el Concilio Vaticano II- como estudié en mi tesis doctoral ´´La bula de Cruzada en Indias[4]´´ y que publicó la FUE".

Con mucho gusto accedo a ampliar lo que gentilmente me pidió. Parto de un fragmento del citado artículo: "La Reconquista, empleando los conceptos propuestos por Sánchez Albornoz es la "Clave" del enigma histórico de España. «Ese sacrificio fue fecundo. Por dos sendas paralelas. Porque en esa batalla se forjó el "homo hispanus" que hizo la maravilla de la empresa americana, que nos dio preponderancia en Europa durante más de un siglo y que provocó la eclosión cultural española del Siglo de Oro» (De la Andalucía islámica a la de hoy, Rialp, Madrid, 2007, p.29).

La Bula de Cruzada es un documento pontificio que contiene favores espirituales destinados a quienes -previas disposiciones espirituales- se comprometían a participar en la lucha contra los infieles, tanto de forma directa (en la guerra) como indirecta (a través de una limosna.). Su predicación, con su concesión de indulgencias y otras gracias, constituía -como atinadamente apunta M. Andrés: "Un acontecimiento extraordinario, difícil de concebir para nuestra mentalidad. Comportaba un auténtico revulsivo espiritual y una extensa organización de comisarios, predicadores, recolectores, bulderos, vendedores, gracias espirituales, procesiones, rogativas, posibilidades mayores de purificar la conciencia. A la expresión de profunda fe se juntaba el tintineo de dinero y la facilidad de abusos y exageraciones"[5]

En un primer momento, se trataba específicamente de una concesión a los protagonistas directos en la guerra santa de la Península Ibérica (Reconquista) que fue transformada en cruzada por la bula "Eos qui in Ispaniam" del Papa Alejandro II en 1064. En ella, se aprueba la lucha contra los sarracenos y se concede indulgencia plenaria a todos los que la emprenden. A medida que pasa el tiempo, los papas añaden privilegios gozando de gran popularidad entre los fieles; tanto que, si la predicación de la Bula decaía, la "santa" belicosidad del pueblo se entibiaba. Cooperará a las grandes victorias cristianas. Los papas vuelcan su prestigio e influencia en favor de la cruzada española. Desde 1212 (Navas de Tolosa), Inocencio III invitará a los españoles a prestar ayuda económica y militar a los cruzados orientales. Navarra y Aragón secundan la iniciativa con sus reyes Teobaldo I y Teobaldo II, así como los hijos de Jaime I; Castilla, en un primer momento, se mantiene al margen.

Tras un siglo de inactividad (1350, llegada de Pedro I El Cruel al poder, a 1474 con los Reyes Católicos) la cruzada se renueva con la concesión de Sixto IV, el 13.XI.1479 en favor de la Guerra de Granada[6]. Era la primera de las bulas a favor de la Reconquista granadina; en ella se otorgaba una indulgencia plenaria a cuantos cooperasen en la misma. Parece ser que fue planteada como una ampliación de la Bula de Canarias[7]. Así lo manifiesta Ascensión de la Torre –exdirectora del Archivo General de Simancas- recordando la súplica dirigida por los Reyes Católicos al Papa para que confirme las indulgencias para la conquista de Canarias y las amplíe a la del reino de Granada[8].          

Los monarcas buscaban un nuevo tipo de cruzada con mayores alicientes semejantes a los de la lucha antiturca. El 3 de junio de 1482 llegaban a un acuerdo con la Santa Sede para unir sus fuerzas contra los infieles. El Papa atacaría al turco, los REYES CATÓLICOS a los moros. El Papa impone 1/10 de un año al estado eclesiástico y se reserva 1/3 de su producto para la guerra antiturca, dejando el resto para la campaña de Granada[9]. La bula será mucho más rica en gracias y favores que las anteriores, tanto para los cruzados como para los contribuyentes con su limosna. Además de motivar el Papa a todos los fieles -españoles y extranjeros- a que colaboren con sus Reyes, otorga cuantiosos favores espirituales. Con el fin de aumentarlos se aplica a la Cruzada los legados donados para redención de cautivos; promulga la paz, prohíbe perturbar la guerra contra los moros e invertir los fondos en fines extraños a la misma. Comisarios nombrados fueron Francisco Ortiz, Pedro Ximénez de Préxamo y Fray Hernando de Talavera, prior de Prado, otorgándoles facultades para componer, dispensar... Bajo la dirección de los comisarios generales actuaron predicadores, jueces y comisarios diocesanos. Millares de cruzados de Francia, Alemania, Inglaterra, Irlanda, Polonia y Suiza vinieron a la Península a pelear. Tanto que J.Goñi, máximo especialista en el tema, llega a decir:

             "La Iglesia española movilizó todos sus recursos de propaganda. En todos los púlpitos de Castilla, Aragón, Sicilia y Cerdeña resonó el llamamiento pontificio que apelaba al sentimiento religioso de los fieles y excitaba el ideal de la guerra santa contra el infiel"[10]

En 1488 sigue avanzando la Reconquista, tanto que el Papa le escribe felicitando y animándole a rematar la empresa. El 9.X.1489 se renueva la Cruzada. Por Breve de 11.II.1490 Inocencio VIII ordenó que no se interrumpiese ni la Cruzada ni la Décima, aunque se acabase la Reconquista o cesase momentáneamente la guerra. El 1.X.1491 renovó por última vez la Cruzada. El 2.II.1492 se rindió la ciudad. Como destaca J.H. Elliot "la caída de Granada puso punto final a la Reconquista del territorio español, abrió también una nueva fase en la larga cruzada castellana contra los moros" pero el casi simultáneo "descubrimiento de América señalaba también el comienzo de una nueva fase, la gran época de la colonización de ultramar", culminación natural de un periodo dinámico expansionista secular. "Tanto la Reconquista como el descubrimiento, que parecían milagrosos a los ojos de los españoles contemporáneos, eran en realidad un resultado lógico de las aspiraciones y tradiciones de una época anterior que quedaban ahora firmemente selladas por el éxito"[11]

4.      LA BULA DE CRUZADA EN INDIAS[12].

 

La "tierra encantada" del Nuevo Mundo ofreció a sus constructores múltiples posibilidades que hoy se nos antojan como pintorescas pero que en el pasado lograban paralizar la vida cotidiana por la fuerza institucional que representaba. Tal era el caso de la Bula de Cruzada que la que –como con cierta ironía llegó a escribir un autor- no se libraban ni los difuntos, ya que, como vimos al inicio del artículo, con el transcurrir del tiempo, por su doble finalidad espiritual y hacendística, se convertirá en una mera renta estatal, aunque conservara su secular motivación religiosa o su envoltorio espiritual. Para comprender en profundidad la Bula, hay que arrancar desde su origen, desde las primeras concesiones pontificias para España, su papel en la Reconquista, y seguir de cerca su evolución histórica, desde la depuración conciliar de Trento, hasta llegar con su evolución posterior hasta el S.XIX, enriquecida ya con siete tesoros: 1. Indulgencias. 2. Oficios litúrgicos y sepultura eclesiástica. 3. Confesión y conmutación de votos. 4. Dispensas de irregularidad e impedimentos matrimoniales. 5. Composición de bienes mal adquiridos. 6. Abstinencia y ayuno, 7. Oratorios privados.

El Consejo de Cruzada, como institución suprema en España, y el Tribunal de Cruzada, como subdelegación del Consejo en Indias, constituyeron la columna vertebral de toda la organización relativa a la Bula de Cruzada en América. La titánica campaña de tres siglos de predicación tras predicación se debió a los latidos permanentes de sendos organismos. A través de un inmenso océano de leyes, sermones, instrucciones o cartas, nos acercamos a un mundo dinámico de lo más variopinto; encontramos en él, desde tesoreros embargados a piadosos predicadores que hacen apología la Bula, o bien desde ingenuos y fervientes fieles que toman la bula, a socarrones cronistas que se admiran de las "industrias" de tesoreros para llenar el Arca de la Hacienda. Si tenemos en cuenta dos de sus notas, la exclusividad, por la que su aplicación suspendía automáticamente todo tipo de jubileos y gracias pontificias, junto a la universalidad, ya que abarcaba a todos los súbditos de la monarquía mayores de doce años y residentes en cualquier parte del territorio peninsular o ultramarino (además de los difuntos), podemos concluir con la agudeza, no exenta de su peculiar ironía, del historiador jesuita P. Mariana, al analizar la imbricación de la Bula con la campaña granadina:

"Sixto [IV...] concedió así mismo la cruzada a todos los que, a su costa, fuesen a la guerra [o], por lo menos ayudasen con ciertos maravedís para los gastos, lo cual se tornó a conceder el tercer año adelante, y desde principio, ya todos los años, se recoge por este medio gran dinero para los gastos reales, camino que inventaron en aquella sazón personas de ingenio"[13].

No se sabe con certeza la fecha exacta de la fundación del tribunal[14] Hasta su creación, el Consejo de Cruzada nombraba desde España comisarios subdelegados, contadores y tesoreros que se ocupaban de desempeñar las funciones relativas a la bula en Indias. Desde 1530 a 1573 los subdelegados fueron casi siempre los prelados diocesanos. En 1573, a raíz de la primera concesión pontificia de la Bula a Indias, se firmó el primer asiento con los tesoreros generales Diego Díaz Becerril, Juan Alonso Medina y Francisco Martínez López5. La segunda concesión se desglosó en los dos virreinatos de Nueva España y Perú, concertando el asiento con Luis Núñez y Miguel Sánchez Parra, respectivamente. Fue en México donde se nombró el primer comisario en la persona de Sancho Sánchez de Miñón.

El considerable volumen de actividades desplegadas en la publicación y predicación, así como los buenos frutos recogidos en la administración de la Bula, aconsejó el nombramiento de otro comisario y contador para Perú en 1600. Ello dio a pie al Consejo de Cruzada al establecimiento de Tribunales delegados en México y Lima en un primer momento, y posteriormente en todos los lugares que contaban con Real Audiencia. La ley primera del apartado dedicado a Cruzada de la Recopilación de Leyes de Indias así lo recoge:

"Por cuanto para la buena administración de la Bula, que se predica y publica en las provincias de nuestras Indias ha parecido convenir, que en los lugares principales haya un Tribunal formado, para que en él nuestros súbditos y vasallos tengan mejor, más cómodo y cercano recurso donde acudir en apelación con las causas que hubiere y se sentenciaren por los Jueces Subdelegados particulares de aquel distrito y jurisdicción".

Las primeras noticias sobre el tribunal peruano nos las ofrece M. Mendiburu, quien dice - sin precisar la fecha, pero antes de 1581- que el tribunal de Perú fue fundado por el virrey D. Francisco de Toledo, pero que "se organizó de nuevo en dicho año (1604) [...] siendo comisario delegado el arcediano doctor Juan Velázquez".

Impresiona constatar el vigor de esta institución que atraviesa siglos de historia adaptándose a las situaciones más adversas, como su pervivencia a pesar de la Independencia. En el s. XX. sin embargo, observamos su paulatino agotamiento forzado, sin duda, por su anacronismo. Los Papas la siguen manteniendo como por inercia, pero su languidecer es progresivo hasta llegar a desaparecer como por desuso. No obstante, Benedicto XV, el 12.8.1915.en su breve "Ut praesens periculum", siguiendo los deseos de Pío X –incumplidos por su muerte- prorrogó la Bula por doce años más. La Cruzada se había ido enriqueciendo de tal forma que ya en el siglo XX comprendía siete indultos: Indulgencias, divinos oficios y sepultura eclesiástica, confesión y conmutación de votos, dispensas de irregularidad e impedimentos matrimoniales de afinidad y crimen, revalidaciones y composición, abstinencia y ayuno, oratorios privados.

Los pontífices posteriores siguieron revalidándola hasta casi nuestros días, en que, con Pablo VI y la celebración del Concilio Vaticano II, desaparece. Por tanto, hasta 1965  se mantuvo esta sólida tradición, según la cual la limosna permitía la obtención de privilegios espirituales , la mayoría de ellos vinculados a la indulgencia plenaria y, por tanto, a va vida ultraterrena.

 

5.      SANTO TORIBIO, Y LA BULA DE LA MISERICORDIA DEL PAPA FRANCISCO

 

Para constatar la importancia que se le daba a la Bula, basta citar el testimonio de Santo Toribio Mogrovejo. Se encontraba en la visita preliminar de 1581 como preparación al Tercer Concilio Limense, en los Llanos de La Nasca. Se encontraba el arzobispo en su primer año de ejercicio y ocupado en la visita desde hacía varios meses con la intención de dirigirse después a Huánuco.

 

"Andando ocupado en esta visita, tuve noticia de la llegada de las bulas de la sancta cruzada a esta ciudad, e inmediatamente me partí luego para me hallar a la publicación y expedición de ellas, como cosa que tanto toca al servicio de vuestra Majestad, y lo haré en todo lo demás que se ofreciere a él tocante[...] Por lo cual, fue acrecentada la hacienda de vuestra Magestad en mucha más cuantía que en las predicaciones pasadas"[15]

 

            La figura del segundo auténtico Santo Padre de América, va cobrando el puesto histórico que le corresponde. Tenemos la mejor prueba con motivo del IV Centenario de su muerte, celebrado el pasado 27 de abril del 2006. Entre los diversos aspectos de la rica personalidad de Mogrovejo descuella su gran preocupación por los nativos, los indios, los pobres más pobres de todos los pobres de su tiempo  A ellos se entregará con denodada pasión, convirtiéndose en su auténtico padre y defensor, llegando a las periferias territoriales y humanas de su arquidiócesis y con "olor a oveja".

            En la "Relación y memorial" enviada al Papa Sixto V, desde Lima, en 1598, declara claramente que ha visitado, por su "propia persona, muchas y diversas veces, el distrito, conociendo y apacentando mis ovejas, corrigiendo y remediando". Él se valió justamente de este aspecto de su visita: su veraz diagnóstico la corrección y el remedio. El santo prelado conoce muy bien la realidad; de hecho tiene para el efecto "nombrados otros jueces en esta ciudad, para mejor expediente de los negocios que hubiere" .Constata que "hay en esta ciudad santo oficio de la Inquisición, donde asisten dos inquisidores, Virrey y Audiencia Real y Alcaldes de Corte y Ordinarios de la ciudad, y Cabildo todo para ejecución de la justicia". Interesa mucho saber cuáles son los mecanismos para ejecutar la justicia:

Hay muchas doctrinas que tienen los frailes, que son ciento veintidós, poco más o menos. Hay de clérigos ciento dieciocho, poco más o menos, y con sus hospitales. El salario para la doctrina de los clérigos y frailes, se saca de los tributos que dan los indios a sus encomenderos, y asimismo a fábrica que se dan a las iglesias. Para los hospitales contribuyen los indios tributarios con un tomín que es real y medio. En las condenaciones que he hecho en las visitas, no se ha aplicado ninguna cosa para mí ni llevado nada, y a los indios que se han confirmado no he consentido que me ofrezcan candelas ni plata, ni traigan vendas, sino de mi hacienda se han puesto las candelas y vendas, que todo ello me valiera mucha cantidad, en razón de tanto número de indios, como se ha hecho bien de ver y de dar a entender, deseando todos los naturales tengan mucho contentamiento y no entiendan se les lleva algo por la administración de los santos sacramentos[16].

      Termina indicando que de su "hacienda se ha distribuido de limosnas después que entré en este arzobispado, hasta ahora ciento cuarenta y tres mil trescientos cuarenta y cuatro pesos y cuatro reales desde el año 84 hasta el 97, fuera de otras que se han repartido", Y ultima sus motivos, las razones de la misión: "a Dios sean dadas las gracias" por quien sólo esto se hace, en edificación de los prójimos, procurando darles buen ejemplo y animándolos a lo mismo". En definitiva, quiere implantar la auténtica "ciudad de Dios", rechazando la vida mundana de los corregidores, que no buscan "más que las satisfacciones del cuerpo o del espíritu o las dos a la vez (…) "... han puesto sus pensamientos en cosas sin valor y se ha oscurecido su insensato corazón. En la ciudad de Dios, en cambio, toda la sabiduría del hombre se encuentra en la piedad que da culto al verdadero Dios".

            Como el propio Papa Francisco escribe en la bula convocatoria del Año de la Misericordia, debemos encomendarnos en oración a los grandes "santos y beatos que hicieron de la misericordia su misión de vida" (Misericordiae Vultus 2).

            Entre ellos, sin duda, hay que colocar a nuestro Santo Toribio, jurista, hijo y .nieto de juristas. Así da testimonio en el proceso de beatificación de 1631, Diego Morales, su secretario, que "se aficionó de él, de manera que siendo muchacho deseó entrar a servir esta iglesia de monaguillo para tener ocasión de verle cada día y besarle la mano y tener entrada...y a todos los pobres indios que encontraba los abrazaba y acariciaba". O el campesino Gaspar Lorenzo de Rojas, natural de La Paz, quien recordará vívidamente que "el dicho siervo de Dios llevaba algunos regalos y confites para acariciar y atraer así con más facilidad a los indios pequeñuelos para con eso enseñarles la doctrina cristiana y ley evangélica…Y así mismo se holgaba de conversar con personas pobres, humildes y enfermos, viles y miserables, procurando la salvación de sus almas y muy especialmente con los indios; y, finalmente juzgaba de sí era el menor de todos y que todos eran superiores a él". No nos extraña, por tanto, lo que afirma de él su inseparable Sancho Dávila: "Le quieren y le aman como si fuera padre de cada uno"; tanto que, al dejar el poblado y continuar su peregrinación, "lloraban su partida como si se les ausentara su verdadero padre"

 

 



[1]Cf. Ricardo GARCIA-VILLOSLADA, Sentido de la conquista y evangelización de América según las bulas de Alejandro VI, Roma 1978.

[2] Juan B. Olaechea Labayen "De cómo, dónde y cuándo fueron bautizados los primeros indios"Missionalia Hispánica-Hispania Sacra Madrid nº 50, 1998, pp.611-636.

[3] Barcelona, 29 de mayo de 1493. AGI, Indiferente, 418, lib.1, f.192 v. En Rumeu de Armas, A. La política indigenista de Isabel La Católica Instituto "Isabel La CatólicaIsabel La Católica de Historia Eclesiástica, Valladolid 1969 pp.301-2.

 [4] En adelante BSC=Bula de Santa Cruzada. BCI=Bula de Cruzada de Indias. SC=Santa Cruzada. AGS=Archivo General de Simancas. Leg.=Legajo

 [5] M.ANDRES El dinero de los Reyes Católicos para el descubrimiento de América financiado por la diócesis de Badajoz Archivo Iberoamericano, Madrid 1987 pp.19-20

[6] Bula "Orthodoxae fidei" 10.VIII.1482  J.GOÑI Historia de la Bula de Cruzada en España. Seminario Mayor, Vitoria 1958.Apéndice 10

[7] E. AZNAR "Los inicios de la Bula de Cruzada en Canarias"Revista Española de Derecho Canónico 1987 pp.205-219

[8] A. de la PLAZA BORES: Guía del Investigador del Archivo General de Simancas. C.XXV "Consejo de Cruzada". Ministerio de Cultura, Madrid, 1986. Cap.XXI.

[9] Bula "Etsi dispositione" del 10.VIII.1482 A.G.S. Patronato Real 1699. Por ella, se autoriza a Fimeno de Perugio, Alfonso de Valdivieso, canónigo de Burgos y Hernando de Talavera, colectores de la décima, para que puedan reducir la de los frutos de los beneficios eclesiásticos, concedida en los reinos de España, a favor de la guerra de Granada a un competente y honesto subsidio.

 [10] J.GOÑI Historia de la Bula de Cruzada en España. Seminario Mayor, Vitoria 1958p.377

[11]La España Imperial pp.41-42, Vicens-Vives, Barcelona, 1973.

[12] 1996d "Historia de la Bula de la Cruzada en Indias" Revista de Estudios Histórico-Jurídicos, Ediciones Universitarias de Valparaíso (Chile), XVIII, pp.71-102

2002 La Bula de Cruzada en Indias Fundación Universitaria Española, Madrid, 442 pp. Colección Tesis Cum Laude. Serie H (Historia) –2

 

[13] MARIANA, Padre Juan de: "Historia general de España". Lib.XXV, c.III. Obras del P. Juan de Mariana. BAE nº 31, Madrid, 1950. Tomo II, p.215

 

[14] I. SZASDI LEÓN-BORJA "La introducción de la Bula de la Santa Cruzada en el Nuevo Mundo (1509-1525) Cuadernos de Historia Nº10 del Instituto del Derecho y de las Ideas Políticas, Córdoba (Argentina) 200 pp113-149.

 

[15] AGI Patronato 248 Rº 10; LISSON, III, 286: Carta del Arzobispo a SM de 27.4.1584, cap.III

 

PERUANOS EJEMPLARES, SUMA Y SIGUE...¡CUÁL PROPONES!

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Amigos: Estoy preparando la segunda edición de PERUANOS EJEMPLARES y me gustaría saber a quién propondrías tú. Hasta el 44, incluyendo a San José, son santos-beatos-siervos de Dios. Yo he incluido alguno más. Cuál sería el tuyo y por qué. Envíamelo al correo joseantoniobenito1@gmail.com

JAB


Cordialmente

  I. SANTOS DE Y EN PERÚ

1. San José, Patrono del Perú.

2. Rosa de Santa María. 1586-1617

3. Martín de Porres. 1579-1639

4. Francisco Solano. 1549-1610

5. Juan Macías. 1585-1645

6. Toribio Mogrovejo. 1538-1606

 

II. BEATOS

7. Ana de los Ángeles. 1602-1686

8. Luis Tezza.1841-1923

9. José de Calasanz. 1872-1936

10. Narcisa de Jesús. 1833-1869

11. Ascensión Goñi. 1868-1940

12. Mártires de Chimbote: Miguel Tomazek, + 1991

13. Zbigniew Strzalkowski: + 1991

14 P. Sandro Dordi: 1931-1991

 

 

III. SIERVOS DE DIOS

15. Alonso de Barzana, S.J. (1530-1598)

16. Fray Diego de Ortiz .1532-1571

17. Luis López de Solís.1535-1606

18. Gundisalvo (Fray Gonzalvo) Díaz de Amarante.1540- 1618

19. Diego Martínez, SI. 1542-1626

20. Juan Sebastián de la Parra. 1550-1622

21. Pedro Urraca.1583-1657

22. Juan de Alloza SI. 1597-1666

23. Venerable Gaspar Báez, SI, 1604

24. Francisco del Castillo.1615-1673

25. Nicolás de Dios Ayllón.1618

26. Francisco Camacho.1629-1698

27. Luisa de La Torre, Beatita de Humay. 1819-1869

28. Rafaela de la Pasión Veintemilla. 1836-1918

29 Monseñor Padre Alfonso María de la Cruz Sardinas, 1842-1902

30. Pío Sarobe Otaño. 1855-1910

31. Emilio Lissón Chávez, CM. 1872-1961

32. Teresa de la Cruz Candamo. 1875-1953

33. Mateo Crawley-Boevey 1875-1960

34. Octavio Ortiz Arrieta.1879-1958

35. Padre Eusebio Arróniz, 1885-1959

36. Matilde Castillo de Jesús 1894-1965

37. Melchora Saravia Tasayco, la Melchorita. 1895-1951

38. Martín Fulgencio Elorza Legaristi. 1899-1966

39. P. José Álvarez, OP (Apaktone) 1890-197)

40. Juan J. McKniff, OSA, 1905-1994

41.Padre Serapio Rivero Nicolás, OSA, 1917 –2002

42. Madre del Pilar de Jesús, OCD, 1917-1997

43 P. Daniel Badiali, 1962-1997

44. Andrés Aziani, 1953-2008

IV. VISITARON EL PERÚ

45.  SANTA Teresa de Calcuta en Perú: 1910-1998

46. SAN JUAN PABLO II en el Perú

47. SAN JOSÉ MARELLO (milagro de canonización en el Perú)

 

 

V. Y MUCHOS MÁS

48. Con El Señor de los Milagros: Sebastián de Antuñano: 1652-1716

49. Antonia de Maldonado (Lucía del Espíritu Santo). 1646-1709

50 María Josefa de la Providencia

51. Antonio Ruiz De Montoya. 1595-1652

52. Padre Guatemala, Apóstol de Ica.1775-1839

53. Joaquina de la Santísima Trinidad

54. Úrsula de Cristo (1604-1666)

55. Teresa del Sagrado Corazón.1857-1950

 

56. Tres religiosas mártires

Augusta Rivas. 1920-1990

57. Irene McCormamack. 1939-1991

58. Juana Sawyer. 1932-1983

59. Padre Manuel Pardo, S.J. (1877-1906)

60. Salesianos Heroicos: Ladislao Milharcis: 1936

61. Miguel Córdova: 1936

62. Julio Corazao. 1934-1996

60. Pool Cuadros. 1979-2003

63. Arturo Villegas Romero (1923-1950).

64. Julio Corazao. 1934-1996

65 Pascualito Fuster 1888-1950

66. José Dammert Bellido 1917-2008

67. P. Carlos Pozzo, S.J.

68. P. Antonio San Cristóbal

69. Pool Cuadros. 1979-2003

70.MÁRTIRES DOMINICOS PERUANOS EN LA GUERRA ESPAÑOLA DEL 36 Fray Vicente Álvarez Cienfuegos

71.       Fray José Luis Palacio

72.       Fray Jacinto García Riesco

73.       Fray Manuel Gutiérrez Ceballos

 

LA GRAN FAMILIA ORÉ EN AYACUCHO: 15 HIJOS, 10 CONSAGRADOS

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LA GRAN FAMILIA ORÉ EN AYACUCHO: 15 HIJOS, 10 CONSAGRADOS

Las clarisas de Guamanga. Ricardo Palma Tradiciones peruanas - Octava serie[1]

« ¡Feliz vientre de madre!» era a fines del siglo XVI exclamación general en el Perú, al hablarse de doña Luisa Díaz de Oré, esposa del acaudalado minero don Antonio Oré, español que en 1571 fue corregidor de Guamanga.

El siglo aquel tendía al monaquismo, y por consiguiente despertaba hasta envidia mujer que había tenido nueve hijos, cuatro varones (Antonio, Luis, Pedro, Dionisio) y cinco hembras (Ana, Leonor, María, Inés, Purificación), todos frailes y monjas.[2]

Si España era un gran convento, pues la gente de iglesia pasaba de un milloncejo, ¿qué mucho que los americanas nos desviviésemos por imitarla? Ello era lógico y natural. Quizá punto de orgullo y moda, más que de devoción, era el que los ricos empleasen sus caudales en fundaciones monásticas. Tener muchos frailes y muchas monjas en la familia, era tener ya asegurado lugarcito en la gloria eterna. Y luego eso de morir en olor de santidad llegó a ser epidemia, sobre todo en Lima. Si Roma canonizara, que no lo ha hecho por falta de monedas, a todos los peruanos sobre cuyas virtudes y milagros hay expediente en sus archivos, regimiento numeroso formaríamos en el cielo. La canonización de Santo Toribio, según Mendiburu, nos costó cuarenta mil duretes, y poco menos la de Santa Rosa. Quien lo tiene lo gasta, y ¡viva el lujo!

Tratándose de los muchachos, don Antonio Oré no tuvo inconveniente en dejarlos seguir su vocación, en la que no les fue del todo mal; pues el segundo, Luis Jerónimo, de la orden franciscana como sus tres hermanos, alcanzó a la dignidad de obispo de Concepción y Chiloé. Entre otros libros de que fue autor, conocemos el titulado Descripción del nuevo orbe y un catecismo en quechua y aymará. También entiendo que escribió y publicó una Vida de Santo Toribio.

Pero cuando las niñas declararon a señor padre su deseo de que las enviase a Lima para entrar en el monasterio de la Concepción, ya que en Guamanga no había conventos, don Antonio las hizo juiciosas reflexiones a fin de apartarlas del propósito; pero las muchachas no cejaron. Entonces les dijo que su oposición nacía de que mandándolas a la capital, acaso no volvería a verlas; pero que pues tenía gran fortuna, estaba resuelto a gastarla fabricando para ellas un convento en Guamanga y creando rentas para la subsistencia del monasterio.

Y se puso a la obra; y a la vez que se edificaban templo y claustros, obtuvo de Madrid y Roma las licencias precisas. Llegadas éstas, hizo venir del Cuzco a la monja Leonor de la Trinidad, investida con el carácter de presidenta, y el 16 de mayo de 1565 bendíjose la iglesia con mucha pompa y recibieron el hábito las niñas, entre las que a la muerte de la madre Leonor, que acaeció en 1592, fue turnándose por trienios el puesto de abadesa.

Durante los primeros quince días hubo en la ciudad fiebre de aspiración a monjío, pues tomaron el hábito veintiséis jóvenes más, descendientes de conquistadores, y el número de beatas y criadas que se encerraron en el claustro pasó de sesenta.

Tal fue el origen del monasterio de Santa Clara de Guamanga, y del que años más tarde salieron monjas para la fundación de clarisas en Trujillo.

Así don Antonio Oré como su esposa doña Luisa fueron sepultados bajo el altar mayor, y en sus funerales las cinco monjas cantaron desde el coro el miserere, oficiaron la misa tres de los hijos, y el que llegó a obispo pronunció la oración fúnebre.

Don Antonio inició a sus hijos en lenguas clásicas y órgano, y los cuatro frailes salieron "diestros en el canto llano y tañedores de tecla" y hábiles y suficientes en lenguas, predicadores de indios y españoles; las hermanas resultaron también "muy diestras en el canto llano y de órgano y tocaban tecla y en la lengua latina eran elegantes". Fue maestro en la virtud, en leer, escribir, cantar, tocar y la lengua latina. Escribe de él el P. Diego de Córdoba y Salinas "Crónica" (Libro V, p.836-7): "Cuéntase deste devotísimo varón, que cuando comenzó a edificar el Monasterio, iba a S. Francisco y asistía a las misas mayores, a vísperas y a las demás horas del Oficio Divino, notaba todas las ceremonias que hacían los religiosos en el coro y altar, y luego volvía a su casa y se las enseñaba a sus hijas, porque las supiesen hacer cuando fuesen religiosas"

En aquella casa nació el mariscal Don Andrés Avelino Cáceres. Narran las crónicas del monasterio que tras una vida llena de trabajos y virtud padeció una larga enfermedad que llevó con mucha paciencia, perdió el habla y a todo lo que le preguntaban contestaba: "Dominus tecum" (El Señor esté contigo. A su entierro –en 1571- acudió toda la ciudad, con sus cuatro hijos sacerdotes y las hijas en el coro.

Su esposa doña Luisa Díaz de Rojas, a la muerte de su esposo, vistió sayal franciscano y cilicio riguroso. Eu ocio era acudir a la iglesia, que atendía ante cualquier desaliño. Como su marido, ocho meses antes de morir, perdió el habla y sólo respondía "Ave María". A su muerte, como con su marido, el concurso fue general.

 



[2]Fueron 15 los hijos: 4 franciscanos, otro –Francisco- Arcediano de la Catedral; 

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